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304 BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y GERARDO ALFONSO MÁRQUEZ SÁNCHEZ En cuanto a la profesión se han relacionado patologías y el contacto con sustancias nocivas y radioactivas como por ejemplo el cáncer escrotal con deshollinadores y el cáncer vesical en perso- nas de la industria de colorantes que manipulas anilinas y derivados [1, 3]. 2.3. Antecedentes Antecedentes familiares La poliquistosis renal, esclerosis tuberosa, acidosis tubulorrenal, la enfermedad de Von-Hi- ppel-Lindau son hereditarias. También se han identificado genes relacionados al cáncer de prós- tata [3, 5]. Antecedentes personales Varias enfermedades como diabetes mellitus, HTA y enfermedades neurológicas se relacionan con patologías urológicas, así como ciertos trata- mientos de enfermedades previas que han de ser interrogadas durante la recolección de datos. A continuación, se establecen algunas relaciones [3]: – Disfunción eréctil: B-bloqueantes y agentes psicotrópicos como las benzodiacepinas. – Incontinencia o alteración de la eyaculación: Relajantes del músculo liso o estriado, estimu- lantes del músculo liso, furosemida. – Retención urinaria o síntomas miccionales obstructivos: Anticolinérgicos, bloqueadores de canales de calcio, antiparkinsonianos, al- fa-adrenérgicos, antihistamínicos. – Insuficiencia renal aguda: antimicrobianos (aminoglucósidos, penicilinas, cefalosporinas, anfotericina), agentes quimioterápicos (cis- platino), AINES. – Hematuria: anticoagulantes, antiagregantes plaquetarios. Antecedentes alérgicos Descartar o identificar alergias a fármacos o ali- mentos, de referir alguno el paciente, debe ser regis- trado en la historia clínica, resaltando el mismo [4]. Antecedentes quirúrgicos Diversos procedimientos estás relacionados con diversas patologías del tracto urinario: la re- tención urinaria se ha relacionado con íleo post operatorio en resecciones colorrectales [6]. Las infecciones del tracto urinario (ITU) se han re- lacionado con cirugías colorrectales y correctoras de incontinencia, así como la cirugía bariátrica, los procedimientos de revisión y el aumento de la edad en los pacientes [7, 8]. 2.4. Síntomas Color de la orina Las causas más comunes que provocan cam- bios en el color de la orina son: – Hematuria: mezcla de orina con sangre proveniente del trato urinario situado por enci- ma del esfínter estriado de la uretra. Si la pérdi- da ocurre por debajo de éste, se denomina ure- trorragia. Para que se produzca un cambio en el color de orina se necesitan más de 100 hematíes por campo; entre 4 y 100 se denomina hema- turia microscópica y menos de 4 no constituye una hematuria. Puede clasificarse en sintomática (más común en procesos agudos) o asintomática (típica de neoplasia) dependiendo si asocia o no otros síntomas [4]. Con la prueba de los 3 vasos de Guyon en la cual el paciente orina en 3 vasos durante la mis- ma micción se puede determinar el origen de la hematuria. Si la hematuria es visible únicamente en el primer vaso el origen de esta es en uretra posterior y próstata, si sólo está presente en el tercer vaso (al final de la micción) es de origen vesical y si hay hematuria en los 3 vasos, el origen es renal [9]. Las falsas hematurias o pseudohematurias consiste en orinas coloreadas de un tono rojo o naranja o cuando la sangre contamina la orina sin provenir del tracto urinario. Puede ser debi- do a menstruación, metrorragias, uretrorragia, hemospermia, masturbación, cristaluria, fiebre, hemoglobinuria, ictericias, ingestión de alimen- tos con pigmentos (setas, moras, especias), por- finuria, medicamentos (primaquina, riboflavina, ácido fólico, cloroquina, laxantes, rifampicina, metronidazol, fenobarbital, levodopa) [9]. – Piuria: Puede variar desde orinas turbias, con grumos blancos u orinas completamente blancas, se define como 10 o más leucocitos por campo en orina. Indica presencia de un proceso infeccioso o inflamatorio [3]. – Quiluria: Presencia de linfa en la orina. Se observa como un color blanco lechoso. Se debe a fístulas entre el sistema linfático y tracto urinario secundarias a filariasis, traumatismos, tuberculo- sis o tumores retroperitoneales [3].
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