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Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica Eduardo Giugno Definición: Es una enfermedad común, prevenible y tratable, caracterizada por limitación al flujo aéreo que es generalmente progresiva, persistente y asociada con una mayor respuesta inflamatoria crónica de las vías respiratorias y los pulmones a partículas nocivas o gases. Las exacerbaciones y comorbilidades contribuyen a la severidad global de los pacientes individuales. Etiología: Se acepta que en la mayoría de las enfermedades hay una carga genética, que en el caso del Enfisema producido por déficit de alfa 1 antitripsina está absolutamente demostrado, aunque representa alrededor del 1% de todas las EPOC, la exposición a partículas, el humo del tabaco (fumadores activos y pasivos), que representa la gran mayoría (más del 90%), la exposición laboral a polvos, orgánicos e inorgánicos, la contaminación del aire de la calefacción y cocinar con biomasa en viviendas mal ventiladas, esta práctica de cocinar con leña y aspirar el humo es frecuente en muchos países latinoamericanos, fundamentalmente en regiones rurales y además la contaminación del aire exterior. Son factores de riesgo importantes para el desarrollo de la enfermedad: el crecimiento y desarrollo del pulmón, el sexo, la edad, las infecciones respiratorias, el nivel socioeconómico, el asma / hiperreactividad bronquial y la bronquitis crónica. Epidemiología: En 2012 murieron por esta causa más de 3 millones de personas, lo cual representa un 6% de todas las muertes registradas ese año. Más del 90% de las muertes por EPOC se producen en países de bajos y medianos ingresos. En la actualidad, afecta casi por igual a ambos sexos, en parte debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres de los países de ingresos elevados. La EPOC es una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. La carga de la EPOC se prevé que aumente en las próximas décadas debido a la continua exposición a factores de riesgo de EPOC y el envejecimiento de la población mundial. Es un problema crítico de salud internacional. La prevalencia de EPOC en Europa se ha estimado entre un 4% y el 10. Datos parciales del estudio EPOC.AR, revelaron una prevalencia del 17.4% en Argentina. Mecanismos inflamatorios: Los irritantes inhalados (fundamentalmente el humo del tabaco) provocan la inflamación y cambios estructurales en los pulmones. Estas células junto con otras a nivel pulmonar se asocian con la liberación de mediadores pro-inflamatorios. Estos mediadores y enzimas proteolíticos como elastasas, perforinas y grazimas pueden dañar el tejido y sostener la inflamación. La infiltración de la vía aérea por células inflamatorias ocurre tanto en los estadios iniciales como finales de la EPOC. Conforme la enfermedad progresa, la vía aérea más pequeña se va llenando con exudados de moco. Diagnóstico: Un diagnóstico clínico de EPOC debe ser considerado en cualquier paciente con disnea, tos crónica o la producción de esputo, y una historia de exposición a factores de riesgo para la enfermedad, siendo los más importantes: el tabaco, los factores ocupacionales, y la polución externa e interna. Dado que los síntomas son inespecíficos y se trata de una enfermedad crónica, el paciente se acostumbra a sus síntomas y la consulta se realiza tardíamente y esto hace que el diagnóstico sea tardío con un elevado nivel de infradiagnóstico. Se requiere una espirometría para realizar el diagnóstico; la presencia de una relación FEV1/FVC < 0,70 realizada después de la administración de una dosis adecuada de un broncodilatador de acción corta (200 a 400 mcg de salbutamol) inhalado, para confirmar la presencia de limitación del flujo aéreo, minimizando su variabilidad. Los valores deben ser comparados con los valores normales relacionados con la edad para evitar el sobrediagnóstico de la EPOC en los ancianos, pues el FEV1 cae más que la FVC con la edad. Obstrucción de la vía respiratoria: Contribuyen significativamente: la contracción del músculo liso, el incremento del tono colinérgico, la hiperreactividad bronquial, la pérdida de elasticidad, la inflamación y los cambios estructurales. Todo esto se refleja la reducción del FEV1 y de la relación FEV1/FVC de los pacientes. La obstrucción de la vía aérea periférica atrapa el aire durante la espiración y provoca hiperinsuflación, el enfisema también contribuye al atrapamiento, la hiperinsuflación reduce la capacidad inspiratoria incrementando el volumen residual y todo ello provoca disnea y limita la capacidad de ejercicio. Los cambios estructurales más notables tienen que ver con: la destrucción alveolar, la hiperplasia epitelial, la hipertrofia glandular, la metaplasia células caliciformes y la fibrosis. Estos cambios patológicos importantes en la EPOC se piensa que suceden en la vía aérea y parénquima pulmonar de los pacientes con EPOC avanzada. Los cambios también pueden ocurrir en la circulación pulmonar y los músculos respiratorios y cardíaco. También aparecen la hipersecreción de moco, el incremento de la viscosidad del moco, la reducción del transporte mucociliar y el daño en la mucosa. En la EPOC, las gládulas mucosas se hacen más grandes y el número de células calciformes se incrementa, consecuentemente, la secreción de moco se incrementa drasticamente. Esto ocurre en combinación con una disminución de la evacuación de moco de la vía aérea dado que la función ciliar está comprometida lo cual se conoce como disfunción mucociliar. La disfunción mucociliar se caracteriza por la pérdida de células ciliadas, hipersecreción de moco, incremento de la viscosidad del moco, reducción del transporte mucociliar y/o daño en la mucosa. Evaluación de la EPOC: Los objetivos de la evaluación de la EPOC son determinar la gravedad de la enfermedad, incluyendo la severidad de la obstrucción al flujo aéreo, el impacto en el estado de salud del paciente, y el riesgo de eventos futuros, (por ejemplo, exacerbaciones) para guiar la terapia. Tener en cuenta los siguientes aspectos de la enfermedad por separado: el nivel actual de los síntomas del paciente, la severidad de la anormalidad espirométrica, la frecuencia de las exacerbaciones y la presencia de comorbilidades. Los síntomas característicos de la EPOC son la disnea crónica, la tos y producción de esputo. La disnea puede ser progresiva, persistente y característicamente empeora con el ejercicio, en ocasiones puede variar en su severidad sin razón aparente; la tos crónica puede ser intermitente e improductiva y la expectoración crónica suele aumentar durante las exacerbaciones y puede persistir incrementada largo tiempo. Para evaluar los síntomas nos pueden ayudar los cuestionarios: COPD Assesment Test (CAT) y el Medical Research Council Modificado (mMRC). El COPD Assessment Test (CAT) es una medida de 8 ítems del deterioro del estado de salud en la EPOC (http://catestonline.org) el cuestionario auto administrado por el paciente se transcribe en la figura 1. El mMRC categoriza el grado de disnea de acuerdo al siguiente score: 0: ausencia de disnea excepto al realizar ejercicio intenso; 1: disnea al andar deprisa o al subir una cuesta poco pronunciada; 2: incapacidad de mantener el paso de otras personas de la misma edad incluso caminando en llano al propio paso; 3: tener que parar a descansar al andar unos 100 metros o a los pocos metros al andar en llano; 4: la disnea impide al paciente salir de casa o aparece en actividades como vestirse o desvestirse. Para evaluar y clasificar el grado de obstrucción y de alguna manera la severidad en la espirometría se utilizan cuatro grados divididos en 80%, 50% y 30% del valor predicho (basado en FEV1 post broncodilatador) (tabla 1).: En pacientes con FEV1/FVC < 0.70: GOLD 1: Leve FEV1> 80% predicho; GOLD 2: Moderado 50% < FEV1< 80% predicho; GOLD 3: Severo 30% < FEV1< 50% predicho y GOLD 4: Muy Severo FEV1< 30% predicho Luego de evaluar los síntomas y el grado de limitación usando la espirometría,evaluamos el riesgo de exacerbaciones utilizando la historia de exacerbaciones, teniendo en cuenta que dos o más exacerbaciones en el último año o un FEV1 <50% del valor predicho son indicadores de alto riesgo. La hospitalización por una exacerbación de la EPOC está asociada con un mayor riesgo de muerte. Evaluando los síntomas, el grado de limitación del flujo aéreo mediante espirometría y evaluando el riesgo de exacerbaciones tenemos una visión multidimensional del paciente y si combinamos estas evaluaciones podremos mejorar el manejo de la EPOC y así la estrategia GOLD ha realizado una cuadrícula con el fin de agrupar en cuatro categorías a los pacientes con EPOC (figura 2). Lo primero es evaluar los síntomas. Si el CAT < 10 o mMRC 0-1: menos síntomas/disnea (A o C); si el CAT >10 o mMRC> 2: más síntomas/disnea (B o D). En segundo lugar evaluamos el riesgo de exacerbaciones: GOLD 3 o 4 o ≥ 2 exacerbaciones por año o > 1 que conduce a la hospitalización: Alto Riesgo (C o D). GOLD 1 o 2 y sólo 0 o 1 exacerbación por año (no conduce al ingreso hospitalario): Bajo Riesgo (A o B). Al evaluar los riesgos, elegir el más alto riesgo de acuerdo a o de la historia exacerbación. Uno o más hospitalizaciones por exacerbaciones de la EPOC deben ser considerados de alto riesgo. En la tabla 2 se resume lo anteriormente descripto: Fenotipos en EPOC: Son “aquellos atributos de la enfermedad que solos o combinados describen las diferencias entre individuos con EPOC en relación a parámetros que tienen significado clínico: exacerbaciones, respuesta al tratamiento, progresión de la enfermedad o muerte”. “Las características observables, estructurales y funcionales, de un organismo, determinadas por su genotipo y moduladas por su medio ambiente”. Para ser clínicamente útil un fenotipo clínico debe estar relacionado con resultados clínicamente significativos tales como síntomas, respuesta al tratamiento, progresión de la enfermedad o muerte. El endofenotipo, fenotipo intermedio o endotipo es “una entidad clínica asociada a una enfermedad pero cercana a su biología subyacente más que a los síntomas utilizados para definir un caso”. Los fenotipos clínicos así definidos se refieren a “grupos” de pacientes con dichas características comunes. En este sentido, los fenotipos definen la denominada “medicina estratificada”, no “personalizada”, que tiene que ver con las necesidades de un único paciente o individuo. En la vida real, los “fenotipos clínicos” no son mutuamente excluyentes y varios de ellos pueden co-ocurrir en el mismo paciente. Las enfermedades /síndromes enfatizan lo común, los fenotipos enfatizan las diferencias y la medicina personalizada, a la que aspiramos enfatiza lo particular. Comorbilidades: Significan la presencia de uno o más trastornos (o enfermedades) además de la enfermedad o trastorno primario de interés. Es una asociación y no causalidad. Como vimos en la definición aparece el concepto de comorbilidades: “las comorbilidades contribuyen a la severidad global de los pacientes individuales”. Vamos a resumir el camino complejo que vincula a la EPOC con sus comorbilidades. Partiendo de factores de riesgo como el tabaquismo, la susceptibilidad genética y el estilo de vida, se puede desarrollar la enfermedad, con sus infecciones crónicas de la vía respiratoria y sus exacerbaciones que conducen a la inflamación local de la vía respiratoria, ésta podría derramarse y producir inflamación sistémica que aumenta el stress oxidativo y produce hiperinflación pulmonar y disfunción endotelial. Estos mecanismos podrían producir las comorbilidades como cardiopatía isquémica, falla cardiaca, stroke, hipertensión arterial, diabetes, debilidad muscular, osteoporosis y depresión y estas comorbilidades contribuyen a la severidad de los pacientes empeorando sus síntomas, el estado general de salud, la disminución de la actividad y la reducción de la sobrevida. La inactividad física lleva al desacondicionamiento con sus múltiples efectos produciendo multimorbilidad, que también se vincula a la inflamación sistémica, como se muestra en el gráfico siguiente. Pacientes con EPOC tienen un mayor riesgo de las siguientes entidades: Enfermedades cardiovasculares: HTA, enfermedad coronaria, disfunción VI Sistólica y/o diastólica, hipertensión pulmonar, enfermedad vascular periférica, enfermedad cerebro-vascular, stroke. Depresión/ansiedad: La depresión es un factor que incrementa el riesgo de morirse por EPOC, Independiente de otros factores como sexo y edad, tanto en pacientes estables como exacerbados. La depresión incrementa el riesgo de exacerbaciones e internaciones por EPOC. Síndrome metabólico: son criterios diagnósticos: la obesidad abdominal, mayor de 102cm en hombres y 88 cm de perímetro abdominal en mujeres, triglicéridos séricos mayores de 150 mg/dl, lipoproteínas de alta densidad (HDL), menores de 40 mg/dl en hombres y 50 mg/dl en mujeres, tensión arterial mayor de 130/85mm Hg, glucosa en ayunas mayor de 110 mg y resistencia a la insulina. Debe investigarse sistemáticamente en todos los pacientes, en un estudio realizado en Argentina, más de la tercera parte de pacientes con EPOC presentaban síndrome metabólico. Osteoporosis: es la pérdida de masa ósea, con cambios en microarquitectura ósea y susceptibilidad aumentada a fracturas. Aumenta la prevalencia de acuerdo al grado de severidad GOLD. Disfunción del músculo esquelético y la pérdida de masa muscular:produce disminución de la función muscular, disminución de la tolerancia al ejercicio, aumento de la disnea y disminución de la calidad de vida. Otras comorbilidades: deterioro cognitivo, anemia, apnea obstructiva del sueño, diabetes, insuficiencia renal, reflujo gastroesofágico, cáncer de pulmón, infecciones, etc. Estas condiciones comórbidas pueden influir en la mortalidad y las hospitalizaciones y deben buscarse de forma rutinaria, y tratarlas adecuadamente. El riesgo de muerte aumenta según aumenta el número de comorbilidades e independientemente de la gravedad. La multimorbilidad se asocia con el envejecimiento, luego de los 80 años las personas pueden presentar más de 8 condiciones comórbidas. Estudios adicionales Una vez realizado el diagnóstico de EPOC, debemos realizar estudios adicionales: Radiografía de tórax: valiosa para excluir diagnósticos alternativos y establecer la presencia de comorbilidades significativas. Los hallazgos más frecuentes son: hiperclaridad del parénquima, pérdida de la trama pulmonar, compresión del parénquima pulmonar sano, hiperinsuflación pulmonar, aumento del diámetro A-P del tórax, aplanamiento o inversión de los diafragmas y disminución de la excursión diafragmática. Tomografía computarizada multislice de tórax que nos permite evaluar el tipo de enfisema: centrilobulilar, panlobulillar o paraseptal y comprobar la existencia de bronquiectasias, el grado de atrapamiento aéreo, el engrosamiento bronquial, la presencia de nódulos y también nos permite excluir otras enfermedades como neumonía, neumotórax o tromboembolismo pulmonar. Determinación de volúmenes pulmonares y capacidad de difusión que ayuda para caracterizar la gravedad, pero no es esencial para el manejo del paciente. Oximetría de pulso periódica para detectar hipoxemia crónica severa de reposo. En personas con EPOC estable, un FEV1 < al 40% del predicho o menor a 1,5 litros, policitemia secundaria, edemas periféricos o insuficiencia cardiaca derecha se benefician con terapia de oxígeno suplementario. Gases arteriales: debe realizarse a todos los enfermos con FEV1 < 40% o fallo cardiaco derecho. Alfa-1 antitripsina: particularmente cuando la EPOC se presenta en menores de 45 años o con una fuerte historia familiar de EPOC. Prueba de esfuerzo: la deficiente capacidad de realizar un ejercicio, medido objetivamente, por una reducción de la distancia caminada durante el test de los 6 minutos o durante la prueba de esfuerzo incremental, es un poderoso indicador de deteriorodel estado de salud y predictor de pronóstico. Puntuaciones compuestas: varias variables (FEV1, la tolerancia al ejercicio evaluado por caminar la distancia o el consumo máximo de oxígeno, la pérdida de peso y la reducción de la tensión arterial de oxígeno) identifica a los pacientes con mayor riesgo de mortalidad. Tratamiento de la EPOC: Los objetivos del tratamiento son, por un lado, reducir los síntomas, mejorar la tolerancia al ejercicio y el estado de salud; por otro lado, reducir el riesgo: previniendo la progresión de la enfermedad, preveniendo y tratando las exacerbaciones, y tratando de reducir la mortalidad. En la tabla 3 se resume lo más importante del tratamiento, que iremos desarrollando: Cesación tabáquica: Los consejos dados por los médicos y otros profesionales de la salud aumentan significativamente las tasas de abandono. Incluso un breve período (3 minutos) de consejos para instar a un fumador para dejar de fumar resulta en tasas de abandono de un 5-10%. La terapia de reemplazo de nicotina (chicles de nicotina, inhalador, spray nasal, parche transdérmico, tableta sublingual, o pastilla), así como la farmacoterapia con vareniclina y bupropión aumenta de manera fiable las tasas de abstinencia del tabaco a largo plazo y son significativamente más efectivos que el placebo. Contamos con algunas estrategias breves que pueden ser de utilidad para ayudar a los pacientes a superar la adicción: identificar sistemáticamente a todos los fumadores en cada visita, exhortar a todos los fumadores de tabaco a abandonar el consumo, determinar la voluntad de hacer un intento de abandono, ayudar al paciente a dejar de fumar, citarlo para su seguimiento Debemos fomentar políticas integrales de control del tabaco con mensajes claros, consistentes y repetidos. Actividad física regular: El ejercicio mejora: la tolerancia al ejercicio, la percepción de la intensidad de la disnea, la calidad de vida, disminuye el número de exacerbaciones, mejora la sobrevida. Los beneficios se extienden más allá del momento del ejercicio en sí. La OMS recomienda que todas las personas sumen al menos 30 minutos diarios de actividad física aeróbica moderada para mantener y mejorar su salud. Rehabilitación respiratoria: Es un programa interdisciplinario y multicomponente de actividad física reglada y supervisada. Su componente principal lo constituyen los ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento, con asociación para el cambio comportamental y apoyo psicológico. Su evaluación inicial colabora en la detección y tratamiento de las comorbilidades. Aunque un programa de rehabilitación pulmonar efectiva es de 6 semanas, el mejor es el programa continuo, el más eficaz de los resultados. Si la práctica de ejercicio se mantiene en el hogar, el estado de salud del paciente se mantiene por encima de los niveles previos a rehabilitación. Cuanto más prolongado es el período de entrenamiento mayores son los beneficios. La Rehabilitación se puede iniciar durante la internación. A todos los pacientes se les debe incentivar para que hagan ejercicio y, si es posible, incluirlos en un programa de rehabilitación. Tratamiento farmacológico: Los broncodilatadores son fundamentales para el tratamiento sintomático de la EPOC. Los broncodilatadores se prescriben según necesidad o sobre una base regular para prevenir o reducir los síntomas. Los principales tratamientos broncodilatadores son agonistas beta2 , anticolinérgicos, teofilina o terapia combinada. La elección del tratamiento depende de la disponibilidad de medicamentos y la respuesta individual de cada paciente en términos de alivio de los síntomas y los efectos secundarios. La vía inhalada es la de elección para la administración del tratamiento farmacológico. (Una mala técnica de inhalación equivale a no tomar el tratamiento.) Los broncodilatadores de acción corta (salbutamol) favorecen la relajación del músculo liso, a través del receptor β2, tienen rápido inicio de acción para el alivio de los síntomas. La dosis es de 200 mcg (2 disparos de 100 mcg) cada 6 hs. Sus efectos adversos más comunes son temblores, palpitaciones y taquicardia. Los anticolinérgicos antimuscarínicos de acción corta (ipratropio) bloquean los receptores colinérgicos, por lo que previenen la broncoconstricción, son más apropiados para la terapia de mantenimiento que para el alivio de los síntomas. La dosis es de 40 mcg (2 disparos de 20mcg) cada 6 a 8 horas. El uso regular mejora la función pulmonar, síntomas y calidad de vida, reduce las exacerbaciones, y aumentan la eficacia de los programas de rehabilitación pulmonar. Sus efectos adversos más comunes son retención de orina, boca seca y estreñimiento. El tratamiento combinado de β2 más antimuscarínicos tendría un efecto broncodilatador mayor. Los broncodilatadores de acción prolongada inhalados son convenientes y más eficaces para aliviar los síntomas que los broncodilatadores de acción corta. Los broncodilatadores de acción prolongada inhalado reducen las exacerbaciones y hospitalizaciones relacionadas y mejoran los síntomas y el estado de salud. La combinación de broncodilatadores de diferentes clases farmacológicas puede mejorar la eficacia y disminuir el riesgo de efectos secundarios en comparación con el aumento de la dosis de un solo broncodilatador. Los anticolinérgicos de acción prolongada (LAMA) como el tiotropio tienen una duración de acción de 24 horas. Su uso regular mejora la función pulmonar, los síntomas y el estado de salud, reduce las exacerbaciones, y mejora la eficacia de un programa de rehabilitación pulmonar. Además de su efecto en la reducción de las exacerbaciones y en los síntomas y podría ser útil en pacientes con bronquitis crónica porque disminuye la reducción de moco. Los efectos secundarios más comunes son: retención urinaria, sequedad de boca y estreñimiento. Los ß2 agonistas de acción prolongada (LABA) como salmeterol y formoterol tienen una duración de efecto de 12 horas o más sin pérdida de efectividad al final del periodo interdosis o con uso prolongado. No deberían ser usados para el alivio inmediato de los síntomas. El uso regular mejora la función pulmonar, los síntomas, la calidad de vida y reduce las exacerbaciones. Los ultra-LABA (indacaterol, vilanterol, olodaterol) ofrecen inicio de acción más rápido y se usan cada 24 hs. La asociación ultra-LABA/LAMA en un mismo dispositivo ha probado ser más eficaz que cada uno de los componentes por separado tanto en función pulmonar, como para síntomas y reducción de exacerbaciones. La teofilina es menos eficaz y no se tolera tan bien como los broncodilatadores de acción prolongada inhalados y no se recomienda si estos medicamentos están disponibles y asequibles. El tratamiento a largo plazo con corticosteroides inhalados añadido a los broncodilatadores de acción prolongada se recomienda para los pacientes con alto riesgo de exacerbaciones. La monoterapia a largo plazo con corticoides orales o inhalados no se recomienda en pacientes con EPOC. Recordar que la terapia con corticosteroides inhalados se asocia con un mayor riesgo de neumonía, también candidiasis orofaríngea, hematomas cutáneos y disfonía. El tratamiento crónico con corticoides sistémicos se debe evitar debido a una relación desfavorable riesgo-beneficio, demasiados efectos colaterales muy importantes, se deben reservar para el tratamiento de la exacerbación. El tratamiento farmacológico de la EPOC se utiliza para reducir síntomas y exacerbaciones, y para mejorar la función pulmonar y el estado de salud de los pacientes. El tratamiento es acumulativo con más tratamientos agregados conforme la enfermedad progresa. La terapia se debe mantener en el mismo nivel durante períodos largos a menos que haya un cambio en el estado de la enfermedad o aparezcan efectos secundarios significativos del tratamiento. Los pacientes deben ser supervisados regularmente para asegurarse de que el nivel de la terapia que están recibiendo es el adecuado.Otras terapias farmacológicas: La vacuna antigripal puede reducir la incidencia de influenza y neumonía. Se recomiendan la vacuna antigripal para todos los pacientes con EPOC y la vacuna antineumocócica para aquellos de 65 años o más y para los menores de 65 años con un FEV1 <40% del valor predicho. La terapia de reemplazo de alfa-1 antitripsina: se recomienda para los pacientes con EPOC que está relacionada con la deficiencia genética (déficit de alfa-1 antitripsina). Los antitusivos no se recomiendan, la tos puede ser un mecanismo defensivo y de ayuda para expectorar. Oxigenoterapia: la administración a largo plazo de oxígeno (> 15 horas por día) a los pacientes con insuficiencia respiratoria crónica se ha demostrado que aumenta la supervivencia en pacientes con severa hipoxemia en reposo. Los criterios para indicar oxígeno crónico domiciliario (OCD) exigen una PaO2 < 55 mm Hg, o entre 55-60 mm Hg cuando se acompaña de poliglobulia o de signos de insuficiencia cardiaca derecha, respirando aire ambiente a nivel del mar. El objetivo es mantener una PaO2 > 60 mm Hg o SaO2 >90%. El efecto de la oxigenoterapia depende de la duración de su administración. Con 18 horas/día los efectos son superiores a los producidos con 15 o 12 horas/día. No se recomienda menos de 12 horas al día. La combinación de la ventilación no invasiva (VNI) con la terapia de oxígeno a largo plazo puede ser de alguna utilidad en un subgrupo seleccionado de pacientes, especialmente en aquellos con hipercapnia diurna pronunciada. Otros tratamientos no farmacológicos: Una opción terapéutica para pacientes adecuadamente seleccionados con EPOC muy grave, el trasplante de pulmón, ha demostrado que mejora la calidad de vida y la capacidad funcional. Cuidados Paliativos, al final de su vida: la comunicación con los pacientes con EPOC avanzada sobre la atención al final de su vida útil y la planificación anticipada de la atención da a los pacientes y a sus familias la oportunidad de tomar decisiones informadas. Resumen de lo más importante en el manejo de la EPOC: a) la identificación y reducción de la exposición a factores de riesgo son pasos importantes en la prevención y el tratamiento b) la evaluación individualizada de los síntomas, la limitación del flujo de aire, y el riesgo futuro de exacerbaciones deben ser incorporados en la estrategia de manejo c) todos los pacientes con EPOC se benefician de rehabilitación y mantenimiento de la actividad física d) el tratamiento farmacológico se utiliza para reducir los síntomas, reducir la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones y mejorar el estado de salud y la tolerancia al ejercicio e) Los broncodilatadores de acción prolongada de beta-2 agonistas y anticolinérgicos son preferibles a los broncodilatadores de acción corta. En base a la eficacia y los efectos secundarios, los broncodilatadores inhalados son preferibles a los broncodilatadores orales f) El tratamiento a largo plazo con corticosteroides inhalados añadido a los broncodilatadores de acción prolongada se recomienda para los pacientes con alto riesgo de exacerbaciones De acuerdo a la clasificación multidimensional de la EPOC según Criterios GOLD, podemos resumir el tratamiento de primera elección en la figura 3. Exacerbación: Se la puede definir como "un evento agudo caracterizado por un empeoramiento de los síntomas respiratorios del paciente que está más allá de las variaciones normales del día a día y conduce a un cambio en la medicación." Es un empeoramiento sostenido de síntomas más marcado que la variación diaria habitual, que se inicia de forma aguda y que requiere tratamiento específico de la crisis y eventualmente un cambio en el tratamiento de base. El diagnóstico de realiza en base a la clínica sobre la base de cambios agudos en los síntomas, principalmente disnea basal, tos y/o producción de esputo que son atribuidos a la EPOC y no a comorbilidades u otros diagnósticos diferenciales, como enfermedad tromboembólica, neumonía o neumotórax. Los síntomas primarios son: disnea aumentada, incremento del volúmen de esputo y cambio en el color del esputo. Los síntomas secundarios que pueden estar presentes son: respiración sibilante, opresión torácica, aumento de la tos, dolor torácico, taquicardia, taquipnea, malestar, insomnio, adormecimiento, fatiga, fiebre, depresión y confusión. Durante la exacerbación se produce aumento de la inflamación en la vía respiratoria, esto da como resultado aumento de la producción de moco, engrosamiento de la pared de vía aérea, edema de la pared vía aérea y broncoconstricción, y su consecuencia es el estrechamiento de la vía aérea y por un lado lleva a alteraciones de la relación ventilación/perfusión y por otro a hiperinflación, aumento del trabajo respiratorio y aumento del consumo de oxígeno, dando como resultado final empeoramiento del intercambio gaseoso con su traducción clínica que es la aparición o aumento de la tos, expectoración, disnea y falla respiratoria. Éste es un breve resumen de los eventos fisiopatológicos que pueden relacionar la inflamación con los síntomas y la falla respiratoria. Las exacerbaciones impactan produciendo las siguientes consecuencias: declinación acelerada de la función pulmonar, impacto en los síntomas, disminución de la calidad de vida, aumento de los costos económicos y aumento de la mortalidad. Las exacerbaciones son más frecuentes y severas a medida que la gravedad (GOLD) de la EPOC aumenta. El exacerbador frecuente (igual que el no exacerbador) es un fenotipo específico que: es relativamente estable en el tiempo, puede ser identificado mediante historia clínica y puede aparecer en etapas tempranas de la enfermedad (GOLD II). Los exacerbadores frecuentes tienen peor calidad de vida, mas RGE y mayor leucocitosis. Los pacientes que presentan agudizaciones frecuentes (dos o más al año), constituyen un grupo definido, estable y con peor pronóstico. La nueva estrategia GOLD incluye la valoración de la frecuencia de exacerbaciones como factor de riesgo adicional al criterio espirométrico. Hay que señalar que el mejor método para identificar al exacerbador frecuente es preguntar al paciente directamente por sus antecedentes clínicos (si usó antibióticos o corticoides sistémicos en los últimos 12 meses, por ejemplo). Historia Clínica de la exacerbación: En la anamnesis debemos recoger datos sobre: aumento de la disnea, aumento del volumen del esputo, aumento de la purulencia del esputo, severidad de la enfermedad, episodios previos de exacerbación, comorbilidades (CV, Diabetes, músculo esquelético), condiciones socio-económicas. En el examen físico debemos observar: si hay aumento de la FR, uso de músculos accesorios, respiración paradojal, hipersonoridad percutoria, murmullo vesicular disminuído / sibilancias, signos CV: aumento de la FC, falla cardíaca derecha, edema periférico, inestabilidad hemodinámica) y signos generales como estado mental alterado y cianosis. Evaluación de la exacerbación: Mediciones de gases en sangre arterial; radiografía de tórax: útil para excluir diagnósticos alternativos, como neumonía o neumotórax por ejemplo; electrocardiograma, puede ayudar en el diagnóstico de la coexistencia de problemas cardíacos, como arritmias y hemograma: para identificar policitemia o anemia. Las pruebas bioquímicas que detectan alteraciones electrolíticas, diabetes, insuficiencia renal, mala nutrición y otras suelen estar indicadas. La presencia de esputo purulento durante una exacerbación es una prueba importante que orienta la etiología infecciosa y suele ser una indicación para iniciar el tratamiento antibiótico empírico. La realización de una espirometría puede ser de valor en pacientes sin diagnóstico. En exacerbaciones severas puede no ser imprescindibles, en ocasiones puede ser recomendable postergar la evaluación espirométrica a una etapa en la cual el paciente se estabiliza. De acuerdo a esta evaluación, el paciente puede ser manejado en formaambulatoria, o requerir internación en sala general o en UTI, si hay fallo respiratorio agudo (tabla 4). Etiología de la exacerbación: El 80% es de causa infecciosa y el 20% no infecciosa. Como agentes causales tenemos a los virus: Influenza, Parainfluenza, Virus sincicial respiratorio, Picornavirus, Coronavirus, Adenovirus y Rinovirus. Y como agentes bacterianos: más comunes, Haemophilus influenza, Moraxella catarrhalis, Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus. Son comunes en enfermedad severa Pseudomonas aeruginosa y los bacilos gram-negativos. Por último son infrecuentes la Chlamydia pneumoniae, Mycoplasma pneumoniae y Legionella spp. El porcentaje restante no infeccioso corresponde: a) polución: dióxido de nitrógeno, partículas, dióxido de azufre, ozono; b) clima frío y c) interrupción del tratamiento regular. Indicaciones de internación: Los siguientes criterios son los más importantes para decidir la internación de un paciente exacerbado: marcado aumento en la intensidad de los síntomas, EPOC subyacente severa, comienzo de nuevos signos (cianosis-edema), empeoramiento de la hipoxemia y/o hipercapnia, falta de respuesta al tratamiento inicial, comorbilidades significativas, exacerbaciones frecuentes, arritmias nuevas, cambios en el estado mental, diagnóstico incierto, edad avanzada, incapacidad de autocuidado, insuficiente soporte domiciliario. Indicaciones de internación en UTI: Los criterios que indican gravedad y que merecen cuidados intensivos se podrían resumir en los siguientes: disnea severa que responde inadecuadamente a la terapia de emergencia inicial, cambios en el estado mental (confusión, letargo, coma), deterioro o persistencia de la hipoxemia (PaO2 <5.3 kPa, 40 mm Hg), y/o hipercapnia severa/en deterioro (PaCO2 >8.0 kPa, 60 mm Hg), acidosis respiratoria severa/en deterioro (pH <7.25) a pesar del suplemento de oxígeno y la ventilación no invasiva, necesidad de ventilación mecánica invasiva e inestabilidad hemodinámica con necesidad de vasopresores. Diagnóstico diferencial de la exacerbación: No hay prueba diagnóstica confirmatoria para una exacerbación de la EPOC. La evaluación del paciente con una posible exacerbación debe enfocarse en la severidad del episodio y excluir posibles causas de deterioro clínico, entre las que pueden incluirse: neumonía, neumotórax, falla cardíaca, derrame pleural, embolia pulmonar, arritmia cardíaca, fractura de costilla y carcinoma de pulmón, entre las más importantes. Opciones terapéuticas: Oxígeno: para mejorar la hipoxemia del paciente con una saturación de 88-92%. Muchos pacientes ingresados por exacerbación de EPOC tienen hipoxemia, la causa primaria es el empeoramiento de la relación ventilación/perfusión. La hipoxemia suele responder al tratamiento con bajo flujo de oxígeno (<3 l / min a través de una cánula nasal). Los beneficios fisiológicos de oxígeno suplementario incluyen la disminución de la vasoconstricción pulmonar hipóxica, la disminución de la presión arterial pulmonar, la disminución de la presión arterial pulmonar, la mejoría de la depuración mucociliar y la mejoría de la isquemia cardíaca, si está presente. El objetivo es prevenir la hipoxia tisular y mantener la SO2 > 90 %, si hay retención de CO2, monitorear la acidemia y si ésta ocurre, considerar ventilación mecánica. Broncodilatadores de acción corta: agonistas beta2 inhalados con o sin anticolinérgicos de acción corta o una combinación de ambas (ipratropio más salbutamol). Corticosteroides sistémicos: Acortan el tiempo de recuperación, mejoran la función pulmonar (FEV1) y la hipoxemia arterial (PaO2), y reducen el riesgo de recaída temprana, el fracaso del tratamiento y la duración de la estancia hospitalaria. Se recomienda una dosis de 40 mg de prednisona por día durante 5 a 10 días. Antibióticos: deben administrarse a pacientes con tres síntomas cardinales: aumento de la disnea, aumento de volumen de esputo, y el aumento de la purulencia del esputo y a quienes requieren ventilación mecánica. Elegir de acuerdo a patrones de resistencia local: podemos indicar la combinación de amoxicilina y ácido clavulánico o quinolonas como Levofloxacina o moxifloxacina. Si estamos en presencia de Pseudomonas spp o bacilos aerobios gram-negativos considerar una combinación de antibióticos. La ventilación no invasiva (VNI) en pacientes hospitalizados por exacerbaciones de EPOC: mejora la acidosis respiratoria, disminuye la frecuencia respiratoria, la severidad de la disnea, las complicaciones y la duración de la estancia hospitalaria. Disminuye la mortalidad y las necesidades de la intubación. En el siguiente gráfico vemos los criterios de selección y contraindicaciones de la VNI. Cuando la VNI fracasa o hay otros elementos de severidad como los que se detallan a continuación se debe instaurar ventilación invasiva: Incapacidad para tolerar VNI o falla de VNI, disnea severa con uso de músculos accesorios y movimiento abdominal paroxístico, frecuencia respiratoria >35 respiraciones por minuto, hipoxemia potencialmente fatal, acidosis severa (pH <7.25) y/o hipercapnia (PaCO2 >8.0 kPa, 60 mm Hg), paro respiratorio, somnolencia, deterioro del estado mental, complicaciones cardiovasculares (hipotensión, shock), otras complicaciones (anomalías metabólicas, sepsis, neumonía, embolia pulmonar, barotrauma, efusión pleural masiva) Prevención de la exacerbación: Es un componente clave de las estrategias de manejo de la EPOC. Disponemos de varias herramientas de suma utilidad: Educación: promueve la atención precoz de las exacerbaciones; vacuna antigripal: disminuye las exacerbaciones en pacientes con EPOC; vacuna antineumocóccica: previene formas invasivas con bacteriemia de neumonía neumocóccica. Se recomienda en pacientes mayores de 65 años o en menores de 65 pero con FEV1 < a 40 %; rehabilitación respiratoria: reduce número de hospitalizaciones y días de internación. Produce desensibilización central a la disnea, disminuye la ansiedad y la depresión, reduce la hiperinflación dinámica y mejora la función del músculo esquelético. Puntos clave en el manejo de la exacerbación: Las causas más comunes de las exacerbaciones de la EPOC son las infecciones virales del tracto respiratorio superior e infección del árbol traqueobronquial. El diagnóstico se basa exclusivamente en la presentación clínica del paciente que refiere un cambio agudo de los síntomas que está más allá de la variación normal del día a día. El objetivo del tratamiento es reducir al mínimo el impacto de la exacerbación actual y prevenir el desarrollo de exacerbaciones posteriores. Discusión: La clasificación actual de las enfermedades es el resultado del formalismo del gran maestro de la medicina contemporánea William Osler. El llamado " formalismo Osleriano" ha sido útil para los médicos, ya que establece patrones sindrómicos que limitan el número de posibles pato-fenotipos que puede tener en cuenta, pero es muy general, no tiene en consideración los estados de susceptibilidad o manifestaciones preclínicas de la enfermedad, y no se puede utilizar para individualizar diagnóstico de la enfermedad o la terapia. Las enfermedades humanas históricamente han sido clasificados sobre la base de su manifestaciones en órganos o sistemas, con una aproximación clínico-patológico tradicional del siglo 19. Un nuevo paradigma plantea objetivos más ambiciosos, es la denominada «medicina 4P»: Preventiva, Predictiva, Personalizada y Participativa. Si bien “es difícil hacer predicciones, especialmente sobre el futuro”, decía el Premio Nobel Niels Bohr, el avance hacia la medicina personalizada puede permitir en el futuro la identificación de marcadores genéticos que faciliten la evaluación del riesgo de eventos futuros (cáncer, enfermedad cardiovascular), la validación de biomarcadores para el diagnóstico y seguimiento clínico de estos pacientes y el desarrollo de sistemas informáticos de apoyo a la decisión clínica. Referencias: Guíade Práctica Clínica Nacional para el Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Ministerio de Salud Argentina 2015 http:www.goldcopd.org/ GOLD updated 2015 Agusti A. COPD, a multicomponent disease: implications for management. Respir Med 2005;99:670–82 Miravitlles M, Soriano JB, García-Río F, et al. Prevalence of COPD in Spain: impact of undiagnosed COPD on quality of life and daily life activities. Thorax 2009; 64: 863–868. European COPD Coalition. Prevalence in EU. www.copdcoalition.eu Tabla 1 Estadio Criterio básico FEV1 post broncodilatador I: Leve FEV1/FVC ≥80% del predicho II: Moderado ≥ 50% - < 80% del predicho III: Grave o Severo ≥ 30 % -<50% del predicho <0.70 IV: Muy grave o muy severo Post- BD <30% del predicho o ≥ 30 % <50% del predicho pero con IRC Tabla 2 Paciente Características Clasificación según la Espirometría Exacerbacion es por año CAT mMRC A Bajo riesgo Menos síntomas GOLD 1-2 ≤ 1 < 10 0-1 B Bajo riesgo Más síntomas GOLD 1-2 ≤ 1 > 10 >2 C Alto riesgo Menos síntomas GOLD 3-4 >2 < 10 0-1 D Alto riesgo Más síntomas GOLD 3-4 >2 > 10 >2 Tabla 3 PRINCIPIOS GENERALES DEL TRATAMIENTO DE LA EPOC ✓ Dejar de fumar tiene la mayor capacidad de influir en la historia natural de la EPOC. Debemos alentar a todos los pacientes que fuman a dejar de fumar, la farmacoterapia y reemplazo de nicotina aumentan de forma fiable las tasas de abstinencia a largo plazo de fumar. ✓ Todos los pacientes con EPOC se benefician de la actividad física regular y deben ser alentados varias veces para permanecer activos ✓ La terapia farmacológica adecuada puede reducir los síntomas de la EPOC, reducir la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones y mejorar el estado de salud y la tolerancia al ejercicio. ✓ Ninguno de los medicamentos existentes para la EPOC ha demostrado de forma concluyente que puedan modificar la disminución a largo plazo en la función pulmonar. ✓ Las vacunas antigripal y antineumocócica deben indicarse. Tabla 4 Figura 1 CAT Primeras 4 preguntas CAT Últimas 4 preguntas Figura 2 Figura 3
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