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Mecanismos de control de la ingesta de alimentos - 271 - Factores ambientales Hora del día Aparte de las obvias variaciones circadianas de la in- gesta, se ha medido en seres humanos pertenecien- tes a distintas culturas que el tamaño de cada comi- da tiende a aumentar a medida que el día progresa, de modo que el volumen ingerido es mayor en la tarde que al mediodía y a esta hora que en la maña- na. Este efecto ha sido observado también en ratas y sugiere que las señales de saciedad son menos efec- tivas a medida que el día (o la noche para las ratas) avanza. Tal vez este efecto de la hora del día explica por qué si una gran proporción de la ingesta se hace en la mañana, la ingesta total diaria es menor. Día de la semana Durante los fines de semana los seres los humanos aumentan el tamaño promedio de cada comida en un 11%, de modo que se observa un incremento de 8% en la ingesta total de calorías, incluyendo en ello el alcohol. Aparentemente el acrecentamiento de la interacción social explicaría buena parte de este efecto de los fines de semana. Fases de la luna Algunos estudios sugieren que en general hombres y mujeres ingieren alrededor de un 8% más de ali- mento en cada comida cuando hay luna llena que con luna nueva, independientemente del aumento nocturno de la iluminación. Estación del año Tanto los humanos adultos como los lactantes infan- tes presentan un incremento del 14% en la ingesta diaria en otoño, probablemente secundario a una disminución de la efectividad de las señales de sa- ciedad. Este fenómeno se presenta incluso con las condiciones de iluminación y temperatura propias del vivir en ciudades modernas, lo que sugiere que este efecto se deriva de las condiciones estacionales de disponibilidad de alimentos que había cuando los humanos aparecimos en este planeta. Factores psicológicos Se ha demostrado en estudios en el laboratorio, usando instrumentos que miden la capacidad de auto-restringirse, que los seres humanos diferimos consistentemente en cuanto a poder limitar la in- gesta de alimentos y que, en condiciones naturales, aquellos individuos con mayor capacidad de auto- restringirse comen menos y con menor variabilidad en cada comida. La palatabilidad de los alimentos, que varía depen- diendo de la historia personal y el grupo cultural en que se está inmerso, afecta positivamente la inges- ta, llegando una comida con alta palatabilidad a in- ducir un aumento de un 40% en su tamaño. Por cierto, frente a la inevitabilidad de varios de es- tos factores no compensados y que influyen a veces en forma considerable en la ingesta de alimento, lo que resta es conocerlos, saber cómo y cuánto inter- vienen, y tomar conciencia de que hay que tomar en cuenta su influencia. Referencias 1. Hebb DO. Drives and the C.N.S. (Conceptual Nervous System). Psychol Rev 1955; 62: 243-254. 2. The Cambridge Encyclopedia of Human Evolu- tion. Cambridge University Press: Cambridge. 1994. 3. de Castro JM. The control of eating behavior in free-living humans. In: Stricker EM, Woods SC (eds). Neurobiology of food and fluid intake. Kluwer Academic/Plenum Publishers: New York, 2004; 469-504. 4. Schwartz MW, Woods SC, Porte DJ, Seeley RJ, Baskin DG. Central nervous system control of food intake. Nature 2000; 404: 661-71.
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