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212 MIGUEL SÁNCHEZ-JAUREGUI Y JUAN FLORENCIO MACÍAS NÚÑEZ Causas frecuentes de Nefritis Intersticial Crónica Litio. Analgésicos (AINE, paracetamol, codeína ). Inhibidores de la bomba de protones. Ciclosporina y Tacrólimus. Hierbas chinas. Platino (agentes quimioterápicos). Plomo. Nefropatía de los Balcanes. Alteraciones metabólicas (hipercalcemia, hiperurice- mia, hipopotasemia ). Uropatía obstructiva. Mieloma Múltiple. Radiación. Enfermedades glomerulares. Metales pesados (cadmio, mercurio…). Tabla 4. Causas habituales de NIC (Fuente: elaborado por Dr. D. Miguel Sánchez-Jauregui, Facultativo especia- lista de Nefrología del Complejo Hospitalario de Jaén. 23007 Jaén, España). En cuanto a las manifestaciones clínicas, el daño se desarrolla a lo largo de meses o años, con lo que los signos analíticos podrán ser lentos, progresivos y poco expresivos. Suelen ser sínto- mas inespecíficos, derivados de la ERC, como astenia, anorexia y náuseas. Es frecuente encon- trar una pérdida precoz de la capacidad de la con- centración de la orina. Esto se manifestará con poliuria, polidipsia y nicturia. Los mecanismos de transporte tubular de sodio se afectan, por lo que en ocasiones se habla de «nefropatías pier- de-sal», con consecuente caída de presión arte- rial, astenia, hiponatremia y precipitaciones de fracaso renal agudo sobreañadido a la ERC. Otra manifestación relativamente frecuente es que se afecte la capacidad de acidificación de la orina, con acidosis tubular renal. La proteinuria es va- riable, aunque normalmente es moderada, por debajo de rango nefrótico. Se puede encontrar leucocituria [3, 5]. 4.2. Nefropatía asociada a Litio El litio es un fármaco eutimizante amplia- mente utilizado para el trastorno bipolar [18, 19]. En la esfera nefrológica podemos encontrar tres problemas asociados al tratamiento con litio, de diferentes características. • Por un lado, se trata de un fármaco con un margen terapéutico estrecho, e intoxicaciones agudas por litio, que pueden ocurrir en el seno de un fracaso renal agudo o no, podrían precipi- tar clínica neurológica, con obnubilación, con- fusión, náuseas, y en última instancia convulsio- nes y coma. También se observarán inversión de onda T en electrocardiograma. En determinados casos, es necesaria la realización de una o varias sesiones de hemodiálisis [18, 19]. • Por otro lado, el tratamiento con Litio pue- de inducir a la diabetes insípida nefrogénica. El mecanismo está inducido por resistencia a la hor- mona antidiurética (ADH). El litio entra en las células principales del túbulo colector, a través de los canales de sodio, y allí se acumula, interfirien- do en la actividad de la ADH para incrementar la permeabilidad al agua. Además, inhibe la ex- presión de la ciclooxigenasa-2, aumentando la presencia de prostaglandina E2 en la orina. Por mecanismos moleculares, impide la concentra- ción de la orina. El uso continuado de Litio en presencia de síntomas incipientes de diabetes in- sípida podría llevar a su irreversibilidad. Por ello es importante identificar tempranamente estos síntomas, como la poliuria, polidipsia, o princi- palmente, la nicturia [20]. • En tercer lugar, destacamos la presencia de NIC tras el tratamiento crónico con Litio. Puede progresar a ERC en estadio terminal, llevando a la necesidad de terapia renal sustitutiva. El principal factor de riesgo es el tiempo de exposición al litio y la dosis acumulativa. El modo de presentación es poco expresivo, sin alteración del sedimento o sólo con mínima proteinuria. Podría acompa- ñarse de quistes que dependieran de los túbulos distal y colector. El deterioro de función renal y evolución a ERC terminal es impredecible, y habitualmente irá acompañado de otros factores que faciliten la progresión, como deshidratación, otros tóxicos o procesos infecciosos. Per se, es in- frecuente que lleve a fallo renal terminal [20].
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