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866 partE 5 | tratamiento nutricional médico progresiva de los linfocitos CD4+, que, en último término, produce inmunodeficiencia. La infección por VIH se desarrolla a lo largo de cuatro estadios clínicos: infección aguda por VIH, latencia clínica, infección por VIH sintomática y progresión de VIH a sida. Los dos biomarcadores principales utilizados para valorar la progresión de la enfermedad son el ácido ribonucleico (ARN) del VIH (carga viral) y el número de linfocitos T CD4+ (número de CD4). La infección aguda por ViH comprende el tiempo trascurrido desde la transmisión del VIH al huésped hasta que se producen anticuerpos detectables (seroconversión) contra el virus. La mitad de las personas presentan síntomas físicos, como fiebre, malestar general, mialgias, faringitis o ganglios linfáticos inflamados a las 2-4 semanas de la infección, pero estos suelen ceder tras 1-2 semanas. Por sus características clínicas inespecíficas y el escaso intervalo diagnóstico, la infección aguda por VIH apenas se diagnostica. La seroconversión tiene lugar de 3 semanas a 3 meses después de la exposición. Si se realiza una prueba de VIH antes de la seroconversión, puede producirse un «falso negativo» a pesar de que el VIH sí está presente. Durante la fase aguda, el virus se replica rápidamente y causa un descenso significativo del número de linfocitos CD4+. Con el tiempo, la respuesta inmunitaria alcanza un punto en el que la carga viral se estabiliza y el número de linfocitos CD4+ vuelve a estar más cerca del valor normal. A continuación sigue un período de latencia clínica o infec- ción por ViH asintomática. Pueden pasar hasta 10 años sin que aparezcan otros signos indicativos de enfermedad. El virus sigue estando activo y replicándose, aunque a menor velocidad que en la fase aguda, y el número de linfocitos CD4+ sigue redu- ciéndose continuamente. En el 3-5% de las personas infectadas por VIH se produce una ausencia de progresión a largo plazo, en la que el número de linfocitos CD4+ se mantiene en cifras normales y la carga viral puede ser indetectable durante años sin intervención médica (Department of Health and Human Services [DHHS], 2010). Se ha propuesto que esta población exclusiva tiene zonas receptoras distintas y en menor cantidad para que el virus penetre en las membranas celulares (Wanke et al., 2009). En la mayoría de los casos, el VIH destruye lentamente el sistema inmunitario, haciendo que sea incapaz de combatir al virus. Cuando el número de linfocitos CD4+ baja de 500/mm3, las personas son más susceptibles de presentar signos y síntomas, como fiebre persistente, diarrea crónica, infecciones bacte- rianas o fúngicas recurrentes, y pérdida de peso inexplicable, todos ellos indicativos de infección por ViH sintomática. A medida que empeora la inmunodeficiencia y el número de CD4 disminuye aún más, la infección se hace sintomática y progresa a sida. La progresión de VIH a sida aumenta el riesgo de infecciones oportunistas (io), que habitualmente no aparecen en personas con sistemas inmunitarios sanos. El CDC define los casos de sida como confirmación de laboratorio de infección por VIH en personas con un número de linfocitos CD4+ inferior a 200/mm3 (o inferior al 14%), o bien diagnóstico de un trastorno definitorio de sida (cuadro 38-1). El VIH se transmite mediante contacto directo con líqui- dos infectados del organismo, como sangre, semen, líquido preseminal, flujo vaginal y leche materna. El líquido cefa- lorraquídeo que rodea el encéfalo y la médula espinal, el líquido sinovial de las articulaciones y el líquido amniótico que rodea al feto son otros líquidos capaces de transmitir el VIH. Saliva, lágrimas y orina no contienen suficiente VIH para transmitirlo. La transmisión sexual es la vía de transmisión más frecuente, y el consumo de drogas mediante inyecciones es la segunda más prevalente (v. fig. 38-2). La infección en la mayoría de las personas se debe al VIH-1, que, a no ser que se especifique lo contrario, es el tipo descrito en este capítulo. El VIH-1 muta rápidamente y se ha distribuido de forma asimétrica por todo el mundo en distintas cepas, subtipos y grupos. El VIH-2, aislado por primera vez en África occidental, se transmite con menor facilidad, y el tiempo entre infección y enfermedad es más largo. cuadro 38-1 Definiciones de caso según el CDC, 2008 Trastornos clínicos definitorios de sida Cáncer de cuello uterino (invasivo) Candidiasis (bronquios, tráquea o pulmones) Candidiasis (esófago) Coccidioidomicosis (diseminada o extrapulmonar) Complejo Mycobacterium avium (diseminado o extrapulmonar) Criptococosis (extrapulmonar) Criptosporidiosis (intestinal, duración >1 mes) Enfermedad por citomegalovirus (aparte de hígado, bazo o ganglios) Encefalopatía (asociada al VIH) Herpes simple: bronquitis, neumonitis o esofagitis Herpes simple: úlceras crónicas (duración >1 mes) Histoplasmosis (diseminada o extrapulmonar) Infecciones bacterianas múltiples o recurrentes (en niños <13 años) Isosporiasis (intestinal, duración >1 mes) Leucoencefalopatía multifocal progresiva Linfoma de Burkitt (o término equivalente) Linfoma inmunoblástico (o término equivalente) Linfoma primario (cerebral) Mycobacterium kansasii (diseminado o extrapulmonar) Mycobacterium tuberculosis (cualquier lugar, pulmonar, diseminado o extrapulmonar) Neumonía intersticial linfoide o complejo de hiperplasia linfoide pulmonar Neumonía por Pneumocystis jiroveci Neumonía (recurrente) Retinitis por citomegalovirus (con pérdida de visión) Sarcoma de Kaposi Sepsis por Salmonella (recurrente) Síndrome de emaciación atribuido al VIH: pérdida involuntaria de peso >10% del peso corporal basal, junto con: 1) diarrea (dos deposiciones sueltas al día durante ≥30 días), o 2) debilidad crónica y fiebre documentada (≥30 días, intermitente o continua) en ausencia de enfermedades concomitantes o de otros trastornos además de la infección por VIH que pudieran explicar los hallazgos (p. ej., cáncer, tuberculosis). Toxoplasmosis (cerebral) Fuente: Schneider E et al: Revised surveillance case definitions for HIV infection among adults, adolescents, and children aged < 18 months and for HIV infection and AIDS among children aged 18 months to < 13 years — United States, 2008. MMWR Recomm Rep 57(RR-10):1, 2008. CDC, Centers for Disease Control and Prevention; sida, síndrome de inmu- nodeficiencia adquirida; VIH, virus de la inmunodeficiencia humana.
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