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1 Nefrología y urología (340)

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BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Y GERARDO ALFONSO MÁRQUEZ SÁNCHEZ
– Adecuada movilización del testículo y del cor-
dón espermático.
– Reparación de la hernia asociada.
– Creación de una bolsa superficial (dartos) 
dentro del hemiescroto y fijación del testículo.
En el caso de que el testículo sea palpable la in-
cisión debe abordar en más o menos extensión el 
conducto inguinal entre ambos anillos inguinales 
para realizar la liberación del cordón espermático 
separándolo del peritoneo y cerrar el saco de una 
hernia inguinal indirecta cuando esta existe. Si el 
testículo no es palpable la exploración quirúrgica 
puede ampliarse al espacio retroperitoneal o a la 
cavidad abdominal [18, 29, 30].
En ocasiones es necesario practicar la orqui-
dopexia en etapas con sección vascular (Bevan 
1899 y Fowler y Stephens 1959). La ligadura de 
la arteria espermática interna permitiría el aporte 
vascular correcto al testículo a través de la arte-
ria deferencial y arterias cremastéricas al mismo 
tiempo que permite obtener longitud adicional 
para la movilización testicular [30].
3.5. Otras anomalías testiculares
– La agenesia testicular es la ausencia congé-
nita de uno (monorquia) o de los dos testículos 
(anorquia) [30].
– Poliorquia. Es la presencia de un tercer tes-
tículo y se debe a una división de la cresta gona-
dal durante el estadio indiferente. El diagnóstico 
diferencial hay que hacerlo con los tumores para 
testiculares (lipomas y liposarcomas de cordón 
espermático) [30].
– Sinorquia, consiste en la fusión de ambos 
testículos en posición extraescrotal. Apenas se 
han publicado 20 casos y se asocian a otras mal-
formaciones congénitas como las sínfisis renales, 
la agenesia renal y malformaciones óseas y neuro-
lógicas [29, 30].
3.6. Patología del conducto peritoneo-va-
ginal
La mayoría de las hernias e hidroceles de la 
infancia proceden de una anomalía de la oblitera-
ción del conducto peritoneovaginal [30].
Los testículos aparecen inicialmente en el 
abdomen para alcanzar la bolsa escrotal en el 
último trimestre del embarazo. En el descenso 
arrastran un repliegue peritoneal, por el que se 
rodean, y que en un futuro constituirá la vagi-
nal testicular. Por lo tanto, existe una comunica-
ción directa entre la cavidad vaginal testicular y 
la cavidad peritoneal constituyendo el conducto 
peritoneovaginal el cual se cerrará desde el anillo 
inguinal interno hasta el escroto alto poco des-
pués del nacimiento. Obliterado este conducto 
se forma una cavidad virtual en el escroto ro-
deando al testículo y parte del epidídimo: la ca-
vidad vaginal [30-33].
La anormal persistencia del conducto perito-
neo-vaginal determina, según el grado y el tipo de 
comunicación, la aparición de cuatro situaciones:
– Hernia inguinal. Suelen ser indirectas y 
completas es decir el saco herniario llega al es-
croto y puede contener asas de intestino delgado, 
omento, vejiga y estructuras genitales. Deben re-
pararse precozmente para evitar complicaciones 
como la estrangulación o el daño testicular por 
compresión [29].
– Hidrocele comunicante, hidrocele simple y 
quiste de cordón. Lo más frecuente es el hidro-
cele comunicante (6% de los varones nacidos a 
término). En el 80% de los casos se resolverá es-
pontáneamente por lo que la actitud debe de ser 
conservadora [34].
3.7. Anomalías congénitas de conductos 
deferentes, epidídimos y vesículas semi-
nales
Alrededor de la 7ª semana de la embriogéne-
sis ureteral se separa del conducto de Wolff. Si 
la alteración se produce antes de este momento 
las anomalías congénitas genitales se asociarán 
a anomalías congénitas renoureterales (agenesia, 
displasias) [35].
Podemos encontrar las siguientes 
circunstancias:
Anomalías de los conductos deferentes
– Ausencia bilateral: 1-2% de los varones 
infértiles. Puede asociarse a anomalías renoure-
terales (14-21%). Las vesículas seminales están 
presentes en la mitad de los pacientes [35].
– Ausencia unilateral: Muy poco frecuente 
(0,06-1%). Es la anomalía más frecuente de los 
deferentes. Habitualmente se asocia a agenesia de 
la vesícula seminal correspondiente [35].

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