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Alteraciones de la absorción de nutrientes. Enfermedad celíaca - 294 - los azúcares de mayor tamaño molecular (disacári- dos: Iactulosa, celobiosa) está aumentada, porque la vía paracelular, las tight junctions, se han vuelto más permeables ya que tienen menor profundidad y menos puntos de fusión entre las hojas externas de las respectivas membranas plasmáticas. La expresión de los resultados como la proporción de la recupera- ción de disacárido/monosacárido separa claramen- te los casos normales de aquellos con lesión de la mucosa. Aunque esta prueba tiene sensibilidad su- ficiente para detectar las alteraciones de la mucosa del yeyuno, también se caracteriza por su baja espe- cificidad para el diagnostico de la EC y por generar falsos positivos que ocurren fundamentalmente en pacientes con otras causas de lesiones de la mucosa, por ejemplo, en la enfermedad de Crohn, el eccema atópico, la alergia a alimentos y las lesiones indu- cidas por antiinflamatorios no esteroidales (58-59). Pruebas serológicas Entre las pruebas de detección de anticuerpos en el suero, la medición de los anticuerpos antigliadina (antigliadin antibodies, AGA) es el examen que más se ha aplicado en los últimos años. Su sensibilidad es alta, aunque no llega a 100%. Cuando los isotipos de IgG e IgA se consideran por separado, los AGA IgG muestran mayor sensibilidad que los del isoti- pos IgA, pero con muchos resultados falsamente po- sitivos. La malabsorción que se produce después de una infección intestinal, la enfermedad de Crohn y la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca son enfermedades gastrointestinales frecuentes que se asocian a veces con AGA IgG. Entre los sujetos con falsos resultados positivos, las enfermedades extra- intestinales que se encuentran con mayor frecuen- cia son el eccema atópico, el pénfigo y el penfigoide. Un problema práctico que se debe tener presente en relación con el uso de AGA IgA para el diagnósti- co de la EC es la alta prevalencia de deficiencias de IgA en esta enfermedad (cerca de un caso en cada 50 pacientes). Los AGA no son los únicos anticuerpos que se en- cuentran en títulos elevados en el suero de los pacientes con EC. Entre los anticuerpos no alimen- tarios de especial interés están aquellos dirigidos contra la reticulina. Su presencia en la EC fue publi- cada por primera vez a inicios del decenio de 1970; los anticuerpos que pertenecen a la clase IgG tienen un valor diagnóstico limitado, mientras que los an- ticuerpos del isotipo IgA muestran alta sensibilidad y especificidad para el diagnóstico. El suero de los pacientes con EC reacciona no sólo con el tejido de ratas y de otros roedores, sino también con tejidos de primates. Chorzelski y colaboradores fueron los primeros en describir anticuerpos antiendomisiales dirigidos contra un componente del tejido conecti- vo, parecido a la reticulina, situado alrededor de las fibras del músculo liso del esófago de mono. Para el diagnóstico de la EC esta prueba tiene sensibilidad y especificidad cercanas al 100% (33). B�rgin-Wolff y colaboradores encontraron que la sensibilidad era de sólo 90%, pero muchos de los resultados negati- vos falsos ocurrieron en niños menores de dos años. En fecha reciente se encontró un nuevo sustrato para estos anticuerpos en el cordón umbilical huma- no, un tejido fácil de obtener (60-65). Se han utilizado pruebas serológicas para valorar la prevalencia de la EC en grupos en riesgo y en la población general. Aún no se ha determinado el significado de la “falsa positividad”, es decir, la pre- sencia de tales anticuerpos en sujetos con mucosa evidentemente normal. En el estudio de una familia, la positividad de los anticuerpos para la gliadina en los parientes en primer grado, sin lesiones histológi- cas llamativas pero con leves anormalidades morfo- métricas de la mucosa del yeyuno, fue interpretada como evidencia de una EC latente. De manera simi- lar, se encontró que los pacientes con anticuerpos positivos contra la reticulina y arquitectura normal de la mucosa del intestino delgado evidenciaron a veces aplanamiento de las vellosidades cuando la biopsia fue repetida después de uno a siete años. Se obtuvieron resultados similares en una cohorte de niños diabéticos. Por tanto, estos estudios implican que a las perso- nas con resultados positivos falsos en las pruebas de AGA IgA o de anticuerpos contra la reticulina o
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