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farmayuda.tk FARMACOLOGÍA DE LA HEMOSTASIA La hemostasia sanguínea es el proceso fisiológico que tienen como fin mantener la sangre líquida y evitar su extravasación. Este proceso puede verse afectado por distintos factores provocando un exceso de función que de lugar a hemorragias o un déficit de función que origina cuadros trombóticos. La trombosis es la base de enfermedades frecuentes y graves como la isquemia coronaria y cerebral, o la trombosis venosa y la embolia pulmonar. Por ello, los fármacos que se utilizan en estas situaciones tienen una gran importancia. Los fármacos pueden influir en la hemostasia al actuar sobre distintas fases de la misma: sobre la coagulación (estimulándola/coagulantes o inhibiéndola/anticoagulantes), sobre la función plaquetaria o sobre la fibrinólisis. TEMA 16: FARMACOLOGÍA DE LA SANGRE 1. Patología trombótica 1.1. Anticoagulantes Los fármacos inhibidores de la coagulación o fármacos anticoagulantes son compuestos con capacidad de inhibir la fase plasmática de la coagulación. Este efecto puede lograrse de dos maneras principalmente: 1. Inactivando los factores de la coagulación ya sintetizados en el plasma. 2. Inhibiendo la síntesis hepática de algunos factores de la coagulación. Los fármacos que actúan por el primer mecanismo son las heparinas y derivados, y los que actúan por el segundo los anticoagulantes orales. 1.1.1. Inyectables: heparinas Las heparinas son una familia de polisacáridos (glicosaminoglicanos en distinto grado de polimerización y sulfatación). Químicamente, la molécula de heparina se fracciona lo más posible para acercarse a ese pentasacárido y en función de esto se han sintetizado tres grandes tipos de heparinas: ● Heparinas no fraccionadas (HNF) o clásicas: incluye la heparina sódica y 76 farmayuda.tk cálcica. ● Heparinas de bajo peso molecular (HBPM): son las más utilizadas. ● Pentasacáridos: compuestos formados por la mínima fracción de HNF. El más utilizado es el Fondaparinux. El mecanismo de acción de las heparinas es la fijación a la antitrombina III (AT-III) para aumentar su velocidad de acción (la trombina III activa los factores II, IX, X, XI y XIII) y la unión a algunos factores de la coagulación inhibiendo la misma. Además del efecto anticoagulante, también presentan acción antitrombótica, fibrinolítica, lipolítica y sobre las plaquetas. Por ello, las heparinas se utilizan para evitar la formación de trombos venosos y arteriales siempre y cuando se a acorto plazo. A largos plazos hay que administrar anticoagulantes orales (que no son las heparinas sino otros). La heparina se administra por vía parenteral y la reacción adversa más frecuente es la aparición de hemorragias (por ausencia de factores de coagulación). Para revertir el efecto se utiliza el antídoto sulfato de protamina. 1.1.2. Orales: antivitaminas K Los anticoagulantes orales o antivitaminas K son sustancias emparentadas químicamente con la vitamina K, que se administran por vía oral y cuyo mecanismo de acción viene dado por la inhibición de la reducción enzimática de la vitamina K, impidiendo que se produzcan determinados factores de coagulación (II, VII, IX, X). Su efecto máximo, no aparecerá hasta por lo menos 2 días después de ser administrados. Por tanto, no están indicados para tratamientos de urgencia, sino para tratamientos crónicos. La duración de su efecto se prolonga varios días. Tienen un estrecho margen terapéutico y la dosis debe ajustarse mediante el INR (razón normalizada internacional) Se clasifican en dos grandes grupos: las cumarinas (Acenocumarol y Warfarina) e indandionas (fenindiona, difenadiona y anisindiona). Los anticoagulantes orales aumentan su efecto al administrarse con antiagregantes (AAS), los AINEs y antiepilépticos desplazan su unión a proteínas plasmáticas, los antibióticos y antidepresivos inhiben su metabolismo (peligro de hemorragia). La vitamina K (antídoto), sin embargo, disminuye el efecto de estos anticoagulantes (cuidado nutrición parenteral), otros inductores enzimáticos como barbitúricos y rifampicina también disminuyen su efecto. 1.2. Antiagregantes plaquetarios Son un grupo de compuestos cuyo objetivo principal es evitar la activación de las 77 farmayuda.tk plaquetas. Poseen valor profiláctico importante en determinadas situaciones patológicas que cursan con trombosis arterial como el infarto agudo de miocardio, la cirugía de derivación coronaria, los síndromes coronarios inestables, el accidente isquémico transitorio cerebral o la fibrilación auricular. Los fármacos antiagregantes más utilizados son: ● El ácido acetilsalicílico (AAS) y el dipiridamol que actúan a nivel de la activación de plaquetas ● Los inhibidores (Epoprostenol) y antagonistas (Abciximab) del complejo gp IIb/IIIa ● Los inhibidores del ADP: Ticlopidina y Clopidogrel. El AAS es un inhibidor irreversible de la ciclooxigenasa (COX), esta inhibición disminuye la síntesis de tromboxanos A2 en plaquetas. Únicamente requiere de una dosis (75 mg). El Dipiridamol inhibe la fosfodiesterasa III y IV, aumentando los niveles de AMPc y GMPc, modulando así la activación plaquetaria. Se recomienda su asociación con bajas dosis de AAS. La Ticlopidina y el Clopidogrel disminuyen la expresión de los receptores GP IIb/IIIa dependientes de ADP, inhibiendo así la activación plaquetaria. Presenta efecto aditivo con el AAS. El Epoprostenol es una prostaglandina sintética que inhibe la expresión del receptor GPIIb/IIIa. Su administración es parenteral (hemodiálisis). El Abciximab es un antagonista de los receptores GPIIb/IIIa. Se utiliza como complemento de la heparina y el AAS. Todos estos antiagregantes se utilizan en la prevención de la formación de trombos (diabéticos, hipercolesterolemia, HTA) y en pacientes con infarto de miocardio o accidentes cerebrovasculares. 1.3. Fibrinolíticos Los fármacos fibrinolíticos tienen como principal acción disolver trombos mediante la activación del plasminógeno, que pasa a plasmina. Todos ellos se administran por vía intravenosa ya que no se absorben por vía oral. Los más conocidos son la uroquinasa, la estreptoquinasa y el activador de plasminógeno tisular (tPA) 78 farmayuda.tk 2. Patología hemorrágica Las causas de una hemorragia pueden ser: por déficit de factores de coagulación (factores genéticos o enfermedades como la hemofilia), una lesión hepática que impida la síntesis de los factores de coagulación o una ingestión de anticoagulantes orales. 2.1. Procoagulantes Hay varios agentes estimulantes de la fase plasmática de la coagulación que se denominan de forma general fármacos procoagulantes. Uno de los fármacos más conocidos es la vitamina K2 (la K1 está en los vegetales y la K3 o menadiona es sintética) que se sintetiza en el intestino de manera natural y es necesaria para lacarboxilación final de los factores II, VII, IX y X La administración de vitamina K es bastante inofensiva pero puede producir anemia hemolítica (sobre todo tras administración IV). 2.2. Antifibrinolíticos Los fármacos antifibrinolíticos inhiben la activación del plasminógeno, es decir, impide que la fibrina se disuelva correctamente. Los más típicos son el Ácido tranexámico y la Aprotinina. En situaciones agudas se administran por vía IV mientras que en tratamientos prolongados se utiliza la oral. Están indicados como antídotos de hemorragias por fibrinolíticos, para evitar hemorragias en extracciones dentarias en enfermos hemofílicos y para prevenir hemorragias. 3. Fármacos antianémicos La anemia es la disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre, causada por déficit de factores necesarios para la eritropoyesis, depresión de la médula ósea o por anemias hemolíticas (destrucción de glóbulos rojos). En el primer caso tenemos: anemia microcítica (que cursan con déficit de hierro) y anemia megaloblástica (hematíes grandes y escasos, cursa con déficit de ácido fólico o B12). Se administra B12 o hierro en función del tipo de anemia. 79
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