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tuberculosis. Carcinoma broncógeno Originalmente, el término carcinoma broncógeno designaba específicamente al cáncer originado en los bronquios (normalmente un carcinoma [cáncer] escamoso o de células pequeñas), pero en la actualidad engloba todos los cánceres pulmonares. El cáncer —carcinoma— de pulmón está causado sobre todo por el humo del tabaco; la mayoría de los cánceres se originan en la mucosa de los bronquios mayores y provocan una tos persistente y productiva, o hemoptisis (escupir sangre). Las células malignas pueden detectarse en el esputo (material arrastrado por la saliva). El tumor principal, que se ve en las radiografías como una masa pulmonar en crecimiento (fig. C4-17), metastatiza rápidamente a los nódulos linfáticos broncopulmonares y posteriormente a otros nódulos torácicos. Los lugares donde se producen con frecuencia metástasis hematógenas (por diseminación sanguínea) de células cancerosas procedentes de un carcinoma broncógeno son el cerebro, los huesos, los pulmones y las glándulas suprarrenales. Las células tumorales probablemente acceden a la circulación sistémica invadiendo la pared de un sinusoide o de una vénula en el pulmón, y son transportadas a través de las venas pulmonares, el corazón izquierdo y la aorta a esas estructuras. A menudo, los nódulos linfáticos superiores a la clavícula —los nódulos linfáticos supraclaviculares— están agrandados cuando se forma un carcinoma broncógeno, debido a las metástasis de células cancerosas desde el tumor. Por ello, a los nódulos supraclaviculares se les denominó en su momento nódulos (ganglios) linfáticos centinelas, ya que su aumento de tamaño podía alertar a los médicos de la posible presencia de una enfermedad maligna en órganos torácicos y/o abdominales. Más recientemente, el término nodo (ganglio) centinela se ha aplicado al nodo o nódulos que reciben primero la linfa de una zona donde hay un cáncer, con independencia de su localización, tras la inyección de un colorante azul que contiene un marcador radiactivo (tecnecio 99). Cáncer de pulmón y nervios mediastínicos Si un cáncer de pulmón afecta a un nervio frénico puede producir la parálisis de una mitad del diafragma (hemidiafragma). Debido a la estrecha relación entre el nervio laríngeo recurrente y el vértice del pulmón (fig. 4-33 C), este nervio puede verse implicado en los carcinomas apicales del pulmón. La implicación suele provocar ronquera debido a la parálisis de un pliegue (cuerda) vocal, ya que el nervio laríngeo recurrente inerva todos los músculos laríngeos, menos uno. 664 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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