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TOXICOLOGÍA FORENSE

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TOXICOLOGÍA FORENSE 
 
CONCEPTO, CLASIFICACIÓN 
La palabra tóxico viene del latín toxicum y del griego toxikón. Toxicología es el 
estudio científico de estos elementos, su comportamiento, su metabolismo, sus 
mecanismos de acción, las lesiones que ellos ocasionan, su forma de 
acumulación, excreción y el tratamiento adecuado para proteger el organismo 
afectado. La Toxicología Forense es la rama de toxicología que estudia los 
métodos de investigación médico-legal en los casos de envenenamiento y muerte. 
Muchas sustancias tóxicas no generan ninguna lesión característica, de tal 
manera que si se sospecha alguna reacción tóxica, la investigación visual no sería 
del todo suficiente para llegar a una conclusión. 
 
La toxicología aboca además al estudio de los efectos tóxicos de incontables 
agentes químicos, con los cuales el hombre construye y vive su mundo, tratando 
de dominar y someter a la naturaleza, desarrollando procesos y sustancias 
nuevas, que muchas veces se vuelven contra él y los demás seres vivos. Es una 
ciencia polifacética y multidisciplinaria. 
 
La sociedad es ahora más cuidadosa en lo que se refiere al empleo de agentes 
químicos, ya que los avances vertiginosos de los últimos 100 años han causado 
problemas, a veces tan grandes como los que se intentó resolver. En el futuro el 
"progreso" debería ser más moderado y sobre todo responsable, tomando en 
consideración los efectos indeseables, de los tóxicos. 
 
Tóxico: Cualquier elemento que ingerido, inhalado, aplicado, inyectado o 
absorbido, es capaz por sus propiedades físicas o químicas, de provocar 
alteraciones orgánicas o funcionales y aun la muerte. 
 
Podemos clasificar estos elementos en tóxicos: químicos y físicos. Los tóxicos 
químicos pueden ser a su vez tóxicos de origen mineral, vegetal, animal. Podemos 
destacar un grupo que aun perteneciendo al mundo de los químicos, se destaca 
por su gran número y profusión y el cual podría independizarse, como es el grupo 
de los sintéticos, creados por el hombre y que inundan cada vez más todos los 
ambientes. 
 
 
 
 
Clasificación de las Intoxicaciones 
 
 Según Su Origen 
 
Las intoxicaciones pueden tener diferentes orígenes: 
 
1. Intoxicaciones Sociales: 
Las distintas costumbres sociales y religiosas llevan al uso y abuso de muchas 
sustancias que pueden ocasionar intoxicaciones agudas o crónicas. Podemos 
mencionar como ejemplo el tabaco, el alcohol, la marihuana, el yagé, etc. 
Estos tóxicos tienen como característica su influencia sobre grandes masas de la 
población y su progresiva aceptación por parte de las sociedades, alguna de las 
cuales, lo aceptan como ritos y signos de progreso. 
 
2. Intoxicaciones Profesionales: 
Se produce por el uso de elementos químicos o físicos propios del oficio y dentro 
del mismo. 
 
3. Intoxicaciones Endémicas: 
La presencia de determinados elementos en el medio ambiente puede traer como 
consecuencia la ocurrencia de intoxicaciones. Por lo general, son de 
establecimiento crónico ya que se deben al contacto prolongado con elementos en 
dosis pequeñas. 
 
4. Intoxicaciones Por Medio Ambiente Contaminado: 
Es el resultado de fuentes contaminantes creadas por el hombre, tales como 
combustión, residuos de industria, etc., arrojadas al aire, tierra o aguas. En la 
época actual, sustancias que podrían calificar de inocuas, tales como los 
elementos plásticos, han pasado a ser graves y grandes contaminantes que 
rompen sistemas ecológicos. Los detergentes lanzados a las aguas hacen que se 
eliminen formas vivientes. La concentración de residuos de industrias químicas, el 
aumento de residuos de carbón, conlleva a que los seres vivos sufran 
progresivamente intoxicaciones que alteran su salud y causan acortamiento del 
promedio de vida. 
 
 
 Según Su Finalidad: 
 
1. Doping 
El uso irreglamentario o mejor el de sustancias perjudiciales por el deportista, con 
el deseo de aumentar su rendimiento, se ha generalizado en gran manera. Su 
origen podemos establecerlo en el uso de estimulantes en caballos de carrera, 
para luego extenderse a los humanos. El peligro radica en que los efectos pueden 
llegar a ocasionar daños severos, cuando no la muerte del deportista o del animal. 
 
2. Intoxicaciones Alimentarías 
La presencia de alimentos nocivos en los alimentos trae como consecuencia la 
intoxicación alimentaría. Pueden ser estos elementos de origen bacteriano o bien 
de origen químico, como seria la presencia de arsénico, plomo, mercurio o 
sustancias venenosas de algunos vegetales, entre los cuales podríamos citar 
hongos, vegetales cianogenéticos, cardiotóxicos, etc. 
 
3. Intoxicaciones Genéticas 
Sería más apropiada denominarlas intoxicaciones por factores genéticas, pues 
son ocasionadas por alteraciones en el metabolismo normal de sustancias 
producidas por cambios genéticos del paciente. 
 
4. Intoxicaciones Por Interacción Medicamentosa 
En muchas ocasiones, en suministros de varios fármacos simultáneamente, es 
causa de intoxicaciones a producirse alteración de su metabolismo, en sus 
efectos, potenciación, antagonismos, bloqueos metabólicos, etc. 
 
 
 
 Según Su Etiología 
 
1. Intoxicaciones Iatrogénicas 
Son ocasionas por el hombre mismo, en forma no intencionada, a diferencia de la 
homicida o la suicida. Formulación de drogas con desconocimientos de acciones 
indeseables, de dosis adecuadas, etc., pueden desencadenar éstas. 
Por otra parte el libre expendio de drogas sin control, sin conocimiento y con 
absoluta libertad e irresponsabilidad, son igualmente causa de graves y frecuentes 
accidentes tóxicos. Aunque el curanderos y yerbateros tienden a desaparecer, no 
podemos dejar de mencionarlos como autores de este tipos de intoxicaciones, con 
el agravante de sus mezclas son por lo general de sustancia desconocidas, tanto 
en calidad como cantidad, lo que hace más difícil el tratamiento adecuado del 
paciente. 
 
 
 
 
2. Intoxicaciones Homicidas 
 
La intención de ellas es causar daños a una o más congéneres. Implican por tanto 
la premeditación y la intención de causar perjuicio o muerte. Son causa de acción 
penal y establece un amplio contacto entre la toxicología clínica y la forense o 
toxicología legal. 
 
 
3. Intoxicaciones Suicidas 
El intento de autoeliminación lo encontramos casi siempre rodeado de fenómenos 
que angustian al enfermo y que lo debilitan para luchar contra los problemas que 
lo atormentan. Este campo de la intoxicación con intención de autoeliminación, 
toca con un amplio campo con la psiquiatría. 
Normalmente lo enfermo de estas índoles repite y perfeccionan su intento de 
suicidio, o son verdaderos psicópatas con ideas obsesivas de muertes. Por lo 
general estos pacientes deben de continuar tratamiento en manos de psiquiatra. 
 
 
 
4. Intoxicaciones Accidentales 
 
Son ocasionadas generalmente por imprevisión de las personas, por descuido, por 
ignorancia y no conllevan como las homicidas, ninguna intención: ocurren al azar. 
 
 
EMBRIAGUEZ 
 
En los procesos judiciales son múltiples los casos que se relacionan de una u otra 
forma con el estado de embriaguez de alguno de los sujetos implicados, pues es 
común en nuestro medio que el licor sea el compañero indispensable de cualquier 
actividad social; se puede llegar a afirmar que la intoxicación etílica es la única 
intoxicación aceptada socialmente a nivel universal, debido a la gran distribución 
comercialización y fácil adquisición de las bebidas alcohólicas. Este fenómeno 
origina que ordinariamente cuando se habla de "embriaguez", se relacione esta 
situación con alcohol etílico, olvidando que existen también muchas otras 
sustancias capaces de ocasionar un fenómeno de embriaguez en el individuo que 
las utiliza. 
 
En un contexto general, se tiene que la embriaguez “Es un cuadro clínico 
sindromático multisistémico con predominiode alteraciones del sistema nervioso 
central, causado por el influjo de sustancias exógenas que actúan de manera 
estimulante o depresora sobre el sistema y producen signos y síntomas 
invariables no manejados a voluntad del paciente, lo que permite definir el grado 
de embriaguez de la persona sometida a la(s) sustancia(s) administrada(s) o 
consumida(s)" 
 
El análisis de la definición anteriormente propuesta, permite concluir que la 
intoxicación puede ser causada por cualquiera de las sustancias exógenas que 
actúan de manera estimulante o depresora sobre el sistema nervioso central, los 
signos y síntomas encontrados son directamente proporcionales a la cantidad de 
dosis administrada de la sustancia con lo que se puede discriminar el mayor, 
moderado o poco influjo sobre el paciente. Como tal al embriaguez es un cuadro 
agudo y no crónico debido a la respuesta del organismo ante el influjo de la 
sustancia, cuyos síntomas desaparecen una vez eliminada la sustancia del 
cuerpo. 
 
Es el alcohol, específicamente el etanol el que se encuentra en las bebidas 
certificadas que se expenden en el mercado y que posee efectos depresores del 
sistema nervioso central por lo que es responsable de alteraciones psíquicas, 
neurológicas y orgánicas en general, que para ser calificadas como graves se 
deben poder detectar fácilmente en un examen médico general, y que permite 
evaluar. entre otras cosas, la capacidad del individuo para realizar labores de 
cuidado y trabajos de precisión. Estas alteraciones deben ser de carácter 
transitorio, puesto que se exige en la definición que sean "agudas" y como ya se 
mencionó anteriormente, pueden ser ocasionadas por cualquier sustancia que 
deprima o estimule el Sistema Nervioso Central. En nuestro medio el tóxico que 
ocasiona con mayor frecuencia estas perturbaciones es el alcohol etílico, aunque 
en los últimos años se ha detectado un incremento notable de la embriaguez 
cocaínica, marihuánica y barbitúrica. 
 
Por las consideraciones anteriores, el médico-forense aplica sus conocimientos 
clínicos para detectar y evaluar el estado de embriaguez, puesto que es ésta una 
situación de intoxicación que tiene diversos grados e intensidades y su diagnóstico 
debe realizarse como en cualquier caso típico de intoxicación aguda, mediante un 
examen físico y luego, dependiendo de los resultados del mismo, el médico 
determinará si se necesitan o no exámenes para clínicos complementarios. Este 
es el procedimiento recomendado y utilizado en el Instituto de Medicina Legal, en 
donde se ha podido comprobar que el 90% de los ebrios son intoxicados por 
alcohol etílico. 
 
El hecho de que en Colombia exista una gran proporción de delitos cometidos bajo 
la influencia del alcohol y que no sean raros los hallazgos de altas 
concentraciones de alcohol en la sangre de los occisos que llegan al Instituto de 
Medicina Legal para que se les practique la necropsia forense, obliga a tratar 
detalladamente el tema del etanol; su absorción, distribución, metabolismo, 
eliminación y efectos que causa en el cuerpo humano, para de esta manera poder 
comprender claramente los procedimientos periciales y lograr la correcta 
interpretación de los resultados del dictamen forense. 
El etanol o alcohol etílico (C2H5OH)154 es un líquido incoloro, de sabor urente y 
de olor sui géneris que se obtiene por medio de procesos de fermentación a partir 
del azúcar o del almidón. Algunos materiales utilizados para obtenerlo son las 
frutas, los granos como el centeno, la cebada, el maíz y la miel. 
El máximo contenido de alcohol en bebidas fermentadas va del 15 al 18% por 
volumen. Pero el alcohol se puede obtener además por procesos de destilación y 
se utilizan para conseguir así mayores concentraciones por ejemplo la del whisky, 
ron, ginebra, brandy, etc., que llegan a porcentajes del 30 al 40%. Por convenios 
internacionales, es prohibido en todos los países fabricar bebidas alcohólicas con 
concentraciones mayores del 50% por volumen. La cerveza y la sidra tienen una 
concentración de alcohol inferior al 4%. Los vinos dulces tienen una concentración 
aproximada del 7%, en tanto que los vinos "de cuerpo", como el jerez, tienen en 
ocasiones hasta el 12% de concentración. Otras bebidas alcohólicas como el 
aguardiente, el brandy, el ron y el whisky están entre el 25% y 40% de 
concentración y algunos licores como el tequila y el vodka, en ocasiones pueden 
tener aún concentraciones superiores. 
Absorción: 155 El alcohol, como sustancia altamente soluble, puede ingresar en el 
organismo humano por diversas vías, puesto que atraviesa fácilmente cualquier 
tejido orgánico y no requiere de un mecanismo específico de absorción sino que 
penetra por simple difusión, según lo postulado hace tiempos por Niclaux. Las vías 
de penetración más conocidas para el alcohol son la oral, (bebidas alcohólicas),la 
pulmonar (inhalación de vapores alcohólicos), la percutánea, ( a través de la piel) y 
la parenteral (por inyección hipodérmica). 
 
La forma tradicional y socialmente aceptada de usar o abusar del alcohol es la vía 
oral y la absorción por el tracto digestivo es la que estudiaremos a continuación. El 
fenómeno de la absorción de alcohol se inicia en la mucosa oral y termina en la 
mucosa rectal, pero las partes del tracto digestivo que intervienen más 
activamente en la absorción del alcohol hacia la sangre son el estómago y el 
intestino delgado. La mucosa gástrica absorbe precozmente del 15 al 20% del 
alcohol ingerido y así se empiezan a elevar los niveles de alcohol en sangre y 
cerebro produciendo los primeros síntomas de la embriaguez. Este porcentaje de 
absorción se puede influenciar por diversos factores tales como el contenido 
gástrico, la motilidad gastrointestinal, la calidad y composición del licor, la 
ingestión simultánea de medicamentos, comidas, etc. 
 
La presencia de alimentos en el estómago, especialmente grasas y carbohidratos, 
disminuye la velocidad de absorción del alcohol, por lo cual la sintomatología de la 
embriaguez también se retarda en hacer su aparición ; pero es preciso resaltar 
que una vez que el alcohol ha llegado a la sangre ya ningún alimento es capaz de 
disminuir o eliminar estas cifras, o sea que, una vez absorbido el alcohol 
indefectiblemente ocasionará la intoxicación. La presencia de algunas 
enfermedades sistémicas o localizadas puede modificar también la velocidad de 
absorción estomacal. Los medicamentos que actúan a nivel del esfínter pilórico o 
sobre la velocidad de evacuación gástrica pueden también ser capaces de 
modificar esta absorción. 
 
El resto del alcohol ingerido (80%) se absorbe a nivel del intestino delgado, 
principalmente en yeyuno o íleon, regiones anatómicas en donde se realiza una 
absorción casi total del alcohol. La mezcla de diversas bebidas alcohólicas, puede 
estimular centros olfatorios y gustatorios que aceleran la energía gástrica y puede 
incrementar la velocidad de absorción. Los niveles máximos de alcohol en sangre 
se pueden alcanzar generalmente entre los 30 y 60 minutos después de la 
ingestión de una dosis simple, en un estómago vacío. 
 
Distribución: 156 Una vez que el alcohol es absorbido a través de la mucosa 
gástrica e intestinal, viaja por vía sanguínea siguiendo la vena porta al higado y 
por vía pulmonar al corazón, de donde es distribuido a todas las regiones 
anatómicas corporales. La distribución del alcohol en tejidos y órganos se efectúa 
dependiendo del contenido hídrico y de la irrigación sanguínea que tengan estos 
tejidos. Por ejemplo los órganos con abundante circulación como el cerebro, 
hígado y riñones reciben inicialmente mayor cantidad de alcohol que otros órganos 
con flujo sanguíneo relativamente más pobre; pero después de cierto tiempo, se 
logra un equilibrio en la concentración orgánica del alcohol. 
 
Cuando la ingesta de alcohol ha sido abundante, se puede afirmarque no hay 
tejido alguno en el cuerpo humano que no se haya impregnado de esta sustancia, 
debido al mecanismo de difusión mencionado antes. El alcohol tiene especial 
afinidad por el tejido nervioso, de ahí que los principales efectos de la intoxicación 
alcohólica sean de tipo neurológico y psicológico, pero se puede afirmar que la 
cantidad de alcohol presente en la sangre es proporcional a la concentración que 
se encuentra en cerebro y aún en médula ósea, lo cual permite examinar estos 
tejidos, como muestras alternativas para averiguar niveles de etanol, en cadáveres 
en los que no ha sido posible hacer la determinación en sangre. 
 
Eliminación: 157 Una vez que el alcohol se ha absorbido y distribuido por el 
organismo, se comienza a eliminar, por procesos de excreción y de metabolismo. 
La cantidad de alcohol eliminada por la excreción es muy pequeña ; tan sólo el 2% 
del alcohol absorbido sale de esta manera, o sea sin sufrir modificación ninguna, 
excretándose por todos los fluidos orgánicos : orina, lágrimas, sudor y 
especialmente con el aire espirado. A nivel de alvéolo pulmonar, con el 
intercambio gaseoso, el alcohol volátil sale con la espiración, ocasionando uno de 
los signos de la embriaguez etílica : El aliento alcohólico, llamado vulgarmente 
"tufo". La excreción de alcohol o nivel pulmonar es proporcional y constante a las 
concentraciones de alcohol en sangre, siendo éste un dato de utilidad para poder 
comprender posteriormente el funcionamiento de los vafómetros o 
borrachómetros. 
 
Cualquiera de estos mecanismos de excreción, es tan pequeño, que el intento de 
aumentarla con medidas extraordinarias resulta inútil y poco significativo. Hacer 
ejercicio para aumentar la transpiración y la ventilación pulmonar, utilizar 
medicamentos para aumentar la diuresis, ingerir alimentos, café u otras drogas no 
logra eliminar más rápidamente el alcohol del organismo, pues un ligero 
incremento en la excreción, que como ya vimos es del 2%, resulta realmente 
insignificante si se compara con el 90% a 98% de alcohol restante, que se elimina 
por el metabolismo hepático. 
La célula hepática es la responsable de realizar la transformación enzimática de la 
molécula de etanol (C2H5OH), hasta llevarla a formas más elementales de bióxido 
de carbono (C02), agua (H20) y calorías. La velocidad de oxidación puede llegar a 
ser diferente de una a otra persona. 
 
La velocidad a la cual el alcohol se elimina del cuerpo es el resultado del proceso 
de excreción y oxidación. Para un adulto de 70 kilos de peso, es de 
aproximadamente entre 7 y 10 gramos por hora. Esta rata de eliminación se 
mantiene constante y en términos prácticos se puede afirmar que la concentración 
de alcohol en sangre se disminuye en 18 miligramos por ciento por cada hora, con 
variaciones de más o menos 3 miligramos por ciento. 
 
No obstante lo anterior, para poder establecer el tiempo que necesita un adulto 
para eliminar el alcohol ingerido, se deben conocer otras variables tales como la 
superficie corporal del sujeto, la hora de la primera y la última copa, el intervalo 
entre cada trago, etc, pues el tiempo de eliminación aumenta proporcionalmente a 
la cantidad de bebida ingerida. 
 
Unidad Alcohólica: 158 Para ofrecer los conceptos de absorción y eliminación, de 
una manera más clara, y con el fin de unificar criterios, se ha tomado 
arbitrariamente una medida internacional conocida como " unidad alcohólica". La 
unidad alcohólica se ha definido como la cantidad de alcohol contenida en una 
bebida, que ingerida de una sola vez eleva la alcoholemia de un adulto entre 20 y 
25 miligramos por ciento. Las equivalencias se efectúan con base en la "dosis 
social" de las bebidas alcohólicas; esto significaría que un trago de whisky (30. 
c.c.) o una pinta de cerveza (330.c.c.) o una copa de vino de mesa (250.c.c), 
contienen la unidad alcohólica. 
 
Si se aplican los conceptos expuestos anteriormente, un individuo que ingiera una 
unidad alcohólica, tendrá un pico máximo de absorción de alcohol a la hora de 
haberse ingerido la sustancia y necesitará entre dos y tres horas para eliminar 
totalmente esa dosis del organismo. Por lo anterior se recomienda que para 
efectos de la prueba pericial, el sujeto implicado sea examinado antes de haber 
transcurrido tres horas de los hechos. Una concentración de 25 miligramos por 
ciento de alcohol en sangre no alcanza a afectar neurológicamente al adulto sano, 
pero si se repite la dosis se aumentarán los niveles sanguíneos hasta conseguir 
niveles tóxicos que empiezan a producir las manifestaciones iníciales de la 
embriaguez. Se ha postulado que estas manifestaciones iníciales o signos 
precoces de la embriaguez comienzan a ser detectables con cifras de alcoholemia 
superiores a los 50 miligramos por ciento. 
 
Tolerancia: 159 
Cuando se estudian los efectos del alcohol en el organismo, es indispensable 
tener presente el fenómeno llamado tolerancia, definido como "aquella capacidad 
del organismo para asimilar cada vez una mayor cantidad del fármaco, 
experimentando los mismos efectos." Esto significa que adultos habituados al uso 
del alcohol, sólo presentan signos clínicos de embriaguez cuando han ingerido 
cantidades importantes de licor, mientras que los sujetos no acostumbrados a 
beber, cuando lo hacen, presentan la sintomatología de la embriaguez alcohólica 
con dosis bastante más pequeñas que las usadas por los individuos tolerantes. 
 
En cuestiones médico-legales, esta tolerancia orgánica al etanol, tiene 
implicaciones importantes, pues es precisamente por este fenómeno, que la 
correlación entre los signos clínicos de la intoxicación etílica y los niveles de 
alcohol en sangre (alcoholemia), no es siempre constante, ya que se ve 
modificada de acuerdo con la susceptibilidad personal del sujeto. 
 
Adultos normales, o sea bebedores ocasionales, al contacto con el alcohol 
presentan una serie de manifestaciones, cuya intensidad es directamente 
proporcional a la cantidad de licor ingerido. Con base en lo anterior se han 
adelantando estudios científicos que clasifican los estadios o grados de la 
embriaguez teniendo en cuenta los niveles de alcoholemia. Autores como Ladd y 
Gibson, trabajaron extensamente sobre la intoxicación alcohólica y elaboraron una 
tabla alcoholimétrica que lleva su nombre, la cual fue utilizada como base para 
dosificar la sanción en las contravenciones de tránsito, hasta enero de 1986, 
cuando la Ley 33 de ese año la abolió. 
 
Efectos del alcohol: El etanol causa efectos muy variados y amplios sobre el 
organismo humano, puesto que alcanza a todos los órganos y tejidos corporales, 
pero como el objetivo de este escrito es aportar información sobre la técnica del 
examen médico-legal, nos limitaremos a mencionar aquellos efectos 
psicosomáticos cuya manifestación clínica permite al perito evaluar la embriaguez 
del sujeto y determinar el grado de la misma. 
 
Las alteraciones presentes en los cuadros de intoxicación alcohólica aguda se 
detectan en tres áreas principales denominadas área psíquica, neurológica y 
general. 
 
Las primeras manifestaciones de la intoxicación alcohólica se detectan en el área 
psicológica, por impregnación de la corteza cerebral del lóbulo frontal ; si la 
ingesta continúa se afectan los lóbulos parietales, temporales, occipital, cerebelo y 
médula espinal. En cualquier caso, el alcohol se comporta como una sustancia 
depresora del Sistema Nervioso Central, tanto que cuando hay sobre dosificación 
lleva al coma y a la muerte por paro respiratorio. Paradójicamente por los efectos 
psicológicos iniciales, muchas personas creen que el alcohol es un estimulante, 
pues a dosis bajas se presentan tempranamente efectos como reducción de la 
tensión, euforia breve y descarga de las inhibiciones. Los efectos a nivel del área 
psíquica se pueden manifestar de manera diferente en cada individuo,dependiendo de su temperamento y de las circunstancias que rodean el momento. 
Por estas razones no es posible predecir la conducta de un individuo que se 
expone al alcohol. Con los primeros ascensos de los niveles de alcohol, se 
presenta sensación de confort, gozo y vivacidad, pero a medida que aumenta la 
impregnación se inician otros fenómenos menos deseables como son la 
locuacidad o logorrea, las manifestaciones pendencieras y/o amorosas para luego 
dejar paso a la depresión manifestada generalmente por somnolencia y en 
algunas ocasiones por sentimientos de tristeza y identificación de la actividad 
motora. También disminuye la capacidad de reflexión de atención y observación. 
 
El humor usualmente es poco controlado y se pueden presentar característicos 
sentimientos de tristeza injustificada, desamparo, menorvalía o inclusive 
agresividad. 
 
Resulta fácil entender que esta sintomatología es de difícil evaluación dentro del 
esquema de la peritación médico - legal, si se tiene en cuenta que algunos de 
estos signos pueden ser controlados voluntariamente por el examinado, sobre 
todo en su presentación inicial. Por otra parte, el perito médico no tiene 
antecedentes sobre el comportamiento, el lenguaje y la forma de ser del sujeto 
que está examinando; por el contrario el examen pericial para embriaguez resulta 
en la mayoría de los casos, el primero y único contacto del examinado con el 
perito. Teniendo en cuenta lo anterior y en vista de la dificultad para evaluar estos 
signos y para apreciarlos objetivamente, aconsejamos que se les dé a los mismos 
un valor relativo y que aunque deben anotarse dentro del dictamen forense, no se 
utilicen para sacar conclusiones sobre la presencia de embriaguez ni el grado de 
la misma. 
 
Algunos investigadores que han estudiado juiciosamente los efectos cuantitativos 
del alcohol, demuestran que las manifestaciones de la intoxicación alcohólica a 
nivel del Sistema Nervioso Central son las más útiles en la valoración de un 
individuo que ha ingerido alcohol. 
Tanto las respuestas motoras como las sensoriales y sensitivas, se ven afectadas 
dependiendo de la concentración de alcohol en sangre y del umbral de 
susceptibilidad del sujeto. 
En realidad las alteraciones neurológicas son las que incapacitan más seriamente 
a un individuo para realizar labores de responsabilidad y de cuidado, como sería 
conducir un vehículo automotor. La impregnación de alcohol en el cerebro, 
ocasiona perturbaciones que al comienzo son discretas pero que luego, 
dependiendo de la cantidad del licor ingerido se van manifestando cada vez con 
mayor intensidad. En adultos normales los signos de alteración neurológica 
pueden empezar a ser manifiestos con cantidades de 50 miligramos de alcohol en 
sangre. Con estas cifras de alcoholemia se altera primordialmente la capacidad de 
coordinar movimientos, sobre todo aquellos que exigen precisión en su 
realización. Este signo se denomina incoordinación motora. El perito puede valorar 
en su examen este signo, mediante pruebas clínicas que califica como leve, 
moderada o severa, según la intensidad con la cual se presente la mencionada 
incoordinación motora. El test digital, el test de Golden o el test de Bourden, 
permiten evidenciar la incoordinación motora leve que corresponde al primer grado 
de embriaguez aguda, los test de movimientos rápidos alternos salifican la 
incoordinación motora moderada y la marcha sirve para evaluar la incoordinación 
motora severa. 
 
Con cifras superiores a los 50 miligramos por ciento de alcohol, se produce en el 
cerebro una influencia vasomotora sobre el equilibrio de los centros funcionales 
vestibulares del tronco cerebral, que se evidencia con la presencia del nistagmus 
postural. El término nistagmus se refiere a un movimiento involuntario horizontal 
de los globos oculares como respuesta refleja a un estímulo. En este caso el perito 
produce el estímulo consistente en hacer girar al paciente sobre su propio eje, en 
movimientos de rotación, a una velocidad máxima de cinco vueltas en diez 
segundos, para que posteriormente fije su mirada en un objeto colocado a veinte 
centímetros de su nariz (veinte centímetros de distancia focal). Si el examinado 
está bajo la influencia del alcohol, presentará un movimiento ocular horizontal que 
se clasifica de leve a intenso. 
El nistagmus postural es un signo clínico al que debe dársele gran credibilidad, 
desde que la prueba esté correctamente realizada, puesto que por ser una 
respuesta refleja (involuntaria), no es posible evitarla ni tampoco precipitarla 
voluntariamente. El examen clínico se continúa con la observación del equilibrio y 
de la marcha, lo cual se denomina técnicamente como observación del polígono 
de sustentación. Cuando el examinado está embriagado, separa sus pies para 
caminar, para lograr así mantener el equilibrio, lo cual ocasiona una marcha 
tambaleante (atáxica). Este signo se anota en el reporte pericial como "aumento 
del polígono de sustentación", de carácter discreto o evidente según la intensidad 
del mismo. 
Otro signo que se evalúa durante el examen clínico por embriaguez es la dificultad 
en la pronunciación de las palabras, llamado disartria. Es producto de la 
incoordinación de los movimientos linguales, necesarios para la articulación 
correcta de la palabra. 
 
Los hallazgos hasta aquí descritos son suficientes para evaluar el estado de 
ebriedad del examinado; no obstante lo anterior, se presentan muchas otras 
alteraciones neurológicas a saber: Hay lentitud en la respuesta refleja 
generalizada, la senso percepción se altera, se disminuye la agudeza visual y 
auditiva, hasta en un 35% en el primer período de la embriaguez, se pierde 
progresivamente la visión periférica al igual que la capacidad de convergencia 
ocular voluntaria y si la embriaguez es avanzada se puede presentar "diplopia". 
(Visión doble). En general se observa que el ebrio, por la interferencia que hace el 
alcohol en la conducción eléctrica de los nervios periféricos, lentifica sus 
movimientos y las respuestas motoras. La intoxicación alcohólica también puede 
ocasionarle analgesia. El alcohol puede causar otros efectos depresores como 
alteraciones en el estado de la conciencia que fluctúan desde la somnolencia, la 
obnubilación y la confusión hasta el estupor y el estado de coma. En la situación 
de ebriedad avanzada, es característico encontrar a un individuo incapaz de 
responder a los estímulos medio - ambientales, y si la dosis ingerida fue muy 
elevada se puede ocasionar estado de coma e inclusive la muerte por parálisis 
respiratoria de nivel central. 
 
El dictamen para valorar si una persona está o no embriagada, debe entonces 
explorar fundamentalmente el área neurológica, puesto que en conjunto esta 
signología es específica, constante e independiente de la voluntad del examinado, 
lo cual es de gran valor y credibilidad diagnóstica. 
En cuanto al área general se refiere, por ser las sustancias alcohólicas tan 
solubles en el organismo humano, pueden penetrar e impregnar todos los 
aparatos y sistemas orgánicos, dando efectos en variados sitios. Es así como el 
embriagado tiene un aspecto característico: Pupilas de diámetro aumentado 
(midriasis), ojos rojos (vasodilatación conjuntival), rubicundez facial (vasodilatación 
cutánea), que considerados en conjunto, sirven como signos de apoyo 
complementarios para el diagnóstico de la embriaguez, de la misma forma que lo 
hace el aliento alcohólico o tufo. Aunque el alcohol puede ocasionar muchas otras 
alteraciones orgánicas, como aumento en la diuresis, náuseas, vómito, etc, no es 
indispensable la comprobación de éstas durante el examen pericial por ser 
síntomas de poca objetividad. 
Correlación Clínica: Con los conceptos teóricos explicados anteriormente, se 
puede realizar un resumen que correlacione la signología clínica con el 
diagnóstico médicode la embriaguez en la siguiente forma: 
 
1. Sí el examinado presenta aliento alcohólico, incoordinación motora leve, 
aumento discreto del polígono de sustentación y nistagmus postural se le calificará 
como una embriaguez aguda de primer grado, la cual puede o no, estar 
acompañada de otros signos que no es tan indispensable determinar. 
 
2. Si se observa un sujeto con aliento alcohólico, incoordinación motora moderada, 
aumento evidente del polígono de sustentación, nistagmus postural y disartria, se 
le diagnosticará como segundo grado de embriaguez aguda. 
 
3. El Tercer grado de embriaguez es un estadio tan deteriorante, que ocasiona 
alteraciones depresoras severas en el Sistema Nervioso Central como estupor, 
incoordinación motora severa, imposibilidad para la marcha y otros signos que 
hacen fácil este diagnóstico. 
 
4. El cuarto grado de embriaguez se caracteriza por presentar una depresión 
neurológica tan severa que el sujeto se encuentra en estado de coma. 
 
De acuerdo con la Resolución 000414 de 2002 del Instituto Nacional de medicina 
legal que fija los “Parámetros Científicos y Técnicos Relacionados con el Examen 
de Embriaguez y Alcoholemia, para determinar el estado de embriaguez alcohólica 
de una persona se podrán utilizar los siguientes procedimientos: 
 
� Por alcoholemia. Parágrafo. De las maneras de determinar la alcoholemia: La 
alcoholemia se puede determinar de manera directa a través de la medición de 
etanol en sangre por diversos métodos de laboratorio, preferiblemente por 
cromatografía de gases. La alcoholemia también se puede determinar de manera 
indirecta midiendo la cantidad de etanol en aire espirado, para lo cual se podrá 
utilizar un equipo tipo alcohosensor que cuente con un dispositivo de registro. 
Cualquiera que sea la metodología empleada para determinar la alcoholemia, 
debe demostrarse la aplicación de un sistema de aseguramiento de calidad que 
incluya aspectos relacionados con la calibración del equipo, la idoneidad del 
personal que lo opera, el método utilizado y los demás componentes de este 
sistema. 
 
 
� Por examen clínico. Cuando no se cuente con métodos directos o indirectos de 
determinación de alcoholemia se realizará el examen clínico según el estándar 
forense establecido por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. 
 
En la misma Resolución se fijan los grados de embriaguez así: 
 
La interpretación de los resultados de alcoholemia, independientemente del 
método empleado para su determinación, requiere de la correlación con el estado 
de embriaguez alcohólica de una persona, así: 
 
� Resultados menores a 40 mg de etanol/100 ml de sangre total, se interpretan 
como estado de embriaguez negativo. 
 
� Resultados entre 40 y 99 mg de etanol/100 ml de sangre total, corresponden al 
primer grado de embriaguez. 
 
� Resultados entre 100 y 149 mg de etanol/100 ml de sangre total, corresponden 
al segundo grado de embriaguez. 
 
� Resultados mayores o iguales a 150 mg de etanol/100 ml de sangre total, 
corresponden al tercer grado de embriaguez. 
 
Alcoholemia: Tal como se ha mencionado anteriormente, se denomina 
alcoholemia a la determinación de la cantidad de alcohol que se encuentra en la 
sangre circulante. Se expresa en cifras de miligramos de alcohol por ciento o en 
gramos de alcohol por mil (mg% o g%). La alcoholemia es la prueba técnica que 
podría reemplazar al examen clínico en los casos en los cuales no es posible 
realizar éste, ya sea porque se trata de un cadáver o de una persona 
politraumatizada, enyesada o inconsciente, quien no puede colaborar con la 
exploración semiológica descrita. 
 
La alcoholemia informa la cantidad de alcohol que hay en el organismo, pero no 
puede reportar la intensidad de los efectos concretos que este alcohol ha 
producido en la persona, efectos que son diferentes de acuerdo al umbral de 
tolerancia individual del sujeto. 
 
Al tener en cuenta el cuadro clínico y cada uno de los estadios descritos, se puede 
hacer un cálculo aproximado de la cantidad de alcohol presente en un individuo tal 
como se anotó anteriormente. 
 
La alcoholemia se solicita con criterios definidos para complementar el diagnóstico 
clínico, sobre todo en aquellos casos en donde hay una patología neurológica 
sobre agregada que hace difícil el diagnóstico, o cuando por diversas razones el 
paciente no colabora con la práctica de las pruebas clínicas o cuando los 
hallazgos son dudosos. 
La cantidad de sangre que se necesita para realizar la prueba química, oscila 
entre 5 y 7 c.c. Se deben tomar ciertas precauciones como por ejemplo, no 
realizar la limpieza del área de punción con antisépticos que contengan alcohol, 
pues hay algún riesgo de contaminar la muestra; se debe adicionar una sustancia 
anticoagulante y preservativa para evitar la contaminación bacteriana ya que en el 
crecimiento y metabolismo de las bacterias puede producir alcohol por 
fermentación, adulterándose la muestra ; se aconseja el uso de fluoruro de sodio 
(F/Na) que cumple muy bien estas funciones. Es recomendable que la sangre 
permanezca refrigerada hasta que sea procesada en el laboratorio. 
 
El resultado es reportado en concentraciones de mg% y se debe interpretar 
teniendo en cuenta los factores señalados de tolerancia y las tablas de correlación 
clínico -toxicológicas ya enunciados, sin olvidar que las cifras que oscilan entre 50 
y 100 mg% son de difícil interpretación. 
 
Métodos Indirectos Para Determinar Alcoholemia: Ya se mencionó como el alcohol 
es excretado por la respiración, y también se explicó que se ha calculado una 
constante que permite determinar que la relación entre la alcoholemia y la 
cantidad de alcohol en el aliento son directamente proporcionales, de tal forma 
que si se conoce la cantidad de alcohol contenida en un litro de aire espirado, se 
calcula entonces la concentración de alcohol presente en la sangre, teniendo en 
cuenta el coeficiente de repartición ; este es el fundamento que permite el uso de 
los vafómetros. 
 
A medida que la tecnología avanza estos métodos se han ido perfeccionando ; se 
inició su uso con los conocidos borrachómetros o alcotest que informaba de 
manera cualitativa si existe o no alcohol en el vaho del examinado, hasta los 
actuales que incluyen micro - computadores que permiten saber cuantitativamente 
la concentración de etanol presente, informada en mg%. 
Vale la pena aclarar que estos instrumentos funcionan con base en la propiedad 
reductora del etanol, por lo cual no son específicos sólo para esta sustancia, con 
la posibilidad de dar falsos resultados, cuando son utilizados con otros 
compuestos reductores, como el humo de cigarrillo, gasolina, etc. ; motivo por el 
cual la interpretación de resultados puede ser discutible dentro de los procesos 
judiciales. Instrumento utilizado para determinar el grado de alcoholemia, 
denominada borrachómetro ó alcotest

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