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Ensayo XVI Kant Metafísica de las costumbres

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IUSPO Los Teques, 25 de mayo de 2023
Educación Mención Filosofía
Filosofía Moderna II
RODRIGUEZ William ORDOSGOITE Armando
Kant: fundamentación de la metafísica de las costumbres
Como ya se ha expuesto anteriormente, la Crítica de la razón práctica de Kant, postula
que existe una ley moral objetiva.
Esta ley nos obliga a escoger las máximas de nuestra voluntad de modo tal que al mismo
tiempo puedan ser la base para una ley universal, válida para todos los seres dotados de
razón.
Ahora bien, los postulados de la libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios
son conclusiones que resultan de esto.
Pues, no se trata de conceptos objetivos, generales y necesarios, pero resulta
subjetivamente apropiado para nosotros aceptar su existencia, ya que, de lo contrario, la ley
moral no tendría un sentido personal.
Ahora bien, el carácter, digamos que, meramente formal del imperativo categórico al que
se refiere Kant, hace que el hombre sea el único responsable del contenido de su voluntad y
de sus acciones.
El imperativo categórico reclama para sí una validez universal, independientemente de
las inclinaciones y de los objetivos personales. La ley moral, si existe, debe aplicar de forma
universal y necesariamente.
Por lo tanto, una ley moral nunca podría descansar en imperativos hipotéticos que solo se
aplica si uno adopta un fin particular.
Más bien, el imperativo asociado con la ley moral debe ser un imperativo categórico. El
imperativo categórico es válido para todos los agentes racionales independientemente de los
fines variables que una persona pueda tener. Si pudiéramos encontrarlo, el imperativo
categórico nos daría la ley moral.
Ahora bien, ¿cómo se vería el imperativo categórico?
Sabemos que nunca podría basarse en fines particulares que las personas adoptan para
darse reglas de acción.
Pues, Kant piensa que esto nos deja con una alternativa restante específicamente que el
imperativo categórico debe estar basado en la noción de una ley misma.
Las leyes, por definición, aplican universalmente. De esta observación, Kant deriva el
imperativo categórico que exige que los agentes morales actúen solo de una manera en la que
el principio de su acción pueda convertirse en una ley universal.
Esto no genera una lista de deberes por sí mismo. Pues, es la declaración general del
principio supremo de moralidad.
De acuerdo con Kant, el tener una voluntad es lo mismo que ser racional y tener un libre
albedrío significa tener una voluntad que no está influenciada por fuerzas externas.
Esta es una definición negativa de libertad. Esta nos dice que la libertad es libertad por
determinación de fuerzas desconocidas.
El Libre albedrío es uno que tiene el poder de llevar a cabo sus propias acciones en un
modo que es distinto de la forma en que leyes normales de la naturaleza causan que las cosas
sucedan.
Sin embargo, la ley moral de Kant es tan rígida que las personas comunes no están a su
altura y que ese es el motivo por el cual el mundo no ha mejorado.

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