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PARÉNQUIMA PULMONAR

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de la cavidad torácica) y una hoja visceral (que se encuentra recubriendo al parénquima 
pulmonar), entre las cuales se ubica un espacio virtual llamado espacio pleural. La 
pleura está formada por un mesotelio; debajo tejido conectivo laxo con pocas células y 
sin linfáticos ni vasos sanguíneos; y una capa fibroelástica de fibras colágenas y elásticas 
que la separa de la subpleura. La subpleura es de tejido conectivo laxo con fibras 
colágenas y elásticas, fibras nerviosas y abundantes vasos sanguíneos y linfáticos. 
La arteria pulmonar lleva sangre carboxigenada al pulmón, mientras que las venas 
pulmonares traen sangre oxigenada a la aurícula izquierda. La arteria pulmonar se divide 
en dos ramas, una para cada pulmón; desde aquí se ramifican acompañando a los 
bronquios y bronquiolos (las arterias van junto a ellos, mientras que las venas solo tienden 
a aproximarse); luego los vasos sanguíneos acompañan a cada conducto alveolar, 
partiendo una red de capilares para rodear a cada uno de los alvéolos. Las venas 
pulmonares nacen en los lobulillos y de la pleura, penetrando en los tabiques 
interlobulillares. Las arterias bronquiales (ramas de la aorta y de las intercostales) son las 
que llevan sangre oxigenando a los ganglios linfáticos, la pleura visceral y los tabiques 
interlobulillares. 
 
SISTEMA ENDÓCRINO 
El sistema endócrino comprende un conjunto de glándulas que poseen la capacidad de 
producir hormonas. Una hormona es una sustancia sintetizada por una célula que viaja 
por el torrente sanguíneo y alcanza a otra célula a distancia (célula blanco), sobre la cual 
tendrá un efecto determinado. Las glándulas pueden ser endócrinas (como la hipófisis, la 
tiroides, la suprarrenal), exócrinas (como la parótida, de Brunner, de Lieberkuhn) o mixtas 
(como el páncreas, el hígado, el ovario, el testículo), según si vierten su producto de 
secreción directamente en la sangre o en la luz que se comunica con el exterior; también 
las glándulas pueden ser unicelulares (como las células caliciformes) o multicelulares. 
 
HIPÓFISIS 
La hipófisis o glándula pituitaria es la encargada de regular la función de las otras 
glándulas endócrinas y el crecimiento de todo el organismo, aunque su función se 
encuentra regulada por el hipotálamo y éste a su vez recibe millones de aferencias de la 
corteza cerebral y del sistema límbico. La hipófisis es una pequeña glándula que pesa 
menos de 1gr ubicada en el encéfalo, sobre la silla turca del esfenoides. La glándula se 
vincula con la producción de hormonas que actúan en órganos distantes a ella, las cuales 
se liberan de forma regulada por retroalimentación: el hipotálamo sintetiza una serie de 
hormonas conocidas como factores liberadores que tienen su efecto sobre la hipófisis, a 
la cual llegan por el sistema porta hipofisario; estos factores desencadenan la liberación 
de las hormonas hipofisarias que son vertidas a la sangre para alcanzar sus órganos 
blanco, las cuales tienen como efecto tanto la liberación de hormonas por parte de la 
glándula blanco como la estimulación del trofismo (esto significa aumentar la irrigación, el 
tejido de sostén y el número de células de la glándula en cuestión); así, si una glándula se 
ve privada de la hormona hipofisaria que la estimula, ésta no será capaz de liberar 
hormonas, se encontrará atrófica y tendrá una pobre irrigación. Este sistema de 
retroalimentación es una forma de las que se basa el organismo para mantener los 
niveles de hormonas en forma constante, ya que cuando las hormonas periféricas se 
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encuentran en alta concentración, inhiben al sistema estimulador para que no se produzca 
un exceso; o cuando las hormonas periféricas se encuentran disminuidas, el freno que 
representa la retroalimentación negativa se encuentra ausente y se libera la cascada de 
estimulación de la producción hormonal. 
Anatómicamente puede dividirse en el lóbulo anterior, el lóbulo intermedio y el lóbulo 
posterior; histológica, embriológica y fisiológicamente puede dividirse en la adenohipófisis, 
rojiza y blanda (con su porción distal, porción intermedia y porción tuberal), y la 
neurohipófisis, blanca y firme (con su porción nerviosa y tallo neural). El lóbulo anterior 
comprende a la porción distal y a la porción tuberal; el lóbulo intermedio comprende a la 
porción intermedia; y el lóbulo posterior comprende a la neurohipófisis. El lóbulo anterior 
se encuentra separado del intermedio por una cisura denominada cisura remanente. 
 
La adenohipófisis constituye el componente epitelial de la glándula y representa la 
mayor parte de su volumen. Se encuentra recubierta por una cápsula de tejido conectivo 
colágeno irregular que envía tabiques hacia el interior, por donde transcurren los vasos 
que irrigan al órgano conformando el estroma. 
La porción distal constituye la mayor parte de la hipófisis. Las células glandulares se 
disponen en cordones o cúmulos ubicados entre una red capilar de grandes luces 
irregulares que son capilares fenestrados. El escaso tejido conectivo se compone de una 
red de fibras reticulares que dan rigidez a las células glandulares y a las paredes de los 
capilares. Aquí llegan células de un tipo de sostén epitelial llamadas células 
folículoestrelladas, que componen la pared de los pequeños folículos llenos de coloide 
cercanos a la porción nerviosa y aparecen como células estrelladas con largas 
prolongaciones, que actúan por secreción parácrina inhibiendo a las células secretoras de 
hormonas de la porción distal. Las células glandulares son poliédricas, descansan sobre 
una membrana basal y poseen gránulos en su citoplasma con las hormonas que 
producen, por lo que se clasifican según la afinidad de sus gránulos por los colorantes en: 
cromófilas, pudiendo ser acidófilas (40%) o basófilas (10%); y cromófobas (50%, no se 
tiñen). 
Las células acidófilas son redondeadas, algo más pequeñas que las basófilas, poseen 
gránulos grandes que se tiñen de color anaranjado y son las somatotrofas y lactotrofas. 
Las células somatotrofas (50% del total de las células de la adenohipófisis) poseen 
abundantes gránulos de secreción; sintetizan la hormona del crecimiento o somatotrofina 
(GH) que estimula el crecimiento del organismo de forma directa sobre el hueso 
(estimulando la producción ósea y aumentando el número de osteocitos y osteoclastos) y 
de forma indirecta sobre los tejidos blandos (por medio de intermediarios llamados 
factores de crecimiento insulino símiles o somatomedinas –IGF- que son producidos por 
el hígado y su liberación a la sangre está mediada por GH). Las células lactotrofas (15% 
del total de las células de la adenohipófisis) poseen gránulos grandes durante la lactancia 
pero son escasos y menores cuando la actividad glandular disminuye; sintetizan 
prolactina (PRL) que actúa en la mujer sobre la glándula mamaria estimulando a las 
células para la síntesis y secreción de la leche durante la lactancia (su ausencia 
determina que la madre no tenga leche -agalactia- y su exceso fuera de la lactancia 
determina la producción de leche -galactorrea- y la inhibición de los ciclos sexuales en la 
mujer -amenorrea). 
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Las células basófilas son redondeadas, algo más grandes que las acidófilas, poseen 
gránulos que se tiñen de color azul y son las tirotrofas, gonadotrofas y 
adrenocorticotrofas. Las células tirotrofas (10% del total de las células de la 
adenohipófisis) poseen los gránulos de secreción más pequeños alojados en la periferia 
de la célula; sintetizan tirotrofina (TSH) que estimula la síntesis y secreción de las 
hormonas tiroideas triyodotironina y tiroxina. Las células gonadotrofas (10% del total de 
las células de la adenohipófisis) poseen gránulos de secreción más grandes; sintetizan 
gonadotrofinas que son la hormona folículo estimulante(FSH), que en la mujer estimula el 
crecimiento de los folículos ováricos y la secreción de estrógenos, mientras que en el 
hombre estimula el epitelio seminífero del testículo favoreciendo la liberación de los 
espermatozoides; y la hormona luteinizante (LH), que en la mujer induce la maduración 
folicular, la secreción de estrógenos, la ovulación, la formación del cuerpo lúteo y la 
secreción de progesterona, mientras que en el hombre estimula las células intersticiales 
de Leydig del testículo para la producción de hormonas androgénicas (testosterona). Las 
células adrenocorticotrofas (15-20% del total de las células de la adenohipófisis) son 
pequeñas, presentan prolongaciones citoplasmáticas y poseen escasos gránulos en la 
periferia de la célula; sintetizan adrenocorticotrofina (ACTH), que estimula las zonas 
fasciculada y reticular de la corteza suprarrenal para la producción de corticosteroides. 
Las células cromófobas son las más pequeñas de la adenohipófisis y se las considera 
como células cromófilas en etapa inactiva después del vaciamiento de los gránulos (razón 
por la que no se tiñen), ya que se cree que las células cromófilas atraviesan ciclos 
secretores repetidos. 
La porción intermedia solo se encuentra en la vida fetal y un corto período postnatal; 
después aparecen folículos dispersos, que se creen que son restos de la bolsa de Rathke 
(un divertículo ectodérmico, a partir de la cual se desarrolla la adenohipófisis). Se 
compone de folículos que contienen un líquido con abundancia de proteínas que no 
parece que tengan función alguna en la vida postnatal, pero que en la vida fetal producen 
la hormona estimulante de los melanocitos o melanotrofina (MSH), que estimula la 
producción de melanina por parte del melanocito. 
La porción tuberal se compone de una delgada capa de células en la superficie del tallo 
neural. Las células se ordenan en cordones longitudinales entre los vasos o en folículos 
que contienen material con proteínas abundantes: la mayoría de las células son 
cromófobas, pero pueden hallarse células acidófilas y basófilas. No tiene una función 
endócrina conocida, pero las células poseen receptores para la hormona melatonina 
sintetizada para la glándula pineal. 
 
La neurohipófisis está formada por tejido nervioso: por las fibras amielínicas de las 
neuronas que se encuentran en los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo; 
y por unas células pequeñas de forma variable con núcleos redondos u ovales llamadas 
pituicitos, que son astrocitos especializados que cumplen funciones de sostén y se hallan 
rodeando a la gran cantidad de vasos sanguíneos (capilares fenestrados). Las hormonas 
son sintetizadas en el soma de las neuronas (o sea en el hipotálamo), llegan a la 
neurohipófisis viajando por flujo axonal anterógrado (las fibras representan el tracto 
hipotálamohipofisiario, dado que transcurren por el tallo neural donde algunas fibras 
terminan mientras que la mayor parte continúa hasta la porción nerviosa) y se almacenan 
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en las terminaciones o dilataciones axonales que se encuentran cercanas a los vasos 
sanguíneos formando los cuerpos de Herring (que no son más que cúmulos de material 
de secreción); por lo que la neurohipófisis solo almacena las hormonas producidas en el 
hipotálamo hasta que sean vertidas al torrente sanguíneo. 
Las hormonas que se almacenan en la neurohipófisis son fundamentalmente 2: la 
oxitocina (producida por las células del núcleo paraventricular), que en la mujer 
desencadena las contracciones del útero grávido que provocarán el parto y media el 
reflejo de eyección de la leche como reacción a la estimulación sensorial del pezón 
estimulando la contracción de las células mioepiteliales alrededor de los alvéolos 
glandulares y conductos excretores, mientras que en el hombre produce la contracción del 
músculo liso del conducto deferente y la próstata; y la hormona antidiurética o 
vasopresina (ADH –producida por las células del núcleo supraóptico), que disminuye el 
volumen urinario cuando el organismo necesita ahorrar agua (sea por deshidratación, 
sudoración profusa, hemorragia, alta osmolaridad del plasma por un gran ingreso de 
solutos, etc.), por lo que el agua que transita por el túbulo colector es recapturada y 
devuelta a la sangre para mantener el volumen sanguíneo. 
 
La irrigación de la hipófisis es sumamente importante y a la vez compleja, ya que las 
hormonas viajan por la sangre y necesitan abundantes puntos de entrada a ella. La 
hipófisis se halla regulada por el hipotálamo, el cual produce hormonas que viajando por 
la sangre estimularán la secreción de las hormonas hipofisarias; por lo tanto se necesitan 
dos sistemas capilares, uno a nivel del hipotálamo y otro a nivel de la hipófisis. En los 
capilares del hipotálamo se produce la entrada de las hormonas que allí se sintetizan, que 
saldrán del torrente circulatorio para llegar a los capilares que se encuentran en la 
hipófisis; y en éstos, a su vez, se produce la entrada de las hormonas que aquí se 
sintetizan. Las arterias hipofisarias superiores se capilarizan a nivel del hipotálamo, luego 
al ingresar al tallo hipofisario forman vénulas y éstos se capilarizan formando una red de 
sinusoides a nivel de la porción distalis; de esta manera, nos encontramos con vasos 
venosos rodeados por dos redes capilares, una red en el hipotálamo y otra en la porción 
distalis de la hipófisis, formando el sistema porta hipofisario. Mientras que las arterias 
hipofisarias inferiores se encargan de irrigar fundamentalmente el lóbulo posterior de la 
hipófisis. 
 
TIROIDES 
La tiroides es una glándula endócrina ubicada en el cuello por delante del cartílago 
homónimo, y es la única glándula endócrina que es posible palpar desde la superficie 
corporal. Se encuentra formada por dos lóbulos unidos en la línea media por un istmo y su 
tamaño aumenta en forma correspondiente a la concentración en sangre de la hormona 
tiroestimulante o tirotrofina (TSH). 
La unidad histológica de la tiroides es el folículo tiroideo, que es una estructura cerrada 
con una luz central revestida por un epitelio cúbico simple (que puede variar según la 
actividad glandular) cuyas células reciben el nombre de células foliculares y se 
encuentran intercaladas entre ellas células C o parafoliculares. En la cavidad folicular se 
encuentra el coloide, que es una solución coloidal compuesta por agua, electrolitos y la 
proteína tiroglobulina disuelta, y se tiñe débilmente acidófilo. El parénquima de la 
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glándula, por lo tanto, está formado por dos tipos celulares (las células foliculares y las 
parafoliculares). 
Las células foliculares conforman el epitelio que se encuentra revistiendo la luz del 
folículo tiroideo, mientras que su membrana basal está en contacto con el estroma de la 
glándula (formado por tejido conectivo). La altura del epitelio del folículo está en íntima 
relación con la actividad de la glándula: en las glándulas que se encuentran en 
hiperactividad puede observarse un epitelio cilíndrico simple; mientras que en las 
glándulas que se encuentran en reposo puede observarse un epitelio plano simple. Las 
células foliculares se observan levemente acidófilas y su membrana apical posee chapa 
estriada. Estas células están continuamente endocitando coloide en el que se encuentran 
las hormonas tiroideas disueltas, para ser extraídas y liberadas a la sangre; y también 
tienen actividad exocítica por la síntesis y liberación a la luz folicular de tiroglobulina. 
Las células C o parafoliculares se encuentran intercaladas en el epitelio folicular sin 
contactar con el coloide y también en el intersticio que hay entre los folículos. Estas 
células también poseen actividad endócrina ya que sintetizan calcitonina, una hormona 
vinculada con el metabolismo fosfocálcico que disminuye los nivelesplasmáticos de calcio 
(es hipocalcemiante). 
 
 Histofisiología. 
La tiroides produce dos tipos de hormonas: las hormonas yodadas sintetizadas por las 
células foliculares, que son la triyodotirosina (T3) y la tetrayodotirosina (T4); y en 
menores cantidades hormonas inmaduras, que son la DIT y la MIT; además libera la 
hormona sintetizada por las células parafoliculares, que es la calcitonina. Las hormonas 
T3 y T4 difieren entre sí por su concentración en la sangre y por su potencia biológica, ya 
que la T4 es más abundante pero menos activa, mientras que la T3 es menos abundante 
pero más activa; aun así, los tejidos en los cuales actúan las hormonas tiroideas poseen 
una enzima (la desyodasa tisular) capaz de sacarle un yodo a la T4 convirtiéndola en T3, 
por lo que la T4 se comporta como un prohormona (es decir, un precursor de la hormona 
activa); de esta manera, las hormonas tiroideas ejercen sus acciones en los tejidos en 
forma de T3 directamente de esta hormona, en forma de T3 indirectamente de la 
transformación de T4 o en menor medida en forma de T4 directamente. Las hormonas 
tiroideas: aumentan el consumo de oxígeno por parte de los tejidos, ya que estimulan su 
metabolismo; estimulan la degradación de lípidos particularmente en el tejido adiposo; 
estimulan el crecimiento de los huesos largos; estimulan la mielinización del SNC en las 
primeras etapas del desarrollo; favorecen la producción de glucosa a partir de sustancias 
no emparentadas con los hidratos de carbono como lípidos, aminoácidos o ácidos 
nucleicos; estimulan la frecuencia y la fuerza de contracción cardíacas; y estimulan la 
producción de calor por el tejido adiposo pardo. La calcitonina disminuye los niveles de 
calcio en sangre. 
 
PARATIROIDES 
Las paratiroides son 4 pequeñas glándulas vecinas y asociadas a la tiroides que 
sintetizan la hormona parotídea o parathormona, que eleva los niveles de calcio en sangre 
(es hipercalcemiante). Estas glándulas poseen una delgada cápsula de tejido conectivo 
colágeno que envía tabiques hacia el interior de la glándula.

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