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63 GLOMERULONEFRITIS QUE CURSAN CON SÍNDROME NEFRÓTICO Hay mucha menor tasa de fracaso renal en- tre los pacientes que logran una remisión parcial o completa que entre los que son corticorresis- tentes. Se recomienda de entrada la terapia in- munosupresora para los pacientes con G.E.F.S. primaria que cursan con síndrome nefrótico (evi- dencia grado 1B). Se recomienda el tratamiento con prednisona para todos los pacientes sin con- traindicación para el uso de corticoides (grado 2C) a una dosis de 1 mg/Kg/día durante 12 a 16 semanas (dosis máxima de 60 a 80 mg/día). Se recomiendan los inhibidores de la calcineurina (ciclosporina o tacrólimus) para los pacientes con alto riesgo de toxicidad por corticoides o que no toleran las dosis altas de los mismos (grado 2C). La ciclosporina se administra a una dosis de 2 a 4 mg/Kg/día, dividida en dos dosis, junto con prednisona a dosis bajas (0,15 mg/Kg/día, para un máximo de 15 mg/día). Los niveles plasmáti- cos de ciclosporina a alcanzar están entre 100 y 175 ng/ml. La ciclosporina se mantiene 6 meses tras conseguir la remisión completa y un año tras lograr la remisión parcial. La prednisona se man- tiene a una dosis baja hasta la suspensión de la ciclosporina. El tacrólimus se administra a una dosis de 0,1 mg/Kg/día, dividida en dos dosis, para alcanzar unos niveles plasmáticos entre 5 y 10 ng/ml. Se deben evitar los inhibidores de la calcineurina en los pacientes que tienen una enfermedad vascular o intersticial significativa o un filtrado glomerular inferior a 30 ml/min/1,73 m2. [6]. Se recomienda no iniciar terapia inmunosu- presora en los pacientes con proteinuria no nefró- tica (grado 2B). Los pacientes con función renal preservada tienen un pronóstico relativamente bueno, mientras que aquéllos con una disfunción renal significativa pueden tener una enfermedad de largo tiempo de evolución o una G.E.F.S. se- cundaria [6]. Tratamiento de las recaídas: Si el paciente tie- ne una recaída del síndrome nefrótico después de una remisión completa o parcial con corticoides y no ha tenido efectos secundarios significativos a los mismos, se recomienda un segundo ciclo de prednisona (grado 2C). Si el paciente ha tenido toxicidad significativa por los corticoides o recaí- das frecuentes, se recomienda el tratamiento con un inhibidor de la calcineurina asociado o no a dosis bajas de prednisona (grado 2C) [6]. Enfermedad corticorresistente o corticodepen- diente: Se recomienda el tratamiento con un in- hibidor de la calcineurina, asociado o no a dosis bajas de corticoides (grado 2B). En los pacientes que no han respondido a los inhibidores de la cal- cineurina o han presentado toxicidad a los mis- mos, se recomienda el micofenolato mofetilo con o sin dosis bajas de corticoides (grado 2C) [6]. Además de los inmunosupresores, para todos los pacientes con G.E.F.S. se recomienda el tra- tamiento con inhibidores de la enzima conver- tidora de angiotensina o con antagonistas del receptor de angiotensina II (grado 1B). Dichos fármacos son la principal terapéutica para los pa- cientes sin síndrome nefrótico, y pueden ser par- ticularmente beneficiosos para los pacientes con síndrome nefrótico que no remiten pronto con el tratamiento inmunosupresor o que tienen una función renal disminuida [6]. 4. GLOMERULONEFRITIS MEMBRANO- SA (G.M.) 4.1. Epidemiología La nefropatía membranosa (N.M) está entre las causas más frecuentes de síndrome nefróti- co entre los adultos no diabéticos, representan- do hasta la tercera parte de los diagnósticos por biopsia. El término glomerulonefritis membra- nosa hace referencia al cambio histológico prima- rio que se detecta al microscopio óptico: el engro- samiento de la membrana basal glomerular con escasa o nula proliferación o infiltración celular. La mayoría de los casos son idiopáticos, aunque también se ha asociado al virus de la hepatitis B, a enfermedades autoinmunes, tiroiditis, tumores y ciertos fármacos como penicilamina, captopril, oro y antiinflamatorios no esteroideos. La N.M. representa entre un 15 y un 33 % de las biopsias renales de síndrome nefrótico. Se da en todas las razas y en ambos sexos, pero la N.M. idiopática es más frecuente en los varones de raza blanca mayores de 40 años. Cuando aparece una N.M. en una mujer joven hay que sospechar un lupus. Se detecta con menor frecuencia en los niños, en los cuales se asocia habitualmente a la hepatitis B o, en ocasiones, a enfermedades autoinmunes o tiroideas [10, 11]. NEFROLOGÍA CAPÍTULO 04. GLOMERULONEFRITIS QUE CURSAN CON SÍNDROME NEFRÓTICO 4. GLOMERULONEFRITIS MEMBRANOSA (G.M.)
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