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182 MARÍA PILAR FRAILE GÓMEZ líquidos y la proliferación celular [16]. Los anta- gonistas del receptor de vasopresina V2, los au- mentos en la concentración de calcio intracelular y los calcimiméticos pueden disminuir el creci- miento de quistes [20]. La activación aberrante de la vía de señaliza- ción de la rapamicina (mTOR) en mamíferos (mecanicistas) también puede mejorar el creci- miento del quiste renal [17]. También se ha involucrado a la angiogénesis en el crecimiento de quistes [18]. Las anomalías en la función de los cilios rena- les contribuyen a la formación de quistes renales en modelos animales, posiblemente al disminuir la capacidad del epitelio renal para detectar las tasas de flujo luminal. El papel de la polaridad de células planas defectuosas en PQRAD es con- trovertido, con datos experimentales conflictivos [19]. 1.5. Clínica Manifestaciones renales Anormalidades precoces en la función renal La capacidad de concentración urinaria se al- tera en estadios precoces de la enfermedad. Los niveles de vasopresina están aumentados, resulta- do de la alteración en la arquitectura medular que acontece en la PQRAD [21, 22]. Hematuria La hematuria, suele presentarse como hema- turia macroscópica (30-35%), y puede ser el sín- toma de presentación. Es menos frecuente en los pacientes con mutación en PKD2. Son factores desencadenantes la infección de un quiste o un esfuerzo físico, que provocan la ruptura de quis- tes. Con menos frecuencia se debe a hemorragia intraquística, cálculos renales, infección quística o tumores malignos [23]. Proteinuria La proteinuria superior a 1gr/24 h es infre- cuente en los pacientes con PQRAD (27 %), es- tando su cuantía relacionada con el descenso del filtrado glomerular [24]. Infecciones del tracto urinario Aproximadamente el 30-50% de los pacien- tes con PQRAD tendrán una o más infecciones del tracto urinario a lo largo de su vida, siendo la incidencia menor en pacientes con mutación en PKD2. Al igual que en la población general, la incidencia se eleva en mujeres, siendo Escherichia coli el agente etiológico más probable. Las infec- ciones más frecuentes serán infecciones de quistes o pielonefritis agudas [25]. Hipertensión arterial (HTA) La HTA es la complicación más frecuente de la PQRAD; ocurre en el 60% de los pacientes antes de que desarrollen insuficiencia renal y en el 100 % de los pacientes con IRCT. La edad media de aparición de HTA es a los 30 años y suele pre- ceder en varios años a la insuficiencia renal con- tribuyendo a su progresión. La HTA es menos frecuente en pacientes con mutación en PKD2, y su diagnóstico más tardío [2]. La patogenia de la HTA en la PQRAD se so- porta sobre la hipótesis de que la compresión del árbol vascular por los quistes causa isquemia y activación del sistema renina angiotensina aldos- terona (SRAA). También se ha visto que existen células que contienen renina en las arterias dis- torsionadas por los quistes, en el tejido conectivo que rodea los quistes y en las células epiteliales de los quistes [2]. Nefrolitiasis La prevalencia de nefrolitiasis en pacientes con PQRAD es del 25%. Los cálculos se suelen componer en más de la mitad de los casos de áci- do úrico, y los casos restantes de oxalato cálcico. El éstasis urinario, secundario a la anatomía renal distorsionada, y los factores metabólicos juegan un papel importante [26]. Dolor abdominal y en flanco El dolor es el síntoma más frecuente (60%) en los pacientes con PQRAD. Suele ser continuo, consecuencia del efecto masa del riñón, de la dis- tensión de la cápsula o la tracción del pedículo. Cuando el dolor es agudo, sugiere complicación como hemorragia, infección de quistes, nefroli- tiasis, o tumor [27]. Insuficiencia renal La progresión hacia la ERCT está influi- da por diferentes variables, que describimos a continuación:
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