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más o menos oblicuamente entre los tubérculos mayor y menor del húmero, pasando por encima del surco intertubercular (figs. 3-93 A y 3-95 B). Este ligamento convierte el surco en un conducto que mantiene el tendón del bíceps braquial y su vaina sinovial en posición durante los movimientos de la articulación del hombro. El arco coracoacromial es una estructura extrínseca protectora formada por la cara inferior lisa del acromion y el proceso coracoides de la escápula, entre los que se extiende el ligamento coracoacromial (fig. 3-95 B). Esta estructura osteoligamentosa forma un arco protector que se encuentra sobre la cabeza del húmero y evita su desplazamiento superior en la cavidad glenoidea. El arco coracoacromial es tan resistente que puede aguantar un violento empuje hacia arriba del húmero sin fracturarse (antes se fracturarían el cuerpo del húmero o la clavícula). Cuando se transmite una fuerza hacia arriba a lo largo del húmero (p. ej., cuando se está de pie al lado de una mesa y se apoya parcialmente el peso del cuerpo sobre esta con los miembros extendidos), la cabeza del húmero presiona contra el arco coracoacromial. El músculo supraespinoso pasa por debajo de este arco y se sitúa en profundidad al deltoides cuando su tendón se fusiona con la cápsula de la articulación del hombro como parte del manguito de los rotadores (fig. 3-94). La bolsa subacromial facilita el movimiento del tendón del supraespinoso cuando este pasa por debajo del arco para dirigirse hacia el tubérculo mayor del húmero (fig. 3-95 A). Esta bolsa se sitúa entre el arco (superiormente) y el tendón y el tubérculo (inferiormente). MOVIMIENTOS La articulación del hombro tiene más libertad de movimientos que cualquier otra articulación del cuerpo. Esta libertad se debe a la laxitud de su cápsula articular y al gran tamaño de la cabeza del húmero en comparación con la pequeña cavidad glenoidea. La articulación del hombro permite movimientos en los tres ejes del espacio: flexión-extensión, abducción- aducción, rotación medial y lateral del húmero, y circunducción (fig. 3-96). La rotación lateral del húmero aumenta la amplitud de la abducción. Cuando se abduce el brazo sin rotación, la superficie articular disponible se acaba y el tubérculo mayor contacta con el arco coracoacromial, lo cual impide que continúe la abducción. Si luego se rota el brazo lateralmente 180°, los tubérculos rotan hacia atrás y se obtiene más superficie articular disponible para continuar con la elevación. La circunducción de la articulación del hombro es una secuencia ordenada de flexión, abducción, extensión y aducción (o al contrario) (v. fig. 3-91). A menos que su amplitud sea reducida, en estos movimientos no sólo está implicada la articulación del hombro aisladamente, sino que también participan las otras dos articulaciones de la cintura escapular (esternoclavicular y acro-mioclavicular). La rigidez o la fijación de las articulaciones en la cintura escapular (anquilosis) restringe en gran medida la amplitud de los movimientos, incluso cuando la articulación del hombro es normal. 525 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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