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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/326737885 Funcionalidad y satisfacción familiar en el consumo de alcohol y tabaco en los adolescentes Article in Health and Addictions/Salud y Drogas · July 2018 DOI: 10.21134/haaj.v18i2.378 CITATIONS 8 READS 664 5 authors, including: Yadira Mateo Crisóstomo Universidad de Guanajuato 16 PUBLICATIONS 21 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Yadira Mateo Crisóstomo on 08 March 2023. The user has requested enhancement of the downloaded file. https://www.researchgate.net/publication/326737885_Funcionalidad_y_satisfaccion_familiar_en_el_consumo_de_alcohol_y_tabaco_en_los_adolescentes?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/publication/326737885_Funcionalidad_y_satisfaccion_familiar_en_el_consumo_de_alcohol_y_tabaco_en_los_adolescentes?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Yadira-Mateo-Crisostomo-2?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Yadira-Mateo-Crisostomo-2?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/Universidad-de-Guanajuato?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Yadira-Mateo-Crisostomo-2?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Yadira-Mateo-Crisostomo-2?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 195 © Health and Addictions 2018 ISSN 1578-5319 ISSNe 1988-205X Vol. 18, No.2, 195-205 Recibido: Febrero 2018 – Aceptado: Marzo 2018 FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES FUNCTIONALITY AND FAMILY SATISFACTION IN THE USE OF ALCOHOL AND TOBACCO IN ADOLESCENTS Yadira Mateo-Crisóstomo, Valentina Rivas-Acuña, Mariana González-Suárez, Griselda Hernández Ramírez y Arminda Victorino-Barra Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México Abstract Resumen Family functionality is defined as the adolescent's perception of interaction with family members, while family satisfaction is the result of verbal and / or physical interactions with other members of its family. The purpose of the present study was to determine the relationship and effect of functionality and family satisfaction with alcohol and tobacco consumption among adolescents in high school in Villahermosa, Tabasco, Mexico. Method. Correlational descriptive design, with a sample of 171 students, with a stratified probabilistic type sampling with assignment proportional to the size of each stratum and with simple random selection. Results. A negative and significant relationship was found between family functionality (APGAR index) and alcohol consumption (AUDIT score) (rs = -. 241, p = .039). The variables that maintain their effect are the family functionality (B = -. 087, DE = .031, t = -2.802, p = .007) and family cohesion (B = -.051, DE = .024, t = -2.136, p = .036). Family functionality had no significant effect on tobacco use. Conclusion. The effect of family functionality and cohesion in relation to alcohol consumption influence the onset, so family dynamics can be a risk factor for the early start of alcohol consumption, as well as a way to escape from the family reality. Keywords: Adolescent, Alcohol, Family relationships, Tobacco. La funcionalidad familiar se define como la percepción que tiene el adolescente de la interacción con los miembros de su familia, mientras que la satisfacción familiar es el resultado de las interacciones verbales y/o físicas que se mantienen con los otros miembros de su familia. El propósito del presente estudio fue determinar la relación y el efecto de la funcionalidad y la satisfacción familiar con el consumo de alcohol y tabaco entre adolescentes de secundaria de Villahermosa, Tabasco, México. Método. Diseño descriptivo correlacional, con una muestra de 171 estudiantes, con un muestreo de tipo probabilístico estratificado con asignación proporcional al tamaño de cada estrato y con selección aleatoria simple. Resultados. Se encontró una relación negativa y significativa entre la funcionalidad familiar (índice APGAR) con el consumo de alcohol (puntaje AUDIT) (rs=-.241, p=.039), esto indica que a mayor consumo alcohol menor es la funcionalidad familiar que perciben los adolescentes. Las variables que mantienen su efecto son la funcionalidad familiar (B=-.087, DE=.031, t=-2.802, p=.007) y la cohesión familiar (B= -.051, DE=.024, t=-2.136, p=.036). La funcionalidad familiar no tuvo ningún efecto significativo sobre el consumo de tabaco. Conclusión. El efecto de la funcionalidad familiar y la cohesión en relación con el consumo de alcohol influyen en el inicio de consumo, por lo que la dinámica familiar puede ser un factor de riesgo del inicio temprano del consumo de alcohol, además de una forma de evadirse de la realidad familiar. Palabras clave: Adolescente, Alcohol, Relaciones familiares, Tabaco. Correspondencia: Yadira Mateo-Crisóstomo yadiracrisostomo@hotmail.com YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 196 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 La familia es la unidad básica de la sociedad, base importante para el desarrollo humano, es definida como la “unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia común, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia, en donde existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia; es la encargada de brindar los cuidados básicos de bienestar y salud a cada uno de sus integrantes”, convirtiéndola en un factor protector importante en el desarrollo físico, emocional y social de los adolescentes. Para ello es necesario que la familia cumpla con sus funciones de: comunicación, afectividad, apoyo, autonomía, reglas, normas, adaptabilidad y flexibilidad, que la llevaran a mantener su propia identidad, cohesión familiar, satisfacción y un funcionamiento familiar saludable (Arés, 2007, pp.328). La funcionalidad familiar es definida como la percepción que tiene el adolescente sobre la interacción con los miembros de su familia, es evaluada mediante cinco componentes o dimensiones siendo la primera la adaptabilidad que se define como la capacidad de utilizar recursos intra y extra familiares para resolver problemas en situaciones de estrés familiar o periodos de crisis; la cooperación definida como la implicación de los miembros familiares en la toma de decisiones y en las responsabilidades relacionadas con el mantenimiento familiar; el desarrollo, es la posibilidad de maduraciónemocional y física, de los miembros de la familia para el apoyo mutuo; así mismo la afectividad, es la relación de amor y atención entre los miembros de la familia, y capacidad resolutiva es el compromiso de dedicar tiempo a atender las necesidades físicas y emocionales de otros miembros de la familia, generalmente implica compartir unos ingresos y espacios (Suárez & Álcala, 2014). Muchas veces la funcionalidad puede ser adecuada, pero otras veces puede verse afectado por algunas situaciones o factores estresantes que se presenten a lo largo del ciclo evolutivo de la familia, como en el caso que tengan un hijo adolescente. Se ha observado en algunos estudios que las pautas de interacción familiar, como la comunicación deficiente, los frecuentes conflictos, la baja cohesión, el excesivo castigo, ausencia física y emocional, falta de confianza en cada uno de sus miembros o el consumo de alcohol y tabaco de los propios padres, repercuten directamente en el consumo de los hijos (as) (Alonso-Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García, 2017; Ramírez & De Andrade, 2005). La adolescencia ha representado un periodo crítico en el inicio y experimentación en el consumo de sustancias, un tema que ha sido de gran interés para los científicos. Este fenómeno se entiende debido a que en los últimos datos de prevalencia del consumo alcohol; que hace referencia a que 320 000 jóvenes de entre 15 y 29 años de edad mueren por causas relacionadas con el consumo de alcohol, lo que representa un 9% de las defunciones en ese grupo etario. El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad relativamente temprana (OMS, 2014). La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT, 2017) reporta que el consumo de alcohol alguna vez en la vida en los adolescentes ha permanecido estable desde 2011, (de 42.9% a 39.8%). Así también las prevalencias del último año y el último mes no han tenido variaciones significativas, al pasar de 30% a 28% y de 14.5% a 16.1% respectivamente. En lo que respecta al consumo excesivo durante el último mes ha aumentado significativamente (se duplicó de 4.3% en 2011 a 8.3% en 2016) y en las mujeres tuvo un incremento de más de tres veces de (2.2% a 7.7%); en los hombres no se encontraron variaciones significativas. Con respecto al consumo de tabaco, la gran mayoría de los consumidores de todo el mundo empieza a fumar durante la adolescencia. Actualmente, más de 150 millones de adolescentes consumen tabaco y más de 4 millones mueren al año y esta cifra se espera que alcance cerca de 10 millones en el 2030 (OMS, 2014). En México el 4.9% de la población de 12 a 17 años fuma tabaco actualmente. Esto corresponde a 684 mil adolescentes mexicanos, entre los cuales, el 3.0% (210 mil) son mujeres y el 6.4% (474 mil) son hombres. Del total de fumadores actuales, sólo el 0.5% fuma diariamente (74 mil) y el 4.4% fuma de forma ocasional (611 mil). Asimismo, la edad promedio de inicio de consumo tabaco diario en los adolescentes es de 14.3 años, esto es muy similar entre hombres y mujeres (ENCODAT, 2017). En los resultados de algunos estudios sobre la funcionalidad familiar alterada, refieren que los factores que intervienen son: la familia monoparental que tienen mayor conducta de riesgo, debido a que existe una menor capacidad de supervisión de sus actividades, en comparación con las familias en donde están presentes FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 197 ambos padres, además de la calidez, cercanía y comunicación deficiente dentro de la familia, ya que estas características afectan la salud emocional de los adolescentes, contribuyendo a una baja autoestima, depresión, rebeldía, enojos y frustraciones (Alonso- Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García, 2017; Lavielle-Sotomayor, Sánchez-Pérez, Pineda-Aquino & Amancio-Chasin, 2012; Trujillo-Guerrero, Vázquez-Cruz & Córdova-Soriano, 2016). Es importante mencionar que la satisfacción familiar es el resultado de las interacciones verbales y/o físicas que mantiene la persona con los otros miembros de su familia. Es la suma de distintos sentimientos que se despiertan en el sujeto al estar con su familia, por lo que cada miembro del grupo puede tener una satisfacción completamente diferente; es decir, es una valoración del estado de ánimo despertado por la familia basada en el número de experiencias positivas y negativas vividas en ella (Luengo & Román, 2006). Cuando las interacciones son positivas para el sujeto, tenderá a estar satisfecho y formulará un juicio satisfactorio de su familia; mientras que cuando son negativas, tenderá a estar insatisfecho. Esta condición de insatisfacción se ha asociado a ambientes familiares con elevados niveles de frustración, resentimiento, agresión y enojo, menos cohesión y más conflictos, dificultades en la comunicación , aislamiento, escasas redes de apoyo; utilización de estrategias de afrontamiento disfuncionales para intentar resolver los problemas que se les presentan; ambigüedad en los límites; es decir, en muchas ocasiones los miembros de la familia no saben cómo relacionarse unos con otros y cuáles son sus roles y tareas (Berge, 2007; Luengo & Román, 2006 ). Esto tiene como consecuencia que el individuo no se siente integrado a su familia. Aunado a lo anterior en relación a la funcionalidad familiar con el consumo de alcohol y tabaco en los adolescentes, algunos estudios indican que cuando los adolescentes experimentan o perciben un conflicto familiar, cuando identifican la existencia de déficit de atención por parte de los padres a los hijos, o cuando sienten escasa relación afectiva de sus padres hacia ellos, genera o desarrollan dificultades en la dinámica o funcionamiento familiar, el cual tiene un papel significativo en el consumo de alcohol y tabaco en los adolescentes, esto puede ser explicado por la socialización familiar; en este núcleo las personas se convierten en seres sociales, y de esta manera interiorizan las normas, valores y conductas que dan sentido social a las relaciones, de esta manera si en la familia se práctica la conducta de consumo de alcohol, puede ser que ésta se convierta en un factor decisivo para que el consumo se presente en los adolescentes que son miembros de estas familias como vehículo de socialización (Mota, et al, 2010; Natera, et al, 2001). En tal sentido, resulta evidente que una elevada satisfacción personal y familiar generará dentro del contexto familiar una dinámica positiva que permite consolidar y fortalecer la estructura de dicha familia. Esto garantiza a sus miembros un ambiente estable, positivo y se convierte en un óptimo soporte familiar que motiva y refuerza las acciones asumidas por éstos, en situaciones difíciles. Una familia disfuncional tanto en su estructura como en su dinámica generará hacia su interior, actitudes y comportamientos negativos, afectando los niveles comunicacionales y por ende la satisfacción personal y familiar, será percibida como desfavorable. Estos niveles altos y permanentes de insatisfacción familiar suele afectar la personalidad de los integrantes de la familia, convirtiéndose dicha familia en un factor de alto riesgo para sus integrantes. Esto estaría explicando por qué últimamente se han incrementado los problemas psicosociales en los adolescentes como es el consumo de drogas (Sobrino, 2008). Por tal motivo, es importante tener en cuenta que el ambiente o el contexto en el que se desarrollan los adolescentes marcan pautas de conductas que muchas veces pueden ser perjudiciales para la salud, este es el caso del consumo de drogas licitas, determinada por influencia de los pares, por un ambiente permisivo, por factores estresantes, y decisión personal de los adolescentes. Cabe mencionar que en la búsqueda de la literatura referente a las variablesdel estudio, hasta el momento no se ha encontrado suficiente evidencia entre la relación de la satisfacción, funcionalidad familiar y el consumo de alcohol, tabaco, por lo que es importante que en este estudio se muestren los resultados obtenidos referente a la problemática, para que sea un punto de partida en las siguientes investigaciones. Con base en lo anterior y a la revisión de la literatura se plantea como objetivo del presente estudio determinar la relación y el efecto del funcionamiento familiar con el consumo de alcohol y tabaco en los adolescentes de secundaria de Villahermosa, Tabasco, YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 198 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 México. Asimismo, determinar las prevalencias y tipo de consumo de alcohol, tabaco en los adolescentes. MÉTODO Diseño El diseño del presente estudio fue descriptivo- Correlacional de corte transversal. Participantes La población de estudio fue de 410 estudiantes de secundaria de 12 a 15 años de edad, pertenecientes a una institución pública del estado de Tabasco, México. Se realizó un muestreo de tipo probabilístico estratificado con asignación proporcional al tamaño de cada estrato y con selección aleatoria simple. La muestra se obtuvo con nivel de significancia de .05, con un enfoque conservador de .20 y una potencia de 95%, la muestra se obtuvo del estrato del año escolar n1 45 (Primer año), n2 58 (segundo año) y n3 66 (tercer año) haciendo un total de 171 estudiantes de secundaria, los cuales debían estar inscritos en dicha institución educativa. Instrumentos Para la recolección de los datos se utilizó la Cédula de Datos Personales y de Prevalencia Consumo de Alcohol y Tabaco diseñada para el presente estudio, la cual está constituida por dos apartados: el primero se dirige a recabar información sobre datos personales como sexo, edad, año escolar que actualmente cursa, escolaridad, ocupación y preguntas sobre la familia; el segundo apartado corresponde al consumo de alcohol y tabaco donde se indaga acerca de la frecuencia y cantidad de consumo en un día típico, así como la edad de inicio de consumo y el tipo de bebida de preferencia. Se utilizó la Escala de Evaluación Familiar (APGAR) de Smilkstein Ashworth & Montano (1982) para evaluar la percepción de la funcionalidad familiar; esta escala se deriva de cinco componentes que son: La adaptabilidad, que es la capacidad de utilizar recursos intra y extra familiares para resolver problemas en situaciones de estrés familiar o periodos de crisis. La cooperación, la cual implica a los miembros de la familia la toma de decisiones relacionadas con el mantenimiento familiar. El desarrollo, involucra la maduración física y emocional de los integrantes de la familia, gracias al apoyo y asesoramiento mutuo. La afectividad, se refiere a las relaciones de cariño y amor que existen entre los miembros de la familia. Finalmente, la capacidad resolutiva, es dedicar tiempo a atender las necesidades físicas y emocionales de otros miembros de la familia. Esta escala consta de 5 ítems, con puntuaciones de 0 a 2. Los puntajes totales pueden oscilar entre 0 y 10; a mayor puntaje mejor funcionalidad familiar. Una puntación total entre 0 y 3 indica disfunción severa; entre 4 y 6 disfunción moderada y entre 7 y 10 funcionalidad familiar. Este instrumento ha sido utilizado en una población de estudiantes de secundaria del estado de Nuevo León, reportando un Alpha de Cronbach de 0.78 (Alonso- Castillo, Yáñez-Lozano & Armendáriz-García, 2017); en el presente estudio se presentó un Coeficiente de Confiabilidad de 0.82. Se aplicó el Cuestionario de Satisfacción Familiar (CSF) de Olson, Russell & Sprenkle (1983), que evalúa directamente a partir de 14 ítems la satisfacción de los miembros de la familia con respecto a las dimensiones de cohesión y adaptabilidad con puntuaciones de 1 a 5. Las puntuaciones totales pueden oscilar de 5 a 70; 11 y 25 indican una satisfacción muy baja; entre 26 y 36 baja; 37 y 47 medio; 48 y 58 alto y entre 59 y 70 una satisfacción muy alta. La escala CSF pregunta directamente sobre el nivel de satisfacción con respecto al funcionamiento familiar, centrando el contenido de los ítems en aspectos que tienen que ver con la cohesión y la adaptabilidad. La cohesión es el grado de cercanía afectiva entre los miembros, y la adaptabilidad, el grado de flexibilidad del grupo familiar para cambiar la respuesta a situaciones internas o externas que acontecen con el tiempo. Este cuestionario evalúa dos dimensiones: Satisfacción con la cohesión familiar (ítems 1,3,5,7,9,11,13 y 14) y Satisfacción con la adaptabilidad familiar (ítems 2,4,6,8,10,12). El alpha de Cronbach de la escala global es de .87, y para cada una de las escalas es de 0.78 vinculación emocional y 0.77 flexibilidad. Esta escala con puntuaciones de 0 a 2. La dimensión cohesión asume cinco niveles, desde cohesión extremadamente baja hasta extremadamente alta (Muy baja, Baja, Media, Alta y Muy alta), lo que permite tipificar cuatro categorías de grupos familiares: 1. Grupo desligado (familias con extrema separación emocional, pobre afectividad entre los miembros y FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 199 lealtad, compromiso e intercambio de actividades e intereses en un nivel mínimo o inexistente; 2. Grupo separado (familia con separación emocional caracterizada por una pobre cercanía afectiva, bajo nivel de lealtad, individualismo en la toma de decisiones y en los intereses de las actividades recreativas; 3. Grupo conectado corresponde al nivel Medio y Alto (familia con apreciables cercanía y lealtad emocional, incluso entre padres e hijos, se respeta, la necesidad de los espacios individuales, se prefiere realizar de manera individual las actividades recreativas y toma de decisiones y 4. Grupo amalgamado (familias cuya cercanía y lealtad emocional es extremadamente exigida, con alta dependencia afectiva, no se permite la toma de decisiones y la realización de actividades de manera personal. Por su parte, la dimensión de adaptabilidad también varía desde niveles extremadamente bajos hasta extremadamente altos (Muy baja, Baja, Media, Alta y Muy alta, lo que también permite tipificar cuatro categorías: 1. Grupo rígido (familias autoritarias, con fuerte control de los roles paternos la disciplina es rígida y severa; 2. Grupo estructurado (familia que oscila entre el liderazgo autoritario y el democrático, la disciplina y las reglas existen, pero están no suelen cumplirse y aquélla es poco severa; 3. Grupo flexible pertenece al nivel Medio y alto (liderazgo habitualmente democrático la disciplina no es severa en lo absoluto y las reglas pueden cambiar, los padres, sin embargo, son quien toman las decisiones y 4. Grupo caótico (familia con liderazgo muy limitado, los roles ni las reglas son estables y claras, o cuando lo son, se incumplen constantemente, las decisiones parentales son impulsivas (Olson, Russell & Sprenkle, 1983). Para medir el tipo de consumo de Alcohol se aplicó el Cuestionario de Identificación de los Desórdenes por uso de Alcohol (AUDIT); este cuestionario fue desarrollado por la OMS y adaptado en México por (De la Fuente & Kershenobich, 1992). Dicho instrumento está compuesto por 10 ítems de opción múltiple que examinan el consumo de alcohol. Los reactivos del AUDIT permiten conocer los patrones de consumo de alcohol de las personas (consumo sensato, dependiente y dañino). Los reactivos 1 a 3 decretan la cantidad y frecuencia de consumo de alcohol y determinan el consumo sin riesgo o sensato; los reactivos 4 a 6 estipulan el consumo dependiente o de riesgo y los reactivos 7 a 10 permiten fijar el consumo perjudicial o dañino.La escala fluctúa de 0 a 40 puntos, donde a mayor puntuación existe mayor consumo de alcohol. Los puntos de cohorte utilizados para establecer el tipo de consumo de 1 a 3 se considera un consumo sensato, de 4 a 7 se considera un consumo dependiente y de 8 a 40 un consumo dañino. Este instrumento ha sido utilizado en una población de estudiantes de educación media superior del estado de México, reportando un Alpha de Cronbach de 0.82 (Pérez & Lucio-Gómez, 2010); en el presente estudio se presentó un Coeficiente de Confiabilidad de 0.80. En la Escala de Dependencia a la Nicotina Fagerstrom, instrumento desarrollado por Karl O. Fagerstrom en 1999, se contemplan 6 interrogantes que miden la dependencia a la nicotina. La primer pregunta indaga el tiempo que transcurre habitualmente desde que se levanta hasta que fuma su primer cigarrillo; esta pregunta tiene un puntaje de uno a cinco donde 1= 5 min, y 5= Más de 60 min. El segundo reactivo analiza si es difícil para la persona no fumar en lugares donde está prohibido, con respuesta dicotómica 1= sí, 2= no. El tercer reactivo pregunta sobre el cigarro que es más difícil de omitir, con puntaje de 1 “al primero de la mañana” y un valor de 0 a “otro”. En el cuarto reactivo se valora la cantidad de cigarros que fuma al día con un puntaje que va desde 0= Menos de 10, a 3= 31 o más. Se pregunta si la persona fuma más cigarros durante la primera parte del día que durante el resto, con repuesta dicotómica 0= no y 1= sí, finalmente se examina si fuma cuando está enfermo y/o en cama, con un valor de 1 a sí y un valor de 0 a la respuesta no. Para valorar globalmente los resultados, las puntuaciones inferiores o iguales a 4 indican una dependencia leve o baja; si la puntuación es de 5 y 6 la adicción es moderada o media y si el resultado es superior a 7 puntos, la dependencia es alta o elevada. Procedimiento Para la realización del presente estudio se solicitó autorización por escrito a la autoridad de la secundaria pública. La selección de los participantes fue aleatorio estratificado. A los participantes se les entregó un consentimiento informado para padres con el objetivo de que estos autorizaran la participación de su hijo (a) en el estudio, y un asentimiento informado para el adolescente a fin de que el participante firmará en caso de desear formar parte del estudio. Análisis de datos Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico Statistical Package for the Social Sciences YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 200 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 (SPSS) versión 22 para Windows. Se empleó estadística descriptiva e inferencial. La estadística descriptiva permitió conocer las características de los participantes del estudio; posteriormente se utilizó la prueba de normalidad Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors para decidir el uso de pruebas paramétricas o no paramétricas; en virtud de que las variables numéricas no mostraron distribución normal se decidió utilizar el Coeficiente de Correlación de Spearman y por último, se aplicó un Modelo de Regresión Lineal Múltiple para verificar la posible relación entre las variables satisfacción, funcionalidad familiar y consumo de alcohol y tabaco en los adolescentes. Consideraciones éticas El estudio cumplió con el reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación de México (Secretaría de Salud [SSA], 1987), para garantizar la dignidad y el bienestar de los participantes en la investigación. Aunado a lo anterior una vez que fue aprobada la investigación por las Comisiones de Ética y de Investigación se acudió a solicitar la autorización de la institución educativa donde se realizó el estudio, así como la autorización de los padres de familia, además que incluye la participación voluntaria, confidencialidad de la información, consentimiento informado por parte del alumno y padre o tutor. RESULTADOS Los resultados obtenidos muestran que los participantes tienen un promedio de edad de 12.97 años (DS=0.96), el género que predomino fue el masculino con 55.6%, así mismo se observó que la mayoría de los alumnos de secundaria que participaron en el estudio (35.7%) pertenecían al segundo año de secundaria, seguido por los participantes de primer año (35.1%) y posteriormente los de tercer año (29.2%). En cuanto a los adolescentes que viven con sus padres, el (67.8%) vive con ambos y tan solo el (24.6%) vive con su madre. En la Tabla 1, se presenta la prevalencia del consumo de alcohol en donde se muestra que la prevalencia algunas vez en la vida fue 61.4%, IC 95% (54- 69), prevalencia lápsica 43.9%, IC 95% (36-51), respecto a la prevalencia en el último mes se obtuvo un 32.7%, IC 95% (26-40) y la última semana fue de 16.4%, IC 95% (11- 22). Por otro lado se identificó que la edad de inicio en el consumo de alcohol reportado por los participantes fue en promedio 10.39 años (DS= 1.1) y la bebida alcohólica que reportaron con mayor preferencia es la cerveza (44.5%). En cuanto a la prevalencia del consumo de tabaco alguna vez en la vida (Tabla 1) fue de 9.4%, IC 95% (5-14), en el último año fue 8.8%, IC 95% (4-13), la prevalencia en el último mes fue de 5.8% IC 95% (2-9), y en los últimos siete días 2.9%, IC 95 (0-5). Además, se identificó la edad de inicio del consumo de tabaco de los adolescentes con un promedio de 12.19 años (DS=1.5) y el promedio de numero de cigarrillos que consumen en dio típico fue de 1.71 (DS=0.8). Tabla 1. Prevalencia de consumo de alcohol y tabaco Consumo de Alcohol Si No IC 95% f % f % LI LS Alguna vez en la vida 105 61.4 66 38.6 .54 .69 En el último año 75 43.9 96 56.1 .36 .51 En el último mes 56 32.7 115 67.3 .26 .40 En la última semana 28 16.4 143 83.6 .11 .22 Consumo de Tabaco Si No IC 95% f % f % LI LS Alguna vez en la vida 16 9.4 155 90.6 .05 .14 En el último año 15 8.8 156 91.2 .04 .13 En el último mes 10 5.8 161 94.2 .02 .09 En la última semana 5 2.9 166 97.1 .00 .05 Nota: f=frecuencias, %=porcentajes, IC= Intervalo de Confianza, LI=Límite inferior, LS=Límite superior, n=171 En relación al tipo de consumo de alcohol por parte de los adolescentes se identificó que el 45.9% de estos presentó consumo perjudicial, seguido por el 32.4% quienes presentaron consumo dependiente y un 21.6% presentaron consumo sensato. Asimismo, en el consumo de tabaco el (66.7%) tiene una adicción moderada y el (33.3%) una dependencia alta. En lo concerniente al funcionamiento familiar, en la Tabla 2 se puede observar que el 39.2% tiene una disfunción severa, seguido de una disfunción moderada con 25.1% y tan solo el 35.7% de los participantes tiene una funcionalidad familiar sana. FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 201 Tabla 2. Nivel de Funcionalidad familiar en los participantes Funcionalidad familiar f % Disfunción severa 67 39.2 Disfunción moderada 43 25.1 Funcionalidad familiar 61 35.7 Nota: ƒ = frecuencia, % = porcentaje; n=171 El nivel de cohesión familiar que presentaron los adolescentes de secundaria se obtuvo que el 4.7% presenta una cohesión familiar muy baja perteneciente al grupo desligado (en donde las familias presentan extrema separación emocional, pobre afectividad entre los miembros y lealtad, y existe un compromiso e intercambio de actividades e intereses en un nivel mínimo o inexistente; el 7.6% obtuvo una cohesión familiar baja correspondiente al grupo separado, la familia presenta separación emocional caracterizada por una pobre cercanía afectiva, bajo nivel de lealtad, individualismo en la toma de decisiones y en los intereses de las actividades recreativas; la cohesión familiar media y alta se encontró con un 26.9% y 35.7%respectivamente correspondiente al grupo conectado donde las familias se encuentran con aprecio, cercanía y lealtad emocional, incluso entre padres e hijos, se respeta, la necesidad de los espacios individuales, se prefiere realizar de manera individual las actividades recreativas y toma de decisiones y finalmente el 25.1% presenta una cohesión familiar muy alta formando parte del grupo amalgamado; haciendo referencia a familias cuyas cercanía y lealtad emocional es extremadamente exigida, con alta dependencia afectiva, no se permite la toma de decisiones y la realización de actividades de manera personal. Respecto a la adaptabilidad familiar se obtuvo que el 1.2% presento una adaptabilidad muy baja que corresponde al grupo rígido en donde las familias son autoritarias, con fuerte control de los roles paternos, la disciplina es rígida y severa; el 10.5% presenta una adaptabilidad baja se integran en el grupo estructurado en donde las familias presentan liderazgo autoritario y el democrático, la disciplina y las reglas existen, pero están no suelen cumplirse y aquella es poco severa. En cuanto a la adaptabilidad media fue 25.7% y la adaptabilidad alta fue 39.2% respectivamente los cuales se integran en el grupo flexible en donde las familias muestran un liderazgo habitualmente democrático la disciplina no es severa en los absoluto y las reglas pueden cambiar, sin embargo los padres son quienes toman las decisiones y finalmente el 23.4% presento una adaptabilidad muy alta el cual pertenece al grupo caótico donde las familias tienen un liderazgo muy limitado, los roles ni las reglas son estables y claras o cuando lo son, no se llevan a cabo y las decisiones parentales son impulsivas (Tabla 3). Tabla 3. Nivel de satisfacción, Cohesión y Adaptabilidad familiar en los adolescentes Variables Muy Bajo Bajo Medio Alto Muy alto f % f % f % f % f % Satisfacción familiar 3 1.8 14 8.2 43 25.1 66 38.6 45 26.3 Cohesión familiar 8 4.7 13 7.6 46 26.9 61 35.7 43 25.1 Adaptabilidad familiar 2 1.2 18 10.5 44 25.7 67 39.2 40 23.4 Nota: ƒ = frecuencia, % = porcentaje; n=171 En lo que respecta a la relación que existe entre el funcionamiento familiar y el consumo de alcohol y tabaco de los adolescentes, se encontró una relación negativa y significativa entre el funcionamiento familiar (índice APGAR) con el consumo de alcohol (puntaje AUDIT) (rs=- .241, p=.039); esto indica que a mayor consumo alcohol menor es la funcionalidad familiar que perciben los adolescentes. No obstante no se observó una relación significativa entre el funcionamiento familiar y el consumo de tabaco ((rs=-.094, p=.739). Finalmente, para analizar el efecto del funcionamiento familiar sobre el consumo de alcohol se desarrolló un Modelo de Regresión Lineal Múltiple (Tabla 4) para las variables funcionamiento familiar, cohesión familiar y la adaptabilidad familiar, como variables independientes del consumo de alcohol para determinar el efecto sobre el consumo de alcohol donde se identificó que el Modelo es significativo (p=.027, f=3.23, gl=3) con un 8.5% de la varianza explicada por el consumo de alcohol. Las variables que mantienen su efecto son la YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 202 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 funcionalidad familiar (B=-.087, DE=.031, t=-2.802, p=.007) y la cohesión familiar (B= -.051, DE=.024, t=-2.136, p=.036). Cabe mencionar que la funcionalidad familiar no tuvo ningún efecto significativo sobre el consumo de tabaco. Tabla 4. Modelo de Regresión Lineal Múltiple para funcionamiento familiar y satisfacción familiar sobre el consumo de alcohol Suma de cuadrados gl Cuadrado medio F P R2 Regresión 5.430 3 1.810 3.233 .027 8.5% Residual 38.625 69 .560 Total 44.055 72 Variables Coeficiente no estandarizados Coeficiente tipificado T p B DE B Índice de APGAR -.087 .031 -.337 -2.802 .007 Índice de Cohesión -.051 .024 -.433 -2.136 .036 Índice adaptabilidad .054 .034 .320 1.588 .117 Nota: gl=grados de libertad, f=fuerza, p=significancia, R2=varianza explicada DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Con respecto a las prevalencia de consumo de alcohol, más de la mitad de los adolescentes ha consumido alguna vez en la vida, con una edad promedio de inicio de consumo de 10 años y la cerveza como su bebida de preferencia. Este estudio difiere con Alonso- Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García (2017), ya que la edad de inicio de consumo de alcohol reportado en su estudio fue de 11 años. Este aumento se le puede atribuir a que el alcohol es considerada como la droga de inicio en los jóvenes de más fácil acceso y menor costo, así como también es socialmente aceptada entre la población mexicana por lo que el inicio del consumo se presenta cada vez más a edades tempranas. En relación al tipo de consumo de alcohol por parte de los adolescentes, se identificó que más de la mitad presentan un consumo perjudicial y dependiente. Esto es similar a lo reportado por Villareal-González, Sánchez-Sosa, Musitu y Varela (2010), ya que refieren en su estudio que más del 60% de los adolescentes ingieren alcohol. Los hallazgos anteriores puede deberse a que el empleo del alcohol se observa cada vez a edades más tempranas, donde la utilización se presenta en mayor cantidad por ocasión; por lo que se puede decir que a menor edad de inicio de consumo de alcohol mayor el riesgo de uso de manera excesiva y dañina. Asimismo, menos del 10% de los adolescentes ha consumido tabaco alguna vez en la vida y la edad de inicio de consumo es de12 años de edad. Esto difiere del estudio realizado por Alamilla-González et al, (2017) en estudiantes de preparatoria, ya que encontraron que más de la mitad de los participantes presenta consumo de tabaco alguna vez en la vida. Esto pudiera explicarse, debido en que en el Estado de Tabasco, México el consumo se presenta a mayor edad con un promedio de inicio de consumo de 19 años, asimismo en uno de los tres estados con menor prevalencia de tabaquismo de la República Mexicana. (ENCODAT, 2016). En lo que respecta al tabaco, tan solo el 10% de los adolescentes presenta una adicción moderada y una alta dependencia al tabaco. Esto puede deberse, a que la nicotina es considerada un estimulante que genera dependencia hacia el tabaco; tiene efectos nocivos sobre el sistema respiratorio. Muchos de los adolescentes inician el consumo de un cigarrillo por curiosidad y aceptación en su grupo de pares. Asimismo la disminución del consumo de tabaco, puede deberse a que más del 71.1% de los fumadores actuales, están interesados en dejar de fumar; entre los que intentaron en dejar de fumar, el 7.7% recurrió al uso de farmacoterapia y el 6.8% se apoyó en la asesoría/consejería con un profesional de la salud (ENCODAT, 2016). En lo concerniente a la funcionalidad familiar, más de la mitad de los adolescentes presenta una disfunción moderada y severa. Esto es similar a lo reportado por Vélez y Bentancurth (2014) donde refieren en su estudio que más del 60% de los participantes tienen una disfunción familiar y tan solo el 40% tiene una buena funcionalidad familiar. Esto puede deberse, a que FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 203 muchas veces este funcionamiento puede verse afectado por algunas situaciones o factores estresantes que se presenten a lo largo del ciclo evolutivo de la familia, como en el caso del consumo de alcohol y tabaco. En este sentido, está ampliamente contrastado que la calidad de las relaciones familiares es crucial para determinar la competencia y confianza con la que el adolescente afronta el periodo de transición de la infancia a la edad adulta; estas relaciones influyen en cómo los jóvenes negocianlas principales tareas de la adolescencia (adquisición de la identidad y autonomía), la medida en que se encuentran implicados en problemas comportamentales generalmente asociados a este periodo (conductas de riesgo como el consumo de sustancias) y la habilidad de establecer relaciones íntimas significativas y duraderas fuera del contexto familiar (Jiménez, Musito & Murgui, 2006). Cuando en una familia existe una disfuncionalidad da la pauta para generar problemas socioemocionales y de salud en el adolescente, por lo cual un entorno familiar problemático expone al adolescente a dificultades psicológicas que pueden ser expuestas en su perspectiva, ya que la mayor parte de ellos genera un vínculo de separación entre sus padres, logrando establecer mayores lazos con las personas como sus amigos quienes forman parte de su mundo, y en los que pueden tener mayor confianza y seguridad exponiendo a riesgos de salud tales como el inicio de sustancias como el alcohol y tabaco (Trujillo, Vázquez & Córdova, 2017). Asimismo, en la dimensión de cohesión se encontró que la mayoría de los adolescentes pertenecen al grupo conectado (media y alta) donde las familias se encuentran con aprecio, cercanía y lealtad emocional, incluso entre padres e hijos, se respeta, la necesidad de los espacios individuales, se prefiere realizar de manera individual las actividades recreativas y toma de decisiones. Asimismo, cabe resaltar que más del 20% presenta una cohesión familiar muy alta formando parte del grupo amalgamado; haciendo referencia a familias cuyas cercanía y lealtad emocional es extremadamente exigida, con alta dependencia afectiva, no se permite la toma de decisiones y la realización de actividades de manera personal. Esto difiere del estudio realizado por Ruíz, Hernández, Mayrén & Vargas (2014), ya que encontraron que los adolescentes presentaban baja cohesión familiar; perciben que en sus familias, cada integrante está más orientado a conseguir sus propios intereses, se organizan y buscan la obtención de logros; pero, presentan conflictos familiares; consideran que en su familia existe poco soporte afectivo y escasas actividades de desarrollo compartidas entre sus miembros. Esto ocasiona la separación personal del adolescente, pues su familia no le brinda el soporte emocional y, en consecuencia, el adolescente carece de autoestima y se expone a situaciones de riesgo, como el consumo de drogas (Muñoz, Pinto, Callata, Napa & Perales, 2006). En lo que respecta a la adaptabilidad familiar se encontró que conciernen al grupo flexible (media y alta) en donde las familias muestran un liderazgo habitualmente democrático, la disciplina no es severa en y las reglas pueden cambiar, sin embargo los padres son quienes toman las decisiones. Cabe mencionar que 23.4% presento una adaptabilidad muy alta el cual pertenece al grupo caótico donde las familias tienen un liderazgo muy limitado, los roles ni las reglas son estables y claras o cuando lo son, no se llevan a cabo y las decisiones parentales son impulsivas. La adaptabilidad alta afecta la dinámica familiar y la posibilidad de que en las familias de los adolescentes, los roles en el hogar no sean claros, no se cumplan de forma efectiva, que los padres no tengan autoridad ni liderazgo en su dinámica familiar, causando frecuentes cambios en las reglas, y que las decisiones parentales sean impulsivas; situación que se puede presentar debido a la ausencia de unos o ambos padres en el hogar por motivos laborales o fallecimiento, tal como lo señala Pinto et al, (2004). Además, se encontró una relación positiva y significativa entre la funcionalidad familiar y el consumo de alcohol en los adolescentes, similar a lo reportado por Alonso-Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García (2017), resultados que corroboran que una familia funcional es protectora frente al consumo de alcohol en adolescentes. Las características positivas del funcionamiento familiar potencian y refuerzan la confianza en las decisiones tomadas por los adolescentes, siendo mejor la capacidad de discriminar situaciones de riesgo social y disminuyendo la vulnerabilidad al consumo de drogas. Cabe mencionar que los datos anteriores del funcionamiento familiar no saludable y con tendencia a la disfuncionalidad familiar que evidencian probablemente que los hogares no son armónicos debido a la carencia de manifestaciones de cariño, sumado a que los adolescentes perciben a sus familiares con cierta separación emocional, o que son YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 204 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 sometidos a circunstancias adversas o situaciones estresantes, puede influir en la presencia de problemas emocionales y mentales trascendentales como los trastornos de conducta o consumo de alcohol y tabaco, entre otros (Ruiz & Andrade 2005). En este estudio se identificó un efecto de la funcionalidad familiar y la cohesión en relación con el consumo de alcohol, similar a lo reportado en otros estudios (Alonso-Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz- García 2017) que encontraron que las variables que mantienen el efecto en el consumo de alcohol son el trabajo, estudiar, la edad de inicio, el consumo de alcohol y la funcionalidad familiar. Cuando la familia no se adapta a cambios generados por sus integrantes, cuando se generan conflictos en la funcionalidad familiar, cuando existen escasas muestras de cariño entre los mismos miembros y cuando no se respetan los espacios de cada integrante, puede desencadenar un consumo de sustancias en los adolescentes. En este caso la percepción que tiene el adolescente sobre la funcionalidad de su familia, influye en el inicio del consumo de alcohol, por lo que la dinámica familiar puede ser un factor de riesgo del inicio temprano del consumo de alcohol; asímismo el consumo de alcohol puede ser una forma de evadirse de la realidad que están viviendo en su familia (Obradors-Risa, Arisa & Muntaner, 2014; Ohannessian et al. 2016). En general, los resultados del presente estudio indican la importancia de la familia como fuente de apego y ayuda emocional durante la adolescencia, así como la importancia de contar con un contexto cohesionado moderado en el sistema familiar como condición para que la frecuencia de los conflictos con los padres no afecten de manera importante a la percepción de los adolescentes sobre la satisfacción de su vida con su familia. Se concluye que el consumo de alcohol ha tenido aumentos significativos en los adolescentes, además que la mayor parte de los participantes presenta un consumo dañino y dependiente; la edad de inicio de consumo está presentándose cada vez más a edades mucho más tempranas, lo cual implica un mayor riesgo de salud de esta población tan vulnerable. En lo que corresponde al consumo de tabaco se encontró que este consumo se presenta a mayor edad; siendo un factor de riesgo para la población adulta; asímismo se encontró que una minoría de los participantes del estudio presentaba una adicción moderada-alta a la dependencia del tabaco, considerando con ello enfermedades complejas para la salud del adolescente. En cuanto a la funcionalidad familiar se encontró que existe una disfunción moderada y severa, lo cual puede contribuir a generar susceptibilidad en el desarrollo físico, psicológico y social en el adolescente. Asimismo, en lo que concierne a la satisfacción familiar (cohesión y adaptabilidad familiar), la mayor parte de los adolescentes refieren una media y alta satisfacción; es decir pertenecen al grupo conectado donde encuentran aprecio, cercanía y lealtad emocional, incluso entre padres e hijos, se respeta, la necesidad de los espacios individuales. En lo que respecta a la adaptabilidad, la mayoría de los adolescentes presentaron una media y alta satisfacción; se encontróque conciernen al grupo flexible en donde las familias muestran un liderazgo habitualmente democrático, la disciplina no es severa en y las reglas pueden cambiar, sin embargo los padres son quienes toman las decisiones. Además se encontró una relación positiva y significativa de la funcionalidad familiar con el consumo de alcohol; el aumento de la cohesión familiar unido a la funcionalidad familiar predice un incremento en la satisfacción familiar de los adolescentes y viceversa, una disminución de la funcionalidad y cohesión familiar pueden predecir la disminución de satisfacción familiar, que conlleva como resultado el consumo de alcohol en los adolescentes. REFERENCIAS Alamilla-González, L. A., Rivas-Acuña, V. Carrillo-Hernández, L. Mateo- Crisóstomo, Y., Hernández-Ramírez, G & González-Suarez, M. (2017). Prevalencia y Motivos del Consumo de Alcohol y Tabaco en Estudiantes de Nivel Medio Superior. Revista Adicción y Ciencia, 5 (2), 2-16. Alonso-Castillo, M.M., Yañez-Lozano, A & Armendáriz-García, N.A. (2017). Funcionalidad familiar y consumo de alcohol en adolescentes de secundaria. Revista Health and Adicctions, 17 (1), 87-96. Arés, P. (2007). Introducción a la Psicología de la familia. 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