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farmayuda.tk TEMA 18: FÁRMACOS ANTITUSÍGENOS, MUCOLÍTICOS Y EXPECTORANTES 1. Antitusígenos Los fármacos antitusígenos o antitusivos son aquellos capaces de reducir la frecuencia e intensidad de la tos. Hay que tener en cuenta, que la tos es un acto reflejo que tiene una función protectora, con el fin de evitar el bloqueo de las vías respiratorias así como para eliminar patógenos, partículas y cuerpos extraños del aparato respiratorio. Una tos insuficiente favorece la infección pulmonar. Sin embargo, hay ocasiones en la que la tos se convierte en fuente de patología ya que excede la necesidad de expulsar partículas o secreciones, dando lugar a molestias, que pueden ir desde dolor o dificultad para conciliar el sueño, hasta trastornos cardiovasculares. En estas situaciones se hace necesario recurrir a los fármacos antitusígenos. El reflejo de la tos se activa por estímulos irritantes de las fibras nerviosas sensoriales con terminales en la laringe, la tráquea y los bronquios extrapulmonares. Estos estímulos aferentes son transportados por el nervio neumogástrico o vago, aunque también intervienen otros nervios como el trigémino o el glosofaríngeo. Estas aferencias son procesadas en un centro nervioso, denominado centro de la tos, el cual está situado en el bulbo raquídeo. Su identidad aún no está bien definida, pero se cree que es independiente del centro respiratorio. Mediante diversos nervios eferentes, se pone en marcha una compleja respuesta muscular que origina el acto de la tos, el cual consta de tres fases consecutivas: inspiración profunda, compresión con aumento de la presión intratorácica, expulsión dinámica con glotis abierta y alto flujo espiratorio. Además de este componente reflejo, la tos cuenta con un componente voluntario mediante el control por parte de la corteza cerebral. Los fármacos antitusígenos pueden actuar sobre cualquier componente del arco reflejo de la tos, tradicionalmente se clasifican en antitusígenos de acción central (más efectivos) y de acción periférica (antihistamínicos, antagonistas de neuropéptidos y broncodilatadores) según actúen a nivel del centro de la tos o de las fibras aferentes o eferentes que transmiten el reflejo. Por otro lado, dado el alto componente subjetivo de la tos, existen muchos fármacos cuya eficacia en ensayos clínicos controlados es cuestionable. Además, el efecto placebo es responsable en muchos casos de la eficacia antitusígena del fármaco. Todo 84 farmayuda.tk ello provoca que en muchos casos, el tratamiento de la tos sea insatisfactorio. Antes de iniciar un tratamiento antitusígeno es fundamental identificar el mecanismo causante subyacente, que podría requerir tratamiento y siempre que sea posible debe tratarse la causa y no el síntoma (la tos). Los principales fármacos antitusígenos con acción central son los fármacos opiáceos y los no opiáceos. Los de acción periférica incluyen la Noscapina, Benzonatato (anestésico local), Ipratropio (broncodilatador) y antihistamínicos como la Difenhidramina y Lidocaína. 1.1. Opiáceos Los antitusígenos opiáceos tienen acción sobre el centro de la tos, aunque también hay evidencia de su efecto a nivel periférico (inhibe la liberación de mediadores de la inflamación). La mayoría de los opioides tienen actividad antitusígena pero los riesgos derivados de su utilización exceden sus beneficios, por lo que su utilización para este fin está restringida a unos pocos. La Codeína es el fármaco antitusígeno más utilizado y sirve de referencia para otros fármacos. Actúa a nivel del receptor mu (inhibitorio). Produce analgesia, acción antitusígena (inhibe el centro de la tos e inhibe la liberación de mediadores de la inflamación como citoquinas y PGE2), produce depresión respiratoria (atención a la edad o si tiene EPOC o si está en tratamiento además con benzodiacepinas o sedantes), acción euforizante (adictiva aunque con tolerancia rápida) e inhiben el peristaltismo produciendo estreñimiento. Los efectos adversos más habituales son: sedación, trastornos gastrointestinales y depresión respiratoria al administrarse en dosis altas. La codeína se considera un fármaco de categoría C para su uso durante el embarazo ya que es de naturaleza básica, y se acumula en lugares ácidos, como en la leche. El Dextrometorfano es un análogo de la codeína cuya eficacia antitusígena ha sido demostrada en diferentes ensayos clínicos siendo similar a la codeína. Es un antagonista de los receptores NMDA y no tiene efecto analgésico. Su principal ventaja respecto a la codeína es que no produce depresión respiratoria. La Folcodina, con una utilidad clínica similar a la codeína pero con mayor vida media lo que permite alargar el intervalo entre dosis. La Noscapina o narcotina que no tiene actividad opioide y puede producir liberación de histamina. A diferencia del resto, éste es de acción periférica. 1.2. No opiáceos 85
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