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211 NEFROPATÍAS TÓXICAS precipitar la necesidad de sesiones de Hemodiá- lisis, para aquellos pacientes en anuria refractaria o signos de emergencia clínicos o analíticos [16]. Numerosos biomarcadores se han investiga- do para el estudio del fracaso renal, y en concre- to para las nefropatías tóxicas. Se ha estudiado la Neutrófilo gelatinasa asociada a lipocalina (NGAL), N-acetil-glucosamida (NAG), Kidney Injury Molecule 1 (KIM-1), Beta2 microglobuli- na, Interleucina 18 (IL-18), Liver-type fatty acid binding protein (L-FABP). Ninguno de ellos ha mostrado una sensibilidad o especificidad sufi- cientes para empelarlos de forma rutinaria en la práctica clínica diaria [16]. 3.6. Tratamiento y pronóstico En el tratamiento, es fundamental identificar y tratar la causa subyacente [3]. Así, si se trata de una nefropatía inducida por fármacos, habrá que retirar cuanto antes el agente causal. Es funda- mental contar con la colaboración del paciente, y realizar una adecuada historia clínica, para llevar a cabo esta labor de investigación [6]. No hay estudios randomizados y controlados que hayan profundizado en distintas terapias para el tratamiento de las NIA [7, 8], pero está aceptado el tratamiento con glucocorticoides en aquellos pacientes con fracaso renal importante o ausencia de mejoría tras retirada de la noxa. A ni- vel mundial, uno de los estudios que apoyan con más evidencia científica el uso de corticoides, es un estudio retrospectivo y multicéntrico llevado a cabo por el Grupo Madrileño de Nefritis In- tersticiales. En los pacientes en los que se prevea que pudieran requerir de Hemodiálisis, por crite- rios clínicos o analíticos, en las sucesivas 24 a 72 horas, se instaura tratamiento corticoideo a dosis de 250 a 500 mg de metilprednisolona, en bolo diario, durante 3 días. Se sigue con prednisona a dosis de 1/mg/kg diario. Una de las claves del éxi- to de la terapia, según este estudio, es el comien- zo precoz con corticoides. Según otros expertos, la dosis intravenosa de corticoides podría llegar a ser hasta de 1000 mg diarios, durante 3 días, de- pendiendo de las características del paciente [7]. En aquellos pacientes que respondan a trata- miento, con mejoría consecuente de la función renal, se podrá valorar reducir progresivamente la dosis de corticoide diaria. La desescalada de do- sis puede variar según centros o particularidades propias del paciente. Expertos recomiendan que una aproximación podría ser, tras dos semanas completas de tratamiento a dosis plenas, reducir 10 mg cada 3, 5 ó 7 días hasta alcanzar la dosis de 10 mg diarios. Esta reducción progresiva se lleva a cabo para evitar una insuficiencia suprarrenal secundaria a la suspensión brusca de corticoide. Reducciones más lentas, por ejemplo 10 mg cada 7 a 14 días, podrían considerarse. La duración total de tratamiento suele ir de las 8 a 12 semanas [7]. En aquellos pacientes que no respondan a la terapia corticoidea, se podrán valorar usar otros inmunosupresores, como Micofenolato Mofetil (MMF) [17], la Ciclosporina o Ciclofosfami- da, aunque esta estrategia es anecdótica en la literatura. El pronóstico en general depende del tiempo evolutivo. En lesiones agudas, la respuesta a trata- miento corticoideo tenderá a ser mejor, pudien- do recuperar completa o parcialmente la función renal. En lesiones crónicas, donde haya habido fibrosis, podrá evolucionar a enfermedad renal crónica [7]. 4. NEFRITIS INTERSTICIAL CRÓNICA 4.1. Definición, patogenia e histología La nefritis intersticial crónica (NIC) recoge un espectro de lesiones histológicas caracteriza- das por atrofia tubular y fibrosis intersticial, con focos de infiltrados inflamatorios celulares en las áreas cicatriciales, y que pueden ser producidas por múltiples etiologías. Las células encontradas serán similares a aquellas de las NIA, con macró- fagos, linfocitos y células plasmáticas. La NIC conduce a ERC, y conforme va empeorando la función renal se producirá más daño glomerular, encontrando a nivel histológico más fibrosis in- tersticial y esclerosis glomerular [5, 15]. La etiología de las NIC es multifactorial, y en este capítulo repasaremos algunas de las causas más frecuentes. Tabla 4 NEFROLOGÍA CAPÍTULO 13. NEFROPATÍAS TÓXICAS 4. NEFRITIS INTERSTICIAL CRÓNICA
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