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RADIACIÓN NO IONIZANTE La radiación no ionizante se refiere a cualquier tipo de radiación electromagnética que no tiene suficiente energía para ionizar átomos o moléculas, es decir, para arrancar electrones de un átomo o molécula. A diferencia de la radiación ionizante, como los rayos X y los rayos gamma, la radiación no ionizante es generalmente considerada menos peligrosa debido a su menor energía. Las fuentes comunes de radiación no ionizante incluyen la luz visible, las ondas de radio, las microondas, los infrarrojos y las ondas ultravioleta. Estas radiaciones están presentes en nuestra vida diaria y son utilizadas en una variedad de aplicaciones, desde la comunicación y la calefacción hasta la medicina y la industria. Aunque la radiación no ionizante es menos energética y, por lo tanto, menos dañina que la radiación ionizante, todavía puede tener efectos biológicos. Por ejemplo, la exposición prolongada a la luz ultravioleta del sol puede causar daño en la piel y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Del mismo modo, la exposición a campos electromagnéticos de alta intensidad puede causar calentamiento en los tejidos, lo que puede ser perjudicial en grandes dosis. Es importante entender y respetar los riesgos asociados con la radiación no ionizante, especialmente en entornos donde la exposición puede ser alta, como cerca de antenas de transmisión o equipos de microondas. Aunque los riesgos son generalmente bajos, es esencial tomar precauciones y seguir las recomendaciones de seguridad para minimizar la exposición y proteger nuestra salud. Resumen preparado por Jesús González, 4CM7 Radiación no ionizante
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