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superiores derecha e izquierda y la cara anterior de la sínfisis del pubis se sitúan en el mismo plano vertical (v. fig. 6-2 B y C). Al observar anteriormente una pelvis ósea en esta posición (v. fig. 6-2 A), el extremo del cóccix se ve cerca del centro de la apertura superior de la pelvis, y los huesos púbicos y la sínfisis del pubis constituyen más bien un suelo para sostener el peso que una pared anterior. En la vista medial (v. fig. 6-1 A), el promontorio del sacro se sitúa directamente superior al centro de la apertura inferior de la pelvis (localización del cuerpo perineal). Por lo tanto, el eje curvo de la pelvis cruza el eje de la cavidad abdominal formando un ángulo oblicuo. Diferencias sexuales en la cintura pélvica La diferencia entre el esqueleto masculino y femenino es más evidente en la cintura pélvica. La pelvis ósea del hombre y de la mujer difiere en varios aspectos (fig. 6-3; tabla 6-1). Estas diferencias sexuales se relacionan principalmente con la complexión más pesada y los músculos más grandes de la mayoría de los hombres, y con la adaptación de la pelvis (sobre todo de la pelvis menor) en las mujeres para el parto. Las diferencias sexuales que aparecen durante la gestación ocurren en el arco púbico. La cintura pélvica tiene dimensiones mayores en los hombres; en la infancia se desarrolla un volumen mayor en la cavidad pélvica y es en la pubertad donde aparecen las diferencias más evidentes (v. cuadro clínico «Variaciones de la pelvis masculina y femenina»). Los cambios en la forma de la pelvis continúan toda la vida (v. Huseynov et al., donde encontrará animaciones de los cambios en hombres y mujeres a lo largo de la vida). Articulaciones y ligamentos de la cintura pélvica Las principales articulaciones de la pelvis son las articulaciones sacroilíacas y la sínfisis del pubis (fig. 6-4 A). Las articulaciones sacroilíacas unen el esqueleto axial (esqueleto del tronco, formado a este nivel por la columna vertebral) con el esqueleto apendicular inferior (esqueleto de los miembros inferiores). Las articulaciones lumbosacra y sacrococcígea, a pesar de pertenecer al esqueleto axial, están directamente relacionadas con la cintura pélvica. Unos ligamentos fuertes sujetan y refuerzan estas articulaciones. ARTICULACIONES SACROILÍACAS Las articulaciones sacroilíacas son articulaciones complejas, fuertes, que soportan peso, y constan de una articulación sinovial anterior (entre las caras auriculares del sacro y el ilion, cubiertas por cartílago articular) y una sindesmosis posterior (articulaciones fibrosas entre las tuberosidades de los mismos huesos) (fig. 6-4 B). Las superficies (caras) auriculares de la articulación sinovial presentan elevaciones y depresiones, irregulares pero congruentes, que encajan entre sí (fig. 6-5 A a C). Las articulaciones sacroilíacas difieren de la mayor parte de las articulaciones sinoviales en que permiten una movilidad limitada, una consecuencia de su función de transmisión del peso de la mayor parte del cuerpo hacia los huesos coxales. El peso se transfiere desde el esqueleto axial a los dos iliones a través de los ligamentos sacroilíacos (fig. 6-4 A), y luego a los fémures durante la bipedestación y a las tuberosidades isquiáticas durante la sedestación. Mientras las caras articulares 1030 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 6 PELVIS Y PERINÉ Cintura pélvica Diferencias sexuales en la cintura pélvica Articulaciones y ligamentos de la cintura pélvica booksmedicos.org Push Button0:
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