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Función pancreática exocrina - 324 - las células acinares, sino que induce la liberación de Ach, que es el efector final a nivel de la membrana celular. En estos estudios experimentales sólo dosis elevadas de CCK lograron superar el efecto de la atropina y actuar, probablemente en forma directa, sobre las células acinares. Estas observaciones fue- ron confirmadas también mediante la administra- ción endovenosa de diferentes dosis de CCK, lo que demostró que la integridad de las fibras nerviosas aferentes es necesaria para que la CCK estimule la secreción pancreática (11). Sin embargo, en 2005 se logró detectar la presencia del receptor CCK 1 en el páncreas, sin poder precisar el tipo de célula en el que está presente (12). Poste- riormente, en 2008, estudios publicados por Peter- sen y cols. demostraron por primera vez la existen- cia de receptores funcionalmente activos en células acinares humanas, logrando inducir oscilaciones y alzas del calcio intracelular, observar la ocurrencia de exocitosis y detectar secreción enzimática, aún en presencia de atropina y tetrodotoxina (13). Estos cambios pudieron ser observados incluso pese a que se habían bloqueado todos los posibles elementos nerviosos remanentes en la prepación. Sin embargo, este hallazgo no ha sido confirmado hasta ahora por otro grupo de investigadores. Lo que sí es posible afirmar sin duda alguna es que la CCK es un actor clave en la estimulación postpran- dial de la secreción pancreática. La presencia de ali- mentos no digeridos en el lumen duodenal libera CCK desde la mucosa y su acción requiere la inte- gridad de las fibras nerviosas, particularmente de las fibras aferentes. Además de liberar la Ach de las fibras colinérgicas, la CCK muy probablemente actúa también como una hormona, llegando a las células acinares del páncreas a través de la circulación san- guínea (11). A la luz de los resultados de Petersen y cols., antes mencionados, este último mecanismo, que involucra la estimulación directa por la CCK, ha recobrado fuerza nuevamente. Es posible diferenciar dos tipos de receptores de CCK: el tipo 1, previamente llamado tipo A (Alimentary) y el tipo 2, anteriormente llamado B (Brain). El re- ceptor 1 está presente en diferentes sitios del tracto digestivo. En la fase postprandial el efecto de la CCK, aparte de la estimulación de la secreción pancreá- tica, incluye también la contracción de la vesícula biliar y la relajación del esfínter de Oddi, además de inducir el retardo del vaciamiento gástrico. El con- junto de estos efectos permite establecer condiciones óptimas para la digestión del contenido duodenal. El papel del sistema nervioso simpático es más limi- tado, ya que no se ha descrito la presencia de re- ceptores especificos en las células acinares ni en la membrana de las células ductales. Los estímulos adre- nérgicos y dopaminérgicos actúan a través de vías colinérgicas y probablemente tienen receptores pre y postganglionares; la estimulación α-adrenérgica inhibe la secreción pancreática mediante recep- tores preganglionares, mientras que los estímulos β-agonistas aumentan la secreción actuando sobre receptores en las fibras postganglionares. La dopa- Figura 4. Esquema de la estimulación de la exocitosis de las en- zimas de la célula acinar. La CCK a través de su receptor tipo 1 y la ACh a través de un receptor muscarínico aumentan el nivel de calcio intracelular y estimulan la exocitosis de enzimas hacia el lumen acinar. S y VIP aumentan el nivel de AMP cíclico, que potencia el efecto de los anteriores. CCK: colecistoquinina. ACh: acetilcolina. S: secretina. VIP: péptido vasoactivo intestinal. AMPcCa++ CCK ACh S V IP
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