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169 RIÑÓN E HIPERTENSIÓN Cuando se supera una pérdida determina- da de masa renal (en general mayor del 50%), se producen cambios adaptativos encaminados a mantener el filtrado glomerular. Desaparece la vasoconstricción de la arteriola aferente, au- menta la presión intraglomerular y se produce hipertrofia de las nefronas que quedan intactas. Esto favorece la expansión mesangial, esclerosis glomerular y aparición de proteinuria. Otra teo- ría sugiere que la lesión renal podría preceder a la HTA y la glomeruloesclerosis sería un proceso de la microvasculatura renal similar a la arterioscle- rosis en otras localizaciones (coronaria, cerebral) con la que generalmente se asocia [3]. Estos pacientes presentan además factores genéticos que favorecen el desarrollo de nefroan- gioesclerosis, como una mayor frecuencia del ge- notipo DD del gen de la ECA o alteraciones en el gen de la apolipoproteína 1 (en raza africana). Además, se han implicado factores tisulares, con predominio de factores vasoconstrictores (endo- telina y angiotensina II) frente a vasodilatadores (óxido nítrico), citoquinas como el TGF-β, me- tabólicos (dislipemia, resistencia a insulina, hipe- ruricemia). También se ha relacionado la HTA y la nefroangioesclerosis con el bajo peso al nacer [4]. Finalmente se produce un mecanismo de re- troalimentación, de tal manera que el aumento de presión arterial intraglomerular produce escle- rosis glomerular con la consecuente reducción de la superficie de filtración que, a su vez, incremen- ta la presión arterial sistémica [4]. Anatomía patológica: La lesión más caracte- rística es la hialinosis de las arteriolas aferentes (arterioesclerosis), que, aunque son reversibles, pueden progresar a fibrosis, estrechamiento de la luz arterial e isquemia. Se observa además hi- perplasia de la íntima e hipertrofia de las células musculares [4]. Las lesiones glomerulares son secundarias a la isquemia y a la transmisión de la hipertensión sistémica al glomérulo. Se observa una retracción y disminución de tamaño del ovillo glomerular y aumento de la matriz mesangial. La lesión final es la glomeruloesclerosis. La lesión no es difusa, sino que puede haber varios estadios lesionales que pueden recordar a la glomeruloesclerosis segmentaria y focal. También se observan zonas de atrofia tubular y fibrosis intersticial. En la inmunofluorescencia se pueden observar depósi- tos de IgM, C3 y C1q [4]. Curso clínico y pronóstico: La nefroangioes- clerosis no tiene un cuadro clínico característico y el diagnóstico se hace generalmente por exclu- sión ante la ausencia de datos sugerentes de otras nefropatías y la presencia de ciertos hallazgos su- gestivos como son [4]: – Edad mayor de 50-55 años. – Historia de HTA y/o enfermedad cardiovas- cular. – IRC ligera o moderada. – Proteinuria menor de 1 gr/día. – Riñones ecográficamente normales o ligera- mente disminuidos de tamaño. No es necesaria la biopsia renal, estaría indi- cada solo para excluir otras nefropatías, general- mente en presencia de proteinurias mayores de 2 gr/día. En ocasiones la nefroangioesclerosis pue- de cursar con proteinuria nefrótica, presentando en estos casos un peor pronóstico [4]. En presencia de un adecuado control de PA, la progresión de la IR es lenta y es frecuente que se estabilice, falleciendo el paciente por otros problemas asociados, especialmente cardiovas- culares. Dentro de los factores que favorecen la progresión se han descrito: raza negra, el grado de insuficiencia renal al diagnóstico, presencia de microalbuminuria, proteinuria importante, ge- notipo DD del gen de la ECA. En el caso de los pacientes de raza negra se ha comprobado que las variantes G1 y G2 del gen que codifica la apo- proteína L-1 (APOL1) se asocian a la mala evolu- ción de la nefropatía hipertensiva y a la aparición de hialinosis focal y segmentaria. Estas variantes aparecen en el 50% de la población negra y, en los estudios realizado, están ausentes en la pobla- ción blanca [5]. Tratamiento: El control de las cifras de PA es básico para disminuir la presencia y progresión de la nefroangioesclerosis en pacientes con HTA, aunque no está claro si puede evitarse su apari- ción [5]. Las medidas terapéuticas son [5]: • Medidas no farmacológicas: Medidas gene- rales como pérdida de peso y ejercicio físico. Disminuir la ingesta de Na a menos de 5-6 gr de ClNa (2-2.5 gr de Na). Si existe insufi- ciencia renal o proteinuria, reducir la ingesta proteica.
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