Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
149 NEFROPATÍA LÚPICA de trombocitopenia y la hipocomplementemia por lo que podría ser útil en determinados pa- cientes. En nefropatía lúpica se considera después del fracaso de las terapias de primera línea (ci- clofosfamida, micofenolato mofetilo) o en la en- fermedad recurrente. En enfermedad extrarrenal severa (principalmente hematológica y neuropsi- quiátrica) se utiliza en resistencia a otros agentes inmunosupresores y belimumab, o en pacientes con contraindicaciones para estos medicamentos [59]. El Belimumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une a BAFF soluble (factor activador de células B), actúa disminuyendo el número de células B activadas. Se administra como una infusión intravenosa mensual o como una inyección subcutánea semanal. Se puede considerar como tratamiento complementario en la enfermedad extrarrenal con control inadecua- do (pacientes con alta actividad de la enfermedad a pesar de la terapia habitual), pacientes con de- pendencia de esteroides (para facilitar la conser- vación de glucocorticoides) y para disminuir el riesgo de brotes extrarrenales [60]. Enfermedad renal El tratamiento de NL incluye una fase de inducción inicial, seguida de una fase de man- tenimiento más prolongada. Micofenolato y ci- clofosfamida son los agentes inmunosupresores de elección para el tratamiento de inducción. Se prefieren dosis bajas de ciclofosfamida (pauta Euro-Lupus) dado que tiene una eficacia simi- lar con menores efectos secundarios [54]. En la formas más graves (filtrado glomerular reducido, presencia de semilunas, necrosis fibrinoide, atro- fia tubular/fibrosis intersticial) asociadas a mayor riesgo de progresión a enfermedad renal crónica terminal los datos publicados respaldan la utiliza- ción de micofenolato o dosis altas de ciclofosfa- mida [61]. Como terapia de mantenimiento pueden usarse azatioprina o micofenolato (este asociado a menos recaídas. La elección depende del tra- tamiento utilizado en inducción y de las carac- terísticas del paciente. En enfermedad refractaria podría considerarse el rituximab [61]. Un descenso significativo de proteinuria <1g/ día a los 6 meses o < 0.8g/día a los 12 meses es predictor de resultado favorable a largo plazo a nivel renal [35]. Actualmente los inhibidores de la calcineuri- na pueden considerarse agentes de segunda línea para la terapia de inducción o mantenimiento, principalmente en nefropatía lúpica membrano- sa, podocitopatía o enfermedad proliferativa con síndrome nefrótico refractario. Varios estudios observacionales han demostrado que la combina- ción CNI / MMF es efectiva en la enfermedad refractaria a la terapia estándar [57]. Las recomendaciones actuales para el trata- miento de la nefritis lúpica según la última ac- tualización EULAR 2019 son [31]: – El reconocimiento temprano de los signos de afectación renal y, cuando está presente, la realización de una biopsia renal diagnóstica es esenciales para garantizar resultados óptimos. – Se recomienda micofenolato o ciclofosfamida intravenosa en dosis bajas como tratamiento de inducción (inducción), ya que tienen la mejor relación eficacia / toxicidad. – En pacientes con alto riesgo de insuficiencia renal (tasa de filtración glomerular reducida, presencia histológica de medias lunas fibrosas o necrosis fibrinoide, o atrofia tubular / fibro- sis intersticial], se pueden considerar regíme- nes similares, pero también se pueden usar ciclofosfamida intravenosa en dosis altas. – Para el tratamiento de mantenimiento se debe usar micofenolato o azatioprina. – En casos con respuesta renal incompleta (proteinuria persistente> 0.8-1 g / 24 horas después de al menos 1 año de tratamiento inmunosupresor), la biopsia repetida puede distinguir las lesiones renales crónicas de las activas. – El micofenolato puede combinarse con una dosis baja de un inhibidor de calcineurina en el síndrome nefrótico grave o una respuesta renal incompleta, en ausencia de hipertensión no controlada, índice de cronicidad elevado en la biopsia renal y / o reducción de la tasa de filtrado glomerular. El abordaje terapéutico está categorizado se- gún los hallazgos obtenidos en la biopsia renal, atendiendo a la clase histológica y a los índices de actividad o cronicidad de la lesión, es decir, en base a la posible reversibilidad de las lesiones. El tratamiento inmunosupresor ideal sería aquel
Compartir