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194 cuidados en el paciente pediátrico ser vivida como un fracaso en su papel de padres y generar sentimien- tos de culpa. Asimismo, la ambivalencia que sienten sobre la vida y la muerte con respecto al hijo, puede llevar a una relación de sobrepro- tección muy intensa, con gran dificultad para la separación-individua- ción que todo niño necesita en su desarrollo. Una de las funciones principales del enfermero consiste en ayu- dar al paciente y su familia a comprender el proceso de tratamien- to. Debemos demostrarles a los padres que NO ESTÁN SOLOS, con- cientizarlos que la comprensión de la enfermedad y del tratamiento ayudará a su hijo: brindarles el espacio para que pregunten y repre- gunten lo que necesiten, ofrecer que escriban sus dudas para no olvidarlas cuando pasa el equipo. Informarles que el cáncer en los niños es diferente al cáncer del adulto, que no busquen ni hagan comparaciones ya que la respuesta al tratamiento y la forma de tolerarlo es diferente en niños y adultos. Explicar la importancia de focalizarse en su hijo: lo conocen mejor que nadie y podrán conte- nerlo mientras se encuentre en tratamiento. Así mismo, podrán transmitir información valiosa acerca de su estado físico y emocio- nal al equipo de salud. Brindar asesoramiento sobre información online. El grupo familiar conviviente no debe ser separado. Es beneficioso para el niño que su familia se mantenga unida. Si el niño tiene herma- nos que concurren a jardín/colegio, deben lavarse las manos y cambiar- se la ropa antes de iniciar contacto con él. Lo más probable es que durante el tratamiento se suspenda la asistencia al jardín o colegio (deben contar con psicopedagogo o maestro domiciliario).