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ntroducción La cetoacidosis diabética es una de las complica ciones metabólicas agudas de la diabetes mellitus (DM) que ocurre en más de 80 % de los casos en ¡pacientes diagnosticados con DM tipo 2 que cursan con alguna patología como infección, estrés grave u otras, o que incurren en deficiencias u omisiones en su tratamiento con hipoglucemiantes orales o insu lina, y que ocasionalmente puede anteceder al co mienzo de la DM tipo l. Esta patología conforma un cuadro clínico pro ducido por ausencia, disminución o no utilidad de a insulina para que la célula capte la glucosa, con lo que se generan hiperglucemia, deshidratación, ce toacidosis y manifestaciones clínicas de poliuria, polidipsia, polifagia y trastornos en el sistema ner vioso central, incluyendo el coma (fig. 19.1). Insulina Hiperglucemia Poliuria ausente. Deshidratación Polidipsia ·;;; ftJ disminuida Cetosis Polifagia o u -o ·- "ü .t; o no útil Acidosis Desorientación 10 A Coma O IO ;� u Fig. 19.1. Esquema general de la cetoacidosis diabética. La alteración en la utilización de la glucosa en esta complicación metabólica por problemas de la insulina, que ya no actúa sobre los receptores es pecíficos de las células blanco (principalmente hí gado, músculos y tejido adiposo), genera un im- Cetoacidosis diabética portante trastorno si consideramos que este hi drato de carbono es el proveedor energético por excelencia en el cuerpo humano para la síntesis, la trasmisión neuromuscular, las reacciones enzi máticas y el mantenimiento de las membranas, entre otras. Fisiología La homeostasis de la glucosa implica el mante nimiento de ésta entre los valores de referencia de 80 a 100 mg/dl (4.45 a 5.55 mM) de sangre en el ser humano por la mañana y en ayuno, mediante me canismos nerviosos, humorales y endocrinos que ac túan juntos o separadamente. Como abastecedora insustituible de material ener gético al cerebro, la glucosa debe mantenerse en ran gos muy estables para asegurar a éste el suministro de combustible. De hecho, las hormonas insulina y glucagón, producidas en los islotes de Langerhans del páncreas, son las principales responsables de su equi librio a través de mecanismos de retroacción. La insulina se secreta por estímulo de la glucosa plasmática alta haciendo que ésta se normalice, en tanto que la glucosa baja induce la liberación de glucagón para elevarla. La hipoglucemia severa (va lores menores que 50 mg/dl de sangre) estimula el hipotálamo, que descarga una respuesta adrenér gica causal de la liberación hepática de glucosa. Fisiopatología La hiperglucemia resultante de una insuficiente acción insulínica directa o indirecta, o aun de su au - sencia, constituye la clave para el diagnóstico de la diabetes mellitus o sacarina, que reviste un trastor- 97 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org no heterogéneo complejo y causal de una impor tante morbimortalidad en nuestro país, pues ocupa el primer lugar como causa de incapacidad prema tura y el tercer lugar como causa de muerte en los mexicanos mayores de 40 años.1 A continuación se presentan los criterios que se utilizan actualmente para orientar el diagnóstico de la DM, según la American Diabetes Associa tion (The Expert Committee on the Diagnosis and Classification ofDiabetes Mellitus, American Dia betes Association, From Diabetes Care, vol. 27, 2004, SS-Sl0): 1. Síntomas de diabetes más una glucemia ca sual 2: 200 mg/dl (11.1 mmol/.l). Glucemia ca sual se define como aquella que se toma a cualquier hora del día, independientemente del tiempo entre la última comida. Los sínto mas clásicos de diabetes incluyen poliuria, polidipsia e inexplicable pérdida de peso. 2. Glucosa plasmática en ayuno de cuando menos 8 h, de 126 mg/dl o mayor. Ayuno se define como el no ingreso calórico en cuan - do menos 8 h. 3. Glucosa plasmática a las 2 h, de 200 mg/dl o mayor, durante una prueba de tolerancia oral a la glucosa, como indica la OMS, utili zando una carga de glucosa que contenga el equivalente a 75 g de glucosa anhidra di suelta en agua. En la cetoacidosis diabética, la hiperglucemia inicial y creciente se complica con grados variables y progresivos -si no se corrige oportunamente- de cetoácidos liberados por la lipólisis subsiguiente y el aumento circulante de la acetil coenzima A para la obtención de energía por el organismo. El incremento de glucosa en sangre llega a des bordar el umbral renal para este carbohidrato, que se ha estimado en 180 mg/dl, y se empieza a eli minar a través de la orina, llevando consigo, por efecto osmótico, grandes volúmenes de agua, so dio y potasio en sus fases iniciales, manifestándo se como poliuria y aumento del sodio y potasio urinarios. La hiperglucemia por sí misma contribuye de forma significativa a elevar la osmolaridad plasmá tica por arriba de los 300 müsm, cuyos valores nor- 1 males oscilan entre 300 ± 10 müsm/1. Para obtener la osmolaridad sérica se sigue la siguiente fórmula: Osmolaridad sérica = 2(Na+ + K+ séricos) + glucosa sérica/18 Este fenómeno de diuresis incrementada condu ce rápidamente a deshidratación hipertónica, que al acentuarse lleva al paciente a una disminución ulte rior de volumen urinario por reducción del filtrado glomerular, que se manifiesta como oliguria en fase tardía. La disminución del filtrado glomerular puede determinar, asimismo, un menor o mayor grado de azoemia con incremento del nitrógeno ureico (BUN) o la creatininemia, determinando lo que se conoce como uremia prerrenal. El cuadro clínico que acompaña a la deshidrata ción incluye, además y según la severidad del caso, hipotensión arterial, taquicardia compensadora, baja de la presión venosa central y sequedad de piel y mu cosas. El hematócrito se eleva por hemoconcentra ción y suele haber cierto grado de leucocitosis. La deshidratación severa, junto con la acidosis y los grados variables de productos azoados elevados en plasma producen alteraciones de la conciencia y diversas conductas, que pueden llegar a causar coma. Al verse impedidas las células para utilizar gluco sa como material energético y también para frenar el mecanismo hipotalámico de la saciedad, se produce polifagia. Compensatoriamente, se genera libera - ción de aminoácidos, dando paso a la subsiguiente gluconeogénesis, que contribuye también al au mento en la concentración plasmática de glucosa. Por otra parte, el organismo echa mano de los áci dos grasos para utilizarlos como material energético, con lo que se genera sobreproducción de Acetilcoen zima A y aumento en sangre de los metabolitos áci dos y cetónicos circulantes, particularmente del ácido acetoacético y betahidroxibutírico, produciéndose con ello acidosis metabólica con disminución del pH y bicarbonato estándar y, por supuesto, la presencia de cuerpos cetónicos en orina. Esta acidosis activa el mecanismo respiratorio compensador aumentando la frecuencia y profun - didad respiratorias, dando lugar a la conocida res piración de tipo Kussmaul o acidótica, que tiende a eliminar el CO2• Una parte de estos cuerpos cetónicos también se elimina a través del aliento, con lo que en estos pa - cientes se presenta el característico aliento cetónico o con aroma a II manzanas". http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Tratamiento Es importante que las personas conocidas como diabéticas aprendan a identificar las alteraciones que indican un descontrol en su glucemia y con ello eviten llegar a la cetoacidosis. La base del manejo del descontrol diabético ce toacidótico, habitualmente a nivel hospitalario, está en la administración de insulina regular, en primer lugar, por vía intravenosa o intramuscular. Por la primera vía se utiliza un bolo inicial de 0.3 unidades/kg de peso corporal, seguido de una infusión continua de 0.1 unidades/kg de pe so/h, o bien, esta última por vía intramuscular cada hora. Debe llevarse un registro horario, preferentemente de las determinaciones semicuantitativas de la glucosa sérica, y ajustar la velocidad de infusión de la insulina acorde con ello. Junto con la aplicación de insulina regular debe iniciarse la reposición de líquidos. Se sugiere admi nistrar 1000 ml de solución salina isotónica durante la primera hora de tratamiento, seguida de una in fusión a ritmo de 300 a 500 ml/h. Las pérdidas de potasio deben atenderse con esti maciones periódicas de electrolitos; suele emplearse de 20 a 30 mEq/h durante las primeras 2 a 3 horas. Es importante también corregir la acidosis meta - bólica severa, en su caso, mediante bicarbonato de sodio en administración intravenosa. La vigilancia periódica de los datos clínicos, como estado de conciencia, de hidratación y hemo dinamia, así como de laboratorio, que incluyen glu - cemia, presencia de cetosis, acidemia y electrolite mia, se lleva a cabo frecuentemente en unidades de urgencias o terapia intensiva. Deben tratarse además los procesos infecciosos, si los hubiere. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org CETOACIDOSIS DIABÉTICA "' (IJ ,g VI V lll Aliento cetón ico Alteraciones de la conciencia.--- Coma ¡ TA + PVC �-� "' ,:: (IJ ,_ Poliuria inicial t Diuresis -t Glucosa plasmática B Glucon1génes is -Liberac!óndd e am1noao os Polifagia Aumento de metabolitos ácidos y cetónicos t �be_ra_ción - Exceso de e acidos Acet il-coenzima A grasos Respiración acidótica Estímulo respiratorio �ü ,:: lll lll lll Falta o déficit en la acción de la insulina ia sérica 0 com T d" �--t Osmolaridad La glucosa Deshidratación <""----l Perfusión tisular � ., Acidosis metaból ica '5, ·;: o (IJ - Cl g o lll.., C. lll o a. ·¡¡; o u:� 1 GJ Disminución del ' 2 filtrado glomerular plasm i '"" ,;::�,:�::, � "'"" '._ Diuresis osmótica alt � en Na·y K+ ��������!!!:::;=!�;:é����������� Hiperglucemia Osmolaridad Glucosur ia t Sodio y potasio sérica > 300 t Volumen urinarios mmol /l urinario inicial Tratamiento Hiponatremia l Volumen urinario t BUN t Calemia inicial, tardíamente + tardía t Ht 0 1. Insulina rápida regular a razón de 0.3 unidades/kg de peso corporal, por vía IV en bolo, seguida de una infusión continua IV de esta hormona a razón de 0.1 unidades/kg de peso corporal/h, o esta misma dosis por vía IM cada h. 2. Solución salina isotónica. Generalmente esta es la solución preferida para correc ción de la deshidratación hipertónica con natremia baja; suele emplearse a razón de 1 e IV la primera hora, seguida de 300 a 500 ml/h. 3. Potasio. Este catión suele reponerse entre 20 y 30 mmol en las primeras 3 h de tratamiento con base en su nivel sérico. 4. La acidosis metabólica severa se corrige con bicarbonato de sodio IV. S. Vigilancia periódica de glucemia, electrolitemia, cetosis, acidosis, estado de hi dratación y conciencia. 6. Se deben tratar posibles factores desencadenantes como son las infecciones. ' ' >,. pH y Cetonuna .g ? bicarbonato 8 � estándar � � bajos .e cr j http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Botón2:
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