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208 MIGUEL SÁNCHEZ-JAUREGUI Y JUAN FLORENCIO MACÍAS NÚÑEZ sólo tiene repercusión en la morbilidad, con ma- yor gasto de recursos y posibilidad de desarrollo de Enfermedad Renal Crónica (ERC) y necesi- dad de Hemodiálisis, sino que afecta directamen- te a la mortalidad, pudiendo incrementar hasta un 25% la mortalidad del paciente hospitalizado cuando se afecta su función renal. La incidencia es más alta en pacientes de edad avanzada, los cuales presenta creatinina sérica pico más alta, y precisan de más soporte con hemodiálisis, que los jóvenes. Esto pone de manifiesto que los riñones añosos podrían tener más susceptibilidad a las le- siones histológicas producidas por la NIA [6, 9, 10]. Siguiendo a los fármacos en frecuencia, en- contramos las infecciones [9]. Cualquier infec- ción podría producir una reacción inflamatoria inmunoalérgica a nivel renal, situación agravada al ser tratada con antibióticos nefrotóxicos, o que a su vez podrían contribuir a la propia NIA, o a un estado de hipoperfusión por sepsis. Todos estos factores, con distintos mecanismos de daño renal, pero con el mismo resultado nefrotóxico, deben ser tenidos en cuenta a la hora de afron- tar un empeoramiento de la función renal en un paciente con infección, tanto urinaria como sisté- mica. Destacan algunos microorganismos como el Citomegalovirus (CMV), Virus de Epstein-Ba- rr, Legionella, Streptococcus, o Mycobacterium Tuberculosis. Una variante histológica de la NIA por infecciones es la que cursa con formación de granulomas [5], asociada en ocasiones a infección por tuberculosis [9, 11], aunque no es comple- tamente específica, y puede ser vista también en enfermedades sistémicas como la Sarcoidosis [3]. Las enfermedades sistémicas, las causas idiopáticas, las neoplasias (especialmente las he- matológicas) y otros factores metabólicos como la hiperuricemia o hipercalcemia, conforman el resto de causas de NIA. La Sarcoidosis cursa con la formación de granulomas no caseificantes en el seno del infiltrado intersticial. La NIA puede ser el primer signo de la enfermedad, o incluso el único [3, 9]. El síndrome de Nefritis Tubulointersticial con Uveítis (TINU por sus siglas en inglés Tu- bulointerstitial Nephritis with Uveitis), del que hay unos 200 casos descritos en el mundo, pue- de producir NIA de forma recurrente. Suele ser diagnosticado en mujeres jóvenes, con presencia de granulomas y ausencia de reacciones de hiper- sensibilidad [9]. La enfermedad por IgG4 se caracteriza por infiltrados linfoides y plasmáticos, con hipocom- plementemia sistémica. Dichos infiltrados son ricos en células plasmáticas IgG 4 positivas. Se puede encontrar fibrosis irregular, nódulos corti- cales, lesiones de baja densidad, y manifestaciones extrarrenales como pancreatitis, fibrosis retrope- ritoneal, linfadenopatías, enfermedad intersticial pulmonar y colangitis esclerosante [5, 9]. 3.2. Epidemiología La incidencia real de la NIA es difícil de pre- cisar. Las estimaciones basadas en estudios retros- pectivos son similares a lo largo de todo el mun- do, correspondiendo a un 0.5-2.6% de todas las biopsias renales. Sin embargo, si precisamos a las biopsias realizadas en el marco de un Fracaso Re- nal Agudo (FRA), la NIA corresponde al 5-18% de los casos [9]. Representa la tercera causa más incidente de FRA en los pacientes hospitaliza- dos [6]. La incidencia real de la NIA es difícil de precisar en muchos casos, pues el diagnóstico requiere de biopsia renal y en algunos casos, de- pendiendo de la patología del paciente, esta no se lleva a cabo, pudiendo dejar sin diagnosticar algunos casos de la enfermedad. 3.3. Patogenia Consiste en una reacción de hipersensibilidad idiosincrática al agente causal. Es decir, es una reacción que no es dosis-dependiente. Habitual- mente, se comporta como una reacción inmu- noalérgica, desencadenado por la expresión de antígenos endógenos nefritógenos, o los antíge- nos exógenos procesados por células tubulares [3, 5]. Suele desarrollarse en un plazo de 7-10 días tras la exposición al agente [12]. Se postula que la reacción inflamatoria inmu- noalérgica puede ocurrir de varias maneras, o a través de varios mecanismos: • Puede ocurrir que el tejido del paciente se vuelva inmunogénico tras ser alterado por el tóxico [12]. • La droga o sus metabolitos se pueden unir a la membrana basal tubular, estimulando a la inmunidad innata contra la misma. También
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