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Neuroanatomia_Clinica (786)

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blanca. Esto es previsible, puesto que la actividad metabólica de los cuerpos de las
neuronas en la sustancia gris es mucho mayor que en las terminaciones nerviosas de la
sustancia blanca. La barrera hematoencefálica aísla el tejido cerebral del resto del cuerpo,
y está formada por las uniones estrechas que existen entre las células endoteliales en los
lechos capilares (v. pág. 462).
 CIRCULACIÓN CEREBRAL
El torrente sanguíneo al cerebro debe aportar oxígeno, glucosa y otros nutrientes al tejido
nervioso, y eliminar dióxido de carbono, ácido láctico y residuos metabólicos. Se ha
demostrado que el cerebro está irrigado por sangre arterial procedente de las dos arterias
carótidas internas y de las dos arterias vertebrales. El aporte de sangre a la mitad del
cerebro procede de la arteria carótida interna, y la arteria vertebral de este lado y sus
respectivos flujos se juntan en la arteria comunicante posterior en el punto en el que la
presión de las dos es igual y no se mezclan (fig. 17-6). Si, no obstante, la arteria carótida
interna o la arteria vertebral se ocluyen, la sangre fluye hacia atrás o hacia delante a lo
largo de este punto para compensar la reducción del torrente sanguíneo. El circuito
arterial cerebral también permite que el torrente sanguíneo atraviese la línea media, como
se observa cuando se ocluye la arteria carótida interna o vertebral de un lado. También se
ha observado que los dos flujos de sangre desde las arterias vertebrales se mantienen
separados del mismo lado de la luz en la arteria basilar, y que no se mezclan.
Aunque las arterias cerebrales se anastomosan las unas con las otras en el circuito
arterial cerebral y mediante ramas en la superficie de los hemisferios cerebrales, una vez
que penetran en la sustancia cerebral, no se producen más anastomosis.
El factor más importante para que la sangre fluya a través del cerebro es la presión
sanguínea arterial. A ésta se oponen factores como el aumento de la presión intracraneal,
aumento de la viscosidad de la sangre o estenosis del diámetro vascular. El flujo de
sangre cerebral es marcadamente constante a pesar de los cambios de la presión
sanguínea general. Esta autorregulación de la circulación se logra mediante una
disminución compensatoria de la resistencia vascular cerebral cuando disminuye la
presión intracraneal, y por un aumento de la resistencia vascular cuando aumenta la
presión arterial. No es necesario insistir en que esta autorregulación no mantiene un
torrente sanguíneo adecuado cuando la presión arterial se reduce a un nivel muy bajo.
803
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	Capítulo 17 Irrigación del encéfalo y de la médula espinal
	Circulación cerebral
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