Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Fisiología hepática - 308 - Síntesis y propiedades químicas de las sales biliares En el ser humano las sales biliares primarias, el cola- to (C) y el quenonodesoxicholato (CDC) son sintetiza- das por los hepatocitos mediante la 7-hidroxilación del colesterol por una hidroxilasa específica. Sobre esta enzima actúan a su vez los productos finales de este proceso, que regulan la síntesis por inhibición. A partir de este compuesto, y por sucesivas hidroxi- laciones, se obtiene colil-CoA, el intermediario de todos los ácidos biliares. Las sales biliares se forman debido a que el grupo carboxilo terminal de la cade- na lateral activada reacciona con el grupo amino de la glicina o de la taurina (ver capítulo 7). Éstas son moléculas anfipáticas más hidrofílicas que el coles- terol, por lo que pueden formar micelas que partici- pan en la absorción de las grasas y las vitaminas lipo- solubles en el intestino (1, 4, 8). Las sales biliares no conjugadas tienen un pKa de aproximadamente 5. La hidroxilación con taurina o glicina reduce el pKa de las sales biliares aumentando su solubilidad en el agua y disminuyendo su capacidad para atravesar membranas lipídicas (9, 10). Los alcoholes biliares C27 se conjugan con sulfato y las sales biliares C27 con taurina. Las sales biliares C24 se conjugan prin- cipalmente con taurina o glicina y en menor medida con glucuronato, N-acetilglucosamina o sulfato (1). Dentro de los márgenes fisiológicos de pH, la ma- yor parte de las sales biliares están presentes en su forma desprotonada, pero en circunstancias en que existe mayor concentración de ácido predomina en la forma protonada (ácidos biliares). Las sales bilia- res ionizadas son más anfipáticas, más solubles en agua y constituyen un emulsionante más potente que los ácidos biliares protonados, lo que permite la formación de micelas mixtas. En un margen de pH entre 5 y 7 en el lumen del duodeno, la conjugación con glicina o taurina aumenta la proporción de sales biliares ionizadas por sobre la concentración de áci- dos biliares protonados. La taurina y la glicina con- jugadas con las sales biliares son resistentes a la hi- drólisis enzimática por las esterasas pancreáticas (1). Todas estas características favorecen la absorción de grasas en el intestino; sin embargo, también pueden ser potencialmente nocivas para la integridad de la membrana celular en situaciones en que se produce colestasis. Los ácidos y las sales biliares participan en un ciclo de circulación enterohepática que opera entre 10 y 12 veces al día. Durante cada paso de este ciclo una pequeña cantidad de los ácidos biliares prima- rios llega al colon, donde las bacterias anaerobias que poseen enzimas con actividad 7-α-hidroxilasa, forman ácidos biliares secundarios. Así, el ácido cólico es convertido en ácido desoxicólico, que es reabsorbido y vuelto a conjugar en su mayor par- te. Los conjugados del ácido quenodesoxicólico son convertidos en el colon en su forma de ácido biliar secundario, el ácido litocólico. Parte de este ácido biliar secundario insoluble también es reabsorbido, contribuyendo a la formación de sales biliares ter- ciarias, como el ursodesoxicolato (UDC) o, en su for- ma protonada, al ácido ursodesoxicólico; el resto se pierde en las heces (11). Composición del pool de sales biliares La composición del pool de sales biliares es el resul- tado de un proceso dinámico. Esto porque es influi- do por la síntesis hepática de las sales biliares prima- rias y por su metabolismo hepático e intestinal. La contribución relativa de las sales biliares primarias y secundarias al pool puede variar, dependiendo de los mecanismos de regulación y de factores ambien- tales. En el ser humano, el UDC se forma por acción de las bacterias del colon a partir de la sal biliar pri- maria, el CDC. Su síntesis se produce a través de un intermediario llamado 7-quetolitocolato y, por lo tanto, el UDC es una sal biliar de origen terciario. Esta sal biliar representa aproximadamente entre el 1 y el 3% de las sales biliares (1). El C, CDC y el DC constituyen más del 95% de las sales biliares, y casi todas están en forma conjugada. La proporción de LC y UDC es muy variable, pero rara vez supera el 5%. Cuando se lo administra en dosis terapéuticas,
Compartir