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Alteraciones de la absorción de nutrientes. Enfermedad celíaca - 278 - Diagnóstico de la malabsorción La información necesaria para hacer el diagnósti- co de los trastornos de la digestión y la absorción depende de una historia clínica y un examen físico cuidadoso y del uso con buen juicio de los estudios de laboratorio. Historia clínica Los síntomas de diarrea, pérdida de peso y creci- miento insuficiente no sólo se encuentran en la ma- labsorción. Muchas patologías no gastrointestinales, como las infecciones urinarias o los trastornos del sistema nervioso central, producen síntomas simila- res. Sin embargo, a menudo se puede postular una etiología en base a la información derivada de una historia clínica completa y precisa. Los aspectos más importantes de la historia clínica son: 1. Se debe obtener la descripción cronológica de todos los síntomas (p. ej., fiebre, diarrea o dolor ab- dominal), la relación de éstos con los cambios en el modo de vida o con el estrés e información respecto del uso de antibióticos o de cualquier otro medica- mento. También se debe tomar en cuenta la exacer- bación de problemas médicos crónicos. 2. Es importante evaluar cómo era el apetito, la acti- vidad y los hábitos de sueño antes de la aparición de los síntomas digestivos. 3. Es necesario conocer los hábitos alimentarios en cuanto al tipo de nutrientes y su cantidad. Se debe tomar nota de los cambios realizados en la alimen- tación con la intención de resolver los síntomas. El médico debe confirmar si se han prescrito restric- ciones prolongadas de la alimentación tendientes a controlar la diarrea. Estas restricciones pueden llegar a provocar desnutrición e incluso prolongar la diarrea aún por más tiempo. 4. Se deben obtener los antecedentes perinatales. Si los signos y síntomas están presentes desde el nacimiento, tal vez el trastorno sea congénito, pero eso no descarta que la malabsorción pueda ser ad- quirida. El antecedente de cirugías abdominales de algún tipo sugiere causas anatómicas del problema, como estenosis intestinal u obstrucción parcial del intestino delgado. 5. El antecedente de infecciones a repetición des- pierta la sospecha de que la malabsorción sea se- cundaria a fibrosis quística (FC) o a algún síndrome de inmunodeficiencia. 6. Averiguar si el paciente o algún miembro de su familia inmediata han viajado en fecha reciente a regiones tropicales o subdesarrolladas. Si el niño asiste a una guardería, las infecciones del tipo de la giardiasis pueden estar causando la malabsorción. 7. Muchos trastornos de mal digestión y de malab- sorción afectan otros órganos y sistemas, además del aparato digestivo. Los síntomas generales que no se relacionan directamente con el tubo digestivo (malestar, edema, fiebre, retraso de la menstrua- ción, amenorrea secundaria o pérdida de peso) ha- cen pensar en la presencia de una enfermedad infla- matoria intestinal o de una hepatopatía incipiente. Las hemorragias, hematomas o púrpura pueden ser secundarios a los estados carenciales que acompa- ñan a la malabsorción. 8. Se deben obtener los antecedentes patológicos familiares, porque otros miembros de la familia po- drían tener signos y síntomas similares. Esto indica que quizá se trate de una enfermedad determinada genéticamente o de un cuadro infeccioso (15). Examen físico Los signos físicos suelen ser paralelos a la gravedad y cronicidad de la malabsorción. En los casos de ma- labsorción leve, la exploración física puede resultar normal o mostrar anormalidades sutiles. Durante el examen se observa si el niño está deprimido o en actitud pasiva, lo cual es frecuente en la desnutri- ción moderada o grave. Muchos niños crónicamen- te desnutridos también muestran signos de retraso de su desarrollo. Son partes fundamentales del exa- men físico la medición precisa de la talla, el peso y la circunferencia craneana, el cálculo del peso para
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