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Fisiología hepática - 314 - el organismo utiliza como reserva de energía. Está formado por largas cadenas de glucosa dispuestas en uniones lineales α-1,4; del 8% al 10% de las mo- léculas de glucosa están unidas mediante enlaces α-1,6 para formar cadenas ramificadas, lo que per- mite su almacenamiento más compacto y eficiente y minimiza su impacto sobre la osmolaridad intrace- lular. Los sustratos para la síntesis de glucógeno, la glucosa-6-fosfato (G6P) y la glucosa-1-fosfato (G1P) proceden de varias vías, entre ellas los ciclos meta- bólicos de la fructosa y la galactosa, así como de la gluconeogénesis y la glucógenolisis (35). La glucogenosis tipo 1 es el error innato más fre- cuente del metabolismo del glucógeno. Existen dos formas: las glucogenosis tipo 1a y 1b. La glucoge- nosis tipo 1a se debe a la deficiencia de la enzima glucosa-6-fosfatasa (G6P), lo que provoca una inca- pacidad para la obtención de glucosa por gluconeo- génesis y glucógenolisis. Esta incapacidad produce hipoglicemia a los 90 a 180 minutos de la última ingestión de glucosa, debiendo entonces el organis- mo recurrir al metabolismo del lactato, de los ácidos grasos y a las vías glucolíticas como fuente de ener- gía, lo que puede llevar a la acidosis láctica, la hiper- trigliceridemia y la hipercolesterolemia. Esta enfer- medad se puede manifestar desde el primer año de vida por hipoglicemia sintomática, hepatomegalia, nefromegalia, facie redondeada e hipotrofia muscu- lar. Se puede desarrollar también insuficiencia renal, producto de la hiperuricemia que ocurre como con- secuencia del aumento del metabolismo de las pu- rinas; otros hallazgos son adenomas hepáticos con potencial maligno, anemia y riesgo de hemorragia a causa de trastornos de la función plaquetaria. Es frecuente que los pacientes presenten diarrea de tipo osmótico, debida a la malabsorción intestinal de glucosa, y osteoporosis por la acidemia crónica. El diagnóstico se realiza mediante la valoración de la G6P en el hígado y la demostración de los agregados de glucógeno en el citoplasma de los hepatocitos; en aquellos pacientes con hipoglicemias y acidosis láctica no tan graves se puede efectuar una prueba con glucagón en ayunas que consiste en determinar el incremento de los niveles de lactato superiores iónico promueve la producción de especies reactivas de oxígeno que dañan las membranas, en particular en las mitocondrias. A pesar de que la enfermedad de Wilson muestra un patrón de herencia recesiva, se diferencia de la hemocromatosis en que hay más de 300 mutaciones identificadas y la mayoría de los pacientes son heterocigotos con diferentes muta- ciones en los dos alelos. La aparición de sus sinto- mas ocurre habitualmente, entre los 12 a 23 años. Esta enfermedad es muy rara en pacientes mayores de 40 años y puede manifestarse como una hepatitis crónica, una falla hepática fulminante o una cirro- sis. Otras alteraciones frecuentes son la anemia he- molítica con test de Coombs negativo, la presencia de depresión y/o de síntomas neurológicos como espasticidad, ataxia y temblor. Ocasionalmente se observan los anillos de Kayser-Fleischer, que repre- sentan el depósito de cobre en la periferia de la cor- nea. La enfermedad de Wilson se debe sospechar siempre en los pacientes jóvenes con enfermedad hepática de etiología no aclarada y, especialmente, si se asocia con disminución de la ceruloplasmina y con aumentos de la excreción de cobre en la orina. El tratamiento puede ser con fármacos que inhiben la absorción de cobre, estimulantes de quelantes endógenos o que promueven la excreción de cobre por la bilis u orina (como la D-penicilamina). En los pacientes con hepatitis fulminante el tratamiento de elección es el trasplante hepático (32). Enfermedades por depósito de glucógeno (Glucogenosis) Las glucogenosis son alteraciones del metabolismo del glucógeno; se han descrito más de 10 formas, pero sólo tres de ellas se asocian con enfermedad hepática: las glucogenosis de tipo I, III y IV. Los otros tipos pueden producir hepatomegalia o alteraciones microscópicas de la histología hepática, pero sin una enfermedad clínicamente significativa. El metabo- lismo del glucógeno está presente en muchos teji- dos, pero los que tienen mayor importancia clínica son el tejido hepático y el muscular. El glucógeno es un compuesto de almacenamiento de glucosa que
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