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127 NEFROPATÍA DE LAS DISPROTEINEMIAS. AMILOIDOSIS RENAL diagnóstica en hasta un 90-98%. Según los resul- tados obtenidos y el tipo de depósito amiloide, se completará el estudio con pruebas complementa- rias como la biopsia de médula ósea [1]. A nivel renal mediante microscopía y tinción (Figura 2) se suele observar un material extrace- lular, amorfo, predominantemente a nivel glo- merular con depósitos mesangiales, membrana basal y capilar, aunque en ocasiones puede afectar también los túbulos, el intersticio y vascular. Es un material pálido, con tinción débil con PAS y negativa para plata metenamina. En ocasiones, cuando el depósito es subepitelial, se evidencia espículas. Además, lo más característico es la tin- ción positiva con Rojo Congo en todos los ca- sos y la birrefringencia positiva en color verde manzana bajo luz polarizada. En el microscopio electrónico se presenta con fibrillas rectilíneas, de 8-10 nm de longitud. Para completar el estudio es imprescindible realizar tinciones inmuno-his- toquímicas, para distinguir los diferentes tipos de amiloidosis y poder ampliar el estudio etiológico a la búsqueda de una gammapatía monoclonal o enfermedades genéticas [1]. Figura 2. Biopsia renal de una paciente con amiloidosis primaria. a) Técnica PAS: Deposito extracelular en mes- angio de un material amorfo (amiloide) b) Tinción de Rojo Congo: Positivo. Depósitos rojizos en la pared capilar. c) Técnica de plata-metenamina: Evidencia de espículas (flechas) debido a un depósito subepitelial. Fuente Archivo Dra. Patricia Antúnez Plaza, Servicio de Anatomía Patológica, Complejo Universitario de Salamanca. En el 98% de los casos de AL existe una dis- crasia de células plasmáticas o un exceso de cade- nas ligeras monoclonales tanto en sangre como en orina, que se pueden detectar por inmu- noelectroforesis. En el 2% restante, no se detecta hallazgos de una proliferación de células plasmá- ticas y se debe completar el estudio a búsqueda de formas familiares o una amiloidosis senil [12]. En la amiloidosis secundaria se suele eviden- ciar signos de enfermedad inflamatoria con datos clínicos y analíticos compatibles. En otro lugar se puede tratar de una causa genética, como la Fiebre mediterránea familiar. En los casos que se evidencia una amiloidosis, pero sin clínica acom- pañante, se debe descartar otras patologías como la enfermedad de Castleman, la neoplasia o una enfermedad de Hodgkin [1][13]. Tratamiento: El tratamiento depende de tipo del depósito de amiloide, pero siempre con los dos objetivos principales de disminuir la produc- ción de las proteínas precursoras y frenar la for- mación de los depósitos de amiloide. • Amiloidosis Primaria por cadenas ligeras: Gracias a avances en las últimas décadas ha me- jorado el pronóstico de la enfermedad. Sin trata- miento la supervivencia media es de 8-12 meses [10]. Parecido al tratamiento del MM, se diferencia entre pacientes que son candidatos al autoTPH y los que no, dado que la mortalidad relacionada con el autoTPH es elevada en pacientes de alto riesgo. Criterios para la desestimación inicial de autoTPH es la edad > 70 años, afectación cardía- ca severa, un filtrado glomerular estimado < 30 ml/min y la afectación de 3 o más órganos [10] [14]. Pacientes subsidiarios a autoTPH: Se rea- liza tratamiento de inducción con Melfalan y
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