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Programando la salud 
de la madre y el feto
Coordinadores:
Juan Luis Delgado Marín
María de la Calle Fernández-Miranda
Anna Suy Franch
NUTRICIÓN Y 
EMBARAZO
Programando la salud 
de la madre y el feto
NUTRICIÓN Y 
EMBARAZO
Coordinadores:
Juan Luis Delgado Marín
María de la Calle Fernández-Miranda
Anna Suy Franch
Programando la salud 
de la madre y el feto
NUTRICIÓN Y 
EMBARAZO
Coordinadores:
Juan Luis Delgado Marín
María de la Calle Fernández-Miranda
Anna Suy Franch
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, almacenada o transmitida en cualquier forma ni por cualquier 
procedimiento electrónico, mecánico, de fotocopia, de registro o de otro tipo, sin la autorización del titular del Copyright
© S.E.G.O
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) 
Paseo de la Habana, 190 bajo. 
28036, Madrid. 
Tel. 913 509 816; Fax. 913 509 818 
E-mail: sego@sego.es
Fecha de publicación: Mayo 2018 
Publicación gratuita
www.sego.es
ISBN: 978-84-09-02145-1
Depósito Legal: M-16098-2018 
1002372 LibroNutriciónSEGO2018
V
ÍNDICE DE AUTORES
Onica Armijo Suárez
Facultativa Especialista Adjunta del Servi-
cio de Reproducción Humana, Ginecología 
y Obstetricia. Hospital Universitario La Paz. 
Madrid
Jordi Bellart Alfonso
Consultor. Servicio de Medicina Materno 
Fetal. Hospital Clínic. Barcelona
Ana Bergua Martínez
Pediatra de la Unidad de Nutrición Infantil y 
Enfermedades Metabólicas. Hospital Infantil 
La Paz. Madrid
José Eliseo Blanco Carnero
Jefe de Sección de URMA y Paritorio. Hospi-
tal Clínico Universitario Virgen de la Arrixa-
ca. Murcia
Irene Bretón Lesmes
Médica Adjunta de la Unidad de Nutrición 
Clínica. Servicio de Endocrinología y Nutri-
ción. Hospital General Universitario Grego-
rio Marañón. Madrid. Presidenta de la Socie-
dad Española de Endocrinología y Nutrición
Mercedes Calvo Alemán
Especialista Facultativa de Área. Sección de 
Medicina materno-fetal. Servicio de Obste-
tricia. Hospital Universitario la Paz. Madrid.
Carmen Alicia Cánovas Conesa
Licenciada en Químicas. Unidad de Salud 
Medioambiental Pediátrica (PEHSU Murcia). 
Hospital Clínico Universitario Virgen de La 
Arrixaca. Murcia
Alberto Cárceles Álvarez
Médico de Familia. Master en Salud Pública. 
Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica 
(PEHSU Murcia). Hospital Clínico Universi-
tario Virgen de La Arrixaca. Murcia
Manuel Casellas Caro 
Médico Adjunto, Unidad de Alto Riesgo 
Obstétrico, Sección Medicina Materno-Fe-
tal. Servicio de Obstetricia y Ginecología. 
Hospital Vall d’Hebrón. Barcelona.
Carmina Comas Gabriel 
Jefa de Servicio de Obstetricia. Hospital Uni-
versitario Germans Trias I Pujol. Badalona, 
Barcelona
Silvia Crespo Berros Matrona 
Matrona. Hospital Vall d’Hebron. Barcelona
María De la Calle Fernández-Miranda
Jefa de Sección de Tocología de Alto Riesgo 
y Obstetricia Médica. Servicio de Obstetricia 
y Ginecología. Hospital Universitario La Paz. 
Madrid
Juan Luis Delgado Marín
Jefe de Sección de Obstetricia. Servicio de 
Ginecología y Obstetricia. Hospital Clínico 
Universitario Virgen de la Arrixaca. Mur-
cia. Presidente-Coordinador de la Sección de 
Medicina Perinatal de la Sociedad Española 
de Ginecología y Obstetricia
Vicente José Diago Almela 
Jefe de Sección de Obstetricia. Hospital Uni-
versitario y Politécnico La Fe. Valencia
VI
Inmaculada Duyos Mateo 
Médica Adjunta del Servicio de Obstetricia. 
Hospital Universitario La Paz. Madrid
José Estévez Tesouro 
Facultativo Especialista del Área de Obste-
tricia y Ginecología. Hospital Universitario 
Marqués de Valdecilla. Santander
Antoni Fernández Oliva 
Médico Residente de Ginecología y Obste-
tricia. Hospital Universitario Vall d’Hebrón. 
Barcelona
Pedro Pablo García Luna 
Especialista en Endocrinología y Nutrición. 
Responsable de la Unidad de Nutrición y de 
Obesidad. Hospitales Universitarios Virgen 
del Rocío. Sevilla
Irene García Martínez 
Médica Adjunta de Anestesiología y Reani-
mación, Hospital Universitario Vall d’He-
brón. Barcelona
Itziar García Ruiz 
Médica Adjunta de la Unidad de Alto Riesgo 
Obstétrico, Sección Medicina Materno-Fetal. 
Servicio de Obstetricia y Ginecología. Hospi-
tal Vall d’Hebrón. Barcelona
Irene González Navarro 
Facultativa Especialista de Área de Endocri-
nología y Nutrición Hospital Juan Ramón 
Jiménez. Huelva
M.ª Cruz González Álvarez 
Médica Adjunta del Servicio de Obstetricia. 
Hospital Universitario La Paz. Madrid
Cynthia González Antigüedad 
Servicio de Endocrinología y Nutrición. Hos-
pital General Universitario Gregorio Mara-
ñón. Madrid
María M. Goya Canino 
Médica Adjunta de la Unidad de Alto Riesgo 
Obstétrico, Sección Medicina Materno-Fetal. 
Servicio de Obstetricia y Ginecología. Hospi-
tal Universitario Vall d’Hebrón. Barcelona
Sandra Hernández Aguado 
Especialista Senior. Servei de Medicina Mater-
no Fetal. Hospital Clínic Barcelona. Fetal I+D 
Fetal Medicine Research Center, FRCB. BCNa-
tal. Barcelona Center for Maternal Fetal and 
Neonatal Medicine. Hospital Clínic and Hos-
pital Sant Joan de Déu. Barcelona
Antonio Hernández Martínez
Especialista en Endocrinología y Nutrición. 
Jefe de Servicio de Endocrinología. Hospital 
Clínico Universitario Virgen de La Arrixaca. 
Murcia
Aida Iglesias García 
Especialista en Medicina Familiar y Comu-
nitaria. – EAP Ventanielles (SESPA). Oviedo
Nuria Izquierdo Méndez 
Doctora en Medicina. Unidad de Obstetricia 
del Instituto de Salud de la Mujer. Hospital 
Clínico San Carlos. Madrid
Yolanda Jubete Castañeda 
Jefa de Servicio de Obstetricia y Ginecología. 
Hospital Universitario Marqués de Valdeci-
lla. Santander
Elvira Larqué Daza 
Profesora Titular de Fisiología. Universidad 
de Murcia. Murcia
Susana Manrique Muñoz 
Jefa de Sección de Anestesiología y Reani-
mación. Hospital Vall d’Hebrón. Barcelona
María Soledad Marín Talavera 
Elena Martín Boado 
Adjunta del Servicio de Obstetricia. Hospital 
La Paz. Madrid
Nuria Martínez Sánchez 
Médica Adjunta del Servicio de Obstetricia. 
Hospital La Paz. Madrid
Alicia Martínez Varea 
Médica Adjunta del Servicio de Obstetricia. 
Hospital Universitario y Politécnico La Fe. 
Valencia
VII
Iñigo Melchor Corcóstegui 
Médico Residente de Obstetricia y Ginecolo-
gía. Hospital Universitario Cruces. Barakal-
do, Vizcaya
Juan Carlos Melchor Marcos 
Jefe de Sección de Obstetricia. (UPV/EHU). 
Hospital Universitario Cruces. Barakaldo, 
Vizcaya
Manel Mendoza Cobaleda 
Médico Adjunto de Ginecología y Obstetri-
cia. Hospital Universitario Vall d’Hebrón. 
Barcelona
Ana Moráis López 
Pediatra de la Unidad de Nutrición Infantil 
y Enfermedades Metabólicas del Hospital 
Infantil La Paz. Madrid
Xus Murciano López 
Nutricionista. Hospital Universitari Dexeus. 
Barcelona
Concepción Nieto Magro 
Doctora en Medicina. Especialista en Medi-
cina Nuclear. Madrid
Laura Nogué Garrigoles 
Médica Interna Residente en Ginecología 
y Obstetricia. Hospital Clínic Barcelona. 
BCNatal. Barcelona Center for Maternal 
Fetal and Neonatal Medicine. Hospital Clínic 
and Hospital Sant Joan de Déu. Barcelona
Juan Antonio Ortega García 
Especialista en Pediatría. Responsable de La 
Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica 
(PEHSU Murcia). Coordinador Comité Salud 
Medioambiental de La Asociación Española 
de Pediatría. Hospital Clínico Universitario 
Virgen de La Arrixaca. Murcia
María Palma Santisteban 
Licenciada en Farmacia y Nutrición. Madrid
Susana Pérez Pérez 
Enfermera Especialista en Enfermería Obs-
tétrico-Ginecológica. ASSIR, Consorci Sani-
tari de L’Anoia - Cap Igualada. Barcelona
Paloma Portillo Ortega 
Médica de Endocrinología y Nutrición. 
Mª Teresa Prieto Sánchez 
Médica Especialista en Ginecología y Obste-
tricia. Murcia
Júlia Roca Obradors 
Médica Residente de Obstetricia y Ginecolo-
gía. Hospital Clínic de Barcelona. Barcelona
Alberto Rodríguez Melcón 
Jefe de Sección de Obstetricia Clínica del 
Servicio de Obstetricia. Hospital Universitari 
Dexeus. Barcelona
José Juan Rodríguez Solano 
Doctor en Medicina. Facultativo Especialis-ta en Psiquiatría. Hospital La Paz, Centro de 
Salud Mental de Tetuán. Madrid
Estefanía Ruipérez Pacheco 
Doctora en Medicina. Facultativa Especialis-
ta de Área. Unidad de Obstetricia del Insti-
tuto de Salud de La Mujer. Hospital Clínico 
San Carlos. Madrid
Isabel Salgado Poveda 
Matrona. Supervisora de Sala de Partos. 
Hospital Materno Infantil Vall d’Hebrón. 
Barcelona
M.ª Ángeles Sánchez Duran 
Médica Adjunta. Unidad de Diagnóstico Pre-
natal. Sección de Medicina Fetal. Servicio de 
Obstetricia y Ginecología. Hospital Univer-
sitario Vall d’Hebrón. Barcelona
Manuel Santos Pérez 
Enfermero Especialista en Enfermería Obs-
tétrico-Ginecológica. Centro de Salud La Pla-
ta. Madrid
Elena Saura Guillén 
Médica de Endocrinología y Nutrición. Hos-
pital Universitario Vall d’Hebrón. Barcelona
Berta Serrano Sánchez 
Médica Interna Residente. Unidad de Diag-
nóstico Prenatal. Sección de Medicina Fetal. 
Servicio de Obstetricia y Ginecología. Hos-
pital Universitario Vall d’Hebrón. Barcelona
VIII
Anna Suy Franch
Jefa de Sección de Obstetricia. Servicio de 
Obstetricia. Hospital Universitario Vall 
d’Hebrón. Barcelona
Mireia Vargas Buján 
Médica Adjunta. Unidad de Alto Riesgo Obs-
tétrico. Sección de Medicina Materno-Fetal. 
Servicio de Obstetricia y Ginecología. Hospi-
tal Vall d’Hebrón. Barcelona
Inés Velasco López 
Facultativa Especialista de Área de Obste-
tricia y Ginecología. Hospital de Riotinto. 
Huelva
IX
PRÓLOGO
Solo desde la perspectiva de alguien que trabaja todos los días atendiendo gestantes se puede 
entender la importancia de textos como el que estamos presentando. Todos sabemos que ya 
en la primera visita de la gestación siempre se nos plantean diversas cuestiones acerca de la 
alimentación más adecuada para este proceso que apenas está comenzando. 
Es cierto que entre la población general cada vez más se impone el concepto de que un 
estado de salud óptimo en el momento de la concepción tiene más probabilidades de que la 
mujer pueda tener un embarazo exitoso con un hijo sano. La facilidad de acceso a los medios 
de comunicación y redes sociales hace que cada vez surja un mayor número de preguntas, 
muchas de ellas variopintas, que nos enfrentan en nuestra práctica clínica a un examen diario 
acerca de la nutrición en el embarazo y su repercusión sobre la criatura y la propia madre.
Por todo ello, de la sensibilización creciente ante estas cuestiones, nace el proyecto de crear 
un documento por parte de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), donde 
los diversos actores implicados en los cuidados de la mujer gestante y del feto puedan ofrecer 
un cuerpo de conocimiento sobre este campo. Así, hemos hecho partícipes de este proyecto 
editorial a distintos especialistas que pudieran abordar este tema de forma multidisciplinaria. 
De esta forma, no solo obstetras, sino también endocrinólogos, pediatras, médicos de familia, 
matronas e investigadores clínicos especializados en nutrición forman parte del elenco de 
autores de este libro SEGO.
El rationale original partía del compromiso de huir del concepto de tratado clásico, buscan-
do un manual práctico, donde de forma breve y concisa se pudieran abordar multitud de 
cuestiones acerca de la nutrición en el embarazo, pero también en el parto y el puerperio. 
Por ello, hemos preferido hacer breves capítulos, algunos de ellos dedicados únicamente a 
un micronutriente fundamental concreto, con el fin de simplificar su consulta y seleccionar 
el especialista más adecuado para cada tema.
Hay diversos aspectos que, a nuestro criterio, hacen innovador este libro SEGO “Nutrición 
y embarazo. Programando la salud de la madre y el feto”:
 » En primer lugar, remarcado así por el subtítulo del libro, hacer ver que la calidad de la 
nutrición en la gestación va a intervenir en el desarrollo óptimo fetal, a partir del fenó-
meno conocido como “programación fetal”. Hoy día somos cada vez más conscientes que 
acciones y conductas asumidas durante el embarazo van a tener influencia, no solo en la 
salud del recién nacido, sino en la salud de este en la vida adulta. Hacer entrar al lector en 
X
este mundo desde las evidencias obtenidas por la investigación básica y clínica, huyendo 
de la publicidad fácil sobre algunos nutrientes, ha sido uno de nuestro principales retos.
 » Por otra parte, hemos introducido sucintamente un nuevo concepto, al que todos nos 
hemos referido alguna vez de forma simplista, pero con un impacto trascendente en la 
salud: el período periconcepcional. Nos hemos referido a este período en nuestras reivin-
dicaciones para conseguir consultas específicas previas a la gestación. Hacemos diversas 
recomendaciones, pero en el fuero interno de muchos este tiempo está limitado a unas 
pocas semanas antes del embarazo, sin llegar a trascender que probablemente sea uno de 
los momentos más críticos del desarrollo humano, aunque sea previo al inicio de la vida.
En realidad, solo podemos identificar un período previo a la concepción cuando esta se ha 
producido y la mujer ha quedado embarazada. Esta es la razón por la que recientes publi-
caciones plantean la posibilidad de establecer tres nuevas perspectivas cronológicamente 
distintas que se relacionan con el desarrollo embrionario o apuntan a intervenciones a nivel 
individual o de población. 
 » Desde un punto de vista biológico, un período crítico abarca las semanas alrededor de 
la concepción, cuando los gametos maduran se produce la fecundación y se forma el 
embrión en desarrollo. Estos eventos son los más sensibles a los factores ambientales, 
como la disponibilidad de macronutrientes y micronutrientes, o la exposición al tabaco, 
alcohol, drogas u otros teratógenos. Para la prevención de defectos del tubo neural (DTN), 
se requiere un mínimo de 4-6 semanas de suplementación de ácido fólico para alcanzar 
las concentraciones adecuadas antes de que la formación del sistema nervioso comience 
3 semanas después de la concepción.
 » En relación con el individuo, el período de preconcepción comienza cuando una mujer 
o pareja decide que quiere tener un bebé, porque se desconoce el momento de la concep-
ción. Dado que alrededor de un tercio de las parejas fértiles que tienen relaciones sexuales 
con normalidad concebirán en el plazo de un mes, la optimización de la nutrición, incluida 
la administración de suplementos de ciertos micronutrientes, debería coincidir con la 
decisión de quedar embarazada. 
 » En relación a los resultados de salud, el período de preconcepción podría reflejar el tiempo 
requerido por los individuos para lograr estos resultados en la preparación para el emba-
razo, tales como 6 o más meses para alcanzar un índice de masa corporal (IMC) saludable. 
La motivación materna para mejorar la salud en esta etapa puede ser fuerte. Desde el 
punto de vista de la salud pública, el período de preconcepción puede relacionarse con 
una fase delicada del curso de la vida, como lo es la adolescencia, cuando las conductas 
de salud que afectan a la dieta, el ejercicio y la obesidad, junto con el tabaquismo y la 
bebida, se establecen antes del primer embarazo.
De esta manera, y dada la complejidad que supone procurar un desarrollo óptimo fetal y 
favorecer la salud materna, hemos de promover los hábitos de vida saludables en nuestras 
pacientes y sus parejas, sin limitarnos exclusivamente a espacios temporales determinados 
por criterios no siempre objetivos.
Las páginas de este libro están impregnadas de esta cultura de promoción de salud, de 
bienestar materno-fetal, de favorecer una vida plena en nuestros hijos, desde el primer ins-
XI
tante en que deseamos que formen parte de nuestra existencia. Por todo ello, la asunción 
de estos hábitos de vida saludables, como una adecuada nutrición en estas etapas críticas de 
la vida de la mujer, promoverá la salud futura de nuestra descendencia, uno de los mayores 
legados que podremos dejarles y al que queremos contribuir los distintos autores de este 
libro SEGO.
No quisiera acabareste prólogo sin agradecer a todos los autores y coordinadores del texto 
su profesionalidad, buen hacer y amor a su profesión demostradas en la redacción de los 
distintos capítulos. Este agradecimiento es especial para Lorena Fernández Panduro por su 
celo en la edición, maquetación y corrección de los textos.
Juan Luis Delgado Marín
Presidente-Coordinador de la Sección de Medicina Perinatal de la SEGO
1. Stephenson J, Heslehurst N, Hall J, Schoenaker DAJM, Hutchinson J, Cade JE, Poston L, Barrett G, Crozier SR, Barker 
M, Kumaran K, Yajnik CS, Baird J, Mishra GD. Before the beginning: Nutrition and lifestyle in the preconception period 
and its importance for future health. Lancet. 2018;5;391(10132):1830-41.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
XIII
ÍNDICE
1. LA DIETA PRECONCEPCIONAL
1.a. Comenzar el embarazo con un peso adecuado ....................................................................................................................................................................3
1.b. Eliminando la exposición a drogas legales e ilegales .........................................................................................................................................7
1.c. Desbancar algunos mitos: gluten, lactosa, antioxidantes, maca y 
“otros superalimentos” .........................................................................................................................................................................................................................................................................................15
1.d. Influencia de la nutrición en el ovocito y el embrión ...................................................................................................................................21
1.e. Razones para suplementar con ácido fólico y otros micronutrientes ............................................................27
2. LA NUTRICIÓN DURANTE EL EMBARAZO
2.a. Ganancia de peso adecuada en el embarazo ..........................................................................................................................................................................35
2.b. La dieta más adecuada en el embarazo (comida y bebida) ..............................................................................................................41
3. MICRONUTRIENTES EN EL EMBARAZO
3.a. Acido fólico ...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................51
3.b. Hierro ..................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................53
3.c. Yodo.........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................57
3.d. Calcio .....................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................61
3.e. Vitamina D ...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................65
3.f. Ácidos grasos de cadena larga omega 3 ............................................................................................................................................................................................69
3.g. Otros micronutrientes (antioxidantes, colina, arginina) ......................................................................................................................73
4. DESVIACIONES DE LA NUTRICIÓN HABITUAL
4.a. Caprichos y antojos ......................................................................................................................................................................................................................................................................................79
4.b. Ascos......................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................83
4.c. Conductas anormales de la alimentación......................................................................................................................................................................................87
5. LOS ALIMENTOS COMO TERAPIA DE PROBLEMAS HABITUALES
5.a. Náuseas y vómitos ..........................................................................................................................................................................................................................................................................................95
5.b. Pirosis .............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................101
5.c. Insomnio ................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................105
5.d. Hemorroides y estreñimiento ...................................................................................................................................................................................................................................109
5.e. Calambres.............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................115
XIV
6. NUTRICIÓN EN LOS EMBARAZOS DE ALTO RIESGO
6.a. Nutrición en gestaciones múltiples .............................................................................................................................................................................................................121
6.b. Diabetes y embarazo ...........................................................................................................................................................................................................................................................................127
6.c. Obesidad y embarazo ........................................................................................................................................................................................................................................................................133
6.d. Cirugía bariátrica ..........................................................................................................................................................................................................................................................................................1396.e. Enfermedad inflamatoria intestinal .....................................................................................................................................................................................................145
7. NUTRICIÓN EN SITUACIONES ESPECIALES
7.a. Gestantes con trastornos de la alimentación...................................................................................................................................................................155
7.b. Vegetarianas y veganas .............................................................................................................................................................................................................................................................163
7.c. Intolerancias alimentarias (gluten, lactosa, proteínas...) .................................................................................................................169
8. HOT TOPICS
8.a. Infecciones causadas por alimentos ..............................................................................................................................................................................................................77
8.b. Toxicidad por metilmercurio y efectos en el embarazo .....................................................................................................................181
9. LA NUTRICIÓN TRAS EL PARTO
9.a. Comer y beber durante el parto ..........................................................................................................................................................................................................................187
9.b. La dieta más adecuada tras el parto ...........................................................................................................................................................................................................191
9.c. Reposición de vitaminas y minerales ....................................................................................................................................................................................................195
9.d. Abordaje de problemas comunes: fatiga, pérdida de pelo… ....................................................................................................197
9.e. La recuperación del peso después del parto ......................................................................................................................................................................201
10. NUTRICIÓN EN EL PERIODO DE LACTANCIA
10.a. La influencia de la nutrición en la depresión perinatal ................................................................................................................207
10.b. La leche materna: lo mejor para el recién nacido ............................................................................................................................................211
10.c. La dieta adecuada durante la lactancia .........................................................................................................................................................................................219
10.d. La influencia de la dieta materna en los problemas del niño: cólicos ....................................................225
10.e. Otras cuestiones ..........................................................................................................................................................................................................................................................................................229
 ÍNDICE
LA DIETA PRECONCEPCIONAL
1
MÓDULO
1.a. Comenzar el embarazo con un 
peso adecuado
1.b. Eliminando la exposición a drogas 
legales e ilegales 
1.c. Desbancar algunos mitos: gluten, 
lactosa, antioxidantes, maca y 
“otros superalimentos”
1.d. Influencia de la nutrición en el 
ovocito y el embrión
1.e. Razones para suplementar 
con ácido fólico y otros 
micronutrientes
CAPÍTULO
1.a
M. M. Goya Canino y M. Vargas Buján
COMENZAR EL EMBARAZO CON UN 
PESO ADECUADO
INTRODUCCIÓN
El peso materno pregestacional, el índice 
de masa corporal (IMC), el patrón de ganan-
cia de peso gestacional y la ganancia total de 
peso gestacional son factores determinantes 
del peso al nacer del recién nacido, de su talla 
y de su adiposidad. Tanto el peso al nacer 
como la adiposidad son importantes ya que 
tienen gran impacto en la morbilidad y mor-
talidad neonatal, y además afectan al peso 
en edad adulta y a la salud a largo plazo (1).
Así, por ejemplo, un bajo o alto peso al 
nacer puede afectar riesgos futuros de este 
recién nacido para desarrollar diabetes, 
hipertensión y enfermedad cardiovascular. 
La ganancia de peso gestacional también 
impacta en la madre, de manera que un 
incremento excesivo de peso gestacional 
incrementa el riesgo de retención de peso 
posparto, que a su vez incrementa el riesgo 
de convertirse en obesa o empeorar su grado 
de obesidad. 
Se debe determinar el IMC preconcepcio-
nal y el IMC en la primera visita prenatal. 
El peso materno ideal es aquel que oscila 
entre un IMC de 18,5-24,9%. Un IMC entre 
24,9%-29,9% será considerado como sobre-
peso y un IMC superior o igual a 30, se con-
siderará obesidad. Esta información servirá 
de guía para realizar las recomendaciones 
de dieta, ejercicio, ganancia/pérdida de peso 
antes, durante y después del embarazo (2). 
Las mujeres deben automonitorizarse la 
ganancia de peso, asimismo se debe realizar 
la monitorización de peso en la consulta, de 
manera que un peso inadecuado o excesivo 
pueda identificarse precozmente y estable-
cer intervenciones que puedan mejorar ese 
peso. Estas medidas podrían incluir el acceso 
a comida más saludable, el cambio de dieta y 
el incremento de la actividad física e incluso 
visitas frecuentes a enfermería especializa-
da a nutricionistas. 
MUJER CON NORMOPESO 
PREGESTACIONAL
En 2015, la prevalencia en Estados Unidos 
de peso normal pregestacional fue del 45% (3). 
Una mujer con IMC en rango normal debe 
ser educada acerca de la nutrición, el ejer-
cicio físico y la ganancia apropiada de peso 
durante el embarazo. Puede ser muy útil 
explicarle a las pacientes que el aporte caló-
rico no necesita incrementarse en la etapa 
precoz de la gestación, así como explicar 
que la ganancia de peso mensual en el pri-
mer trimestre debe ser mínima (0,5-1,5 kg). 
Por último, en la segunda etapa del emba-
razo, las mujeres deben saber que la inges-
ta calórica se incrementa, pero solamente 
300 calorías al día para conseguir una 
ganancia de 0,5 kg a la semana. 
En la etapa postpato, se debe aconsejar 
a las pacientes con normopeso durante la 
gestación, que mantengan el peso normal 
posparto, ya que el incremento excesivo de 
peso entre el primer y segundo hijo aumen-
ta el riesgo de eventos adversos durante la 
siguiente gestación.
MUJER CON SOBREPESO U OBESIDAD
En EEUU, un 50% de las mujeres tienen 
sobrepeso o están obesas antes de la gesta-
ción (3). Datos de la encuesta de National 
Health and Nutrition Examination Survey 
3
1. LA DIETA PRECONCEPCIONAL
4
(NHANES) realizada en EEUU en 2009-
2010, muestran que el 31,9% de las mujeres 
en edad reproductiva (20-39 años) son obe-
sas (IMC > 30); con una prevalencia mayor 
en las mujeres negras no hispanas (56,2%). 
El consejo preconcepcional debe incluir 
información acerca de los riesgos de la obesi-
dad para la madre, para el embarazo y para el 
recién nacido, así como el soporte para la pér-
dida de peso, incluyendo información acerca 
de la dieta, ejercicio, programas de pérdida de 
peso y remitir al especialista en pérdida de 
peso para discutir opciones como modifica-
ción de hábitos, fármacos o cirugía bariátrica, 
si fuera necesario. La pérdida de peso entre 
embarazos mejora los resultados obstétricos. 
Entre las complicaciones obstétricas se 
incluyen las siguientes: a) maternas (com-
plicaciones médicas: diabetes gestacional,hipertensión inducida por el embarazo, 
tromboembolismo, aumento de tasa de 
cesáreas, complicaciones quirúrgicas-anes-
tésicas, ...). b) Fetales (malformaciones fetales 
y/o mayor dificultad para el diagnóstico de 
las mismas, fetos grandes para edad gesta-
cional, macrosomía, traumatismo obstétrico, 
obesidad infantil-adulta, ...).
La dieta y el ejercicio ayudan a prevenir 
la ganancia excesiva de peso (4). Diferen-
tes revisiones sistemáticas y meta-análisis 
han analizado el efecto de una intervención 
antenatal (consejo sobre dieta, actividad 
física, y óptima ganancia de peso) para la 
prevención de la misma. Aunque algunos 
de estos estudios han encontrado que estas 
intervenciones disminuyen significativa-
mente la ganancia de peso, no se ha podido 
demostrar una reducción en las complicacio-
nes maternas o fetales, probablemente debi-
do al tamaño muestral y diseño de algunos 
de ellos (5).
La metformina se utiliza en gestantes con 
diabetes gestacional para reducir la ganan-
cia de peso y controlar la hiperglucemia, con 
evidencia de mejora en los resultados mater-
no-fetales, especialmente la macrosomía fetal. 
Sin embargo, en el caso de las mujeres obesas 
no diabéticas, la metformina no ha demostra-
do una reducción en los efectos neonatales, 
aunque en algunos estudios si ha reducido 
la ganancia de peso materna y el riesgo de 
preeclampsia. Con los datos disponibles en la 
actualidad, la metformina solo debe recomen-
darse en mujeres diabéticas, para el grupo de 
mujeres con sobrepeso u obesidad sin altera-
ciones en el metabolismo de los hidratos de 
carbono, no existe aún suficiente evidencia 
para indicarla. 
En el caso de que la ganancia de peso sea 
inferior a la recomendada, si el crecimiento 
fetal es adecuado, no se debe corregir, ya que 
la ganancia de peso óptima es controvertida 
y algunos estudios han mostrado resultados 
maternos y fetales similares con ganancia de 
peso considerados óptimos e incluso subópti-
mos. De hecho, la ganancia de peso por deba-
jo de las recomendaciones se asocia a una 
reducción de macrosomía, de hipertensión 
gestacional y de intervenciones obstétricas 
(6). Sin embargo, si el crecimiento fetal se ve 
afectado, debe potenciarse la ganancia de peso 
recomendada para el embarazo. 
MUJERES CON BAJO PESO
Un 4% de las mujeres en EEUU están en 
un peso inferior al recomendado antes de la 
concepción (3). Se debe promover la ganan-
cia de peso hasta un IMC normal antes de la 
gestación, evitando así el riesgo de parto pre-
término espontáneo y recién nacido de bajo 
peso que ocasiona este peso infranormal en la 
gestación. En estas pacientes se deben evaluar 
los hábitos nutricionales y cribar posibles des-
órdenes alimentarios. La prevalencia de bajo 
peso antes del embarazo es más alta entre las 
mujeres menores de 20 años.
CONCLUSIONES
Debe promoverse el cribado del IMC en las 
visitas clínicas de rutina para todas las mujeres 
en edad reproductiva, promoviendo el normo 
peso antes del embarazo y abordando tanto el 
bajo peso como la obesidad, para optimizar los 
resultados de salud materna e infantil.
1.a. COMENZAR EL EMBARAZO CON UN PESO ADECUADO
5
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BIBLIOGRAFÍA
CAPÍTULO
7
1.b
J. A. Ortega García y A. Cárceles Álvarez
ELIMINANDO LA EXPOSICIÓN A 
DROGAS LEGALES E ILEGALES
El embarazo es un periodo especialmente 
vulnerable para la madre y para el futuro 
bebé. El efecto de la mayoría de las drogas 
legales e ilegales es amplio y puede afectar 
a multitud de órganos y sistemas. Vamos a 
centrar la importancia de este capítulo en la 
oportunidad para el cerebro en desarrollo si 
somos capaces de construir embarazos más 
saludables libres de drogas. La ganancia de 
peso del cerebro adulto se realiza mayorita-
riamente entre los 7 meses de antes y los 7 
meses de vida tras el nacimiento. El 80% del 
peso cerebral de los individuos se alcanza 
durante este periodo de la vida (Gráfica 1). 
de por vida o bien que aparezca durante su 
etapa adulta (1).
El desarrollo del SN comienza en las pri-
meras semanas de gestación y consiste en 
una serie de procesos que ocurren con una 
secuencia genéticamente programada y 
dependen uno del otro, por lo que la interfe-
rencia en uno de ellos puede también afectar 
a las fases posteriores. Una vez que las neu-
ronas alcanzan sus destinos, forman sinapsis 
y crean complejos circuitos interconectados 
que son modulados y consolidados por los 
mecanismos de apoptosis neuronal. Esta 
actividad continúa a lo largo de la infancia y 
la adolescencia. La secuencia de desarrollo es 
diferente para cada región del SN e incluye 
las siguientes fases: división-proliferación, 
migración, diferenciación, sinaptogénesis, 
apoptosis y mielinización.
En primer lugar debemos comprender la 
especial vulnerabilidad del cerebro en desa-
rrollo durante la etapa intrauterina. Los 
neurotóxicos pueden alterar el desarrollo y 
funciones del SN de manera específica y de 
forma permanente. Unos pocos han sido 
ampliamente estudiados (plomo, mercurio, 
algunas drogas como alcohol, nicotina, cocaí-
na, opiodes), mientras que sobre la mayoría se 
ha efectuado una investigación mínima (2).
VULNERABILIDAD DEL CEREBRO 
EN LA ETAPA INTRAUTERINA A LA 
EXPOSICIÓN A DROGAS
Los efectos producidos por las sustancias 
neurotóxicas dependen de los siguientes fac-
tores: 1) el agente o sus metabolitos activos, 
que logran alcanzar el SN fetal; 2) el timing 
o periodo y duración de la exposición; 3) 
Embarazo Lactancia
Nacimiento%
 d
e 
la
 g
an
an
ci
a 
de
 p
es
o 
ce
re
br
al
1 
2 
3 
4 
5 
6 
-9 -6 -3 6 12 18 24 
Cerebro humano:
edad en meses.
El peso cerebral 
se gana 
especialmente 
entre el 2º 
trimestre de 
embarazo y los 
primeros meses 
de lactancia
Gráfica 1. Porcentaje de la ganancia de peso cerebral.
Cada vez con más frecuencia son diag-
nosticados niños y niñas con trastornos 
del aprendizaje, conducta y desarrollo. A 
diferencia de los adultos, la exposición a 
sustancias químicas neurotóxicas durante 
las ventanas de vulnerabilidad en periodos 
críticos de la organogénesis e histogénesis 
del sistema nervioso (SN) puede hacer que 
tengan una alteración de la función cerebral 
1. LA DIETA PRECONCEPCIONAL
8
distribución de los tóxicos en las distintas 
regiones del SN; 4) la cantidad o concentra-
ción del neurotóxico en el tejido nervioso; y 
5) la capacidad específica de interferir con 
procesos específicos del desarrollo del SN (3).
Por lo tanto, las consecuencias de la expo-
sición a diferentes neurotóxicos se espera 
que varíe, dependiendo de la sustancia, fase 
del desarrollo durante la exposición y el 
patrón y duración de la exposición durante 
aquella fase. Además, los efectos observados 
durante el desarrollo cerebral son diferentes 
cualitativa y cuantitativamente conrespec-
to a las exposiciones en adultos, ya que la 
secuencia crítica de sucesos cerebrales cons-
tituye un elemento de vulnerabilidad impor-
tante que se extiende desde la etapa precoz 
fetal hasta la adolescencia.
La placenta no es una barrera efectiva 
contra los neurotóxicos medioambientales. 
Por ejemplo, el metilmercurio atraviesa con 
facilidad la placenta y su concentración en 
sangre de cordón es mucho mayor que la 
encontrada en sangre materna como se verá 
en el capítulo correspondiente. Además, la 
mayor movilización de los depósitos durante 
el embarazo puede transferir tóxicos al feto. 
El sistema nervioso del feto puede ser 
particularmente sensible, no solo porque se 
están llevando a cabo procesos de organiza-
ción únicos, sino debido a la inmadurez de 
la barrera hematoencefálica. Esta barrera, 
que protege al cerebro adulto de las agresio-
nes por muchos tóxicos ambientales, no está 
completamente formada hasta los seis meses 
tras el nacimiento. 
El feto tiene una capacidad de eliminación 
metabólica limitada, lo que conlleva que 
muchos neurotóxicos puedan acumularse 
durante más tiempo y a niveles más altos 
que los encontrados en la madre. 
Los tóxicos presentes en el líquido amnió-
tico también pueden ser absorbidos a través 
de la delgada piel fetal, los alvéolos y el tracto 
gastrointestinal. El tener una dieta limitada 
constituye un elemento de vulnerabilidad 
añadida para el recién nacido. 
En proporción al peso corporal, el recién 
nacido tiene un flujo cerebral mayor que 
el del adulto. También el tamaño cerebral 
es relativamente mayor en proporción a la 
masa fetal que en adultos. Por ejemplo, en la 
primera mitad del embarazo puede suponer 
el 35-40% del peso corporal total, mientras 
que el cerebro de los adultos constituye solo 
un 2% de la masa corporal total. Las peculia-
ridades del volumen y circulación del siste-
ma nervioso permiten una mayor distribu-
ción y depósito de neurotóxicos en el cerebro 
fetal e infantil que en el de los adultos.
ALCOHOL Y EMBARAZO
El alcohol es con mucho la principal expo-
sición a sustancias neurotóxicas que tienen 
las embarazadas de España. Las investiga-
ciones recientes indican una prevalencia de 
consumo de alcohol, al inicio del embarazo, 
muy alta en mujeres embarazadas en nues-
tro país, desde el 45% descrito en Barcelona 
al 70% en Murcia (4,5).
El alcohol durante el embarazo es terató-
geno y un potente neurotóxico para la des-
cendencia; actúa sobre el crecimiento y el 
desarrollo fetal en cualquier momento de la 
gestación y no se ha podido establecer nin-
gún nivel de bebida seguro. Pasa fácilmente 
la barrera placentaria y es equimolar en san-
gre-leche materna. Los efectos teratogénicos 
y sobre el neurodesarrollo varían a lo largo 
de los periodos críticos del desarrollo, siendo 
el periodo de embriogénesis temprana extre-
madamente sensible a su acción. 
Los trastornos del espectro alcohólico fetal 
(TEAF) son un grupo de trastornos que ocu-
rren en personas cuyas madres bebieron 
alcohol durante el embarazo. Estos efectos 
pueden incluir problemas físicos, de con-
ducta y de aprendizaje. La forma más grave 
de presentación se reconoce como síndrome 
alcohólico fetal (SAF). 
Calcular la prevalencia del SAF y los 
TEAF es difícil y varía de unos estudios a 
otros. En el mundo occidental, se estima 
que se dan de 0,4 a 3 casos de SAF por cada 
1.000 recién nacidos vivos. El valor medio 
aplicable a España estaría en los 2/1.000. 
1.b. ELIMINANDO LA EXPOSICIÓN A DROGAS LEGALES E ILEGALES
9
Trabajos clínicos y con búsqueda activa en 
la etapa escolar alcanzan los 9 casos de SAF 
por cada 1.000 individuos. La prevalencia de 
los TEAF por lo menos se ha estimado en 4 
veces más casos que de SAF (6). Los datos 
en España son desconocidos, pero en base 
a las estimaciones de los estudios en países 
desarrollados supondría en torno al 2% de la 
población escolar.
Todos los TEAF/SAF son susceptibles de 
ser detectados y tratados de forma precoz. 
La efectividad de la atención temprana se 
relaciona directamente con la precocidad de 
la intervención, la intensidad de la misma y 
la gravedad de la afectación. 
Los efectos en el neurodesarrollo son 
importantes, y serían causa de un porcen-
taje elevado de trastornos del desarrollo psi-
cológico, y muy probablemente del fracaso 
escolar en el mundo occidental. 
En la gráfica 2 comparamos la incidencia 
de SAF y TEAF con otros trastornos en los 
que existe un sistema de cribado prenatal o 
perinatal. 
Estos datos se explicarían por el grado de 
aceptación social que tiene el consumo de 
alcohol entre la población española y mues-
tran el riesgo del consumo tanto esporádico 
como en atracón, ya que para la mujer en 
edad fértil que busca el embarazo, que está 
embarazada (primeras semanas y aún no lo 
sabe) o lactando, no hay dosis segura. 
La ingesta de alcohol en general, y en las 
mujeres embarazadas y lactantes en parti-
cular, está infra diagnosticada por la propia 
cultura mediterránea, en la que socialmente 
está aceptada la imagen del «bebedor social» 
y también por la escasa formación de obsté-
tras, matronas y pediatras en esta área.
Todo lo anterior provoca que, con frecuen-
cia, no se detecte dicha ingesta y, si se hace, 
salvo en las mujeres de muy alto riesgo o 
alcohólicas, no se cuestiona o no se comu-
nican los riesgos. 
En el ámbito español, la Estrategia de Pro-
moción de la Salud y Prevención en el Siste-
ma Nacional de salud (SNS), aprobada por el 
Consejo Interterritorial del SNS en diciembre 
de 2013 en relación a la prevalencia y carga 
de enfermedad, refiere que la vulnerabilidad 
al alcohol se manifiesta especialmente en el 
embarazo. En este sentido, el SAF es la pri-
mera causa prevenible de defectos congéni-
tos y deficiencia mental y, según el estudio 
de carga mundial de la enfermedad Global 
Burden of Disease (GBD) 2010 en España, el 
consumo de alcohol ocupa el primer lugar en 
cuanto causa de enfermedad en la población 
de 15 a 49 años (7).
Todas las estrategias en el marco de la obs-
tetricia y la medicina fetal deben ir dirigidas 
a empoderar a las parejas embarazas y a los 
más jóvenes, para que no beban, mediante la 
creación de ambientes más saludables desde 
una perspectiva de ecología humana:
 » Facilitar que las mujeres, hombres y 
familias en general, adquieran el cono-
cimiento de los efectos perjudiciales del 
consumo de alcohol durante la gestación 
y la etapa preconcepcional, para que no 
beban y adquieran un mayor control 
sobre las decisiones y acciones hacia la 
salud respecto del alcohol, desde la etapa 
0 20 40 60 80 100 
100
20
15
8
1
TEAF
SAF
Espina bífida/anencefalia
Fenilcentonuria
Incidencia (x10.000 recién nacidos)
Síndrome Down
Gráfica 2. Fuente datos Estudio Colaborativo Español de 
Malformaciones Congénitas (ECEMC)/Instituto Nacio-
nal de Estadística (INE), con licencia de Pediatric Envi-
ronmental Health Specialty Units (PEHSU) . 
ACEPTACIÓN SOCIAL DEL ALCOHOL
A la luz de estos datos, podemos extrapolar 
el hecho de que existe desconocimiento de 
los efectos nocivos del consumo, sobre todo 
del puntual, de alcohol durante la gestación 
y la lactancia.
1. LA DIETA PRECONCEPCIONAL
10
preconcepcional, el embarazo y la etapa 
infanto-juvenil.
 » Mejorar la prevención del consumo de 
alcohol en el ámbito de la salud, refor-
zando la prevención y la detección del 
uso de alcohol entre mujeres que desean 
concebir, embarazadas o lactando y sus 
parejas, desde la red asistencial sanita-
ria, mediante el empleo e integración 
de herramientas clínicas para identifi-
car exposición al alcohol en las parejas 
embarazadas o que quieran estarlo y en 
el periodo de lactancia, desde los progra-
mas integrales de atención a la mujer y a 
la infancia, dando especial relevancia al 
nivel de la atención primaria de la salud 
y a las consultas prenatales.
 » Incrementar la formación teórica y 
capacitación práctica, con herramientas 
de cribado medioambiental por parte de 
los profesionalesde la salud orientados 
a la salud materno-infantil desde el ini-
cio del embarazo. Ya hay experiencia 
en algunas Comunidades Autónomas, 
como la Hoja Verde Medioambiental (8).
Las mujeres que están buscando el embara-
zo o están embarazadas no deben consumir 
alcohol en ningún momento del embarazo. 
No se sabe de ninguna cantidad de alcohol 
que la madre pueda ingerir durante el emba-
razo sin ningún riesgo. Tampoco existe una 
etapa del embarazo que se considere segura 
para tomar alcohol, y no hay ningún tipo de 
bebida alcohólica que no represente riesgo. El 
mensaje en base a la evidencia científica dis-
ponible y aplicando el mejor juicio científico 
es: “si está embarazada y ha estado bebiendo, 
nunca es tarde para dejar de hacerlo” y “no 
hay un nivel de bebida de alcohol que sea 
seguro en el embarazo ni tampoco cuando 
estás buscando el embarazo”.
El consumo de alcohol durante el embara-
zo puede causar aborto espontáneo, muerte 
fetal, retrasos de crecimiento y una variedad 
de trastornos de por vida, conocidos como 
TEAF. Algunos de los problemas intelectua-
les y de conducta de las personas con TEAF 
son problemas de aprendizaje, hiperactivi-
dad, dificultad para prestar atención, retra-
sos en el habla y el lenguaje, mala memoria, 
coeficiente intelectual bajo y capacidad de 
razonamiento y juicio deficientes. Las per-
sonas con TEAF también pueden tener pro-
blemas auditivos, de visión, microcefalia y 
malformaciones sobre todo cardiacas, cere-
brales como la agenesia del cuerpo calloso y 
renales (9). 
Todas las clases de alcohol pueden tener 
efectos en el desarrollo del bebé durante 
todo el embarazo. Beber cualquier tipo de 
alcohol durante el embarazo puede afectar 
el crecimiento y desarrollo del bebé, y causar 
TEAF. El vino tinto no es más seguro que el 
vino blanco, la cerveza ni los licores fuer-
tes. Una copa de vino blanco o tinto tiene la 
misma cantidad de alcohol que una lata de 
cerveza o que medio cubata. Lo más seguro 
durante el embarazo es no beber nada de 
alcohol. Incluso la cerveza ‘sin’ y ‘0,0’ tienen 
algo de alcohol. 
HUMO AMBIENTAL DE TABACO Y 
EMBARAZO
El humo del cigarrillo es químicamente 
complejo e incluye centenares de sustancias 
neurotóxicas. Esto dificulta el estudio y añade 
diferentes mecanismos de toxicidad sobre el 
sistema nervioso central fetal e infantil. La más 
estudiada y mejor conocida es la nicotina (3,5).
Los hijos de madres fumadoras durante el 
embarazo tienen más riesgo de presentar un 
menor cociente intelectual, trastornos del 
aprendizaje y déficit de atención. Los hijos de 
madres fumadoras pasivas también presen-
tan un mayor riesgo de tener trastornos en 
el habla, menores habilidades en el lenguaje 
y en la inteligencia.
Además de la acción directa sobre el SN 
central en desarrollo, otros mecanismos 
potenciales de toxicidad del humo del taba-
co incluyen la hipoxia crónica y lesiones en 
la transferencia de nutrientes a través de la 
placenta, en parte responsable del retraso 
del crecimiento intrauterino (RCIU).
La exposición al humo ambiental de tabaco 
se asocia con: RCIU, síndrome de muerte súbi-
1.b. ELIMINANDO LA EXPOSICIÓN A DROGAS LEGALES E ILEGALES
11
ta infantil, síntomas respiratorios crónicos y 
menor capacidad pulmonar posnatal, asma, 
abortos espontáneos, déficit de funciones 
cognitivas y conducturales, alteraciones del 
perfil lipídico en la descendencia, malforma-
ciones congénitas, mayor riesgo de cáncer en 
la descendencia. 
Todas las consultas de medicina fetal, 
requieren abordar el tabaquismo de una for-
ma práctica e introduciendo de forma trans-
versal una estrategia clínica para realizar el 
diagnóstico de fumador y de dependencia. El 
consejo breve intensivo frente al tabaquismo 
y el uso de la terapia sustitutiva con nicoti-
na constituye un indicador de calidad global 
de la atención en el embarazo. Es necesario 
aumentar la formación e instrucción de los 
profesionales en esta área. 
CANNABIS Y EMBARAZO: UNA CRISIS 
SILENTE
Entre las drogas emergentes en España 
por el grado de exposición en embaraza-
das el cannabis ocupa un lugar destacado. 
El cannabis es una droga que se extrae de 
la planta Cannabis sativa, con cuya resina, 
hojas, tallos y flores se elaboran el hachís 
y la marihuana. La marihuana es obteni-
da de la trituración de flores, hojas y tallos 
secos. El hachís es elaborado a partir de la 
resina almacenada en las flores de la plan-
ta hembra. Después del alcohol, el cannabis 
es la droga más consumida por las parejas 
embarazadas y madres lactantes en España. 
Estudios previos, señalan que el 13% de las 
mujeres embarazadas en el primer trimes-
tre y el 7% de las madres lactantes refieren 
estar expuestas al humo ambiental de can-
nabis de una forma habitual (5). En nuestra 
experiencia, el consumo de la embarazada 
es mayor en las familias más pobres, con 
menor nivel de estudios y si la pareja es 
consumidora. 
En el cannabis se han identificado más de 
400 sustancias químicas, unas 60 pertene-
cen al grupo químico de los cannabinoides. 
El D9-tetrahidrocannabinol (THC) y el can-
nabinol constituyen el 95% de los principios 
activos de la planta. Los cannabinoides son 
muy liposolubles y bioacumulan en el tejido 
graso y la leche materna (10). La principal 
vía de exposición a cannabis es a través de 
la inhalación de humo ambiental, por con-
sumo activo o pasivo. La ropa contaminada 
también puede ser una fuente relevante de 
exposición en la mujer embarazada. 
En España está penalizada la venta, cul-
tivo y consumo en menores y en espacios 
públicos pero no está prohibido el consumo 
de adultos por lo que han proliferado más 
de 700 clubes sociales de cannabis en Espa-
ña, a través de los cuales los socios pueden 
acceder al cannabis fácilmente. 
Un creciente número de evidencias cien-
tíficas experimentales y observacionales 
sugieren que el cannabis durante el emba-
razo y la lactancia afecta negativamente a 
la salud infanto-juvenil. Existe una especial 
vulnerabilidad y susceptibilidad del sistema 
nervioso durante la etapa prenatal y posna-
tal a la acción del cannabis. 
Existen receptores cannabinoides en la 
placenta y el cerebro fetal, y diversos estu-
dios revelan que el sistema endocannabi-
noide es clave en procesos de proliferación 
y diferenciación celular en el neurodesa-
rrollo embrionario. El cannabis atraviesa 
fácilmente la placenta y la leche materna, 
alcanzando los receptores cannabinoides 
e inducen cambios en la expresión génica, 
ruta y en los niveles de neurotransmisores 
(10). Se ha descrito su efecto en el eje hipo-
tálamo-hipófisis-adrenal. 
Existen 4 cohortes de parejas madre-re-
cién nacidos en marcha, 3 de las cuales ya 
han ido aportando las evidencias científicas 
más relevantes (11). El primero comenzó en 
1978, el Otawa Prenatal Prospective Study 
(OPPS) de Canadá; en 1982 el Maternal 
Health Practices and Child Development 
(MHPCH) de Pittsburgh; en 2001 el Gene-
ration R study en Holanda y en 2015 el Pro-
yecto Nacer y Crecer sin Oh en España (8) 
que incluye el seguimiento de 1.000 fami-
lias en riesgo por exposición a alcohol, can-
nabis y otras drogas durante el embarazo y 
1. LA DIETA PRECONCEPCIONAL
12
Tabla I. 
Efectos en la salud infanto-juvenil descritos por la exposición intrauterina a cannabis (14) 
Embarazo Neonatal 1-36 meses 3-6 años 7-11 años 12-16 años 17-21 años
 » Aborto
 » Parto prema-
turo
 » Malfor-
maciones 
cardiacas del 
septo, hiper-
telorismo, 
problemas 
oculares
 » RCIU
 » Síndrome de 
abstinencia 
 » Menor peso 
al nacimien-
to
 » Mayor riesgo 
de ingreso 
en cuidados 
intensivos 
neonatales
 » *Retraso 
desarrollo 
motor 
 » *Muerte 
súbita
Déficit en: 
 » memoria 
verbal y 
perceptiva
 » razonamien-
to verbal y 
visual
 » memoria de 
corto plazo
Déficit en: 
 » razonamien-
to abstracto 
y visual
 » función 
ejecutiva 
 » lectoescri-
tura
 » menor 
resultado 
académico
Déficit en: 
 » función cog-
nitiva visual
 » coordinación 
visual-mo-
tora
 » lectura com-prensiva
 » menor 
resultado 
académico
Déficit en: 
 » funciones 
ejecutivas
 » respuesta 
inhibitoria
 » memoria 
de trabajo 
visual
 » Déficit de 
atención
 » Compor-
tamiento 
agresivo
 » Hiperactivi-
dad, falta de 
atención
 » Impulsividad
 » Torpeza
 » Impulsividad
 » Hiperactivi-
dad y falta 
de atención
 » Conductas 
problemá-
ticas en la 
escuela
 » Mayor riesgo 
de depresión 
y ansiedad
 » Inicio de 
consumo de 
drogas ^
 » Conductas 
delictivas
 » Inicio de 
consumo de 
drogas
* Efectos descritos por la exposición a través de la leche materna. Sd=síndrome. ^ Relación dosis dependiente con el 
consumo materno en el embarazo.
esperamos que pueda aportar resultados en 
un futuro. El contenido en THC se ha incre-
mentado en las preparaciones en las últi-
mas décadas. (12). Es probable que los niños 
expuestos en Generation R study y en Nacer 
y Crecer sin Oh lo han estado a niveles más 
elevados de THC. Las evidencias científi-
cas sostienen que los niños y adolescentes 
expuestos durante el embarazo a cannabis 
se asocian a: (11,13,14) 
 » Alteraciones en el desarrollo cognitivo 
que se manifiestan de forma más clara 
a partir de los 3 años.
 » Mayor tasa de fracaso escolar.
 » Conducta hiperactiva y falta de atención.
 » Mayor riesgo de inicio en el consumo de 
drogas y delincuencia. 
Es probable que el inicio en las adicciones 
en la adolescencia esté influido por las alar-
mantes tasas de exposición intrauterina. En 
la tabla I aparecen resumidos efectos obser-
vados por la exposición intrauterina y por 
la lactancia a cannabis. 
Los resultados sobre estudios teratogéni-
cos no son concluyentes, en la mayoría de 
los trabajos no se ha encontrado un mayor 
riesgo de malformaciones, aunque algu-
nos estudios observacionales muestran un 
mayor riesgo de defectos del septo ventri-
cular, alteraciones oculares e hipertelorismo. 
Algunos trabajos señalan la contribu-
ción de la exposición a cannabis durante el 
embarazo con un mayor riesgo de algunos 
tipos de cáncer infantil (15). El cannabis es 
adictivo y provoca una abstinencia neona-
tal que a veces pasa desapercibida por el 
carácter lipofílico y bioacumulativo cuya 
liberación lenta contribuye a mitigar los 
síntomas. Estos neonatos tienen una mayor 
excitabilidad, llanto e irritabilidad. 
El carácter liposoluble hace que se acu-
mule en la leche materna el THC hasta en 
un factor de 8. Los estudios por la expo-
sición a través de la leche materna son 
muy escasos. Es un factor de riesgo de la 
muerte súbita del lactante y se ha asociado 
a un retraso en el desarrollo motor al año 
de vida. Se debe desaconsejar el consumo 
durante la lactancia. Aunque se podría dar 
lactancia materna durante la deshabitua-
1.b. ELIMINANDO LA EXPOSICIÓN A DROGAS LEGALES E ILEGALES
13
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12. European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA), Lisbon, Report 2014. 
13. Gunn JKL, Rosales CB, Center KE, et al. Prenatal exposure to cannabis and maternal and child health outcomes: A 
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15. Ries LAG, Smith MA, Gurney JG, Linet M, Tamra T, Young JL. Bunin GR (eds). Cancer Incidence and survival among 
children and adolescents: United States SEER Program 1975-1995, National Cancer Institute, SEER Program. NIH Pub. 
No. 99-4649. Bethesda, MD, 1999.
BIBLIOGRAFÍA
ción requiere asegurar una intervención y 
monitorización muy estrecha del proceso 
por personal entrenado en el manejo y con-
trol de las adicciones. 
Informar en los servicios de obstetricia, 
las maternidades y centros de salud a fami-
lias y parejas embarazadas para evitar el 
consumo de cannabis y otras drogas puede 
ser un factor clave para la prevención del 
consumo en la adolescencia.
Es necesario mejorar las competencias en 
obstetras y otros profesionales de la salud 
materno-infantil y colaborar para imple-
mentar programas de detección, preven-
ción e intervención precoz para reducir este 
daño en el neurodesarrollo.
https://www.cdc.gov/
CAPÍTULO
15
1.c
M. S. Marín Talavera y A. Hernández Martínez
DESBANCAR ALGUNOS MITOS: GLUTEN, 
LACTOSA, ANTIOXIDANTES, MACA Y 
“OTROS SUPERALIMENTOS”
INTRODUCCIÓN
Durante la gestación cobra especial interés 
el estado nutricional y los hábitos de vida 
de la madre por la influencia que presentan 
sobre la salud materno-fetal e infantil (1). 
En los últimos tiempos existe un creciente 
interés en la población por los denomina-
dos "superalimentos" o "superfood" en habla 
inglesa. Son alimentos promocionados como 
altamente beneficiosos para la salud por 
los diversos medios de comunicación. Sin 
embargo, los efectos de estos alimentos en 
humanos aún no son bien conocidos ni tam-
poco su acción durante la etapa específica del 
embarazo. En realidad, no existe el concep-
to de superalimentos como tal se entiende. 
Vamos a analizar algunos de estos "supera-
limentos" y mitos conocidos popularmente 
para mejorar la dieta de la gestante median-
te la evidencia científica recogida hasta el 
momento actual.
Antes de comenzar, sería conveniente 
establecer la diferencia entre 3 términos 
que pueden crear cierta confusión por la 
semejanza de concepto: alimento funcional, 
nutracéutico y "superalimento". Un alimento 
funcional es aquél alimento al que de mane-
ra intencionada y controlada se le añade un 
compuesto específico para aumentar sus pro-
piedades saludables (ej.: huevos enriquecidos 
con ácidos grasos omega 3). Nutracéutico, 
como su nombre indica, es un concepto entre 
nutriente y fármaco. Son componentes de 
alimentos, que se pueden tomar en mayores 
concentracionesque las habituales con fina-
lidad preventiva, más que terapéutica (ej.: 
ácidos grasos omega-3 consumidos en forma 
de comprimidos para la reducción de triglice-
ridemia) (2). Del término "superalimento" no 
consta una definición científica establecida. 
Se entiende como alimentos con capacidades 
nutricionales superiores y de baja densidad 
calórica. Son ricos en vitaminas, minerales, 
antioxidantes, fibras, ácidos grasos, etc. Suele 
tratarse de frutas, verduras, semillas u hon-
gos (por ejemplo: moringa, maca, goji, espi-
rulina, chia, etc.).
GLUTEN EN EL EMBARAZO
Se ha propuesto que el tipo de dieta mater-
na durante el embarazo aumenta el riesgo 
de enfermedades autoinmunes, entre ellas la 
enfermedad celíaca. En un estudio publicado 
en Medline en 2015 (3), se trató de investigar 
la asociación entre el consumo materno de 
alimentos que contienen gluten durante el 
final del embarazo y el riesgo posterior de 
enfermedad celíaca en la descendencia. Para 
ello, se realizó una cohorte con niños gené-
ticamente susceptibles que fueron seguidos 
prospectivamente desde el nacimiento y 
examinados anualmente mediante autoan-
ticuerpos de transglutaminasa tisular. Las 
madres se dividieron en grupos en función 
de su consumo de alimentos que contenían 
gluten. El estudio concluye que la frecuen-
cia de consumo de alimentos que contienen 
gluten durante el final del embarazo no se 
asocia con el riesgo de enfermedad celíaca en 
la descendencia. Por lo tanto, no está reco-
mendando excluir el gluten de la dieta en la 
mujer gestante sana. 
Una situación diferente se plantea si la 
embarazada está diagnosticada de enfer-
medad celiaca. 
En esta patología son frecuentes los tras-
tornos de la reproducción como la ameno-
https://es.wikipedia.org/wiki/Huevo_(alimento)
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cidos_grasos_omega_3
1. LA DIETA PRECONCEPCIONAL
16
rrea, infertilidad o abortos de repetición. Se 
ha observado casi el 1,2% de enfermedad 
celiaca no conocida previamente en muje-
res embarazadas sometidas a una detección 
sistemática y que esta enfermedad era la res-
ponsable de abortos de repetición o de hipo-
trofia fetal en más del 50% de los casos. No 
obstante, en otro estudio publicado en 2014 
no parece que la hipofertilidad sea más fre-
cuente en la enfermedad celíaca, salvo en las 
pacientes de entre 25 y 29 años, en las que 
se encontró que el riesgo estaba ligeramen-
te incrementado (4). Si la gestante padece 
la enfermedad celíaca deberá seguir unas 
recomendaciones dietéticas estrictas, elimi-
nando todo el gluten proveniente de la die-
ta como pilar fundamental del tratamiento 
de su enfermedad. Por otra parte, al tratase 
de una enfermedad que puede asociar sín-
drome malabsortivo al inicio, hay que tener 
en cuenta que pueden presentarse déficits 
de micronutrientes como vitaminas, cal-
cio, hierro y ácido fólico y que puede existir 
una intolerancia transitoria a la lactosa. Es 
importante la vigilancia de estas deficiencias 
y en caso necesario realizar suplementación 
hasta la mejoría clínica de la enfermedad, y 
suprimir los lácteos de la dieta durante los 
primeros meses para reintroducirlos lenta-
mente con posterioridad (5).
LACTOSA EN EL EMBARAZO
Durante la gestación los requerimientos 
de calcio están aumentados. De forma para-
lela, aumenta la eficiencia en la absorción 
de calcio y se incrementa la movilización 
materna de calcio. Se recomienda la ingesta 
de 1.200 mg/día de calcio en mujeres emba-
razadas, a través de una dieta rica en lác-
teos y derivados (1). Si la ingesta de calcio 
durante el embarazo no es adecuada, existe 
riesgo de osteoporosis en la gestante pues 
el feto puede tomar el calcio de los huesos 
de la madre. Aquellas mujeres menores de 
25 años y en especial, las adolescentes, son 
las que corren mayor riesgo de osteoporosis 
al no haber alcanzado aún la densidad ósea 
apropiada. Por este motivo, en embarazadas 
con intolerancia a la lactosa se recomienda la 
toma de queso (6) y en aquellas con ingestas 
subóptimas de calcio, puede ser necesaria 
la suplementación para cubrir los requeri-
mientos nutricionales. 
ANTIOXIDANTES EN EL EMBARAZO
Para el desarrollo de la preeclamsia se ha 
propuesto el estrés oxidativo como un fac-
tor crítico. En una revisión de la Cochrane 
del 2008 (7) se trató de determinar la efec-
tividad y seguridad de los suplementos con 
antioxidantes durante la gestación y el ries-
go de desarrollar preeclampsia y complica-
ciones relacionadas. Para la mayoría de los 
estudios analizados, el tratamiento evalua-
do como antioxidante era una combinación 
de vitaminas C y E. Las conclusiones de los 
autores fueron que las pruebas de la revisión 
no apoyaban la suplementación sistemática 
de antioxidantes durante el embarazo con 
el fin de reducir el riesgo de preeclampsia o 
sus complicaciones. En otro artículo publi-
cado en 2013 (8) sobre la suplementación 
de micronutrientes durante el embarazo y 
estados hipertensivos no se recoge suficien-
te evidencia científica para establecer que el 
aumento de vitaminas y minerales antioxi-
dantes a través de la dieta puede disminuir el 
riesgo de desarrollo de estados hipertensivos 
del embarazo.
Estudios observacionales han relacionado 
la ingesta periconcepcional de suplementos 
de minerales y vitaminas con menor riesgo 
de bajo peso al nacimiento, recién nacido 
pequeño para la edad gestacional o partos 
pretérmino (1). Entre ellos se encuentra el 
zinc, que juega un rol importante en el desa-
rrollo del sistema nervioso. Se ha propuesto 
que unos niveles disminuidos de zinc se rela-
cionan con resultados obstétricos desfavora-
bles, aunque estas asociaciones no han sido 
completamente establecidas. Son necesarios 
más estudios, por lo que el beneficio global 
de la suplementación con zinc durante el 
embarazo parece ser limitado. Lo mismo 
1.c. DESBANCAR ALGUNOS MITOS: GLUTEN, LACTOSA, ANTIOXIDANTES, MACA Y “OTROS SUPERALIMENTOS”
17
ocurre con el magnesio, que suplementa-
do durante el embarazo se ha relacionado 
con el crecimiento fetal, aumento de peso 
al nacer y reducción del riesgo de pree-
clampsia, pero falta evidencia científica de 
calidad que demuestre que sea beneficiosa 
la suplementación rutinaria con magnesio. 
También tenemos el caso de la vitamina A, 
que interviene en vías oxidativas. Puesto 
que la vitamina A presenta potenciales efec-
tos teratógenos, en países desarrollados se 
recomienda que las embarazadas eviten la 
toma de suplementos de esta vitamina o de 
hígado, para evitar ingerir cantidades supe-
riores de vitamina A de las recomendadas 
(770 µg/día). En áreas desfavorables, con 
baja ingesta de vitamina A, los suplemen-
tos de esta vitamina estarían recomendados 
en dosis inferiores a 3.000 µg/día, a partir 
del segundo mes de embarazo, para evitar 
la ceguera nocturna secundaria al déficit. 
Por último, los complejos de multimicronu-
trientes suplementados de manera prenatal 
se han asociado significativamente, median-
te un mecanismo no del todo conocido, con 
menor riesgo de bajo peso al nacimiento, 
cuando se compara con la suplementación 
exclusiva de hierro y ácido fólico. Por aho-
ra, se discute sobre la conveniencia de esta 
intervención realizada de forma rutinaria.
"SUPERALIMENTOS"
Son numerosos los alimentos a los que se 
les atribuye estas características de excelen-
cia nutricional. En este apartado se tratarán 
algunos de ellos.
MACA 
La maca (Lepidium meyenii walp) es un 
tubérculo andino que se encuentra fácil-
mente en el mercado en forma de polvo 
deshidratado y en cápsulas de extracto. De 
la maca se dice que aumenta la fertilidad 
tanto en hombres como en mujeres, alivia 
síntomas de la menopausia, menstruación y 
síndrome de ovario poliquístico, estimula la 
líbido y reduce el estrés y el cansancio. En 
un artículo de revisión publicado en 2015 (9) 
se analizan los compuestos activos presentes 
en la maca responsables de la actividad bio-
lógica. Entre ellos, se encuentran: los macae-
nos y macamidas, ácidos grasospoliinsatu-
rados que se ha planteado que intervienen 
en la mejora del rendimiento sexual; los glu-
cosinolatos, que están siendo estudiados por 
sus propiedades anticancerígenas y capaci-
dad para combatir patógenos; los alcaloides, 
que parece que presentan una acción esti-
mulante sobre el cerebro y el aparato repro-
ductor femenino y masculino, mejorando la 
maduración de los folículos y la espermato-
génesis; y los esteroles, de los cuales se han 
planteado beneficios en maca no solo como 
hipocolesterolemiante, sino también para 
prevenir síntomas de la menopausia, mejo-
rar las posibilidades de fertilidad, acciones 
antinflamatorias y antioxidantes. Estudios 
experimentales han demostrado algunos de 
estos efectos beneficiosos de la maca, pero 
son necesarios más estudios para confirmar 
los resultados (10). En cuanto a la seguridad 
de la maca, hay estudios experimentales rea-
lizados que han demostrado que el consumo 
tanto a corto como a largo plazo no mues-
tra toxicidad in vivo ni in vitro. Sin embargo, 
estos estudios han sido realizados en anima-
les y queda por demostrar su seguridad en 
humanos y específicamente en embaraza-
das. Por lo tanto, no se debe recomendar la 
toma de maca durante la gestación.
BAYAS DE GOJI
Las bayas de goji son el fruto de dos plan-
tas: Lycium barbarum y L. chinense. El géne-
ro Lycium se distribuye ampliamente en los 
ambientes áridos y semiáridos de Norte y 
Sudamérica, África y Eurasia. En los últi-
mos años, las bayas de goji se han promo-
cionado como "superalimento" con múltiples 
propiedades saludables por su posible acción 
antioxidante y antienvejecimiento, facilita-
dor de pérdida de peso, mejora de la vista, 
1. LA DIETA PRECONCEPCIONAL
18
actividad energizante, control de la tensión 
arterial, glucemia e hipercolesterolemia y 
mejora de la función sexual e inmune. En 
una revisión publicada en PubMed en 2017 
(11) se trató de correlacionar las declaracio-
nes de propiedades terapéuticas y preven-
tivas de las bayas de goji con hallazgos far-
macológicos. Los polisacáridos, el dipalmitato 
de zeaxantina, las vitaminas, la betaína y los 
extractos mixtos, todos ellos componentes 
de estas frutas, se plantearon como respon-
sables del efecto antienvejecimiento, mejora 
de la visión y la acción energizante. A pesar 
de su popularidad, hay una falta de eviden-
cia científica existente para apoyar el uso 
de Lycium. En cuanto a su seguridad (12), el 
goji es posiblemente seguro cuando se ingie-
re de manera apropiada por breve tiempo, 
prestando especial atención a las posibles 
interacciones farmacológicas a través del 
citocromo P450. Sin embargo, la ingesta de 
goji durante el embarazo es probablemen-
te no segura, pues contiene una sustancia 
química, betaina, que podría causar aborto 
involuntario. La recomendación es no usar 
estas frutas en caso de embarazo.
KIWIBERRY
El kiwiberry (Actinidia arguta) es una fruta 
de la familia de los kiwis caracterizada por 
presentar un tamaño menor y más dulzor 
en su sabor. Procedente de Asia, goza de 
una creciente aceptación del consumidor 
en todo el mundo por sus posibles beneficios 
nutricionales que lo elevan a la categoría de 
"superalimento". Un artículo publicado en 
Pubmed en 2017 (13) revisa los componen-
tes nutricionales de esta fruta y las posibles 
propiedades antioxidantes, antitumorales y 
antiinflamatorias. El kiwiberry destaca por 
ser una fuente rica en vitamina C, luteína, 
mioinositol, fenoles y cantidades significa-
tivas de los minerales esenciales de potasio, 
calcio y zinc. Algunas investigaciones han 
señalado que el kiwiberry es un tratamiento 
prometedor para algunos cánceres, patolo-
gía gastrointestinal, hipercolesterolemia y 
enfermedades inflamatorias. No obstante, 
la información nutricional y terapéutica 
actualmente disponible del kiwiberry es 
aún limitada. No se recogen en la literatu-
ra estudios sobre el uso de estas frutas en 
embarazadas.
CHÍA 
La chía o Salvia hispánica, es una planta 
con flores de la familia de la menta, origi-
naria de Centroamérica. Muchos conside-
ran que las semillas de chía son un "supera-
limento" porque puede proporcionar varios 
nutrientes importantes en poca densidad 
calórica. Las semillas del chía son buenas 
fuentes de ácido α-linolénico (un ácido gra-
so omega-3), fibra, proteínas, vitaminas, 
minerales y antioxidantes. Se ha especulado 
sobre sus posibles beneficios para la pérdida 
de peso, acción antiinflamatoria, mejora del 
perfil lipídico y glucémico y aumento de la 
masa muscular, pero no se han demostrado 
por el momento. Debido a que el uso comer-
cial de la chía como cultivo alimenticio es 
relativamente reciente, las semillas no se 
han estudiado ampliamente en la clínica, 
y las investigaciones existentes sobre los 
beneficios para la salud de la chía son esca-
sas e inconclusas (14). De la misma manera, 
tampoco se ha estudiado sus efectos en el 
periodo de la gestación.
ESPIRULINA 
La espirulina o algas verdiazul son un 
grupo de organismos simples tipo plantas 
que viven en agua salada y algunos lagos 
de agua dulce (15). Son considerados "supe-
ralimentos" por ser fuente dietética de pro-
teínas, vitamina B y hierro. Se usan para la 
pérdida de peso, el trastorno de déficit de 
atención e hiperactividad, la fiebre de heno, 
la diabetes, el estrés, la ansiedad y el sín-
drome premenstrual. También se utilizan 
estas algas para el tratamiento de tumores 
precancerosos de boca, el fortalecimiento 
1.c. DESBANCAR ALGUNOS MITOS: GLUTEN, LACTOSA, ANTIOXIDANTES, MACA Y “OTROS SUPERALIMENTOS”
19
del sistema inmune, para mejorar la memo-
ria, energizante, hipocolesterolemiante, en 
prevención de enfermedad cardíaca, para 
la cicatrización de heridas y para mejorar la 
digestión intestinal. No hay suficiente evi-
dencia científica para poder determinar si 
son o no eficaces para cualquiera de estos 
trastornos. En cuanto a su seguridad, se 
puede decir que las algas verdiazul son posi-
blemente seguras si se encuentran libres de 
contaminantes como microcistinas, que son 
hepatotóxicas. En tal caso, se considerarían 
posiblemente no seguras, en especial para 
los niños. Por otra parte, hay que tener en 
cuenta sus posibles interacciones farmaco-
lógicas, sobre todo, con inmunosupresores. 
No se sabe lo suficiente sobre el consumo de 
las algas verdiazul durante el embarazo, por 
lo que se recomienda no tomarlas. 
CONCLUSIONES
Es bien conocido la relación entre nutri-
ción y hábitos de vida con el desarrollo de 
diversas enfermedades, a lo largo de todas 
las etapas de la vida. En particular, en el 
embarazo, el feto recibe toda la nutrición 
procedente de la madre. La necesidad de un 
estado nutricional saludable durante la ges-
tación se hace evidente para la buena salud 
materna y fetal. 
La exclusión durante el embarazo de cier-
tos alimentos, como los cereales que con-
tienen gluten, por el miedo al desarrollo 
de enfermedad celíaca en el feto parece no 
estar fundamentado científicamente. Solo se 
indica la exclusión de gluten durante la ges-
tación en caso de enfermedad celíaca diag-
nosticada, pues es el pilar del tratamiento 
de esta enfermedad y debe mantenerse de 
por vida. En caso de intolerancia a la lacto-
sa, se deberá buscar otras fuentes de calcio 
alternativas a la leche como, por ejemplo, la 
toma de queso, para cubrir las necesidades 
de calcio en la gestante. 
La suplementación con antioxidantes se 
ha estudiado por la posible disminución del 
riesgo de estados hipertensivos del emba-
razo, sin poder confirmarse el beneficio de 
esta intervención. Lo mismo ocurre con la 
suplementación de otros micronutrientes 
como el zinc y el magnesio, que se ha rela-
cionado con la mejora de ciertos parámetros 
obstétricos, aunque no hay suficiente infor-
mación de calidad para llevar a cabo esta 
recomendación. 
Por último, la reciente expansión en el 
mercado de los denominados "superalimen-
tos" provoca la preocupación por parte de 
los profesionales sanitarios sobre la segu-
ridad de estos