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PATOLOGIAS_EN_MADERAS_Y_SISTEMAS_CONSTRU

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III Congreso Uruguayo y II Congreso Regional de 
GESTIÓN DE LA CALIDAD, PATOLOGÍA y RECUPERACIÓN de la CONSTRUCCIÓN 
3 al 5 de dic iembre de 2008 / LATU / Aud i tor io y Ha l l / Montevideo - Uruguay 
PATOLOGÍAS EN MADERAS Y SISTEMAS CONSTRUCTIVOS EN 
MADERA EN EL NEA. ACCIONES PREVENTIVAS Y CORRECTIVAS 
EN EL DISEÑO, EJECUCIÓN Y USO. 
H. Alías 1 , G. Jacobo 2 
RESUMEN 
Se trabajó para detectar y analizar las patologías inherentes al diseño, montaje y uso de 
sistemas constructivos materializados con madera como material predominante, aplicados a 
viviendas de interés social en el Nordeste de Argentina (NEA), y realizar, en base a ello, una 
reelaboración de propuestas tecnológico / arquitectónicas en base a los factores inherentes 
a la madera como material de construcción, mediante un diagnóstico que considere los 
aspectos involucrados en una lesión en la edificación (causas, evolución, efectos y estado 
actual). Se seleccionaron, como Unidades de Análisis, viviendas de interés social 
materializadas con madera, teniendo en cuenta su representatividad en la región. El 
diagnóstico reveló falencias en la etapa de diseño, por lo que del mismo surgió la necesidad 
de la reelaboración de propuestas de diseño de los puntos críticos. Los rubros que mayores 
problemas presentan son los cerramientos exteriores de madera, especialmente en zonas 
sometidas a humectaciones y desecados periódicos. Se concluye que en climas cálidos y 
húmedos, como el de gran parte de la región NEA, sólo es factible accionar con diseño 
sobre el contenido de humedad de la madera evitando la retención de agua. La 
conservación por diseño (instrumentación de medidas constructivas que disminuyan o 
impidan el efecto del ingreso de agua, bloqueando el acceso o favoreciendo su eliminación) 
debería ser la primera forma de protección de la madera, cuando la misma esté expuesta al 
ingreso de agua. 
Palabras Clave: Maderas – Sistemas Constructivos – Patologías – Prevención - Corrección. 
 
 
 
1 Arquitecta (Facultad de Arquitectura y Urbanismo –FAU-; Universidad Nacional del Nordeste -UNNE-; 
Argentina). Magíster en Gestión Ambiental (FAU - UNNE). Especialista en Docencia Universitaria (Facultad de 
Humanidades - UNNE). Jefe de Trabajos Prácticos en la Cátedra Estructuras II (FAU – UNNE). Investigadora 
categorizada Nivel 4 por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Trabajo realizado en la Cátedra Estructuras 
II. Área de la Tecnología. FAU - UNNE. Av. Las Heras Nº727 - 3500 Resistencia – Chaco –Argentina). 
2 Arquitecto (FAU – UNNE - Argentina). Master en Tecnología de la Construcción para Zonas Tropicales (Instituto de 
Tecnología Tropical - Centro de Ciencias Ingenieriles - Universidad de Ciencias Aplicadas de la Ciudad de Colonia - 
Alemania). Master en Tecnologías Avanzadas para Construcción Arquitectónica (Escuela Técnica Superior de Arquitectura – 
Universidad Politécnica de Madrid, Madrid, España). Profesor Titular Ordinario en la Cátedra Estructuras II (FAU – 
UNNE). Investigador categorizado Nivel 1 por el CIN. Trabajo realizado en la Cátedra Estructuras II. Área de la 
Tecnología. FAU - UNNE. 
Asociación Latinoamericana de Control de Calidad, Patología y Recuperación de la Construcción | Capítulo Uruguay 
2 
INTRODUCCIÓN 
La hipótesis del trabajo plantea que el desconocimiento de los comportamientos reales de 
las maderas de bosques cultivados del NEA en elementos constructivos (materializadores 
de viviendas u otros edificios), sometidos a la acción continua del clima y del usuario, la 
combinación inadecuada de las maderas con otros materiales auxiliares necesarios para su 
puesta en obra, o la aplicación de diseños y tecnologías no acordes con ellos u obsoletas, 
son factores que determinan la aparición de patologías que afectan las condiciones 
ambientales interiores y la vida útil del edificio, y con ello su desempeño higrotérmico y 
energético. 
Las viviendas, y específicamente las viviendas de interés social construidas con madera 
como material constitutivo básico de los cerramientos, deben ser técnicamente idóneas para 
brindar un adecuado nivel de habitabilidad. En estas tipologías constructivas no pueden 
justificarse las limitaciones y precariedades tecnológicas por una menor inversión económica 
inicial; sino que por el contrario, se trabaja con el convencimiento de que es necesaria una 
mayor inversión en diseño, para garantizar el rango de confort adecuado al usuario, 
reduciendo al mínimo los costos, especialmente los indirectos, que resultan del uso de la 
vivienda y son permanentes. Comparando con cualquier sistema constructivo tradicional, los 
gastos de mantenimiento de una vivienda de madera bien diseñada no deberían ser 
superiores a los de una de mampuestos y tecnologías húmedas (habituales en los 
emprendimientos constructivos residenciales en la región), ni la vida útil tiene que ser 
menor. 
Parte de la poca utilización de la madera en la construcción en la región, y en general en el 
país, obedece a problemas de orden cultural (la imagen que generalmente se tiene de una 
construcción en madera responde a un mito, que la supone o bien como una vivienda de 
altísimo costo ubicada en un lugar paradisíaco, o por el contrario, una vivienda de bajísima 
calidad, totalmente transitoria), a lo que la baja capacitación profesional en el tema 
contribuye. Por capacitación profesional se entiende un conocimiento profundo del material, 
sus condiciones físicas, mecánicas, relación de resistencia estructural – costos, 
disponibilidad en el mercado. 
MATERIALES Y MÉTODOS. ETAPAS DE DESARROLLO 
1ª Etapa: relevamiento y análisis. 
Reconocimiento del Universo de Estudio (Nordeste de Argentina), tanto en el uso de la 
madera como en el de los sistemas prefabricados e industrializados de construcción y 
elaboración de fichas técnicas (de las maderas, de los sistemas constructivos analizados, de 
las tipologías de equipamientos materializados con esos sistemas constructivos, y de las 
patologías más frecuentes detectadas). Se trató de detectar y reconocer las patologías que 
afectan a los sistemas constructivos en madera existentes y de estudiarlas primero en forma 
general, para luego abordar un estudio pormenorizado "causa - efecto", lo que permitiría en 
la 2ª Etapa, determinar los factores clave a tener en cuenta (diagnóstico preventivo y 
correctivo) en cada una de las etapas, desde las iniciales de diseño, hasta las finales de 
uso. 
Se seleccionaron las Unidades de Análisis (UA) teniendo en cuenta su representatividad en 
la región, la masividad de su empleo en determinado período, etc. Fundamentalmente el 
criterio de selección estuvo centrado en el tiempo de uso o puesta en servicio del 
equipamiento materializado con el sistema en cuestión: se trató de que los ejemplos 
estudiados correspondieran a sistemas puestos en servicio desde hace al menos ocho o 
diez años atrás, de modo de poder apreciar los efectos de los variadísimos factores 
incidentes en la conservación de los edificios después de un cierto plazo de tiempo1. Por 
otra parte, los sistemas incorporados al mercado durante los últimos tres a cinco años, son 
siempre variaciones de estos sistemas aquí seleccionados como UA. Sistemas “viejos” si se 
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quiere, pero que siguen siendo utilizados hasta hoy y muestran que las soluciones actuales 
no introducen diferencias sustanciales de criterios con respecto a estos sistemas 
precursores, a pesar de los problemas en ellos detectados. Se buscó también en la 
selección, que los tres tipos principales de sistemas en madera estuvieran presentes; esto 
es, sistemas de madera maciza, sistemas de columna – viga o de estructura independiente 
(sistema Plan Cero, Madecor) y sistemas de paneles de trama de madera o de entramado 
(Sinat Ferrando, Macha, Ñande Roga) y otros mixtos.La toma de datos para cada subconjunto funcional de las UA y para cada componente se 
realizó de la forma más sistemática posible, con el fin de recoger todos los detalles que 
sirvieran para establecer hipótesis sobre el origen de los daños y su evolución. Para esta 
sistematización se diseñaron planillas que recogen la información necesaria acerca de la 
situación y de las características del edificio, el material constitutivo básico, el sistema 
tecnológico utilizado y su estado patológico2. Estas planillas garantizaron la realización de un 
recorrido completo por todos los elementos y subconjuntos susceptibles de ser 
inspeccionados (fundaciones, entramado estructural si lo hubiera, solados, cerramientos 
verticales, instalaciones, cubiertas, etc.). 
Se partió de una inspección visual como la más elemental para acometer el estudio del 
estado patológico de las UA, no excluyendo que a raíz de esta inspección preliminar fuera 
necesaria otra inspección técnica donde se realicen análisis, pruebas y ensayos. En las 
inspecciones se recabaron datos del edificio o UA en cuestión y de su entorno, pues 
cualquier alteración producida en dicho entorno podía (y de hecho lo fue) ser la causa que 
desencadene un proceso patológico. La inspección tuvo como objetivo fundamental la 
determinación del estado en que se encontraba el edificio inspeccionado. Se trató de que su 
contenido abarque todos los aspectos relacionados con su conservación y mantenimiento, 
así como los de su comportamiento a lo largo del tiempo transcurrido desde su construcción, 
con especial atención a los daños existentes y a los posibles procesos patológicos por él 
sufridos. 
Figura 1: Metodología de abordaje del problema patológico. Análisis del proceso. Elementos del Diagnóstico 
DIAGNÓSTICO
I II III
REPARACIÓN
PREVENCIÓN
Estado 
Actual
Proceso
EL PROBLEMA PATOLOGICO
ELEMENTOS DEL DIAGNÓSTICO
Origen o
Causas
Evolución
Lesiones o
Síntomas
 
La metodología de abordaje del problema patológico (figura 1) se basó en el análisis del 
problema en el siguiente orden: DIAGNÓSTICO-REPARACIÓN–PREVENCIÓN. Para 
efectuar el DIAGNÓSTICO, se partió del estado actual que presentaron los conjuntos y 
subconjuntos funcionales de los sistemas constructivos tomados como UA (figura 2). A partir 
del estado actual, del que surgen las características fundamentales de las lesiones o 
síntomas, se pudo inferir la evolución sufrida, que condujo a una determinación de las 
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causas. Recién entonces se pudo sintetizar el proceso de un problema patológico y pasar a 
la siguiente etapa, de REPARACIÓN - CORRECCIÓN – PREVENCIÓN2. 
Figura 2: Estado actual de las UA: planilla de referencias de lesiones registradas (arriba) y señalización (abajo, en una UA, 
correspondiente al sistema MACHA) de algunas de dichas lesiones 
fisuración, rotura y/o desprendimiento de secciones de madera
y/o sus revestimientos
alabeo y/o deformación de piezas de madera
presencia agujeros tipo cabeza de alfiler en madera
corrosión de elementos metálicos de fijación de componentes
de conjuntos funcionales y/o herrajes de carpinterías
fisuración y/o levantamiento de plateas y/o pisos
manchas de humedad y/o desprendimiento de cielorraso
desprendimiento y/o levantamiento de material de cubierta
presencia de hongos y musgos en material de cubierta
alabeo, deformación y/o rotura de estructura madera de techo
filtración de agua en techos
pérdidas de cañerías
REFERENCIAS
descascarado del barniz y decoloración o alteración del color
de la madera en zonas sometidas a humectaciones y desecados
periódicos o expuestas a sol y salpicaduras. Inicio de
putrefacción.
presencia de suciedad (manchas oscuras) en revestimientos de
locales de alta producción de vapor o humos grasos.
manchas de coloración blanca, negruzca, verdosa y/o
entizamiento en la madera
manchas de humedad ascendente en encuentro pared - piso
(zona zócalo) ����������������
��������������������������������
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����������������
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���������������
��������������������������
 
 
 
Paralelamente se aplicó a los componentes de la envolvente de las UA la normativa de 
habitabilidad establecida en la normativa IRAM vigente (Norma 11601, 11605, 11625 y 
11630) para la zona bioambiental correspondiente (Ia y Ib, según norma IRAM 11603). 
Concretamente, se calculó el coeficiente de transmitancia térmica (K) para los cerramientos 
exteriores y las cubiertas, así como también se efectuó la verificación del riesgo de 
condensación superficial e intersticial para cerramientos exteriores y cubiertas. 
2ª Etapa: diagnóstico y propuestas. 
Una vez realizado el análisis (discernimiento de lesiones, evolución y causas) se llegó a un 
diagnóstico de cuál ha sido el proceso patológico sufrido por cada UA y a emitir un dictamen 
que determine la intervención necesaria para su reparación. El diagnóstico llevó a 
conclusiones diversas: desde la reparación del componente afectado y su recuperación, 
pasando por un uso restringido o bajo ciertas condiciones, hasta la sustitución de dicho 
componente, todo ello dependiente de una serie de factores económicos, técnicos, de 
seguridad. 
Primeramente toda propuesta de reparación tratará de resolver o interrumpir el origen o 
causas de la o las lesiones, para luego encarar la resolución (corrección - reparación - 
rediseño) de los componentes o elementos afectados. 
Se efectuaron las propuestas de reparación-corrección y fundamentalmente prevención, 
además de la propuesta de recomendaciones y pautas de diseño optimizadas, que recogen 
e interpretan las falencias y errores en la resolución de los puntos críticos detectados a 
través de los análisis en las instancias anteriores y vuelcan las pautas de optimización en la 
programación, estudio de alternativas, partido y desarrollo del anteproyecto de un prototipo 
de vivienda de interés social, materializada a través de un sistema constructivo cuyo 
material constitutivo básico es la madera de bosques cultivados de la región NEA. En este 
prototipo se emplea fundamentalmente madera de pino y eucalipto saligna implantado, y se 
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recurre a las técnicas de la prefabricación liviana. La mayor parte de los componentes llegan 
a la obra (de fábrica) totalmente terminados, y son montados mediante equipo liviano. 
PRINCIPALES RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
Esencialmente el diagnóstico reveló las falencias en la etapa de diseño, particularmente en 
el aspecto tecnológico-higrotérmico, por lo que del mismo surgió la necesidad de la 
reelaboración de propuestas de diseño arquitectónico – tecnológico de los puntos y 
encuentros característicos. 
Algunas situaciones patológicas recurrentes detectadas y analizadas fueron: 
Patologías debidas al uso incorrecto. 
En las figuras 2 y 3 se observan situaciones patológicas detectadas en un sistema 
constructivo debidas a la ascensión de humedad en zona de zócalo, por encima de la platea 
de fundación, debido a un “zócalo” de mampostería adosado a la panelería por el usuario. 
Figuras 2 (der.) y 3 (izq.): Patologías debidas al uso incorrecto (sistema constructivo Sinat Ferrando -La Leonesa, Chaco-). 
 
Patologías debidas a errores de diseño y proyecto. 
En la figura 4 se observan situaciones patológicas recurrentes detectadas en varios 
sistemas constructivos a los que pertenecen algunas de las UA, que responden a 
situaciones de deterioro de la madera en las zonas más expuestas a las salpicaduras del 
agua de lluvias y de limpieza y a la acción degradante del sol. La falta de mantenimiento 
periódico y un diseño en el que la ausencia de galerías o ampliosaleros perimetrales 
expresa poca adecuación a las condiciones climáticas locales. 
Figura 4: Patologías debidas a errores de diseño y proyecto (sistema constructivo Plan Cero -Resistencia, Chaco-). 
 
Patologías debidas a falta de tratamientos preservantes a la madera. 
En la figura 5 se registra la presencia de agentes biológicos en la madera en la panelería en 
interiores de una de las UA. En este caso el ataque no obedece a la presencia de excesiva 
humedad, sino a una falta de control en la selección de las maderas utilizadas y, 
anteriormente, a la deficiencia (cuando no la falta) de tratamientos preservantes fungicidas. 
 
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Figura 5: Presencia de agentes biológicos en la madera (sistema constructivo Plan Cero -Resistencia, Chaco-). 
 
Tipos de lesiones detectadas. Frecuencias. 
Las frecuencias (indicadas en el eje de abscisas de la figura 6)) de cada tipo de patología 
constructiva detectada y analizada (eje de ordenadas de la figura 6)), se refieren a la 
cantidad promedio de casos de aparición de una determinada lesión, considerando el total 
de unidades registradas de cada sistema. 
Figura 6: Tipos de lesiones registradas en las UA y sus frecuencias. 
Tipos de lesiones en las Unidades de Análisis
0 1 2 3 4 5 6 7
presencia de hongos
manchas de suciedad
descascarado del barniz y/o pintura y alteración del colo r de la madera en
zonas sometidas a humectaciones y desecados periódicos y expuestas a so l y
fisuración, rotura y/o desprendimiento de secciones de madera y/o sus
revestimientos
alabeo y/o deformación de piezas de madera
presencia de insectos
fisuración y/o levantamiento de plateas y/o pisos
manchas de humedad y/o desprendimiento de cielorraso
desprendimiento y/o levantamiento de material de cubierta
presencia de hongos y musgos en material de cubierta
alabeo , defo rmación y/o ro tura de estructura madera de techo
filtración de agua en techos
pérdidas de cañerías
 
Se verificó que un conocimiento insuficiente de las propiedades intrínsecas del material y de 
los condicionantes externos impuestos por el medio, así como de la resolución técnica de 
los puntos críticos en toda construcción (sea o no industrializada), se traduce en graves 
patologías en la construcción. Esto, a su vez, redunda en fuertes inversiones económicas 
para subsanarlas; y, lo que es más grave aún, en desmedro de las condiciones de 
habitabilidad que, en última instancia, repercuten en la calidad de vida del usuario. 
Los conjuntos funcionales más afectados con patologías en las UA (figura 7) son los 
cerramientos verticales de madera de la envolvente edilicia, los techos, cielorrasos y las 
instalaciones y envolvente de núcleos húmedos (locales sanitarios). Esto se refiere a la 
panelería de madera o mixta (madera y soluciones de mampostería tradicional de ladrillos) 
hostigada y desgastada por humectaciones y desecados periódicos por la exposición a 
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salpicaduras. Para la interpretación del gráfico, téngase en cuenta que los porcentajes 
indican, para cada UA, las patologías registradas, que en cada una es el 100%, ya que 
todas las situaciones patológicas fueron tenidas en cuenta. Dentro de cada barra del 100% 
de lesiones registradas, se indica el porcentaje correspondiente a cada conjunto funcional, 
así, por ejemplo, para el sistema constructivo Scoro, el 75% de lesiones registradas 
corresponden a los cerramientos constitutivos dela envolvente, en tanto que el 25% restante 
corresponde a las instalaciones sanitarias y/o su envolvente. 
Figura 7: Conjuntos funcionales más afectados con patologías constructivas en las UA. 
Conjuntos funcionales más frecuentemente afectados con 
patologías en las Unidades de Análisis
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Instalaciones y envo lvente de
lo cales sanitarios
Carpinterías y Juntas 
Techo s y cielo rrasos
Cerramiento o envo lvente
lateral de madera.
Revestimiento s.
P isos
Fundaciones 
 
Las causas de las patologías detectadas son el uso incorrecto y el deficiente mantenimiento 
por desconocimiento del usuario (41%), errores de diseño y proyecto (27%), fallas del 
material madera por falta de adecuados tratamientos previos a su puesta en obra (16%), y 
errores de ejecución y montaje (14%), siendo las circunstancias accidentales (como 
inundaciones y/o impactos fortuitos) causales de patologías en un orden de importancia sólo 
del 2%. (figura 8). 
Figura 8: Causas más frecuentes de patologías constructivas en las UA. 
Causas más frecuentes de patologías en las Unidades de 
Análisis
Errores de 
ejecución y 
montaje
14%
Circunstancias 
accidentales
2%
Fallas del material 
madera por falta de 
adecuados 
tratamientos previos a 
su puesta en obra
16%
Errores de diseño 
y proyecto
27%
Uso incorrecto y 
deficiente 
mantenimiento. 
Desconocimiento del 
usuario
41%
 
Los usuarios constituyen una fuente inagotable de generación de patologías, pero muchas 
veces lo son porque la verdadera causa la constituye el diseño no adaptado al usuario, lo 
que debe traducirse en un diagnóstico que lleve a una profundización en las 
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recomendaciones de diseño. En otras ocasiones el desconocimiento por parte del usuario 
del mantenimiento inherente a la construcción de estas características es un factor que 
acarrea patologías, por lo que el mantenimiento preventivo fue uno de los puntos clave 
surgidos del diagnóstico. Para eso los usuarios deben disponer de la información necesaria 
y de criterios claros (períodos de mantenimiento, condiciones de utilización y conservación) 
sobre las operaciones de mantenimiento que deben aplicarse a cada parte del edificio, para 
que el mismo pueda dar el servicio previsto. En el 90% de los casos analizados, se verificó 
que el usuario en general no conoce las pautas elementales a seguir para el mantenimiento 
periódico adecuado de los edificios de madera. Es más, además de no conocer estas pautas 
se guían por otras, más acordes a una construcción tradicional con materiales como la 
mampostería de ladrillos, los mosaicos graníticos, los sintéticos, etc., es decir que, con el 
"mantenimiento" que llevan a cabo no hacen más que generar más y más deterioros: al no 
existir criterios de PREVENCIÓN, se llega a instancias en que lo único eficiente es la 
REPARACIÓN. Pero en la mayoría de los casos estudiados, la propia reparación constituye 
un nuevo foco patológico. 
Entre las falencias de diseño y proyecto se encuadran principalmente las afecciones a la 
habitabilidad higrotérmica y con ello al confort en los ambientes interiores. Se ha constatado 
que existen riesgos de condensación intersticial en todos los techos de las viviendas 
analizadas; en tanto que el coeficiente de transmitancia térmica (K), tanto de paneles de 
cerramiento de la envolvente de las viviendas como de cubiertas, es muy alto. El 90% de las 
UA se encuadra en un nivel de calidad “C” (mínimo aceptable) o bien ni siquiera se 
encuadra dentro de esta categoría por ser los valores de transmitancia de sus muros y 
cubiertas demasiado altos (por encima de 2,00 W/m2ºC). También se verificó el riesgo de 
ocurrencia de condensación superficial e intersticial en muros y techos de las UA (para 
condición de invierno, en las localidades de Resistencia y Corrientes), verificándose 
análogas situaciones a las comentadas para el caso de transmitancia térmica: malas 
condiciones, pues en casi todas las soluciones existe riesgo de condensación intersticial. 
Según la Secretaría de Vivienda de la Nación, en 1990 se efectuó un estudio estadístico de 
25.000 viviendas construidas, las cuales no tenían más de cuatro años de uso3. Dichoestudio arrojó los resultados que se exponen en tabla 1. 
Tabla 1: patologías constructivas en viviendas materializadas mediante tecnologías húmedas en Argentina 
PATOLOGÍAS DE LA CONSTRUCCIÓN EN VIVIENDAS 
CONSTRUIDAS SEGÚN TÉCNICAS TRADICIONALES 
“HÚMEDAS” DE NO MÁS DE 4 AÑOS DE PUESTA EN 
SERVICIO 
PORCENTAJES 
Fisuras en paredes 49% 
Filtraciones en juntas 38% 
Fallas en carpinterías 33% 
Fallas en cubiertas 29% 
Fallas en la aislación térmica y barrera de vapor 30% 
Además de enunciar este orden de importancia de las patologías más frecuentes detectadas 
a través de tal estudio, se informaba acerca de los causales de estas patologías, 
estableciendo su importancia porcentual (tabla 2). 
Se advierte, según este estudio, que en la construcción tradicional de viviendas el factor 
causal de patologías constructivas de mayor importancia es el Diseño o Proyecto (45%), en 
tanto que al Uso Incorrecto se atribuye una responsabilidad de sólo el 10%. 
 
3er Congreso Uruguayo y 2º Congreso Regional de Gestión de la Calidad, Patología y Recuperación de la Construcción | diciembre 2008 
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Tabla 2: causas de patologías constructivas en viviendas materializadas mediante tecnologías húmedas en Argentina 
CAUSAS DE PATOLOGÍAS DE LA CONSTRUCCIÓN EN 
VIVIENDAS CONSTRUIDAS SEGÚN TÉCNICAS 
TRADICIONALES “HÚMEDAS” DE NO MÁS DE 4 AÑOS DE 
PUESTA EN SERVICIO 
PORCENTAJES 
Proyecto 45% 
Ejecución 30% 
15% 
Uso 10% 
Contrástense estas afirmaciones con los resultados obtenidos de los análisis de las 
viviendas prefabricadas en madera en el NEA, en que la tendencia se revierte por completo, 
habiéndose registrado que casi la mitad de las situaciones patológicas detectadas tiene su 
origen en el Mal Uso dado por el usuario, que desconoce las normas elementales de 
mantenimiento de la construcción en madera (41%), y recién después se ubican los Errores 
de Proyecto o Diseño (27%) 
Adviértase la brecha que las técnicas constructivas son capaces de abrir en el rendimiento o 
comportamiento del edificio durante su vida útil. Evidentemente, aquí los dos factores de 
importancia introductorios de la diferencia observada en cuanto a causales de patologías, 
son: 
1. El material de construcción madera en sí mismo, versus los materiales mampuestos 
que son los masivamente utilizados en la construcción de viviendas a través de 
iniciativas oficiales (e incluso privadas) 
2. Las técnicas de la construcción en seco y prefabricadas, frente a la construcción 
mediante las técnicas de resolución “in situ” (mediante mezclas húmedas) 
En el 95% de las UA estudiadas se detectó una gran dificultad de conservación a la 
intemperie de la madera barnizada. La capa de barniz deja pasar casi la totalidad de la 
radiación solar que oxida la cara superficial de la madera. Las tensiones superficiales 
originan microgrietas en la madera y en la superficie del barniz dejando paso al ingreso de 
agua o vapor. Esta agua retenida y la energía solar no reflejada por el barniz activa un 
agudo proceso de invernadero y crece la putrefacción4. Cuando se advierte el daño, es 
irreversible, y obliga a eliminar todo el barniz, reparar la madera y volver a pintar, en una 
secuencia que no supera uno o dos años. Conservar la madera implica prolongar, proteger, 
preservar una pieza leñosa para que su función en la vivienda se prolongue en buenas 
condiciones de uso. El umbral debe exceder los 30 años, lapso que le otorga competitividad 
frente a los materiales tradicionales no leñosos. 
CONCLUSIONES 
Las viviendas consideradas como unidades de análisis (UA), materializadas con sistemas 
constructivos en madera, son esencialmente viviendas de interés social, de las cuales un 
importante porcentaje está alcanzando un estado de deterioro que hace necesaria su 
readaptación y la interrupción de los causales de las patologías detectadas, así como una 
concientización (tanto de proyectistas y diseñadores como de directores de obra y hasta 
usuarios) acerca de las particularidades que la madera como material de construcción 
requiere para su uso y mantenimiento. 
Por otra parte, actualmente existe un fuerte rechazo social a muchos de los grandes 
conjuntos habitacionales (ya sean prefabricados o tradicionales, en madera o en otros 
materiales), resultado del deterioro constructivo – funcional y falta de adecuación a las 
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cambiantes necesidades de los usuarios, por lo que es menester la realización de 
importantes acciones de reparación, mejora y rehabilitación. 
Las patologías detectadas y diagnosticadas son originadas, tanto por proyectos deficientes 
como por incorrecta ejecución y control de las obras, así como por la utilización de maderas 
sin los tratamientos adecuados e inclusive, y ya en etapa de uso, por falta de mantenimiento 
y por prácticas de los usuarios no acordes con la construcción en madera. En la 
construcción de estas viviendas evidentemente primó el aspecto cuantitativo frente al 
cualitativo, por lo que actualmente evidencian el amplio espectro de patologías ya 
consideradas, que afectan a la habitabilidad. Por ello hay que repararlas pero también, y 
teniendo en cuenta que los criterios de diseño de estas viviendas se mantienen actualmente 
en las de nueva construcción, es necesario revertir este factor causal de patologías a través 
ya no de la REPARACIÓN, sino de la PREVENCIÓN, mediante soluciones de diseño 
optimizadas. 
Las patologías que presentan las UA consideradas son muy repetitivas, por lo que hasta 
podría pensarse en establecer criterios de organización para aplicar de manera reiterativa 
las reparaciones. 
En otro orden de cosas, estas viviendas analizadas, si bien pueden ser catalogadas en 
rasgos generales como “construcción prefabricada” en madera, haciendo una clasificación 
estricta se incluirían más bien en los sistemas mixtos de construcción, que integran técnicas 
y componentes de la construcción “en seco” y prefabricada con las técnicas “tradicionales” 
(o habituales) y “húmedas”. 
En climas cálidos y húmedos, como el de gran parte de la región NEA, sólo es factible 
accionar con diseño sobre el contenido de humedad de la madera evitando la retención de 
agua. La conservación por diseño (instrumentación de medidas constructivas que 
disminuyan o impidan el efecto del ingreso de agua, bloqueando el acceso o favoreciendo 
su eliminación) debería ser la primera forma de protección de la madera, cuando la misma 
esté expuesta al ingreso de agua. 
Un equipamiento cuya materialización se lleve a cabo mediante un sistema constructivo 
industrializado que tenga a la madera como material constitutivo predominante se 
comportará, dentro de ciertos límites, mejor o peor de acuerdo a las condiciones en que fue 
DISEÑADO, CONSTRUIDO y MANTENIDO. En esta afirmación se sintetizan los tres ejes 
causales de patologías en estos edificios. Las malas condiciones de uno sólo de ellos tienen 
repercusiones en todos los demás, no importa lo bien que éstos se cumplimenten. 
BIBLIOGRAFÍA 
1. Alías, H. M. y Jacobo, G. J. (2002). Construcción en Madera Mediante Técnicas 
Industrializadas en el Nordeste Argentino. Patologías Constructivas: Diagnóstico, 
Prevención y Corrección. Revista ÁREA DIGITAL, Año I – Nº3. Revista electrónica de la 
Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Nordeste. ISSN 1666 – 
4191. http://www.arq.unne.edu.ar/areadigital/area4/principal/ 
2. Alías, H. M. y Jacobo, G. J. (2000). Construcción en Madera en la Región Nordeste de 
Argentina (NEA). Patologías Constructivas a Diagnosticar, Prevenir y Corregir. Hacia una 
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