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Aprendizaje por Extinción

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Aprendizaje por Extinción
El aprendizaje por extinción es un concepto clave en la psicología que se centra en la desaparición de conductas previamente aprendidas. A través de este proceso, las respuestas condicionadas que antes estaban asociadas con consecuencias específicas dejan de producir esas consecuencias, lo que lleva a la supresión de la conducta. Este enfoque es esencial para comprender cómo se pueden modificar y eliminar comportamientos no deseados o inapropiados. Para comprender el aprendizaje por extinción, es importante revisar el concepto de condicionamiento. El condicionamiento implica el aprendizaje de asociaciones entre estímulos y respuestas. En el condicionamiento clásico, un estímulo neutral se asocia con un estímulo incondicionado para producir una respuesta condicionada. En el condicionamiento operante, un comportamiento se asocia con consecuencias específicas. El proceso de extinción se aplica principalmente al condicionamiento operante. Cuando un comportamiento previamente reforzado (es decir, recompensado) deja de producir las consecuencias deseadas, se produce la extinción. Esto puede ocurrir de varias maneras, pero en última instancia, la respuesta condicionada disminuye en frecuencia y eventualmente se extingue por completo.
El aprendizaje por extinción tiene varios aspectos clave: Para que la extinción tenga éxito, el comportamiento que se desea eliminar debe exponerse repetidamente a un entorno donde ya no se produzcan las consecuencias positivas que lo reforzaban. Cuando se inicia el proceso de extinción, es común que la respuesta condicionada aumente en frecuencia o intensidad antes de disminuir. Esto se conoce como "recuperación de extinción" y es una fase inicial en la que el individuo muestra resistencia antes de que la conducta disminuya. La extinción puede ser un proceso prolongado, y la conducta no desaparece de inmediato. Los individuos pueden seguir mostrando la respuesta condicionada durante un tiempo antes de que finalmente se extinga por completo.
El aprendizaje por extinción es relevante en varios contextos. Por ejemplo, en la educación y la crianza de los hijos, los padres y maestros a menudo aplican el aprendizaje por extinción para eliminar comportamientos no deseados en los niños. Si un niño ha estado recibiendo atención o recompensas por comportarse de manera disruptiva, la extinción implica dejar de reforzar esa conducta y, en su lugar, reforzar conductas deseables. En el ámbito clínico, el aprendizaje por extinción es un componente importante en la terapia del comportamiento. Se utiliza para tratar trastornos como las fobias y el trastorno de estrés postraumático. La exposición controlada a los estímulos que desencadenan respuestas no deseadas, pero sin las consecuencias negativas, ayuda a reducir y finalmente eliminar esas respuestas.
El aprendizaje por extinción también se aplica en el campo de la psicología animal. Los entrenadores de animales utilizan este proceso para modificar comportamientos en mascotas y animales de trabajo, como perros, caballos y delfines. La eliminación de comportamientos no deseados y la promoción de comportamientos deseables se logran mediante la extinción.
En resumen, el aprendizaje por extinción es un proceso esencial en psicología que se centra en la desaparición de conductas previamente aprendidas. A través de la exposición continua a un entorno en el que ya no se produzcan las consecuencias positivas, las respuestas condicionadas disminuyen en frecuencia y finalmente se extinguen. Este proceso tiene aplicaciones en la educación, la terapia del comportamiento y la modificación de comportamientos en animales. Comprender el aprendizaje por extinción es fundamental para promover cambios en el comportamiento y eliminar conductas no deseadas.

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