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Funcionalidad y satisfacción familiar en el consumo de alcohol y tabaco en los
adolescentes
Article  in  Health and Addictions/Salud y Drogas · July 2018
DOI: 10.21134/haaj.v18i2.378
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5 authors, including:
Yadira Mateo Crisóstomo
Universidad de Guanajuato
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https://www.researchgate.net/publication/326737885_Funcionalidad_y_satisfaccion_familiar_en_el_consumo_de_alcohol_y_tabaco_en_los_adolescentes?enrichId=rgreq-3f0ad04a5a21a118d3adda709fdb8487-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzMyNjczNzg4NTtBUzoxMTQzMTI4MTEyNTQ1NzYzMEAxNjc4MzE4MjE2OTk1&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf
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Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 195 
 
© Health and Addictions 2018 
ISSN 1578-5319 ISSNe 1988-205X 
Vol. 18, No.2, 195-205 
Recibido: Febrero 2018 – Aceptado: Marzo 2018 
 
FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y 
TABACO EN LOS ADOLESCENTES 
FUNCTIONALITY AND FAMILY SATISFACTION IN THE USE OF ALCOHOL AND 
TOBACCO IN ADOLESCENTS 
Yadira Mateo-Crisóstomo, Valentina Rivas-Acuña, Mariana González-Suárez, Griselda Hernández Ramírez y Arminda Victorino-Barra 
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México 
Abstract Resumen 
Family functionality is defined as the adolescent's 
perception of interaction with family members, while 
family satisfaction is the result of verbal and / or physical 
interactions with other members of its family. 
The purpose of the present study was to determine the 
relationship and effect of functionality and family 
satisfaction with alcohol and tobacco consumption 
among adolescents in high school in Villahermosa, 
Tabasco, Mexico. Method. 
Correlational descriptive design, with a sample of 171 
students, with a stratified probabilistic type sampling with 
assignment proportional to the size of each stratum and 
with simple random selection. Results. A negative and 
significant relationship was found between family 
functionality (APGAR index) and alcohol consumption 
(AUDIT score) (rs = -. 241, p = .039). The variables that 
maintain their effect are the family functionality (B = -. 
087, DE = .031, t = -2.802, p = .007) and family cohesion (B 
= -.051, DE = .024, t = -2.136, p = .036). 
Family functionality had no significant effect on tobacco 
use. Conclusion. The effect of family functionality and 
cohesion in relation to alcohol consumption influence the 
onset, so family dynamics can be a risk factor for the early 
start of alcohol consumption, as well as a way to escape 
from the family reality. 
Keywords: Adolescent, Alcohol, Family relationships, 
Tobacco. 
 La funcionalidad familiar se define como la percepción 
que tiene el adolescente de la interacción con los 
miembros de su familia, mientras que la satisfacción 
familiar es el resultado de las interacciones verbales y/o 
físicas que se mantienen con los otros miembros de su 
familia. El propósito del presente estudio fue determinar 
la relación y el efecto de la funcionalidad y la satisfacción 
familiar con el consumo de alcohol y tabaco entre 
adolescentes de secundaria de Villahermosa, Tabasco, 
México. Método. Diseño descriptivo correlacional, con una 
muestra de 171 estudiantes, con un muestreo de tipo 
probabilístico estratificado con asignación proporcional 
al tamaño de cada estrato y con selección aleatoria 
simple. Resultados. Se encontró una relación negativa y 
significativa entre la funcionalidad familiar (índice APGAR) 
con el consumo de alcohol (puntaje AUDIT) (rs=-.241, 
p=.039), esto indica que a mayor consumo alcohol menor 
es la funcionalidad familiar que perciben los 
adolescentes. Las variables que mantienen su efecto son 
la funcionalidad familiar (B=-.087, DE=.031, t=-2.802, 
p=.007) y la cohesión familiar (B= -.051, DE=.024, t=-2.136, 
p=.036). La funcionalidad familiar no tuvo ningún efecto 
significativo sobre el consumo de tabaco. Conclusión. El 
efecto de la funcionalidad familiar y la cohesión en 
relación con el consumo de alcohol influyen en el inicio 
de consumo, por lo que la dinámica familiar puede ser un 
factor de riesgo del inicio temprano del consumo de 
alcohol, además de una forma de evadirse de la realidad 
familiar. 
Palabras clave: Adolescente, Alcohol, Relaciones familiares, 
Tabaco. 
Correspondencia: Yadira Mateo-Crisóstomo 
yadiracrisostomo@hotmail.com 
 
 
 
YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 
 
 196 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 
 
La familia es la unidad básica de la sociedad, base 
importante para el desarrollo humano, es definida como 
la “unión de personas que comparten un proyecto vital 
de existencia común, en el que se generan fuertes 
sentimientos de pertenencia, en donde existe un 
compromiso personal entre sus miembros y se 
establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad 
y dependencia; es la encargada de brindar los cuidados 
básicos de bienestar y salud a cada uno de sus 
integrantes”, convirtiéndola en un factor protector 
importante en el desarrollo físico, emocional y social de 
los adolescentes. Para ello es necesario que la familia 
cumpla con sus funciones de: comunicación, afectividad, 
apoyo, autonomía, reglas, normas, adaptabilidad y 
flexibilidad, que la llevaran a mantener su propia 
identidad, cohesión familiar, satisfacción y un 
funcionamiento familiar saludable (Arés, 2007, pp.328). 
La funcionalidad familiar es definida como la 
percepción que tiene el adolescente sobre la interacción 
con los miembros de su familia, es evaluada mediante 
cinco componentes o dimensiones siendo la primera la 
adaptabilidad que se define como la capacidad de utilizar 
recursos intra y extra familiares para resolver problemas 
en situaciones de estrés familiar o periodos de crisis; la 
cooperación definida como la implicación de los 
miembros familiares en la toma de decisiones y en las 
responsabilidades relacionadas con el mantenimiento 
familiar; el desarrollo, es la posibilidad de maduraciónemocional y física, de los miembros de la familia para el 
apoyo mutuo; así mismo la afectividad, es la relación de 
amor y atención entre los miembros de la familia, y 
capacidad resolutiva es el compromiso de dedicar tiempo 
a atender las necesidades físicas y emocionales de otros 
miembros de la familia, generalmente implica compartir 
unos ingresos y espacios (Suárez & Álcala, 2014). 
Muchas veces la funcionalidad puede ser adecuada, 
pero otras veces puede verse afectado por algunas 
situaciones o factores estresantes que se presenten a lo 
largo del ciclo evolutivo de la familia, como en el caso que 
tengan un hijo adolescente. Se ha observado en algunos 
estudios que las pautas de interacción familiar, como la 
comunicación deficiente, los frecuentes conflictos, la baja 
cohesión, el excesivo castigo, ausencia física y emocional, 
falta de confianza en cada uno de sus miembros o el 
consumo de alcohol y tabaco de los propios padres, 
repercuten directamente en el consumo de los hijos (as) 
(Alonso-Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García, 
2017; Ramírez & De Andrade, 2005). 
La adolescencia ha representado un periodo crítico 
en el inicio y experimentación en el consumo de 
sustancias, un tema que ha sido de gran interés para los 
científicos. Este fenómeno se entiende debido a que en 
los últimos datos de prevalencia del consumo alcohol; 
que hace referencia a que 320 000 jóvenes de entre 15 y 
29 años de edad mueren por causas relacionadas con el 
consumo de alcohol, lo que representa un 9% de las 
defunciones en ese grupo etario. El consumo de alcohol 
provoca defunción y discapacidad a una edad 
relativamente temprana (OMS, 2014). La Encuesta 
Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 
(ENCODAT, 2017) reporta que el consumo de alcohol 
alguna vez en la vida en los adolescentes ha permanecido 
estable desde 2011, (de 42.9% a 39.8%). Así también las 
prevalencias del último año y el último mes no han tenido 
variaciones significativas, al pasar de 30% a 28% y de 
14.5% a 16.1% respectivamente. En lo que respecta al 
consumo excesivo durante el último mes ha aumentado 
significativamente (se duplicó de 4.3% en 2011 a 8.3% en 
2016) y en las mujeres tuvo un incremento de más de tres 
veces de (2.2% a 7.7%); en los hombres no se encontraron 
variaciones significativas. 
Con respecto al consumo de tabaco, la gran mayoría 
de los consumidores de todo el mundo empieza a fumar 
durante la adolescencia. Actualmente, más de 150 
millones de adolescentes consumen tabaco y más de 4 
millones mueren al año y esta cifra se espera que alcance 
cerca de 10 millones en el 2030 (OMS, 2014). En México el 
4.9% de la población de 12 a 17 años fuma tabaco 
actualmente. Esto corresponde a 684 mil adolescentes 
mexicanos, entre los cuales, el 3.0% (210 mil) son mujeres 
y el 6.4% (474 mil) son hombres. Del total de fumadores 
actuales, sólo el 0.5% fuma diariamente (74 mil) y el 4.4% 
fuma de forma ocasional (611 mil). Asimismo, la edad 
promedio de inicio de consumo tabaco diario en los 
adolescentes es de 14.3 años, esto es muy similar entre 
hombres y mujeres (ENCODAT, 2017). 
En los resultados de algunos estudios sobre la 
funcionalidad familiar alterada, refieren que los factores 
que intervienen son: la familia monoparental que tienen 
mayor conducta de riesgo, debido a que existe una 
menor capacidad de supervisión de sus actividades, en 
comparación con las familias en donde están presentes 
FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES 
 
Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 197 
 
ambos padres, además de la calidez, cercanía y 
comunicación deficiente dentro de la familia, ya que estas 
características afectan la salud emocional de los 
adolescentes, contribuyendo a una baja autoestima, 
depresión, rebeldía, enojos y frustraciones (Alonso-
Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García, 2017; 
Lavielle-Sotomayor, Sánchez-Pérez, Pineda-Aquino & 
Amancio-Chasin, 2012; Trujillo-Guerrero, Vázquez-Cruz & 
Córdova-Soriano, 2016). 
Es importante mencionar que la satisfacción familiar 
es el resultado de las interacciones verbales y/o físicas 
que mantiene la persona con los otros miembros de su 
familia. Es la suma de distintos sentimientos que se 
despiertan en el sujeto al estar con su familia, por lo que 
cada miembro del grupo puede tener una satisfacción 
completamente diferente; es decir, es una valoración del 
estado de ánimo despertado por la familia basada en el 
número de experiencias positivas y negativas vividas en 
ella (Luengo & Román, 2006). Cuando las interacciones 
son positivas para el sujeto, tenderá a estar satisfecho y 
formulará un juicio satisfactorio de su familia; mientras 
que cuando son negativas, tenderá a estar insatisfecho. 
Esta condición de insatisfacción se ha asociado a 
ambientes familiares con elevados niveles de frustración, 
resentimiento, agresión y enojo, menos cohesión y más 
conflictos, dificultades en la comunicación , aislamiento, 
escasas redes de apoyo; utilización de estrategias de 
afrontamiento disfuncionales para intentar resolver los 
problemas que se les presentan; ambigüedad en los 
límites; es decir, en muchas ocasiones los miembros de la 
familia no saben cómo relacionarse unos con otros y 
cuáles son sus roles y tareas (Berge, 2007; Luengo & 
Román, 2006 ). Esto tiene como consecuencia que el 
individuo no se siente integrado a su familia. 
Aunado a lo anterior en relación a la funcionalidad 
familiar con el consumo de alcohol y tabaco en los 
adolescentes, algunos estudios indican que cuando los 
adolescentes experimentan o perciben un conflicto 
familiar, cuando identifican la existencia de déficit de 
atención por parte de los padres a los hijos, o cuando 
sienten escasa relación afectiva de sus padres hacia ellos, 
genera o desarrollan dificultades en la dinámica o 
funcionamiento familiar, el cual tiene un papel 
significativo en el consumo de alcohol y tabaco en los 
adolescentes, esto puede ser explicado por la 
socialización familiar; en este núcleo las personas se 
convierten en seres sociales, y de esta manera 
interiorizan las normas, valores y conductas que dan 
sentido social a las relaciones, de esta manera si en la 
familia se práctica la conducta de consumo de alcohol, 
puede ser que ésta se convierta en un factor decisivo para 
que el consumo se presente en los adolescentes que son 
miembros de estas familias como vehículo de 
socialización (Mota, et al, 2010; Natera, et al, 2001). 
En tal sentido, resulta evidente que una elevada 
satisfacción personal y familiar generará dentro del 
contexto familiar una dinámica positiva que permite 
consolidar y fortalecer la estructura de dicha familia. Esto 
garantiza a sus miembros un ambiente estable, positivo y 
se convierte en un óptimo soporte familiar que motiva y 
refuerza las acciones asumidas por éstos, en situaciones 
difíciles. Una familia disfuncional tanto en su estructura 
como en su dinámica generará hacia su interior, actitudes 
y comportamientos negativos, afectando los niveles 
comunicacionales y por ende la satisfacción personal y 
familiar, será percibida como desfavorable. Estos niveles 
altos y permanentes de insatisfacción familiar suele 
afectar la personalidad de los integrantes de la familia, 
convirtiéndose dicha familia en un factor de alto riesgo 
para sus integrantes. Esto estaría explicando por qué 
últimamente se han incrementado los problemas 
psicosociales en los adolescentes como es el consumo de 
drogas (Sobrino, 2008). 
Por tal motivo, es importante tener en cuenta que el 
ambiente o el contexto en el que se desarrollan los 
adolescentes marcan pautas de conductas que muchas 
veces pueden ser perjudiciales para la salud, este es el 
caso del consumo de drogas licitas, determinada por 
influencia de los pares, por un ambiente permisivo, por 
factores estresantes, y decisión personal de los 
adolescentes. Cabe mencionar que en la búsqueda de la 
literatura referente a las variablesdel estudio, hasta el 
momento no se ha encontrado suficiente evidencia entre 
la relación de la satisfacción, funcionalidad familiar y el 
consumo de alcohol, tabaco, por lo que es importante 
que en este estudio se muestren los resultados obtenidos 
referente a la problemática, para que sea un punto de 
partida en las siguientes investigaciones. 
Con base en lo anterior y a la revisión de la literatura 
se plantea como objetivo del presente estudio 
determinar la relación y el efecto del funcionamiento 
familiar con el consumo de alcohol y tabaco en los 
adolescentes de secundaria de Villahermosa, Tabasco, 
YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 
 
 198 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 
 
México. Asimismo, determinar las prevalencias y tipo de 
consumo de alcohol, tabaco en los adolescentes. 
 
MÉTODO 
Diseño 
El diseño del presente estudio fue descriptivo-
Correlacional de corte transversal. 
Participantes 
La población de estudio fue de 410 estudiantes de 
secundaria de 12 a 15 años de edad, pertenecientes a una 
institución pública del estado de Tabasco, México. Se 
realizó un muestreo de tipo probabilístico estratificado 
con asignación proporcional al tamaño de cada estrato y 
con selección aleatoria simple. La muestra se obtuvo con 
nivel de significancia de .05, con un enfoque conservador 
de .20 y una potencia de 95%, la muestra se obtuvo del 
estrato del año escolar n1 45 (Primer año), n2 58 
(segundo año) y n3 66 (tercer año) haciendo un total de 
171 estudiantes de secundaria, los cuales debían estar 
inscritos en dicha institución educativa. 
Instrumentos 
Para la recolección de los datos se utilizó la Cédula 
de Datos Personales y de Prevalencia Consumo de 
Alcohol y Tabaco diseñada para el presente estudio, la 
cual está constituida por dos apartados: el primero se 
dirige a recabar información sobre datos personales 
como sexo, edad, año escolar que actualmente cursa, 
escolaridad, ocupación y preguntas sobre la familia; el 
segundo apartado corresponde al consumo de alcohol y 
tabaco donde se indaga acerca de la frecuencia y 
cantidad de consumo en un día típico, así como la edad 
de inicio de consumo y el tipo de bebida de preferencia. 
Se utilizó la Escala de Evaluación Familiar (APGAR) de 
Smilkstein Ashworth & Montano (1982) para evaluar la 
percepción de la funcionalidad familiar; esta escala se 
deriva de cinco componentes que son: La adaptabilidad, 
que es la capacidad de utilizar recursos intra y extra 
familiares para resolver problemas en situaciones de 
estrés familiar o periodos de crisis. La cooperación, la cual 
implica a los miembros de la familia la toma de decisiones 
relacionadas con el mantenimiento familiar. El desarrollo, 
involucra la maduración física y emocional de los 
integrantes de la familia, gracias al apoyo y 
asesoramiento mutuo. La afectividad, se refiere a las 
relaciones de cariño y amor que existen entre los 
miembros de la familia. Finalmente, la capacidad 
resolutiva, es dedicar tiempo a atender las necesidades 
físicas y emocionales de otros miembros de la familia. 
Esta escala consta de 5 ítems, con puntuaciones de 0 a 2. 
Los puntajes totales pueden oscilar entre 0 y 10; a mayor 
puntaje mejor funcionalidad familiar. Una puntación total 
entre 0 y 3 indica disfunción severa; entre 4 y 6 disfunción 
moderada y entre 7 y 10 funcionalidad familiar. Este 
instrumento ha sido utilizado en una población de 
estudiantes de secundaria del estado de Nuevo León, 
reportando un Alpha de Cronbach de 0.78 (Alonso-
Castillo, Yáñez-Lozano & Armendáriz-García, 2017); en el 
presente estudio se presentó un Coeficiente de 
Confiabilidad de 0.82. 
Se aplicó el Cuestionario de Satisfacción Familiar (CSF) 
de Olson, Russell & Sprenkle (1983), que evalúa 
directamente a partir de 14 ítems la satisfacción de los 
miembros de la familia con respecto a las dimensiones de 
cohesión y adaptabilidad con puntuaciones de 1 a 5. Las 
puntuaciones totales pueden oscilar de 5 a 70; 11 y 25 
indican una satisfacción muy baja; entre 26 y 36 baja; 37 
y 47 medio; 48 y 58 alto y entre 59 y 70 una satisfacción 
muy alta. La escala CSF pregunta directamente sobre el 
nivel de satisfacción con respecto al funcionamiento 
familiar, centrando el contenido de los ítems en aspectos 
que tienen que ver con la cohesión y la adaptabilidad. La 
cohesión es el grado de cercanía afectiva entre los 
miembros, y la adaptabilidad, el grado de flexibilidad del 
grupo familiar para cambiar la respuesta a situaciones 
internas o externas que acontecen con el tiempo. 
Este cuestionario evalúa dos dimensiones: 
Satisfacción con la cohesión familiar (ítems 1,3,5,7,9,11,13 
y 14) y Satisfacción con la adaptabilidad familiar (ítems 
2,4,6,8,10,12). El alpha de Cronbach de la escala global es 
de .87, y para cada una de las escalas es de 0.78 
vinculación emocional y 0.77 flexibilidad. Esta escala con 
puntuaciones de 0 a 2. 
La dimensión cohesión asume cinco niveles, desde 
cohesión extremadamente baja hasta extremadamente 
alta (Muy baja, Baja, Media, Alta y Muy alta), lo que 
permite tipificar cuatro categorías de grupos familiares: 
1. Grupo desligado (familias con extrema separación 
emocional, pobre afectividad entre los miembros y 
FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES 
 
Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 199 
 
lealtad, compromiso e intercambio de actividades e 
intereses en un nivel mínimo o inexistente; 2. Grupo 
separado (familia con separación emocional 
caracterizada por una pobre cercanía afectiva, bajo nivel 
de lealtad, individualismo en la toma de decisiones y en 
los intereses de las actividades recreativas; 3. Grupo 
conectado corresponde al nivel Medio y Alto (familia con 
apreciables cercanía y lealtad emocional, incluso entre 
padres e hijos, se respeta, la necesidad de los espacios 
individuales, se prefiere realizar de manera individual las 
actividades recreativas y toma de decisiones y 4. Grupo 
amalgamado (familias cuya cercanía y lealtad emocional 
es extremadamente exigida, con alta dependencia 
afectiva, no se permite la toma de decisiones y la 
realización de actividades de manera personal. Por su 
parte, la dimensión de adaptabilidad también varía desde 
niveles extremadamente bajos hasta extremadamente 
altos (Muy baja, Baja, Media, Alta y Muy alta, lo que 
también permite tipificar cuatro categorías: 1. Grupo 
rígido (familias autoritarias, con fuerte control de los roles 
paternos la disciplina es rígida y severa; 2. Grupo 
estructurado (familia que oscila entre el liderazgo 
autoritario y el democrático, la disciplina y las reglas 
existen, pero están no suelen cumplirse y aquélla es poco 
severa; 3. Grupo flexible pertenece al nivel Medio y alto 
(liderazgo habitualmente democrático la disciplina no es 
severa en lo absoluto y las reglas pueden cambiar, los 
padres, sin embargo, son quien toman las decisiones y 4. 
Grupo caótico (familia con liderazgo muy limitado, los 
roles ni las reglas son estables y claras, o cuando lo son, 
se incumplen constantemente, las decisiones parentales 
son impulsivas (Olson, Russell & Sprenkle, 1983). 
Para medir el tipo de consumo de Alcohol se aplicó 
el Cuestionario de Identificación de los Desórdenes por uso 
de Alcohol (AUDIT); este cuestionario fue desarrollado por 
la OMS y adaptado en México por (De la Fuente & 
Kershenobich, 1992). Dicho instrumento está compuesto 
por 10 ítems de opción múltiple que examinan el 
consumo de alcohol. Los reactivos del AUDIT permiten 
conocer los patrones de consumo de alcohol de las 
personas (consumo sensato, dependiente y dañino). Los 
reactivos 1 a 3 decretan la cantidad y frecuencia de 
consumo de alcohol y determinan el consumo sin riesgo 
o sensato; los reactivos 4 a 6 estipulan el consumo 
dependiente o de riesgo y los reactivos 7 a 10 permiten 
fijar el consumo perjudicial o dañino.La escala fluctúa de 
0 a 40 puntos, donde a mayor puntuación existe mayor 
consumo de alcohol. Los puntos de cohorte utilizados 
para establecer el tipo de consumo de 1 a 3 se considera 
un consumo sensato, de 4 a 7 se considera un consumo 
dependiente y de 8 a 40 un consumo dañino. Este 
instrumento ha sido utilizado en una población de 
estudiantes de educación media superior del estado de 
México, reportando un Alpha de Cronbach de 0.82 (Pérez 
& Lucio-Gómez, 2010); en el presente estudio se presentó 
un Coeficiente de Confiabilidad de 0.80. 
En la Escala de Dependencia a la Nicotina Fagerstrom, 
instrumento desarrollado por Karl O. Fagerstrom en 
1999, se contemplan 6 interrogantes que miden la 
dependencia a la nicotina. La primer pregunta indaga el 
tiempo que transcurre habitualmente desde que se 
levanta hasta que fuma su primer cigarrillo; esta 
pregunta tiene un puntaje de uno a cinco donde 1= 5 min, 
y 5= Más de 60 min. El segundo reactivo analiza si es difícil 
para la persona no fumar en lugares donde está 
prohibido, con respuesta dicotómica 1= sí, 2= no. El tercer 
reactivo pregunta sobre el cigarro que es más difícil de 
omitir, con puntaje de 1 “al primero de la mañana” y un 
valor de 0 a “otro”. En el cuarto reactivo se valora la 
cantidad de cigarros que fuma al día con un puntaje que 
va desde 0= Menos de 10, a 3= 31 o más. Se pregunta si 
la persona fuma más cigarros durante la primera parte 
del día que durante el resto, con repuesta dicotómica 0= 
no y 1= sí, finalmente se examina si fuma cuando está 
enfermo y/o en cama, con un valor de 1 a sí y un valor de 
0 a la respuesta no. Para valorar globalmente los 
resultados, las puntuaciones inferiores o iguales a 4 
indican una dependencia leve o baja; si la puntuación es 
de 5 y 6 la adicción es moderada o media y si el resultado 
es superior a 7 puntos, la dependencia es alta o elevada. 
Procedimiento 
Para la realización del presente estudio se solicitó 
autorización por escrito a la autoridad de la secundaria 
pública. La selección de los participantes fue aleatorio 
estratificado. A los participantes se les entregó un 
consentimiento informado para padres con el objetivo de 
que estos autorizaran la participación de su hijo (a) en el 
estudio, y un asentimiento informado para el adolescente 
a fin de que el participante firmará en caso de desear 
formar parte del estudio. 
Análisis de datos 
Para el análisis de los datos se utilizó el paquete 
estadístico Statistical Package for the Social Sciences 
YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 
 
 200 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 
 
(SPSS) versión 22 para Windows. Se empleó estadística 
descriptiva e inferencial. La estadística descriptiva 
permitió conocer las características de los participantes 
del estudio; posteriormente se utilizó la prueba de 
normalidad Kolmogorov-Smirnov con corrección de 
Lilliefors para decidir el uso de pruebas paramétricas o 
no paramétricas; en virtud de que las variables numéricas 
no mostraron distribución normal se decidió utilizar el 
Coeficiente de Correlación de Spearman y por último, se 
aplicó un Modelo de Regresión Lineal Múltiple para 
verificar la posible relación entre las variables 
satisfacción, funcionalidad familiar y consumo de alcohol 
y tabaco en los adolescentes. 
Consideraciones éticas 
El estudio cumplió con el reglamento de la Ley 
General de Salud en Materia de Investigación de México 
(Secretaría de Salud [SSA], 1987), para garantizar la 
dignidad y el bienestar de los participantes en la 
investigación. Aunado a lo anterior una vez que fue 
aprobada la investigación por las Comisiones de Ética y 
de Investigación se acudió a solicitar la autorización de la 
institución educativa donde se realizó el estudio, así como 
la autorización de los padres de familia, además que 
incluye la participación voluntaria, confidencialidad de la 
información, consentimiento informado por parte del 
alumno y padre o tutor. 
 
RESULTADOS 
Los resultados obtenidos muestran que los 
participantes tienen un promedio de edad de 12.97 años 
(DS=0.96), el género que predomino fue el masculino con 
55.6%, así mismo se observó que la mayoría de los 
alumnos de secundaria que participaron en el estudio 
(35.7%) pertenecían al segundo año de secundaria, 
seguido por los participantes de primer año (35.1%) y 
posteriormente los de tercer año (29.2%). En cuanto a los 
adolescentes que viven con sus padres, el (67.8%) vive 
con ambos y tan solo el (24.6%) vive con su madre. 
En la Tabla 1, se presenta la prevalencia del 
consumo de alcohol en donde se muestra que la 
prevalencia algunas vez en la vida fue 61.4%, IC 95% (54-
69), prevalencia lápsica 43.9%, IC 95% (36-51), respecto a 
la prevalencia en el último mes se obtuvo un 32.7%, IC 
95% (26-40) y la última semana fue de 16.4%, IC 95% (11-
22). Por otro lado se identificó que la edad de inicio en el 
consumo de alcohol reportado por los participantes fue 
en promedio 10.39 años (DS= 1.1) y la bebida alcohólica 
que reportaron con mayor preferencia es la cerveza 
(44.5%). 
En cuanto a la prevalencia del consumo de tabaco alguna 
vez en la vida (Tabla 1) fue de 9.4%, IC 95% (5-14), en el 
último año fue 8.8%, IC 95% (4-13), la prevalencia en el 
último mes fue de 5.8% IC 95% (2-9), y en los últimos siete 
días 2.9%, IC 95 (0-5). Además, se identificó la edad de 
inicio del consumo de tabaco de los adolescentes con un 
promedio de 12.19 años (DS=1.5) y el promedio de 
numero de cigarrillos que consumen en dio típico fue de 
1.71 (DS=0.8). 
Tabla 1. Prevalencia de consumo de alcohol y tabaco 
Consumo de Alcohol Si No IC 95% 
f % f % LI LS 
Alguna vez en la vida 105 61.4 66 38.6 .54 .69 
En el último año 75 43.9 96 56.1 .36 .51 
En el último mes 56 32.7 115 67.3 .26 .40 
En la última semana 28 16.4 143 83.6 .11 .22 
Consumo de Tabaco Si No IC 95% 
f % f % LI LS 
Alguna vez en la vida 16 9.4 155 90.6 .05 .14 
En el último año 15 8.8 156 91.2 .04 .13 
En el último mes 10 5.8 161 94.2 .02 .09 
En la última semana 5 2.9 166 97.1 .00 .05 
Nota: f=frecuencias, %=porcentajes, IC= Intervalo de Confianza, LI=Límite 
inferior, LS=Límite superior, n=171 
En relación al tipo de consumo de alcohol por parte 
de los adolescentes se identificó que el 45.9% de estos 
presentó consumo perjudicial, seguido por el 32.4% 
quienes presentaron consumo dependiente y un 21.6% 
presentaron consumo sensato. Asimismo, en el consumo 
de tabaco el (66.7%) tiene una adicción moderada y el 
(33.3%) una dependencia alta. 
En lo concerniente al funcionamiento familiar, en la 
Tabla 2 se puede observar que el 39.2% tiene una 
disfunción severa, seguido de una disfunción moderada 
con 25.1% y tan solo el 35.7% de los participantes tiene 
una funcionalidad familiar sana. 
 
 
FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES 
 
Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 201 
 
Tabla 2. Nivel de Funcionalidad familiar en los participantes 
Funcionalidad familiar f % 
Disfunción severa 67 39.2 
Disfunción moderada 43 25.1 
Funcionalidad familiar 61 35.7 
Nota: ƒ = frecuencia, % = porcentaje; n=171 
El nivel de cohesión familiar que presentaron los 
adolescentes de secundaria se obtuvo que el 4.7% 
presenta una cohesión familiar muy baja perteneciente al 
grupo desligado (en donde las familias presentan 
extrema separación emocional, pobre afectividad entre 
los miembros y lealtad, y existe un compromiso e 
intercambio de actividades e intereses en un nivel 
mínimo o inexistente; el 7.6% obtuvo una cohesión 
familiar baja correspondiente al grupo separado, la 
familia presenta separación emocional caracterizada por 
una pobre cercanía afectiva, bajo nivel de lealtad, 
individualismo en la toma de decisiones y en los intereses 
de las actividades recreativas; la cohesión familiar media 
y alta se encontró con un 26.9% y 35.7%respectivamente 
correspondiente al grupo conectado donde las familias se 
encuentran con aprecio, cercanía y lealtad emocional, 
incluso entre padres e hijos, se respeta, la necesidad de 
los espacios individuales, se prefiere realizar de manera 
individual las actividades recreativas y toma de 
decisiones y finalmente el 25.1% presenta una cohesión 
familiar muy alta formando parte del grupo amalgamado; 
haciendo referencia a familias cuyas cercanía y lealtad 
emocional es extremadamente exigida, con alta 
dependencia afectiva, no se permite la toma de 
decisiones y la realización de actividades de manera 
personal. 
Respecto a la adaptabilidad familiar se obtuvo que 
el 1.2% presento una adaptabilidad muy baja que 
corresponde al grupo rígido en donde las familias son 
autoritarias, con fuerte control de los roles paternos, la 
disciplina es rígida y severa; el 10.5% presenta una 
adaptabilidad baja se integran en el grupo estructurado 
en donde las familias presentan liderazgo autoritario y el 
democrático, la disciplina y las reglas existen, pero están 
no suelen cumplirse y aquella es poco severa. En cuanto 
a la adaptabilidad media fue 25.7% y la adaptabilidad alta 
fue 39.2% respectivamente los cuales se integran en el 
grupo flexible en donde las familias muestran un 
liderazgo habitualmente democrático la disciplina no es 
severa en los absoluto y las reglas pueden cambiar, sin 
embargo los padres son quienes toman las decisiones y 
finalmente el 23.4% presento una adaptabilidad muy alta 
el cual pertenece al grupo caótico donde las familias 
tienen un liderazgo muy limitado, los roles ni las reglas 
son estables y claras o cuando lo son, no se llevan a cabo 
y las decisiones parentales son impulsivas (Tabla 3). 
 
Tabla 3. Nivel de satisfacción, Cohesión y Adaptabilidad familiar en los adolescentes 
Variables Muy Bajo Bajo Medio Alto Muy alto 
f % f % f % f % f % 
Satisfacción familiar 3 1.8 14 8.2 43 25.1 66 38.6 45 26.3 
Cohesión familiar 8 4.7 13 7.6 46 26.9 61 35.7 43 25.1 
Adaptabilidad familiar 2 1.2 18 10.5 44 25.7 67 39.2 40 23.4 
Nota: ƒ = frecuencia, % = porcentaje; n=171 
En lo que respecta a la relación que existe entre el 
funcionamiento familiar y el consumo de alcohol y tabaco 
de los adolescentes, se encontró una relación negativa y 
significativa entre el funcionamiento familiar (índice 
APGAR) con el consumo de alcohol (puntaje AUDIT) (rs=-
.241, p=.039); esto indica que a mayor consumo alcohol 
menor es la funcionalidad familiar que perciben los 
adolescentes. No obstante no se observó una relación 
significativa entre el funcionamiento familiar y el 
consumo de tabaco ((rs=-.094, p=.739). 
Finalmente, para analizar el efecto del 
funcionamiento familiar sobre el consumo de alcohol se 
desarrolló un Modelo de Regresión Lineal Múltiple (Tabla 
4) para las variables funcionamiento familiar, cohesión 
familiar y la adaptabilidad familiar, como variables 
independientes del consumo de alcohol para determinar 
el efecto sobre el consumo de alcohol donde se identificó 
que el Modelo es significativo (p=.027, f=3.23, gl=3) con un 
8.5% de la varianza explicada por el consumo de alcohol. 
Las variables que mantienen su efecto son la 
YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 
 
 202 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 
 
funcionalidad familiar (B=-.087, DE=.031, t=-2.802, 
p=.007) y la cohesión familiar (B= -.051, DE=.024, t=-2.136, 
p=.036). Cabe mencionar que la funcionalidad familiar no 
tuvo ningún efecto significativo sobre el consumo de 
tabaco. 
Tabla 4. Modelo de Regresión Lineal Múltiple para funcionamiento familiar y satisfacción familiar sobre el consumo de alcohol 
 Suma de cuadrados gl Cuadrado medio F P R2 
Regresión 5.430 3 1.810 3.233 .027 8.5% 
Residual 38.625 69 .560 
Total 44.055 72 
Variables 
Coeficiente no estandarizados Coeficiente tipificado 
T p 
B DE B 
Índice de APGAR -.087 .031 -.337 -2.802 .007 
Índice de Cohesión -.051 .024 -.433 -2.136 .036 
Índice adaptabilidad .054 .034 .320 1.588 .117 
Nota: gl=grados de libertad, f=fuerza, p=significancia, R2=varianza explicada 
 
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 
Con respecto a las prevalencia de consumo de 
alcohol, más de la mitad de los adolescentes ha 
consumido alguna vez en la vida, con una edad promedio 
de inicio de consumo de 10 años y la cerveza como su 
bebida de preferencia. Este estudio difiere con Alonso-
Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García (2017), ya 
que la edad de inicio de consumo de alcohol reportado 
en su estudio fue de 11 años. Este aumento se le puede 
atribuir a que el alcohol es considerada como la droga de 
inicio en los jóvenes de más fácil acceso y menor costo, 
así como también es socialmente aceptada entre la 
población mexicana por lo que el inicio del consumo se 
presenta cada vez más a edades tempranas. En relación 
al tipo de consumo de alcohol por parte de los 
adolescentes, se identificó que más de la mitad presentan 
un consumo perjudicial y dependiente. Esto es similar a 
lo reportado por Villareal-González, Sánchez-Sosa, Musitu 
y Varela (2010), ya que refieren en su estudio que más del 
60% de los adolescentes ingieren alcohol. Los hallazgos 
anteriores puede deberse a que el empleo del alcohol se 
observa cada vez a edades más tempranas, donde la 
utilización se presenta en mayor cantidad por ocasión; 
por lo que se puede decir que a menor edad de inicio de 
consumo de alcohol mayor el riesgo de uso de manera 
excesiva y dañina. 
Asimismo, menos del 10% de los adolescentes ha 
consumido tabaco alguna vez en la vida y la edad de inicio 
de consumo es de12 años de edad. Esto difiere del 
estudio realizado por Alamilla-González et al, (2017) en 
estudiantes de preparatoria, ya que encontraron que 
más de la mitad de los participantes presenta consumo 
de tabaco alguna vez en la vida. Esto pudiera explicarse, 
debido en que en el Estado de Tabasco, México el 
consumo se presenta a mayor edad con un promedio de 
inicio de consumo de 19 años, asimismo en uno de los 
tres estados con menor prevalencia de tabaquismo de la 
República Mexicana. (ENCODAT, 2016). 
En lo que respecta al tabaco, tan solo el 10% de los 
adolescentes presenta una adicción moderada y una alta 
dependencia al tabaco. Esto puede deberse, a que la 
nicotina es considerada un estimulante que genera 
dependencia hacia el tabaco; tiene efectos nocivos sobre 
el sistema respiratorio. Muchos de los adolescentes 
inician el consumo de un cigarrillo por curiosidad y 
aceptación en su grupo de pares. Asimismo la 
disminución del consumo de tabaco, puede deberse a 
que más del 71.1% de los fumadores actuales, están 
interesados en dejar de fumar; entre los que intentaron 
en dejar de fumar, el 7.7% recurrió al uso de 
farmacoterapia y el 6.8% se apoyó en la 
asesoría/consejería con un profesional de la salud 
(ENCODAT, 2016). 
En lo concerniente a la funcionalidad familiar, más 
de la mitad de los adolescentes presenta una disfunción 
moderada y severa. Esto es similar a lo reportado por 
Vélez y Bentancurth (2014) donde refieren en su estudio 
que más del 60% de los participantes tienen una 
disfunción familiar y tan solo el 40% tiene una buena 
funcionalidad familiar. Esto puede deberse, a que 
FUNCIONALIDAD Y SATISFACCIÓN FAMILIAR EN EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO EN LOS ADOLESCENTES 
 
Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 203 
 
muchas veces este funcionamiento puede verse afectado 
por algunas situaciones o factores estresantes que se 
presenten a lo largo del ciclo evolutivo de la familia, como 
en el caso del consumo de alcohol y tabaco. En este 
sentido, está ampliamente contrastado que la calidad de 
las relaciones familiares es crucial para determinar la 
competencia y confianza con la que el adolescente 
afronta el periodo de transición de la infancia a la edad 
adulta; estas relaciones influyen en cómo los jóvenes 
negocianlas principales tareas de la adolescencia 
(adquisición de la identidad y autonomía), la medida en 
que se encuentran implicados en problemas 
comportamentales generalmente asociados a este 
periodo (conductas de riesgo como el consumo de 
sustancias) y la habilidad de establecer relaciones íntimas 
significativas y duraderas fuera del contexto familiar 
(Jiménez, Musito & Murgui, 2006). 
Cuando en una familia existe una disfuncionalidad 
da la pauta para generar problemas socioemocionales y 
de salud en el adolescente, por lo cual un entorno familiar 
problemático expone al adolescente a dificultades 
psicológicas que pueden ser expuestas en su perspectiva, 
ya que la mayor parte de ellos genera un vínculo de 
separación entre sus padres, logrando establecer 
mayores lazos con las personas como sus amigos 
quienes forman parte de su mundo, y en los que pueden 
tener mayor confianza y seguridad exponiendo a riesgos 
de salud tales como el inicio de sustancias como el 
alcohol y tabaco (Trujillo, Vázquez & Córdova, 2017). 
Asimismo, en la dimensión de cohesión se encontró 
que la mayoría de los adolescentes pertenecen al grupo 
conectado (media y alta) donde las familias se encuentran 
con aprecio, cercanía y lealtad emocional, incluso entre 
padres e hijos, se respeta, la necesidad de los espacios 
individuales, se prefiere realizar de manera individual las 
actividades recreativas y toma de decisiones. Asimismo, 
cabe resaltar que más del 20% presenta una cohesión 
familiar muy alta formando parte del grupo amalgamado; 
haciendo referencia a familias cuyas cercanía y lealtad 
emocional es extremadamente exigida, con alta 
dependencia afectiva, no se permite la toma de 
decisiones y la realización de actividades de manera 
personal. Esto difiere del estudio realizado por Ruíz, 
Hernández, Mayrén & Vargas (2014), ya que encontraron 
que los adolescentes presentaban baja cohesión familiar; 
perciben que en sus familias, cada integrante está más 
orientado a conseguir sus propios intereses, se organizan 
y buscan la obtención de logros; pero, presentan 
conflictos familiares; consideran que en su familia existe 
poco soporte afectivo y escasas actividades de desarrollo 
compartidas entre sus miembros. Esto ocasiona la 
separación personal del adolescente, pues su familia no 
le brinda el soporte emocional y, en consecuencia, el 
adolescente carece de autoestima y se expone a 
situaciones de riesgo, como el consumo de drogas 
(Muñoz, Pinto, Callata, Napa & Perales, 2006). 
En lo que respecta a la adaptabilidad familiar se 
encontró que conciernen al grupo flexible (media y alta) 
en donde las familias muestran un liderazgo 
habitualmente democrático, la disciplina no es severa en 
y las reglas pueden cambiar, sin embargo los padres son 
quienes toman las decisiones. Cabe mencionar que 
23.4% presento una adaptabilidad muy alta el cual 
pertenece al grupo caótico donde las familias tienen un 
liderazgo muy limitado, los roles ni las reglas son estables 
y claras o cuando lo son, no se llevan a cabo y las 
decisiones parentales son impulsivas. La adaptabilidad 
alta afecta la dinámica familiar y la posibilidad de que en 
las familias de los adolescentes, los roles en el hogar no 
sean claros, no se cumplan de forma efectiva, que los 
padres no tengan autoridad ni liderazgo en su dinámica 
familiar, causando frecuentes cambios en las reglas, y 
que las decisiones parentales sean impulsivas; situación 
que se puede presentar debido a la ausencia de unos o 
ambos padres en el hogar por motivos laborales o 
fallecimiento, tal como lo señala Pinto et al, (2004). 
Además, se encontró una relación positiva y 
significativa entre la funcionalidad familiar y el consumo 
de alcohol en los adolescentes, similar a lo reportado por 
Alonso-Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-García 
(2017), resultados que corroboran que una familia 
funcional es protectora frente al consumo de alcohol en 
adolescentes. Las características positivas del 
funcionamiento familiar potencian y refuerzan la 
confianza en las decisiones tomadas por los 
adolescentes, siendo mejor la capacidad de discriminar 
situaciones de riesgo social y disminuyendo la 
vulnerabilidad al consumo de drogas. Cabe mencionar 
que los datos anteriores del funcionamiento familiar no 
saludable y con tendencia a la disfuncionalidad familiar 
que evidencian probablemente que los hogares no son 
armónicos debido a la carencia de manifestaciones de 
cariño, sumado a que los adolescentes perciben a sus 
familiares con cierta separación emocional, o que son 
YADIRA MATEO-CRISÓSTOMO, VALENTINA RIVAS-ACUÑA, MARIANA GONZÁLEZ-SUÁREZ, GRISELDA HERNÁNDEZ RAMÍREZ Y ARMINDA VICTORINO-BARRA 
 
 204 Health and Addictions, Vol. 18, No.2, 195-205 
 
sometidos a circunstancias adversas o situaciones 
estresantes, puede influir en la presencia de problemas 
emocionales y mentales trascendentales como los 
trastornos de conducta o consumo de alcohol y tabaco, 
entre otros (Ruiz & Andrade 2005). 
En este estudio se identificó un efecto de la 
funcionalidad familiar y la cohesión en relación con el 
consumo de alcohol, similar a lo reportado en otros 
estudios (Alonso-Castillo, Yañez-Lozano & Armendáriz-
García 2017) que encontraron que las variables que 
mantienen el efecto en el consumo de alcohol son el 
trabajo, estudiar, la edad de inicio, el consumo de alcohol 
y la funcionalidad familiar. Cuando la familia no se adapta 
a cambios generados por sus integrantes, cuando se 
generan conflictos en la funcionalidad familiar, cuando 
existen escasas muestras de cariño entre los mismos 
miembros y cuando no se respetan los espacios de cada 
integrante, puede desencadenar un consumo de 
sustancias en los adolescentes. En este caso la 
percepción que tiene el adolescente sobre la 
funcionalidad de su familia, influye en el inicio del 
consumo de alcohol, por lo que la dinámica familiar 
puede ser un factor de riesgo del inicio temprano del 
consumo de alcohol; asímismo el consumo de alcohol 
puede ser una forma de evadirse de la realidad que están 
viviendo en su familia (Obradors-Risa, Arisa & Muntaner, 
2014; Ohannessian et al. 2016). 
En general, los resultados del presente estudio 
indican la importancia de la familia como fuente de apego 
y ayuda emocional durante la adolescencia, así como la 
importancia de contar con un contexto cohesionado 
moderado en el sistema familiar como condición para 
que la frecuencia de los conflictos con los padres no 
afecten de manera importante a la percepción de los 
adolescentes sobre la satisfacción de su vida con su 
familia. 
Se concluye que el consumo de alcohol ha tenido 
aumentos significativos en los adolescentes, además que 
la mayor parte de los participantes presenta un consumo 
dañino y dependiente; la edad de inicio de consumo está 
presentándose cada vez más a edades mucho más 
tempranas, lo cual implica un mayor riesgo de salud de 
esta población tan vulnerable. En lo que corresponde al 
consumo de tabaco se encontró que este consumo se 
presenta a mayor edad; siendo un factor de riesgo para 
la población adulta; asímismo se encontró que una 
minoría de los participantes del estudio presentaba una 
adicción moderada-alta a la dependencia del tabaco, 
considerando con ello enfermedades complejas para la 
salud del adolescente. 
 En cuanto a la funcionalidad familiar se encontró 
que existe una disfunción moderada y severa, lo cual 
puede contribuir a generar susceptibilidad en el 
desarrollo físico, psicológico y social en el adolescente. 
Asimismo, en lo que concierne a la satisfacción familiar 
(cohesión y adaptabilidad familiar), la mayor parte de los 
adolescentes refieren una media y alta satisfacción; es 
decir pertenecen al grupo conectado donde encuentran 
aprecio, cercanía y lealtad emocional, incluso entre 
padres e hijos, se respeta, la necesidad de los espacios 
individuales. En lo que respecta a la adaptabilidad, la 
mayoría de los adolescentes presentaron una media y 
alta satisfacción; se encontróque conciernen al grupo 
flexible en donde las familias muestran un liderazgo 
habitualmente democrático, la disciplina no es severa en 
y las reglas pueden cambiar, sin embargo los padres son 
quienes toman las decisiones. 
 Además se encontró una relación positiva y 
significativa de la funcionalidad familiar con el consumo 
de alcohol; el aumento de la cohesión familiar unido a la 
funcionalidad familiar predice un incremento en la 
satisfacción familiar de los adolescentes y viceversa, una 
disminución de la funcionalidad y cohesión familiar 
pueden predecir la disminución de satisfacción familiar, 
que conlleva como resultado el consumo de alcohol en 
los adolescentes. 
 
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