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250 JOAQUÍN-ANTONIO ÁLVAREZ GREGORI Y CARLOS GUIDO MUSSO la insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus, mie- loma múltiple, hipertrofia prostática, vasculitis, glomerulonefritis (rápidamente progresiva, me- sangiocapilar, etc.), lupus eritematoso sistémico (LES). Otros agentes etiológicos frecuentes son el stress post-operatorio, shock cardiogénico, shock séptico y la polifarmacia. Esta última incluye la toma de fármacos como diuréticos, laxantes y analgésicos (fundamentalmente los AINEs) (Ta- bla 2) [3]. INSUFICIENCIA RENAL AGUDA (IRA) IRA prerrenal IRA renal IRA post-renal Bajo gasto cardíaco Insuficiencia cardíaca, etc. Hipovolemia Vómitos, diarrea, sudoración, he- morragias. Alteraciones de la presión arterial y las resistencias vasculares B-bloqueantes, IECAs, Ciclospoerina,Sd.Hepatorrenal,etc. Necrosis tubular aguda * Cirugía, traumatismos, isquemia renal y tóxicos tubulares. Enfermedad tubulointersticial Infecciosas, inmunológicas, fárma- cos, neoplasias, etc. Alteración vascular Trombosis, embolia, hipertensión arterial conectivopatías, vasculitis, etc. Glomerulonefritis agudas. Necrosis cortical Aborto séptico, coagulación intra- vascular diseminada Obstrucción de la vía urinaria Litiasis, tumores, hipertrofia prostática, neoplasias prostáticas o vesicales, traumamos, etc. Tabla 2. Causas más frecuentes de IRA *Las causas más habituales de NTA son la isquemia (IRA mantenida, lesio- nes vasculares, glomerulares e intersticiales) y los nefrotóxicos exógenos: metales, contrastes radiológicos, AINEs, antibióticos (5-10% aminoglucósidos, cotrimoxazol, anfotericina B, sulfamidas, etc.) y nefrotóxicos endógenos (bilirrubina, hemoglobina, mioglobina, hiperuricemia, etc.) [3](Fuente: elaborado por Dr. D. Joaquín-Antonio Álvarez Gregori, Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Médico de Urgencias del Hospital Nuestra Señora del Prado. SESCAM. Toledo 45600, España) Hay que tener en cuenta que la IRA es un sín- drome renal relativamente frecuente en los ancia- nos pues este grupo está expuesto a enfermedades sistémicas, polifarmacia, menor capacidad para metabolización de fármacos, así como a cambios estructurales y fisiológicos producto del envejeci- miento [4]. A su llegada a la consulta o, en su caso, al domicilio del paciente, se debe hacer una anam- nesis y exploración exhaustiva del individuo, va- lorar su estado general, hidratación, estado neu- rológico, diuresis, función respiratoria y estado hemodinámico (frecuencia cardíaca, tensión arterial, y electrocardiograma (ECG), si fuese posible). En caso de no presentar gravedad (por ejemplo, los casos de deshidratación leve por diarrea, disminución en la ingesta de líquidos o retención aguda de orina) el paciente puede ser manejado ambulatoriamente mediante la reposición hídrica o el sondaje urinario; sin em- bargo, en el supuesto de detectar signos de gra- vedad tales como afectación del estado general, estupor, taquicardia, alteraciones en el EKG, anuria, alteración del equilibrio ácido base o al- teraciones de la coagulación, el paciente deberá ser derivado al nivel hospitalario para valoración y tratamiento (Figura 1, Tabla 1) [4].
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