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Avances en la investigación del comportamiento animal y humano María Antonia Padilla Vargas

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Análisis de las condiciones en las que se ejercita, enseña y aprende la práctica
científica
Chapter · January 2009
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María Antonia Padilla Vargas
University of Guadalajara
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Avances en la investigación del 
comportamiento animal y humano
Avances en la investigación del 
comportamiento animal y humano
MAríA AntoniA PAdillA VArgAs
(Editora)
UniVErsidAd dE gUAdAlAjArA
 Centro de Estudios e investigaciones en Comportamiento 
Primera edición, 2009
© d.r. 2009, Universidad de guadalajara
 Centro de Estudios e investigaciones en Comportamiento 
 Francisco de Quevedo 180, Col. Arcos Vallarta,
 guadalajara, jalisco, México, CP 41130
ISBN: 978-970-764-809-8
impreso y hecho en México
Printed and made in Mexico
Aprobado para su publicación por los Miembros del Colegio 
departamental de Ciencias Ambientales del Centro Universitario 
de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, en su calidad de Comité 
Científico o Editorial (oficio dCA/891/2009).
Contenido
Agradecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 
Emilio Ribes Iñesta
introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
María Antonia Padilla Vargas
Capítulo 1. El estudio del aprendizaje social de respuestas relacionadas
 con la obtención de alimento en roedores . . . . . . . . . . . . 19
 Rosalva Cabrera Castañón
Capítulo 2. laberintos, cámaras operantes y conducta
 de búsqueda de alimento: una aproximación ecológica . . . . . 31
 Felipe Cabrera
Capítulo 3. Parámetros y funciones de estímulo en programas
 definidos temporalmente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
 Carlos J. Flores Aguirre
Capítulo 4. Análisis de los parámetros asociados a la entrega
 del reforzador en programas temporales . . . . . . . . . . . . . 65
 Carlos de Jesús Torres Ceja
Capítulo 5. Efectos de historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
 Cristiano Valerio Dos Santos
Capítulo 6. género y conductas de riesgo para la salud . . . . . . . . . . . 91
 Carlos Eduardo Martínez Munguía
Capítulo 7. Análisis de las condiciones en las que se ejercita,
 enseña y aprende la práctica científica . . . . . . . . . . . . . 105
 María Antonia Padilla Vargas
Capítulo 8. interacciones lingüísticas madre-hijo y desarrollo conductual:
 identificación de pautas de desarrollo mediante un sistema
 observacional multidimensional . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
 Carmen Quintana y Emilio Ribes
Capítulo 9. Un análisis experimental del poder y la autoridad . . . . . . . 141
 Nora Edith Rangel Bernal y Emilio Ribes Iñesta
Capítulo 10. Establecimiento de correspondencias entre elementos
 de morfología verbal y no verbal en tareas de discriminación
 condicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
 María Elena Rodríguez Pérez
Capítulo 11. investigación en comportamiento humano (descripciones)
 y comportamiento animal (factores de ajuste) . . . . . . . . . 179
 Gerardo Alfonso Ortiz Rueda
Capítulo 12. Un programa de investigación sobre el comportamiento
 animal y humano: quince años después . . . . . . . . . . . . . 191
 Emilio Ribes-Iñesta
9
Agradecimiento
Al Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep) por haber 
proporcionado los recursos para la impresión de la presente obra, gra-
cias al apoyo a la red temática de Colaboración “Conducta humana 
compleja”.
11
Prólogo
En 1991 se creó el Centro de Estudios e investigaciones en Compor-
tamiento de la Universidad de guadalajara (CEiC). no fue un hecho 
intrascendente. Fue el primer centro en México, y probablemente en 
los países de habla latina, dedicado exclusivamente a la investigación 
básica del comportamiento animal y humano, con el objetivo adicio-
nal de formar nuevos investigadores a partir de un programa doctoral 
estructurado sobre sus proyectos de investigación. la creación de un 
centro de esta naturaleza no se limita al simple hecho de fundar una 
institución nueva. En el caso de la psicología mexicana es el primer 
esfuerzo por establecer las condiciones propicias para el desarrollo de 
grupos y tradiciones de investigación científica, en una disciplina inesta-
ble y ambigua tanto conceptual como metodológicamente. 
En 2006, la Universidad de guadalajara publicó las Memorias de los 
primeros quince años de funcionamiento del CEiC. dicha publicación 
concentra la información relativa al personal académico, publicacio-
nes, divulgación del conocimiento, eventos organizados, así como una 
descripción de las instalaciones del centro y su programa doctoral en 
Ciencia del Comportamiento, con opción en Análisis de la Conducta. 
En la presente obra, prácticamente todos los investigadores del CEiC, 
algunos incorporados recientemente, incluyen una relación sucinta de 
su trabajo en distintos campos de investigación, que abarcan el compor-
tamientoanimal y el humano, o ambos en algunos casos. Esta relación 
no cubre exhaustivamente el total de la investigación que se realiza en 
el CEiC, ya sea por cada uno de los académicos incluidos, o por el total 
del personal, dado que, por distintos motivos, algunos no participaron 
en esta obra.
El prólogo no es el lugar idóneo para informar sobre los contenidos 
del libro, y para ese propósito se incluye una introducción sobre el par-
ticular. sin embargo, sí es apropiado mencionar dos cosas importantes. 
En primer lugar, debe destacarse la diversidad de temas y problemas 
12
Emilio Ribes Iñesta
de investigación abordados desde una perspectiva conductual amplia. 
no sólo son diversos los temas, sino también los marcos teóricos de 
aproximación a los problemas, subrayando la libertad conceptual y 
de análisis que debe privar en un centro académico de investigación. 
En segundo lugar, es de resaltar la juventud de una gran parte de los 
que contribuyen a este volumen, y el hecho de que muchos de ellos se 
formaron como investigadores siendo asistentes y estudiantes en el pro-
pio CEiC, demostrando la factibilidad y ventajas que aporta integrar 
los programas de doctorado a los centros de investigación. no sólo eso, 
sino que también demuestra el vigor de la universidad pública fuera del 
área metropolitana de la Ciudad de México para descentralizar, con 
éxito, la investigación científica en nuestro país. El presente libro, adi-
cionalmente a los méritos académicos de cada una de las contribuciones 
que lo integran, constituye ya un testimonio en la historia de la investi-
gación científica de la psicología en México.
Emilio Ribes Iñesta
guadalajara, julio 2009
13
introducción
El presente es un libro de difusión en el que se hace una breve descrip-
ción de la mayoría de las líneas de generación de conocimiento que 
actualmente se están desarrollando en el Centro de Estudios e inves-
tigaciones en Comportamiento (CEiC) de la Universidad de guadala-
jara. dicho centro fue creado en 1991 como un espacio de generación y 
transmisión del conocimiento que permitiera fomentar la investigación 
científica. Actualmente en él laboran investigadores que trabajan en 
diferentes áreas de la psicología experimental, en proyectos de inves-
tigación sobre conducta animal, sobre comportamiento humano y de 
investigación virtual. 
Cabe destacar que la gran mayoría de los investigadores que cola-
boran en este libro pertenecen al sistema nacional de investigadores 
(sni), cuentan con perfil Promep y han recibido apoyo para realizar 
sus investigaciones de instituciones como Conacyt, Promep, la orga-
nización Panamericana de la salud (opS), y de fondos especiales de la 
misma Universidad de guadalajara, entre otros.
Con respecto a la obra en sí misma, se consideró relevante publicar 
un libro en el que se describan los avances actuales en la investigación 
básica, dado que este tipo de conocimiento suele publicarse solamente 
en artículos técnicos de revistas especializadas con circulación restrin-
gida debido principalmente al costo y a los problemas de distribución 
inherentes a este tipo de materiales no comerciales. 
Materiales de este tipo pueden ser de gran interés para gente que 
se esté formando en psicología, así como para posibles interesados en 
las diferentes líneas de investigación que aquí se describen o para inves-
tigadores con intereses similares pero que trabajen con otros enfoques, 
metodologías o que hayan obtenido hallazgos distintos a los aquí des-
critos.
14
María Antonia Padilla Vargas
Aquí cabe hacer un reconocimiento a los esfuerzos realizados por 
los investigadores de este Centro para llevar a cabo su labor, ya que 
hacer investigación básica en un mundo concebido como negocio o in-
versión, no es una tarea fácil debido a que la investigación no ha esca-
pado a la presión de convertirse en una “mercancía” que demuestre 
ser redituable a corto plazo. Y si la investigación en general es objeto 
de dicha presión, con mayor razón lo es la investigación básica, la que 
continuamente es cuestionada por su presunta desvinculación de la vida 
productiva.
desafortunadamente en los países en vías de desarrollo no se suele 
considerar a la generación de conocimiento como una inversión econó-
mica y humana de orden fundamental. generalmente no se reconoce la 
relevancia social que implica la actividad científica. gobernantes y polí-
ticos de diferentes países, desarrollados o no, suelen preguntarse ¿para 
qué sirve la investigación básica? la única respuesta posible es que las 
ciencias básicas crean oportunidades de aplicación práctica, pero éstas 
no pueden predecirse. Esa manera mercantilista de visualizar a la cien-
cia impacta de manera fundamental el desarrollo científico de México. 
Por ejemplo, según fuentes del Conacyt, en el año 2005 México contaba 
con una proporción de 1.07 investigadores por cada mil trabajadores, 
cifra muy inferior a la cantidad de investigadores de países como ja-
pón (11 por cada mil trabajadores) y Estados Unidos (9.7 por cada mil 
trabajadores). la escasez de recursos humanos en ciencia obviamente 
influye de manera determinante en el nivel de producción científica del 
país, por citar un ejemplo, según el documento Indicadores de Activi-
dad Científica y Tecnológica (Conacyt, 2007), en la producción científica 
mundial México tenía en el 2007 un porcentaje de apenas 0.75%, contra 
32.30% de Estados Unidos.
Por todo lo anterior se considera relevante dar a conocer en todos 
los medios posibles la investigación que actualmente se desarrolla en 
México. Aquí es importante reconocer a instituciones como Conacyt 
y la sEP (a través del Promep) quienes siguen financiando proyectos 
de investigación básica que han permitido ampliar el conocimiento en 
diferentes áreas. Este libro es una pequeña muestra de ello. 
Con el objeto de que sea más fácil de revisar, el libro se dividió en 
tres secciones. En primer lugar se agruparon las contribuciones de los 
investigadores que trabajan en el área de investigación animal, luego 
las de los que hacen investigación en el área humana y finalmente las 
15
Introducción
de los investigadores que trabajan en las dos áreas. En cada una de las 
secciones las contribuciones se colocaron en orden alfabético.
A continuación se hará una breve descripción del contenido de cada 
uno de los capítulos que conforman el presente libro. En primer lugar, 
se describirán las investigaciones realizadas en el área de comporta-
miento animal. 
En el capítulo 1, rosalva Cabrera presenta un resumen de su línea 
de investigación en la que analiza el aprendizaje social de respuestas re-
lacionadas con la obtención de alimento en roedores. Con dicho trabajo 
la autora pretende: 1. Evaluar si grupos de ratas ingenuas expuestas a 
un demostrador entrenado en una respuesta específica para obtener 
alimento ejecutan la misma respuesta cuando tienen la oportunidad de 
hacerlo en ausencia del modelo, 2. identificar las estrategias de com-
portamiento desarrolladas por las ratas observadoras y por las ratas 
demostradoras durante su exposición a la situación de búsqueda de ali-
mento, 3. Evaluar los efectos de requerir diferentes respuestas para la 
obtención de alimento sobre el aprendizaje social de cada una de estas 
respuestas y sobre las estrategias de comportamiento desarrolladas por 
el grupo, y 4. Evaluar los efectos de manipular experimentalmente di-
ferentes distribuciones espaciales de las fuentes de alimento, señaladas 
y no señaladas, sobre el aprendizaje social de cada una de estas res-
puestas, y sobre las estrategias de comportamiento desarrolladas por 
el grupo.
En el capítulo 2, Felipe Cabrera presenta una aproximación ecoló-
gica a la conducta de búsqueda de alimento enfatizando las ventajas de 
emplear laberintos con operante libre para analizar el comportamiento 
animal, en particular respecto al comportamiento de búsqueda y obten-
ción de alimento, debido a que tal aparato permite analizar de manera 
precisa conductasreferidas tanto a la búsqueda como a la obtención de 
alimento, en una misma situación experimental.
En el capítulo 3, Carlos Flores presenta los resultados de una se-
rie de experimentos diseñados con el objeto de evaluar los efectos de 
variar de manera ascendente y descendente la disponibilidad temporal 
de reforzamiento y del mantenimiento o cancelación de la señal co-
rrelacionada al periodo de reforzamiento (td). Específicamente, en el 
Experimento 1 se canceló la señal correlacionada al periodo de refor-
zamiento (td) al ocurrir la primera respuesta en su presencia y se man-
tuvo la señal correlacionada al periodo de extinción (tΔ); mientras que 
en el Experimento 2 ambas señales se mantuvieron vigentes durante 
16
María Antonia Padilla Vargas
cada subciclo. El Experimento 3 se diseñó para evaluar el efecto de 
interponer un intervalo temporal entre cada ciclo t como una manera 
de evaluar los posibles efectos que la señal correlacionada a tΔ pudiese 
tener sobre la frecuencia de la respuesta.
En el capítulo 4, Carlos torres analiza los parámetros asociados 
a la entrega del reforzador en programas temporales enfatizando 
la importancia de explorar paramétricamente las condiciones de 
señalización y su relación con Ť y t debido a que diversos estudios 
sugieren una interacción entre la ubicación temporal de la respuesta, 
la señalización diferencial dentro del ciclo y la disponibilidad temporal 
para la ocurrencia de la entrega de agua. 
En el capítulo 5, Cristiano Valerio estudia los efectos de historia, 
observados en dos líneas de investigación aparentemente no relacionadas, 
pero con elementos comunes. la primera tiene por objetivo analizar 
la generalidad del fenómeno de desamparo aprendido empleando 
respuestas distintas a las típicamente utilizadas en el área, como correr 
o presionar una palanca, y exponiendo a los sujetos a contingencias más 
complejas a las usuales, es decir, al reforzamiento positivo. Mientras 
que en la segunda estudia la persistencia en los patrones conductuales 
ante los cambios realizados tanto en las contingencias ambientales 
como en el organismo. 
Con respecto a las investigaciones llevadas a cabo en el área de 
comportamiento humano, en el capítulo 6, Carlos Martínez, en su línea 
de investigación Género y conductas de riesgo para la salud trata de 
contestar las siguientes preguntas: ¿Qué entienden los y las adolescentes 
de guadalajara por masculinidad y feminidad? ¿de qué manera los y 
las jóvenes se identifican con los modelos de masculinidad/feminidad 
imperantes en su entorno? ¿Cuáles son las conductas de riesgo más 
frecuentes entre los y las jóvenes de guadalajara? y finalmente, ¿existe 
alguna relación entre la noción de masculinidad/feminidad que los y las 
jóvenes tienen y los riesgos a los que se enfrentan?
En el capítulo 7, María Antonia Padilla analiza las variables que 
afectan el ejercicio, la enseñanza y el aprendizaje de la práctica científica 
en una línea de generación de conocimiento que tiene por objetivos 
identificar las condiciones que promueven el aprendizaje de la ciencia, 
así como analizar la manera en la que se puede formar a nuevos inves-
tigadores de manera eficiente.
En el capítulo 8 Carmen Quintana y Emilio ribes describen su lí-
nea de investigación Interacciones lingüísticas madre-hijo y desarrollo 
17
Introducción
conductual: identificación de pautas de desarrollo mediante un sistema 
observacional multidimensional, en la que presentan una propuesta para 
analizar, en escenarios naturales en una primera etapa, y en escena-
rios experimentales en una etapa posterior, la adquisición del lenguaje 
de manera integrada con otras dimensiones de la conducta (cognición, 
percepción, afecto) como producto de las interacciones madre-hijo du-
rante los primeros años de vida, en distintas situaciones típicas de ajuste 
(baño, juego y aseo). 
En el capítulo 9 nora rangel y Emilio ribes describen su propuesta 
de analizar experimentalmente el poder y la autoridad. Ahí los autores 
aclaran que aunque en la literatura psicológica se ha reconocido una 
relación entre los términos de poder y autoridad, puede observarse que 
cada uno de ellos ha generado líneas de investigación independientes, 
sin relación aparente entre ellos. Por ello, en su trabajo proponen una 
línea de investigación en la que no sólo se analiza la relación existente 
entre estos dos términos, sino que justifican la evaluación empírica de 
los distintos efectos que surgen a partir del establecimiento de relaciones 
diferenciales entre estos dos fenómenos. Específicamente, proponen el 
estudio experimental de la obediencia, el cumplimiento, el seguimiento 
(liderazgo) y el acatamiento, que se han identificado como efectos de 
las distintas relaciones establecidas entre el poder y la autoridad. 
En el capítulo 10, María Elena rodríguez describe su línea de in-
vestigación Establecimiento de correspondencias entre elementos de mor-
fología verbal y no verbal en tareas de discriminación condicional en la 
que analiza diferentes posturas teóricas respecto de la intervención 
funcional de la conducta verbal en la ejecución no verbal de una tarea, 
así como la metodología empleada para estudiar el establecimiento de 
correspondencias decir-hacer-decir como un caso de dominancia fun-
cional.
Finalmente, se presenta el trabajo de los investigadores que llevan 
a cabo estudios tanto en comportamiento animal como humano. En 
el capítulo 11, gerardo ortiz describe sus líneas de generación de co-
nocimiento de las áreas de humana (descripciones) y animal (factores 
de ajuste). En la primera presenta una taxonomía que permite identi-
ficar, analizar y categorizar descripciones pre y poscontacto partiendo 
del supuesto de que cualquier situación, tanto experimental como no 
experimental, está conformada por tres componentes: a) una situación 
de estímulo, b) alguna(s) respuesta(s) del sujeto en dicha situación, y 
c) las consecuencias que tienen dichas respuestas. Por otra parte, con 
18
María Antonia Padilla Vargas
respecto al área de comportamiento animal detalla que ésta tiene por 
objetivos la creación de categorías de descripción del medio ecológi-
co, la identificación y clasificación de las circunstancias de adaptación 
y supervivencia de organismos animales, el análisis del tipo de proceso 
psicológico implicado en la interacción y la descripción de la corres-
pondencia funcional de la conducta respecto de la situación en que se 
presenta.
Y por último, en el capítulo 12, Emilio ribes presenta los resultados 
del programa de investigación sobre comportamiento animal y humano 
que ha desarrollado en los últimos quince años, describiendo los avances 
de las diferentes investigaciones que ha llevado a cabo empleando como 
marco de referencia el modelo teórico en que se basa la taxonomía de la 
conducta por él propuesta, identificando los diferentes niveles o campos 
de investigación complementarios que contempla dicho modelo: 1. El 
análisis conceptual y las formulaciones teóricas, 2. El estudio de los pro-
cesos básicos en el comportamiento animal, 3. El estudio de la conducta 
humana compleja, 4. El análisis de los procesos del desarrollo del com-
portamiento, y 5. la extensión del modelo a diversos escenarios naturales 
y sociales.
María Antonia Padilla Vargas
julio de 2009
19
Capítulo 1 
El estudio del aprendizaje social de 
respuestas relacionadas con la obtención 
de alimento en roedores
Rosalva Cabrera Castañón 1 y 2
Facultad de Estudios Superiores Iztacala (uNAM)-CEIC 
universidad de Guadalajara
El proceso de aprendizaje ha sido ampliamente estudiado por la psi-
cología experimental. gran parte de los experimentos realizados sobre 
aprendizaje han usado animales como sujetos experimentales. se han 
realizado en situaciones de laboratorio con un estricto control de las 
variables involucradas; asimismo, los sujetos aprendices son expuestos 
de manera individual a las variables manipuladas; adicionalmente, en la 
mayoría de los experimentosse evalúa la provocación o la emisión de 
respuestas, en algunos casos las respuestas emitidas producen alimento 
o cancelan la presentación de eventos nocivos. 
A pesar de la gran atención que ha recibido el aprendizaje, son po-
cos los experimentos en los cuales el proceso de aprendizaje social ha 
sido evaluado, es decir, cuando dos o más sujetos se encuentran en in-
1. la autora disfruta de una Comisión por parte la Facultad de Estudios superiores iztacala 
para realizar una Estancia de investigación en el Centro de Estudios e investigaciones en 
Comportamiento de la Universidad de guadalajara.
2. Cualquier comunicación favor de dirigirla a: Centro de Estudios e investigaciones en 
Comportamiento de la Universidad de guadalajara, Francisco de Quevedo 180, Col. Arcos 
Vallarta, guadalajara, jalisco, México, CP 41130. Correo electrónico: rosalva@servidor.
unam.mx.
20
Rosalva Cabrera Castañón
teracción durante la situación de aprendizaje y su ejecución es influen-
ciada por la presencia de otros sujetos.
thorndike (1898) fue el primer autor en hablar de la imitación 
desde la perspectiva de la psicología experimental; realizó investigacio- 
nes de laboratorio para evaluar si diferentes especies animales eran ca-
paces de aprender por imitación cuando observan a otro sujeto ejecutar 
una respuesta. thorndike (1911) definió la imitación como el aprendi-
zaje que permite hacer un acto después haber visto a un sujeto demos-
trador hacerlo, y enfatizó que esta experiencia del acto o acción especí-
fica del demostrador es la entrada crítica o variable independiente y la 
ejecución del mismo acto por parte del observador es la salida crítica o 
variable dependiente. 
desafortunadamente, sus investigaciones no tuvieron resultados po-
sitivos, lo cual le llevó a proponer que la imitación tal y como se observa 
en los humanos no tiene lugar en los animales. no obstante, thorndike 
(1911) aceptó que la interacción social entre dos o más organismos pue-
de resultar en una creciente semejanza entre la conducta de los organis-
mos que interactúan; que una amplia variedad de procesos psicológicos 
puede subyacer a las similitudes conductuales inducidas socialmente y 
que hay una variedad de fenómenos semi-imitativos en los animales, los 
cuales son procesos más simples que la facultad imitativa que tienen 
los humanos.
Posteriormente, en la tradición operante, el estudio del aprendizaje 
social se basó en la triple relación de contingencia, en donde la conduc-
ta del modelo es el estímulo discriminativo que señala al observador la 
pauta de comportamiento correcta en una situación particular, la res-
puesta del observador es la respuesta observable de imitación, la cual a 
su vez es seguida por un estímulo reforzador, siempre y cuando la res-
puesta haya sido lo más parecida posible a la respuesta del modelo. de 
tal manera que los trabajos estuvieron diseñados para evaluar en qué 
medida la ejecución del demostrador controla la conducta del observa-
dor (Skinner, 1962; Danson y Creed, 1970; Millard, 1979; Myers, 1970; 
Hake, Donaldson y Hyten, 1983; Epstein, Lanza y Skinner, 1980).
desde la perspectiva etológica-ecológica también ha existido el 
interés por identificar cómo un organismo aprende de otro, es decir, 
cómo al formar parte de un grupo un animal se beneficia aprendien-
do patrones de respuesta ejecutados por otro organismo, el cual pue-
de ser de su misma especie (coespecífico) o de una especie diferente 
(heteroespecífico). Así, el aprendizaje social es considerado el medio 
21
El estudio del aprendizaje social de respuestas relacionadas con la obtención de alimento
a través del cual un organismo transmite a otro(s) información sobre 
condiciones ambientales, o bien, acerca de cuáles patrones de respuesta 
son efectivos en una situación dada (Roper, 1986; Lefebvre y Palameta, 
1988; Galef, 1995).
Estudios experimentales sobre aprendizaje social en animales
En la década de 1980 se realizaron diferentes estudios en el área de 
aprendizaje social, en situaciones experimentales en las que un obser-
vador ingenuo es expuesto a un demostrador entrenado en la ejecución 
de una respuesta y posteriormente es evaluada su ejecución en ausencia 
del demostrador. El factor común en estos trabajos fue la preocupación 
por identificar cuáles son las condiciones que determinan la ocurrencia 
de aprendizaje por observación y así poder identificar ¿qué aprende el 
observador a partir de su exposición a un congénere?
se realizaron investigaciones experimentales que variaron la corre-
lación entre las respuestas del demostrador y la consecuente presenta-
ción del reforzador, evaluando la adquisición de una respuesta nove-
dosa para obtener alimento en diferentes tipos de aves; los resultados 
de estas investigaciones, por un lado, mostraron la relevancia de la re-
lación respuesta-reforzador en los ensayos de modelamiento, y por el 
otro, indicaron que los observadores aprendieron una relación respues-
ta-reforzador (Sherry & Galef, 1984; Palameta & Lefevbre, 1985; Nieto 
& Cabrera, 1994).
En este mismo tenor y con el objetivo primordial de demostrar que 
los observadores expuestos a un demostrador entrenado están apren-
diendo una relación respuesta-reforzador, Heyes y sus colaboradores 
diseñaron un procedimiento al que denominaron de control bidireccio-
nal, el cual consiste en que un mismo operando puede ser desplazado 
por el demostrador al lado izquierdo para un grupo de observadores o 
al lado derecho para otro grupo; los observadores deberán desplazar 
el operando en la misma dirección en que lo hizo su demostrador para 
recibir reforzador (Heyes & Dawson, 1990; Heyes, Dawson & Nokes, 
1992). Por su parte, Zentall y sus colaboradores, diseñaron el procedi-
miento de dos respuestas, en el cual los demostradores pueden ejecutar 
en el operando la respuesta de picar o la de pisar; los observadores de-
ben ejecutar la respuesta que han visto emitir a su demostrador (Akins 
& Zentall, 1996; Zentall, Sutton & Sherburne, 1996). Los resultados 
22
Rosalva Cabrera Castañón
muestran que observadores ingenuos expuestos a un demostrador que 
ejecuta una de dos respuestas posibles y recibe reforzamiento, muestran 
la misma respuesta que les fue modelada en una fase posterior de prue-
ba, lo cual, según los autores, constituye una demostración de que los 
observadores están aprendiendo a través del modelo una relación res-
puesta-reforzador, es decir, están aprendiendo por observación a emitir 
la respuesta que se correlaciona con la presentación de alimento.
otro tipo de situaciones experimentales en las que se ha evaluado el 
aprendizaje social en animales es aquélla en la que varios observadores 
son expuestos a un mismo tiempo a un demostrador experto, es decir, 
un grupo de observadores confinados en un espacio experimental tiene 
la oportunidad de ver la ejecución de una respuesta por parte de un 
coespecífico y las consecuencias que tal respuesta produce.
En situaciones experimentales de búsqueda de alimento, giraldeau 
y lefebvre (1986) describieron que palomas expuestas en grupo a una 
condición en la que tienen que aprender por observación una técnica 
particular para obtener alimento, desarrollan un sistema de producto-
res y parásitos. Este sistema consiste en que ciertos individuos (pro-
ductores) invierten tiempo y energía en obtener el alimento, mientras 
que otros individuos (parásitos) consumen el alimento producido por 
los primeros; los roles de productor-parásito no son fijos en un mismo 
grupo, es decir, los sujetos parásitos pueden funcionar como producto-
res cuando los productores originales son retirados del grupo, o bien 
cuando cambia la técnica requerida para la obtención de alimento. En 
otro estudio, giraldeau y lefebvre (1987) reportaron que en situacio-
nes de aprendizaje por observación, los observadores no aprenden una 
respuesta novedosa cuando juegan la estrategia de parasitar el alimento 
producido por el modelo.
Por el contrario, un estudio de Cabrera, nietoy Zamora (2002) 
demostró que aun cuando los grupos de observadores parasitaron el 
alimento producido por el modelo, fueron capaces de ejecutar la res-
puesta, sobre todo cuando el modelo fue retirado de la situación expe-
rimental.
Posteriormente, Cabrera, durán y nieto (2006a) realizaron un ex-
perimento en la situación experimental mostrada en la figura 1.
23
El estudio del aprendizaje social de respuestas relacionadas con la obtención de alimento
Figura 1. Muestra una fotografía de la situación experimental en la cual se llevaron 
a cabo los estudios en los que grupos de observadores ingenuos (palomas) son 
expuestos a un modelo entrenado.
los autores, en una situación en la que parvadas de cuatro obser-
vadores ingenuos fueron expuestos a un modelo entrenado, variaron 
la cantidad de alimento asignada a depósitos sellados con papel de di-
ferente color; evaluaron la adquisición de la respuesta de perforar los 
sellos por parte de los observadores, las estrategias productor-parásito 
desarrolladas por los integrantes de cada parvada. la figura 1 mues-
tra una fotografía de dicha situación experimental. los datos obtenidos 
mostraron que más de 80% de los observadores de cada parvada adqui-
rieron la respuesta, que su ejecución fue discriminada, respondiendo 
en mayor proporción a los depósitos correlacionados con una mayor 
cantidad de alimento, y que algunos sujetos del grupo jugaron el papel 
de productores y otros el de parásitos. 
otro experimento evaluó el efecto de variar el esfuerzo requerido 
para acceder a alimento sobre la adquisición de una respuesta nove-
dosa y sobre las estrategias productor-parásito en grupos de palomas 
expuestas a un coespecífico entrenado. Parvadas de observadores inge-
nuos fueron expuestas a una paloma entrenada en la respuesta de abrir 
los sellos de depósitos de alimento, en los que el color de los sellos se 
correlacionó con un esfuerzo diferente para acceder al alimento; poste-
riormente, la paloma entrenada fue retirada, manteniéndose la corre-
lación color-esfuerzo. los resultados mostraron que los observadores 
 
Figura 1. Muestra una fotografía de la situación experimental en la cual se llevaron a 
cabo los estudios en los que grupos de observadores ingenuos (palomas) son 
expuestos a un modelo entrenado. 
 
Los autores, en una situación en la que parvadas de 4 observadores ingenuos 
fueron expuestos a un modelo entrenado, variaron la cantidad de alimento asignada a 
depósitos sellados con papel de diferente color; evaluaron la adquisición de la 
respuesta de perforar los sellos por parte de los observadores, las estrategias 
productor-parásito desarrolladas por los integrantes de cada parvada, la Figura 1 
muestra una fotografía de dicha situación experimental. Los datos obtenidos mostraron 
que más del 80% de los observadores de cada parvada adquirieron la respuesta, que 
su ejecución fue discriminada, respondiendo en mayor proporción a los depósitos 
correlacionados con una mayor cantidad de alimento, y que algunos sujetos del grupo 
jugaron el papel de productores y otros el de parásitos. 
24
Rosalva Cabrera Castañón
adquirieron la respuesta de abrir los sellos y que la ejecutaron discri-
minadamente, respondiendo en mayor proporción al color que señaló 
menor esfuerzo; también jugaron papeles tanto de productores como 
de parásitos, los cuales variaron en función de la composición del grupo 
(Cabrera, durán & nieto, 2006b). 
recientemente, Zamora, lópez, Andrade, rosas, Hernández, Zer-
meño & Cabrera (2007) presentaron los datos de investigaciones que 
evaluaron la adquisición de respuestas novedosas en grupos de palomas 
ingenuas expuestas a uno o varios congéneres entrenados; también fue-
ron evaluadas diferentes estrategias de comportamiento desarrolladas 
por los integrantes de cada grupo. En una situación experimental, un 
demostrador entrenado modeló la respuesta de perforar los sellos de 
depósitos de alimento a grupos de observadores, variándose la canti-
dad de observadores por grupo (4, 8 y 12 observadores por grupo). En 
la otra situación experimental, se varió el número de demostradores 
entrenados (1, 2 y 4 demostradores) a que fue expuesto cada grupo de 
sujetos ingenuos. los resultados obtenidos muestran que la adquisición 
de la respuesta por parte de observadores ingenuos es función inver-
sa del número de observadores presentes en cada grupo y del número 
de demostradores entrenados previamente. Asimismo, se obtuvo que a 
mayor número de aves presentes en la situación experimental, se incre-
mentaron tanto el índice de competencia como el de parasitismo entre 
los integrantes de cada grupo.
Justificación y objetivos
la revisión hasta aquí realizada permite argumentar que el aprendizaje 
social de conductas novedosas en grupos de aves comparte principios con 
situaciones de aprendizaje instrumental, tales como la sensibilidad a la 
relación respuesta-reforzador; adicionalmente, permite identificar que 
los integrantes de un grupo desarrollan diferentes estrategias de compor-
tamiento cuando tienen la oportunidad de interactuar mientras buscan 
y consumen alimento; las estrategias jugadas por los integrantes de un 
grupo facilitan o interfieren la ejecución de la respuesta modelada.
dado lo anteriormente expuesto, resulta importante continuar con 
la evaluación del proceso de aprendizaje social en grupos de organismos, 
sobre todo en situaciones experimentales que involucren la exposición 
de grupos de aprendices ingenuos a uno o varios sujetos entrenados en 
25
El estudio del aprendizaje social de respuestas relacionadas con la obtención de alimento
una respuesta para la obtención de alimento en condiciones controla-
das de laboratorio. tal es el objetivo general del presente proyecto de 
investigación.
los objetivos específicos de este proyecto de investigación son:
1. Evaluar si grupos de ratas ingenuas expuestas a un demostrador 
entrenado en una respuesta específica para obtener alimento ejecu-
tan la misma respuesta cuando tienen la oportunidad de hacerlo en 
ausencia del modelo.
2. identificar las estrategias de comportamiento desarrolladas por las 
ratas observadoras y por las ratas demostradoras durante su exposi-
ción a la situación de búsqueda de alimento.
3. Evaluar los efectos de requerir diferentes respuestas para la obten-
ción de alimento sobre el aprendizaje social de cada una de estas 
respuestas y sobre las estrategias de comportamiento desarrolladas 
por el grupo.
4. Evaluar los efectos de manipular experimentalmente diferentes dis-
tribuciones espaciales de las fuentes de alimento, señaladas y no 
señaladas, sobre el aprendizaje social de cada una de estas respues-
tas, y sobre las estrategias de comportamiento desarrolladas por el 
grupo.
Metodología general
Sujetos
Como sujetos observadores se emplearán grupos de ratas Wistar, 
machos, adultas, experimentalmente ingenuas. Como demostradores 
se emplearán ratas Wistar, machos, adultas, previamente entrenadas en 
la ejecución de la respuesta de búsqueda de alimento.
Aparatos
El aparato experimental consistirá en una tarima de madera que mide 
180 cm de largo por 120 cm de ancho, la cual descansará sobre una base 
de madera de 20 cm de altura. sobre cada orilla de la tarima habrá una 
pared de policarbonato transparente de 50 cm de altura. En la tarima 
habrá 12 perforaciones circulares, cuyo diámetro será de 4.5 cm; la sepa-
ración mínima entre perforaciones será de 30 cm y la máxima de 150 
26
Rosalva Cabrera Castañón
cm. debajo de cada perforación será colocado un depósito de plástico 
cuya profundidad será de 4.5 cm, el cual podrá contener aserrín, arena y/o 
alimento. los depósitos estarán cubiertos por una compuerta de madera 
que podrá ser desplazada en diferentes direcciones para dejar disponible 
el alimento. la figura 2 muestra una fotografía del aparato descrito.
4.5cm, el cual podrá contener aserrín, arena y/o alimento. Los depósitos estarán 
cubiertos por una compuerta de madera que podráser desplazada en diferentes 
direcciones para dejar disponible el alimento. La Figura 2 muestra una fotografía del 
aparato descrito. 
 
 
Figura 2. Muestra una fotografía del aparato utilizado para evaluar patrones de 
búsqueda de alimento en grupos de roedores. 
 
Una computadora personal HP se utilizará para la captura, procesamiento y 
recuperación de las sesiones experimentales. 
Materiales 
 Se utilizará una cámara de video, cintas de video-grabación, un tripie y una 
reproductora de video. 
Situación experimental 
Figura 2. Muestra una fotografía del aparato utilizado para evaluar patrones de 
búsqueda de alimento en grupos de roedores. 
Una computadora personal HP se utilizará para la captura, procesa-
miento y recuperación de las sesiones experimentales.
Materiales
se utilizará una cámara de video, cintas de videograbación, un tripié y 
una reproductora de video.
Situación experimental
los experimentos de llevarán a cabo en un recinto de 3 x 3 x 3m en 
cuyo suelo será colocada la tarima. la cámara de video se ubicará de 
tal manera que se permita la filmación de toda la tarima durante las 
sesiones experimentales. 
27
El estudio del aprendizaje social de respuestas relacionadas con la obtención de alimento
Procedimiento
todos los sujetos serán sometidos a un régimen de privación de alimento 
para mantenerlos a 80% de su peso en libre alimentación. los sujetos 
observadores serán aleatoriamente asignados a diferentes grupos expe-
rimentales, cada grupo estará conformado por al menos cuatro sujetos.
los diferentes experimentos estarán constituidos de dos fases: mo-
delamiento y prueba.
Fase de modelamiento. se llevarán a cabo cinco sesiones de 20 mi-
nutos de duración, en las cuales los grupos de observadores serán colo-
cados en la tarima junto con un demostrador entrenado en la respuesta 
para la obtención de alimento, la cual podrá consistir en remover ase-
rrín o arena para llegar a la base del depósito en la cual habrá alimento; 
o bien, en desplazar la compuerta que cubrirá el depósito de alimento, 
con lo cual éste quedará disponible; el demostrador tendrá la oportu-
nidad de ejecutar la respuesta correspondiente para tener acceso al 
alimento de los 12 depósitos y tanto él como los observadores podrán 
consumir el alimento contenido en los depósitos; de igual manera, los 
observadores tendrán acceso a los depósitos en todo momento y podrán 
ejecutar la respuesta. 
Fase de prueba. El grupo de observadores será trasladado a la tarima 
y las condiciones generales serán las mismas que en la fase de modela-
miento, excepto que el demostrador estará ausente. Esta fase tendrá 
una duración de cuatro sesiones de 20 minutos cada una.
Registro y análisis de datos
las sesiones experimentales y de prueba serán videograbadas y a pos-
teriori dos observadores independientes identificarán: 1. El número de 
observadores por grupo que ejecutan la respuesta modelada, 2. Cuál 
sujeto es el que emite la respuesta que permite el acceso al alimento 
(productor); 3. Cuál sujeto es el que accede a un depósito disponible 
inmediatamente después del productor (parásito); 4. Cuántos sujetos 
parasitan un depósito mientras el alimento está disponible; 5. Cuántas 
visitas se hacen a depósitos abiertos pero sin comida disponible; y 6. La 
emisión de otro tipo de respuestas.
28
Rosalva Cabrera Castañón
los datos serán analizados con pruebas AnoVA de medidas repeti-
das.
Resultados esperados
de manera global se espera observar un proceso de aprendizaje social, 
el cual no necesariamente tiene que ser idéntico al observado en aves, 
pero sí es deseable que comparta principios generales. se esperan dife-
rencias en la ejecución de los sujetos observadores en función de las 
diferentes variables manipuladas.
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31
Capítulo 2 
laberintos, cámaras operantes 
y conducta de búsqueda de alimento: 
una aproximación ecológica
Felipe Cabrera1 y 2
universidad de Guadalajara
En el campo del condicionamientoinstrumental pueden identificarse 
dos tradiciones experimentales según los aparatos utilizados; una se 
ha desarrollado a partir de laberintos y otra a partir de cámaras de 
condicionamiento operante (i.e. cajas de skinner). Aunque histórica-
mente el uso de laberintos es anterior al de la cámara operante, esto no 
implica que las cámaras operantes hayan desplazado la investigación 
experimental con laberintos y espacios abiertos (Mellgren & Brown, 
1987; Silverman, 1978); por el contrario, procedimientos y desarrollos 
tecnológicos han enfatizado la obtención de mediciones más precisas 
acerca de patrones de desplazamiento (e.g. Brown, 2006; Pear, Silva & 
Kinkaid, 1989).
la diferencia entre estas dos tradiciones experimentales no se li-
mita a los aparatos empleados. Mellgren y olson (1983) han descrito 
una serie de características, algunas de las cuales se enumeran en la 
tabla 1, que han derivado en discrepancias substanciales. Una diferen-
1. Agradezco los valiosos comentarios y sugerencias que Pablo Covarrubias y nora rangel han 
hecho para lograr la versión actual de este documento.
2. Cualquier comunicación favor de dirigirla a: Centro de Estudios e investigaciones en 
Comportamiento de la Universidad de guadalajara, Francisco de Quevedo 180, Col. Arcos 
Vallarta, guadalajara, jalisco, México, cp 41130.Correo electrónico: fcabrera@cencar.udg.mx.
32
Felipe Cabrera
cia fundamental es la unidad de respuesta considerada para el análi-
sis del comportamiento. Para la tradición operante, la unidad básica 
ha sido cuantificada como número de respuestas por unidad de tiem-
po (R=n/t), mientras que para la tradición de laberintos una medida 
ampliamente utilizada es la distancia recorrida por unidad de tiempo 
(R=d/t). Estas divergencias han mantenido el debate respecto a si las 
dos tradiciones, con sus diferentes aparatos, procedimientos y medicio-
nes, estudian los mismos procesos conductuales, o si estas diferencias 
metodológicas conllevan al estudio de diferentes procesos conductua-
les (véase Bitgood & Platt, 1971; Logan & Ferraro, 1970; Mackintosh, 
1974; Platt, 1971).
Cámara operante Laberinto
diseño n=1, periodos extensos de 
observación (énfasis en estado estable)
diseño de grupos, periodos cortos de 
observación (énfasis en transición)
datos individuales promediados datos de promedio de grupo
Ensayos continuos en un mismo lugar Ensayos discretos con cambios de lugar
los sujetos inician los ensayos El experimentador inicia los ensayos
respuesta repetitiva sobre un 
manipulando
Movimiento a través de un espacio como 
respuesta
Programas de reforzamiento complejos Programas simples de reforzamiento
Análisis en estado estable Análisis en transición
Tabla 1. Algunas diferencias en procedimientos de la cámara operante y el laberinto 
según Mellgren y Olson (1983).
Entre ambos procedimientos pueden intentarse algunas simetrías conduc-
tuales; por decir alguna, cada paso que da un animal hacia la meta de un 
laberinto puede equivaler a oprimir la palanca en una cámara operante. 
sin embargo, la diferencia tanto en la topografía de la conducta (i.e. los 
movimientos realizados para presionar una palanca vs. los realizados para 
desplazarse), así como en el efecto locomotor es evidente. Por supuesto 
que pueden construirse artefactos para acentuar esta simetría; uno (que 
por cierto resulta muy inverosímil) sería un mecanismo que permitiera 
al animal desplazarse determinada distancia cada vez que oprimiera una 
palanca. Así, manteniendo la misma topografía se simularía un efecto 
locomotor. otro artefacto más plausible consistiría en diseñar una rueda 
sin fin sobre la cual se colocara al animal, permitiéndole la conducta de 
caminar pero sin que logre desplazarse un solo centímetro (como en la 
situación operante), y que a determinadas revoluciones pueda activarse 
33
Laberintos, cámaras operantes y conducta de búsqueda de alimento
un mecanismo dispensador de alimento. Este segundo aparato describe 
precisamente la rueda de actividad, aparato que ha intentado redu-
cir las discrepancias entre ambas tradiciones (Haddad, szalda-Petree, 
Karkowski, Foss & Berger, 1994), ya que presenta las siguientes caracte-
rísticas: a) las revoluciones que el sujeto efectúa sobre la rueda pueden 
medirse de manera precisa y discreta, como lo es la presión de la palanca, 
y b) el correr en una rueda de actividad es similar al movimiento de loco-
moción ejecutado en un laberinto. 
indudablemente, el uso de la rueda de actividad ha permitido es-
tudiar con mayor precisión comportamientos considerados continuos 
(como lo es el correr o el caminar) que son característicos en los laberin-
tos, permitiendo mayor acercamiento entre las dos tradiciones (Collier 
& Levitsky, 1968; Haddad et al., 1994; Skinner & Morse, 1957; 1958; 
White, 1985). no obstante, uno de los objetivos del presente trabajo es 
enfatizar ciertas diferencias básicas entre los procedimientos utilizados 
en ambos aparatos (i.e. la caja y el laberinto), para proponer posterior-
mente una integración de las dos tradiciones, manteniendo la validez 
ecológica de las conductas estudiadas (Collier, Hirsch & Hamlin, 1972; 
Gibson, 1958; Timberlake, 1983; 1984; Timberlake & Silva, 1995). Para 
ello, tomaré como medulares dos características en los procedimientos 
de ambos aparatos: 
1. El laberinto consiste en un ambiente en el que el animal se desplaza 
de un lugar sin alimento a otro que contiene alimento; mientras que 
en la cámara operante el animal es colocado directamente en un am-
biente en donde el alimento se otorga sin tener que desplazarse.
2. En un laberinto, una vez encontrada la meta, el alimento es fácilmen-
te obtenible; mientras que en la cámara operante el sujeto requiere 
ejecutar una serie repetitiva de conductas (algunas veces con progra-
mas de reforzamiento bastante complejos) para obtener el alimento.
En otros términos, los procedimientos que utilizan el laberinto como 
aparato privilegian las conductas de búsqueda de fuentes de alimento, 
quedando en segundo término la conducta de obtención3del alimento. 
Por otro lado, los procedimientos que emplean cámaras operantes dan 
casi exclusiva atención al estudio de las conductas de obtención del ali-
3. Aquí lo denomino sólo como obtención del alimento, pero se incluyen otras categorías con-
ductuales como identificación, captura, manejo y consumo del mismo.
34
Felipe Cabrera
mento, quedando en segundo término la conducta de búsqueda de las 
fuentes de alimento4 (Bell, 1991; Mellgren & Brown, 1987; Mellgren 
& olson, 1983). Estas diferencias son suficientes para considerar que 
el uso de la rueda de actividad, aunque permita mayor precisión para 
evaluar comportamientos continuos y de actividad en general, no pueda 
cumplir con las funciones de búsqueda y obtención de alimento a la vez 
(timberlake & lucas, 1989), pues los movimientos sobre la rueda de acti-
vidad carecen del efecto a nivel perceptivo-motor que es fundamental en 
la locomoción del organismo (véase Gibson, 1958; 1979; Warren, 1998).
Continuando con la descripción de los laberintos y las cámaras ope-
rantes, es necesario mencionar que no todos los procedimientos son 
“típicos”. Por parte de los laberintos, un caso atenuante de la diferen-
cia descrita en el inciso 1 (ver más arriba) es el laberinto radial (olton 
& samuelson, 1976). Este laberinto incluye diversas metas dispuestas 
radialmente cuyo centro es la caja de inicio. Es un caso atenuante de 
la diferencia 1 porque en este aparato el animal mismo puede iniciar 
sus “ensayos”, que consisten en la elección de las diferentes metas; una 
vez elegida una meta, el animal puede abandonar el lugar en cualquier 
momento, regresar al punto central (caja de inicio) y estar nuevamente 
expuesto a todas las opciones de elección, incluyendo aquellas opciones 
que ha visitado en anteriores ocasiones. de esta manera, en el laberinto 
radial el animal no busca sólo una meta, sino que busca diferentes fuen-
tes de alimento, algunas de ellas ya visitadas,y por lo tanto, agotadas.
Figura 1. Laberinto radial. En su procedimiento más típico se coloca una pieza de 
alimento al final de cada brazo (círculos negros) y el animal es colocado en el centro 
(véase Olton & Samuelson, 1976). 
4. Algunos de los procedimientos operantes que han simulado la búsqueda de fuentes de ali-
mento pueden verse en Hanson (1987).
Continuando con la descripción de los laberintos y las cámaras operantes, es 
necesario mencionar que no todos los procedimientos son “típicos”. Por parte de los 
laberintos, un caso atenuante de la diferencia descrita en el Inciso 1 (ver más arriba) es 
el laberinto radial (Olton y Samuelson, 1976). Este laberinto incluye diversas metas 
dispuestas radialmente cuyo centro es la caja de inicio. Es un caso atenuante de la 
diferencia 1 porque en este aparato, el animal mismo puede iniciar sus “ensayos” que 
consisten en la elección de las diferentes metas; una vez elegida una meta, el animal 
puede abandonar el lugar en cualquier momento, regresar al punto central (caja de 
inicio) y estar nuevamente expuesto a todas las opciones de elección, incluyendo 
aquellas opciones que ha visitado en anteriores ocasiones. De esta manera, en el 
laberinto radial el animal no busca sólo una meta, sino que busca diferentes fuentes de 
alimento, algunas de ellas ya visitadas, y por lo tanto, agotadas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 1. Laberinto radial. En su procedimiento más típico se coloca una pieza de 
alimento al final de cada brazo (círculos negros) y el animal es colocado en el centro 
(Ver Olton y Samuelson, 1976). 
 
Las cámaras operantes también cuentan con un procedimiento que, si no atípico, 
por lo menos atenúa las diferencias entre las características de los incisos 1 y 2 arriba 
35
Laberintos, cámaras operantes y conducta de búsqueda de alimento
las cámaras operantes también cuentan con un procedimiento que, 
si no atípico, por lo menos atenúa las diferencias entre las características 
de los incisos 1 y 2 arriba descritos. se trata de los programas concurren-
tes de reforzamiento (Ferster & Skinner, 1957; Herrnstein, 1961). Estos 
programas, por incluir más de una operante, propician el desplazamien-
to entre ellas (Catania, 1966; Herrnstein, 1961). Obviamente, el despla-
zamiento dentro de las cámaras operantes sólo puede ser de escasos 
centímetros, que de hecho es una distancia insignificante conociendo 
las características locomotoras de la rata (Barnett, 1963). no obstante, 
algunos investigadores (Baum, 1982; Boelens y Kop, 1983) han añadido 
obstáculos entre las opciones de respuesta en las cámaras operantes 
con el objetivo de incrementar el esfuerzo requerido para cambiar en-
tre ellas. otros investigadores han construido espacios más amplios, ya 
sea en sentido vertical (Aparicio, 2001; Graft, Lea & Withworth, 1977) 
u horizontal (Aparicio & Baum, 1997; Goldstein, 1981; Killeen & Ri-
ggsford, 1989) en donde el animal puede desplazarse y presionar un 
operando. Estos procedimientos “poco típicos” en el condicionamiento 
operante han sido enfatizados por Baum (1983), con el principal inte-
rés de que los hallazgos experimentales con la cámara operante ganen 
validez ecológica (para una aplicación en animales en cautiverio, véase 
Cooper & Mason, 2001).
Cabe mencionar que en todos los procedimientos descritos hasta 
aquí, incluyendo los llamados de economía cerrada5 (e.g. Collier, jo-
hnson, Hill & Kaufman, 1986; Elliffe & Davison, 1996), al sujeto expe-
rimental se le inserta en un ambiente artificial, tratando de mantener 
la validez ecológica lo más cercanamente posible al de un ambiente 
natural. Un caso singular fue desarrollado por smith (1965), quien ins-
taló una cámara operante en el ambiente natural de ratones ciervos 
(Peromyscus maniculatus), siendo la cámara experimental una fuente 
de alimentación frecuentemente visitada por estos roedores. Una situa-
ción similar la desarrolló Baum (1974a) en el ático de su casa, usando 
palomas que libremente entraban a alimentarse picando teclas con un 
dispositivo operante.
5. En este contexto, se le llama “economía cerrada” genéricamente a aquellos procedimientos 
experimentales en los que la totalidad del alimento requerido para subsistir es obtenido en 
la situación experimental. los procedimientos que compensan al animal con alimento fuera 
de la situación experimental son llamados “economías abiertas” (véase timberlake & Peden, 
1987).
36
Felipe Cabrera
las conductas de búsqueda y obtención de alimento referidas a los 
diferentes ambientes experimentales pueden representarse de manera 
unificada en la figura 2. la conducta de búsqueda de alimento en un la-
berinto correspondería al traslado del organismo (flechas) del lugar sin 
alimento a alguna(s) fuente(s) de alimento. Algunas variables relevan-
tes serían los patrones de locomoción, la velocidad de desplazamiento, 
las trayectorias, etc. la conducta de obtención del alimento en la cáma-
ra operante correspondería a la conducta ejecutada dentro de las fuen-
tes de alimento (rectángulos); en estos lugares el animal no se desplaza 
sino distancias muy pequeñas, ejecutando conductas con diversas partes 
de su cuerpo para capturar y obtener el alimento. Entre las conductas 
relevantes a observar está la tasa con la que se ejecuta alguna conducta, 
los tiempos de espera entre dichas conductas, el tiempo de permanen-
cia, la persistencia, el momento en el que abandona el lugar, etcétera.
maniculatus), siendo la cámara experimental una fuente de alimentación 
frecuentemente visitada por estos roedores. Una situación similar la desarrolló Baum 
(1974a) en el ático de su casa, usando palomas que libremente entraban a alimentarse 
picando teclas con un dispositivo operante. 
Las conductas de búsqueda y obtención de alimento referidas a los diferentes 
ambientes experimentales pueden representarse de manera unificada en la Figura 2. La 
conducta de búsqueda de alimento en un laberinto correspondería al traslado del 
organismo (flechas) del lugar sin alimento a alguna(s) fuente(s) de alimento. Algunas 
variables relevantes serían los patrones de locomoción, la velocidad de desplazamiento, 
las trayectorias, etc. La conducta de obtención del alimento en la cámara operante 
correspondería a la conducta ejecutada dentro de las fuentes de alimento (rectángulos); 
en éstos lugares el animal no se desplaza sino distancias muy pequeñas, ejecutando 
conductas con diversas partes de su cuerpo para capturar y obtener el alimento. Entre 
las conductas relevantes a observar está la tasa con la que se ejecuta alguna conducta, 
los tiempos de espera entre dichas conductas, el tiempo de permanencia, la 
persistencia, el momento en el que abandona el lugar, etc. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 2. Representación de la analogía entre las situaciones de laberinto y de cámara 
operante, y la conducta de búsqueda y obtención de alimento. Los círculos representan 
alimento que pueden estar presentes en mayor o menor cantidad, así como ser de 
diferente cualidad (círculos grises). 
Guarida sin alimento 
(caja de salida) 
Traslado a una fuente de 
alimento (laberinto) 
Fuente de alimento 
(cámara operante) 
Manipulando 
Figura 2. Representación de la analogía entre las situaciones de laberinto y de 
cámara operante, y la conducta de búsqueda y obtención de alimento. Los círculos 
representan alimento que pueden estar presentes en mayor o menor cantidad, así 
como ser de diferente cualidad (círculos grises).
Un laberinto con operante libre
la propuesta de un laberinto con operante libre enfatiza precisamente 
la conjunción de situaciones de búsqueda y obtención de alimento como 
se describen en la figura 2. Esta propuesta surge a partir del paradigma 
de elección con barrera (Aparicio, 2001). En dicho paradigma se utilizan 
programas concurrentes de reforzamiento y, como característica princi-
37
Laberintos, cámaras operantes y conducta de búsqueda de alimento
pal, se impone al animal un requisito de trasladoque consiste en escalar 
una barrera entre las alternativas de respuesta. Esta situación permite 
la inclusión de múltiples opciones de respuesta (Aparicio & Cabrera, 
2001). los resultados experimentales han enfatizado la generalidad de 
la ley de igualación (Baum, 1974b) en situaciones con múltiples opcio-
nes de respuesta (véase también Elsmore & McBride, 1997), y requi-
sitos complejos de locomoción (Aparicio & Cabrera, 2001; Cabrera & 
Aparicio, 2006), con cambios globales en la densidad de reforzamiento 
(Maciel, 2007), así como con el uso de algunas drogas que dificultan la 
actividad motriz (Aparicio & Velasco, 2003).
En la situación con múltiples opciones de respuesta operante y con 
requisito de traslado, se han observado patrones muy característicos en 
la elección de las diferentes fuentes de alimentación (Aparicio & Ca-
brera, 2001; Cabrera & Maciel, en preparación), obteniéndose hallaz-
gos afines a los observados evaluando memoria espacial en laberintos 
radiales (olton & samuelson, 1976), ya que los sujetos muestran una 
fuerte tendencia a no regresar a un lugar sino después de haber visi-
tado el resto de los lugares disponibles y con patrones de traslado que 
conducen a minimizar errores (Yoerg & Kamil, 1982). El laberinto con 
operante libre, por incluir un programa de reforzamiento en cada meta, 
ha permitido manipular la tasa de obtención de alimento en cada una 
de ellas, yendo desde situaciones de extinción completa (véase también 
timberlake & White, 1990), hasta situaciones de cambios abruptos a ta-
sas muy altas de obtención de alimento (Maciel, 2007). de esta manera, 
regresar a un lugar anteriormente visitado no constituye necesariamen-
te un error en la memoria espacial (olton & samuelson, 1976), sino que 
puede incluirse en una situación más amplia como parte de una estrate-
gia de muestreo en la búsqueda de alimento (Baum, 1987).
refirámonos nuevamente a la figura 2. Este tipo de situación per-
mite plantearse preguntas que han sido de relevancia para la ecología 
conductual, por ejemplo, ¿a cuál de las fuentes de alimento se dirigirá 
el organismo?, ¿en qué momento abandonará el lugar elegido para di-
rigirse a otro?, ¿existe un patrón sistemático para elegir las diferentes 
fuentes de alimento, o es completamente asistemático? A estas pregun-
tas pueden añadirse otras respecto al efecto de introducir cambios en el 
requisito de traslado entre las fuentes de alimento, la diferente cualidad 
de cada fuente y la predictibilidad o incertidumbre de la disponibilidad 
del alimento. En otros términos, el laberinto con operante libre permite 
evaluar de una manera más precisa tanto los patrones en la conducta 
38
Felipe Cabrera
de búsqueda entre diferentes fuentes de alimento, como la conducta 
que ocurre dentro de cada fuente de alimentación (véase Baum, 1987; 
Mellgren & Olson, 1985; Mellgren & Brown, 1987).
Un modelo detrás de la aparatología
demasiado énfasis en la aparatología y en los procedimientos experi-
mentales puede conducir a pensar que se trata de un aspecto nimio. sin 
embargo, todo aquél que ha tratado de diseñar y construir un aparato 
para experimentación en comportamiento, ha de coincidir conmigo en 
que lo primero que debe hacerse, entre otras cosas, es identificar aque-
llas conductas que el organismo puede hacer y aquellas conductas que se 
requiere que haga; en seguida, lograr que las conductas que se requieren 
del animal se ajusten a las que son posibles, y finalmente tratar de evitar 
que conductas posibles pero incompatibles con las requeridas entor-
pezcan el experimento (por ejemplo, que un roedor cave un orificio y 
escape de la cámara experimental). timberlake (2002) ha denominado 
tuning a esta actividad que lleva a cabo el experimentador, pudiendo 
traducirse como sintonizar (con el sentido etimológico del término) la 
estructura y propiedades del ambiente experimental con las conductas 
que son posibles para la estructura del organismo; en otros términos, 
el experimentador debe lograr que el aparato y su estructura funjan 
efectivamente como soporte conductual (tolman, 1932) para aquellas 
conductas que se requieren evaluar.6 Este aspecto es crucial para que 
los eventos y conductas que tienen lugar en el espacio experimental 
tengan validez ecológica7 (gibson, 1979).
Al diseñarse tanto los laberintos y arenas experimentales (das-
hiel, 1930; Small, 1900; Thorndike, 1898), como las cámaras operantes 
(skinner, 1938, 1959), necesariamente se debió pasar por un periodo 
de sintonización entre el aparato y las conductas a ser medidas. Es evi-
6. Un aspecto que hace explícito timberlake (2002), y que es parte de la actividad de sintonía, 
es que la conducta requerida por el aparato tenga una medición confiable y facilite la reco-
lección de datos.
7. Affordances es el término que gibson (1979) ha introducido para denominar la reciprocidad 
entre la estructura y eventos en el ambiente con las capacidades conductuales del organismo. 
Por carecer de una traducción satisfactoria utilizo como equivalente el término “soporte con-
ductual” (behavioral support) utilizado por tolman (1932).
39
Laberintos, cámaras operantes y conducta de búsqueda de alimento
dente que ambos tipos de aparatos poseen estructuras que son soporte 
de conductas bastante disímiles entre sí, aunque ambas conduzcan a la 
obtención de una pieza de alimento. Por un lado, un laberinto ofrece 
mayor soporte a conductas de locomoción que una cámara operante 
(Timberlake, 2002); por otro lado, una cámara operante ofrece mayor 
soporte a conductas manipulativas (el palanqueo en una rata) e ins-
pectoras (introducción de la cabeza al comedero), que un pasillo plano 
sin objetos que manipular. Estas diferencias respecto a lo que ofrecen 
las superficies y estructuras del ambiente como soporte de conductas 
(véanse Roche & Timberlake, 1998; Timberlake, Leffel & Hoffman, 
1999) pueden dilucidar, en gran medida, la separación entre las tradi-
ciones laberínticas y operantes.
Por su parte, diversas observaciones en los ámbitos etológicos y 
ecológicos han coincidido en identificar dos momentos principales en 
la búsqueda de alimento en diversos organismos; un primer momento 
puede identificarse como la búsqueda general de fuentes de alimento,8 y 
un segundo momento puede identificarse como una búsqueda focalizada 
en una fuente específica de alimento (Barnett, 1963; Bell, 1991). Cuan-
do los animales hacen una búsqueda general, muestran un aumento en 
su actividad locomotora, recorriendo mayores distancias y explorando 
mayor número de lugares. Ciertas trayectorias que los animales siguen 
cuando realizan una búsqueda general son, en algunos casos, rectilí-
neas, otras en zigzag, y otras más en sentido helicoidal (Bell, 1991). Una 
vez que el organismo encuentra una presa, hay un cambio en dichas 
trayectorias, iniciando una búsqueda focal en un lugar específico, carac-
terizada por una disminución en la actividad locomotora y un aumento 
en el número de giros y actividades más finas dirigidas a la fuente de 
alimento (thomas, 1974). también en situaciones con cámaras de con-
dicionamiento se ha observado este tipo de patrón conductual. silva y 
timberlake (2005) encontraron evidencia que ratas en una situación de 
entrega periódica de alimento, inmediatamente después de recibir el 
alimento (encontrar una presa) realizan comportamientos focalizados 
al comedero y sus proximidades, correspondiendo a una búsqueda focal 
para la obtención de alimento. Conforme transcurre el tiempo después 
8. Fuente de alimento es el término que utilizo para referirme al término inglés patch. Esto 
supone que la distribución del alimento en un hábitat no se encuentra totalmente disperso 
sino en pequeños grupos identificables para el animal.
40
Felipe Cabrera
del encuentro con el alimento, entran nuevamente a una fase de bús-
queda general en donde la principal actividad es la locomoción.
desde una perspectiva ecológica en psicología, las fases de bús-
queda general y focal en diferentesetapas de comportamiento, y las 
conductas que en ellas pueden observase, pueden categorizarse como 
pertenecientes a diferentes niveles de anidamiento de conductas y even-
tos referidos a la conducta de alimentación del organismo. El término 
de anidamiento, introducido por gibson (1979), se refiere a la super-
posición de los eventos ecológicos en las mismas regiones espaciales y 
temporales, pudiendo identificar diferentes niveles de anidamiento que 
pueden ser significativos para el organismo (Warren & shaw, 1985).9 
Por ejemplo, el palanqueo que da una rata puede ser medido con cierta 
escala de tiempos entre respuestas, fuerza de palanqueo, topografía, 
etc. supongamos que este palanqueo se da en uno de los componentes 
de un programa concurrente de reforzamiento, que las opciones de res-
puesta están separadas por una distancia considerable, y que además 
se encuentra en una situación de economía cerrada. Entonces, estas 
conductas ejecutadas en una palanca están a su vez insertas en unidades 
mayores, como el tiempo que permanece en determinado lugar (i.e. 
uno de los operandos) que otorga alimento a cierta tasa. Estas conduc-
tas, a su vez, están incluidas en una unidad mayor que corresponde a 
la situación de obtención de alimento en cierto periodo del día. Cada 
uno de estos niveles de anidamiento posee una escala significativa para 
el animal; por ejemplo, el tiempo entre reforzadores obtenidos en una 
fuente de alimento es de una escala menor (tal vez medido en minutos) 
respecto a un periodo de mayor duración que consiste en la disponi-
bilidad o no disponibilidad de alimento en cierto periodo del día (que 
puede ser de algunas horas), además del periodo transcurrido durante 
el traslado a las diferentes fuentes de alimento (que puede ser de algu-
nos segundos). Aunque referidas en segundos, minutos y horas para el 
experimentador, estas duraciones son significativas para el animal con 
respecto a lo que puede hacer durante dichos intervalos.
9. de manera general, el anidamiento hace referencia a una organización jerárquica de eventos 
que se encuentran superpuestos espacial y temporalmente en un arreglo ambiental. Cada 
nivel del anidamiento tiene su propia escala temporal y espacial, siendo significativas estas 
escalas al animal según la actividad en la que se esté desempeñando. Baum (2001, 2004) pro-
pone una descripción del anidamiento desde una perspectiva molar del análisis experimental 
de la conducta.
41
Laberintos, cámaras operantes y conducta de búsqueda de alimento
Con el uso del laberinto con operante libre se propone que las dife-
rencias en las modalidades de búsqueda de alimento descritas por tim-
berlake (2002), y los diferentes niveles de anidamiento de los eventos y 
conductas involucradas en ello (gibson, 1979), pudieran ser medibles 
con mayor precisión si los sujetos tuvieran acceso a mayores áreas que 
permitieran el desplazamiento, como son los pasillos de un laberinto, y 
a diversas fuentes de alimento, como las diversas metas de un laberinto 
radial, dado que la estructura del ambiente facilitaría ese tipo de com-
portamiento (Cabrera & Maciel, en preparación).
Como puede verse, hay un engranaje evidente entre el tipo de so-
porte conductual ofrecido por los diversos ambientes y los eventos que 
en éstos ocurren (gibson, 1979), con las modalidades de búsqueda y 
obtención de alimento descritos por Timberlake (2001; 2002). Muchas 
de las diferencias entre las tradiciones laberínticas y operantes que se 
enumeran en la tabla 1, y que son enfatizadas por Mellgren y olson 
(1985), pueden replantearse según un enfoque ecológico en el análisis 
del comportamiento (Gibson, 1979; Warren & Shaw, 1985), en términos 
de diferencias conductuales y de medición, dependiendo del soporte 
conductual que ofrece el ambiente experimental y respecto a los dife-
rentes niveles de anidamiento en relación a un contexto de búsqueda 
de alimento.
Consideraciones finales
Como se había comentado, la introducción del laberinto radial cons-
tituyó una situación atípica en la tradición de los laberintos, dado que 
el sujeto puede realizar diversas elecciones y obtener bastantes piezas 
de alimento en un mismo ensayo. Ello permite estudiar de manera más 
continua algunas conductas que suelen ser separadas por ensayos, por 
ejemplo, transiciones de elección, velocidad de recorrido, tiempo entre 
elecciones, etcétera.
Cabe señalar que para evaluar la generalidad de algunos hallazgos 
descritos y variables ecológicas asociadas, se ha optado por estudiar, 
además de la rata albina (Rattus novergicus), al hámster dorado (Meso-
cricetus aratus) (Cabrera, 2008, en revisión). Una razón para utilizar al 
hámster es que tiene la característica de que, en situaciones de búsque-
da de alimento, a pesar de estar bajo regímenes de privación, al obtener 
el alimento no lo ingieren inmediatamente, sino que lo almacenan en 
42
Felipe Cabrera
sus prominentes cachetes, lo transportan a su nido y después de un pe-
riodo es que lo ingieren (Silverman & Zucker, 1976; Wong, 1984; Wong 
& jones, 1985). Esta característica es de relevancia ya que impone dife-
rencias en la motivación para la obtención de alimento, pues el hámster, 
aun sin estar privado de alimento, cuando no tiene suficiente comida 
almacenada en su nido, muestra la tendencia a buscar alimento (Vader 
Wall, 1990). Esto puede tener un impacto en la relevancia ecológica de 
algunos de los hallazgos descritos.
Para finalizar, se puede afirmar que existe un gran cuerpo de cono-
cimiento en el estudio del comportamiento animal que se ha logrado a 
partir de la tradición de los laberintos y de las cámaras operantes. Mu-
chos de sus intereses han convergido con los de la ecología conductual 
(e.g. Bell, 1991; Stephens & Krebs, 1986; Stephens, Brown & Ydenberg, 
2007), dado el énfasis en la validez ecológica de sus hallazgos y proce-
dimientos experimentales (Baum, 1983, 1987; Timberlake, 1984, 2001). 
se considera, por tanto, que las aserciones desde la aproximación eco-
lógica para estudio del comportamiento (gibson, 1979), son capaces de 
explicar gran parte de los hallazgos en la psicología del comportamiento 
animal. Aunque esta aproximación teórica ha formulado muchos de sus 
principios a partir de la observación animal (Flynn & stoffregen, 1998), 
la mayoría de su desarrollo actual ha sido conducido en el ámbito del 
comportamiento humano (por ejemplo Chemero, Klein & Cordeiro, 
2003; Richardson, Marsh & Baron, 2007; Spivey, 2007; Warren & Shaw, 
1985). Es por ello que en este documento se subraya la aproximación 
ecológica para el estudio del comportamiento animal (véase johnston 
& Pietrewicz, 1985), en particular respecto al comportamiento de bús-
queda y obtención de alimento. se considera que al diseñar los aparatos 
y procedimientos experimentales se está diseñando gran parte de las 
conductas a observar (timberlake, 2002), por lo que en el caso del labe-
rinto con operante libre, la información experimental sobre la conduc-
ta apetitiva en animales permite analizar de manera precisa conductas 
referidas tanto a la búsqueda como a la obtención de alimento en una 
misma situación experimental.
43
Laberintos, cámaras operantes y conducta de búsqueda de alimento
Referencias
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Aparicio, C. F. & Cabrera, F. (2001). Choice with multiple alternatives: the 
barrier choice paradigm. Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, 27, 
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Aparicio, C. F. & Baum, W. M. (1997). Comparing locomotion with lever-press 
travel in an operant simulation of foraging. Journal of the Experimental 
Analysis of Behavior, 68, 177-192.
Aparicio, C. F. & Velasco, F. j. (2003). El paradigma de elección con barrera: 
Evaluación del haloperidol con ocho alternativas de respuesta y dos requi-
sitos de traslado. universitas Psychologica, 2, 109-135.
Baum, W. M. (1974a). Choice in free ranging wild pigeons.

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