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La Nueva Interpretación de la Caries - Beyer

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Dr. Christian Beyer
LA NUEVA 
INTERPRETACIÓN 
DE LA CARIES
LOS ORÍGENES PSICOEMOCIONALES A TRAVÉS 
DE LA DESCODIFICACIÓN DENTAL
D R. C H R IST IA N BEY ER
LA NUEVA INTERPRETACIÓN 
DE LA CARIES
Los orígenes psicoemocionales 
según la desoodiflcacion dental
Advertencia
Las recomendaciones contenidas en esta obra no sustituyen de ninguna manera a un 
tratamiento médico en curso. El editor y el autor no se hacen responsables de las con­
secuencias debido a la mala interpretación de este libro por el lector.
Título original en francés:
La nouvelle interprétation de la carie Les origines psycho-émotionnelles 
par le décodage dentaire 
Copyright ©: Editions Chariot D'Or
Título en castellano:
La nueva interpretación de la caries
Los orígenes psicoemocionaies según la descodificación dental
Autor: Dr. Christian Beyer 
Traducción: Olga y Gustavo García
Impresión: Publidisa - 2015
Depósito Legal: M-6129-2015
ISBN: 978-84-606-6254-9
Diseño y maquetación: David Márquez
david.maquetacion@gmail.com
Ilustraciones: Marco
Edición: Mónica Esther García Fabregat 
monicagarciafabregat@gmail.com
Quedan rigurosamente prohibidas, sin autorización escrita de los titulares del copyright, 
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra 
por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprograffa y el tratamiento infor­
mático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
«Nada imprime tan vividamente algo a nuestro 
recuerdo que el deseo de olvidar».
Montaigne
INTTROBUCaON
H
ace veinticinco años, me enseñaron que las caries aparecen cuan­
do se unen tres cosas: un diente, una bacteria y azúcar. Mis pro­
fesores me enseñaron a reforzar lo primero, combatir lo segundo 
y disminuir lo tercero. No obstante, al tratar de aplicar lo mejor posible 
estas enseñanzas así como aliviar a mis pacientes, algunos de ellos presen­
taban caries que no coincidían con estas leyes. En realidad, y sin ninguna 
duda, algunos de mis pacientes que se cepillan los dientes meticulosamen­
te, y entonces eliminan la placa bacteriana, presentaban caries que ade­
más estaban en lugares donde los alimentos no podían aferrarse ni formar 
placa bacteriana. Lo más preocupante fue observar las caries en espejo...
Los tres primeros pacientes de los cuales me responsabilicé durante mis 
estudios del tercer año, tenían caries en un diente arriba a la izquierda 
y solamente otra caries: arriba a la derecha, en el mismo diente y en el 
mismo lugar que el diente contra lateral.
Entonces, las bacterias responsables de las caries, ¡tendrían una inteligen­
cia de geometría espacial al saber tocar un diente idéntico a la derecha 
y a la izquierda en nuestra boca! A partir de esta observación fortuita 
empezaron mis investigaciones.
Las bases de la descodificación dental me aparecieron hace diez años. Sien­
do una técnica de interpretación del órgano dental, la descodificacíón den­
tal cumple la función de aportar informaciones psicoemocionales según las 
patologías dentales con la intención de poder frenarlas. La descodificación 
dental pone palabras a los disturbios buco-dentales para que la psique in­
formada, se apropie de un problema existencial y permita a la biología 
volver a equilibrarse y por la cual, frenar la patología. Sin negar la función 
fundamental del Hombre del Arte, el dentista, en el ciclo de mantener con 
salud el órgano dental, no puedo olvidar durante práctica, los momentos 
de impotencia de algunos casos. Al aplicar rigurosamente los preceptos 
de la facultad, algunos dientes parecían tener más afinidad con las caries 
que con mis cuidados... A pesar de respetarlo todo, algunos dientes no 
paraban de tener caries recidivas. La descodificación dental tenía la misión
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Dr. Christian Beyer
de ser una ayuda para mis cuidados, y también ayudar al paciente, con la 
finalidad de conservar los órganos dentales originales. Y el libro que está 
en vuestras manos lo respeta: palabras sobre las patologías dentales que 
solo el paciente puede considerar y manejar, para poder aliviar sus dientes 
y ayudar al dentista a realizar cuidados perennes.
Después de diez años de haber nacido la descodificación dental en mi es­
píritu, la caries se presenta hoy de forma muy diferente a los principios 
de la facultad. Sin ignorar (¡sería una locura!) que observando el tejido 
cariado, se le descubran bacterias, la descodificación dental revela una 
problemática preexistente a la aparición de las bacterias y del tejido ca­
riado: un trastorno psicológico en la gestión del entorno. Estos principios 
básicos son explicados en las dos obras editadas en el “ Chariot d'O r” con 
el título Décodage dentaire. Sin embargo, aquí se os volverán a explicar 
los grandes rasgos. Luego, diente por diente, pondremos palabras a las 
caries, de manera que podáis ver realmente un trozo de vuestra existen­
cia y palabras que os hablen de un eje particular de vuestra relación con 
el mundo que os rodea. Estas palabras no reemplazan al dentista pero lo 
ayudan. Lo ayudarán proponiéndoos que os fijéis en algunos momentos 
de vuestra vida, con palabras precisas. Esta gestión consciente de vuestra 
existencia, que nadie más que vosotros puede efectuar y ocuparse de ella, 
quitaros esto sería nada más que un pretexto para culpar al destino, a la 
fatalidad o a los dientes heredados de vuestros antepasados.
Puesto que muchos hablan de conciencia adquirida, veréis en las próxi­
mas páginas, como ser testigo de la Vida que estáis viviendo para au­
mentar vuestra propia consciencia...
EL FENÓMENO CARIES EN EL SENO DE LA DINÁMICA 
HUMANA
Para que podáis acoger las palabras que siguen, las palabras puestas en las 
caries, lugar de una fatalidad de glucosa o bacteriana, debo presentaros la 
estructura viva en la cual toma sentido esta interpretación. La estructura en 
cuestión es la del ser humano, que observaremos bajo el ángulo particular 
de la dualidad, una dualidad que es un conjunto formado por dos partes en 
funciones reciprocas. El ser humano puede verse formado por un cuerpo, la 
base biológica, celular (que podemos llamar base animal sin ningún sentido
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despectivo, la cual a nivel de neuronas del neo Córtex, permite el surgimien­
to de una esfera mental, capaz del lenguaje verbal y considerada como esta­
do inferior al espíritu. Esta división del ser humano en dos niveles, no tiene 
como objetivo dividirlo sino describir las dos partes que funcionan conjun­
tamente. Dicha correlación que funciona entre las dos partes de un mismo 
conjunto, define una estructura dual. De esta forma, gracias a la observación 
de los dientes, consideraremos y exploraremos la dualidad humana, com­
puesta por un cuerpo y una cabeza, de materia y espíritu. El fenómeno ca­
ries podría ser visto como una verificación experimental del precepto Mens 
sana in corpore sano (un espíritu sano dentro de un cuerpo sano).
La observación de la base biológica, el sistema nervioso central, hace que 
esta observación sea pertinente y coherente de una dualidad funcional. 
El sistema que asegura el equilibrio interno del cuerpo (el sistema neu- 
rovegetativo) depende del sistema límbico, el cual recibe todas las fibras 
que provienen del Córtex. Es decir, el cuerpo y la mente están en una 
conexión permanente, en un sentido o en el otro. El cuerpo en su equi­
librio endocrino, puede matizar los pensamientos y a la inversa, nues­
tros pensamientos sobre la existencia pueden modificar las secreciones 
endocrinas. De esta forma, la comprensión del sistema funcional que es 
el ser humano en su entorno, hace apelación a la psicología y a la neu- 
robiología. Su proyección a las dinámicas vivas referente a los dientes, 
es el trabajo de la descodificación dental: dar un sentido a una manifes­
tación biológica pensando en la dinámica de la psique humana a través 
del simbolismo. Los trabajos de referencia están indicados en la biblio­
grafía, con el fin depermitir al lector poder encontrar explicaciones más 
amplias sobre los medios empleados para realizar las correlaciones entre 
un desorden dental y un trastorno de relación humana.
La caries, ¿origen microbiano o trastorno interno?
Cuando la observación de la simetría cariosa me sugirió la existencia de 
una razón interna del individuo, no tenía ni idea del mundo en el cual 
me iba a aventurar. Al aceptar la hipótesis de que el microbio no era EL 
primer responsable de la caries, no conocía todavía las dificultades que 
me esperaban. He observado desde entonces, que el ser humano prefiere 
que le indiquemos un enemigo o un responsable exterior contra el cual 
piensa que podrá pelear y defenderse. Un elemento externo, de fuera,
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que pueda ser el responsable y contra el cual puede tratar de proteger­
se en lugar de una causa interna de la cual sería totalmente responsa­
ble. He llegado a pensar que hubiese sido mucho más fácil para mí no 
haber visto esa simetría de caries. Pero la vi, me llamó la atención y me 
fui hacia la aventura... Una aventura que hoy ya no me deja retroceder, 
volver al pasado.
El microbio es una estructura infinitamente pequeña, simple pero muy 
funcional y activa. Esta estructura microscópica parece ser capaz de des­
truir la parte más dura del cuerpo físico, lo que ni el acero puede hacer... 
Y si la explicación de la caries de simetría no pudiese explicarse con 
causas externas, solo podría encontrar la explicación en la parte inter­
na. El mundo interior, el ambiente interno, podemos abordarlo a través 
de múltiples facetas. La primera ha sido la energética... La energía... la 
acupuntura me ha enseñado mucho, así como lo he expuesto en mi pri­
mer trabajo. N o obstante, los puntos de los meridianos estaban todavía 
bajo la dependencia del que desde fuera, iba a poder reequilibrar el sis­
tema. Como si aquí otra vez, yo no fuese responsable del problema. Mis 
pensamientos, por una razón muy extraña y de forma irrazonable, me 
empujaban a buscar un sistema con responsabilidad propia y total. La 
naturaleza del pensamiento humano, el mundo de la psique, el espíritu 
humano ha sido el mundo hacia el cual me ha conducido la caries y su 
característica simétrica. Comprendo la dificultad de ese mundo: nada nos 
permite observarlo a través de nuestros ojos, nada nos permite visitarlo 
más que los pensamientos propios... ¡El espíritu no puede ser visitado 
por nadie más que el espíritu!
La adaptación de supervivencia creada por nuestro 
mental
El cuerpo humano está provisto de un neo Córtex, sistema de concep­
ción del mundo. A través de palabras y de las imágenes el ser humano 
puede hablar de todo el mundo y describirlo a los que no lo han conoci­
do. A través de las palabras el ser humano puede generar mundos ima­
ginarios en los cuales los oyentes estarán integrados, podrán pasearse 
y asumir los efectos sin que este mundo sea... real! Podemos sentir el 
miedo puesto en palabras o en imágenes en el seno de una historia sin
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que ella sea real. Pero nuestro cuerpo reaccionará como si... todo fue­
se real. Entonces en nuestra cabeza tenemos un generador de mundos 
imaginarios y la capacidad de llevarlos a nuestro cuerpo biológico. Ade­
más nuestro cuerpo biológico modificará sus secreciones endocrinas en 
función de las imágenes y las palabras que el pensamiento hace reales. 
Y por lo tanto nuestro cuerpo biológico, estructura real y completa, se 
ve llevado en el mundo de nuestros pensamientos, mundo virtual, y re­
acciona. El cuerpo reaccionará al valor emocional de la imagen o de la 
palabra, sus valores son muy variables de un individuo a otro, igual que 
de una cultura a otra. La reacción de nuestro cuerpo al mundo exterior 
es lo que se llama adaptación.
La adaptación, para el cuerpo biológico es el camino necesario para 
sobrevivir.
Para estar vivo, el sistema interior se adapta por reacción en busca del 
equilibrio o de la solución que se adapte mejor para sobrevivir. El miedo 
provoca un aumento de secreciones de adrenalina y de noradrenalina a 
fin de que los músculos puedan ganar en potencia de reacción. De esta 
forma nuestro cuerpo puede reaccionar a un mundo que no existe en la 
realidad, pero que se vuelve real a causa del espíritu humano... Este es 
el mundo en el cual se escondía el motivo de la simetría de la caries, y 
la matriz de nuestra caries. El mayor problema de esto es que somos los 
únicos actores de este sistema y debemos comprender la forma cómo lle­
gamos a hacerlo activo. ¿No sería más fácil continuar inculpando a una 
minúscula criatura de nuestros males que encontrar las palabras dentro 
de nuestro espíritu que nos hacen tanto daño? ¿Y si el ser humano pre­
firiese ser protegido desde fuera como un niño, ahorrándole la respon­
sabilidad del adulto que lleva el mundo en él?
Una vez planteado este principio de interacción entre nuestro espíritu y 
nuestro cuerpo, habría que encontrar una especie de carta, la carta del 
espíritu humano... Un esquema que haría que la posición de la caries 
fuese estable, como lo es un mapa del cielo que nos indica hacia qué di­
rección mirar para observar una constelación. Este mapa debería ade­
más respetar la simetría de la caries ofreciendo una explicación que si 
no es simple, por lo menos sea lógica, a esta manifestación. Si no puedo 
ir hacia la derecha, entonces iré hacia la izquierda. Una especie de lógica
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concreta, sencilla, casi nada animal... Pero también... si no puedo salir 
adelante en la Tierra, mi esperanza será en el cielo.
Si no es abajo donde se encuentra la solución, entonces tendremos lo alto 
para solucionarlo. En realidad, cuando parece que entramos en un modo 
complejo del espíritu, su estructura no está muy lejos de la estructura 
material, secreta. Como si el espíritu y la materia tuviesen un punto en 
común: ¡su arquitectura! Porque incluso si un espejo es deformante, no 
puede inventarse totalmente la imagen que nos propone según lo que 
se ve en él. Los programas de informática de tratamiento de imágenes 
cuentan que a partir de una información extrema es posible encontrar 
la imagen original. Y esto es posible porque cualquiera que sea la in­
formación, tiene lugar según leyes matemáticas, las ecuaciones, que son 
conexiones entre ambos: entre la imagen y su reflejo. ¿Las matemáticas 
para resolver la simetría cariosa? No, no os preocupéis, no os voy a dar 
un curso de matemáticas... pero entre los caminos del espíritu y los del 
cuerpo, existen leyes de correlación. Para comprender el espíritu, pode­
mos mirar al mundo concreto. El del cuerpo, de la materia, de las célu­
las vivas. Las dinámicas que podemos observar tienen su corolario en el 
mundo virtual. Solo tenemos que traducirlas.
Los dos caminos de la adaptación
Si el animal no puede salir por la derecha, pasará por la izquierda! Una 
caries que se manifiesta en un diente a la derecha seguirá por otra caries 
del mismo diente en el mismo lugar a la izquierda. En el mundo animal 
esto se traduce de la siguiente forma: si el animal no puede afrontar a 
otro para sobrevivir porque es menos potente, entonces huirá porque es 
más rápido. En el mundo de las palabras, la traducción podría ser: «si- 
tius» reemplaza «fortius». En el mundo del ser humano, en la relación 
humana, esto lo ponemos en palabras de la siguiente forma: si no puedo 
cambiar al otro, actuar sobre el otro, porque es más potente, entonces 
actuaré sobre mí mismo para cambiarme a mí. La meta es la busca del 
equilibrio, el estado que permite vivir con... el equilibrio es el fin de la 
restricción. El factor de restricción que sentimos en nuestro mundo es lo 
que llamamos un “factor de estrés” . El estrés es entonces la simple per­
cepción en el mundo del entorno de un agente al cual debemos adaptar­
nos para no romper... esta adaptación conoce dos caminos: cambiar al
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LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE U CARIES
otro y actuar sobreel factor de restricción o bien cambiarse a sí mismo 
para hacer desaparecer la restricción.
La acción sobre el exterior, la capacidad de modificar el mundo del en­
torno es propio de la dinámica masculina. Es centrífuga, va de dentro 
hacia fuera. Es dinámica para sobrevivir, manifestando una potencia a 
través de la expresión de un poder. Es aquí simplemente el verbo «po­
der» : «yo puedo» hacer esto, «yo puedo» actuar sobre... el cuerpo ani­
mal en su dimensión fisicoquímica se manifiesta de la siguiente fo r m a - 
un agente de estrés vivido en el mundo del entorno es determinado como 
menos potente y nos conduce a la estimulación dé la medula su p ra rrenal 
por el mandamiento hipofisario. La medula suprarrenal producirá en­
tonces la adrenalina y la noradrenalina, o casi nada de dopamina, y per­
mite a nuestro cuerpo físico ganar potencia para actuar contra el factor 
del estrés. Yo «puedo» disminuir la acción del estrés. El sistema llamado 
«masculino», el que permite hacer, actuar, pelear, se podrá leer en la parte 
derecha de nuestra boca, en los dientes del maxilar inferior derecho. En­
contraremos todas las particularidades en los ocho dientes que están allí.
La acción del mundo interior, la capacidad de modificar el «interior», 
a entrar en el interior, incluso de nosotros mismo, es lo propio de la di­
námica femenina.
Esta dinámica es centrípeta, animado por un movimiento orientado de 
fuera hacia dentro. Desde el punto de vista animal, es el que siempre 
fue mostrado de agente de tipo femenino. Si huye, si no pelea, se llama 
femenino y se sobre entiende «menos que», expresión clásica de desva­
lorización. En cambio huir no es femenino! Ya hemos dicho, reemplazar 
el «fortius» (más fuerte) por «sistus» (más rápido) no es para nada fe­
menino. Se necesita potencia para correr más rápido. Se necesita adrena­
lina para correr. Lo es todo menos un cambio interior, por lo cual todo 
menos femenino. Pero me doy cuenta que esta percepción de las cosas 
tiene mucho camino que recorrer! Esta visión me ha llevado a un resul­
tado matemático deplorable: lo femenino es débil... confesión de debi­
lidad... poco valorado.
En el seno de una relación humana, si nuestro sistema percibe un factor 
de estrés calculado más potente que nosotros, debemos adaptarnos a tra­
vés de un cambio interior, un cambio de uno mismo. El ambiente interior
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Dr. Christian Beyer
responderá de la siguiente forma: la hipófisis irá esta vez a estimular la 
cortico suprarrenal y va a segregar cortisol. Esta sustancia rebajará la 
eficacia del sistema inmunitario, barrera química entre el mundo interior 
y el exterior. El sistema inmunitario es responsable del mantenimiento 
ad integrum de lo que está establecido como «uno mismo». Un agente 
exterior que se entiende como ajeno al sistema será atacado y destruido. 
Pero el sistema debe permitirse modificar. Un trozo, un aspecto de «uno 
mismo» debe permitirse cambiar para realizar la adaptación. Es lo que 
realiza la carga génica viral capaz de integrarse al ADN celular para cam­
biarle el código! La dinámica femenina se encuentra en los dientes del 
lado izquierdo de nuestra boca, a nivel del maxilar inferior que estudia­
remos igual que el lado derecho... porque en nuestra boca, la igualdad 
entre femenino y masculino está totalmente respetada! Aquí no se trata 
de macho y hembra, de hombre y mujer, si no de dinámica de Vida, del 
camino de la Vida, del sentido de movimiento.
Frente a un estrés, tenemos un sistema vivo capaz de adaptarse según 
dos grandes vías reales: el camino masculino, yo actúo sobre el otro; el 
camino femenino, yo actúo sobre mí mismo. La caries que se desplaza 
de derecha a izquierda nos expresa una alternancia entre dos movimien­
tos de adaptación, el uno que según parece ser el fracaso del otro, la in­
eficacia, la inacción.
Veremos, encima de los dientes y sus caries, que esta alternancia es pro­
batoria en la relación humana. Porque la caries no es una reacción a la 
adaptación del mundo material, sino una consecuencia de sufrimientos 
sentidos en la relación humana. N o debemos olvidar que nuestros dien­
tes son el instrumento del verbo, colocadas en la boca, orificio por el 
cual damos nacimiento de nosotros al hablar. Abordamos aquí, después 
de derecho-izquierdo y masculino-femenino, otra división de la vida en 
dos aspectos, otro reflejo de la dualidad humana: el cuerpo y el espíri­
tu, lo de abajo y lo de arriba.
Clan y familia, dos respuestas a nuestro instinto gregario
Cuando nace un bebé, su espíritu humano todavía no tiene su fun­
cionalidad. N o puede manifestar su existencia hablando, ya que las 
estructuras corticales dedicadas al idioma todavía no funcionan. Pero
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LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
está vivo! Debe su existencia material, la de su cuerpo biológico, a su 
máquina neuroendocrina. Él no piensa, no tiene concepto de la vida, 
está enfrentado con su cuerpo y por su cuerpo, el cual reacciona para 
mantenerse en equilibrio y hacerse mayor, crecer. A los 3 años se for­
ma su identidad cortical. Le aparece la capacidad de pronunciar la 
palabra «yo» que nos indica que es él. Lo que hasta este momento 
era indicado por «m ío», «para m í», se convierte en «yo». Palabra 
que prolonga su cuerpo, palabra que manifiesta su existencia sobre 
la tierra, su identidad corporal, su realidad de identidad. Desde en­
tonces, la entidad cortical interactúa con su mundo. Si el cuerpo se 
adapta automáticamente, el espíritu debe aprender a hacerlo dentro 
de la variedad de distintos grupos que encontrará. Entre ellos hay dos 
que nos son impuestos: clan y familia. Dos estructuras fundamentales, 
diferentes en el sentido que tienen para el ser humano, en su realidad 
de vida, en las dinámicas de vida. Esta diferencia de sentido explica 
cómo se reparten en nuestra boca: clan está arriba a nuestra derecha, 
familia arriba y a la izquierda. Estos grupos fundamentales tienen 
como primera función, la de asegurarnos en nuestro instinto grega­
rio, ya que el pequeño ser humano debe pertenecer a un grupo para 
estar seguro y poder sobrevivir. Los conflictos o estrés gregarios son 
mayoría en nuestras reacciones biológicas, sustentados por nuestras 
reacciones del espíritu...
Los ocho dientes del maxilar superior derecho nos ofrece una imagen 
de las dinámicas de dependencia del grupo llamado clan (estas nociones 
han sido explicadas en el trabajo llamado Les Dents de lait, que apare­
ció en las ediciones Chariot d ’Or,2011). Los dientes y las observaciones 
que la descodificación dental me ha permitido hacer, me han enseñado 
algo fundamental: el espíritu humano se empeña en sentir los valores, el 
rol de alguien, un sentido atribuido a otro ser humano, pero también un 
sentido conceptual a una presencia determinada dentro de mi mundo. 
Solo la mente traduce una palabra como un personaje. De esta forma, 
«padre» para mi cuerpo biológico es un individuo muy preciso (aunque 
pueda ser desconocido!) mientras que «padre» tiene un sentido que mu­
chos individuos pueden reivindicar en nuestro mundo. El diente reaccio­
nará únicamente a las deficiencias o conflictos de rol, a las interacciones 
con un individuo que tenga este significado en nuestro entorno.
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Dr. Christian Beyer
La historia empieza así: padre es el que nos hace pertenecer a un clan, por­
que pertenecemos a un clan por vía sanguínea. Esta afiliación es al principio 
de naturaleza puramente biológica. Después, podemos sentir que pertene­
cemos a un clan a causa de nuestro pensamiento... por afiliación volun­
taria. .. por la acción en el mundo, lo que llamamos un clan profesional... 
de esta forma siente nuestro espíritu el clan, el grupo al cual sentimos que 
pertenecemos por afinidad en el modo de actuar en el mundo, por afini­
dad en la acción sobre el mundo, por identidad en la forma de movernos. 
Un clan es esto: un grupo que nos trasmite su «saber actuar sobre el mun­
do», en el mundo. Antiguamente, cuando veníamos al mundo en un clande pica piedras, ese clan nos transmitía su «saber picar las piedras» y nos 
aseguraba nuestro futuro. Nuestro futuro de saber sobrevivir en el mun­
do, en la Tierra. Un clan es también un modelo de «pensar el mundo, la 
vida». Un clan se refiere a un jefe, a un eje de acción. El jefe del clan tiene 
el mismo valor que el del «padre». De esta forma está hecho y funciona 
nuestro espíritu: reconoce un valor, un sentido. Se asimila a «padre» todo 
individuo sentido como «del padre». Es un profesor que transmite su sa­
ber, un individuo que determina un eje de avance, un jefe que coordina 
los movimientos de un grupo. Pues «el clan» arcaicamente, era un grupo 
de cazadores que teman el rol de permitir y asegurar la supervivencia de 
un grupo, el suyo. Veremos que un diente del maxilar superior derecho es 
el que nos revela a nuestros ojos y nuestra comprensión, esos meandros 
oscuros del espíritu relacionadas con «el padre».
Con la descodificación dental que os propongo, un diente no está conec­
tado a un individuo. Según el espíritu humano que busca el sentido que 
significa una aparición de vida en nuestro mundo, nuestros dientes ex­
presan nuestros conflictos relacionados a órdenes de valores más que de 
individuos, aunque un individuo sea el objeto así como la raíz de nues­
tro conflicto de relación. Si no deseáis «saber» lo que crea problemas en 
nuestro mundo, si no queréis escuchar la verdad sobre la «miopía» de 
la virtud intelectual de vuestro espíritu, os invito a cerrar este libro. Pues 
nuestros dientes no tienen concesiones ni tibiezas: Nos dicen lo que nos 
duele en nuestro corazón. La descodificación dental no permite la ex­
cusa característica de las tibiezas que anuncian con orgullo: «ya sabéis 
lo que os quería decir!». La descodificación dental nos dice claramente 
lo que es, pues una palabra es una palabra y no puede remplazarse por
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LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
algo aproximado. Para abrir los espacios cerrados de nuestro corazón 
las palabras manifiestan la misma precisión que las llaves de un coche: 
una frecuencia abre un solo coche, aunque sea de la misma marca!
El estudio de las caries de los dientes del maxilar superior derecho nos 
ofrece descubrir lo que el espíritu humano espera del «padre», del clan, 
pero también de cualquier otro grupo que para nosotros nos muestre una 
dinámica de ir hacia... igual que el conjunto de sufrimientos que pue­
den herirnos en relación a estos grupos. Aunque esto ya ha sido escrito 
en el trabajo de base de la descodificación dental (Décodage dentaire, ce 
que disent les dents des hommes, Chariot d'Or, 2005), algunos puntos 
volverán a nombrarse a lo largo del viaje que las caries nos hacen vivir 
a través de ocho pequeños dientes...
En el otro lado de la boca, en el maxilar superior izquierdo, los dientes 
nos harán viajar según nuestros lazos con el grupo familia. Este grupo 
representa nuestro lugar de retorno, nuestro refugio. Como un oasis ha­
cia el cual volvemos para descansar, restaurarnos y recargarnos. La fa­
milia es un grupo formado alrededor de un eje, como el globo terrestre 
alrededor de su núcleo de hierro y níquel... un núcleo atractivo que nos 
conduce a él... El eje de familia tiene el mismo valor para nuestro espí­
ritu que «madre». Si nuestra biología sabe que debe su existencia terres­
tre a una mujer llamada «m adre», el espíritu reconoce «madre» en todo 
lo que tiene el mismo rol, el mismo valor.
Pertenecemos a la familia por origen uterino. Así está determinado en 
los escritos de Popol Vuh, texto sagrado del pueblo M aya Quiché. Nues­
tra cultura médica realiza un seguimiento de pertenencia a una familia 
por el ADN mitocondrial, idéntico entre una madre y sus hijos. De esta 
forma, una hija trasmitirá a su descendencia el ADN mitocondrial de su 
madre, etc., dando nacimiento a una línea familiar. Es entonces nuestra 
madre la que nos hace pertenecer a una familia, ese lugar de refugio y 
retorno que nuestra estructura necesita.
Cuando somos mayores, formamos una pareja, creando nuestro hogar, 
lugar que representa nuestro punto de retomo después de nuestra jornada 
de «caza»... Se posiciona en el lado izquierdo de nuestra boca, conforme 
a la dinámica femenina de la Vida, familia y hogar están en relación de 
oclusión. Los dientes de abajo se sitúan sobre los dientes de arriba cuan­
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Dr. Christian Beyer
do los maxilares se encuentran. Lo mismo sucede para nuestro hogar 
construido sobre las memorias trasmitidas por el modelo «familia». Lo 
que sucede en el lado izquierdo será igual al lado derecho, donde nues­
tra actividad profesional está bajo la conducta de memorias «clan». La 
lectura de las caries nos muestra las distintas facetas de estas memorias, 
que actúan en nuestro presente.
Aquí, la presencia de las caries simétricas derecho-izquierda nos muestra 
lo que el individuo manifiesta en su realidad: un sufrimiento de hogar a 
un impacto sobre la expresión profesional, y viceversa. Pero aún más im­
portantes son las caries de abajo y arriba, mostrando que los sufrimien­
tos resentidos en nuestra existencia pueden ser el eco de memorias. De 
esta forma, una caries en el maxilar inferior puede encontrar su «origen» 
en una memoria de sufrimiento, ya sea de familia (lado izquierdo) o de 
clan (lado derecho). Todos estos lazos se pondrán claramente en palabras 
a continuación de este libro y de esta forma podrán ser accesibles en la 
consciencia del que quiera tomar la responsabilidad.
Entre el cuerpo y el espíritu, el conflicto paradoxal
La repartición dental de las memorias arcaicas del ser humano no expli­
ca el motivo de aparición de una caries. En realidad, si tal es la naturale­
za del ser humano, porque habría conflicto? La caries es una infracción 
a la estructura cristalina del esmalte, y luego de la dentina subyacente. 
Una semejante descompostura no puede ocurrir más que bajo el efecto 
de un conflicto en una parte de nosotros relacionada a nuestros dientes, 
y esta parte es nuestra mente, la sub-esfera del espíritu... Incluso si lo 
que sigue no puede confirmarse con medidas y análisis, nos queda ésta 
hipótesis que es la que me ha llevado a comprender todo lo que ya he 
dicho y que he escrito a continuación, de los dientes y del ser humano. 
Esta lectura de los dientes ha permitido poner palabras a las caries que 
mis 10 años de práctica han podido confirmar. Si las medidas y análisis 
tienen un aspecto «científico», la experiencia es la primera cualidad del 
camino científico...De esta forma, nacido de la experiencia, la descodifi­
cación dental es, sea cual sea lo que digan, un enfoque científico.
El ser humano puede ser observado, como hemos mencionado antes, 
como un cuerpo dirigido por un espíritu. Esta estructura se erige a los 3
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años, edad en la cual el niño ya tiene todos sus dientes de leche. Su cere­
bro, en su naturaleza intelectual de la vida, empieza a crecer, a aprender, 
a desarrollarse. La «mente» es la parte intelectual del espíritu que no 
tiene límites. El espíritu (palabra que proviene de spiritus, «soplo», di­
seña una sustancia sin cuerpo, el aliento vital, el alma) es una especie de 
estructura emergente, que la observación de la simple materia de apoyo 
(que son las células piramidales del Córtex) y de sus cualidades y pro­
piedades no permiten prever. Sin embargo, pensamos e imaginamos el 
mundo. Sin embargo, una parte en nosotros, pero seguramente también 
fuera de nosotros, toma vida en un mundo hecho-de palabras e imáge­
nes. La psique humana es un universo que muchos buscadores han ex­
plorado. C. G. Jung es uno de los más célebres y, según mi opinión, uno 
de los más avanzados en Occidente. Pues en Oriente, el conocimiento 
del espíritu ha sido el camino que han seguido los yoguis. El yoga es un 
descubrimiento del espíritu y no una técnica de bienestar para el cuerpo. 
Es en esta esfera del espíritu que nace un problema, un fallo, un conflicto 
que a falta de palabras, no podemosmanejar. Este problema estará en­
tonces manejado sin nuestro conocimiento, en lo que llamamos nuestro 
inconsciente, con consecuencias inherentes a este proceso: una dinámica 
que se nos escapa. La caries es, según este punto de vista, el testigo visi­
ble de un fracaso de adaptación.
Volvamos un instante sobre esta unidad de adaptación del ser humano. 
Dos niveles están a juego: el cuerpo y el espíritu. El primero reacciona 
bajo el impulso de su conflicto gregario; el segundo bajo su necesidad de 
unicidad, de personalización. Este estrés paradoxal no es manejable, no 
tiene solución. ¿Cómo revelar y vivir su unidad sin estar en posición de 
abandono? ¿Cómo podemos individualizarnos sin aislarnos del grupo? 
¿Cómo respetar y hacer viva nuestra identidad sin perder la compara­
ción con respeto a los demás? ¿Cómo ser uno mismo sin reconocer los 
suyos? Estos estreses paradoxales, al estar generados por nuestra atención 
consciente al problema, desorganizan el entramado del espíritu, como 
un bug informático. Nuestro inconsciente trata de resolver el problema 
eligiendo soluciones llamadas de supervivencia para nuestra dimensión 
animal, en perjuicio de nuestra naturaleza «espiritual» (del espíritu) que 
espera ser. Es entonces evidente que son todos nuestros miedos que pro­
vocan este estrés de adaptación sin solución aparente. Pues, vencido el
C3 19 fc)
Dr. Christian Beyer
miedo al abandono, el estrés de adaptación moriría en gran parte. En 
gran parte solamente pues por parte de nuestra naturaleza mental, egoís­
ta, generamos muchos otros.
La confusión de identidad
Nuestra parte biológica, animal, nuestro cuerpo, es lo que somos. Lo 
«que» somos, un día, descubre y aprende el lenguaje verbal y anuncia al 
mundo su apellido y su nombre. Apellido y nombre están reconocidos 
de forma unánime por ser «quien» soy. La observación de los dientes 
y la búsqueda de los conflictos me han enseñado que el «quien» no es 
más que una etiqueta sobre lo «que» som os... La verdadera naturaleza 
de «quien» somos, esa naturaleza puramente espiritual, está muy lejos 
de esta confusión. Pero lo más extraño todavía: para demostrar a los de­
más nuestro valor, nosotros nos confundimos un día en lo que hacemos, 
pretendiendo que somos dentistas por ejemplo... «Soy dentista»...! Hay 
una gran confusión entre «quien soy» y «lo que hago». Sin embargo es 
por «lo que» hacemos que tratamos de sobresalir de la multitud, de dis­
tinguirnos, de valorarnos. Conflicto paradoxal de querer distinguirse al 
mismo tiempo que queremos ser integrados.en un grupo... Elegir entre 
cordero y lobo parece ser la elección restringida de nuestro inconscien­
te... N os identificamos por una etiqueta también...
Aunque este discurso os parezca incongruente, los dientes lo confirman. Ob­
servando la boca y la dinámica eruptiva de los dientes, la psicología «¡parte 
de la filosofía que estudia el alma!» se revela a nosotros y se confirma tal 
cual los textos la presentan. Podréis comparar las dos frases a continuación:
- Formada en el hueso basal por el tejido adamantino, el diente hace 
erupción provocando la formación de su hueso alveolar al cual está 
unida por el ligamento dental que le permite movimiento de adapta­
ción a la oclusión dental.
- Primeramente un cuerpo biológico sin espíritu que piense, el individuo 
adquiere al crecer su dimensión verbal, estructura su identidad y se in­
tegra en el mundo por sus actos y su capacidad de actuar.
¿No os parece que hay una extraña similitud? Un día lo «que» soy, da 
nacimiento a palabras que determinan «quien» soy, se manifiestan al
ca 20 so
LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
mundo por sus actos, son «lo que» hace... De esta forma comprendemos 
que el hueso es lo «que» somos, el diente “ quien” somos y el ligamento 
la adaptación entre los dos buscando en nuestros actos adecuación entre 
los dos... Observando de esta forma nuestros tejidos dentales, podemos 
comprender las patologías.
Lo que somos está a veces sometido a estréses considerables de supervi­
vencia que solo nuestros actos tratan de resolver. Cuando esto no fun­
ciona, nuestro sistema de adaptación, dónde nuestra inteligencia tiene 
su misión, está fracasando. A veces, «quien» quisiéramos ser parece in­
compatible con «lo» que som os... a veces, lo «qtie» quisiéramos hacer 
no se puede respetando «quien» pensamos ser... Podríamos de esta for­
ma hacer malabares sin fin con «lo que», «quien» y «el qué»... N o es 
para divertirse, no es para pasar el tiempo, sino para comprenderse, co­
nocerse y finalmente esperar un día simplemente «ser». Las caries, a me­
nudo presentadas como las consecuencias de una mala higiene o de un 
desequilibrio alimenticio, deberían empujarnos a adentrarnos en nues­
tra esfera psíquica con toda nuestra atención, comprendiendo que esta 
dimensión de nosotros obedece a leyes de estructuración que podemos 
evitar, menospreciar o ignorar.
Entre el cuerpo y el espíritu, un corazón que se acuerda
La boca es una parte privilegiada de nuestra dimensión humana. Per­
mitiendo la entrada de todo lo que asegura vida en nuestro cuerpo, es 
también el orificio del nacimiento de las palabras de nuestro espíritu. El 
cuerpo recibe por este orificio la comida, la bebida y respiración. Res­
ponde de esta forma a sus necesidades, la boca es su supervivencia. El 
espíritu encuentra en el orificio bucal el camino a la Vida. Nuestros pen­
samientos nos hacen vivir en nuestro mundo, en solitario. Las palabras 
que salen de nuestra boca son las únicas que manifiestan a los demás 
nuestra existencia. Hablar es el único medio que tiene el espíritu para 
coger vida... El espíritu ciertamente egocéntrico, ya que el «yo», anun­
ciado alto y fuerte: yo quiero esto, yo espero esto, yo..., pero es espíritu 
a pesar de todo. Para elevarse, este espíritu debe asegurarse en los datos 
llamados de base. Ninguna construcción puede elevarse sin cimientos 
sanos. Sin embargo nuestros conflictos de base los evitamos sabiamen­
te. Hacemos todo lo que podemos para olvidarlos, meterlos en el fondo
es 21 to
Dr. Christian Beyer
de nuestro olvido. Desgraciadamente para nosotros, nuestra estructura 
cortical, la que piensa, analiza y decide, está situada sobre una estructura 
límbica, guardando nuestras memorias y actuando sobre nuestros pen­
samientos. Nuestras caries nos imponen mirar estas memorias de frente 
y no ignorarlas. Nuestras caries nos ofrecen conocernos, reconocernos 
tal como estamos construidos, de la forma como la existencia nos ha 
construido. Y si el olvido ayuda a nuestro pensamiento despierto, nues­
tro sistema límbico, él no olvida jam ás... El sistema límbico, memoria 
de tipo emocional de nuestra existencia, no cambia sus datos más que 
por el perdón, energía muy extraña más allá de la palabra, que parece 
ser la única en transmutar nuestros datos memorizados, por lo cual, los 
restos de nuestro pasado, cambian de esta forma nuestro futuro. El ol­
vido se manifiesta por borrar las palabras y las imágenes de un instante 
doloroso de nuestra existencia. Pero la memoria límbica ha guardado la 
pista, pista que el olvido no puede borrar. A lo mejor dejamos que estas 
memorias se despierten ciegamente, no pudiendo poner nuestra atención 
consciente sobre los eventos... ¡olvidados! De esta forma nuestra memo­
ria dejándola actuar, por el organismo de nuestro sistema límbico, nos 
empuja a reaccionar al mundo que nos rodea de forma instintiva para 
sobrevivir, o, en nuestro mundo relacional, para no sufrir, privándonos 
de nuestra verdadera dimensión humana: la atención. Las caries son las 
memorias límbicas reprimidas que intentan salir para explicarnos nues­
tras derrotas de adaptación... Pues si no adaptamos la totalidad de lo 
que somos, comprendiendo aquí «quien» somos, una parte de nosotros 
quedará sufriendo. Entonces sí, la caries es testigo de mala higiene, pero 
de lo que llamamos nuestro corazón. ¿Quién si no nosotros podría en­
cargarse de esto? ¿Y cómo si no con palabras el ser humano podría es­perar alcanzar su humanidad?
La caries, esfuerzo de memoria
La estructura biológica de un ser humano evoluciona por pasos, etapas 
que hoy están claramente establecidas. La cronología eruptiva de los 
dientes se sobrepone con precisión a las etapas de desarrollo de la base 
biológica y la estructura cortical, así como lo mental del ser humano. 
Nuestra estructura biológica, nuestro cuerpo, deben conquistar un terri­
torio. Son numerosos los que manifiestan la pulsión de ser propietario,
OS 22 BO
LA NUEVA INTERPRETACION DE LA CARIES
de adquirir un trozo de tierra de tierra y construir una casa, su casa, con 
el propósito de albergar los miembros de lo que se llama un hogar. Esta 
casa, este hogar, será el lugar de retorno al anochecer después de una 
jornada de trabajo. El retorno a ese lugar tiene como meta recargarse, de 
descansar, de rehacer «el pleno» con el fin de ser nuevamente operativo 
al día siguiente por la mañana. N o hay gran diferencia entre estas ocupa­
ciones y la vida de un anim al... estamos entonces con el derecho, por no 
decir el deber, de preguntarnos cuál es la verdadera dimensión humana. 
El conjunto de los textos tradicionales, los llamados «sagrados», desig­
na la dimensión sagrada del humano en el mundo del Verbo, el mundo 
del Esíritu. El lenguaje verbal del ser humano parece entonces el cami­
no hacia lo humano. Por lo tanto, observando cómo utiliza el lenguaje 
verbal el animal humano, nos cuesta percibir la dimensión sagrada. ¿La 
utilizamos realmente para una elevación de espíritu? Porque si el ani­
mal, y nuestra estructura biológica representa, una tierra a conquistar, 
entonces parecería anunciar que nuestro espíritu tiene un cielo por con­
quistar... no obstante la noción de conquista aquí no es adecuada. Sería 
más justo pretender que nuestro espíritu debe abrirse a su cielo y dejar 
bajar sobre él Su dimensión sagrada... Es de esta Vida que habla el Tao 
cuando anuncia que «quien trate de acaparar, la vida se le escapará».
La descodificación dental me ha ofrecido una mirada diferente hacia los 
dientes, nueva. Pero más que nada, me ha introducido al mundo del es­
píritu humano, proponiéndome descubrir una clase de estructura que 
esperaba que la llenemos, no de hacerla actuar, pero de nuestra Presen­
cia. Se trata de esta presencia cuando mencionamos nuestra «atención». 
Tanto que el verbo, el lenguaje verbal no será más que un instrumento 
más para sobrevivir en la tierra, para conquistar de qué sobrevivir, para 
adquirir bienes materiales, no será para nada el instrumento del Espíritu, 
y aún menos la elevación de nuestro espíritu hacia su cielo... de forma 
muy sorprendente, he podido leer, en nuestros dientes y sus patologías, 
los efectos de esta renuncia de nuestra dimensión de espíritu. Como si 
nuestra alma misma nos hiciera signos desesperados para que nosotros 
nos acordemos. Este recuerdo... parece ser el primer paso en el mundo 
del espíritu. Ese recuerdo que somos más de «lo» que pretendemos ser.
Las caries ponen numerosas palabras recordándonos esta dimensión 
sagrada del ser humano. Pero de forma bien extraña, las caries pueden
C33 23 S¡>
Dr. Christian Beyer
leerse en diferentes niveles de nuestra existencia. Memorias transgene­
racionales, memorias propias, adquiridas, y dinámica pura del mundo 
del Espíritu. Se hará a menudo referencia a pasajes de la Biblia, no como 
creencia ciega a un texto sagrado, sino como referencia al texto como li­
bro médico del espíritu humano. El mundo del Espíritu ha sido explora­
do por nuestros antepasados desde siempre. Y la Biblia, memoria sintéti­
ca de conocimientos de todos los horizontes, es un testimonio muy rico. 
Cada vez que un fragmento del libro sagrado sea utilizado, será siempre 
que se pueda, explicado como deberíamos entender el fragmento en una 
comprensión de la dinámica del Espíritu.
Y si la caries es la manifestación de un estrés paradoxal entre una diná­
mica biológica dentro de una necesidad de supervivencia y una dinámi­
ca del espíritu dentro de una intención de crecimiento y elevación, a lo 
mejor podríamos hacer que la caries se hiciese poco común... y si debe­
mos considerar un desfile eficaz contra la caries, empecemos por apagar 
esos miedos biológicos y animales que minan el espíritu, atan las alas e 
impiden elevarse hacia el cielo. Por último, al final del trabajo, quizás os 
preguntéis como lo hago tan a menudo: «cuando utilizaríamos nuestras 
orejas para comprender lo que se ha dicho desde que el ser humano ha 
podido depositar el VERBO... ? »
Del espíritu a la caries
Después de haber sobrevolado conceptos fundamentales, veamos ahora 
si un proceso en particular puede relacionar esas sombras del espíritu a 
nuestros dientes. El diente presenta una multitud de puntos comunes con 
nuestro cerebro, con su estructura biológica. Al nacer, el sistema corti­
cal del niño no está terminado. Continúa su crecimiento, explicando el 
vacío que envuelve su Córtex al interior de la caja craneal. Las células 
piramidales se multiplican, se forman y emigran hacía la superficie de la 
sustancia gris. Los aires corticales refinan sus conexiones, las descubren, 
las establecen. Todas estas dinámicas están cada vez más claras, puestas 
en palabras por la neurobiología, gracias a las técnicas avanzadas de ob­
servación. Si las células de la materia gris se elaboran después del naci­
miento, lo mismo sucede con nuestros dientes. Algunas hacen su debut 
de mineraíización en el útero, pero la norma es verlas salir en la boca a 
la edad de 6 meses. «Las perturbaciones de la cronología eruptiva de los
es 24
LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
dientes residuales, han sido tratados en el trabajo ya mencionado sobre 
los dientes de leche.» La fabricación del esmalte dental se hace gracias 
al órgano adamantino, y si esta fabricación empieza para algunos dien­
tes in útero, la mayoría de nuestros dientes se fabrican después de nues­
tro nacimiento.
Otro punto común para los dientes y Córtex es su naturaleza eléctri­
ca. Las neuronas se conectan entre ellas, al seno de áreas de asociación, 
bajo el efecto de impulsos eléctricos. Esas conexiones eléctricas realizan 
la aparición de palabras, de pensamientos, de imágenes... Al seno de la 
materia dental, los cristales constitutivos de esmalte también son de na­
turaleza eléctrica. La física de base nos describe un cristal bajo la forma 
de un dieléctrico, una clase de ladrillo cristalino que presenta un polo 
positivo y uno negativo.
De hecho cuando dejamos caer un cristal de roca por ejemplo, al gol­
pear el suelo provoca unos micro-resbalones en la estructura cristalina, 
lo que tiene por efecto producir electricidad estática, y una chispa... 
En nuestros dientes, el cristal del esmalte está formado de hidroxia- 
patita y provoca la aparición de una carga de superficie a nivel del es­
malte. El resbalón de los cristales dentro del diente se producen bajo 
el efecto de dos agentes: las variaciones de temperatura y los choques 
de ondas sanguíneas en el interior del diente, en la cámara de la pulpa. 
Estos dos fenómenos provocan la aparición de tensión de superficie so­
bre nuestros dientes, electricidad que será redistribuida en sistemas de 
meridianos de acupuntura, cada diente estando fijado sobre un punto 
de acupuntura. Si el meridiano del riñón sostiene el órgano dental, no 
tiene relación con el hecho de que los doce meridianos están presentes 
en la superficie interna de las mejillas y reciben de esta forma de los 
dientes una estimulación eléctrica. Por el contrario, esta presencia nos 
informa de la realidad de un equilibrio entre el interior y el exterior, 
equilibrio que mantiene el estado de salud. De esta forma el sistema de 
acupuntura sería también (¿pero por qué o como dudaríamos?) herra­
mienta de adaptación.
Lo que nos interesa aquí no es esta simple participación en el equilibrio 
del cuerpo, si no la coexistencia de dos sistemas electromagnéticos que 
son el Córtex y las neuronas, y los dientes con sus cristales dehidroxia-
es 25 so
Dr. Christian Beyer
patita. Lejos de conocer los mecanismos reales, no puedo ahora más que 
permitirme emitir una parte de las reflexiones sembradas en mi espíritu. 
Tomando en cuenta la física cuántica, las leyes de electromagnetismo, 
los datos de la geometría sagrada, los conocimientos sobre los campos 
morfogenéticos y otros diversos escritos, me ha parecido que estas dos 
estructuras comunican de forma indudable. Y si la forma sigue siendo un 
misterio, un poco oscuro, la hipótesis de competición y la comprensión 
de campos concomitantes me han ofrecido un camino de comprensión 
de la caries lejos de los efectos de la casualidad lineal que una simple 
observación de la materia nos impone. Y en tanto que el ser humano me 
ofrece, y lo hace así desde hace 10 años, confirmar las hipótesis que han 
surgido continuaré creyendo que este fenómeno ocurre, cuando cual­
quier otra técnica no parece ser capaz de imaginar o nombrar estas ob­
servaciones conceptuales.
El espíritu, entendido aquí en su función intelectual que forma la parte 
llamada «mental» del pensamiento humano, tiene por misión encon­
trar una solución de adaptación al mundo humano que nos rodea. La 
relación humana es un reencuentro perpetuo de dos mundos enteros 
que conviene hacer coexistir. Esta coexistencia es sostenida por la ne­
cesidad de sobrevivir de nuestra dimensión encarnada, pero también 
por la necesidad de escapar al sufrimiento de nuestra dimensión del 
corazón, nombrada emocional. Si el animal no tiene más que escapar 
a su depredador, el humano debería escapar al sufrimiento, resentido 
como peligro de muerte en el sistema neurobiológico. De esta forma, 
resolver un conflicto de adaptación es una misión mental, con el punto 
de mira de la supervivencia. Cuando la adaptación es puramente vivi­
da en el campo del verbo, es decir que para producirse, la adaptación 
no tiene más que las palabras, es lógico imaginar que algunas zonas de 
nuestra esfera mental estarán sometidas a restricciones eléctricas. Una 
sobrecarga de las zonas neuronales, las que son asambleas neurona- 
íes tratando de salir sobre una coherencia (una solución), provoca el 
campo electromagnético correspondiente. Este campo no puede, en el 
concepto de correlación neurona-cristal dental, más que ser influencia­
do por la cohesión eléctrica de los cristales. La cohesión de la materia 
es eléctrica! Igual que los cristales dentales. Si el campo es modificado, 
los cristales tendrán un efecto repulsivo y no coercitivo los unos sobre
es 26 bo
LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
los otros. Los ladrillos del conjunto dental se separan, se desolidarizan 
en su arquitectura, y la materia, desintegrándose, ofrece una entrada a 
los microbios. Eh aquí el concepto que me permite adelantar que una 
caries es la señal de un fracaso de adaptación verbal al m undo... Y de 
esta conceptualización han salido las palabras de cada caries, como si 
la caries permitiese entender las palabras que nuestro pensamiento no 
dice o no quiere decir.
La adaptación verbal necesita dos hazañas: la primera es de decir las 
palabras justas sobre el resentimiento ocasionado por el encuentro del 
otro; la segunda, encontrar las palabras capaces de provocar el cambio 
de la relación a fin de obtener el equilibrio, famosa pulsión entrópica de 
la evolución. Pero la adaptación, observada bajo su aspecto «estrés de 
supervivencia», nos empuja también a llevar en el mental una mirada 
bien particular. Si el cuerpo debe coger lo que falta en el interior, comer y 
beber especialmente, para poder sobrevivir, pero también crecer; lo mis­
mo pasa con nuestra entidad cortical, nuestra dimensión de espíritu. De 
esta forma deberíamos emplear las palabras exactas dentro de las bre­
chas que tenemos en nuestro interior, una brecha que no puede llenarse 
más que con la respuesta perfecta. Tomando en cuenta el problema de 
forma geométrica, si el «vacío» es de forma redonda, un objeto cuadra­
do no podría llenarlo...
La biología humana nos informa del mismo fenómeno y nos revela los 
lugares de asociaciones membranales. El sistema inmunitario funcio­
na por captación de form as... La forma geométrica de los receptores 
a ciertas sustancias permite bloquearlas utilizando formas idénticas, 
pero a fuerza de enlaces superiores. De esta forma, observando la vida 
de nuestras células, podemos comprender la vida de nuestro espíritu... 
Una palabra es una frecuencia, y una frecuencia corresponde a una sola 
forma. Esto es bien conocido y no necesita confirmación ni pruebas. 
Entonces, nos pertenece ahora, bajo la enseñanza del fenómeno de ca­
ries, antes de decir nada, de adentrarse al encuentro de sus brechas y 
nombrarlas como verdades. De este modo, ya no habrían dudas más 
que una bella revelación: nuestras brechas de corazón no pueden lle­
narse ni de materia ni de lo otro. Por lo tanto, es en el encuentro de lo 
otro que el fenómeno de crecimiento y de conocimiento de uno mismo 
puede vivirse. Pues el espíritu no se alimentará jamás más que de es­
es 27 eo
Dr. Christian Beyer
píritu. Luego comprenderemos rápidamente que el espíritu no se ali­
menta atrapando si no recibiendo, conformemente a esta frase del Tao 
que dice «quien quiera acaparar, la vida le escapará.» Y en el camino, 
lo femenino del ser revelará a cada uno de nosotros que esta vida se 
recibe en él...
Las palabras cantan las formas... El verbo toma forma... Me autorizo así 
a mirar la caries, libre de forma, como un vacío de palabras en el espíri­
tu. Como un vacío de espíritu que las palabras no pueden llenar. Dando 
así a este fenómeno destructivo una vocación constructiva, cada uno de 
nosotros tiene la responsabilidad de su vida Espiritual y de volver a po­
ner en manos del Hombre del Arte, la única misión de reparar el vacío 
de materia que nuestra ignorancia ha ocasionado. De esta forma, cada 
uno haciendo su parte de trabajo de construcción, la evolución retoma­
rá su vuelo... Las páginas que continúan identificarán las palabras para 
cada caries, a fin que entre la materia y el espíritu podáis restaurar la 
alianza que nos es prometida. N o debemos olvidar que las palabras son 
portadoras de una dinámica, de un movimiento y que no deben tomar­
se al pie de la letra. Ya que nuestras palabras no son más que pequeñas 
letras en relación al Verbo. Las frases proporcionadas a cada caries son 
más sugerentes que descriptivas... Tal como en el arte pictórico, se dis­
tingue lo figurativo de lo representativo.
La estructura biológica del sistema nervioso central nos permite com­
prender dos movimientos:
- Un resentimiento nacido en el sistema límbico sube por una imagen que 
nace de una puesta en palabras. De esta forma así debería ser nuestra 
relación con nosotros mismos...
- Una palabra entra por el espíritu, provoca un concepto en la zona 
imagen que desencadena un resentimiento asociado. Así son nuestros 
lazos de espíritu al mundo...
Las palabras que os son propuestas en las páginas de este trabajo, han 
sido tomadas de este segundo movimiento. Llevan una dinámica que es­
pera vuestro acogimiento, actitud necesaria para un cambio para que 
se produzca un cambio en vuestras estructuras inconscientes, cambio 
de consciencia de vosotros mismos, de imagen de vosotros y del mun-
Caí 28 80
LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
do que os rodea por palabras relacionadas con vuestras vivencias, igual 
que la caries me lo ha demostrado. N o os preguntéis si hay que modifi­
car derecho-izquierdo según vuestra lateralidad motriz o vuestro sexo, 
porque las palabras son las de vuestro espíritu, quien, como los cielos 
alrededor de la tierra, presenta constelaciones para todos los humanos 
en el mismo lugar del cielo...
Os deseo un buen viaje al descubrimiento de vuestro universo.
es 29 to
CUADRANTE 1
(MAXILAR SUPERIOR DERECHO. VER EN ANEXO, 
FIGURAS 1,2 Y 3.)
LOS INCISIVOS
El incisivo central superior derecho, diente n° 11 es el diente que refleja 
nuestros conflictos de tipo «padre».Se siente «padre» todo individuo que 
domina, jefe de grupo, que decide, que impone una dirección a seguir. Pero 
también es un individuo que transmite su sabiduría, enseñanzas de toda 
clase. El rol que se espera «del padre» es entonces de guiar, pero también 
de poner límites, diciendo no cuando sea necesario, prohibido no por pri­
var de vida si no para salvar la vida. Limitando y guiando, «el padre» es 
protector en relación al mundo exterior. El diente 11 es también el enlace 
con el jefe del clan, el jefe de equipo, el superior en la jerarquía, el presi­
dente o el Rey, jefe de la orden religiosa y a nivel más alto de simbolis­
mo, con Dios. Es más preciso decir en relación con «Dios», ya que nues­
tra estructura mental se apega al sentido y no al individuo. De esta forma 
los que veneran la potencia cósmica universal hacen de esta percepción 
mental «de D ios»... igual que los que anuncian la vida como de Dios o 
la naturaleza. Poco importa el nombre que damos a este concepto ya que 
algo dentro de nosotros percibe simplemente el sentido, el valor, el rol. De 
esta forma comprendemos que nos pertenece la responsabilidad de atri­
buir poder a una palabra, a un concepto, a un individuo. Nadie más que 
nosotros tendrá prioridad sobre el poder que nos pertenece. Como mucho 
podemos delegarlo, dejarlo en manos de otra persona.
De uno mismo a uno mismo, en la relación interior e individual, este 
diente representa la mente en el cual su rol es de realizar proyectos desde 
la elaboración hasta concretizarlos. Un proyecto es un conjunto concep­
tual hecho a partir de un punto donde nosotros definimos «ser», bajo el 
dominio de una energía de movimiento que nos lleva a algún punto de 
la vida supuesta. M ás vida o a veces sobrevivir. M ás vida o a veces so­
ca 31 60
Dr. Christian Beyer
lamente bienestar, felicidad... Parece que nuestros proyectos fuesen mal 
elaborados sobre un impulso que quiere evitar una desgracia, más que 
bajo un impulso que quiere construir nuestra felicidad! De este modo, un 
proyecto comprende una impulsión, un movimiento y una meta.
El incisivo lateral superior derecho, diente n° 12, nos ofrece un reflejo de 
nuestra relación hacia lo que está colocado en el incisivo central. En esta 
forma en el cuadrante 1, el incisivo lateral nos habla de nosotros frente 
al «padre», en relación al «padre» a cada lado del «padre»... represen­
ta nuestro punto de relación con él, nuestra esfera en comunicación con 
él. El instrumento, en tanto que sentido biológico utilizado por este en­
lace al «padre» es aquí la visión, conforme lo que nos han revelado los 
dientes de leche (cf. Les Dents de lait, antedicho).
De uno mismo a uno mismo, este diente representa nuestra propia obser­
vación de nuestra esfera mental, observación crítica, con juicio de valor 
y midiendo su eficacia. Si nuestro espíritu manifiesta ideas, otra parte de 
nosotros espera los efectos positivos supuestos... De esta forma la mente 
es la matriz que genera una idea y al mismo tiempo es el juez que la va­
lora y la constata... El incisivo lateral es el enlace de nuestra capacidad 
reflexiva de nosotros mismos, dirige una mirada a nosotros mismos, nos 
escucha a nosotros... a comentar, apreciar, juzgar. El incisivo lateral tam­
bién es nuestra posición frente a lo que indica el incisivo central. Repre­
senta nuestra actitud frente al incisivo central, nuestra actitud manifes­
tada frente a nuestros proyectos mentalizados... ¿los llevaremos a cabo, 
realizaremos lo que creemos? ¿Actuaremos como pensamos?
Incisivo central superior derecho, diente 11
11 V. cervical
ca 32 ¡o
LA NUEVA INTERPRETACION DE LA CARIES
11 M: Esta caries es muy a menudo la aparición tardía en relación a la 
edad de erupción del diente, que es de 7-8 años. Pero hacia la adolescen­
cia, esta caries podrá aparecer. Señala la presencia de confrontación entre 
padre y madre. (Acordaros, no se trata de individuos nombrados padre y 
madre, si no que de todo individuo que tenga este rol en este entorno...). 
La caries en este lugar tiene como consecuencia romper el punto de con­
tacto entre la 11 y la 21 (incisivo central superior izquierdo), ruptura de 
contacto resentido entre dos personas de roles muy precisos. Sin embar­
go, en el momento de la aparición de esta caries, la realidad de confron­
taciones entre padre y madre está confirmada. L a confrontación puede 
ser una simple divergencia de puntos de vista, que lleva a discusiones, 
pero estas discusiones están llenas de resentimientos con sufrimiento por 
el individuo que tiene la caries.
Rq: una caries no cuenta una obra de teatro, si no el sentido de un indivi­
duo. De esta forma, lejos de querer acusar a quien sea dentro del biotopo 
de un niño o de un adulto, una caries es el reflejo de un sufrimiento que 
no encuentra nunca las palabras para expresarlo... De esta forma «in­
consciente», la caries espera simplemente ser nombrada. La vida del es­
píritu no tiene más que el verbo para ser afirmado, para ser cambiada...
En memoria transgeneracional, esta caries habla de memorias de desave­
nencias. Entonces hay que buscar la pareja en el árbol genealógico para 
los cuales la alianza está juzgada como incorrecta por los grupos situa­
dos encima de ellos. Los criterios de desavenencias son a menudo socia­
les, a veces étnicos (una étnica siendo un grupo que tiene en común una 
lengua y una cultura) o religiosos y ocasionalmente geográficos.
Volviendo a la dimensión individual, en la relación de uno mismo a uno 
mismo, esta caries evoca los conflictos entre el espíritu y el cuerpo. Aquí 
el espíritu se siente responsable del sufrimiento existencial, como si no 
fuese capaz de llevar la estructura hacia la felicidad. Exploraremos los 
resentimientos de desvalorización intelectual, déficit que es responsable 
de la miseria vivida. Esta lectura debe también hacernos fijar en un hom­
bre de la genealógica que ha llevado los suyos hacia otra miseria. Clá­
sicamente, es el líder de la manada que asegura la cantidad de «lo caza­
do». Un hombre que tiene fracaso profesional y se siente como un mal 
jefe, de hecho a nivel intelectual en este caso preciso. También podemos
es 33 eo
Dr. Christian Beyer
extrapolar el sentido de esta caries al hecho de haber nacido bajo este 
Cielo, de estar sujeto a este Cielo, y que esto es nefasto.
11 D.: la caries en fase distal anuncia una confrontación entre el «pa­
dre» y el que lleva la caries. El hecho que esta caries toque el incisivo 
central anuncia que la discordia, el individuo siente que el otro es res­
ponsable de las confrontaciones. Conforme a las dos vías de adaptación 
anunciada en el capítulo precedente, aquí, el individuo trata de cambiar 
al otro. Anuncia entonces una elección de adaptación en modo mascu­
lino, actuando fuera, sobre el otro. Esta clase de caries nos muestra un 
conflicto entre un individuo, que lleva la caries, y su dominante que tra­
ta de sobrepasar. Es el periodo clásico de lucha para dominar al rebaño, 
momento en el cual el joven ciervo trata de afirmar su potencia hacia el 
viejo ciervo... Por lo tanto, la caries anuncia que esto sucede sin cons­
ciencia de la cosa, del fenómeno.
De uno mismo a uno mismo, esta caries manifiesta una lucha contra los 
propios pensamientos... como podemos hacer para no tener estos pensa­
mientos, estas ideas, los pensamientos e ideas en cuestión están resentidos 
como obstáculos de «ir hacia», ir hacia más vida, y más de uno mismo...
1 1 V. cervical: Confrontación verbal incesante con la autoridad. Sentirse 
enemigo de la autoridad. Espera de la frase: tú eres de mi sangre. Conflicto 
extraño entre confrontaciones incesantes y la espera de reconocimiento. 
Esta puede ser la caries típica del niño que busca, sobrepasar los límites 
a lo que la autoridad manifiesta su adhesión hacia él, incluso a través de 
la confrontación. Al menos, en confrontación, se ocupan de mí! Caries 
también de los que van a los límites para ver que se manifieste «padre» 
protector... El caso de prácticade deportes extremos es patente...
De uno mismo a uno mismo, esta caries revela una guerra interior, como 
sabotajes repetidos para forzar un milagro. Ejemplo: así, mi «D ios» es­
tará obligado a manifestarse, dándome la prueba, mostrándome por fin 
que soy de los suyos...
11 V.: Conflicto a la palabra que aniquila. Sufrimiento de la palabra 
sanción. Reacción a un «no» sentido como una privación de vida y no 
de supervivencia. Estar hundido es un resentimiento muy potente que 
puede afectar la dinámica funcional del riñón. Sin embargo, el incisivo
C3 34 BO
LA NUEVA INTERPRETACION DE LA CARIES
central está situado sobre el meridiano del Riñón que se encuentra en el 
interior del labio. Sentirse reducido a la nada y como un retorno al es­
pacio anterior a la vida. La nada está aquí donde hemos sido esperados 
a venir antes de nacer en la Tierra.
De uno mismo a uno mismo, esta caries manifiesta que la memoria se 
acuerda de un instante de vida donde se tomó una decisión que después 
se revela haberle sido privado de la vida... Ejemplo: es decidiendo esto 
que me he privado de todo esto...
-11 ¡y] 11 P. Cervical
11 P. de cíngulo: Rechazo del destino que el hecho de ser hijo de este 
clan me reserva. Rechazo de ser el hijo de este clan, de vivir en la descen­
dencia de mi clan, con una sensación inconsciente de estar maldecido a 
causa de mi padre o los padres de mi clan. Rechazo a seguir la dirección 
impuesta por el clan, por el jefe de mi clan. Conflicto de nombre. N o ol­
videmos buscar los posibles incorporados de «jefe del clan» a un indivi­
duo colocado en este rol, notablemente en el ambiente profesional. Un 
empleado en profundo desacuerdo contra su jefe jerárquico puede hacer 
una tal caries, si el terreno existe en el seno de su clan biológico. El con­
flicto de nombre es algo común, ya que ciertos nombres pueden tener 
representantes sin gloria, y, con las tragedias presenciadas por la presa.
De uno mismo a uno mismo, esta caries revela profundos conflictos in­
ternos entre la voz interior y los ejes elegidos, manifestados exteriormen- 
te. Podemos tener lo que llamamos idea de... pero esas ideas, cuando 
las ignoramos, nos meten en un estrés interior personal... el resultado 
es sentido como prohibición de seguir viviendo, prohibición establecida
es 35 &o
Dr. Christian Beyer
para castigar a «otro»... Ejemplo: ya que mi «padre» me ha hecho esto, 
yo no haré esto para darle honor...
I IP . cervical: Caries testigo de la lucha contra el Verbo. Memoria mito­
lógica de la lucha entre Cronos y Zeus. Tendencia o tentación del lado 
oscuro de la fuerza. Estrés en el sector cortical occipital de la visión. El 
individuo que lleva esta caries es testigo de un conflicto a la altura, es 
decir con «altius» (más alto). Acordémonos que la melatonina segrega­
da en periodo nocturno permite crecer, y que la melatonina producida lo 
es en función de la cantidad de luz recibida en la fase diurna. El indivi­
duo tiene un sentimiento muy extraño que «si mato a mi padre, seré más 
grande» (+). Las memorias transgeneracionales buscan entre los «jefes» 
que han impedido el nacimiento de un niño al mundo. La obligación 
de abortar para una hija-madre es cosa normal en los medios que deben 
proteger su honor, su nombre...
De uno mismo a uno mismo, esta caries señala al individuo que rechaza 
el lazo con su Cielo, manifestando el rechazo de su Dios bajo el pretexto 
de una vida estable de la cual lo hace responsable. Ejemplo: ya que me 
has hecho vivir esto, yo te niegol
Incisivo lateral superior derecho, diente 12
12 V. cervical
12 M .: Esta caries aparece en el mismo contexto que la D. en 11, que es 
testimonio de confrontación entre uno mismo y el «padre». Pero aquí el 
camino de adaptación manifestado por esta caries es la vía de la diná­
mica femenina: yo cambio. Afirmando de esta forma que el jefe es per-
es 36 k>
LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
cibido como «dominante» sin equívoco, más potente que nosotros, la 
adaptación no puede hacerse cambiando uno mismo.
Rq: Las dos caries precedentes, D. sobre 11 y M. sobre 12 son los dos 
primeros ejemplos patentes del estrés de adaptación paradoxal: como rea­
firmarme sin romper el lazo con el padre? Como manifestar mi identidad 
sin perder la identidad transmitida y acordada por «padre» bajo la forma 
de su nombre... Podemos buscar en el transgeneracional la memoria de 
hijos renegados por un padre o, simplemente, memorias de ruptura total 
entre relaciones entre padre e hijos, sin respeto de las reglas aprobadas.
Esta caries puede también revelar una pulsión inconsciente de no que­
rer hacer o decir nada para agradar al jefe. De esta forma, si no conozco 
la potencia para oponerme a él, puedo por lo menos desagradarle con 
el fin de demostrar mi oposición. N o pudiendo oponerme verbalmente, 
cojo el camino de oposición pasiva... La caries indica también un recha­
zo de las leyes del clan.
De uno mismo a uno mismo, esta caries manifiesta el sufrimiento des­
de siempre de no tener la buena idea, el buen pensamiento que cambia­
ría «quien» soy, manifestándome de otra forma al mundo... Pero este 
pensamiento sería contrario a las líneas de pensamiento de los míos...
12. D.: Es la caries del que hace un muro, que va más allá de los lími­
tes (buscando la supervivencia...). Conflicto a la proximidad de verbo, 
caries que exprime la necesidad de poner distancia entre uno mismo y 
el jefe que tiene el verbo duro y violento, como cruel... Esta fase distal 
está en contacto con el diente n° 13, canino superior derecho que está 
en relación con la ley, con el deber. Lina ruptura del contacto por la ca­
ries exprime una necesidad de distancia en relación al registro del deber, 
sentido como asfixiante, que priva de la vida más que de la libertad. El 
canino es el choque del animal, utensilio que lo domina a la disposición 
para someter a los suyos, los miembros de su manada.
Rq.: La descodificación dental nos ha enseñado que la agenesia (ausencia 
del germen que produce el diente) de la 12 es testigo de la existencia de 
un déspota en la genealogía. Un déspota no permite la connotación, la 
oposición. Sabemos también que el déspota puede ser un héroe, un indi­
viduo que por su status, no permite ser cuestionado. Un héroe, se respeta!
Cá 37 KJ
Dr. Christian Beyer
De uno mismo a uno mismo, esta caries exprime y revela que tenemos 
dentro de nosotros una ética personal, un conjunto de principios de vía 
para existir en el mundo. Pero la presencia de la caries anuncia que el 
individuo tiene el sentimiento de enfrentarse a sus propias reglas para 
tener más sensación de vida.
12 V. cervical: No encuentro las palabras adecuadas para decirle, él sien­
do «jefe», «padre», profesor que enseña, superior en la jerarquía... Las 
palabras buscadas son las que atestiguan mi identidad, mi especie, de 
mi singularidad. Es la necesidad de identidad clásica en el que se siente 
ahogado en una masa de individuos demasiado parecidos...
De uno mismo a uno mismo, esta caries exprime el sufrimiento de no po­
der decir las palabras que revelan nuestros pensamientos, pensamientos 
demasiados imperceptibles de nosotros mismos... Podemos a veces sen­
tir las ideas, percibir una envoltura global pero ser incapaz de formular­
las claramente. Como un borrador difuso pero que parece contener un 
tesoro. De este modo, «yo» no me rebelo como lo esperan, y el exterior 
no me ve de la forma como yo tengo la sensación que soy...
12 M. 12 P. cervical
12 P. cervical: Conflicto del que es dominado totalmente. El nivel inte­
lectual está afectado. Esta caries teme sentir que sus ideas no serán nun­
ca valoradas. También es la caries de la rendición. Junto con esta caries, 
podemos encontrar un efecto funcional sobre el músculo derecho ante­
rior (lado derecho), y el músculo vertebral anterior (músculo logissimus 
anterior), que se manifiesta con dolores permanentes o recurrentes.
es 38 no
LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
De uno mismo a uno mismo, esta cariesexprime el sufrimiento de no 
tener otra opción que renunciar a una idea, de dejar de pelear para que 
resulte y por lo tanto rendirse... El territorio defendido aquí es pura­
mente intelectual, pero por falta de poder, no se puede garantizar la su­
pervivencia, la llegada al mundo. Una idea es un territorio intelectual; 
expresarla en palabras y que el mundo la acepte es muy a menudo una 
especie de «guerra» que algo dentro de nosotros vive al pie de la letra... 
La derrota de su nacimiento es debido a la impotencia mental.
12 P. de cíngulo: Resentir de la suerte que me incumbe responsabilizan­
do «a Dios» como autor de esta ferocidad. Dios, pero también el jefe, 
cualquiera que sea su nivel de dominio. Memoria transgeneracional de 
persecución. Trabajos en la Facultad han determinado que estas caries 
significaban una pertenencia a distintos grupos étnicos tales como los 
Bereberes, Vascos, Mongoles y Inuits... N o debemos confundir la me­
moria de persecución con la memoria de genocidio! El pueblo judío no 
presenta esta caries en tanto como característica étnica.
De uno mismo a uno mismo, esta caries nos ordena buscar en nosotros 
esta dureza de principio que es capaz de provocar castigos y sanciones 
de nuestro entorno, y de la existencia misma. La potencia del espíritu no 
es solo una palabra. Nuestra estructura es capaz de producir en nuestro 
mundo lo que corresponde a nuestra concepción del mundo. Como si 
una parte de la vida nos... ¡obedeciese!
EL CANINO, DIENTE 13
El canino superior derecho tiene que ver con el registro de leyes y de de­
beres. Asimilados a la deontología, ya sea personal o profesional, todas 
estas patologías revelan nuestros conflictos vividos contra la ley, deber, 
obligación, y de forma sintética, todos los conflictos vividos bajo la di­
rección del verbo «obedecer». De forma simbólica, una ley es lo que nos 
mantiene en un eje. Esta forma, después de haber resuelto esta base re­
activa del verbo «obedecer», la descodificación dental presenta este dien­
te como la plomada que determina la vertical. En nuestra estructura de 
espíritu, está representado por una voz, la del jefe que da órdenes para 
nuestro bien, para asegurarnos nuestro crecimiento. El lazo con la voz 
que manifiesta el canino ha sido presentado en la obra ya mencionada
es 39 BD
Dr Christian Beyer
sobre los dientes de leche, cuando la aparición de este diente en la boca 
del niño indica la abertura funcional del sistema cortical relacionado con 
el idioma. La voz, el lenguaje verbal es entonces el lazo con el mundo que 
el sistema humano debe utilizar. Las caries que tocan este diente nos per­
mitirán explorar los diferentes aspectos de este lazo y de esta dinámica 
verbal. Es oportuno recordar que en la tradición de los pueblos de Altái, 
el cambio del ser humano está definido como el trabajo a realizar para 
tocar su nota musical en el seno del concierto del grupo humano, con 
el fin de que pueda existir una armonía. De esta forma el ser humano es 
comparado a una nota musical, una frecuencia. Hoy en día, las inves­
tigaciones médicas han determinado que cada corte lleva una carta de 
identidad de frecuencia. Nuestro cerebro funcionando, emite una gama 
de frecuencias y esta huella es individual, identitaria. Podemos ser iden­
tificados por las frecuencias emitidas por nuestra estructura cortical...
13 D. 13 V. cervical
13 M .: Conflicto llamado de la piedad. Debo o no tener piedad de él...? 
Pero también, espera piedad del jefe. Piedad viene de la palabra pius, 
que ha debido significar puro, y que tiene en la lengua clásica el sentido 
de «quien cumple sus deberes hacia los Dioses y los padres». Surge la 
pregunta con la idea de haber llevado a cabo sus deberes en relación al 
jefe... Eliminando la idea clásica de la piedad, comprendemos esta ca­
ries como respuesta a la pregunta inconsciente del que se pregunta si ha 
hecho o no sus deberes. Tenemos entonces la información de un registro 
de deber con problemas, borroso, incierto, como si atravesásemos un 
periodo de cambio en el seno de las obligaciones y los deberes. N os re­
encontramos de esta forma la piedad, sentimiento de deber, piedad que
es 40 so
LA NUEVA INTERPRETACIÓN DE LA CARIES
da testimonio a los Dioses y los padres. Cuando el deber ha sido cum­
plido, el exterior manifiesta su satisfacción, su aprobación y felicita. De 
esta forma, esta caries parece revelar la ausencia de palabras de aproba­
ción de parte del jefe.
En memoria transgeneracional, no podemos olvidar los momentos de 
ocupación del territorio francés por un comando que daba nuevas ór­
denes...! El canino reacciona muy fuerte a las memorias relacionadas 
con el verbo «obedecer», memoria de ejército, de guerra, de ocupación.
De uno mismo a uno mismo, esta caries exprime la sensación, el senti­
miento (inconsciente, lo recordamos), del que duda haber cumplido sus 
deberes, de haberlo hecho correctamente, de no saber hacerlo. La idea 
de deber es una biblioteca individual, que, incluso si contiene datos co­
lectivos, debe ser inspeccionada con una atención personal de uno mis­
mo hacia uno mismo.
13 D.: Caries que revela el sufrimiento de dar la espalda con la emoción 
de odio o un enfado con odio. Es disociarse del guía con corte de inter­
cambio, o en caso inverso del guía que nos abandona... Esta caries re­
vela un cambio de vida con una profunda mutación, como el fin de una 
participación en un movimiento político donde hemos recibido el espe­
jismo que transmitía, o las mentiras que proponía... También puede ser 
una caries que anuncia la salida de un movimiento religioso. El punto a 
buscar es la decepción al descubrir la mentira.
De uno mismo a uno mismo, esta caries revela una toma de consciencia 
de un tiempo pasado que siguió a una ilusión, una mentira, y el sufri­
miento sentido de haber sido engañado... Conviene poner en palabras 
lo ocurrido y la guía a seguir.
13 V. cervical: Caries del agotamiento, después de una larga lucha. La 
caries anuncia que el sistema está en espera o demanda de tregua. En 
homeopatía, el medicamento indicado: carbo vegetabilis. .. La caries ha­
bla de un estado de agotamiento del que trata desde mucho tiempo qui­
zás de marcar su lugar en la tierra, pero sobre todo de tomar lugar en 
el dominio aéreo del lenguaje verbal, como para que escuchen su voz...
De uno mismo a uno mismo, esta caries nos pide tomar contacto con la 
voz, a fijarnos en nuestra voz interior antes de emitirla al mundo, al ex-
CS 41 80
Dr. Christian Beyer
terior. La voz es un lazo directo con la noción identidad de la misma for­
ma que lo hemos visto en la presentación del canino. Muchos individuos 
hacen crecer su voz para hacerse comprender, y esto al final es agotador. 
N o tanto en el aspecto físico, es más bien el hecho de hacerlo sin resul­
tado! Mucha energía gastada para poco resultado, efecto.
13 M. 13 P. cervical
13 punta de la cúspide 13 D.
13 P. cervical: Es la caries del fugitivo, del perseguido que no sabe dónde 
ir, qué dirección tomar para escapar al que lo persigue. La búsqueda per­
manente en qué dirección huir, sucede con un sentimiento de desorienta­
ción, fuga en la cual nos sentimos empujados por detrás, no atraídos por 
lo que hay delante, por un futuro. La idea de urgencia es predominan­
te. Podríamos también llamarla la caries del que huye. La fuga sentida 
está ocasionada por un elemento del pasado al cual tratamos de escapar.
De uno mismo a uno mismo, esta caries invita a encontrar el perdón ha­
cia uno mismo más que la fuga de algo que nos reprochamos.
13 Punta de la cúspide: Esta caries manifiesta el estado del que tiene el sen­
timiento de la sanción inminente por la ley, del que espera que la sanción 
le caiga... Esta caries es muy rara, pero no debe olvidarse bajo el pretexto 
de su rareza... Un estado así es muy nocivo, que llega a toda la dinámica 
de proyectos, cerrando el futuro y dejando en sumisión total el destino, 
aquí en manos de un dominante potente, que esperamos que se manifieste.
De

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