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1 Nefrología y urología (330)

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BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y GERARDO ALFONSO MÁRQUEZ SÁNCHEZ
quedando una cavidad quística intermedia que 
puede drenar intermitentemente en vejiga o a 
través del ombligo. Son más frecuentes en adul-
tos que en lactantes. Cuando el quiste adquiere el 
tamaño suficiente se palpa una masa hipogástrica 
cerca de la vejiga o aparece en una ecografía prac-
ticada por otro motivo [2].
El diagnóstico certero es mediante ecografía, 
aunque si hay infección masiva, que puede llevar a 
peritonitis en caso de ruptura [15], o presentación 
difícil, la TC está indicada. El tratamiento consiste 
en la extirpación local del uraco [2].
El divertículo del uraco
Se produce cuando la porción del uraco próxi-
ma a la vejiga permanece permeable, acompaña-
do de una obstrucción infravesical, formándose 
una herniación de la mucosa vesical entre defec-
tos de las fibras de músculo liso de la vejiga (Fi-
gura 1) [2].
Figura 1. Cistoscopia en varón de 38 años con diver-
tículo de uraco. Se observa la burbuja de aire en el in-
terior del divertículo uracal (Fuente: archivo personal 
de la Dra. María Fernanda Lorenzo Gómez. Uróloga 
en Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. 
Salamanca 37007, España).
Tratamiento
Se individualizará. De esta forma, en los di-
vertículos congénitos pequeños y asintomáticos 
de hallazgo incidental, se adopta una conducta 
de observación regular, mientras que en aquellos 
divertículos adquiridos se debe en primer lugar 
eliminar la causa de obstrucción distal y poste-
riormente se realiza la resección diverticular tra-
dicionalmente hecha vía intravesical [2].
1.5. Uretra
Las más importantes son las siguientes:
Hipospadias
Se define como la detención del desarrollo de 
la uretra anterior (sexual), por una inadecuada 
androgenización, y en la que el meato uretral se 
abre en cualquier punto de la cara ventral o infe-
rior del pene, entre el periné y el glande. A este 
defecto congénito uretral se unen los siguientes 
elementos peneanos [17]:
– Curvatura ventral del pene («corda»).
– Anomalía del prepucio que es redundante en 
la cara dorsal y deficiente en la parte ventral 
(falta de unión de los repliegues ectodérmi-
cos).
- Meato uretral anómalo por hipoplasia de este 
(falta de cuerpo esponjoso) y frecuente este-
nosis.
El hipospadias es la anomalía uretral más fre-
cuente y puede, dependiendo de su grado, alcan-
zar 16,8 /10 000 varones [18]. Aumento del 7% 
de la incidencia en caso de hermanos [17].
Embriológicamente el defecto se debe al de-
fecto en la tubulización del surco o placa uretral, 
que procede del seno urogenital (endodermo) y 
que se produce a partir de la 11 semana bajo la 
acción de la testosterona fetal. La uretra glandu-
lar o balánica tiene una independencia de este 
desarrollo ya que se forma de una invaginación 
epitelial (ectodermo, epitelio escamoso estratifi-
cado) que se tubuliza y se une al resto de la uretra. 
La falta de unión entre la uretra glandular y la 
uretra anterior origina la forma de hipospadias 
más frecuente: hipospadias balánico [17].
Por lo tanto, en la formación de un hipospa-
dias pueden darse las siguientes alteraciones em-
briológicas [17]:
– Fallo en la tubulización uretral apareciendo el 
meato ectópico en cualquier lugar de la cara 
ventral del pene, del escroto o del periné.
– Fallo en la unión de la uretra glandular con la 
peneana.

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