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III.- ORGANIZACIÓN DE LOS CROMOSOMAS. Unidad 5: Cromosoma eucariótico: estructura externa: tamaño, forma, número. Estructura interna: diferenciación lateral y diferenciación longitudinal: telómeros, cromómeros, centrómeros, constricciones secundarias y organizadores nucleolares. Complemento cromosómico. Cariotipo. Cariotipo espectral (SKY): concepto. Cromosomas B. Heterocromatina y Eucromatina. Heterocromatina constitutiva: propiedades, funciones. ADN-sat. Heterocromatina facultativa. Hipótesis de Lyon. Compensación de dosis. Cromatina sexual. Heterocromatina del cromosoma Y. Obsérvese que en el desarrollo analítico de la unidad, hay temas indicados en negrita, ellos serán tratados como TP. Los cromosomas con un sentido genético amplio se definen "como el material hereditario organizado". Esta definición es válida para procariontes, eucariontes, estructuras genéticas como episoma, plásmidos o el ADN de mitocondrias y cloroplastos. Las diferencias estructurales entre los cromosomas de procariontes y eucariontes son grandes. Los procariontes poseen una estructura cromosómica formada por una molécula de ADN, cuya tamaño varía según la cantidad de información genética que posea y en estos organismos, refleja complejidad. Los Dinoflagelados son considerados organismos intermedios entre procariontes y eucariontes, poseen atributos que le son propios a los procariontes y a los eucariontes. Las características que lo acercan a los eucariontes son: presencia de membrana nuclear, división mitótica y los acerca a los procariontes al poseer un cromosoma desprovisto de histonas. A la estructura cromosómica podemos estudiarla desde tres enfoque diferentes: estructura externa, interna y química. Estructura externa: Cuando se observa un cromosoma en la Profase o Metafase mitótica, está constituido por dos cromatidios o cromátidas idénticas, los extremos se llaman telómeros y su forma depende de la posición de la constricción primaria o centrómero que divide al cromosoma en dos brazos. La posición del centrómero, clasifica a los cromosomas en: 1.- Metacéntricos: con brazos iguales o aproximadamente iguales. 2.- Submetacéntricos: con brazos desiguales, pero no es excesiva esta desigualdad. 3.- Subtelocéntricos o acrocéntricos presenta uno de los brazos bastante corto en comparación con el otro. 4.- Telocéntrico: cuando el centrómero se ubica en el extremo, de manera que tiene un solo brazo. Éste último tipo de cromosomas originó muchas discusiones, ya que varios autores los consideran inestables, capaces de producir desequilibrio genético. Pero numerosas son las investigaciones realizadas a nivel de MO y ME, que condujeron a la afirmación de que son estables en la naturaleza, por lo tanto son verdaderos cromosomas telocéntricos. A los cromosomas telocéntricos, los encontramos en Allium, Nothoscordum. En ocasiones los cromosomas telocéntricos son resultado de la división de un metacéntrico. Éste mecanismo permite aumentar el número cromosómico, sin producir al mismo tiempo un cambio del contenido genético. Durante el ciclo celular los cromosomas experimentan profundos cambios de tamaño, por lo tanto las medidas que se expresan, se refieren a los cromosomas metafásicos mitóticos. Cromosomas largos en las plantas, los encontramos en las dicotiledóneas como Trillum con 30 μ, en Allium y Lilium con 20 μ y entre los animales en Anfibios y Ortópteros. Cromosomas cortos, los encontramos en la mayoría de los hongos, animales y entre las plantas, en dicotiledóneas. Las aves y reptiles son ejemplos de organismos que tienen además de los cromosomas normales, cromosomas más pequeños, denominados microcromosomas. Por ejemplo, los cromosomas de Drosophila miden unos 3,5 μ y los humanos 5 μ. Entre los animales, números cromosómicos bajos, los encontramos en los nematodos Ascaris megalocephala var. univalens donde n= 1 y en la variedad bivalens n=2, en la hormiga australiana Myrmecia pilosula, el macho tiene 1 cromosoma (haploide) y la hembra, 2 cromosomas (diploide) y en el extremo opuesto Lysandra atlantica n=217- 233 (lepidóptero) Entre los vegetales, Haplopappus gracilis (compuesta) tiene n = 2, Crocus (azafrán) n = 3 y entre los números altos, las angiospermas tienen números haploides que varían entre 400 y 600. El número más alto encontrado en helechos, fue de n =500-600. Es importante hacer notar que no hay correlación entre el número de cromosomas y el contenido de ADN, ni el número cromosómico tiene un significado evolutivo directo. Por ejemplo Crepis capillaris tiene n =3 y Crepis barbigera n = 44 Entre los animales, números cromosómicos bajos, los encontramos en los nematodos Ascaris megalocephala var. univalens donde n= 1 y en la variedad bivalens n=2, en la hormiga australiana Myrmecia pilosula, el macho tiene 1 cromosoma (haploide) y la hembra, 2 cromosomas (diploide) y en el extremo opuesto Lysandra atlantica n=217- 233 (lepidóptero) Entre los vegetales, Haplopappus gracilis (compuesta) tiene n = 2, Crocus (azafrán) n = 3 y entre los números altos, las angiospermas tienen números haploides que varían entre 400 y 600. El número más alto encontrado en helechos, fue de n =500-600. Es importante hacer notar que no hay correlación entre el número de cromosomas y el contenido de ADN, ni el número cromosómico tiene un significado evolutivo directo. Por ejemplo Crepis capillaris tiene n =3 y Crepis barbigera n = 44 Es sorprendente, el caso del ciervo de la India Muntiacus muntjack y Muntiacus reveerse, tienen un contenido similar de ADN (5,6 x 109 pb y 5 x 109 pb. respectivamente), sin embargo sus números cromosómicos respectivos son n = 3 y n = 23. Es sorprendente, el caso del ciervo de la India Muntiacus muntjack y Muntiacus reveerse, tienen un contenido similar de ADN (5,6 x 109 pb y 5 x 109 pb. respectivamente), sin embargo sus números cromosómicos respectivos son n = 3 y n = 23. La estructura interna se refiere, a la diferenciación lateral como longitudinal del cromosoma. Con respecto a la diferenciación lateral, para la estructura de esta fibra, se han postulado dos hipótesis: 1) Monofibrilar: formada por un filamento y 2) Polifibrilar: formada por muchos filamentos. Así pues, el modelo del cromosoma eucariótico actualmente aceptado, es el monofibrilar, en el que al cromatidio le corresponde una molécula de ADN, no interrumpida en la zona centromérica. La diferenciación longitudinal del cromosoma se refiere a las estructuras que se distribuyen a lo largo del cromosoma. Se aclara además, que la descripción es de un cromosoma metafásico. El cromosoma posee dos elementos que son morfológicamente idénticos, con igual información genética, llamados cromatidios o cromátidas hermanas. Desde el punto de vista molecular, está formado por una molécula de ADN que la recorre desde un extremo a otro del cromosoma. Cada cromatidio tienen el mismo diámetro, salvo en la región de las contricciones primarias y secundarias. Cada cromatidio es la última unidad indivisible del cromosoma, desde el punto de vista citogenético. Cada cromatidio, está formado por una fibra o filamento uniforme, llamado cromonema. Esta fibra está formada por el enrollamiento de una fibra constituida por ADN y proteínas histónicas, como componentes mayoritarios de la cromatina. Los telómeros: representan los extremos de los cromosomas y de alguna manera lo sellan. La función de los telómeros es proporcionar estabilidad al cromosoma, haciendo que sus extremos no interaccionen con los extremos de otros cromosomas. Una característica de los telómeros, es su relación con la membrana nuclear. En la meiosis animal se ha comprobado una cierta tendencia de los telómeros a situarse en una zona determinada de la membrana nuclear, en la proximidad del centrosoma, lo cual produce una especie de polarización en la disposición espacial de los cromosomas, que dan un aspecto de ramo o bouquet. Las observaciones al ME muestran, que al menos en profase meiótica, están relacionados con la membrana nuclear por medio de los complejossinaptonénicos. Desde el punto de vista molecular, los telómeros son estructuras especiales de ADN con funciones específicas, esenciales para el normal comportamiento de los cromosomas eucarióticos lineales. Estas funciones incluyen su estabilidad y capacidad de replicación. Se han descubierto dos tipos de secuencias teloméricas. El primer tipo, denominado sencillamente secuencias de ADN telomérico, consiste en cortas repeticiones en tándem. Este grupo es el que contribuye a la estabilidad y a la integridad de los cromosomas. Se ha comprobado que son secuencias muy conservadas en la evolución, lo que refleja la función esencial que desempeñan en el mantenimiento de la integridad de los cromosomas. El segundo tipo, las secuencias asociadas al telómero, también son repetidas y se encuentran tanto adyacentes al telómero como dentro del mismo. Estas secuencias varían entre organismos y se desconoce su significado. La longitud de la secuencia telomérica varía de un cromosoma a otro y de una célula a otra, lo que sugiere que cada telómero es una estructura dinámica que crece y se reduce en forma activa. En Drosophila los telómeros de los cromosomas están compuestos por dos elementos transponibles distintos, Het-A y Tart que se repiten y organizados uno tras otro. Parece que la pérdida de las secuencias teloméricas en Drosophila se compensa por medio de la inserción de copias adicionales de los elementos Het-A y Tart Los telómeros de los vertebrados terminan en una cadena 3’ rica en guanina (cadena G) que sobresale. La cadena G sobresaliente puede doblarse e invadir la región de doble cadena del telómero y generar una estructura de bucle conocida como bucle-T (T-loop), que esconde el extremo 3’, a modo de mecanismo primitivo para protección del telómero. Aquí, el ADN de una sola hebra se enrosca alrededor de un largo círculo estabilizado por proteínas de unión al telómero. Al final del bucle T, el ADN telomérico de una sola hebra se entrelaza con una región de ADN doble cadena, dando lugar a una estructura de triple hebra denominada bucle de desplazamiento o D-bucle. Los telómeros van unidos al complejo multiproteico shelterina/telosoma que ejerce un papel fundamental en la regulación de la longitud telomérica y en su protección. En humanos y en ratón, secuencia telomérica es TTAGGG. En el momento del nacimiento, los telómeros de las células somáticas humanas contienen unas 15 kb del fragmento TTAGGG y los ratones tienen de 25 a 40 kb. En los seres humanos, el complejo proteico shelterina o complejo protector está compuesto por seis proteínas:TRF1 y TRF2 que a su vez interactúan con RAP1, TIN2, TPP1 y POT1, para asociarse al ADN telomérico de doble y simple cadena. La shelterina impide la activación de un mecanismo de reparación de ADN en los extremos de los cromosomas y actúa en la regulación de la actividad de la enzima encargada de la extensión de los telómeros. En las células humanas, las proteínas de interacción con los telómeros más conocidas son TRF1 y TRF2 Las proteínas TRF1 y TRF2, restringen la actividad de la telomerasa, inhibiendo la elongación de los telómeros. En los telómeros humanos TRF2 recluta a la proteína RAP1 cuya sobreexpresión causa alargamiento telomérico. RAP1 es un componente del complejo shelterina en los telómeros de mamíferos, pero su papel in vivo en la biología telomérica aún se desconoce. Sin embargo, se sabe que es un componente central de la shelterina que no solo conecta TPP1/POT1 a los otros componentes sino que también estabiliza TRF1 y TRF2. TPP1 es una proteína necesaria para el reclutamiento de la telomerasa in vivo. Esta proteína presenta un papel importante en la regulación de la longitud telomérica, ya que actúa como un activador o inhibidor de la telomerasa, dependiendo de la posición de POT1 en el extremo 3’ extendido. Un aspecto importante de la regulación y funcionamiento de los telómeros y regiones subteloméricas, es su estructura cromatínica. Los telómeros de mamíferos como los de Drosophila, al tener características de heterocromatina, pueden silenciar genes cercanos. La cromatina telomérica en humanos, contiene nucleosomas que se muestran débilmente alterados, comparado con la cromatina no telomérica. Recientes estudios han demostrado que la cromatina telomérica y subtelomérica del ratón, contienen modificaciones en las histonas, típicas de la heterocromatina y que el DNA subtelomérico puede metilarse. Evidencias cada vez más firmes, indican la existencia de conexiones funcionales entre estas marcas epigenéticas y la homeostasis de la longitud de los telómeros. Alteraciones en las modificaciones de las histonas en la cromatina telomérica o en la metilación del DNA en regiones subteloméricas, se relacionan con la alteración en la longitud de los telómeros, lo que sugiere la existencia de una estructura de mayor orden en los telómeros, que está regulada epigenéticamente y que es importante para el control de su longitud. El centrómero es la región del cromosoma que se asocia con las fibras del huso en la mitosis y meiosis, facilitando la migración de los cromatidios o los cromosomas hacia los polos de la célula en los estadios de anafase. El cinetocoro es la zona específica del centrómero que se asocia con los microtúbulos del huso, es decir el centrómero es una estructura que incluye al cinetocoro. Este proceso es esencial para la separación de las cromátidas y por lo tanto para la fidelidad de la distribución de los cromosomas durante la división. Además son los responsables de mantener la cohesión entre cromátidas hermanas, antes del estadio de anafase Se ha supuesto que el análisis de las secuencias de ADN de las regiones centroméricas, proporcionaría una idea de las características especiales de esta región denominada CEN. El análisis CEN de la levadura, proporcionó las bases para el modelo descrito. Puesto que cada centrómero tiene la misma función no es sorprendente pensar que todos los centrómeros tienen la misma organización. La región CEN de los 16 cromosomas de levadura está formada por 125 pb que pueden dividirse en tres regiones. Las regiones I y III son relativamente cortas, muy conservadas y contienen 8 y 26 pb respectivamente. Las secuencias de la región II (80-85 pb), son extremadamente ricas en A-T (hasta el 95%) y varía entre los diferentes cromosomas. Se sugiere que las regiones I y II son menos importantes para la función del centrómero, que la región III. A menudo se toleran mutaciones en estas dos regiones, pero las mutaciones en la región III normalmente destruyen la función del centrómero. Se supuso que en los eucariotas pluricelulares podría ocurrir algo parecido. La secuencia de ADN en mamíferos, humanos inclusive, varía considerablemente y no se ha conservado tanto. Lo que ha llevado a la conclusión, de que en estos organismos las secuencias CEN no es esencial por sí misma. La secuencia nucleotídica del ADN centromérico de los eucariontes superiores mejor conocida, corresponde a la planta Arabidopsis thaliana. Secuencias a veces excluidas de los análisis, por los problemas en la obtención de una lectura exacta de estas estructuras altamente repetidas que la caracterizan. Estos centrómeros abarcan de 0.9 a 1.2 Mb de ADN y cada cromosoma está constituido por secuencias repetidas de 180 pb. Hay secuencias altamente repetitivas ausentes en la levadura, pero característica de los eucariotas pluricelulares, con tamaños que varían considerablemente entre ellos. Esto es lo que se conoce como ADN satélite y que en humanos la secuencia más conocida es la familia alfoide. Se encuentra en las regiones centroméricas, presentan motivos de 171 pb que se repiten en tándem hasta completar 3 millones de pb. Si bien esta secuencia se encuentra en otros primates, no se conserva ni la secuencia ni el número de repeticiones de 171 pb. Estas secuencias no se transcriben y no se conoce la función. Antes que se conociera las secuencias de Arabidopsis, se consideraba que estas secuencias repetidas eran, por mucho, el componenteprincipal del ADN centromérico. Sin embargo los centrómeros de Arabidopsis, también contienen múltiples copias de repeticiones del genoma junto con algunos genes, con una densidad de 7 a 9 por 100 kb, en comparación con 25 genes por 100 kb de las regiones no centroméricas. El descubrimiento de que el ADN centromérico contiene genes causó gran sorpresa, porque se pensaba que estas regiones eran genéticamente inactivas. Esto nos alerta de que los genes no tienen una disposición uniforme a lo largo del cromosoma. En la mayoría de los organismos, los genes parecen estar distribuidos de manera más o menos aleatoria, con variaciones sustanciales de la densidad de genes en diferentes posiciones de un cromosoma. La densidad promedio de genes en Arabidopsis es de 25 genes por 100 kb, pero aún fuera de los centrómeros y los telómeros, la densidad varían de 1 a 38 genes por 100 kb. Arabidopsis y los seres humanos presentan un patrón básico de ADN centromérico observado en casi todos los eucariotas pero se detecta una variación interesante en la levadura. En la levadura hay aproximadamente 24 proteínas localizadas en el centrómero que forman el cinetocoro, estructura que actúa como punto de fijación para los microtúbulos durante la división celular. No se aclaró en qué medida este modelo de centrómero de levadura, es aplicable a otros eucariontes. Los centrómeros de los eucariontes superiores son bastante diferentes porque contienen nucleosomas similares a la de otras regiones del cromosoma, pero algunos de ellos contienen la proteína CENP-A en lugar de histonas H3. Los nucleosomas que contienen CENP-A tienen una estructura más compacta y rígida que los que contienen H3 y se ha sugerido que la disposición de los nucleosomas CENP-A y H3 a lo largo del ADN es tal que las versiones CENP-A están ubicadas en la superficie del centrómero, donde forman una cubierta externa sobre la que se construye el cinetocoro. Aparece al MO, como una constricción acromática con cromómeros centroméricos. El cinetocoro tiene la forma de un disco, de naturaleza proteica, el ME revela estar constituido por tres láminas, donde la externa es convexa y recibe a los microtúbulos durante la división celular. Los cromosomas que tienen constricción primaria, se dice que tienen centrómero localizado y éstos poseen dos cinetocoros, uno por cada cromatidio. Aquellos cromosomas que no tiene constricción primaria, la actividad centromérica, se halla distribuida a lo largo de todo el cromatidio de manera difusa y por ello a estos centrómeros se los denomina difuso. Los cromosomas con centrómero difuso se llaman homocéntricos u holocinéticos, son pequeños entre 2 y 3 µ. Ejemplos de estos cromosomas los encontramos en Luzula (Juncaceae) y en animales, en algunos hemípteros, homópteros, etc. Habría que dilucidar si realmente el centrómero difuso es, como su nombre lo indica, un centrómero continuado a lo largo de todo el cromosoma o si se trata de múltiples pequeños centrómeros unos junto a otros. Se denominan en éste último caso, policéntricos y se han encontrado en Ascaris megalocephala. A veces ocurre, que segmentos o zonas cromosómicas que no es el centrómero, adquieren temporalmente su actividad, constituyendo un neocentrómero Ej. maíz y centeno. Además de las constricciones primarias, se encuentran las constricciones secundarias, algunas de las cuales están relacionadas con la organización del nucléolo o NOR, por lo que ésas zonas del cromosoma reciben el nombre de regiones organizadoras del nucléolo. Los estudios realizados al ME en células vegetales, han revelado que las constricciones secundarias no son exactamente constricciones, sino que están constituidas por cromatina de condensación diferente al resto del cromosoma y diferente a la constricción primaria o centromérica. Éstas zonas contienen ADNr que codifica para el ARNr. Las técnicas empleando Ag amoniacal se utilizan para detectar, proteínas relacionadas con la funcionalidad nucleolar. Esto permitió comprobar que no todas las constricciones secundarias están implicadas en la formación del o los nucléolos, es decir, no todas son NOR +. Los cromosomas portadores de constricciones secundarias, son específicos para cada especie. En el hombre estos organizadores se encuentran en los cromosomas 13, 14, 15, 21 y 22, todos los cuales son acrocéntricos. Durante la Interfase, al momento de formar el, o los nucleolos, los cromosomas con constricciones secundarias, se asocian en un complejo estructural y funcional para cumplir con la función. Los cromómeros pueden definirse, como partículas discretas de la cromatina de tamaño y forma variables ordenadas linealmente a lo largo del cromosoma. Se interpretan como enrollamientos del ADN. Al principio de la profase meiótica, los cromómeros muestran un aspecto uniforme a lo largo de todo el cromosoma, sin embargo conforme avanza el proceso meiótico, los cromómeros se manifiestan con tamaño, forma y distribución específicos para cada pareja de cromosomas. Lima de Faría, indica que la distribución de los grandes cromómeros heterocromáticos (knobs), no es al azar sobre la longitud de los brazos cromosómicos. En las regiones próximas al centrómero, nunca se observan los grandes cromómeros. Las zonas intersticiales son lugares permitidos (28% del total de los knobs analizados en las diferentes especies) y las regiones terminales son las favorecidas (72%) Muchas especies de plantas superiores y animales poseen cromosomas extras opcionales, llamados cromosomas B. El término cromosomas B, fue introducido para describir cromosomas extras que tiene poco o en algunos casos ningún efecto, sobre los caracteres visibles, los cuales no son homólogos con los cromosomas del complemento normal y son extremadamente irregulares durante la meiosis. Los cromosomas B, se denominan también accesorios o supernumerarios, y pueden tener los siguientes atributos: Pueden estar presentes o ausentes en los individuos de una especie. Cuando están presentes, ellos varían en número entre individuos, en distintas células de un mismo organismo y entre diferentes poblaciones. Su herencia es no mendeliana. Los cromosomas B son inestables durante las divisiones celulares. Su permanencia en una población, depende del equilibrio entre las fuerzas de acumulación y eliminación. Son generalmente más pequeños que los A y carecen de genes mayores. Afectan el vigor y la fertilidad en forma adversa, especialmente cuando están presentes en gran número. Su efecto genético es de naturaleza indetectable en número bajo. Alteran el fenotipo nuclear. Los cambios ocurren en procesos fundamentales como el tiempo del ciclo celular, actividad génica y comportamiento de los A en la meiosis. Si estudiamos la distribución de los B en animales y plantas, se han encontrado en ortópteros, coleópteros, gusanos planos y también en mamíferos. En plantas la mayor cantidad de especies encontradas con cromosomas B, corresponden a las angiospermas. Una cuestión interesante es la posible o probable relación de los cromosomas B y el grado de evolución de las familias de angiospermas. En una serie de familias estudiadas, se encontró que dentro de las monocotiledóneas, las gramíneas presentaban mayor cantidad de cromosomas B y dentro de las dicotiledóneas, las compuestas. En contraste con esto, familias más primitivas como las Juncáceas, Malvácea, Rosácea, tienen muy baja cantidad de B. Pero no tenemos que desconocer que las compuestas y las gramíneas son las familias muy estudiadas por los citólogos. El otro dato a tener en cuenta, es que los cromosomas B son raros en los poliploides. Como resultado de los estudios sobre la naturaleza molecular de los cromosomas B, se han propuestos dos teorías principales sobre su origen. La teoría más ampliamente aceptada, sostiene que los cromosomas B se originan intraespecíficamente a partir de los cromosomas A, aunque existen casos de un posible origen interespecífico por hibridación. La mejor evidencia del origen intraespecífico de los cromosomas B, es laexistencia de familias de ADN repetitivo presentes, tanto en los cromosomas A como en los B.
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