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Ensayo VIII Zenon de Elea Armando Ordosgoite

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Instituto Universitario Salesiano “Padre Ojeda”
Licenciatura en Educación Mención Filosofía
Asignatura: Filosofía Antigua
RODRÍGUEZ, William ORDOSGOITE, Armando
Zenón, abogado y defensor del pensamiento de Parménides
Me resulta curioso, que este filósofo, refiriéndome a Zenón de Elea, no nos
presenta una corriente de pensamiento propia. Por el contario, Zenón se presenta
como defensor y abogado de la corriente de pensamiento propuesta por Parménides.
Respecto a ello, dice Eudemo refiriéndose a Zenón, citado por Marías (1963),
que: “Zenón se esforzó por demostrar que no puede suceder que las cosas existentes
sean una pluralidad”. Más adelante, dice Zenón, citado por Marías (1963) que: “si
alguno le explicase qué es el uno, podría él da razón de todas las cosas”.
Sin embargo, me resulta interesante la manera como Zenón se convierte en
abogado y defensor de la corriente de pensamiento propuesta por Parménides. Por
tanto, sirva el presente ensayo para conocer, ahondar y esclarecer los argumentos que
expone Zenón, de los cuales se sirve para sostener y defender el pensamiento de
Parménides.
Ya nos había dicho Parménides, citado por Marías (1963), refiriéndose al ser
como unidad y rechazando el devenir o el cambio como multiplicidad que: “el uno,
que es, y que no es posible que no sea, es la senda de la persuasión; el otro, que no
es y que es necesario que no sea… porque no podrías conocer lo que no es, es
imposible, ni expresarlo”. Más adelante, partiendo de esta afirmación hecha por
Parménides, Zenón expone cuatro argumentos con los que intenta sostener la
“verdad” de Parménides.
Dice Aristóteles, citado por Marías (1963), que cuatro son los argumentos de
Zenón: contradicción.
El primero es el de la no existencia del movimiento: porque lo
que se mueve debería llegar a la mitad antes que al final. El
segundo, el más lento nunca podrá ser alcanzado por el más
rápido. Pues el perseguidor tendría que llegar antes al punto
donde partió el fugitivo, de suerte que tendrá que suceder que
el más lento vaya siempre delante. El tercero es el que se
acaba de decir, que la flecha disparada esta quieta. El cuarto
es el de los cuerpos que en el estadio se mueven en sentido
contrario a otros cuerpos iguales, unos a partir del extremo del
estadio, y otros a partir del medio, a igual velocidad (p 31-32).
Con esto, Zenón trata de negar la existencia el movimiento y la multiplicidad
de las que aparentan ser las cosas; ahora bien, entiéndase este movimiento como
sinónimo de cambio. De esta manera, Zenón pudiese refutar a aquellos que piensan
que el ser y el no ser es lo mismo (Parménides, citado por Marías, 1963).
De los cuatro argumentos, quisiera detenerme en el segundo y tercer
argumento. En el segundo argumento, se expone una situación, a mi parecer algo
contradictoria, es evidente que el corredor más rápido, al ceder ventaja al corredor
más lento; pues, el primero nunca podrá alcanzar al que lleva la delantera. En el tercer
argumento, pareciera que Zenón intentase decir que la flecha lanzada de un extremo a
otro, se encuentra en estado reposo y no en movimiento, entiéndase este reposo como
la suma de las diferentes momentos en que la flecha se encuentra en reposo.
Según mi parecer, con estos argumentos, pareciera que Zenón intentase decir
que es contradictorio la existencia del movimiento. Lo que nuestros ojos perciben
como movimiento o cambio no es más que algo ilusorio o imaginario, tal como
Aristóteles, refiriéndose a Zenón lo expone. Con esto, pareciera que Zenón sostiene
esa afirmación a la que Parménides, citado por Marías (1963), dice: “lo que es, es; y
lo que no es, no existe”.

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