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91 INFECCIONES URINARIAS. PIELONEFRITIS AGUDA Y CRÓNICA la IDSA (Infectious Diseases Society of America) 2005. La bacteriuria asintomática es un trastorno común, sobre todo en mujeres jóvenes. Se consi- dera una infección asintomática cuando se acom- paña de piuria. Debe de ser tratada en niños me- nores de 7 años ya que el riñón en crecimiento es fácilmente colonizable; en el embarazo, ya que se encuentra asociada a prematuridad, grave riesgo de pielonefritis, bajo peso al nacer e infección del líquido amniótico; antes de cirugía o instrumen- tación urológica; litotricia; inmunodeprimidos; bacteriuria por gérmenes productores de urea- sa; diabéticos (no hay una opinión unánime en la mujer diabética); pacientes con insuficiencia renal grado 3 en adelante; pacientes con neuro- patía activa en evolución; trasplantados renales y en sujetos con anomalías anatómicas de las vías urinarias. En todos estos casos es necesario ade- más practicar un urocultivo de control una vez finalizado el tratamiento [17-22]. La bacteriuria asintomática recurrente es un serio problema en algunos tipos de mujeres como ya mencionamos más arriba. Se trata de determi- nados fenotipos relacionados con los grupo ABO de Lewis que se asocian a determinadas alteracio- nes genéticas relacionadas con los mecanismos de defensa localizados en la membrana de la mucosa urotelial que facilitarían la implantación de las bacterias y por lo tanto la infección. Este tipo de alteraciones es muy frecuente en las mujeres y no en los hombres. Otros casos, menos frecuentes, se relacionan con la capacidad de virulencia de determinadas cepas bacterianas, especialmente E. coli, multirresistentes a los antibióticos y que desarrollan sustancias, especialmente adhesinas, que les permiten fijarse a las células uroteliales siendo sumamente difícil desalojarlas con trata- miento [17-21]. La presencia de más de dos tipos de gérme- nes suele deberse a contaminación, pero puede darse en sujetos sondados o en pacientes con fís- tulas vaginales o intestinales o pacientes multi- tratados con múltiples resistencias. El urocultivo es imprescindible en todos los casos de ITU a excepción de los casos de mujeres con ITU no complicada y recurrente, en los que se conside- ra suficiente la detección mediante tira reacti- va de nitritos y piuria, con el fin de iniciar un tratamiento empírico corto. Por otra parte, es obligatorio practicar un urocultivo de despistaje sistemático en el primer trimestre del embarazo y antes de toda cirugía o manipulación urológica [17-22]. Estudios radiológicos y urológicos a la bús- queda de anormalidades estructurales importan- tes de las vías urinarias como válvulas uretrales (lactantes masculinos), malformaciones de vías urinarias, reflujo vesicoureteral, lesiones obs- tructivas, lesiones neurológicas, están indicadas en niños pequeños de ambos sexos, en hombres adultos, en pacientes de alto riesgo sin causa co- nocida de infecciones y en mujeres con ITU re- currentes. Sin embargo, en este último caso, los estudios rara vez muestran algún tipo de patolo- gía. La ecografía y los estudios con radioisótopos han disminuido la necesidad de utilizar medios más agresivos como la urografía endovenosa, la cistoscopia y la cistouretrografía. La radiografía simple de abdomen también es muy útil a la hora de definir cálculos radioopacos, calcificaciones vasculares, tamaño renal. La urografía endoveno- sa es útil para mostrar el verdadero dibujo de las vías urinarias y sus alteraciones: estenosis, dilata- ciones, cicatrices, cálculos, tamaño renal, cierta idea funcional, alteraciones morfológicas. El es- cáner es muy útil en casos de abscesos renales, aportando información más precisa sobre el es- tado del parénquima renal que complementa la aportada por la ecografía [17-21]. 6. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Cistitis aguda Se caracteriza por la aparición brusca de di- suria, polaquiuria, urgencia miccional, tenesmo, malestar suprapúbico y ocasionalmente hema- turia macroscópica (hasta un 30% de los casos). Rara vez suele haber fiebre, en todo caso febrícu- la. Sensación de cansancio y malestar general. La orina suele ser turbia y maloliente. El sedimen- to muestra diferentes grados de leucocituria y el urocultivo es positivo, mostrando una bacteriuria significativa [8, 23]. Este cuadro suele ser recurrente o repetitivo, debiendo distinguirse entre recidivas y reinfec- ciones [8, 23]. La recidiva se debe a la presencia del mismo germen que originó la infección anterior y que NEFROLOGÍA CAPÍTULO 06. INFECCIONES URINARIAS. PIELONEFRITIS AGUDA Y CRÓNICA 6. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
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