Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
181 NEFROPATÍAS HEREDITARIAS Henle, y tiene una estructura similar a los canales voltaje dependiente de calcio y sodio. El comple- jo policistina actúa como un mecanosensor, re- cibiendo señales de la matriz extracelular, de las células adyacentes y de la luz tubular y las traduce en respuestas celulares que regulan la prolifera- ción, adhesión, migración, diferenciación y ma- duración, esencial para el control del diámetro de los túbulos renales y morfogénesis renal [11]. Se han identificado al menos cinco genes que causan poliquistosis hepática autosómica do- minante con un fenotipo renal leve, incluidos ALG8, SEC 61B, SEC63, GANAB y PRKCSH, que codifican respectivamente alfa-1,3-gluco- siltransferasa, SEC61-beta, SEC63p y alfa- y subunidades beta-catalíticas de glucosidasa II. Todas las proteínas codificadas por estos genes funcionan en la vía de biogénesis de la proteí- na postraduccional del retículo endoplásmico, y se ha demostrado que las mutaciones en cual- quiera de estos genes reducen la maduración y la expresión de la membrana celular de la poli- cistina-1 [12]. Hipótesis del «segundo hit» Los pacientes con PQRAD son heterocigo- tos. Es necesario que se produzca una mutación en la línea germinal de uno de los genes (PKD1 o PKD2) para generar el fenotipo quístico. Un portador lleva una copia mutada del gen en todas sus células incluidas las renales. La copia normal es suficiente para mantener la producción normal de poliquistina, asegurando la funcionalidad ce- lular. Si, en un momento dado, una célula sufre una mutación en la copia normal, esta célula deja de tener la capacidad para sintetizar poliquistina y comienza a proliferar, convirtiéndose en el ori- gen de un quiste [13]. Según este modelo, conocido como el de «two hits», o de los dos eventos mutacionales, todas las células de un quiste tienen en sus poliquistinas dos mutaciones, una heredada y otra adquirida. La mutación heredada es la misma en todos los quistes de un individuo, pero la adquirida es es- pecífica de cada quiste. No está claro que sean precisos dos eventos mutacionales para iniciar la formación de quistes. Otra posibilidad, es que una vez que se inicia la formación de un quiste, un segundo evento mutacional provoque la ex- pansión y progresión del quiste [13]. 1.4. Patogenia No está claro el mecanismo de formación de los quistes. Las células epiteliales de la pared de los túbulos se evaginan, separándose definitiva- mente de los mismos [14] Los procesos que resultan esenciales para el desarrollo y el crecimiento progresivo de los quis- tes renales comprenden: a) Diferenciación y maduración celular anormal que conlleva la formación de quistes e hipóte- sis del segundo hit [15]. b) Secreción de fluidos anormal [15] c) Papel del AMP cíclico y el calcio intracelular [16]. d) Papel del m-TOR [17]. e) Papel de la señalización JAK-STAT. f ) Angiogénesis [18]. g) Función ciliar anormal y polaridad celular [19]. La formación de quistes puede ser el resulta- do de múltiples procesos aberrantes, incluida la secreción anormal de líquidos y la proliferación celular y la apoptosis. Los quistes comienzan precozmente como dilataciones en los túbulos intactos que están en contacto con la nefrona. Sin embargo, los quistes cuando aumentan su tamaño pierden su conexión con las nefronas en funcionamiento. El crecimiento del quiste en este contexto es el resultado de la secreción de líquido hacia los quistes y está asociado con la hiperplasia del epitelio del quiste. Además de la herencia de un gen PKD1 anormal, los quistes parecen formarse solo cuando hay una segunda pérdida somática adquirida del haplotipo nor- mal, lo conocido como «hipótesis del segundo hit». Los datos más recientes sugieren un «me- canismo de umbral» por el cual los niveles fun- cionales de policistina por debajo de un umbral crítico (es decir, del 10 al 30 %) dentro de una célula epitelial tubular pueden desencadenar el proceso cistogénico. Como resultado, aunque el defecto genético está presente en todas las células, los quistes se forman en menos del 10 % de los túbulos, y la dilatación quística es focal dentro de los túbulos [15]. Las elevaciones en el AMP cíclico (AMPc) relacionadas con la disminución de la señali- zación intracelular de calcio pueden mejorar la formación de quistes al aumentar la secreción de
Compartir