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Radioactividad y Desintegración Nuclear La radioactividad es un fenómeno natural en el que ciertos núcleos atómicos inestables emiten partículas o radiación electromagnética, lo que conlleva una transformación en su composición. Este proceso se conoce como desintegración nuclear y es fundamental en la física nuclear y la química nuclear. Tipos de Radiación: La radiación emitida por núcleos radiactivos puede ser de tres tipos principales: Alfa (α): Está compuesta por partículas alfa, que consisten en dos protones y dos neutrones. Debido a su gran masa y carga, las partículas alfa tienen un alcance limitado y pueden ser detenidas por una hoja de papel o la piel humana. Sin embargo, si se ingieren o inhalan, pueden ser peligrosas. Beta (β): Las partículas beta son electrones (β-) o positrones (β+). Tienen una carga eléctrica y una masa menor que las partículas alfa. Pueden penetrar más en la materia y requerirían un material más denso, como el vidrio o el plástico, para detenerlas. Gama (γ): La radiación gamma es radiación electromagnética de alta energía, similar a los rayos X. Pueden atravesar la mayoría de los materiales y requieren materiales densos como el plomo o el hormigón para ser bloqueados. Desintegración Nuclear: La desintegración nuclear sigue una ley de decaimiento exponencial, lo que significa que la cantidad de núcleos radiactivos disminuye con el tiempo de una manera predecible. La actividad radiactiva se mide en becquerelios (Bq), que representan la cantidad de núcleos que se desintegran por segundo. La radioactividad tiene importantes aplicaciones en la medicina, como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la radioterapia para el tratamiento del cáncer. También se utiliza en datación radiométrica para determinar la edad de objetos arqueológicos y geológicos.
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