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I N M U N O L O G Í A Y D E F E N S A D E L H O S P E D A D O R 807 U N ID A D 5 recombinante vaccinia-rabia eficaz para uso en animales. (Los métodos basados en DNA recombinante para el desarrollo de vacunas se han tratado en la Sección 11.14.) Otra estrategia de vacunación se basa en el uso de proteí- nas inmunogenas producidas a partir de DNA clonado (véase Explorando el mundo microbiano: «vacunas y salud pública»). En primer lugar hay que clonar un gen de un patógeno en el microorganismo adecuado para expresar la proteína codificada por el gen clonado. La proteína del patógeno puede entonces ser utilizada como vacuna; es una vacuna que se conoce como vacuna de antígeno recombinante ( Sección 11.14). Por ejem- plo, la actual vacuna del virus de la hepatitis B es una proteína antigénica de la superficie de este virus (HBsAg) expresada en células de levadura modificadas genéticamente. Una vacuna proteicos se procesan y activan las células Th2, ocasionando una respuesta primaria seguida de una fuerte respuesta secun- daria y memoria inmunitaria. La información genómica es particularmente útil para el diseño de vacunas antivíricas. Por ejemplo, los genes que codi- fican los antígenos de prácticamente cualquier virus pueden ser clonados y expresados en el genoma del virus vaccinia (o virus vacuna), de forma que la inoculación con el virus productor del nuevo antígeno puede inducir inmunidad contra el producto del gen clonado. Esta construcción se llama vacuna recombi- nante. Esta estrategia depende de la identificación y la clona- ción del gen que codifica el antígeno y también de la capacidad del virus vaccinia para expresar el gen clonado como una pro- teína antigénica. De esta forma se ha desarrollado una vacuna U N ID A D 5 EXPLORANDO EL MUNDO MICROBIANO H asta el 75 % de las personas sexual- mente activas están infectadas por distintas cepas del virus del papiloma humano (VPH). Dicho virus puede causar verrugas genitales y cáncer de cuello uteri- no, vaginal o vulvar en las mujeres (Figura 1), así como verrugas genitales y cáncer anal en los hombres. En los Estados Unidos, unas 12.000 mujeres desarrollan cáncer de cuello uterino cada año y aproximadamente 4.000 mueren de dicha enfermedad. En todo el mundo, el número de mujeres afectadas cada año es de casi medio millón y el de muertes causadas por la enfermedad es de 250.000. Las vacunas dirigidas contra los antígenos de los VPH son altamente protectoras contra la infección vírica y previenen las verrugas geni- tales y el cáncer causado por los VPH contra los que están dirigidas. hay dos vacunas con- tra el VPH aprobadas para su uso. Una de es- tas vacunas, Gardasil, está dirigida contra los tipos 6, 11, 16, y 18 de VPH. La otra vacu- na, Cervarix, es eficaz contra el VPH 16 y 18, dos cepas que causan el 70 % de los cánce- res de cuello uterino y el 90 % de las verrugas genitales (Figura 1). Gardasil ha sido aprobada para su uso en mujeres y hombres de 9 a 26 años de edad, y Cervarix está aprobada para su uso en mujeres de 9 a 25 años. Se reco- mienda la vacunación en mujeres y hombres de entre 9 y 26 años. Estas vacunas son una preparación de partículas similares a las principales proteí- nas L1 de la cápside de las varias cepas del virus. Las proteínas L1 han sido modifica- das genéticamente para ser expresadas en Saccharomyces cerevisiae y, tras la ruptu- ra de las células recombinantes de esta le- vadura, son liberadas como partículas au- toensambladas similares a las proteínas del virus. Después de la purificación, estas par- tículas antigénicas recombinantes se adsor- ciosas más letales del mundo: la tuberculosis (1,5 millones de muertes anuales en todo el mundo), malaria (alrededor de 900.000 muer- tes anuales en todo el mundo), y VIH / sida (dos millones de muertes anuales en todo el mundo). Incluso algunas vacunas eficaces tie- nen serias limitaciones. Por ejemplo, las vacu- nas contra la gripe solo son eficaces duran- te un año y son reformuladas cada año según los antígenos H y N, específicos de las cepas en circulación ( Secciones 28.2 y 28.11). Se ha propuesto el desarrollo de una vacu- na universal de la gripe dirigida a un antígeno común del virus de la gripe, el antígeno M1, que debería inducir inmunidad contra todas las cepas de influenza con una sola vacuna. Sin embargo, la inmunogenicidad y la protec- ción proporcionadas por M1 y otros antígenos compartidos no ha sido probada. Figura 1 Verrugas genitales en una mujer infectada con el virus del papiloma humano. ben sobre un adyuvante químico, una sus- tancia inocua que las inmoviliza y que hace que sean ingeridas más fácilmente por los fagocitos después de la inyección. Debido a que el VPH es el responsable de la mayoría de los cánceres de cuello uterino, la vacunación de las personas susceptibles con vacunas contra el VPH dirigidas a cepas específicas prevendrá muchos casos de cán- cer en las personas vacunadas. Sin embargo, quizás lo más importante sea que la inmuni- dad colectiva ocasionada por la vacunación de una gran proporción de la población pue- de reducir significativamente la propagación de estos virus, y así proporcionar protección indirecta incluso a las personas que no estén vacunadas ( Sección 28.2). Los modelos sugieren que la inmunidad colectiva puede subir significativamente mediante la vacuna- ción de un 80 % de las mujeres jóvenes. La vacunación de niños y hombres, que es re- comendable, podría proporcionar el resto de inmunidad colectiva necesaria para detener la transmisión de las cepas diana de VPH, y también es eficaz para prevenir las verrugas genitales y el cáncer anal en los hombres. Es- tas vacunas contra el VPH son las únicas va- cunas eficaces contra infecciones de transmi- sión sexual en los humanos. La vacuna contra el VPH es un ejemplo re- ciente del desarrollo y aplicación de una vacu- na eficaz, pero todavía hay una serie de impor- tantes enfermedades infecciosas que no se pueden prevenir mediante la vacunación. Por ejemplo, no existen vacunas para la mayoría de las enfermedades diarreicas (2,2 millones de muertes anuales en todo el mundo) o res- piratorias (unos 4 millones de muertes anuales en todo el mundo), con las notables excep- ciones de las vacunas contra la gripe y contra el pneumococo. Todavía no existen vacunas eficaces para tres de las enfermedades infec- Vacunas y salud pública C D C -P H IL 807 https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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