Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Motilidad colónica, defecación y sus alteraciones - 202 - lina con entrada de Ca++ a las células musculares. La correlación entre la actividad eléctrica y las con- tracciones tónicas es incierta y estaría relacionada con un potencial en espiga que se extiende a lo largo de varios ciclos de ondas lentas, pero que no se re- laciona directamente con éstas. Sin embargo, esta interpretación es muy especulativa. Fisiología de la defecación El tubo digestivo termina en una serie de estructu- ras que comprenden el recto, el ano y los músculos del piso pelviano que, en conjunto, permiten regu- lar en forma adecuada la defecación y la expulsión de gases, manteniendo la continencia frente a las más variadas condiciones. Los principales aspectos relacionados con la anatomía de las estructuras re- lacionadas con la defecación y los mecanismos in- volucrados son analizados in extenso en artículos recientes (21-23). La musculatura del piso pelviano, denominada también músculo elevador del ano o diafragma pélvico, está constituida por fibras mus- culares estriadas que exhiben características fisioló- gicas e histológicas similares a las de la musculatu- ra somática del ser humano, propia de la posición bípeda, diferente de la de los cuadrúpedos, ya que en la posición erecta el contenido del recto y de la vejiga ejerce presión directamente sobre el canal anal. Dos músculos principales, el pubocoxígeo y el ileocoxígeo, se encuentran a este nivel. Las fibras del pubocoxigeo de ambos lados se fusionan para dar origen al puborectalis, formando un asa alrededor del recto. Otros autores estiman que el puborecta- lis tendría un origen y estructura distintos del de los otros músculos del piso pelviano, además de una inervación independiente del esfínter anal exter- no. La contracción tónica de este músculo traccio- na el recto hacia adelante generando un ángulo de aproximadamente de 90o, el cual varía a 120o cuan- do el músculo se relaja durante la defecación consti- tuyendo un importante mecanismo que contribuye a la continencia (Figura 4). El piso pelviano presenta brechas en su línea me- dia por los que pasan la vejiga, el útero y el recto, este último se ha divido en dos partes, alta y baja, separados por un pliegue horizontal; la parte supe- rior generalmente contiene deposiciones y puede ser distendida hacia delante proyectándose hacia la cavidad peritoneal, mientras que la parte inferior, rodeada de tejido conectivo denso extraperitoneal, está generalmente vacía salvo durante la defecación. El canal anal está rodeado por un sistema doble de esfínteres: un esfínter anal interno (EAI) constitui- do por musculatura lisa que es una extensión de la musculatura circular del recto y es similar a los otros esfínteres del organismo, y un esfínter anal externo (EAE), formado por fibras musculares estriadas. Al contraerse estas estructuras transforman al ano en una hendidura anteroposterior y producen el cierre del canal anal. Se ha estimado que la contribución de estas estructuras al tono basal del esfínter, esta- ría dado en un 10% al EAI, 35% por EAE y 15% por los plexos hemorroidales (24). Bajo condiciones en que la continencia se ve amagada, por ejemplo durante la tos o el esfuerzo físico, el EAE se contrae aumen- tando el tono esfinteriano. Este fenómeno puede ser Figura 4. Defecografía que muestra el ángulo determinado por la contracción del puborectalis. Gentileza del Dr. Claudio Cortés. Hospital Clínico Universidad de Chile - Clínica Alemana.
Compartir