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TOXICOLOGÍA FORENSE CONCEPTO, CLASIFICACIÓN La palabra tóxico viene del latín toxicum y del griego toxikón. Toxicología es el estudio científico de estos elementos, su comportamiento, su metabolismo, sus mecanismos de acción, las lesiones que ellos ocasionan, su forma de acumulación, excreción y el tratamiento adecuado para proteger el organismo afectado. La Toxicología Forense es la rama de toxicología que estudia los métodos de investigación médico-legal en los casos de envenenamiento y muerte. Muchas sustancias tóxicas no generan ninguna lesión característica, de tal manera que si se sospecha alguna reacción tóxica, la investigación visual no sería del todo suficiente para llegar a una conclusión. La toxicología aboca además al estudio de los efectos tóxicos de incontables agentes químicos, con los cuales el hombre construye y vive su mundo, tratando de dominar y someter a la naturaleza, desarrollando procesos y sustancias nuevas, que muchas veces se vuelven contra él y los demás seres vivos. Es una ciencia polifacética y multidisciplinaria. La sociedad es ahora más cuidadosa en lo que se refiere al empleo de agentes químicos, ya que los avances vertiginosos de los últimos 100 años han causado problemas, a veces tan grandes como los que se intentó resolver. En el futuro el "progreso" debería ser más moderado y sobre todo responsable, tomando en consideración los efectos indeseables, de los tóxicos. Tóxico: Cualquier elemento que ingerido, inhalado, aplicado, inyectado o absorbido, es capaz por sus propiedades físicas o químicas, de provocar alteraciones orgánicas o funcionales y aun la muerte. Podemos clasificar estos elementos en tóxicos: químicos y físicos. Los tóxicos químicos pueden ser a su vez tóxicos de origen mineral, vegetal, animal. Podemos destacar un grupo que aun perteneciendo al mundo de los químicos, se destaca por su gran número y profusión y el cual podría independizarse, como es el grupo de los sintéticos, creados por el hombre y que inundan cada vez más todos los ambientes. Clasificación de las Intoxicaciones Según Su Origen Las intoxicaciones pueden tener diferentes orígenes: 1. Intoxicaciones Sociales: Las distintas costumbres sociales y religiosas llevan al uso y abuso de muchas sustancias que pueden ocasionar intoxicaciones agudas o crónicas. Podemos mencionar como ejemplo el tabaco, el alcohol, la marihuana, el yagé, etc. Estos tóxicos tienen como característica su influencia sobre grandes masas de la población y su progresiva aceptación por parte de las sociedades, alguna de las cuales, lo aceptan como ritos y signos de progreso. 2. Intoxicaciones Profesionales: Se produce por el uso de elementos químicos o físicos propios del oficio y dentro del mismo. 3. Intoxicaciones Endémicas: La presencia de determinados elementos en el medio ambiente puede traer como consecuencia la ocurrencia de intoxicaciones. Por lo general, son de establecimiento crónico ya que se deben al contacto prolongado con elementos en dosis pequeñas. 4. Intoxicaciones Por Medio Ambiente Contaminado: Es el resultado de fuentes contaminantes creadas por el hombre, tales como combustión, residuos de industria, etc., arrojadas al aire, tierra o aguas. En la época actual, sustancias que podrían calificar de inocuas, tales como los elementos plásticos, han pasado a ser graves y grandes contaminantes que rompen sistemas ecológicos. Los detergentes lanzados a las aguas hacen que se eliminen formas vivientes. La concentración de residuos de industrias químicas, el aumento de residuos de carbón, conlleva a que los seres vivos sufran progresivamente intoxicaciones que alteran su salud y causan acortamiento del promedio de vida. Según Su Finalidad: 1. Doping El uso irreglamentario o mejor el de sustancias perjudiciales por el deportista, con el deseo de aumentar su rendimiento, se ha generalizado en gran manera. Su origen podemos establecerlo en el uso de estimulantes en caballos de carrera, para luego extenderse a los humanos. El peligro radica en que los efectos pueden llegar a ocasionar daños severos, cuando no la muerte del deportista o del animal. 2. Intoxicaciones Alimentarías La presencia de alimentos nocivos en los alimentos trae como consecuencia la intoxicación alimentaría. Pueden ser estos elementos de origen bacteriano o bien de origen químico, como seria la presencia de arsénico, plomo, mercurio o sustancias venenosas de algunos vegetales, entre los cuales podríamos citar hongos, vegetales cianogenéticos, cardiotóxicos, etc. 3. Intoxicaciones Genéticas Sería más apropiada denominarlas intoxicaciones por factores genéticas, pues son ocasionadas por alteraciones en el metabolismo normal de sustancias producidas por cambios genéticos del paciente. 4. Intoxicaciones Por Interacción Medicamentosa En muchas ocasiones, en suministros de varios fármacos simultáneamente, es causa de intoxicaciones a producirse alteración de su metabolismo, en sus efectos, potenciación, antagonismos, bloqueos metabólicos, etc. Según Su Etiología 1. Intoxicaciones Iatrogénicas Son ocasionas por el hombre mismo, en forma no intencionada, a diferencia de la homicida o la suicida. Formulación de drogas con desconocimientos de acciones indeseables, de dosis adecuadas, etc., pueden desencadenar éstas. Por otra parte el libre expendio de drogas sin control, sin conocimiento y con absoluta libertad e irresponsabilidad, son igualmente causa de graves y frecuentes accidentes tóxicos. Aunque el curanderos y yerbateros tienden a desaparecer, no podemos dejar de mencionarlos como autores de este tipos de intoxicaciones, con el agravante de sus mezclas son por lo general de sustancia desconocidas, tanto en calidad como cantidad, lo que hace más difícil el tratamiento adecuado del paciente. 2. Intoxicaciones Homicidas La intención de ellas es causar daños a una o más congéneres. Implican por tanto la premeditación y la intención de causar perjuicio o muerte. Son causa de acción penal y establece un amplio contacto entre la toxicología clínica y la forense o toxicología legal. 3. Intoxicaciones Suicidas El intento de autoeliminación lo encontramos casi siempre rodeado de fenómenos que angustian al enfermo y que lo debilitan para luchar contra los problemas que lo atormentan. Este campo de la intoxicación con intención de autoeliminación, toca con un amplio campo con la psiquiatría. Normalmente lo enfermo de estas índoles repite y perfeccionan su intento de suicidio, o son verdaderos psicópatas con ideas obsesivas de muertes. Por lo general estos pacientes deben de continuar tratamiento en manos de psiquiatra. 4. Intoxicaciones Accidentales Son ocasionadas generalmente por imprevisión de las personas, por descuido, por ignorancia y no conllevan como las homicidas, ninguna intención: ocurren al azar. EMBRIAGUEZ En los procesos judiciales son múltiples los casos que se relacionan de una u otra forma con el estado de embriaguez de alguno de los sujetos implicados, pues es común en nuestro medio que el licor sea el compañero indispensable de cualquier actividad social; se puede llegar a afirmar que la intoxicación etílica es la única intoxicación aceptada socialmente a nivel universal, debido a la gran distribución comercialización y fácil adquisición de las bebidas alcohólicas. Este fenómeno origina que ordinariamente cuando se habla de "embriaguez", se relacione esta situación con alcohol etílico, olvidando que existen también muchas otras sustancias capaces de ocasionar un fenómeno de embriaguez en el individuo que las utiliza. En un contexto general, se tiene que la embriaguez “Es un cuadro clínico sindromático multisistémico con predominiode alteraciones del sistema nervioso central, causado por el influjo de sustancias exógenas que actúan de manera estimulante o depresora sobre el sistema y producen signos y síntomas invariables no manejados a voluntad del paciente, lo que permite definir el grado de embriaguez de la persona sometida a la(s) sustancia(s) administrada(s) o consumida(s)" El análisis de la definición anteriormente propuesta, permite concluir que la intoxicación puede ser causada por cualquiera de las sustancias exógenas que actúan de manera estimulante o depresora sobre el sistema nervioso central, los signos y síntomas encontrados son directamente proporcionales a la cantidad de dosis administrada de la sustancia con lo que se puede discriminar el mayor, moderado o poco influjo sobre el paciente. Como tal al embriaguez es un cuadro agudo y no crónico debido a la respuesta del organismo ante el influjo de la sustancia, cuyos síntomas desaparecen una vez eliminada la sustancia del cuerpo. Es el alcohol, específicamente el etanol el que se encuentra en las bebidas certificadas que se expenden en el mercado y que posee efectos depresores del sistema nervioso central por lo que es responsable de alteraciones psíquicas, neurológicas y orgánicas en general, que para ser calificadas como graves se deben poder detectar fácilmente en un examen médico general, y que permite evaluar. entre otras cosas, la capacidad del individuo para realizar labores de cuidado y trabajos de precisión. Estas alteraciones deben ser de carácter transitorio, puesto que se exige en la definición que sean "agudas" y como ya se mencionó anteriormente, pueden ser ocasionadas por cualquier sustancia que deprima o estimule el Sistema Nervioso Central. En nuestro medio el tóxico que ocasiona con mayor frecuencia estas perturbaciones es el alcohol etílico, aunque en los últimos años se ha detectado un incremento notable de la embriaguez cocaínica, marihuánica y barbitúrica. Por las consideraciones anteriores, el médico-forense aplica sus conocimientos clínicos para detectar y evaluar el estado de embriaguez, puesto que es ésta una situación de intoxicación que tiene diversos grados e intensidades y su diagnóstico debe realizarse como en cualquier caso típico de intoxicación aguda, mediante un examen físico y luego, dependiendo de los resultados del mismo, el médico determinará si se necesitan o no exámenes para clínicos complementarios. Este es el procedimiento recomendado y utilizado en el Instituto de Medicina Legal, en donde se ha podido comprobar que el 90% de los ebrios son intoxicados por alcohol etílico. El hecho de que en Colombia exista una gran proporción de delitos cometidos bajo la influencia del alcohol y que no sean raros los hallazgos de altas concentraciones de alcohol en la sangre de los occisos que llegan al Instituto de Medicina Legal para que se les practique la necropsia forense, obliga a tratar detalladamente el tema del etanol; su absorción, distribución, metabolismo, eliminación y efectos que causa en el cuerpo humano, para de esta manera poder comprender claramente los procedimientos periciales y lograr la correcta interpretación de los resultados del dictamen forense. El etanol o alcohol etílico (C2H5OH)154 es un líquido incoloro, de sabor urente y de olor sui géneris que se obtiene por medio de procesos de fermentación a partir del azúcar o del almidón. Algunos materiales utilizados para obtenerlo son las frutas, los granos como el centeno, la cebada, el maíz y la miel. El máximo contenido de alcohol en bebidas fermentadas va del 15 al 18% por volumen. Pero el alcohol se puede obtener además por procesos de destilación y se utilizan para conseguir así mayores concentraciones por ejemplo la del whisky, ron, ginebra, brandy, etc., que llegan a porcentajes del 30 al 40%. Por convenios internacionales, es prohibido en todos los países fabricar bebidas alcohólicas con concentraciones mayores del 50% por volumen. La cerveza y la sidra tienen una concentración de alcohol inferior al 4%. Los vinos dulces tienen una concentración aproximada del 7%, en tanto que los vinos "de cuerpo", como el jerez, tienen en ocasiones hasta el 12% de concentración. Otras bebidas alcohólicas como el aguardiente, el brandy, el ron y el whisky están entre el 25% y 40% de concentración y algunos licores como el tequila y el vodka, en ocasiones pueden tener aún concentraciones superiores. Absorción: 155 El alcohol, como sustancia altamente soluble, puede ingresar en el organismo humano por diversas vías, puesto que atraviesa fácilmente cualquier tejido orgánico y no requiere de un mecanismo específico de absorción sino que penetra por simple difusión, según lo postulado hace tiempos por Niclaux. Las vías de penetración más conocidas para el alcohol son la oral, (bebidas alcohólicas),la pulmonar (inhalación de vapores alcohólicos), la percutánea, ( a través de la piel) y la parenteral (por inyección hipodérmica). La forma tradicional y socialmente aceptada de usar o abusar del alcohol es la vía oral y la absorción por el tracto digestivo es la que estudiaremos a continuación. El fenómeno de la absorción de alcohol se inicia en la mucosa oral y termina en la mucosa rectal, pero las partes del tracto digestivo que intervienen más activamente en la absorción del alcohol hacia la sangre son el estómago y el intestino delgado. La mucosa gástrica absorbe precozmente del 15 al 20% del alcohol ingerido y así se empiezan a elevar los niveles de alcohol en sangre y cerebro produciendo los primeros síntomas de la embriaguez. Este porcentaje de absorción se puede influenciar por diversos factores tales como el contenido gástrico, la motilidad gastrointestinal, la calidad y composición del licor, la ingestión simultánea de medicamentos, comidas, etc. La presencia de alimentos en el estómago, especialmente grasas y carbohidratos, disminuye la velocidad de absorción del alcohol, por lo cual la sintomatología de la embriaguez también se retarda en hacer su aparición ; pero es preciso resaltar que una vez que el alcohol ha llegado a la sangre ya ningún alimento es capaz de disminuir o eliminar estas cifras, o sea que, una vez absorbido el alcohol indefectiblemente ocasionará la intoxicación. La presencia de algunas enfermedades sistémicas o localizadas puede modificar también la velocidad de absorción estomacal. Los medicamentos que actúan a nivel del esfínter pilórico o sobre la velocidad de evacuación gástrica pueden también ser capaces de modificar esta absorción. El resto del alcohol ingerido (80%) se absorbe a nivel del intestino delgado, principalmente en yeyuno o íleon, regiones anatómicas en donde se realiza una absorción casi total del alcohol. La mezcla de diversas bebidas alcohólicas, puede estimular centros olfatorios y gustatorios que aceleran la energía gástrica y puede incrementar la velocidad de absorción. Los niveles máximos de alcohol en sangre se pueden alcanzar generalmente entre los 30 y 60 minutos después de la ingestión de una dosis simple, en un estómago vacío. Distribución: 156 Una vez que el alcohol es absorbido a través de la mucosa gástrica e intestinal, viaja por vía sanguínea siguiendo la vena porta al higado y por vía pulmonar al corazón, de donde es distribuido a todas las regiones anatómicas corporales. La distribución del alcohol en tejidos y órganos se efectúa dependiendo del contenido hídrico y de la irrigación sanguínea que tengan estos tejidos. Por ejemplo los órganos con abundante circulación como el cerebro, hígado y riñones reciben inicialmente mayor cantidad de alcohol que otros órganos con flujo sanguíneo relativamente más pobre; pero después de cierto tiempo, se logra un equilibrio en la concentración orgánica del alcohol. Cuando la ingesta de alcohol ha sido abundante, se puede afirmarque no hay tejido alguno en el cuerpo humano que no se haya impregnado de esta sustancia, debido al mecanismo de difusión mencionado antes. El alcohol tiene especial afinidad por el tejido nervioso, de ahí que los principales efectos de la intoxicación alcohólica sean de tipo neurológico y psicológico, pero se puede afirmar que la cantidad de alcohol presente en la sangre es proporcional a la concentración que se encuentra en cerebro y aún en médula ósea, lo cual permite examinar estos tejidos, como muestras alternativas para averiguar niveles de etanol, en cadáveres en los que no ha sido posible hacer la determinación en sangre. Eliminación: 157 Una vez que el alcohol se ha absorbido y distribuido por el organismo, se comienza a eliminar, por procesos de excreción y de metabolismo. La cantidad de alcohol eliminada por la excreción es muy pequeña ; tan sólo el 2% del alcohol absorbido sale de esta manera, o sea sin sufrir modificación ninguna, excretándose por todos los fluidos orgánicos : orina, lágrimas, sudor y especialmente con el aire espirado. A nivel de alvéolo pulmonar, con el intercambio gaseoso, el alcohol volátil sale con la espiración, ocasionando uno de los signos de la embriaguez etílica : El aliento alcohólico, llamado vulgarmente "tufo". La excreción de alcohol o nivel pulmonar es proporcional y constante a las concentraciones de alcohol en sangre, siendo éste un dato de utilidad para poder comprender posteriormente el funcionamiento de los vafómetros o borrachómetros. Cualquiera de estos mecanismos de excreción, es tan pequeño, que el intento de aumentarla con medidas extraordinarias resulta inútil y poco significativo. Hacer ejercicio para aumentar la transpiración y la ventilación pulmonar, utilizar medicamentos para aumentar la diuresis, ingerir alimentos, café u otras drogas no logra eliminar más rápidamente el alcohol del organismo, pues un ligero incremento en la excreción, que como ya vimos es del 2%, resulta realmente insignificante si se compara con el 90% a 98% de alcohol restante, que se elimina por el metabolismo hepático. La célula hepática es la responsable de realizar la transformación enzimática de la molécula de etanol (C2H5OH), hasta llevarla a formas más elementales de bióxido de carbono (C02), agua (H20) y calorías. La velocidad de oxidación puede llegar a ser diferente de una a otra persona. La velocidad a la cual el alcohol se elimina del cuerpo es el resultado del proceso de excreción y oxidación. Para un adulto de 70 kilos de peso, es de aproximadamente entre 7 y 10 gramos por hora. Esta rata de eliminación se mantiene constante y en términos prácticos se puede afirmar que la concentración de alcohol en sangre se disminuye en 18 miligramos por ciento por cada hora, con variaciones de más o menos 3 miligramos por ciento. No obstante lo anterior, para poder establecer el tiempo que necesita un adulto para eliminar el alcohol ingerido, se deben conocer otras variables tales como la superficie corporal del sujeto, la hora de la primera y la última copa, el intervalo entre cada trago, etc, pues el tiempo de eliminación aumenta proporcionalmente a la cantidad de bebida ingerida. Unidad Alcohólica: 158 Para ofrecer los conceptos de absorción y eliminación, de una manera más clara, y con el fin de unificar criterios, se ha tomado arbitrariamente una medida internacional conocida como " unidad alcohólica". La unidad alcohólica se ha definido como la cantidad de alcohol contenida en una bebida, que ingerida de una sola vez eleva la alcoholemia de un adulto entre 20 y 25 miligramos por ciento. Las equivalencias se efectúan con base en la "dosis social" de las bebidas alcohólicas; esto significaría que un trago de whisky (30. c.c.) o una pinta de cerveza (330.c.c.) o una copa de vino de mesa (250.c.c), contienen la unidad alcohólica. Si se aplican los conceptos expuestos anteriormente, un individuo que ingiera una unidad alcohólica, tendrá un pico máximo de absorción de alcohol a la hora de haberse ingerido la sustancia y necesitará entre dos y tres horas para eliminar totalmente esa dosis del organismo. Por lo anterior se recomienda que para efectos de la prueba pericial, el sujeto implicado sea examinado antes de haber transcurrido tres horas de los hechos. Una concentración de 25 miligramos por ciento de alcohol en sangre no alcanza a afectar neurológicamente al adulto sano, pero si se repite la dosis se aumentarán los niveles sanguíneos hasta conseguir niveles tóxicos que empiezan a producir las manifestaciones iníciales de la embriaguez. Se ha postulado que estas manifestaciones iníciales o signos precoces de la embriaguez comienzan a ser detectables con cifras de alcoholemia superiores a los 50 miligramos por ciento. Tolerancia: 159 Cuando se estudian los efectos del alcohol en el organismo, es indispensable tener presente el fenómeno llamado tolerancia, definido como "aquella capacidad del organismo para asimilar cada vez una mayor cantidad del fármaco, experimentando los mismos efectos." Esto significa que adultos habituados al uso del alcohol, sólo presentan signos clínicos de embriaguez cuando han ingerido cantidades importantes de licor, mientras que los sujetos no acostumbrados a beber, cuando lo hacen, presentan la sintomatología de la embriaguez alcohólica con dosis bastante más pequeñas que las usadas por los individuos tolerantes. En cuestiones médico-legales, esta tolerancia orgánica al etanol, tiene implicaciones importantes, pues es precisamente por este fenómeno, que la correlación entre los signos clínicos de la intoxicación etílica y los niveles de alcohol en sangre (alcoholemia), no es siempre constante, ya que se ve modificada de acuerdo con la susceptibilidad personal del sujeto. Adultos normales, o sea bebedores ocasionales, al contacto con el alcohol presentan una serie de manifestaciones, cuya intensidad es directamente proporcional a la cantidad de licor ingerido. Con base en lo anterior se han adelantando estudios científicos que clasifican los estadios o grados de la embriaguez teniendo en cuenta los niveles de alcoholemia. Autores como Ladd y Gibson, trabajaron extensamente sobre la intoxicación alcohólica y elaboraron una tabla alcoholimétrica que lleva su nombre, la cual fue utilizada como base para dosificar la sanción en las contravenciones de tránsito, hasta enero de 1986, cuando la Ley 33 de ese año la abolió. Efectos del alcohol: El etanol causa efectos muy variados y amplios sobre el organismo humano, puesto que alcanza a todos los órganos y tejidos corporales, pero como el objetivo de este escrito es aportar información sobre la técnica del examen médico-legal, nos limitaremos a mencionar aquellos efectos psicosomáticos cuya manifestación clínica permite al perito evaluar la embriaguez del sujeto y determinar el grado de la misma. Las alteraciones presentes en los cuadros de intoxicación alcohólica aguda se detectan en tres áreas principales denominadas área psíquica, neurológica y general. Las primeras manifestaciones de la intoxicación alcohólica se detectan en el área psicológica, por impregnación de la corteza cerebral del lóbulo frontal ; si la ingesta continúa se afectan los lóbulos parietales, temporales, occipital, cerebelo y médula espinal. En cualquier caso, el alcohol se comporta como una sustancia depresora del Sistema Nervioso Central, tanto que cuando hay sobre dosificación lleva al coma y a la muerte por paro respiratorio. Paradójicamente por los efectos psicológicos iniciales, muchas personas creen que el alcohol es un estimulante, pues a dosis bajas se presentan tempranamente efectos como reducción de la tensión, euforia breve y descarga de las inhibiciones. Los efectos a nivel del área psíquica se pueden manifestar de manera diferente en cada individuo,dependiendo de su temperamento y de las circunstancias que rodean el momento. Por estas razones no es posible predecir la conducta de un individuo que se expone al alcohol. Con los primeros ascensos de los niveles de alcohol, se presenta sensación de confort, gozo y vivacidad, pero a medida que aumenta la impregnación se inician otros fenómenos menos deseables como son la locuacidad o logorrea, las manifestaciones pendencieras y/o amorosas para luego dejar paso a la depresión manifestada generalmente por somnolencia y en algunas ocasiones por sentimientos de tristeza y identificación de la actividad motora. También disminuye la capacidad de reflexión de atención y observación. El humor usualmente es poco controlado y se pueden presentar característicos sentimientos de tristeza injustificada, desamparo, menorvalía o inclusive agresividad. Resulta fácil entender que esta sintomatología es de difícil evaluación dentro del esquema de la peritación médico - legal, si se tiene en cuenta que algunos de estos signos pueden ser controlados voluntariamente por el examinado, sobre todo en su presentación inicial. Por otra parte, el perito médico no tiene antecedentes sobre el comportamiento, el lenguaje y la forma de ser del sujeto que está examinando; por el contrario el examen pericial para embriaguez resulta en la mayoría de los casos, el primero y único contacto del examinado con el perito. Teniendo en cuenta lo anterior y en vista de la dificultad para evaluar estos signos y para apreciarlos objetivamente, aconsejamos que se les dé a los mismos un valor relativo y que aunque deben anotarse dentro del dictamen forense, no se utilicen para sacar conclusiones sobre la presencia de embriaguez ni el grado de la misma. Algunos investigadores que han estudiado juiciosamente los efectos cuantitativos del alcohol, demuestran que las manifestaciones de la intoxicación alcohólica a nivel del Sistema Nervioso Central son las más útiles en la valoración de un individuo que ha ingerido alcohol. Tanto las respuestas motoras como las sensoriales y sensitivas, se ven afectadas dependiendo de la concentración de alcohol en sangre y del umbral de susceptibilidad del sujeto. En realidad las alteraciones neurológicas son las que incapacitan más seriamente a un individuo para realizar labores de responsabilidad y de cuidado, como sería conducir un vehículo automotor. La impregnación de alcohol en el cerebro, ocasiona perturbaciones que al comienzo son discretas pero que luego, dependiendo de la cantidad del licor ingerido se van manifestando cada vez con mayor intensidad. En adultos normales los signos de alteración neurológica pueden empezar a ser manifiestos con cantidades de 50 miligramos de alcohol en sangre. Con estas cifras de alcoholemia se altera primordialmente la capacidad de coordinar movimientos, sobre todo aquellos que exigen precisión en su realización. Este signo se denomina incoordinación motora. El perito puede valorar en su examen este signo, mediante pruebas clínicas que califica como leve, moderada o severa, según la intensidad con la cual se presente la mencionada incoordinación motora. El test digital, el test de Golden o el test de Bourden, permiten evidenciar la incoordinación motora leve que corresponde al primer grado de embriaguez aguda, los test de movimientos rápidos alternos salifican la incoordinación motora moderada y la marcha sirve para evaluar la incoordinación motora severa. Con cifras superiores a los 50 miligramos por ciento de alcohol, se produce en el cerebro una influencia vasomotora sobre el equilibrio de los centros funcionales vestibulares del tronco cerebral, que se evidencia con la presencia del nistagmus postural. El término nistagmus se refiere a un movimiento involuntario horizontal de los globos oculares como respuesta refleja a un estímulo. En este caso el perito produce el estímulo consistente en hacer girar al paciente sobre su propio eje, en movimientos de rotación, a una velocidad máxima de cinco vueltas en diez segundos, para que posteriormente fije su mirada en un objeto colocado a veinte centímetros de su nariz (veinte centímetros de distancia focal). Si el examinado está bajo la influencia del alcohol, presentará un movimiento ocular horizontal que se clasifica de leve a intenso. El nistagmus postural es un signo clínico al que debe dársele gran credibilidad, desde que la prueba esté correctamente realizada, puesto que por ser una respuesta refleja (involuntaria), no es posible evitarla ni tampoco precipitarla voluntariamente. El examen clínico se continúa con la observación del equilibrio y de la marcha, lo cual se denomina técnicamente como observación del polígono de sustentación. Cuando el examinado está embriagado, separa sus pies para caminar, para lograr así mantener el equilibrio, lo cual ocasiona una marcha tambaleante (atáxica). Este signo se anota en el reporte pericial como "aumento del polígono de sustentación", de carácter discreto o evidente según la intensidad del mismo. Otro signo que se evalúa durante el examen clínico por embriaguez es la dificultad en la pronunciación de las palabras, llamado disartria. Es producto de la incoordinación de los movimientos linguales, necesarios para la articulación correcta de la palabra. Los hallazgos hasta aquí descritos son suficientes para evaluar el estado de ebriedad del examinado; no obstante lo anterior, se presentan muchas otras alteraciones neurológicas a saber: Hay lentitud en la respuesta refleja generalizada, la senso percepción se altera, se disminuye la agudeza visual y auditiva, hasta en un 35% en el primer período de la embriaguez, se pierde progresivamente la visión periférica al igual que la capacidad de convergencia ocular voluntaria y si la embriaguez es avanzada se puede presentar "diplopia". (Visión doble). En general se observa que el ebrio, por la interferencia que hace el alcohol en la conducción eléctrica de los nervios periféricos, lentifica sus movimientos y las respuestas motoras. La intoxicación alcohólica también puede ocasionarle analgesia. El alcohol puede causar otros efectos depresores como alteraciones en el estado de la conciencia que fluctúan desde la somnolencia, la obnubilación y la confusión hasta el estupor y el estado de coma. En la situación de ebriedad avanzada, es característico encontrar a un individuo incapaz de responder a los estímulos medio - ambientales, y si la dosis ingerida fue muy elevada se puede ocasionar estado de coma e inclusive la muerte por parálisis respiratoria de nivel central. El dictamen para valorar si una persona está o no embriagada, debe entonces explorar fundamentalmente el área neurológica, puesto que en conjunto esta signología es específica, constante e independiente de la voluntad del examinado, lo cual es de gran valor y credibilidad diagnóstica. En cuanto al área general se refiere, por ser las sustancias alcohólicas tan solubles en el organismo humano, pueden penetrar e impregnar todos los aparatos y sistemas orgánicos, dando efectos en variados sitios. Es así como el embriagado tiene un aspecto característico: Pupilas de diámetro aumentado (midriasis), ojos rojos (vasodilatación conjuntival), rubicundez facial (vasodilatación cutánea), que considerados en conjunto, sirven como signos de apoyo complementarios para el diagnóstico de la embriaguez, de la misma forma que lo hace el aliento alcohólico o tufo. Aunque el alcohol puede ocasionar muchas otras alteraciones orgánicas, como aumento en la diuresis, náuseas, vómito, etc, no es indispensable la comprobación de éstas durante el examen pericial por ser síntomas de poca objetividad. Correlación Clínica: Con los conceptos teóricos explicados anteriormente, se puede realizar un resumen que correlacione la signología clínica con el diagnóstico médicode la embriaguez en la siguiente forma: 1. Sí el examinado presenta aliento alcohólico, incoordinación motora leve, aumento discreto del polígono de sustentación y nistagmus postural se le calificará como una embriaguez aguda de primer grado, la cual puede o no, estar acompañada de otros signos que no es tan indispensable determinar. 2. Si se observa un sujeto con aliento alcohólico, incoordinación motora moderada, aumento evidente del polígono de sustentación, nistagmus postural y disartria, se le diagnosticará como segundo grado de embriaguez aguda. 3. El Tercer grado de embriaguez es un estadio tan deteriorante, que ocasiona alteraciones depresoras severas en el Sistema Nervioso Central como estupor, incoordinación motora severa, imposibilidad para la marcha y otros signos que hacen fácil este diagnóstico. 4. El cuarto grado de embriaguez se caracteriza por presentar una depresión neurológica tan severa que el sujeto se encuentra en estado de coma. De acuerdo con la Resolución 000414 de 2002 del Instituto Nacional de medicina legal que fija los “Parámetros Científicos y Técnicos Relacionados con el Examen de Embriaguez y Alcoholemia, para determinar el estado de embriaguez alcohólica de una persona se podrán utilizar los siguientes procedimientos: � Por alcoholemia. Parágrafo. De las maneras de determinar la alcoholemia: La alcoholemia se puede determinar de manera directa a través de la medición de etanol en sangre por diversos métodos de laboratorio, preferiblemente por cromatografía de gases. La alcoholemia también se puede determinar de manera indirecta midiendo la cantidad de etanol en aire espirado, para lo cual se podrá utilizar un equipo tipo alcohosensor que cuente con un dispositivo de registro. Cualquiera que sea la metodología empleada para determinar la alcoholemia, debe demostrarse la aplicación de un sistema de aseguramiento de calidad que incluya aspectos relacionados con la calibración del equipo, la idoneidad del personal que lo opera, el método utilizado y los demás componentes de este sistema. � Por examen clínico. Cuando no se cuente con métodos directos o indirectos de determinación de alcoholemia se realizará el examen clínico según el estándar forense establecido por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. En la misma Resolución se fijan los grados de embriaguez así: La interpretación de los resultados de alcoholemia, independientemente del método empleado para su determinación, requiere de la correlación con el estado de embriaguez alcohólica de una persona, así: � Resultados menores a 40 mg de etanol/100 ml de sangre total, se interpretan como estado de embriaguez negativo. � Resultados entre 40 y 99 mg de etanol/100 ml de sangre total, corresponden al primer grado de embriaguez. � Resultados entre 100 y 149 mg de etanol/100 ml de sangre total, corresponden al segundo grado de embriaguez. � Resultados mayores o iguales a 150 mg de etanol/100 ml de sangre total, corresponden al tercer grado de embriaguez. Alcoholemia: Tal como se ha mencionado anteriormente, se denomina alcoholemia a la determinación de la cantidad de alcohol que se encuentra en la sangre circulante. Se expresa en cifras de miligramos de alcohol por ciento o en gramos de alcohol por mil (mg% o g%). La alcoholemia es la prueba técnica que podría reemplazar al examen clínico en los casos en los cuales no es posible realizar éste, ya sea porque se trata de un cadáver o de una persona politraumatizada, enyesada o inconsciente, quien no puede colaborar con la exploración semiológica descrita. La alcoholemia informa la cantidad de alcohol que hay en el organismo, pero no puede reportar la intensidad de los efectos concretos que este alcohol ha producido en la persona, efectos que son diferentes de acuerdo al umbral de tolerancia individual del sujeto. Al tener en cuenta el cuadro clínico y cada uno de los estadios descritos, se puede hacer un cálculo aproximado de la cantidad de alcohol presente en un individuo tal como se anotó anteriormente. La alcoholemia se solicita con criterios definidos para complementar el diagnóstico clínico, sobre todo en aquellos casos en donde hay una patología neurológica sobre agregada que hace difícil el diagnóstico, o cuando por diversas razones el paciente no colabora con la práctica de las pruebas clínicas o cuando los hallazgos son dudosos. La cantidad de sangre que se necesita para realizar la prueba química, oscila entre 5 y 7 c.c. Se deben tomar ciertas precauciones como por ejemplo, no realizar la limpieza del área de punción con antisépticos que contengan alcohol, pues hay algún riesgo de contaminar la muestra; se debe adicionar una sustancia anticoagulante y preservativa para evitar la contaminación bacteriana ya que en el crecimiento y metabolismo de las bacterias puede producir alcohol por fermentación, adulterándose la muestra ; se aconseja el uso de fluoruro de sodio (F/Na) que cumple muy bien estas funciones. Es recomendable que la sangre permanezca refrigerada hasta que sea procesada en el laboratorio. El resultado es reportado en concentraciones de mg% y se debe interpretar teniendo en cuenta los factores señalados de tolerancia y las tablas de correlación clínico -toxicológicas ya enunciados, sin olvidar que las cifras que oscilan entre 50 y 100 mg% son de difícil interpretación. Métodos Indirectos Para Determinar Alcoholemia: Ya se mencionó como el alcohol es excretado por la respiración, y también se explicó que se ha calculado una constante que permite determinar que la relación entre la alcoholemia y la cantidad de alcohol en el aliento son directamente proporcionales, de tal forma que si se conoce la cantidad de alcohol contenida en un litro de aire espirado, se calcula entonces la concentración de alcohol presente en la sangre, teniendo en cuenta el coeficiente de repartición ; este es el fundamento que permite el uso de los vafómetros. A medida que la tecnología avanza estos métodos se han ido perfeccionando ; se inició su uso con los conocidos borrachómetros o alcotest que informaba de manera cualitativa si existe o no alcohol en el vaho del examinado, hasta los actuales que incluyen micro - computadores que permiten saber cuantitativamente la concentración de etanol presente, informada en mg%. Vale la pena aclarar que estos instrumentos funcionan con base en la propiedad reductora del etanol, por lo cual no son específicos sólo para esta sustancia, con la posibilidad de dar falsos resultados, cuando son utilizados con otros compuestos reductores, como el humo de cigarrillo, gasolina, etc. ; motivo por el cual la interpretación de resultados puede ser discutible dentro de los procesos judiciales. Instrumento utilizado para determinar el grado de alcoholemia, denominada borrachómetro ó alcotest
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