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Síndrome meníngeo

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Introducción 
El conjunto de signos y síntomas producidos como 
respuesta a la agresión que sufren las meninges, en­
tre los que destacan la raquialgia, la rigidez de nuca 
y los signos neurológicos positivos como los de La­
segue, Brudzinski y Kernig, constituyen el síndrome 
meníngeo. 
Agresión física, Irritación de Raquialgia o QI 
química o terminales Rigidez bO e 
biológica a nerviosas de nuca ·2
QI 
meninges meníngeas Signos de E 
cerebrales o Laségue, QI 
E 
espinales Brudzinski e
y Kernig "'CI e
¡;:¡ 
Fig. 1. Esquema general del síndrome meníngeo. 
Este síndrome puede presentarse en patologías 
de diferente causa que pueden clasificarse en: 
• Difusas: meningitis aguda y subaguda, hemo­
rragia subaracnoidea, ruptura de neoplasias o
abscesos, golpe de calor, así como el efecto ad­
verso de fármacos, medio de contraste, anesté­
sicos y antibióticos.
• Localizadas: neoplasias del agujero occipital o
intrarraquídeo, absceso epidural o hernias de
disco con compresión radicular.1 
Síndrome meníngeo 
Estas alteraciones representan siempre una ur­
gencia médica que debe recibir atención rápida y 
oportuna a nivel hospitalario. 
Fisiología 
Las meninges -conformadas por duramadre, arac­
noides y piamadre- son las membranas que cubren 
el encéfalo y la médula espinal. Contienen, entre la 
aracnoides y la pía madre, llamadas leptomeninges, 
el líquido cefalorraquídeo (LCR). Esta estructura sir­
ve de soporte físico y protección al sistema nervioso 
contra traumatismos externos. 
Fisiopatología 
Cualquier factor que produzca irritación de las 
leptomeninges será capaz de expresarse con el sín - 
drome meníngeo. La causas más comunes, sin em­
bargo, las constituyen la infección meníngea (fre­
cuentemente por Streptococcus pneumoniae, Neisseria 
meningitidis, Haemophilus influenzae y Staphylococcus 
aureus o epidermidis, entre otros) y las patologías 
que cursan con hemorragia subaracnoidea. 
En el se presenta el esquema seguido 
particularmente en caso de menin­gitis infecciosa, 
el cual determina fiebre e irritación difusa de las 
terminales nerviosas cerebrales o espi­nales, lo que 
se expresa con cefalalgia comúnmente 
frontooccipital y que suele ser de instalación súbita, 
intensa y constante, y llegar a provocar gritos en el 
paciente (grito meníngeo de Coindet); se produce 
también dolor lumbar o raquialgia. 
La rigidez de nuca es un signo precoz y ocurre 
por contractura de los músculos cervicales ante el 
dolor que se produce al tratar de flexionar el cuello, 
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debido a que esta maniobra aumenta la presión en 
el líquido cefalorraquídeo a nivel de la cisterna 
magna e irrita las meninges inflamadas. 
Los signos de Kemig y Brudzinski sirven para ex­
plorar y demostrar también la contractura muscular 
defensiva por el dolor generado. 
El primero consiste en que el paciente no puede 
sentarse si no flexiona antes los muslos sobre la pel­
vis y las piernas sobre los muslos; de forma similar 
ocurre con el signo de Lasegue, en el que se explora 
la contractura de los músculos paravertebrales cuan­
do al paciente colocado en decúbito supino se le le­
vanta pasivamente una extremidad inferior y más allá 
de los 45 grados aquél flexiona la rodilla. Esta manio­
bra produce estiramiento de las raíces nerviosas. 
El signo de Brudzinski se produce cuando al 
flexionar pasivamente la rodilla y cadera de un lado, 
se origina un movimiento similar en la extremidad 
opuesta. 
El síndrome meníngeo, cuando concurre con hi­
pertensión intracraneal, se manifiesta con la sintoma­
tología propia: cefalalgia, náuseas, vómito, papilede­
ma y trastornos variables en el estado de conciencia. 
Para el diagnóstico son de utilidad el examen fi­
sicoquímico y bacteriológico del LCR. En el caso de 
meningitis infecciosa, en el LCR suele haber una 
cuenta de neutrófilos polimorfonucleares alta, de 
entre 200 y 20 000 células/ ¡.iJ, glucosa en cifras < 45 
mg/dl y una cantidad de proteínas > 50 mg/dl. 
Otros estudios de posible utilidad compren­
den la determinación de antígenos polisacáridos 
capsulares, la tomografía axial computarizada y 
la resonancia magnética nuclear en casos selec­
cionados. 
Algunas enfermedades como neumonías, sal­
monelosis, pielonefritis y otras pueden manifes­
tarse con signos y síntomas similares a los del 
síndrome meníngeo, en lo que se conoce como 
meningismo; por ello, es muy importante estable­
cer el diagnóstico diferencial con base en los datos 
clínicos y de laboratorio. 
Tratamiento 
Ante la sospecha diagnóstica de síndrome me­
níngeo y en ausencia de alteraciones neurológicas 
focales, debe hacerse una punción lumbar, enviar el 
LCR a estudios de laboratorio e instaurar inmediata -
mente tratamiento antirnicrobiano con penicilina G 
acuosa o vancomicina asociada con una cefalospori­
na de tercera generación (cefotaxima, ceftriaxona). 
Una vez conocidos los resultados de los cultivos 
del LCR, las tinciones de gram y la respuesta clínica 
en el paciente, podrán modificarse los esquemas 
antimicrobianos según el germen y su sensibilidad. 
Ciertas medidas de apoyo general son necesarias; 
por ejemplo, mantener en el paciente un adecuado 
control hidromineral y la vía aérea permeable y se­
gura, quizá con apoyo ventilatorio mecánico; fárma­
cos anticonvulsivos y diuréticos según las necesida­
des particulares y las patologías asociadas.2 
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SÍNDROME MENÍNGEO 
Signos de 
Lasegue, 
Brudzinski y 
Trastornos 
de la 
Fiebre Raquialgia Rigidez de nuca Kernig positivos Cefalalgia Vómito Papiledema conciencia 
Q 
Antígenos 
polisacáridos 
capsulares 
positivos 
Tratamiento 
í:l lnílamación con 
LJ irritación difusa de 
terminales nerviosas 
de las meninges 
craneales o espinales 
Alteraciones en 
LCR: 
t Neutrófilos 
iGlucosa 
t Proteínas 
Cursando con 
__________ __. hipertensión 
intracraneal 
Frotis con tinción TAC 
deGramy RMN 
cultivos de LCR 
probablemente 
positivos 
1. Con el diagnóstico de meningitis infecciosa se debe iniciar inmediatamente tra­
tamiento antimicrobiano con penicilina G acuosa o vancomicina asociada con
una cefalosporina de tercera generación (cefotaxima, ceftriaxona).
2. Una vez conocidos los resultados de los cultivos del LCR, las tinciones de gram y
la respuesta clínica en el paciente, podrán modificarse los esquemas antimicro­
bianos según el germen y su sensibilidad.
3. Son necesarias ciertas medidas de apoyo general; por ejemplo, mantener en el
paciente un adecuado control hidromineral y la vía aérea permeable y segura,
apoyo ventilatorio mecánico, así como fármacos anticonvulsivos y diuréticos se­
gún las necesidades particulares y las patologías asociadas.
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