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2 Primera edición: junio de 2013 Primera edición en digital: junio de 2013 Título original: Le pouvoir anticancer des émotions © Éditions de L’Homme, división del Groupe Sogides Inc., Montréal, Québec, Canadá, 2011 © de la traducción: Loles Oliván Hijós, 2013 © de esta edición: Grup Editorial, 62, S.L.U., Luciérnaga edicionesluciernaga.com/grup62.com ISBN: 978-84-15864-05-9 Depósito legal: B. 16407-2013 Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito del editor cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47). Todos los derechos reservados. 3 Índice Cubierta Portada Créditos Dedicatoria Prefacio Nota del autor Cita Introducción 1. El cuento del rey 2. Paradigmas de oncología 3. El retorno de las emociones ¿El eslabón perdido? El peligro de la adrenalina El papel de las emociones La naturaleza de las emociones Emociones primarias negativas Los puntos importantes El desconocido universal 4. Más allá de las fronteras Quebrantar los dogmas La separación de cuerpo y espíritu es ficticia Luz y materia Los detectores parciales La conciencia se manifiesta 5. Epigenética, los genes no modelan nuestro destino Dios o evolución El ADN, ¿jefe u obrero? 6. Tú, yo y el universo Yo soy el entorno La comunicación cuántica 4 kindle:embed:0002?mime=image/jpg La evolución de la conciencia La dualidad en nosotros La regeneración de la salamandra 7. El equilibrio de la salud El despertar en las curaciones milagrosas Los tres componentes de la salud Modo de empleo Prevención médica 8. La salud emocional Las artes creativas La sonrisa y la risa Las interacciones personales Comprender las emociones Limitar los pensamientos negativos La hipnosis La luz 9. La salud espiritual Creer El momento presente La naturaleza Meditar Salirse de lo ordinario Redefinir el bien y el malL Afrontar la propia muerte Tener metas personales Yoga 10. La salud física y otras herramientas Escuchar al cuerpo El ejercicio físico El sol El sueño y los sueños Respirar Los masajes terapéuticos El régimen alimentario 11. ¿Y si el enemigo fuera uno mismo? Nuestra conciencia está vinculada a las células Modo ego Conclusión 5 Epílogo Preguntas frecuentes Poema de Gibran Jalil Gibran Agradecimientos Referencias científicas Notas 6 Este libro está dedicado a la memoria de mi padre, quien me enseñó que la medicina es a la vez una ciencia y un arte. 7 Prefacio Este libro no habla de pensamiento mágico. Más bien promueve el realismo ante la muerte y la enfermedad. No pretende identificar el origen del cáncer ni propone una cura milagrosa ni un medio de inmunidad infalible, sino que trata de discernir los obstáculos que pueden dificultar la comprensión de una enfermedad que cada día afecta a más y más personas. Este libro trata no solo de las emociones sino también de la plena conciencia y de la conexión cuerpo-mente (en inglés, mind-body connection). Coincide con una importante corriente oncológica actual denominada «oncología integrativa», que se interesa no solo por el tratamiento médico del cáncer, sino también por el «terreno» de la enfermedad y, por lo tanto, por la prevención y por la vida después del tratamiento1. Mi intención es abrir una nueva perspectiva a la luz de los últimos descubrimientos científicos que demuestran que los genes no determinan nuestro destino. Es cierto que la literatura científica es compleja y suele estar sujeta a la interpretación; sin embargo, una multitud de estudios recientes demuestran que ya no podemos únicamente combatir las células cancerosas sin tener en cuenta el entorno en el que se desarrollan. Recientemente se ha demostrado que el medio ambiente abarca al sufrimiento físico y a sus mediadores químicos, como la adrenalina, que pueden activar directamente los genes asociados a las células cancerosas2-9. Quienes se estancan en viejos estudios negativos (que no han logrado demostrar este vínculo) desatienden numerosas investigaciones positivas, incluidas las de los recientes meta-análisis10, así como un nuevo estudio de la universidad de Ohio llevado a cabo con 227 pacientes durante un período de 11 años, que demuestra que las terapias psicológicas pueden aumentar el tiempo de supervivencia de los pacientes con cáncer y reducir el riesgo de recidivas11, 12. Ahí están los pacientes que han «desafiado» las estadísticas médicas a pesar de un pronóstico sombrío. Las herramientas estadísticas con las que cuenta la ciencia moderna son limitadas y sencillamente no permiten valorar al ser humano en toda su complejidad. Según el modelo de la medicina integrativa, somos seres multifacéticos, físicos, emocionales y espirituales a la vez. Si bien estos descubrimientos recientes abren nuevas vías muy prometedoras, debemos insistir asimismo en algunos puntos importantes: 8 1. El cáncer es una enfermedad crónica compleja y multifactorial. El cáncer no es una enfermedad psicosomática y el«estrés» no es la causa del cáncer. 2. La gente que es feliz también se muere. La muerte no es un fracaso; el cáncer tampoco. Vivir con cáncer es un arte que se cultiva despacio. Sobre todo, no hay que estresarse para convertirse en zen. 3. El cáncer es una enfermedad impredecible. La curación jamás está asegurada, ni siquiera con los tratamientos llamados «convencionales». En cambio, los tratamientos médicos son esenciales para la curación. El bienestar la puede favorecer al intervenir en el proceso de autocuración del cuerpo (en inglés, healing). También puede reducir el dolor y los efectos secundarios de los tratamientos, hacer más fácil su aceptación e influir de manera positiva en los hábitos de vida. Pero por sí solo no puede erradicar un cáncer diagnosticado. 4. No hay recetas mágicas para favorecer el bienestar. Los tratamientos complementarios presentados en este libro, como la hipnosis, el masaje, el yoga y la meditación, han sido científicamente validados e incluso se ofrecen ya en las más importantes instituciones oncológicas13-15. La mayoría de los pacientes recurren a ellos porque aprecian la oportunidad que les brindan de participar en su propio tratamiento1, 16]. Estos enfoques «naturales» complementarios no tienen nada que ver con las soluciones ineficaces o incluso perjudiciales que sugieren algunos «charlatanes». Incluso se ha demostrado que reducen los costes sanitarios y de hospitalización1, 17. Yo soy médico especialista y me siento orgulloso de trabajar cada día en la mejora de las técnicas del tratamiento del cáncer; no obstante, también estoy convencido de que haríamos bien en modificar ciertas creencias a fin de mejorar la calidad de la atención que prestamos a la población. A menos que estemos jugando al avestruz, existen pruebas suficientes en la actualidad que demuestran que el malestar afecta negativamente no solo la calidad de vida, sino también los resultados médicos y la duración de la existencia. Como médico, creo firmemente que ignorar los nuevos conocimientos sería contrario a mi deber. 9 Nota del autor Este libro, que pretende ser accesible a todo el mundo, se divide en tres partes. Los seis primeros capítulos, teóricos, exponen nuevos conceptos que contribuyen a ampliar la variedad de los conocimientos sobre el ser humano y el cáncer. Es por ello que algunas de las nociones que se presentan pueden resultar inquietantes o de difícil comprensión a primera vista. Invito al lector a leerlos y releerlos a su propio ritmo. Los capítulos 7 a 10 abordan cuestiones prácticas y formulan varios consejos contra el cáncer que las personas de cualquier edad que pretendan mejorar el potencial de su salud pueden incorporar a su vida cotidiana. El lector puede leerlos en el orden que prefiera, según sus necesidades.El capítulo 11, basado en las ideas presentadas en los capítulos precedentes, reúne múltiples teorías oncológicas con el fin de introducir una nueva perspectiva sobre el cáncer. Diseminados por todo el libro, esta obra contiene asimismo testimonios de pacientes que he tratado y que han superado las estadísticas desfavorables mediante un nuevo enfoque basado en la conciencia. Los nombres de estos pacientes, todos los cuales han padecido cáncer, son reales a excepción de Michel Lemeilleur. Este paciente eligió permanecer en el anonimato por razones personales. 10 En compañía de sus cinco sentidos, el hombre explora el universo que le rodea y da nombre a su aventura: Ciencia. EDWIN P. HUBBLE, astrónomo 11 Introducción Nos encontramos en el alba de una revolución de la conciencia. La revolución científica ya ha comenzado. Si bien hemos desmitificado en buena medida la parte material de nuestro cuerpo, solo hemos empezado a vislumbrar el vasto campo mágico e intangible del que forma parte. Ciencias como la epigenética y la física cuántica sacuden los fundamentos de la vida que creíamos conocer. Ponen en cuestión muchas verdades consideradas absolutas perturbando las creencias, pero permiten igualmente resolver misterios sobre los que se ha debatido durante años. Esta revolución abre la puerta a la evolución. En cambio, hay dos verdades de las que sigo absolutamente seguro: 1. No hay nada más importante que el amor (y hacer el amor...). 2. Todos vamos a morir: tú, yo, los deportistas, los ricos, e incluso las superestrellas de Hollywood... TODOS. Si no estás de acuerdo conmigo en el primer punto, no pasa nada. Podríamos tomar una copa, tener una conversación profunda sobre nuestro papel en este mundo... ¿Se trata de amar, de crear o de aprender? Por el contrario, el segundo punto me parece irrenunciable, pues aceptar la muerte es como aceptar la vida. Ambas nociones van de la mano. Con franqueza: si eres alérgico a la idea de morir, te será difícil incluso entender este libro. En cualquier caso, espero que el cáncer no sea la señal de alarma. VAYA..., YA LO HE DICHO. ¡Buuaah! La famosa palabra que empieza por la letra C y que se ha convertido en sinónimo... de sufrimiento, de lucha y de supervivencia. Las estadísticas más recientes indican que una de cada tres personas puede morir por su causa. ¿Somos realmente víctimas? Si lo somos, ¿víctimas de quién o de qué? ¿Qué enfermedad es esta exactamente, y por qué no la hemos vencido todavía? 12 NB: Con el fin de simplificar el texto, las células cancerosas se denominarán a veces «células negativas» debido a su carga eléctrica.1 13 1. El cuento del rey Erase una vez un reino llamado Valle Joven. El rey Imaggio reinaba pacíficamente desde hacía muchos años y el pueblo le quería y le idolatraba. Era un hombre justo con un corazón de oro. Le agradaba servir a su pueblo y estar atento a sus necesidades. A cambio, a la gente le complacía servirle en agradecimiento por sus atenciones. Era una época próspera, en la que bajo su reinado el país había florecido. La popularidad del rey era tal que incluso los habitantes de los reinos vecinos le respetaban. La vida era espléndida en Valle Joven; hasta que un terrible acontecimiento asoló el reino. La novia de Imaggio, su prometida, el amor de su vida, fue víctima de un trágico infortunio. Desde entonces, el terror se instaló en el reino. El rey lloró durante meses y su corazón se volvió amargo. «¿Cómo ha podido Dios, si es que de verdad existe, hacerme esto a mí, a Imaggio?» El rey se dejó abatir por la miseria y rechazó toda ayuda. Rehuía a quienes le rodeaban y se volvió extremadamente egoísta. «La vida es dura e injusta», pensaba a menudo. Al cabo de unos años, los efectos resultaron terribles. El pueblo sufría enormemente pero el rey se negaba a escucharle, y seguía aumentando tasas e impuestos. Llegó incluso a ordenar a sus guardias que encarcelasen a cualquiera que se alzara en contra de su autoridad. Valle Joven cayó abrumado bajo un régimen de terror en el que las necesidades de la población se descuidaban por completo. Eran muchos los que morían de hambre mientras otros luchaban por sobrevivir y cumplir la voluntad del rey. Un día, Minak, un joven que había perdido a varios seres queridos en el transcurso de la crisis, decidió que ya era suficiente, que el rey había sobrepasado los límites. Descendiente de una tribu de guerreros, Minak reunió a un grupo para sublevarse. Cada noche, armados de odio, se reunían en secreto en una cueva. Elaboraron un plan de ataque con hechizos que multiplicasen sus fuerzas para distraer a los guardias y destronar a Imaggio. «¡Nos merecemos ser felices!», gritaban. La guerra duró varios meses. Al final, los revolucionarios liderados por Minak pusieron sitio al palacio. Los guardias de Imaggio se rindieron y los sublevados alcanzaron la victoria. Minak se declaró el nuevo rey de Valle Joven... que se había convertido en Valle Muerto. 14 Sí... ¡Qué trágico destino! Pero, ¿qué simbolizan el rey, el reino, los guardias, Minak? ¿Y cuál es el propósito de este cuento? El reino representa tu cuerpo o el conjunto de tus células. Viven juntas en armonía. Pero es imprescindible que sus necesidades se vean satisfechas y que sus condiciones sean las adecuadas. ¿Quién determina esas condiciones? El rey es tu conciencia, la que gobierna tus pensamientos, tus opciones, tus emociones y creencias. El rey dirige tu reino. Es la autoridad que ejerce su influencia en todas tus células, es decir, en ti mismo. Los guardias, por su parte, son las células de tu sistema inmunológico. Defienden el cuerpo contra los intrusos y los rebeldes. Minak personifica la célula negativa que forma su ejército de revolucionarios, representa el CÁNCER. El plan secreto es un cambio en el ADN. 15 2. Paradigmas de oncología Una de cada dos personas corre el riesgo de desarrollar cáncer a lo largo de su vida. A menudo la enfermedad es curable; hemos desarrollado tratamientos excelentes para combatirla que incluyen la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la hipertermia, la crioterapia, la terapia hormonal y la inmunoterapia. Hoy en día, si se detecta el cáncer con cierta antelación existen muchas soluciones posibles. Además, las técnicas mejoran día a día gracias a los esfuerzos de médicos e investigadores entregados a esta causa. ¿Cómo funcionan los tratamientos? La cirugía extirpa el cáncer mediante la extracción; la terapia hormonal cercena sus provisiones; la inmunoterapia estimula el sistema inmunológico. Esencialmente, todos los demás tratamientos están destinados a destruir o matar la mayor cantidad posible de células cancerosas. Lanzamos las bombas y... cruzamos los dedos. Sí, fue a través del presidente Nixon, en 1971, cuando la humanidad declaró la guerra a esta enfermedad. ¿Significa que ahora ya estamos a salvo? La verdad es que no. En 1971, Nixon prometió hallar una cura en los cinco años siguientes. Sin embargo, la prevalencia del cáncer nunca ha disminuido. Los más afortunados salen adelante sin demasiado daño. Otros supervivientes sufren secuelas y efectos secundarios que pueden ser muy severos y afectan su calidad de vida. Los problemas son los siguientes: 1. Los tratamientos no solo dañan las células cancerosas sino también las células normales del cuerpo, lo que entraña efectos adversos o toxicidad, y ello a corto, medio y largo plazo. 2. Cuando estos tratamientos no funcionan, el cáncer vuelve a manifestarse a menudo de modo más agresivo. En otras palabras, las células negativas desarrollan tácticas para resistir a los tratamientos, al igual que las bacterias desarrollan resistencia a los antibióticos (tampoco hemos logrado ganar esta guerra del todo). Cuando se pierde la primera batalla, las células se vuelven aún más «negativas», con mejores tácticas. Son capaces de encajar un buen golpe, levantarse y proseguir su misión. Vale, pero, ¿qué hago, doctor? De hecho, la medida máseficaz sigue siendo la prevención: actuar antes de que el cáncer se desarrolle. Actuar sobre los factores de 16 riesgo conocidos (Tabla 1) o detectar la enfermedad de forma precoz, en la fase temprana y curable. Se realizan pruebas rutinarias con regularidad, sobre todo entre las personas que están en situación de riesgo debido a sus hábitos perjudiciales, a su historial, a su edad, etc. Dichas pruebas incluyen la mamografía, el examen ginecológico (prueba de Papanicolaou), el tacto rectal y las exploraciones con cámaras insertadas a través de los orificios naturales. No es que sean muy agradables pero resultan determinantes. A pesar de todas estas medidas, el cáncer sigue presente en nuestras vidas y el número de casos no hace sino aumentar. ¿Se trata de una enfermedad realmente inexplicable, o es que más bien estamos mal equipados en nuestra manera de abordarla? TABLA 1 Algunos factores de riesgo objeto de prevención Tabaquismo Consumo de alcohol Régimen alimentario inadecuado Inactividad física Exposición a sustancias cancerígenas (amianto, colorantes, productos químicos, etc.). Infecciones e inflamaciones crónicas Inmunodepresión Reflujos gástricos Exposición a la radiación (rayos X, rayos gamma, rayos UV-C, etc.) Antecedentes familiares He aquí algunas preguntas sin respuesta y algunos hechos muy misteriosos relacionados con el cáncer: • ¿Cuál es su causa exacta? ¿Cuál es su razón de ser? • ¿Por qué algunas personas con un buen estado de salud (por ejemplo, los deportistas, los no fumadores, los que respetan todos los consejos médicos) desarrollan a veces cánceres devastadores? • ¿Por qué algunos fumadores nunca desarrollan cáncer, mientras que la enfermedad afecta a otros que no lo son? • ¿Por qué personas con antecedentes familiares desarrollan cáncer, mientras que otras con el mismo bagaje genético no lo llegan a desarrollar jamás? • ¿Por qué la eficacia del tratamiento y sus efectos secundarios son imprevisibles? • ¿Por qué las células cancerosas y las sanas reaccionan de manera diferente a un 17 mismo tratamiento? • ¿Por qué los rasgos emocionales de los pacientes varían en función del tipo de enfermedad? • ¿Por qué algunos pacientes afectados de un cáncer que se describe como incurable consiguen recuperarse y salir adelante? Veamos algunos datos interesantes sobre esta enfermedad (Tabla 2). TABLA 2 Otros datos 2.1. Sabemos que la enfermedad existía mucho antes de nuestra era. Por ejemplo, Hipócrates (sí, el del juramento de los médicos) lo trataba con ungüentos en el año 400 antes de Cristo. 2.2. Sabemos que se puede desarrollar en personas de todas las razas, de todas las edades, de ambos sexos y de todos los estratos sociales. 2.3. Sabemos que el cáncer se desarrolla a menudo en una parte del cuerpo previamente irritada donde ya existe previamente inflamación y renovación celular.1 Ello explica la repercusión de los factores de riesgo como el tabaquismo, las infecciones crónicas, la radiación, la exposición prolongada a la acidez, los tatuajes, las quemaduras o las cicatrices antiguas, etc., en fin, cualquier lugar donde exista daño y reparación celular (por favor, deja de examinar tus cicatrices...). Las pruebas de detección, como la prueba de Papanicolaou y las exploraciones, permiten detectar esas zonas de nuestro cuerpo en riesgo de transformación. 2.4. Sabemos que todo comienza con el ADN de una sola célula del cuerpo (como Minak) que se multiplica e invade todo lo que la rodea antes de dirigir el combate a distancia mediante la metástasis. Contrariamente a lo que ocurre cuando se produce una infección, la que nos ataca es una célula de nuestro propio cuerpo y no una bacteria procedente del exterior. 2.5. Sabemos que la célula cancerosa retrocede a una etapa anterior de su desarrollo, ya sea a una etapa infantil o indiferenciada. Inicialmente, nacemos de una célula formada por la unión de un espermatozoide y un óvulo de nuestros padres. Esta primera célula se encuentra en fase infantil y es capaz de multiplicarse para formar cualquier célula del cuerpo. Tiene el poder de transformarse y especializarse. Se divide rápidamente para formar células maduras que se perfeccionan en sistemas (por ejemplo, las células del hígado, de la mama). La célula negativa, por su parte, hace el trayecto opuesto. De célula madura, pasa a la fase infantil. Luego va de incógnito y 18 puede multiplicarse vertiginosamente. Cuanto más retrocede y más pierde su diferenciación, más difícil resulta su tratamiento. 2.6. Sabemos que las células cancerosas forman una amalgama y que no obedecen en modo alguno a las leyes territoriales de los tejidos circundantes. Normalmente, las células conocen las fronteras y los límites físicos de su existencia. Pero las células negativas no; como Napoleón, parten a la conquista de todos los países vecinos destruyendo todo lo que encuentren a su paso y les impida establecer su imperio. Es así como atacan y toman posesión del reino. 2.7. Sabemos que el cáncer tiene una base genética pero que no es una enfermedad hereditaria, como la hemofilia. Si los padres la han tenido, ello no significa necesariamente que los hijos la vayan a tener. La genética no es más que un factor entre otros muchos a considerar. 2.8. Sabemos que además de los factores de riesgo conocidos, existen otras causas relacionadas porque, a veces, individuos que presentan todos los factores de riesgo (incluidos los genéticos) nunca desarrollan cáncer, mientras que otros en quienes no se dan tales factores de riesgo, lo desarrollan. 2.9. Sabemos que las células cancerígenas son inteligentes porque son capaces de adaptarse y resistir nuestros tratamientos. Se las arreglan para derrotar a las moléculas de los fármacos, incluso las de los medicamentos más prometedores. 2.10. Sabemos que hay células negativas que se desarrollan con regularidad en nuestro cuerpo2-3 pero que el sistema inmunológico las reconoce y destruye antes de que se multipliquen. Por el contrario, cuando nuestro sistema de defensa natural se debilita, las células negativas pueden burlarse de él y convertirse en cáncer. Con el fin de facilitar la comprensión, he reducido todo a una ecuación: Cáncer = A + B + C A = Susceptibilidad genética B = Todos los factores de riesgo conocidos —como el estilo de vida y las inflamaciones crónicas— que se corresponden a las recomendaciones médicas habituales C = ? La presencia de los factores A y B puede ser suficiente a veces para causar cáncer, pero no es una regla absoluta. Parece, pues, que existe otro factor (C) que afecta al ADN y a la ecuación. Nuevos y sofisticados métodos científicos parecen haberlo identificado, y ello cambia los paradigmas oncológicos actuales. 19 Aquello que los sabios de la Antigüedad creían y que la mayoría de la gente piensa instintivamente ¿puede ser cierto? 20 3. El retorno de las emociones El cáncer afecta a un individuo de cada dos. Ese individuo puede ser blanco, negro, joven, viejo, pobre, rico, con o sin susceptibilidad genética. Eso no cambia nada porque el cáncer es impredecible según estos parámetros físicos. Hábitos como el tabaquismo ya no se consideran una causa en sí misma. De hecho, ¿ha habido alguien en la historia que señalara ya un vínculo con la psique o con las emociones? Claro que sí. 21 ¿EL ESLABÓN PERDIDO? Tanto Platón, como Sócrates y Galeno lo mencionan. Galeno (célebre médico griego) se refirió a un vínculo con las emociones en su manuscrito sobre la depresión y el cáncer de mama. Sócrates llegó a afirmar incluso que si ignorase ese vínculo no cumpliría con su labor de médico.1 Según un importante estudio de la literatura del siglo XIX realizado por Lawrence Le Shan, el historial emocional de los pacientes desempeña una función en la enfermedad y en su evolución.2 Este psicólogo estadounidense publicó posteriormente varios trabajos clínicos que dan cuenta de los orígenes emocionales del cáncer.2-5 Durante ladécada de 1960, la Academia de Ciencias de Nueva York organizó dos importantes conferencias sobre los aspectos psicológicos de esta enfermedad y publicó datos que demuestran su vinculación con las emociones.1,6-7 Wilhelm Reich, discípulo de Freud, llegó a la misma conclusión. El cáncer, según él, no es sino una manifestación de un largo proceso que estaría causado por la falta de energía vital del cuerpo. El origen de tal carencia estaría en la ansiedad provocada por el estancamiento de la energía sexual.8 El doctor Ryke Geerd Hamer, médico alemán que desarrolló un cáncer testicular tras la muerte de su hijo, consagró también su vida a esta causa. Llegó a la conclusión, según las investigaciones realizadas con sus pacientes, de que las emociones están en el origen de la enfermedad del cáncer. Según él, todo comienza con un golpe extremadamente brutal, un conflicto agudo y dramático percibido como uno de los más graves que se hayan experimentado nunca.9 El doctor Michel Moirot fue otro pionero en el estudio de este vínculo. Para demostrar el origen psicosomático del cáncer, este notable científico examinó a más de cuatro mil pacientes en varias regiones europeas.10 Dedujo que el cáncer refleja la autodestrucción de un sujeto somatizada en un órgano determinado y capaz de encarnar esa destrucción. Basta con que un golpe psíquico lance al sujeto fuera de su universo para que el proceso del cáncer se active. Según él, para prevenir el cáncer deberíamos aprender a tomarnos las cosas mucho menos en serio. Después de 30 años de seguimiento y de obtener datos prospectivos entre más de mil trescientas personas, la doctora Caroline Bedell Thomas, de la facultad de medicina de Johns Hopkins, ha puesto de relieve los factores psicológicos como indicadores de cinco enfermedades. En 1973, llegó a la conclusión de que el cáncer es la enfermedad más claramente vinculada a los rasgos psicológicos.11-14 Las características comunes que influirían en su desarrollo son: • la falta de relación con uno de los progenitores; • sentimientos de desesperación en situaciones difíciles; • incapacidad para expresar las emociones propias; 22 • una pérdida importante (del cónyuge, del trabajo, etc.) producida uno o dos años antes del diagnóstico de cáncer. Sus estudios concluyen que estas predisposiciones conducen al individuo a disociarse de la paz y de la seguridad, o bien a una sensación de aislamiento del mundo, de estar alienado, alejado de su ser.1,11-14 Muchas de las obras científicas que vinculan la enfermedad del cáncer con la personalidad y las emociones han sido publicadas por el psicólogo Ronald Grossarth- Maticek.15-24 Su trabajo comenzó en la década de 1960, cuando pudo demostrar, él también, que las características determinantes que predisponen al cáncer son el sentimiento de desesperación y la represión de las emociones. Curiosamente, por el contrario, características de las personas que desarrollan enfermedades cardíacas son más bien la hostilidad y la agresividad. El estudio está basado en el seguimiento de 130 pacientes durante más de 10 años y ha logrado predecir con elocuente precisión las muertes por cáncer o por enfermedades del corazón. En otro estudio, separó en dos grupos a individuos por cuyos rasgos psicológicos estaban predispuestos al cáncer; propuso a uno de los grupos apoyo psicológico (relajación, hipnosis, visualización, etc.), mientras que el otro grupo no recibió terapia alguna. Descubrió que es posible modificar la tasa de mortalidad por cáncer y por enfermedades del corazón mediante un apoyo psicológico adecuado. Por primera vez se demostraba que esa orientación podía ayudar a prevenir el cáncer en personas sanas pero psicológicamente predispuestas. Unas cuantas horas de terapia podrían ser suficientes. Posteriormente, llevó a cabo otro estudio en cien pacientes con cáncer de mama incurable. Comparado con el tratamiento de quimioterapia, el apoyo psicológico se reveló más eficaz. Las mujeres que recibieron únicamente apoyo psicológico vivieron más tiempo que las que se sometieron a quimioterapia. En cambio, las que recibieron ambas formas de terapia tuvieron la mejor tasa de supervivencia. No hay duda de que los tratamientos con quimioterapia han evolucionado mucho desde entonces, sin embargo, es importante señalar la formidable eficacia del apoyo psicológico. En 1989, el doctor David Spiegel publicó un artículo en la prestigiosa revista The Lancet. Informaba de que el apoyo psicológico duplicaba la supervivencia de pacientes con cáncer de mama incurable.25 Este estudio que implicó a ochenta y seis mujeres demostraba que la terapia de apoyo de grupo y de aprendizaje de autohipnosis podían ayudar a tratar la enfermedad. Frente a un diagnóstico negativo, estas mujeres sobrevivieron 36,6 meses, en comparación con los 18,9 meses de las que no recibieron terapia de apoyo. El prestigioso oncólogo Carl Simonton ha escrito diversos libros sobre el tema.26-28 23 Ha demostrado que las posibilidades de recuperación pueden aumentar mediante métodos como la meditación, la visualización, la hipnosis y el biofeedback. Ha fundado un centro, que es una organización sin ánimo de lucro, dedicado a mejorar las vidas de los pacientes y de sus familias mediante apoyo psicológico y social. Después de cuarenta años de funcionamiento, el centro sigue atrayendo un interés nacional e internacional. Su método se ha enseñado en varios países. Existen muchos otros datos clínicos que relacionan nuestra psique y nuestras emociones con el cáncer. Estos datos se resumen en la Tabla 3. TABLA 3 Impacto de la dimensión psicológica en el desarrollo o en la gravedad del cáncer 1926, Evans (discípulo de Carl Jung): el cáncer está causado por una tristeza inconmensurable por un duelo. El cáncer se desarrolla en personas que invierten su identidad en un objeto o en una función.29 1954, Blumberg: el cáncer está asociado a la personalidad y a la relación individual de las personas con sus emociones.30 1955, Reznikoff: el cáncer y la personalidad están relacionados.31 1957, Klopfer: la esfera psicológica (los mecanismos de defensa del ego) está relacionada con la carcinogénesis.32 1958, Greene: un duelo importante o una separación que causa desolación están vinculados con el cáncer.33 1963-1969, Kissen: algunos fumadores desarrollan cáncer pero otros no. Ello se explica porque las personas que desarrollan cáncer utilizan los cigarrillos como medio para dar salida a sus emociones.34 1966, Schmale e Iker: el cáncer está ligado a la desesperación. Esta sensación puede utilizarse como herramienta para predecir la enfermedad del cáncer.35 1965, Giovacchini y Muslin: el cáncer y el ego están relacionados.36 1966, Bahnson: el ego es un factor causal del cáncer.6 1979, Derogatis: la desesperación y el cáncer están relacionados. Una actitud positiva reduce la mortalidad por cáncer.37 1980, Simonton: el apoyo emocional reduce la mortalidad por cáncer.28 1980, Dattore: las emociones y el cáncer están relacionados.38 24 1985, Greer: el cáncer y la desesperación están relacionados. Una actitud positiva reduce la mortalidad por cáncer.39 1985, Pettingale: el cáncer y la desesperación están relacionados. Una actitud positiva reduce la mortalidad por cáncer.40 1987, Temoshok: los elementos psicológicos y el cáncer están relacionados. La expresión de las emociones y el dominio de la desesperación (actitud positiva) tienen un impacto significativo y reducen las probabilidades de morir a causa de esa enfermedad.41 1988, Jacobsen y Redd: el cáncer y la desesperación van ligados. Una actitud positiva disminuye las posibilidades de morir a causa del cáncer.42 1988, Levy: una actitud positiva disminuye las posibilidades de morir a causa de cáncer.43 1988, Smith: la personalidad está relacionada con el cáncer.44 1989, Gross: las emociones y el cáncer están relacionados.45 1989, Stein et al.: el cáncer y la desesperación están relacionados. Una actitud positiva disminuye las posibilidades de morira causa de esta enfermedad.46 1990, Zevon y Corn: la personalidad y el cáncer están relacionados.47 1990, Linkins y Comstock: la depresión y el cáncer están relacionados.48 1990, Jasmin et al.: los rasgos psicológicos están asociados con el riesgo de cáncer.49 1991, Brissette: las emociones y el cáncer están relacionados.50 1991, Baltrusch et al.: las emociones y la personalidad están relacionados con el cáncer.51 1993, Fawzy et al.: el apoyo emocional disminuye cuatro veces la mortalidad por cáncer.52-53 1994, Fox et al.: el cáncer está relacionado con el aislamiento social, con la contención de las emociones y con duelos íntimos y recientes.54 1996, Bryla: la personalidad y los acontecimientos estresantes de la vida están asociados con el cáncer.55 1998, Penninx et al.: la incidencia de cáncer se incrementa con las emociones negativas.56 1999, Faller: la actitud positiva mejora la supervivencia de pacientes con cáncer, al contrario que la depresión y la angustia emocional.57 25 1999, Walker: las emociones y el cáncer están relacionados.58 1999, Watson: la depresión y la desesperación están asociadas al cáncer.57 2000, Reynaert: existe una relación entre emociones y cáncer.60 2001, Price: el trauma emocional aumenta significativamente (hasta nueve veces) el riesgo de cáncer.61 2003, Brown: la depresión y el cáncer están relacionados.62 2003, Lillberg et al.: el riesgo de desarrollar cáncer se duplica entre personas que pasan por una separación o un divorcio, o después de la pérdida de un cónyuge (encuesta realizada entre 10.000 personas).63 2004, Reiche: el cáncer y la gestión del estrés están relacionados.64 2004, Cunningham y Watson: la terapia psicológica puede influir en el cáncer.65 2005, Ornish: un programa de salud mental puede reducir la gravedad del cáncer.66 2005, Ollonen et al.: existe una relación entre ego y desarrollo de cáncer.67 2006, Nakaya et al.: los rasgos psicológicos se pueden utilizar para predecir la gravedad del cáncer.68 2006, Beresford: el ego y la gravedad del cáncer están asociados.69 2006, Nagano: la personalidad y el cáncer están relacionados.70 2008, Zozulya et al.: la personalidad y el cáncer están relacionados. Las terapias de apoyo pueden tener un efecto beneficioso sobre el enfermo.71 2009, Tran et al.: la mortalidad por cáncer es cuatro veces mayor en personas con trastornos mentales como la esquizofrenia.72 2010, Sanzo et al.: los factores psicológicos pueden aumentar la gravedad del cáncer.73 2010, Giese-Davis et al.: La depresión, las emociones y el cáncer guardan relación.74 Como podemos ver, una enorme cantidad de estudios relacionan la esfera de lo psíquico con el cáncer. Esto no es más que un breve resumen; se están llevando a cabo muchos otros estudios. Todos ellos indican que los pensamientos, las emociones, la 26 personalidad, la forma de adaptación y el ego son factores independientes muy importantes para considerar en la aparición y gravedad de la enfermedad. La tarea de demostrar dicha relación es tan complicada como intentar filmar un sueño, porque las emociones son, como los sueños, un fenómeno abstracto y subjetivo. Los estudios prospectivos realizados a lo largo de 10 o 20 años son asimismo muy caros. Así que me maravilla la audacia de los investigadores y su magnífico trabajo. Ahora, permíteme que te cuente mi primer contacto con el mundo de la oncología. Como estudiantes de medicina, nos expusieron todas las disciplinas médicas para que pudiésemos elegir mejor nuestra especialidad. Durante mis prácticas en oncología trabajé todas las semanas en una clínica en la que se trataba un tipo particular de cáncer, lo que me permitió hacerme una idea general sobre la especialidad. Disfruté de las prácticas. A pesar del agobio y del sufrimiento de los pacientes vi en ello la oportunidad de ayudarles lo mejor que podía. Después de un mes planteé la siguiente pregunta: «¿Por qué las mujeres con un cáncer de mama (in situ) escasamente avanzado muestran una gran preocupación en relación con su enfermedad, mientras que las mujeres con cáncer de garganta parecen menos afectadas a pesar de que esta enfermedad es más grave? ¿Se debe a que las mujeres que por lo general más beben y fuman se liberan de sus emociones por estos medios? ¿O es su personalidad la que hace que estén más expuestas a los cigarrillos o a los diferentes factores de riesgo?» Y me respondieron: «Francamente, no se sabe; pero todos los pacientes parecen tener una personalidad acorde con su tipo de cáncer». Por supuesto, yo era demasiado inexperto para llegar a ninguna conclusión. De todos modos, elegí especializarme en oncología porque compartía muchas afinidades con los participantes. Dios los cría y ellos se juntan. Finalmente realicé prácticas de 3 a 6 meses en las que estuve en contacto con pacientes afectados por un tipo particular de cáncer. Las prácticas se dividían en cánceres de origen ginecológico, neurológico, digestivo, etc. Como soy de naturaleza «camaleónica» en general tengo tendencia a adaptarme al medio en el que estoy. A veces lo absorbo todo como una esponja. Al final de cada práctica notaba que mi personalidad se había transformado. Adoptaba algún rasgo particular que desaparecía al iniciar la práctica siguiente. Ahora que ejerzo la medicina desde hace varios años, muchos de mis pacientes me informan desde nuestro primer encuentro que creen que han desarrollado cáncer debido a su estado mental. Cuentan que han sufrido recientemente una pérdida importante o que han experimentado una desesperación fuera de lo común. Así que los resultados de los diversos estudios citados anteriormente no me sorprenden en absoluto. «Creo que cuando uno pasa durante mucho tiempo sin alegría, cultivando pensamientos ligados al pasado o negativos, se sitúa fuera del carril de la vida. Al dejar de sentir la satisfacción íntima, se desequilibra. 27 Durante varios años me las arreglé para fingir que todo iba bien y para seguir ese ritmo, pero en cierto período se produjo en mi vida demasiado dolor, la pérdida muy importante de seres a los que amaba profundamente. Tras el fallecimiento de mi marido, murieron sus dos hermanos, luego uno de sus primos, y mi suegra. Durante todo ese tiempo apoyé a dos amigas muy cercanas que padecían cáncer. Cuando otro buen amigo murió de un problema cardíaco fue la gota que colmó el vaso. Recuerdo muy bien que en aquel momento me sentía sobrecargada en el ámbito profesional, o sea, que estaba sobrecargada en términos de estrés, y entonces se juntó todo... Para mí, el cáncer fue un punto de partida, la obligación de transformar mi vida para recuperar mi salud, la alegría de vivir y la felicidad». JOANNE ROBITAILLE MANOUVRIER, 58 años, paciente del Hospital Maisonneuve-Rosemont, Montreal «Durante muchos años he gestionado mal mis emociones. Las guardaba en mi interior. A la larga, ello deja graves secuelas en nuestro cuerpo, y eso lo he experimentado en varias ocasiones. No siempre he escuchado a mi cuerpo. No he sabido cómo manejar mis emociones negativas. Me doy cuenta de que las he negado durante años y estoy convencida de que ello ha tenido una repercusión en el cáncer». MIREILLE HUGUENIN, 54 años, paciente del Hospital Maisonneuve-Rosemont, Montreal 28 EL PELIGRO DE LA ADRENALINA La situación óptima de salud del ser humano parece corresponderse con un estado de paz en el que todos los sistemas se articulan de manera ideal. En tal estado de equilibrio no existe pensamiento negativo alguno. Nuestros antepasados, evidentemente, no siempre gozarían de un privilegio así. Ciertamente no era así cuando veían aparecer un oso detrás de un arbusto. En tales circunstancias, se les podrían ocurrir varios pensamientos, por ejemplo, «Me va a devorar» o «¿Por qué me habré dejado el cuchillo en la cueva?». Estos pensamientos hacen que suene la alarma en el cuerpo para transmitir una señal de peligro. Esa señal es el miedo, e induce un estado de ansiedad. La adrenalina[1] es el mensajero que porta unapetición de ayuda a todas las células: «¡Algo va mal!». El cuerpo activa entonces el plan «peligro» empezando por el corazón, que aumenta la frecuencia de sus latidos para bombear más sangre a los músculos y prepararlos para que se activen. El sistema vascular se contrae en varios lugares para favorecer el aumento de la presión arterial. Al aumentar la presión en los músculos, disminuye el flujo de sangre a los sistemas digestivo y urinario. Brazos y piernas se preparan para combatir o para huir. La adrenalina actúa también sobre el cerebro obligándonos a concentrarnos. Es la que le estimula para que esté alerta y calcule todo tipo de posibilidades en el entorno peligroso.75 Tal estado de alarma es lo opuesto al estado de paz mencionado anteriormente. Es un estado en el que una parte del sistema se moviliza y la otra, se adormece, se descuida. Efectos de la adrenalina Nuestras emociones pueden afectar de diversas maneras a nuestro cuerpo y a la ecuación del cáncer. Muchos de esos procesos están identificados desde hace muchos años; otros se han revelado en descubrimientos recientes. La sección siguiente de esta obra da cuenta de algunos de esos vínculos; más adelante se darán otras explicaciones. Debilitamiento de las defensas naturales del cuerpo La psiconeuroinmunología es una ciencia que estudia el impacto de la dimensión psicológica sobre el cuerpo y el sistema inmunológico. Hoy día está claramente establecido que nuestras células forman parte de un sistema complejo que implica a muchos mecanismos de comunicación e interacción.60,76 El sistema inmunológico desempeña varias funciones. Interviene en los procesos inflamatorios que permiten reparar los tejidos dañados. Además, tiene la responsabilidad 29 de defendernos contra las células que intentan invadirnos. Estas pueden proceder del exterior del cuerpo (bacterias, virus y otros microbios) o del interior (células cancerígenas). A diario se detectan y eliminan allí donde se encuentren células anormales antes de que se multipliquen y adquieran magnitud. Nuestras defensas naturales ejecutan a los enemigos para evitar así sus estragos. Hoy día está demostrado que el sistema inmunológico funciona de manera óptima cuando la persona se siente serena. Es entonces cuando cuenta con los elementos necesarios para cumplir sus funciones a la perfección. Lo contrario también es cierto. Los estados prolongados de ansiedad o de angustia emocional (duelo no superado, depresión, etc.) afectan al sistema inmunológico. Los estados emocionales negativos reducen el número y la calidad de las células protectoras, que incluyen a las que son responsables de defendernos contra las células cancerosas.[2] La desesperación, el aislamiento social y la discordia familiar persistente, son factores reconocidos que debilitan el sistema inmunológico.53,60,77-83 Cuando las condiciones de los guardianes del rey son malas, la calidad de su trabajo se resiente y dejan la puerta abierta a los intrusos. Estos pueden atacar por sorpresa, en comandos, pues no hay nadie que los vigile adecuadamente. Este fenómeno, denominado «depresión de la vigilancia inmunológica» se observa a veces en pacientes con trasplantes, que son, por tanto, más proclives a desarrollar ciertos tipos de cáncer. La psiconeuroinmunología tiene un gran alcance. Con ella se ha demostrado que un diagnóstico de cáncer es un acontecimiento que entraña asimismo un descenso en el sistema inmunológico de otros miembros directos de la familia.84 ¡Vaya círculo vicioso! Afortunadamente, diversas intervenciones psicológicas, como la psicoterapia, la hipnosis, la meditación, la visualización, la relajación y la regulación de las emociones resultan excelentes herramientas para fortalecer el sistema inmunológico.52-53,85-88 Se ha demostrado que hasta la risa es un medio para fortalecer las células anticancerosas.89-90 ¡Sonríe, es contagioso! Estimulación de células cancerosas Además de actuar sobre el sistema inmunológico, la adrenalina actúa directamente sobre las células cancerosas. En primer lugar, la adrenalina desencadena la producción de sustancias inflamatorias. Los elementos inflamatorios son catalizadores del cáncer, es decir, actúan como mensajeros que hacen que las células cancerosas se desarrollen.91-95,102 Esta es, en parte, la razón por la cual las inflamaciones crónicas pueden transformarse en cáncer. En segundo lugar, la adrenalina estimula directamente las células cancerosas. Estudios recientes han demostrado la existencia de receptores de adrenalina claramente 30 situados en la membrana de las células cancerosas. Y los experimentos demuestran que estas últimas se multiplican tres veces más rápido en presencia de emociones negativas o durante estados de ansiedad o desesperanza.95-97 En tercer lugar, la adrenalina mejora el entorno de las células cancerosas. Aumenta el riego sanguíneo y les da más nutrientes y oxígeno para crecer y desarrollarse de manera acelerada.91-94,98-100 En cuarto lugar, la adrenalina estimula el instinto de supervivencia de las células cancerosas. Las impulsa a aumentar su longevidad y a convertirse en invencibles, indestructibles e inmortales.101 Finalmente, la adrenalina mejora el potencial de formación de metástasis de las células cancerosas. Les proporciona armas para ayudarlas a luchar a distancia y a invadir el cuerpo permitiendo que el cáncer se «generalice».91-95,102 Sinergia con los factores de riesgo conocidos Las investigaciones demuestran que las emociones negativas pueden asimismo perjudicar la reparación del ADN y actuar en sinergia con los factores cancerígenos ya identificados.103 Con ello, aumentan el potencial cancerígeno de otros elementos como el tabaquismo, las infecciones crónicas y los rayos UV, creando un terreno propicio para el cáncer.91,104-105 El ámbito de lo psíquico es vasto y ha sido escasamente explorado por la ciencia, pero las nuevas tecnologías permiten demostrar la determinante influencia que ejerce en los componentes físicos del cuerpo. Además, las investigaciones demuestran algo alarmante: las condiciones ansiógenas pueden provocar un aumento espectacular (hasta 30 veces) de la agresividad del cáncer y favorecer la aparición de metástasis. Otros datos experimentales muestran que la administración de un medicamento que bloquee la adrenalina (beta-bloqueante) reduce ese proceso y permite controlar la progresión del cáncer.95,99,106 Curiosamente, algunos estudios cardiovasculares ya habían revelado que en los pacientes que tomaban betabloqueadores, la tasa de aparición de cánceres experimentó una reducción de hasta el 50 %.107-108 No obstante, existen otros métodos para controlar la adrenalina en el cuerpo. 31 EL PAPEL DE LAS EMOCIONES Con la evolución, nos hemos convertido en los reyes de la cadena alimentaria y hemos desarrollado una serie de herramientas que nos han ayudado a defendernos de muchos peligros físicos de la naturaleza. Con el desarrollo de nuestro sistema nervioso, nos hemos convertido asimismo en seres sociales. Nuestro entorno ya no comporta únicamente peligros físicos, sino que esconde también peligros morales y psicológicos. El mensajero sigue siendo el mismo, la adrenalina, pero el mensaje ha evolucionado y se ha desarrollado una fabulosa red invisible: la de las emociones negativas. Cada emoción negativa se corresponde con un estado de peligro distinto. Las emociones son, pues, señales especializadas que traducen un mensaje específico relacionado con una situación vivida. De la misma manera que el mensajero informa al capitán de que hay un agujero en el casco del barco o de que no queda agua potable, cada emoción contiene una instrucción sobre el peligro moral o psicológico vivido. Asimismo, nos proporciona la energía necesaria para hacerle frente. ¿Qué ocurre cuando el capitán hace oídos sordos? El mensajero regresa con fuerza porque el peligro sigue actuando. «Capitán, sé que está ocupado en otra cosa, pero ¡hay un agujero en el casco!» Cuando no se le escucha, la adrenalina inducetransformaciones adversas. Saca al cuerpo del estado de paz y perjudica algunos sistemas, como el digestivo, el urinario y el inmunológico. Así pues, las emociones que se evitan quiebran el estado de equilibrio, lo que tiene consecuencias peligrosas para la salud. Para regresar al estado de paz debemos escuchar al mensajero y resolver su problema para que deje de hacer sonar la alarma. Una emoción es una energía pura que nos motiva. Es una presión psicológica que nos empuja a ACTUAR. Es un mensaje que se puede utilizar para seguir creciendo, para evolucionar e inducir cambios en nuestro mundo. Muchas personas no lo saben. Se ven desalentadas ante el aumento de la presión que causa la adrenalina e intentan suprimir ese estado peligroso mediante hábitos nocivos como el tabaquismo. Los cigarrillos, por supuesto, constituyen un excelente antídoto químico por su efecto relajante. En cambio el mensaje emocional sigue presente. Así que, el mensajero regresará de nuevo una vez que el antídoto ya no surta efecto. Cuando se tiene miedo al aumento de la adrenalina, se tiene miedo al mensajero. Se tiene miedo al miedo. Cuando finalmente lo afrontamos podemos escuchar al mensajero y encontrar una solución a la situación de peligro, ya sea real o ficticia. Las emociones son NORMALES y ESENCIALES. No son ni buenas ni malas. Si las llamamos «emociones negativas» es sólo por la sensación desagradable (el miedo) que las acompaña.75 No obstante esa sensación desagradable es necesaria para suscitar una acción urgente. 32 Todos tenemos necesidades que cubrir. Nuestras emociones nos muestran a qué necesidad debemos prestar atención, como los pilotos de un panel de control indican los problemas concretos hay que resolver. Cuando conduces tu coche y se ilumina el símbolo del aceite, ya sabes qué hacer, ¿no? El nivel de aceite del motor está demasiado bajo y te detienes en la estación de servicio más próxima para rellenarlo. Después te limpias las manos y te marchas. Si no tienes ni idea de mecánica, le pides al mecánico que lo haga. En resumen, sabes lo que hay que hacer porque has aprendido el lenguaje del automóvil y sabes que es peligroso seguir conduciendo cuando la luz del aceite se enciende. Bueno, pues lo mismo ocurre con nuestras emociones. El abatimiento, la ira, la culpa, la tristeza, la inadaptación, el estrés... todas estas emociones están en el panel de control. Y podemos utilizarlas a nuestro favor. 33 LA NATURALEZA DE LAS EMOCIONES Creemos entenderlas, pero nunca hablamos de ellas. Sin embargo, descifrarlas es primordial. Intenta definir en pocas palabras, con todas las metáforas posibles, las siguientes palabras. Abatimiento: Ira: Culpabilidad: Tristeza: Soledad: Inadecuación: Estrés: 34 Frustración: Depresión: 35 EMOCIONES PRIMARIAS NEGATIVAS No existe una única definición o teoría de las emociones. Hay varias y todas parecen describir un sentimiento intenso que sobreviene tras una experiencia psicológica. Dado que ninguna teoría puede por sí sola explicar todos los aspectos de la experiencia, no es posible clasificarlas por categorías, lo que demuestra que este ámbito está probablemente muy relacionado con lo irracional o con lo que no responde a la lógica.109 La descripción de una emoción es tan compleja como la de una obra de arte. Algunas personas pueden relacionar una obra con un estilo moderno, contemporáneo u otros. Pero la obra de arte es una experiencia que se siente y se vive. Los límites y las categorías no existen en el dominio de lo irracional, solo existen en el mundo lógico y físico. Una emoción es un sentimiento, puro discernimiento. ¿Qué palabras utilizar para evocar la sutileza de un matiz en una pintura? ¡Hay tantos matices para cada color! Ponte a elegir la pintura para pintar tu salón y lo entenderás. Calvin Banyan en The Secret Language of Feelings[3]73 describe una gama de emociones compuesta por siete colores básicos que pueden utilizarse para descifrar el mensaje emocional. Su sencillo método permite prestar atención rápidamente a los mensajes emocionales para poder solventarlos. 36 Árbol de las emociones derivadas del miedo La adrenalina produce miedo. Este miedo se transforma en emociones negativas. Los siete colores básicos Estrés 37 Definición: Sentimiento de estar desbordado o de que nos falla el control. Necesidades: Todos tenemos necesidad de cumplir con nuestras obligaciones. El mensaje que envía el estrés es: «Siento que tengo mucho que hacer, o que no estoy en condiciones de hacerlo. Necesito ayuda o refuerzos adicionales para poder cumplir con todas mis obligaciones». Función: El estrés indica que necesitas revisar tus métodos de trabajo o la forma en que gestionas tus obligaciones. Esta sensación puede deberse a la mala gestión del tiempo o a una deficiente capacidad organizativa. También puede estar provocada por la incapacidad de decir no a las exigencias de terceros o por una dificultad a la hora de priorizar lo que es esencial. Abatimiento Definición: Sentimiento de cansancio y aturdimiento. Falta de interés por la vida. Necesidad: Todos necesitamos esparcirnos. El abatimiento es el mensaje que dice: «Necesito retos y experiencias que me hagan crecer». Función: El abatimiento nos indica que debemos intentar dismiuir las limitaciones, aprender y superarnos. Con frecuencia, la pereza o el miedo a lo desconocido enmascaran este sentimiento pero, aun así, está presente. Ira Definición: Sentimiento de estar furioso o irritado. Necesidad: Todos poseemos un sentido de la justicia acorde con nuestra moral y creencias personales. La ira se manifiesta cuando percibimos que una situación es INJUSTA con nosotros, con otras personas, o con lo que amamos. Función: Cuando nos enfadamos se produce un espectacular aumento de energía que nos impulsa a actuar. Así que la ira es una presión que permite reparar una situación injusta para uno mismo o para otros. Culpa Definición: Hecho de sentirse culpable o avergonzado. Necesidad: La culpa se parece a la ira porque procede de una misma necesidad de justicia. Pero a diferencia de la ira, la culpa es un mensaje que dice: «Creo que he sido injusto con alguien, o conmigo mismo, o con una situación». Función: La culpa es una presión que nos empuja a corregir una injusticia que nosotros mismos hemos cometido. Tristeza Definición: Pena, sentimiento de tener el corazón roto. A veces se confunde la tristeza 38 con la depresión. Necesidad: Todos somos seres nostálgicos y relacionales. Cada uno a su manera, y por seguridad, necesitamos apegarnos a objetos, lugares, rostros, funciones y personas. A veces este apego resulta tan inapropiado o tan intenso que nos priva de satisfacer la necesidad primaria de libertad y autonomía. Función: La tristeza aparece cuando sufrimos una pérdida importante, e indica el grado de nuestro vínculo con el objeto, el lugar, el animal, la posición o la persona perdida. Soledad Definición: Hecho de sentirse aislado. Necesidad: Somos seres sociables, nos realizamos en compañía de personas que nos aprecian o a las que amamos. La soledad es el mensaje que dice: «Necesito estar con alguien que me aprecie y a quien yo ame» o «Necesito sentirme vinculado, sentir que formo parte de un todo». Función: La soledad es un sentimiento que nos impulsa a crear vínculos sociales, a compartir, a interactuar y a formar parte de un todo. Inadecuación Definición: Hecho de sentirse estúpido, inútil o incapaz. Necesidades: Todos necesitamos sentir que confiamos en nosotros mismos, que estamos en plena posesión de nuestras capacidades. La inadecuación es la voz que dice: «Tengo la impresión de que algo no funciona en mi interior. Necesito reencontrarme a mí mismo y quererme». Función: La inadecuación es una voluntad de sentir plena confianza, una energía que nos empuja a recuperar nuestra fuerza interior. Las emociones combinadas Los colores básicos de las emociones nos permiten describir y descifrar los mensajes emocionales.Es lo que se conoce normalmente como «escucha tus emociones». Lo que ocurre a menudo es que se dan situaciones en las que surgen varios mensajes a la vez. El sentimiento se convierte entonces en una combinación de varios colores básicos que crean un matiz diferente y particular según sea el acontecimiento, el individuo, su experiencia y su interpretación de la situación. Por ejemplo, si después de 15 años de trabajo despiden a Sophie Durelabeur, es posible que se sienta: 39 • ENFADADA, si considera que el despido es injusto; • CULPABLE, si tiene la impresión de que no ha hecho el esfuerzo necesario para cumplir sus funciones; • ABATIDA por su falta de motivación tras varias semanas buscando en vano un nuevo empleo; • SOLA, si se pasa todo el día en casa; • INADECUADA y rechazada porque un despido nunca es bueno para la autoestima; • TRISTE, si el trabajo o sus compañeros significaban mucho para ella; • ESTRESADA, si la falta de dinero no le permite llegar a fin de mes. Perder el trabajo puede ser muy doloroso, al igual que otras pruebas de la vida. La función que tiene cada emoción consiste en identificar una necesidad que nos importuna e indicarnos cómo satisfacerla. Está claro que todo resulta más fácil cuando se descifran los mensajes. Si es así, se puede reducir significativamente la secreción de adrenalina en nuestro cuerpo y resolver las diferentes situaciones problemáticas. Después de la lluvia siempre sale el sol. El capítulo 8 (en la sección «Comprender las emociones», pp. 136- 141) propone varias soluciones que permitirán responder a distintas necesidades y resolver el mensaje emocional transmitido. La negación emocional La evasión Quienes no escuchan sus emociones suelen recurrir a maniobras de evasión. Evasión es que el capitán preste oídos sordos al mensajero. Es la acción de «ahogar» los pensamientos que genera la emoción sin hacerles frente. Beber alcohol, fumar, ir de compras, atiborrarse de comida, ver la televisión, trabajar son ejemplos de actividades de evasión que nos permiten eludir temporalmente la presión. Pero un medio de evasión no puede convertirse en un hábito porque, aunque nos alivie temporalmente, el verdadero problema sigue sin resolverse, pues el mensaje emocional, nuestra necesidad, no se ha colmado. ACTUAR de acuerdo con la emoción que sentimos y descodificar el mensaje, el matiz del color, es la única manera de resolver la situación. La emoción que aparece reiteradamente como un círculo vicioso puede dar lugar a una sensación de vacío, frustración y depresión. La frustración Cuando una necesidad no se satisface, el mensajero se enoja impaciente y dispara sistemas de alarma mucho más potentes. El dolor de la emoción negativa aumenta 40 entonces cuando llega la FRUSTRACIÓN. Ese sentimiento de «estar abatido» es un mecanismo de seguridad natural. La frustración puede experimentarse, como estado de carencia con la persistencia de cualquier emoción. Cuando esto ocurre es que el cuerpo está pidiendo que hagas ALGO MÁS porque tu comportamiento no está colmando la necesidad insatisfecha y no responde al mensaje. Se trata de una llamada a la imaginación: hay que cambiar de táctica para percibir el matiz de esa emoción que no hace sino resurgir. Es el momento de pedir ayuda porque, si no se encuentra una solución para la frustración, se puede pasar al último estadio: la depresión. La depresión o la ansiedad Cuando el cuerpo se ve arrastrado en una dirección que le es perjudicial, deja de cooperar. La depresión es como un apagado automático del sistema. Desde ese punto de vista, puede ser también beneficiosa. A veces con la ayuda de un profesional los pensamientos negativos (o los pensamientos suicidas) se pueden detener y se puede averiguar la causa inicial de la frustración. Pero aquellos a quienes no les gusta hacerse preguntas o analizarse suelen acabar tomando sustancias como ansiolíticos y antidepresivos. Este tipo de medicamentos puede a veces resultar necesario cuando los síntomas son severos, aunque no hacen milagros, pues tienen efectos secundarios. Muchas otras afecciones reconocidas, como la ansiedad generalizada, están causadas por emociones a las que no hemos prestado atención durante mucho tiempo. Hábitos cancerígenos A veces el mal psíquico se traduce en mal físico porque las personas que gestionan mal sus emociones adoptan hábitos de vida perniciosos.110-112 Un simple reflejo de evasión puede así convertirse también en una dependencia cancerígena. Por ejemplo, algunas personas: • fuman cigarrillos; • beben alcohol; • comen mal; • consumen drogas; • duermen mal; • etc. En resumen, perjudican sus cuerpos y adoptan comportamientos nocivos que son factores de riesgo para el cáncer. 41 La pregunta que debemos hacernos ahora es la siguiente: ¿el huevo o la gallina? Sabemos que fumar está relacionado con el cáncer. Si este hábito de vida nocivo (gallina) es el resultado de una mala gestión de las emociones (huevo), ¿qué sucede una vez que eliminamos a la gallina? En otras palabras, ¿qué pasa con las personas ansiosas que dejan de fumar? Personalmente, estoy convencido de que dejar de fumar es muy beneficioso para el cuerpo, pero ¿qué pasa con las emociones, con el miedo y los cambios fisiológicos asociados? ¿Adónde van, si la persona no sabe cómo canalizarlos? Si las personas no le hacen frente, el problema solo se resuelve parcialmente. El verdadero reto es, pues, resolver el problema del huevo. 42 LOS PUNTOS IMPORTANTES 1. Una emoción contiene información acerca de una necesidad que hay que satisfacer. 2. Todas las emociones negativas se derivan del miedo pero difieren según sea la necesidad de satisfacerlas. El miedo nos guía hacia el bienestar. 3. Las personas que no hacen frente a sus emociones no han aprendido nunca a descifrarlas y pueden escapar de las sensaciones desagradables que provocan adoptando comportamientos de evasión nocivos que repercuten en el cuerpo. 4. Cuando no se hace frente a las emociones la información que transmiten siempre vuelve. Ello, al final, puede tener repercusiones psicológicas tales como la depresión, y tal vez físicas, como el cáncer. Así que, por favor... ESCUCHA TUS EMOCIONES porque te están transmitiendo un mensaje: «Hay algo que no está bien y debes resolver el problema». 43 EL DESCONOCIDO UNIVERSAL Durante el curso sobre el sistema nervioso que doy en la facultad de medicina, animo a mis estudiantes a que exploren su creatividad, especialmente en lo que se refiere a cuestiones médicas para las que no tenemos respuestas claras. El conocimiento científico sobre el papel de las emociones y su localización en el cuerpo es todavía limitado. Ciertamente, sabemos que hay algunas estructuras anatómicas implicadas, por ejemplo, el sistema límbico, el hipotálamo, la amígdala, el hipocampo (sí, tenemos uno en nuestro cerebro), pero nadie ha observado jamás una emoción con el microscopio, y los datos acerca de su funcionamiento son muy limitados. ¿DÓNDE ESTÁN NUESTRAS EMOCIONES? Sabemos que las moléculas y los péptidos están relacionados con ellas pero no hemos identificado los mecanismos que explican los diferentes tipos de emociones. Hay mucha gente que piensa que no solo se ubican en nuestra cabeza, pues se han hallado receptores de neuropéptidos en varias partes del cuerpo.113 Otros creen que también pueden estar presentes en el sistema nervioso autónomo (automático), lo que podría explicar reacciones como el shock vagal o la pérdida de conciencia provocada por un exceso de emociones o por las reacciones denominadas «viscerales» (en inglés, gut feeling). Las emociones se acompañan también de sensaciones físicas —opresión, calambres, latidos.113-114 Así que no hay consenso acerca de la localización anatómica de las emociones. Sin embargo, hoy día existen pruebas suficientes para creer que se comunican con todas las células del cuerpo. La doctora Candace Pert, farmacóloga y autora del libro Moleculesof Emotion [Moléculas de emoción], explica que lo mental se comunica e intercambia información constantemente con lo físico. Por lo tanto, nuestras emociones circulan por todo el cuerpo y pueden estar presentes en cada célula de cada órgano de cada sistema.113 El lenguaje emocional es un lenguaje universal, innato. Totalmente independiente de la palabra, desempeña un papel preponderante en la evolución. Se han descubierto receptores emocionales en organismos unicelulares muy primitivos.115 Estos hallazgos tienen implicaciones extraordinarias. Las emociones parecen haberse conservado desde su origen en las formas más simples de vida, y haber seguido desarrollándose en una red psicosomática tan importante como la del ser humano.113 La universalidad de las emociones también se manifiesta por el gran impacto del lenguaje no verbal. Cuando nos comunicamos, menos de un 10 % de la comprensión pasa por las palabras. El resto de la comunicación procede de factores no verbales —la postura, los gestos, las expresiones faciales y el tono de voz. Todos estos componentes no verbales tienen en su base el estado mental y las emociones. Ahora bien, las investigaciones han demostrado que la comunicación no verbal de las emociones es similar en todos los individuos del planeta, ya sean de Papúa Nueva Guinea, de China o 44 de Burkina Faso.109,113 Cuando vemos una película en un idioma extranjero, ¿no captamos al menos la esencia de las situaciones más allá de la imagen? El lenguaje emocional es, pues, idéntico en todo el mundo y compartido por todos los seres vivos, y viene siendo así desde los albores de los tiempos. Los animales sienten nuestras emociones y nosotros las comunicamos a los demás de forma automática por el principio de resonancia (véase el capítulo 8), que convierte a las emociones en el lenguaje más extendido de la Tierra, más utilizado aún que el inglés, el mandarín o el español. No es una lengua que aprendamos con su fonética, sus acentos y su ortografía. Es un lenguaje que está en nosotros desde el nacimiento y que todos los seres comprenden. Pero debido a su naturaleza inmaterial, resulta extremadamente difícil estudiar las emociones, y la ciencia está todavía en sus balbuceos. Aunque esto es secundario; comencemos por prestarles atención, por escucharlas, y el resto vendrá por sí mismo. Lectura sugerida: The Secret Language of Feelings, [El lenguaje secreto de los sentimientos] de Calvin D. Banyan.75 45 4. Más allá de las fronteras Hay dos maneras de equivocarse. Una es creer lo que no es, y la otra, negarse a creer lo que es. SÖREN KIERKEGAARD, filósofo 46 QUEBRANTAR LOS DOGMAS Un dogma es la afirmación de que una creencia se debe considerar una verdad absoluta, fundamental, indiscutible e intangible, por una autoridad política, filosófica o religiosa, que en ciertas ocasiones empleará la fuerza para imponerla. La historia de la humanidad nos muestra que muchos dogmas han sido refutados. Debido a una falta de perspectiva y a una visión egocéntrica de la realidad, esos errores han estado muy asentados en los sistemas de creencias y han influido en el mundo durante miles de años. Muchas veces a lo largo de la historia hemos creído que estábamos en el centro del universo, y este error de percepción aún sigue vigente. Por ejemplo, hubo una época en la que uno de esos dogmas afirmaba: La Tierra es el centro del universo y el Sol gira alrededor de la Tierra Quienes sostenían lo contrario eran tratados de locos. ¿Por qué hacemos comentarios tan radicales por una simple diferencia de opinión? Porque una vez que un dogma forma parte de un sistema, la gente se niega a cambiarlo. Esta cerrazón es fácil de explicar: las creencias son como los pilares o los cimientos de una casa. La gente se siente reconfortada por sus creencias, incluso aunque sean falsas, porque proporcionan seguridad y solidez a su moral casera. Prefieren seguir viendo el mundo como siempre lo han conocido, porque cambiar sus creencias destruiría sus fundamentos imponiéndoles una enorme inseguridad. Eligen la ignorancia y no el cambio. Prefieren la ilusión de la seguridad a la evolución. Tal es el círculo vicioso que sostiene el dogmatismo. Pero cada vez que un dogma ha sido refutado, el ser humano ha salido victorioso. Los avances tecnológicos ayudan a romper los dogmas, pues permiten fabricar herramientas y obtener pruebas que abren nuevas perspectivas sobre la verdad. Dicho esto, incluso hoy día hacen falta MUCHAS pruebas para transformar antiguas creencias erróneas que se sostienen por miedo al cambio y por una falsa seguridad. Otro ejemplo de dogma refutado es el de la imagen que teníamos de la Tierra hace apenas seis siglos. Se creía que era plana y todos los que afirmaban lo contrario eran tratados de herejes y amenazados con la excomunión por proferir tal «blasfemia». «¿Por qué no podría ser la Tierra redonda?», preguntaba entonces un hereje. «Porque sabemos que es plana», respondía la autoridad. Hoy día, sabemos lo contrario. Los principales responsables del error que causó esta creencia errónea fueron nuestros sentidos, unos receptores muy limitados. Mirando a lo lejos, la gente tenía la impresión de que la Tierra era plana. Fue necesario que se desarrollara una nueva herramienta, un barco capaz de recorrer largas distancias, para darnos una nueva 47 perspectiva: si se puede dar la vuelta al planeta, es que el planeta no es plano. Nuestros ojos se habían equivocado. ¡Qué cambio radical sobre una verdad de miles de años! Un día la Tierra es plana y al día siguiente es redonda. ¡Qué victoria para el ser humano este concepto nuevo completamente adaptado a la realidad! 48 LA SEPARACIÓN DE CUERPO Y ESPÍRITU ES FICTICIA De nada sirve correr; lo que hace falta es salir a la hora. JEAN DE LA FONTAINE La liebre y la tortuga Hace varios años, las teorías del matemático René Descartes (1596-1650) se utilizaron para crear un cisma absoluto en la naturaleza del ser humano, la separación del cuerpo psíquico y del cuerpo físico. Sin embargo, Descartes ya había mencionado que ambos interactuaban entre sí, particularmente a través de la glándula pineal, y que muchas de nuestras experiencias, como las emociones, no debían atribuirse únicamente al alma o al cuerpo, sino a la estrecha unión que existe entre ambos.1 La tendencia médica de los últimos siglos ha sido abandonar el factor inmaterial y examinar al ser humano de acuerdo con cada uno de sus componentes físicos, perspectiva denominada materialista y reduccionista. Ello nos ha permitido comprender las funciones de cada molécula de cada célula de cada órgano, de manera AISLADA. En cambio, la aplicación de estos conceptos en el cuerpo humano tiene limitaciones. La omnipresencia de los efectos secundarios relacionados con los tratamientos demuestra que todavía hay muy pocas terapias que se dirijan a una sola zona de forma aislada. Todas las partes del cuerpo parecen comunicarse e interactuar entre sí. Muchas de nuestras enfermedades crónicas son, por otra parte, multifactoriales, es decir, que tienen más de una causa. Es evidente que existe una conexión entre lo mental y lo físico como ilustran diversos síndromes clínicos, por ejemplo, el «trastorno de conversión», cuando un problema físico surge tras un impacto emocional intenso. Así, una persona que vive una pérdida importante puede, sin ninguna causa física asociada, quedarse ciega de repente o paralítica de algún miembro, como se ha demostrado en múltiples pruebas. En cambio, una vez superado el duelo, la visión o la integridad física se recuperan por arte de magia. Así que existe una conexión entre el mundo de lo visible y el de lo invisible. Del mismo modo que no alcanzamos a localizar la inteligencia, aún no hemos resuelto el misterio de la relación entre lo físico y lo psíquico, pero esa relación es real. Las investigaciones del doctor Mario Beauregard, de la universidad de Montreal, demuestran que la conciencia no es una parte integral del cerebro sino que interactúa conél. Nuestros pensamientos y emociones no se pueden explicar a través de los principios científicos que utilizamos hoy día. Para comprender la conciencia habría que redefinir nuestros conceptos científicos elementales, entre otros los relativos a la materia.2 La investigación médica es metódica. Gracias a ello ha podido evolucionar permitiéndole vislumbrar el mundo físico en sus más mínimos detalles. La investigación médica clasifica, analiza y compara. ¿Qué compara? Elementos y signos físicos 49 ponderables como la temperatura, el pulso, la presión arterial y el tiempo de supervivencia. Son estos los valores que otorgan objetividad a la ciencia, porque los resultados están estandarizados. Todo el mundo sabe qué representa un centímetro. Por el contrario, las emociones son imposibles de estudiar de esta manera, porque no son todavía «objetivables». Se corresponden más bien a una faceta descuidada por la medicina: su dimensión artística. Hemos de reconocer que son pocas las personas que escuchan sus emociones, especialmente las de cerebros metódicos y cartesianos. Dado que en la escuela no se nos enseña a interpretar las emociones, hay pocas personas que las escuchen. Y las que lo hacen no saben necesariamente cómo descifrarlas. Si consiguen hacerlo, no saben cómo expresarlas a los demás. No existe un lenguaje único de las emociones. El abatimiento y la tristeza pueden tener diferentes significados según la persona entrevistada. Las personas no perciben sus emociones de la misma manera. Un acontecimiento complejo tendrá consecuencias diferentes en función de las creencias de las personas, su fortaleza y sus experiencias. Además, hay diferencias culturales en lo que respecta a las emociones. En algunas culturas, se anima a expresar las emociones; en otras más bien se reprimen. Igualmente, se observan diferencias entre los sexos: los hombres tienden a ocultar sus emociones para «proteger» su virilidad. La ciencia se fundamenta en comparar elementos objetivados. ¿Podemos categorizar y comparar lo que la gente nos dice, elementos completamente subjetivos y de inmensa variabilidad? ¿Podemos realmente utilizar lo racional para estudiar lo irracional? La verdad es que no. Las emociones no se pueden ver, contar, dibujar ni tocar. Las investigaciones médicas, por otra parte, han observado hace mucho tiempo que las áreas de lo psíquico y lo espiritual tienen una gran influencia en la salud. Este fenómeno viene incluso a complicar la interpretación de los estudios, pues los resultados varían según los individuos analizados. Así que hemos desarrollado formidables argucias para depositar provisionalmente la dimensión de lo mental en una rama de estudios mientras la desciframos. La hemos llamado el «efecto placebo», que integra el conjunto de la personalidad, el ego (véase el capítulo 6), las emociones, las creencias y las actitudes de los pacientes. El efecto placebo es a veces más poderoso que los tratamientos probados (véase el capítulo 9). Las ciencias revolucionarias como la psiconeuroinmunología, la física cuántica y la epigenética, nos permiten finalmente explorar ese tesoro olvidado de la salud. 50 LUZ Y MATERIA El ser humano es una obra de arte maravillosamente concebida. Su forma ha sido diseñada por una fuerza de una inteligencia suprema que ganaría todos los premios Nobel de la Tierra y de la Vía Láctea. Más allá de su forma, esta obra de arte, además, está VIVA. Piensa, crea, interactúa. La vida sigue siendo muy misteriosa; cuanto más profundizamos en sus detalles, más conciencia adquirimos de su complejidad. A pesar de todas las películas futuristas, seguimos siendo incapaces de construir robots funcionales a nuestra imagen que puedan sentir emociones, elaborar ideas, sanar y reproducirse. Al igual que un niño, me sigue maravillando aún la belleza de los seres vivos y, entre ellos, la del más evolucionado, el ser humano. Genios como Darwin comprendieron que, con el tiempo, la vida tenía una tendencia natural a hacerse compleja.3-4 La complejidad y la evolución son voluntad de la vida. Algunas personas llegan a creer que los seres humanos son más inteligentes que la vida que los ha creado. Ahora bien, hasta la fecha, nosotros somos los dueños de la cadena alimentaria del planeta pero no podemos declararnos más inteligentes que aquello que realmente no comprendemos. La vida contiene aún muchos misterios pero su inteligencia reside en nosotros y a nuestro alrededor. Nos acompaña, nos mece y nos hace vivir emociones. En la escuela nos enseñaron que los componentes más pequeños de la materia son los átomos. Juntos, forman moléculas. Estas moléculas, en combinación, pueden formar un cuerpo sólido, líquido o gaseoso. Los átomos forman así la totalidad del mundo físico que conocemos incluyendo cada célula de nuestro cuerpo. En su arquitectura, el átomo se asemeja a un sistema planetario. El núcleo está formado por protones y neutrones. A su alrededor, los electrones giran como giran los planetas alrededor del Sol (véase ilustración a continuación). Al igual que en el sistema solar, una distancia enorme separa los electrones del núcleo, de modo que el mundo material se compone principalmente de vacío. Sí, cuando te sientas en una silla, te sientas en el vacío, en lo inmaterial. Por lo tanto, nosotros también estamos constituidos principalmente de ese vacío. Un prensaajos, una silla y un litro de vodka no serían más que una combinación de miles de millones de átomos diferentes formando, cada grupo, de manera distinta, el prensaajos, la silla y el vodka. 51 Ilustración de la arquitectura de un sistema nuclear, comparada con la de un sistema planetario como el solar. Recientemente hemos descubierto que en el interior del átomo, además de electrones, protones y neutrones existen otras muchas micropartículas con diversas funciones — entre ellas los neutrinos, los quarks, los positrones, los muones, los hadrones y los mesones). Cuanto más compleja es nuestra tecnología, más podemos explorar lo infinitamente pequeño. La teoría física más reciente es la «teoría de las cuerdas», según la cual, las partículas subatómicas parecen estar formadas en su base por pequeñas cuerdas de energía que vibran.5 En realidad, al parecer no estamos formados por partículas físicas. La materia parece ser una ilusión. La física cuántica de Max Planck y la física relativista de Einstein (E = mc2) ya habían anunciado estas deducciones hace más de 100 años.6 Nuestros sentidos nos han vuelto a engañar. El mundo físico no es sino una manifestación del mundo inmaterial, la punta del iceberg cuya mayor parte no está al alcance de la vista. Todo lo que percibes a tu alrededor es, en esencia, energía organizada. Lo esencial es invisible a los ojos. ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY El descubrimiento de la energía «atómica» invisible a comienzos del siglo XX tenía un enorme potencial de cambio, para hacer avanzar y evolucionar al ser humano. Es lamentable que tal descubrimiento cayera en manos equivocadas y se haya utilizado para fabricar bombas; pero hoy día nos hemos liberado de eso para comprender la magnitud de la vida cuántica. En los últimos siglos, la ciencia occidental se basaba exclusivamente en los conceptos de la materia —los principios que rigen la bioquímica y la genética—. Se trata de un tipo de física iniciada por Isaac Newton en el siglo XVII. Debido a esa 52 visión centrada exclusivamente en lo material, la medicina funcionaba asimismo con tratamientos físicos y moleculares como los medicamentos. El siglo XX fue también el siglo de dos moléculas: el ADN y la penicilina. Pero los beneficios de esta perspectiva centrada únicamente en la materia parecen haber llegado a su límite, pues tal visión reduce el funcionamiento de los seres vivos a los de un dispositivo dotado de «mecanismos», como un sistema de engranajes. Sin embargo, la materia no es solo materia y no podemos ignorar los principios del mundo intangible. La vida también se rige por los principios de la energía invisible. Solo la física
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