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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS MATERIA: FISIOLOGÍA II PROFESOR: DRA. VERÓNICA ARIAS TEMAS: 1. PRINCIPIOS GENERALES DE LA FUNCIÓN GASTROINTESTINAL 2. FUNCIONES SECRETORAS DEL TUBO DIGESTIVO ESTUDIANTES: • NARCISA LIZBETH HERRERA ANDRADE • DANIELLE ABRIL CONCARI DÍAZ • SCARLET VIVIANA LAVID SANDOVAL • MARÍA DE LOS ÁNGELES PEÑAFIEL MOLINA • VICTOR LITUMA SALINAS • EDISON SAHIT MONTESDECA MARTINEZ 2023 – 2024 CI PRINCIPIOS GENERALES DE LA FUNCIÓN GASTROINTESTINAL La función gastrointestinal se refiere al proceso de digestión y absorción de los alimentos que ocurre en el tracto gastrointestinal, que incluye la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Los principales principios generales de la función gastrointestinal son los siguientes: 1. Motilidad: El tracto gastrointestinal cuenta con una serie de movimientos musculares coordinados que permiten el paso de los alimentos a lo largo del sistema digestivo. Estos movimientos incluyen la contracción y relajación de los músculos lisos de la pared del tracto gastrointestinal, que ayudan a mezclar y propulsar los alimentos. 2. Secreción: Durante la digestión, las glándulas presentes en el tracto gastrointestinal secretan una variedad de sustancias, como enzimas digestivas, ácido clorhídrico y moco. Estas secreciones ayudan en la descomposición de los alimentos, la neutralización del ácido estomacal y la protección de la mucosa gastrointestinal. 3. Digestión: La digestión es el proceso mediante el cual los alimentos se descomponen en componentes más pequeños que pueden ser absorbidos por el cuerpo. La digestión comienza en la boca, donde los alimentos se mastican y se mezclan con la saliva, que contiene enzimas digestivas. Luego, continúa en el estómago y el intestino delgado, donde las enzimas pancreáticas y las enzimas producidas por la mucosa intestinal descomponen los carbohidratos, las proteínas y las grasas en nutrientes más simples. 4. Absorción: La absorción es el proceso mediante el cual los nutrientes y otras sustancias son absorbidos desde el tracto gastrointestinal hacia el torrente sanguíneo o el sistema linfático. La mayoría de la absorción tiene lugar en el intestino delgado, donde las células de la mucosa intestinal tienen proyecciones llamadas vellosidades que aumentan la superficie de absorción. Los nutrientes, como los carbohidratos, las proteínas, los lípidos y los electrolitos, se transportan a través de las células de la mucosa y entran en la circulación sistémica. 5. Excreción: Después de la absorción de los nutrientes, los residuos no digeridos, como las fibras y otros materiales no absorbibles, continúan hacia el intestino grueso. El intestino grueso absorbe agua y electrolitos, y ayuda a formar las heces. Finalmente, las heces se eliminan del cuerpo a través del recto y el ano en el proceso de defecación. Estos principios generales de la función gastrointestinal trabajan en conjunto para permitir la adecuada digestión, absorción y eliminación de los alimentos, y son esenciales para mantener un equilibrio nutricional y un funcionamiento saludable del organismo. Figura 1 Aparato digestivo PRINCIPIOS GENERALES DE LA MOTILIDAD GASTROINTESTINAL Anatomía fisiológica de la pared gastrointestinal La pared intestinal, formada de fuera a dentro por las capas siguientes: 1) serosa; 2) capa muscular lisa longitudinal; 3) capa muscular lisa circular; 4) submucosa, y 5) mucosa. Además, la zona profunda de la mucosa contiene haces dispersos de fibras de músculo liso, la muscularis mucosae. Las funciones motoras gastrointestinales dependen de sus distintas capas de músculo liso. Figura 2 Corte transversal del intestino. El músculo liso gastrointestinal funciona como un sincitío. Cada una de las fibras del músculo liso del tubo digestivo mide de 200 a 500 um de longitud y de 2 a 10 um de diámetro. Todas ellas se disponen en haces, formados por hasta 1.000 fibras paralelas. Cada haz de fibras musculares lisas se encuentra separado en parte del siguiente por tejido conjuntivo laxo, pero los haces se fusionan entre ellos en muchos puntos, de modo que, en realidad, cada capa muscular representa una trama ramificada de haces de músculo liso. Además existen unas pocas conexiones entre las capas musculares longitudinal y circular, por lo que la excitación de una de ellas suele estimular también la otra. Actividad eléctrica del músculo liso gastrointestinal El músculo liso gastrointestinal se excita por la actividad eléctrica intrínseca lenta y casi continua que recorre las membranas de las fibras musculares. Esta actividad posee dos tipos básicos de ondas eléctricas: 1) ondas lentas y 2) espigas. Además, el voltaje del potencial de membrana en reposo del músculo liso gastrointestinal se puede modificar a distintas medidas, hecho de enorme repercusión para el control de la actividad m otora del tubo digestivo. Ondas lentas: Casi todas las contracciones gastrointestinales son rítmicas y este ritmo está determinado fundamentalmente por la frecuencia de las llamadas «ondas lentas» del potencial de membrana del músculo liso. En general, las ondas lentas no inducen por sí mismas contracciones musculares en la mayor parte del tubo digestivo, salvo quizá en el estómago. Su función principal consiste en controlar la aparición de los potenciales intermitentes en espiga que, a su vez, producen la contracción muscular. Potenciales en espiga: Los potenciales en espiga son verdaderos potenciales de acción. Se generan automáticamente cuando el potencial de reposo de la membrana del músculo liso gastrointestinal alcanza un valor más positivo que -4 0 mV (el potencial normal en reposo de la membrana de las fibras del músculo liso gastrointestinal varía de -5 0 a - 6 0 mV). Los potenciales en espiga del músculo gastrointestinal duran de 10 a 40 veces más que los potenciales de acción de las grandes fibras nerviosas y cada espiga llega a prolongarse de 10 a 20 ms. Otra diferencia esencial entre los potenciales de acción del músculo liso gastrointestinal y los de las fibras nerviosas es la forma en que se generan. En las fibras nerviosas, los potenciales de acción se deben casi por completo a la entrada rápida de iones sodio al interior de las fibras a través de los canales de sodio. Los principios generales de la motilidad gastrointestinal se refieren a los patrones de movimiento muscular que ocurren a lo largo del tracto gastrointestinal para propulsar los alimentos, mezclarlos y facilitar su digestión. Estos principios incluyen: 1. Peristalsis: La peristalsis es un movimiento muscular ondulatorio y rítmico que impulsa los alimentos a través del tracto gastrointestinal. Consiste en contracciones musculares coordinadas que ocurren en forma de ondas. Las contracciones detrás del alimento empujan hacia adelante, mientras que las contracciones delante del alimento se relajan, permitiendo el avance del bolo alimenticio. 2. Segmentación: La segmentación es un tipo de movimiento contráctil que ocurre principalmente en el intestino delgado. Consiste en contracciones locales y rítmicas de los músculos circulares de la pared intestinal. Estas contracciones dividen y mezclan el bolo alimenticio, facilitando la exposición de los alimentos a las enzimas digestivas y promoviendo una mayor absorción de nutrientes. 3. Relajación receptiva: Antes de que los alimentos lleguen a una determinada porción del tracto gastrointestinal, las estructuras musculares se relajan para permitir la entrada y el almacenamiento adecuado del alimento. Un ejemplo de esto es la relajación del esfínter esofágico inferior (EEI) durante la deglución, que permite el paso del alimento desde el esófago hacia el estómago. 4. Contracciones tónicas y fásicas: Además de los movimientos rítmicos de peristalsis y segmentación,el tracto gastrointestinal también exhibe contracciones tónicas y fásicas. Las contracciones tónicas son contracciones musculares sostenidas que ayudan a mantener la presión y el tono muscular en ciertas áreas, como el esfínter esofágico superior y el esfínter anal interno. Las contracciones fásicas son contracciones musculares más intensas y coordinadas que se producen en ciertos segmentos del intestino para facilitar el movimiento y la mezcla de los alimentos. 5. Coordinación neurohumoral: El sistema nervioso entérico, que es a menudo llamado el "segundo cerebro", es responsable de la regulación de la motilidad gastrointestinal. Este sistema incluye una red compleja de neuronas que se extiende a lo largo del tracto gastrointestinal y coordina los movimientos musculares. Además, las señales hormonales y neurotransmisores también influyen en la motilidad gastrointestinal, regulando la frecuencia y la intensidad de las contracciones musculares. Estos principios generales de la motilidad gastrointestinal aseguran un adecuado avance de los alimentos a través del tracto digestivo, facilitando la digestión, la absorción de nutrientes y la eliminación de los desechos. La coordinación precisa de estos movimientos es esencial para un funcionamiento saludable del sistema gastrointestinal. CONTROL NERVIOSO DE LA FUNCIÓN GASTROINTESTINAL El control nervioso de la función gastrointestinal se lleva a cabo principalmente a través del sistema nervioso entérico y el sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso entérico es una red compleja de neuronas que se encuentra en la pared del tracto gastrointestinal. Se extiende desde el esófago hasta el ano y tiene la capacidad de controlar la función gastrointestinal de manera autónoma. El plexo mientérico regula la motilidad gastrointestinal, coordinando las contracciones musculares para propulsar el alimento a lo largo del tracto, mientras que el plexo submucoso controla la secreción de enzimas, hormonas y fluidos hacia la luz gastrointestinal. El sistema nervioso autónomo, compuesto por el sistema nervioso simpático y parasimpático, también desempeña un papel importante en el control de la función gastrointestinal. El sistema nervioso simpático tiende a inhibir la actividad gastrointestinal y se activa en situaciones de estrés o "lucha o huida". Por otro lado, el sistema nervioso parasimpático estimula la actividad gastrointestinal y se activa durante el estado de relajación y digestión. Estos sistemas nerviosos trabajan en conjunto para regular la motilidad gastrointestinal, la secreción de enzimas y hormonas, así como la circulación sanguínea en el tracto gastrointestinal. El equilibrio entre la actividad simpática y parasimpática es fundamental para mantener un funcionamiento adecuado del sistema digestivo. INERVACIÓN INTRÍNSECA: PLEXOS MIENTÉRICO El plexo mientérico es parte del sistema nervioso entérico y desempeña un papel clave en la inervación intrínseca del tracto gastrointestinal. También conocido como el plexo de Auerbach, se encuentra entre las capas musculares longitudinales y circulares de la pared del tracto gastrointestinal. El plexo mientérico está compuesto por una red de neuronas que se extienden a lo largo de todo el tracto gastrointestinal, desde el esófago hasta el ano. Estas neuronas son responsables de regular la motilidad gastrointestinal, coordinando las contracciones musculares necesarias para el movimiento y la propulsión de los alimentos a través del sistema digestivo. Las neuronas del plexo mientérico reciben información sensorial de las células de la mucosa intestinal, que detectan la presencia de alimentos y otras sustancias en el lumen gastrointestinal. Estas señales sensoriales se integran en el plexo mientérico y generan respuestas motoras adecuadas para la contracción y relajación coordinada de los músculos intestinales. Además, el plexo mientérico también se comunica con el sistema nervioso parasimpático y simpático a través de conexiones sinápticas. Esta interacción permite la regulación precisa y coordinada de la función gastrointestinal por parte del sistema nervioso central y el sistema nervioso entérico. En resumen, el plexo mientérico, o plexo de Auerbach, es un componente clave del sistema nervioso entérico que controla la motilidad gastrointestinal. Sus neuronas coordinan las contracciones musculares necesarias para propulsar los alimentos a lo largo del tracto digestivo, respondiendo a señales sensoriales y comunicándose con los sistemas nerviosos parasimpático y simpático para una regulación precisa y coordinada del sistema gastrointestinal. TIPOS FUNCIONALES DE MOVIMIENTO DEL TUBO DIGESTIVO descripción general de los tipos funcionales de movimientos del tubo digestivo, que son ampliamente aceptados en la fisiología. Estos movimientos son esenciales para el procesamiento y transporte de los alimentos a lo largo del sistema digestivo. Aquí tienes una breve explicación de los principales tipos funcionales de movimientos: Movimientos propulsivos: Movimientos propulsivos: Estos movimientos son responsables de impulsar el contenido del tubo digestivo en una dirección específica, permitiendo el avance de los alimentos a lo largo del sistema digestivo. El movimiento peristáltico es el ejemplo más destacado de un movimiento propulsivo. Consiste en contracciones rítmicas y coordinadas de los músculos circulares y longitudinales del tubo digestivo, que ayudan a empujar el alimento desde la boca hasta el ano. La peristalsis se produce en el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Movimientos de mezcla: Estos movimientos tienen lugar principalmente en el estómago e intestino delgado, y su objetivo es mezclar el contenido alimenticio con los jugos digestivos y facilitar la absorción de nutrientes. Un ejemplo de este tipo de movimiento es el movimiento de segmentación, en el cual los segmentos del tubo digestivo se contraen y relajan de forma alternada, mezclando el contenido y facilitando la absorción de nutrientes. Movimientos de retención: Estos movimientos ayudan a retener el contenido en una parte específica del tubo digestivo para permitir un procesamiento adecuado. Un ejemplo es el esfínter pilórico en la unión entre el estómago y el intestino delgado, que se cierra parcialmente para retener el quimo (mezcla de alimentos y jugos gástricos) en el estómago y permitir su adecuada digestión antes de pasar al intestino delgado. Es importante tener en cuenta que estos movimientos del tubo digestivo son regulados por una compleja interacción entre los músculos, los nervios y las hormonas. Además, existen variaciones específicas en los diferentes segmentos del sistema digestivo. Recuerda que esta es una descripción general de los tipos funcionales de movimientos del tubo digestivo y que te recomendaría consultar fuentes adicionales, como libros de fisiología o fuentes médicas confiables, para obtener información más detallada y específica sobre el tema. La peristalsis es una serie de contracciones musculares en forma ondulatoria que, cual banda transportadora, trasladan los alimentos a las diferentes estaciones de procesamiento del tracto digestivo. El proceso de peristalsis comienza en el esófago, cuando se traga un bolo alimenticio. Los fuertes movimientos ondulatorios del esófago llevan el alimento hasta el estómago, donde éste es triturado hasta convertirlo en una mezcla líquida llamada quimo. Luego, la peristalsis continúa en el intestino delgado. Tomemos una porción del intestino y ampliémosla para poder ver mejor los movimientos ondulatorios. La peristalsis mezcla y mueve el quimo de un lado a otro, permitiendo de esta manera que los nutrientes sean absorbidos por el torrente sanguíneo a través de las paredes del intestino delgado. La peristalsis concluye en el intestino grueso, en donde el agua de losalimentos no digeridos pasa al torrente sanguíneo. Finalmente, los desechos restantes son expulsados del cuerpo a través del recto y el ano. MASTICACION Y DEGLUCION La masticación y la deglución son dos procesos clave en la digestión de los alimentos. La masticación es el proceso de triturar y romper los alimentos mediante el uso de los dientes y los músculos de la mandíbula. Durante la masticación, los alimentos se mezclan con la saliva, que contiene enzimas como la amilasa salival que inician la descomposición de los carbohidratos. Además, la masticación ayuda a aumentar la superficie de los alimentos y los humedece con saliva, facilitando así su posterior deglución. Después de masticar adecuadamente, el siguiente paso es la deglución, que es el proceso de tragar los alimentos y líquidos para que pasen desde la boca hasta el esófago y, finalmente, al estómago. La deglución se divide en tres etapas: Etapa voluntaria o preparatoria: Es la fase inicial de la deglución y está bajo control consciente. Durante esta etapa, el bolo alimenticio formado en la boca se empuja hacia la parte posterior de la boca y se coloca en la parte superior de la lengua, lista para el siguiente paso. Etapa faríngea: Es la fase involuntaria de la deglución en la que el bolo alimenticio se mueve desde la parte posterior de la boca hacia la faringe. Se cierran las vías respiratorias para evitar que los alimentos o líquidos ingresen a los pulmones y se abre el esfínter esofágico superior para permitir el paso del bolo alimenticio hacia el esófago. Etapa esofágica: Después de pasar por la faringe, el bolo alimenticio se mueve a través del esófago hacia el estómago mediante contracciones musculares rítmicas conocidas como movimientos peristálticos. Estos movimientos coordinados empujan el bolo alimenticio hacia abajo y lo dirigen al estómago. Una vez que el bolo alimenticio llega al estómago, comienza la siguiente fase de la digestión. Allí, los jugos gástricos y las enzimas digestivas continúan descomponiendo los alimentos en sustancias más simples que serán absorbidas en el intestino delgado. En resumen, la masticación es el proceso de triturar los alimentos en la boca, mientras que la deglución es el proceso de tragar los alimentos para que pasen desde la boca al estómago. Ambos procesos son esenciales para una adecuada digestión y absorción de los nutrientes contenidos en los alimentos. Flujo sanguíneo gastrointestinal El flujo sanguíneo gastrointestinal es el suministro de sangre a los órganos del sistema digestivo, incluyendo el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el hígado. El sistema circulatorio provee un flujo constante de sangre a estos órganos para suministrarles oxígeno y nutrientes, así como para eliminar los productos de desecho. El flujo sanguíneo gastrointestinal está regulado por diversos mecanismos para adaptarse a las necesidades metabólicas cambiantes y las demandas funcionales de los órganos digestivos. Algunos factores que influyen en el flujo sanguíneo gastrointestinal incluyen: Regulación neural: El sistema nervioso autónomo tiene un papel importante en la regulación del flujo sanguíneo gastrointestinal. El sistema parasimpático, a través del nervio vago, aumenta el flujo sanguíneo al estimular la vasodilatación de los vasos sanguíneos. Por otro lado, el sistema simpático tiene efectos vasoconstrictores que pueden disminuir el flujo sanguíneo. Regulación hormonal: Varias hormonas, como la histamina, la gastrina y la secretina, pueden influir en la regulación del flujo sanguíneo gastrointestinal. Estas hormonas pueden actuar directamente sobre los vasos sanguíneos para inducir vasodilatación o vasoconstricción. • Regulación local: Los cambios locales en el ambiente digestivo también pueden afectar el flujo sanguíneo gastrointestinal. Por ejemplo, durante la digestión de los alimentos, se produce una vasodilatación local en los órganos digestivos para aumentar el suministro de sangre y facilitar la absorción de nutrientes. • Regulación hepática: El hígado es un órgano clave en el sistema digestivo y tiene una circulación sanguínea particularmente compleja. La sangre que proviene del intestino delgado pasa primero por el hígado a través de la vena porta hepática. El hígado regula el flujo sanguíneo a través de sus arterias hepáticas y las estructuras vasculares intrahepáticas. En general, el flujo sanguíneo gastrointestinal es relativamente alto en reposo y aumenta después de la ingesta de alimentos para satisfacer las necesidades metabólicas de la digestión y absorción. Sin embargo, el flujo sanguíneo puede redistribuirse en respuesta a otras demandas fisiológicas, como el ejercicio intenso o el estrés, lo que puede resultar en una disminución del flujo sanguíneo gastrointestinal en esos momentos. CIRCULACION ESPLENICA La circulación esplénica se refiere al flujo sanguíneo que se produce dentro del bazo. El bazo es un órgano situado en el lado izquierdo del abdomen, debajo de las costillas, y desempeña múltiples funciones en el sistema inmunológico, la filtración de la sangre y la producción de células sanguíneas. La circulación esplénica se caracteriza por dos componentes principales: • Arteria esplénica: La arteria esplénica es una rama de la arteria esplénica se origina directamente de la arteria celíaca, que es una de las principales arterias que se ramifican desde la aorta abdominal. La arteria esplénica suministra sangre oxigenada al bazo, llevando nutrientes y oxígeno a sus tejidos. • Circulación venosa: La sangre que fluye a través del bazo es recogida por las venas esplénicas, que se unen para formar la vena esplénica. La vena esplénica drena la sangre desoxigenada del bazo y se une con la vena mesentérica superior para formar la vena porta hepática. La sangre venosa del bazo pasa a través de la vena porta hacia el hígado, donde es filtrada y procesada antes de ser devuelta a la circulación sistémica. La circulación esplénica también está involucrada en la función inmunológica del bazo. El bazo contiene células inmunológicas, como linfocitos y macrófagos, que ayudan en la respuesta inmunitaria del organismo. Además, el bazo también actúa como un sitio de eliminación de eritrocitos envejecidos y desgastados, lo que contribuye al recambio sanguíneo. Es importante destacar que el bazo tiene la capacidad de almacenar una cantidad significativa de sangre, lo que le permite actuar como un reservorio en situaciones de necesidad, como la hipovolemia aguda. En estas circunstancias, el bazo puede contraerse y liberar una mayor cantidad de sangre al sistema circulatorio para mantener la perfusión adecuada de otros órganos vitales. En resumen, la circulación esplénica está compuesta por la arteria esplénica, que suministra sangre oxigenada al bazo, y la vena esplénica, que drena la sangre desoxigenada del bazo hacia la vena porta hepática. Además de su función circulatoria, el bazo también tiene un papel importante en el sistema inmunológico y la eliminación de eritrocitos envejecidos. MASTICACIÓN La masticación es un proceso importante para la digestión de los alimentos. Los dientes están diseñados para cortar y triturar los alimentos, con los incisivos realizando acciones de corte y los molares ejerciendo una acción trituradora. Los músculos maxilares trabajan conjuntamente para aplicar una fuerza de hasta 25 kg en los incisivos y 100 kg en los molares al ocluir los dientes. El control de la masticación se realiza a través de ramas motoras del quinto par craneal y núcleos en el tronco del encéfalo. La activación de ciertas zonas encefálicas induce movimientos masticatorios rítmicos. Además, la estimulación de áreas específicas como el hipotálamo, la amígdala y la corteza cerebral cercana a las áreas sensitivas del gusto y el olfato también puede desencadenar la masticación.Gran parte de la masticación es un reflejo involuntario. La presencia del alimento en la boca desencadena el reflejo inhibidor de los músculos de la masticación, lo que hace que la mandíbula descienda. Esto a su vez activa un reflejo de distensión de los músculos mandibulares, lo que provoca una contracción de rebote y eleva la mandíbula para ocluir los dientes. El proceso se repite varias veces. La masticación es especialmente importante para frutas y vegetales crudos debido a las membranas de celulosa que rodean las partes nutritivas. Estas membranas deben romperse para poder aprovechar los nutrientes. Además, la masticación ayuda a la digestión al aumentar la superficie total expuesta a las enzimas digestivas. Triturar los alimentos en partículas finas evita lesiones en el revestimiento del tracto gastrointestinal y facilita el paso de los alimentos a través del sistema digestivo. DEGLUCIÓN La deglución es un proceso complicado que consta de varias fases. La fase voluntaria comienza cuando la lengua empuja los alimentos hacia la faringe. A partir de ese momento, la deglución se vuelve automática. En la fase faríngea, los alimentos pasan hacia la faringe, y se produce una serie de contracciones automáticas de los músculos faríngeos que evitan el paso de alimentos a la tráquea y la nariz. La laringe se eleva y las cuerdas vocales se aproximan, lo que contribuye a evitar la entrada de alimentos en la tráquea. La fase faríngea dura menos de 2 segundos y está controlada por áreas neuronales en el bulbo raquídeo y la protuberancia. En la fase esofágica, los alimentos son impulsados desde la faringe hacia el estómago mediante peristaltismo. El esófago presenta movimientos peristálticos primarios y secundarios. Los movimientos primarios son una continuación de la onda peristáltica de la faringe y tardan de 8 a 10 segundos en llegar al estómago. Si no se completa la deglución, se producen movimientos peristálticos secundarios para empujar los alimentos retenidos. El esófago cuenta con músculo estriado en la parte superior y músculo liso en la parte inferior, controlados por los nervios esqueléticos y vagales respectivamente. Cuando las ondas peristálticas alcanzan el estómago, se produce una onda de relajación que prepara al estómago y al duodeno para recibir los alimentos. El esfínter esofágico inferior o esfínter gastroesofágico evita el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago. Además, la oclusión valvular del extremo distal del esófago ayuda a prevenir el reflujo al invaginarse sobre sí mismo cuando aumenta la presión intraabdominal. FUNCIONES MOTORAS DEL ESTÓMAGO Las funciones motoras del estómago son fundamentales para el proceso de digestión y absorción de los alimentos en el organismo. Estas funciones se dividen en tres principales: almacenamiento, mezcla y vaciamiento del contenido gástrico. • Almacenamiento: El estómago tiene la capacidad de almacenar grandes cantidades de alimentos hasta que puedan ser procesados en el estómago, el duodeno y el resto del intestino. La distensión gástrica por la entrada de alimentos desencadena un reflejo vagovagal que reduce el tono de la pared muscular del estómago, permitiendo que se distienda para acomodar mayores cantidades de alimento. Esto permite un adecuado almacenamiento hasta alcanzar el límite de relajación gástrica completa. • Mezcla: Los alimentos se mezclan con las secreciones gástricas en el estómago, formando una papilla semilíquida llamada quimo. Las contracciones peristálticas de la pared gástrica, conocidas como ondas de constricción o de mezcla, ayudan a mezclar los alimentos con las secreciones gástricas. Estas contracciones se inician a partir del ritmo eléctrico basal de la pared gástrica y se intensifican a medida que avanzan hacia el antro gástrico. Además, los anillos de constricción y la retropropulsión contribuyen a la mezcla del contenido gástrico, creando un mecanismo de mezcla eficiente en el estómago. • Vaciamiento: El vaciamiento del contenido gástrico hacia el intestino delgado se produce a un ritmo adecuado para permitir su correcta digestión y absorción. Las contracciones peristálticas antrales intensas, también conocidas como "bomba pilórica", son responsables del vaciamiento del estómago. Estas contracciones se inician en la parte media del estómago y se propagan hacia la porción caudal, empujando el contenido gástrico hacia el antro. El píloro, el orificio distal del estómago, regula el vaciamiento gástrico mediante su contracción tónica y la apertura variable para permitir el paso del quimo al duodeno. Estas funciones motoras del estómago son esenciales para el procesamiento adecuado de los alimentos. El almacenamiento permite una ingesta de alimentos en grandes cantidades, mientras que la mezcla asegura una adecuada mezcla de los alimentos con las secreciones digestivas. El vaciamiento controlado y regulado permite que el contenido gástrico sea entregado al intestino delgado a un ritmo óptimo para su digestión y absorción. En conjunto, estas funciones motoras del estómago contribuyen a la eficiencia del proceso digestivo y al aprovechamiento de los nutrientes por parte del organismo. MOVIMIENTOS DEL INTESTINO DELGADO CONTRACCIONES DE MEZCLA El intestino delgado presenta dos tipos de movimientos: contracciones de mezcla y contracciones de propulsión. Las contracciones de mezcla, también llamadas contracciones de segmentación, ocurren cuando el quimo penetra en el intestino delgado y provocan contracciones concéntricas que dividen el intestino en segmentos. Estas contracciones fragmentan el quimo y facilitan su mezcla con las secreciones intestinales. La frecuencia de las contracciones de segmentación depende de las ondas eléctricas lentas de la pared intestinal y varía en diferentes áreas del intestino delgado. Las contracciones de segmentación requieren la excitación del sistema nervioso entérico, en particular del plexo nervioso mientérico. Cuando se bloquea la actividad excitadora con atropina, las contracciones de segmentación se debilitan significativamente. Estas contracciones de segmentación en el intestino delgado fragmentan el quimo y promueven su mezcla con las secreciones intestinales. Estas contracciones dependen de las ondas eléctricas lentas y requieren la excitación del sistema nervioso entérico para ser eficaces. MOVIMIENTOS PROPULSIVOS Los movimientos propulsivos del intestino delgado incluyen el peristaltismo, las contracciones de segmentación y el efecto propulsivo de los movimientos de la mucosa intestinal y las vellosidades. El peristaltismo impulsa el quimo a lo largo del intestino delgado mediante ondas que se mueven en dirección anal. Estas ondas son débiles y su velocidad es lenta, con un desplazamiento neto de aproximadamente 1 cm/minuto. La actividad peristáltica aumenta después de una comida y está influenciada por señales nerviosas y hormonales. Las contracciones de segmentación, aunque breves, contribuyen al desplazamiento de los alimentos a lo largo del intestino. Además, la muscularis mucosae y las fibras musculares de las vellosidades intestinales generan pliegues y contracciones que aumentan la superficie de absorción y promueven el flujo linfático. La válvula ileocecal previene el reflujo desde el colon hasta el intestino delgado. Sus valvas se cierran con fuerza para evitar la presión inversa, y el esfínter ileocecal reduce la velocidad de vaciamiento del contenido ileal hacia el ciego. Esto permite la absorción adecuada del quimo en el íleon antes de su paso al ciego. Los movimientos propulsivos del intestino delgado, como el peristaltismo, las contracciones de segmentación y las contracciones de la mucosa y las vellosidades, impulsan el quimo a lo largo del intestino y facilitan la absorción adecuada antes de llegar al ciego a través de la válvula ileocecal.RUSH PERISTÁLTICO La acometida peristáltica es un fenómeno en el que se produce un peristaltismo rápido y potente en el intestino delgado como respuesta a una irritación intensa de la mucosa intestinal, como en casos graves de diarrea infecciosa. Este proceso es causado por reflejos nerviosos del sistema nervioso autónomo y del encéfalo, así como por la potenciación de los reflejos del plexo mientérico en la pared intestinal. Las contracciones peristálticas fuertes recorren largas distancias en poco tiempo, moviendo el contenido intestinal hacia el colon y aliviando la irritación o la distensión excesiva en el intestino delgado.
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