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89 INFECCIONES URINARIAS. PIELONEFRITIS AGUDA Y CRÓNICA Factores microbianos de virulencia del ger- men. Mecanismos de defensa local del hués- ped: Hay una cierta predisposición a padecer in- fecciones urinarias por parte de ciertos subgrupos de pacientes. Se han detectado dificultades para la secreción de IgA por parte del epitelio, alteración de la fagocitosis, alteración de sustancias antiad- herentes, presencia de adhesinas en la bacteria y en el huésped. La disfunción de las interleuci- nas 6 y 8, así como determinados fenotipos de los grupos ABO que facilitarían las infecciones. También se deben valorar los diferentes factores microbianos de virulencia, que se opondrían a los mecanismos de defensa del huésped y así facilitar la infección, como ciertos polisacáridos capsula- res (antígenos K) que poseen algunas cepas de E. coli que las hacen resistentes a la fagocitosis. La presencia de adhesinas en las estructuras folicula- res les permitiría fijarse a las células uroteliales. La simple disminución del flujo urinario favorece la infección [12-14]. 4. FISIOPATOLOGÍA Las vías urinarias no son estériles. Se encuen- tran colonizadas por microorganismos comensa- les (microbiota urinaria) que se desarrollan bien en la orina, comportándose como comensales «invitados», sin menoscabo de poder comportar- se como verdaderos patógenos en determinadas ocasiones. Sin embargo, en muchas de las muje- res propensas a desarrollar ITU, tanto la uretra como el introito vaginal pueden ser colonizados por bacterias entéricas gramnegativas, que suelen crecer bien en la orina. La orina es un buen me- dio de cultivo para la mayoría de las bacterias en función de la concentración de urea, el pH bajo, la hipertonicidad y los ácidos orgánicos derivados de la alimentación que favorecen el crecimiento bacteriano. Entre los mecanismos de defensa im- portantes se encuentra el flujo urinario, que tiene una función de arrastre (esta es la razón principal por la que una diuresis elevada es un importante mecanismo preventivo de ITU) y las propiedades antibacterianas de la membrana celular que revis- te las vías urinarias [15, 16]. Las infecciones urinarias se originan con mayor frecuencia por vía ascendente. La ure- tra femenina más corta facilita la entrada de bacilos entéricos gramnegativos y otros microor- ganismos, habitualmente presentes en el intesti- no grueso. Los hombres rara vez desarrollan la infección de forma espontánea. Aquellos que practican el coito anal corren mayor riesgo, así como quienes tienen relaciones con mujeres que presentan ITU recurrentes. Los diafragmas facili- tan las infecciones por sus efectos mecánicos y los espermicidas, por modificar la flora vaginal [15, 16]. La vía hematógena y la linfática intestinal son menos comunes y esta última casi extraordi- naria. Cualquier tipo de bacteriemia puede afec- tar el riñón, pero es particularmente importante y severa la bacteriemia estafilocócica, que suele ocasionar múltiples microabscesos en el parén- quima renal que incluso pueden extenderse por la fascia perinefrítica, originando abscesos perin- efríticos particularmente graves [15, 16]. En infecciones diseminadas por Candida albicans en sujetos inmunodeprimidos, y casi siempre leucopénicos, la afectación renal es muy frecuente. También lo es en los casos de endocar- ditis infecciosa por desprendimiento de émbolos sépticos. Un dato raro pero importante es la pre- sencia de neumaturia en los pacientes diabéticos, consecutiva a la producción de gas debida a la fermentación ocasionada por algunos gérmenes (Proteus) [15, 16]. Experimentalmente se ha comprobado que para que se origine una infección renal por vía hematógena, era necesario el precedente de daño morfológico renal. En este sentido, la médu- la renal es más susceptible a la infección que la corteza debido a su hipertonicidad que altera la motilidad leucocitaria, la fagocitosis y el correcto funcionamiento del sistema del complemento. Los niveles bajos de interleuquinas 6 y 8, rela- cionados con determinados fenotipos del grupo ABO de Lewis, muy frecuentes en la mujer, fa- cilitarían las infecciones. Este hecho es particu- larmente importante en los casos de ITU recu- rrentes. También son importantes los factores bacterianos de virulencia como los polisacáridos capsulares que resisten la fagocitosis, la existen- cia de fimbrias P (similares a pelos) que se fijan a determinados receptores en la superficie de las células uroteliales de las vías urinarias, la produc- ción de hemolisinas y otras sustancias, todo ello con objeto de vencer la resistencia del huésped NEFROLOGÍA CAPÍTULO 06. INFECCIONES URINARIAS. PIELONEFRITIS AGUDA Y CRÓNICA 4. FISIOPATOLOGÍA
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