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El Arte de Planificar el Futbol - Castellano _ Casamichana (2016)

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2.3.1.1. Distancias 60 
2.3. EVALUACIÓN DE LA DEMANDA EXTERNA 59 
2.3.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA 
VELOCIDAD 60 
2.2.3.1. Limitaciones de la PSE 58 
2.2.3. LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL ESFUERZO (PSE) 55 
2.2.2.1. Limitaciones del LA 54 
2.2.2. LA CONCENTRACIÓN DE LACTATO (LA) 54 
2.2.1.1. Variables e indicadores a partir de la FC 50 
2.2.1.2. Limitaciones de la FC 53 
FRASES CÉLEBRES 23 
ANTES DE EMPEZAR 33 
l. INTRODUCCIÓN 37 
2. EVALUACIÓN FÍSICO-FISIOLÓGICA DE LOS JUEGOS 
REDUCIDOS: ¿QUÉ DEMANDAN? 45 
2.1. INTRODUCCIÓN 45 
2.2. EVALUAR LA DEMANDA INTERNA 49 
2.2.1. LA FRECUENCIA CARDIACA (FC) 50 
PREFACIO 19 
, 
PROLOGO 13 
AGRADECIMIENTOS 5 
ÍNDICE 
• www.futbold~lit ro com 
de ltbro e f 
4.3.5.1. Progresión en los JR 157 
4.3.5.2. El nivel actual del equipo 158 
4.3.5.3. Secuenciación de los JR: bloques de seis semanas. 166 
4.3.5.4. Tabla resumen: propuesta de niveles 172 
4.1. INTRODUCCIÓN 123 
4.2. FUNDAMENTOS DEL MODELO 127 
4.3. EL MODELO TRIDIMENSIONAL EN LA PERIODIZACIÓN 136 
4.3.1. ¿CUÁNTA DOSIS DE JR? 141 
4.3.2. LOS JR EN LA SESIÓN 144 
4.3.3. LOS JR EN PRETEMPORADA 146 
4.3.4. LOS JR EN EL MICROCICLO COMPETITIVO 153 
4.3.5. LOS JR EN LA SUCESIÓN DE MICROCICLOS 
COMPETITIVOS 156 
EL PUZLE 123 
4. PERIODIZACIÓN DE LOS JUEGOS REDUCIDOS: 
3. INTERVENCIÓN A PARTIR DE JUEGOS 
REDUCIDOS: LAS PIEZAS 101 
3.1. LOS JUEGOS REDUCIDOS (JR) 101 
3.2. LA ESPECIFICIDAD DE LOS JR 102 
3.3. CÓMO INTERVENIR CON JR 106 
3.3.1. MODIFICACIONES EN EL ESPACIO 107 
3.3.2. MODIFICACIONES EN LA INTERACCIÓN 109 
3.3.3. MODIFICACIONES DE OTRAS VARIABLES 111 
3.4. PROBABLES EFECTOS AL INTERVENIR CON JR .. 112 
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-~·~~-·_.;..--•~»a>s-·.-y-..,o,.-. •-"',.,._,,O ' " "" " -·«"' ·,· ·=•<••,.v~·-~·,~-...-c«• -c-....._,..,w.~,, ........ u~,.._, · v"·'-"'""'••-•X s" >c.~rc, ·~,·--- ·~~-'· ,,_._ ... ~.,.,__......,... """~'"""'•••-.,.,-.,~_.,- ,,~·~>•-•-'·• 
www.fut ldeli .com 
2.3.4. LIMITACIONES DE LAS DEMANDAS FÍSICAS 70 
2.3.5. MÁS VARIABLES QUE LAS FÍSICAS 71 
2.4. APLICACIÓN DE LOS INDICADORES DE CARGA 
INTERNA Y EXTERNA 72 
2.4.1. JUSTIFICACIÓN 72 
2.4.2. RELACIONES ENTRE INDICADORES Y VARIABLES 76 
2.4.3. SELECCIÓN DE INDICADORES DE CARGA INTERNA 
Y EXTERNA 81 
2.4.4 CÓMO UTILIZAR LOS INDICADORES DE CARGA 
EXTERNA E INTERNA 85 
2.4.5. INTEGRANDO CARGA INTERNA Y EXTERNA 96 
2.3.3.1. Indicadores globales con aceleración 67 
2.3.3. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA 
ACELERACIÓN, GIROS Y SALTOS 66 
2.3.1.4. Indicadores globales con velocidad 65 
2.3.1.3. Frecuencias 64 
2.3.1.2. Intensidades 60 
El arte de 
, f,: d I ¡ 1 e 
5.4. DISCUSIÓN 211 
5.3.2.2. Formatos de juego post-intervención 209 
5.3.2.1. Test condicionales post-intervención 207 
5.3.2. VALORACIÓN POSTERIOR 207 
5.3.1.2. Distribución de las cargas de entrenamiento ..... 198 
5.3.1.1. Distribución de las tareas 193 
5.3. RESULTADOS 193 
5.3.1. INTERVENCIÓN REAL 193 
5.2.3.2. El D-3 en el plan de intervención 188 
5.2.3.3. El D-2 en el plan de intervención 189 
5.2.3.4. El D-1 en el plan de intervención 192 
5.2.3.1. Directrices del club en la planificación semanal .. 187 
5.2.3. PLAN DE INTERVENCIÓN 185 
5.2.2.2. Formatos de juego pre-intervención 183 
5.2.2.1. Test condicionales pre-intervención 181 
5.1. ANTECEDENTES 179 
5.2. MÉTODO 181 
5.2.1. PARTICIPANTES 181 
5.2.2. VALORACIONES PREVIAS 181 
REFERENCIAS 223 5. EJEMPLO PRÁCTICO DE INTERVENCIÓN CON 
JUEGOS REDUCIDOS 179 
, 
EPILOGO 221 
6. REFLEXIONES FINALES 215 4.3.6. OTRAS OPCIONES PARA MODULAR LOS JR ..... 174 
4.3. 7. CUANTIFICACIÓN SUBJETIVA DE LA CARGA DE LOS JR. 175 
f i, o L d e I ! i) í"' o 
?ltMtt 'l)e,z,a/utaa 
'Peuodiata 
De esta experiencia personal concluyo, entre otras cosas, que el 
entrenamiento del fútbol ha avanzado mucho respecto de hace una década 
y no digamos en los últimos treinta años, pero tengo la percepción -la 
intuición más bien, aunque no puedo demostrarlo- que el fútbol todavía 
no ha alcanzado el grado de sofisticación en la preparación técnico-táctico- 
física que poseen otras disciplinas. Es decir, tiene bastante recorrido por 
avanzar en el camino del perfeccionamiento, lo que es una oportunidad 
genuina para todos cuantos se proponen difundir e intercambiar 
conocimiento, como son Julen y David, autores de este libro que aporta 
un nuevo paso en dicha ruta y en nuestro aprendizaje. 
¿Arte o ciencia?, se preguntan los autores en su Prefacio y yo no sé 
qué responder. Probablemente diría que el entrenamiento del fútbol tiene 
una mayoritaria porción de ciencia, pero también una no despreciable 
faceta artística. Pero sí sé que entrenar y dirigir a un equipo de fútbol es 
difícil, complejo y estresante, una vez experimentada la convivencia con 
uno de esos equipos -en este caso, de élite europea- durante tres años. 
Mi desconocimiento acerca de la complejidad del entrenamiento 
futbolístico me previene siempre que accedo a un libro o publicación 
que versa sobre esta temática. Temo no comprenderlo. Y, sin embargo, 
a menudo intento vencer dicho temor y procuro leer para comprender. 
Procuro aprender, que es la postura que he adoptado frente a este "El 
arte de planificar en fútbol" y la que intento tener siempre ante cualquier 
disciplina deportiva. 
PRÓLOGO 
www futboldeli ro.com 
La aportación que nos hacen en la dinámica de cuantificación de 
carga externa e interna del juego, la visión que nos dan de la estructura y 
adaptación al Modelo de Juego del Juego Reducido y sobre todo la validez 
que todo esto otorga a la observación del juego, que tan importante es 
para poder incidir en la acción de mejora de nuestros jugadores mediante 
la tarea de entrenamiento, hacen además de por otros aspectos de este 
libro, una lectura muy agradable y enriquecedora. 
Compartiendo por lo tanto desde distintos caminos la pasión por 
el Juego Reducido, quisiera transmitiros compañeros lectores, mi más 
sincera admiración por el trabajo que han compartido Julen y David con 
nosotros. 
Yo que me he dedicado más a la evolución del proceso formativo, no 
orientado al modelo de juego, sino al concepto táctico del juego, baso más 
mi camino en los contenidos de trabajo, su secuenciación en el proceso 
formativo y en la búsqueda de tareas que se adapten en cada momento 
al nivel formativo de los niños y niñas, y no a la de un modelo de juego. 
Sin embargo, en ese camino, al igual que Julen y David utilizo los Juegos 
Reducidos como herramienta destacada de trabajo. 
Por suerte son muchos los caminos, pero por desgracia no tantas las 
personas que como David y Julen lo comparten con nosotros. Ellos, han 
creado una metodología de trabajo mediante tareas de Juego Reducido 
orientadas al Modelo de Juego, que no solo les sirve para implementar 
el método, sino que además les posibilita evaluarlo, readecuarlo, 
replantearlo, etc. en definitiva, controlar mediante ello todo el proceso 
de optimización del rendimiento. 
Sea arte o sea ciencia, el entrenamiento, a mi humilde entender, es 
sin duda la mejor herramienta para hacer mejorar el juego colectivo e 
individual, y el método, el camino que cada uno de nosotros entendemos 
más eficaz para conseguirlo. 
Bien entrados ya en el siglo de la tecnología, la innovación y el 
Modelo de Juego, mientras algunos siguen pensando que en el futbol 
esta todo ya inventado y que la táctica no se puede planificar, otros como 
Julen y David, siguen dedicando su tiempo y esfuerzo diariamente a 
hacer mejorar nuestro futbol. 
ldclit1r f 
S e,z,9ia &¡fteteta 
Lice'1dada en ~iaa de ea Aawidad 7úica e¡ Vefto-'ttir14 
&'1t'tenada,z, nwet 3 de /út~ 
Espero que con este libro descubras esto y mucho más. 
Acabo sugiriendo que os dejéis llevar, en algunas cosas estaréis de 
acuerdo, en otras todo lo contrario. Algunos conceptos necesarios, otros 
repetidos. Algunas ideas novedosas o adaptadas. Pero ... , ¿sabéis cual es 
una de las cosas más importantes en mi vida? Sentir. "La gente olvidarálo que dijiste, lo que hiciste, pero nunca olvidará lo que les hiciste sentir" 
(Maya Angelou). Por todo esto, gracias, muchas gracias por vuestro 
esfuerzo. 
Que no se confunda el lector pensando que este libro es hermético, 
estanco. Todo lo contrario. Este libro esconde bajo su aparente 
encorsetamiento una flexibilidad brutal. La adaptabilidad en el 
entrenamiento puede leerse de manera explícita a lo largo del texto y de 
diferentes maneras entre líneas. Rigurosidad para estudiar el fútbol en su 
complejidad, flexibilidad para adaptarse al momento de su intervención. 
Para mí como COACH, que me sirvo en la mayoría de las ocasiones de la 
intuición, de la emoción, de lo que percibo en el momento de abordar un 
reto personal, esta segunda me resulta clave para buscar los resquicios 
que optimicen personas, y también equipos, [cómo no! 
Es para mi un placer poder dedicarle una palabras de reflexión a este 
libro sobre entrenamiento. Si definimos disciplina como la 
capacidad que implica la puesta en práctica de una actuación ordenada y 
perseverante, en orden a obtener un bien o fin determinado, este libro es 
un ejemplo. Solo personas metódicas, capaces, ordenadas y, sobretodo, 
constantes, lo han hecho posible. Enhorabuena a los autores por el 
espléndido trabajo, por hacernos dudar de nuestros cimientos, que a veces 
permanecen anclados por comodidad, inseguridad o desconocimiento. 
Gracias por haber aportado al mundo del entrenamiento en fútbol 
nuevas ideas, propuestas novedosas que seguro servirán para avanzar 
en la temática. 
d l bro.corn .f 
tJa,i~att¡ 7«ttaanda 
1) i,z,ecta,z, 1) efta'ttwa ~ imet S ft,a,z,ta 
A ti compañero lector, desearte que disfrutes como he hecho yo de 
esta lectura y a vosotros Julen y David, felicitaros por este maravilloso 
trabajo y agradeceros el haberlo compartido con todos nosotros. 
Destacaría sin duda en todo ello, la practicidad y sencillez con la que 
han conseguido unir dos mundos tan cercanos pero que habitualmente 
alejamos tanto, como son el de la rama investigadora o científica, con la 
rama práctica o de campo, algo que sin duda deja evidencia de la gran 
capacidad que tienen en ambas áreas. 
fut!,G d l ,,, 
Si bien entrenar tiene bastante de arte, su estudio y mejora tiene 
que hacerse al amparo de criterios científicos de sistematización. Sobre 
entrenamiento hay ya mucha evidencia escrita (en mucha mayor 
proporción que la leída), pero se necesita avanzar más, ¡cómo no!, sobre 
todo en aspectos más específicos del ciclo 'proceso de entrenamiento' - 
planificar, intervenir y evaluar- en el ámbito de los deportes colectivos. 
La pregunta no es retórica. Ante tal cuestión el lector debe 
posicionarse. Aunque pueda parecer un asunto banal, es vital conocer 
desde qué paradigma se aborda la lectura de este libro. Como hemos dicho, 
según la posición que se adopte, nuestras actuaciones como entrenadores 
tendrán una base estable y previsible por una parte (ciencia) o, por el 
contrario, si, como en el arte, todo depende de la voluntad y la pericia 
de cada uno, queda poco espacio para un saber sistemático sobre el 
proceso de entrenar (planificar, intervenir y evaluar). Pero, justamente, 
lo que configura una profesión es que exista un saber sistemático sobre 
un determinado campo de actuación especializada. Si eres de los que 
entiendes que entrenar es solo arte y sigue prevaleciendo en ti la idea 
de que "a entrenar solo se aprende entrenando", este no es el libro que 
necesitas, de hecho no necesitas formación, solo tener experiencias, 
como los chamanes. Afirmar la necesidad de un abordaje científico 
del quehacer de los entrenadores no significa negar su componente 
artístico. También sucede en el resto de las profesiones. Precisamente 
es la mentalidad artística la que propicia iniciativas de innovación, de 
cambio, que rompiendo hábitos abren nuevo caminos más atractivos y 
eficaces de actuación. 
¿Qué es entrenar, arte o ciencia? El proceso de entrenar fútbol, de 
concebirlo como una actividad artística (que depende de las cualidades 
del artista y solo depende de su criterio), a considerarlo como actividad 
científica (lo que significa entenderla sujeta a las evidencias acumuladas) 
hay un salto de paradigma. A día de hoy, la cuestión sigue en debate, 
perenne por la complejidad del juego, al amparo por tanto de resquicios 
todavía no resueltos, por la interpretabilidad del rendimiento y su 
relación intermitente con el resultado. 
REFACIO 
f-.·--· 
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f 
Esperamos que sirva de provecho. 
Esperamos que este libro se sume a otros tantos que intentan acercar 
mundos habitualmente alejados entre sí, el del científico y el del 
Conocedores de que las dinámicas que llevan, lenta la del 
y fugaz la del ámbito del fútbol profesional, hacen difícil 
relación íntima, deseamos que nuestra pequeña aportación permita 
ambos universos. Para hacer realidad nuestra propuesta hemos 
llevar a pie de campo, llegar hasta el último nivel de concreción, 
entramado de conceptos que hemos procurado describir con sencillez 
torno a la planificación, intervención y evaluación. En la medida de 
posible hemos añadido ejemplos reales con datos de equipos en activo 
para explicar la aplicabilidad de lo expuesto. 
. C()!H d l f 
Pero las nuevas tecnologías no solo han permitido una evolución en 
las respuestas que se van dando para resolver los mismos problemas. 
Además, la tecnología ha favorecido una Revolución en el proceso de 
entrenamiento, ya que ha permitido cambiar la formulación de las 
preguntas e incluso ha hecho emerger nuevos interrogantes, dándonos luz 
sobre la multitud de matices que debemos atender si queremos entrenar 
desde una base científica. Ahora tenemos los medios para abordar nuevos 
planteamientos, desde otros paradigmas. Esto es innovador, cambiar las 
preguntas que se hacen en torno a la preparación de los futbolistas, para 
hacerles ser precisamente eso: jugadores de fútbol. 
Este libro ha sido la excusa perfecta para poner 'negro sobre blanco' 
algunas de las inquietudes que, en las diferentes etapas como jugador- 
preparador físico, entrenador, profesor e investigador, han rondado en 
la cabeza las innumerables horas delante del ordenador, esperas en los 
hoteles o en los largos viajes en autobús para disputar los partidos de 
competición. Dichas inquietudes las hemos debatido en multitud de 
foros de distinto cariz, desde el más científico hasta las tertulias de bar. 
Inquietudes que hemos ido convirtiendo en problemas de investigación 
para intentar describir, explicar e incluso predecir el juego. 
Como resultado de multitud de investigaciones se van dando forma 
a posibles soluciones, inacabadas por supuesto. Propuestas coherentes 
que, sin duda, necesitan de tiempo y esfuerzos para ser contrastadas 
y afinadas. En el fútbol, las respuestas no son únicas ni estáticas. 
Respuestas que van evolucionando, motivadas en gran parte por los 
datos que aportan las nuevas tecnologías, convertidas en información 
gracias a los mayores recursos económicos y humanos disponibles. 
Información que transformada en conocimiento, hay que ir siendo capaz 
de ir aplicando a los terrenos de entrenamiento y competición. 
Pero este avance no será real si sigue prevaleciendo la idea que entrenar 
es solo arte y, por tanto, nadie tiene nada que decir al respecto, debido 
a que cada artista desarrolla su actividad como mejor le parece. A veces 
parece que lo difícil no es tanto concebir nuevas ideas sino saber librarse 
de las antiguas, y este es el primer paso. 
• Si después de medir la intervención no valoramos, ¿cómo sabremos 
los porqués del rendimiento del equipo? 
• Calidad antes que cantidad en la intervención, entendiendo por 
calidad la especificidad de acciones con respecto a la competición. 
• Una de las características que debe considerarse en la planificación 
en fútbol es la adaptabilidad al día a día. 
• El cuerpo técnico debe intentar maximizar el rendimiento colectivo, a 
través de la optimizaciónde los diferentes elementos y sus interacciones. 
• . futboldelibro.com 
CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN 
FRASES CÉLEBRES 
célebres Julen Castelíano y David Casamichana p.;...-------,·--·-·-·--··-···,·c,·-··-··---·---·-------·-·-----------· -· 
www futboldelibro.com 
• La especificidad del 
entrenamiento debe ser 
vista desde un paradigma 
holístico, es decir, incluyendo 
todas las dimensiones 
físicas, fisiológicas, motrices, 
cognitivas y psico-sociales. 
• Los juegos 'largos' son 
tareas que respetan la 
especificidad de la modalidad, 
y por tanto imprescindibles en 
el proceso de entrenamiento. 
3: INTERVENCIÓN A PARTIR DE 
JUEGOS REDUCIDOS: LAS PIEZAS 
• Integrar indicadores de carga externa e interna nos permite abordar 
la evaluación de diferentes escenarios: estados de forma, fatiga, 
comparación entre perfiles de jugadores o demarcaciones. 
Un aspecto a atender es la distribución de la carga en la propia 
además del propio valor de carga semanal y su relación con la 
de las semanas anteriores. 
La comparación de las demandas del entrenamiento respecto a 
demanda de cada jugador en competición se presentan como una 
interesante y fácilmente interpretable. 
dupliquemos información, escojamos únicamente aquellos 
n~'"'''"'""''°' necesarios para obtener información válida y aplicable. 
Julen Castellano David Casarnichana 
www.futbodelibro.com • 
• Necesitamos medir para evaluar y después intervenir . 
• Los comportamientos colectivos en la interacción prevalecen a las 
demandas físicas en la implicación sobre el rendimiento en deportes 
colectivos. 
• Conocer más sobre los movimientos inerciales (aceleración! 
desaceleración, giros, impactos etc.) abre nuevas perspectivas de 
valoración de la carga en deportes intermitentes 
• Relativizar la demanda externa a referencias individuales es una 
alternativa interesante para abordar la cuantificación de la carga. 
• La escala de Percepción Subjetiva del Esfuerzo es una herramienta 
sencilla, sin coste, fiable y útil para conocer la intensidad y carga de 
partidos, entrenamientos y/ o tareas. 
• El procedimiento de cuantificación adoptado tiene que ser adaptado 
al contexto, sostenible y con aplicación práctica. 
• El propósito de la 
cuantificación de la carga 
de entrenamiento es tomar 
decisiones adaptadas a 
buscar la maximización del 
rendimiento del equipo a 
travésdelaoptimizacióndesus 
componentes e interacciones. 
CAPÍTULO 2: EVALUACIÓN FÍSICO­ 
FISIOLÓGICADE LOS JUEGOS REDUCIDOS: 
¿QUÉ DEMANDAN? 
en fútbol El arte de 
• futboldelibro.com 
• La baja demanda en los jugadores de algunos formatos de JR 
posibilita su utilización como calentamiento o activación . 
• La asignación de un único nivel de carga a una tarea 'esconde' 
información pertinente a contemplar por el cuerpo técnico. Queremos 
saber su impacto en fuerza, resistencia y velocidad. 
• Periodos de entrenamiento con cargas muy superiores a la media 
anual comprometen el rendimiento y la salud del deportista. 
• El modelo de periodización que se propone incluye alternancia 
horizontal (en la misma semana) y vertical (en la sucesión de semanas). 
• No creemos que entrenar en condiciones muy dificultadas (con 
fatiga, con lastres, o deshidratados) mejore la calidad del juego. 
Los juegos reducidos permiten incidir sobre las diferentes estructuras 
del futbolista de forma concurrente, no sólo desarrollándolas de manera 
aislada, sino también incidiendo en sus interacciones. 
<Tu1.APÍTULO 4: PERIODIZACIÓN DE LOS 
l.JEGOS REDUCIDOS: EL PUZLE 
Juien Castellano y David Casemichana 
....,..~...-..-,<•.,..._.~,.,.,..-..........,,.,._.__ ""~~-~·>>.-~-~--~· --..-v-.,--.~~-~-·--·-----~--,.,_, . .,,. ....... ..,..,. ~--~, 
www.futboldelibro.com • 
• El futbolista durante la competición rara vez manifiesta su máxima 
velocidad o fuerza, en cualquiera de sus manifestaciones. 
• La observación es clave en el desarrollo de la tarea para detectar si 
los comportamientos que emergen son los deseados. 
• La individualización del entrenamiento debe ser realizada bajo la 
premisa de la especificidad y, por tanto, en situaciones de cooperación- 
oposición. 
• Podemos utilizar las teóricas limitaciones de los JR en beneficio 
propio dentro del proceso de entrenamiento para provocar los efectos 
deseados en nuestros jugadores 
• A medida que nos alejamos del juego en nuestras propuestas de 
entrenamiento, reducimos la posible transferencia de aprendizajes y 
adaptaciones a conseguir. 
• Cada equipo debe diseñar sus propios JR con los que optimizar 
los comportamientos colectivos que mejor le permitan desarrollar su 
modelo de juego. 
• Debemos intentar que la resolución de las tareas planteadas en el 
proceso de entrenamiento no provoque que surjan conductas alejadas 
de lo que se desea que ocurra en competición. 
• Además del principio de especificidad, debemos intentar atender al 
principio de sobrecarga y, por tanto cuando sea aconsejable, intensificar 
alguna de las facetas de la dimensión condicional del futbolista. 
El arte de en fútbol 
__ ......,_..._.._.,.._-.,._..,.,.,,.,.,.,--.·".,,.."-·-·-~•M··• ,,.~~· ,v-----~~~cc,~~~~--~~•-"'"",,_ __ 
• .futboldelibro.com 
• La alternancia de formatos enriquecerá el bagaje de demandas en 
todas las dimensiones necesarias, priorizando, cómo no, las que inciden 
en el modelo de juego que los jugadores deben desplegar para funcionar 
como equipo. 
• Creemos que no es suficiente una alternancia horizontal de las 
cargas, estas, además, deben progresar en el tiempo o a lo largo de la 
temporada (o temporadas). 
• En realidad lo que se pretende comparar es en qué medida se 
reproducen en el entrenamiento las exigencias de carga e intensidad de 
las variables o indicadores estudiados. 
• El camino se hace al 
andar. No hay más que poner 
en práctica la propuesta de 
periodización para ver hasta 
dónde nos lleva y valorar si el 
camino mereció la pena. 
.APÍTULO 5: EJEMPLO PRÁCTICO DE 
TERVENCIÓN CON JUEGOS REDUCIDOS 
Iulen :~:2~1~~:L-~no y David Cas: ... 3Y;'.c: .a:;¡., 
..-,.,o,.·,~---.--.~ - .... - ............ ...,~-·...-~ .. >-~-·--·=~--.,,,,,.,.,.,..~--=-~-~--""'"""'--""'"""....,._~ .... - .... -.--=~- ....... -~-~~ 
www.fuboldelibro.com • 
• Una de las decisiones que debe tomar el cuerpo técnico tiene que 
ver con la prescripción de las tareas, ¿cuánta 'dosis' de cada tarea?, y 
¿podemos progresar? 
• Los JR deben ser también diseñados para provocar una alternancia 
vertical, en la sucesión de semanas. 
• La flexibilidad en la configuración de los JR es clave para perfilar la 
alternancia horizontal dentro de la semana. 
• Necesidad de valorar las demandas impuestas a cada jugador 
durante el entrenamiento tomando como referencia "su"perfil de partido. 
• La variabilidad es inevitable, ¡saquémosle provecho en la medida 
que se pueda! 
• Tareas de fútbol de principio a fin, y en pretemporada también, eso 
sí, respetando la progresión y afinando las demandas. 
• Un equipo puede dedicar más de 40 horas al calentamiento a lo 
largo de una temporada. ¿Podríamos aprovechar ese tiempo? 
• La duración de la tarea puede establecerse sin límite ( decide el 
entrenador), con puntuación límite, con duración límite o según el 
'rendimiento del equipo'. 
• La prescripción del tiempo de trabajo y recuperación influye en las 
respuestas del jugador, por lo que debe considerarse para alinearlo con 
el propósito de la tarea. 
i:l arte de 
www.futboldelibro.com • 
• El cuerpo técnico debe diseñar las situaciones de entrenamiento ad 
hoc: para el aquí y el ahora, adaptado a su equipo y el momento, debido 
a que en los libros y/ o artículos científicos vienen descontextualizados 
• El orden importa. Primero hay que determinar el objetivo de juego y 
posteriormente se diseña la tarea atendiendo en la medida de lo posible 
a los requerimientos condicionales 
• Por tanto, no consideramos acertados los procesos de entrenamiento 
elaborados sin tener en cuenta el estado (y particularidades) de los 
protagonistas. Esnecesario recabar información para determinar de 
forma precisa cual es el punto de partida 
CAPÍTULO 6: REFLEXIONES FINALES 
El arte de planificar en fútbol 
• www.futboldelibro.com 
La secuenciación propuesta parte, primeramente, por describir 
las variables o indicadores que podrían utilizarse para cuantificar la 
demanda energética y neuromuscular de tareas y entrenamientos. En 
segundo lugar abordaremos cómo se puede intervenir a partir del uso 
de JR, es decir, conocer las piezas o tareas con las que confeccionar 
sesiones de entrenamiento basadas en el juego. Finalmente, acabaremos 
exponiendo un modelo de planificación, es decir, detallando cómo hacer 
encajar las piezas y completar el puzle en la sesión, el microciclo y en 
la sucesión de estos últimos. Tal y como quedará reflejado en el libro la 
Por otro lado, hemos creído oportuno seguir un camino inverso 
al lógico cuando se llevan a cabo las diferentes fases del proceso de 
entrenamiento y que habitualmente siguen este orden: planificación, 
intervención y evaluación. Sin embargo, en lugar de echar a andar desde 
la planificación (capítulo 4), pasando por la intervención (capítulo 3), 
hasta llegar a la evaluación (capítulo 2) y volver a empezar, para una 
mejor comprensión vamos a seguir el camino inverso. En cualquier caso 
dejamos al lector autonomía para iniciar, continuar y seguir el libro en 
el orden que considere y que dependerá probablemente de la formación 
previa que sobre esta temática tenga. 
En primer lugar, por agilizar la lectura del libro vamos a utilizar el 
término juego reducido, en adelante JR, para hacer referencia a todas 
aquellas tareas de entrenamiento que respetan la estructura de duelo 
colectivo (Parlebas, 2001), es decir, situaciones de colaboración-oposición 
y de inter-motricidad simultánea. Además los JR son desarrollados en un 
espacio común y con participación simultánea sobre el balón (Parlebas, 
2001). En la literatura pueden encontrarse muchas denominaciones al 
respecto asignadas a este tipo de contenidos, tales como: tareas jugadas, 
juegos, juegos con tema, tareas globales, juegos cortos, medios y largos. 
Incluso, en el entorno anglosajón los podemos encontrar denominados 
como: small-sided game, medium-sided game, intermediate-sided game, 
large-sidedgame, conditionedgame, constrainedgame or task constraints, 
entre otros. En el texto utilizaremos los JR para referirnos a todo el 
conjunto de denominaciones y formatos enumerados previamente. 
ANTES DE EMPEZAR 
Julen Castellano y David Casarnichana 
p 
www.futboldelibro.com 
Finalmente decir que el texto esta 'regado' con multitud de citas 
haciendo referencia a la misma cantidad de estudios que han sido 
consultados por los autores de este libro y que nos han permitido 
completar estos capítulos. Animamos a los lectores que si encuentran 
alguna idea, sugerencia, falta de explicación o cualquier otra deficiencia 
en los capítulos que siguen a partir de aquí no duden en hacerse con 
la referencia original para contrastarla e interpretar los resultados de 
dichos trabajos, elaborando una composición de lugar propia. Al final del 
libro se recogen todas las referencias citadas en el texto. 
temporalidad de estos tres procesos que se presentan de manera lineal 
responden en realidad a dinámica sincrónica -aflorando la necesidad 
real de afrontarlo al mismo tiempo-, inter-conexa, circular y repetitiva. 
------ .. ··--····· 
El artr· d!:~ planificar en fútbol 
• www futboldelibro com 
La carga de entrenamiento alude al estrés o estímulo al que se 
somete al deportista y ha sido calculada históricamente como el producto 
del volumen por la intensidad del ejercicio (Flanagan y Merrick, 2002). 
Para cuantificar el entrenamiento en fútbol la unidad de volumen más 
habitualmente utilizada es el tiempo (minuto). Sin embargo, determinar 
la intensidad, especialmente cuando se utilizan en el entrenamiento 
situaciones abiertas, como pueden ser los juegos reducidos (JR), resulta 
más complicado (Flanagan y Merrick, 2002). Expondremos algunas 
alternativas en el texto. 
El proceso de entrenamiento deportivo debe atender a aspectos como; 
la frescura (o wellness), el estado de forma (o training status), la carga 
de entrenamiento (o training load) y el rendimiento (o performance). En 
el proceso de entrenar la frescura del deportista es sometida a cargas 
de trabajo que le provocan 'cierta' fatiga con el objetivo de generar 
adaptaciones en el organismo, mejorando (con el tiempo) su estado de 
forma y en consecuencia, su rendimiento. 
El entrenamiento debe entenderse como un proceso planificado, 
donde un deportista es intervenido y posteriormente se valora el 
resultado obtenido como la diferencia del estado previo y el actual. 
El objetivo principal del cuerpo técnico en un club de fútbol en el 
ámbito del rendimiento, independientemente de su nivel competitivo, es 
maximizar el rendimiento colectivo presente y/o futuro. 
Maximizar el rendimiento colectivo de un equipo de fútbol, supone 
OPTIMIZAR todos los elementos que componen el sistema y los 
subsistemas que incluyen, sin obviar sus interacciones. Veinticinco 
cuerpos diferentes (con pasados particulares e inmodificables, con 
presentes propios e irrepetibles y con futuros desconocidos y, en cierto 
modo, impredecibles) abocados a compartir un mismo proyecto: competir 
al mejor nivel posible. Y para esto hay que entrenar. 
1. INTRODUCCIÓN 
Julen Castellano y David casc1michana ~~~~~~~~~ Introducción 
• ww4 futboldelibro.com 
Planteamientos holísticos, no restrictivos, es decir, del ámbito 
de la no linealidad (Busso, 2003) deben ser un referente también 
en la planificación. Pero no hay que confundir adaptabilidad con 
improvisación en lo que a planificar se refiere. Es decir, rigurosos en 
el trabajo pero flexibles al mismo tiempo (sensibles a la aparición de 
Planificar es marcar un objetivo alcanzable, organizar los recursos 
necesarios para lograrlo, previendo lo que pueda ocurrir. Para tal fin 
se necesita establecer un plan de acción con el que prever de manera 
sistemática y racional los acontecimientos futuros, teniendo en cuenta el 
contexto del lugar y el momento, las demandas de la competición y, por 
supuesto, el perfil de los jugadores con los que se cuenta. La gestión de 
los diferentes elementos y sus interacciones está implícita en el proceso 
de entrenamiento en fútbol. Ingredientes que hay que manejar en la 
elaboración de una planificación única, para el aquí y ahora. 
¿Qué entendemos por planificar, intervenir y evaluar como fases del 
proceso de entrenamiento? 
Figura 1.1. Modelo del proceso de entrenamiento. 
Julen Castellano y David Casam,chana Introducción 
f 
,1Hw.futlxldel1t.1n com • 
El proceso de entrenamiento está regulado por un conjunto de leyes 
biológicas y pedagógicas interrelacionadas entre sí, conocidas como 
los principios del entrenamiento deportivo (García-Manso et al., 1996), 
que se aplican a todos los ámbitos y tareas que se desarrollan en el 
entrenamiento definiendo el contenido, los métodos y la organización, 
y que orientan y optimizan la capacidad de acción de los deportistas y 
entrenadores (Cometti, 1999; Godik y Popov, 1993; Weineck, 1994a y 
b). En la línea del modelo circular de cinco elementos (acción, análisis, 
retroalimentación, plan e implementación) que proponen Morgans et 
al. (2014), de manera simplificada, podemos establecer los tres pilares 
básicos que sustentan el proceso de entrenamiento: planificar, intervenir 
y evaluar (Figura 1.1). Ellos conforman los elementos del modelo que 
permite representar la dinámica de relaciones que se dan en el proceso 
de entrenamiento, en una secuenciación sin fin. 
Solo después, tras un periodo de recuperacion adecuado (Bompa 
y Haff, 2009), donde se incluyen las diferentes fases: la aguda (1-2 h 
posterior al ejercicio), la de restauración (24-48 h después) y la de super. 
compensación de los sistemas fisiológicos (a las 36-72 h), el deportista. 
podrá adaptarse,en principio, a mayores niveles de rendimiento que los 
iniciales (Coutts, 2001). El deportista deberá ser estimulado nuevamente 
con cierta asiduidad (repitiendo los estímulos cada 3- 7 días, cuarta fase) 
para que se optimice el rendimiento de manera estable, atendiendo a 
que este stress provocado sea específico al deporte en cuestión (García- 
Manso et al., 1996). 
d l f 
Gracias sin embargo a la aparición de tecnología para monitorizar 
la carga de entrenamiento y/o competición (Borresen y Lambert, 2009), 
cada vez resulta más sencillo medir la actividad observable de los 
jugadores (carga externa). Desde hace algunos años se van aplicando 
los dispositivos GPS en el ámbito deportivo, aportando numerosa 
información al respecto (Cummins et al., 2013). Con estos dispositivos 
por ejemplo, se puede registrar la carga de las sesiones (Mara et al., 2015) 
y acumulando información respecto a variables como la distancia total, 
la que se recorre a más de 12 km ·h·1, a más de 19 km ·h-1 y aceleración/ 
desaceleración, complementándolo con valores dados en la respuesta 
dada en cuestionarios de bienestar o wellness. 
Actualmente existe información limitada sobre la carga de 
en el fútbol de rendimiento (Algroy et al., 2011; Scott et 
2013b), no siendo los datos habitualmente públicos (Drust, y Green, 
2013), como es de suponer. 
Si además se puede contrastar el estímulo recibido por los jugadores 
los resultados obtenidos en pruebas físicas de velocidad, resistencia 
estamos en condiciones de hacer una valoración más 
sobre cómo ha evolucionado el rendimiento físico de los jugadores 
largo de la temporada. En este sentido tratamos de establecer una 
relación entre el estímulo (lo que hemos realizado) y el efecto 
adaptaciones, positivas o negativas, conseguidas). Se trata de ir 
conocimiento para ir siendo cada vez más efectivos en la 
los jugadores, que ponen luz a un planteamiento bloqueado del 
Esto, sobretodo, hay que potenciarlo y aprovecharlo. Los jugadores 
dueños del juego, el entrenador no puede jugar por ellos. 
el tercer vértice del triángulo esta evaluar, el constante feedback. 
del entrenamiento requiere, sobre todo, conocer lo que 
ha realizado (Borresen y Lambert, 2009), proporcionando 
necesaria y contextualizada (Coutts et al., 2009), 
en qué medida se van cumpliendo los objetivos marcados para 
y su relación con la condición física. 
d l f 
La premisa que guía el proceso de intervención en el fútbol deben 
ser primar la calidad sobre la cantidad. En el fútbol, como en la vida, 
más no siempre es mejor y a veces puede resultar más efectivo no seguir 
un camino lineal en el proceso de entrenamiento. Calidad en el sentido 
de situar en la medida de lo posible al jugador en un contexto similar a 
donde luego debe intervenir, donde información y acción simultaneen 
el lugar y el momento en el que el sujeto debe dar respuesta a los 
problemas motrices del juego. Pero intervenir no es solo marcar una 
tarea y dejar hacer a los protagonistas. El cuerpo técnico tiene un rol 
clave en el quehacer diario, para tomar decisiones que propongan y/o 
reorienten efectos no deseados que emergen inesperadamente. Tareas 
que no dan de sí lo deseado por el entrenador (no atienden al modelo 
de juego que se plantea para el equipo), jugadores que no disponen de 
la competencia requerida para desarrollar con solvencia las demandas 
planteadas u otros muchos condicionantes externos (ajenos a la tarea, 
al entrenador o al jugador) como la climatología, resultados previos, 
dificultad de próximos enfrentamientos, que interfieren en la respuesta 
esperada en la práctica prescrita, obligan al cuerpo técnico a un estado 
de guardia permanente. Pero también puede ocurrir todo lo contrario. 
Comportamientos emergentes propuesto por los protagonistas de la 
Intervenir es actuar sobre los jugadores y equipo. Puede ser entendido 
desde dos perspectivas bien distintas, denominadas estilo y estrategia de 
intervención (Martínez de Santos, 2003). El primer tipo de intervención, 
la del estilo, es importante pero no será abordada en este libro, ya que su 
objeto de estudio versa sobre la forma en que el entrenador se relaciona 
con sus jugadores ahondando en las relaciones afectivas, emocionales, 
verbales, informacionales, etc. La segunda, la estratégica, tiene que ver 
con las tareas o contenidos que el cuerpo técnico plantea a sus jugadores 
y el tiempo que le dedica a la práctica efectiva. Esta, la segunda, es 
la que abordaremos en este libro, focalizando la atención en los efectos 
condicionales esperados por el formato de JR que pueda prescribirse en 
el entrenamiento. 
situaciones/comportamientos emergentes) para desarrollar el proceso 
de entrenamiento (García-Manso, 1999) que permita alcanzar la meta 
deseada: mejorar el rendimiento. 
d l f d l f 
Cuando los recursos humanos y tecnológicos no lo permiten, el 
simple registro de la duración de la práctica efectiva (tiempo en el 
que el jugador ha estado realizando algún tipo de actividad) parece 
Con relación a la medición de la repercusión que dicha actividad tiene 
en el organismo del deportista (carga interna) destacan los dispositivos 
que registran el ritmo cardiaco o pulsómetros, los analizadores de ácido 
láctico en sangre o en menor medida los analizadores de gases portátiles 
(Borresen y Lambert, 2009). Por su sencillez y bajo coste la utilización 
de la escala de Percepción Subjetiva del Esfuerzo (PSE) ha proliferado 
en el ámbito deportivo en los últimos años, en la cuantificación de tareas 
(Casamichana y Castellano, 2015) o sesiones completas de entrenamiento 
(Casamichana et al., 2012b). Mostraremos algunos ejemplos en el 
segundo de los capítulos. 
Nuevamente animamos al lector a que utilice este texto como libro 
consulta, no teniendo por qué seguir el ordenamiento que hemos 
El libro da pie para que uno pueda empezar a leer por donde 
le interese ya que en la propia dinámica del texto las tres fases del 
(planificación, intervención y evaluación) están ínter-conexas. 
big picture del proceso de entrenamiento en cíclico (Figura 1.1), 
lo que uno podría empezar por donde quisiera o ir saltando de un 
a otro cuando quiera revisar algún concepto en particular. Las tres 
del proceso, adornadas con ejemplos prácticos, serán desarrolladas 
los siguientes capítulos del libro. Esperemos que satisfaga vuestras 
sumamente eficiente como para poder establecer correlaciones, 
altas en algunos casos, con cambios o no cambios en la condición 
(Los Arcos, Martínez de Santos, Y anci, Mendiguchia, y Méndez- 
2015), como para detectar estados de fatiga o posible sobre- 
y el consiguiente riesgo de lesión (Gabbett et al., 2011). 
este motivo, coincidimos con Los Arcos (2014) cuando menciona 
conocer una variable tan sencilla de medir como son los minutos de 
efectiva parece "innegociable" como establecer relaciones entre 
de entrenamiento y la condición física de los jugadores. 
En esta línea, tesis doctorales recientes (Akenhead, 2014 
Malone, 2014), y otras que veremos en los próximos años, son · 
prácticos de lo que se entrena en la actualidad, reflejando alternativas 
particulares. Sin embargo, estudios de lo que hacen otros equipos no 
deben ser en ningún caso la guía a replicar. Cada equipo debe buscar 
su forma de hacer. El equipo es único y necesita su propia planificación 
e intervención. Conocer lo ajeno podría ayudar a situar nuestra 
intervención, a tener una referencia de lo que puede ser poco o mucho, 
pero en ningún caso repetir, aunque pudiera aproximarse, porque al fin 
y al cabo estamos entrenando y jugando al mismo FÚTBOL. Este tipo de 
estudios descriptivos dan la oportunidad de tener una referencia con la 
que comparar nuestra intervención y alertarnos sobre algunos aspectos 
que podrían ser de gran utilidad en el proceso de entrenamiento, como por 
ejemplo: a) si en la planificación semanal los contenidos que componen 
las sesiones en función del día de la semana son diferentes entre sí, 
porque pudiera no ocurrircuando se relativizan los valores a minuto de 
práctica (Malone, 2014) o b) si estamos estimulando de manera específica 
a los jugadores que ocupan diferentes demarcaciones, porque pudiera 
no ocurrir (Akenhead, 2014). Estas inquietudes darán lugar a otras 
cuestiones que pululan en torno al proceso de entrenamiento, como por 
ejemplo, cuánto JR prescribir, cómo secuenciar los JR, cómo comparar la 
carga de entrenamiento respecto a la referencia de la competición, y un 
largo etc. Algunas de ellas abordadas en el presente libro. 
La carga externa corresponde al estímulo realizado por el futbolista, 
lo observable del comportamiento, la demanda física, mientras que la 
interna representa la respuesta fisiológica (alteración homeostática) 
que dicho estímulo genera en el individuo y que tendrá probablemente 
efectos anatómicos, fisiológicos, biomecánicos, funcionales y psico- 
sociales en los deportistas (Figura 2.1). La carga externa es el factor 
principal que determina la carga interna (Impellizzeri et al., 2005), 
aunque otros factores como la condición genética o nivel del deportista 
ww1e1. futboldel i br o . corn • 
Cuando prescribimos JR al jugador la demanda solicitada es 
interpretada por el organismo como un estrés fisiológico (Borresen 
y Lambert, 2008), un conjunto de estímulos que forman la carga de 
entrenamiento (González-Badillo y Ribas-Serna, 2002). Así, para que 
un organismo incremente su rendimiento necesita una exposición 
sistemática a nuevos estímulos (cargas de entrenamiento) que provoquen 
adaptaciones específicas de los diferentes sistemas fisiológicos (Borresen 
y Lambert, 2008; González-Badillo y Ribas-Serna, 2002). Surge aquí 
la necesidad de empezar por diferenciar la carga externa de la interna 
(Impellizzeri et al., 2005). 
En esta sección hablaremos de lo que es la carga externa e interna, 
sobre la necesidad de cuantificar dicha carga y de los diferentes métodos 
para hacerlo. Se debe, además, integrar el estado del jugador o training 
status, ya que no queda justificada una cuantificación de la carga si no es 
para tomar decisiones y así reorientar las dinámicas de entrenamiento. 
De aquí surge la necesidad de que este proceso sea sostenible y no se 
quede únicamente en la fase descriptiva de lo que los jugadores van 
realizando. Con la información que se recoge ¿podemos tomar decisiones 
sobre lo que se tendrá que hacer la próxima sesión o semana? 
2.1. INTRODUCCIÓN 
2. EVALUACIÓN FÍSICO­FISIOLÓGICA 
DE LOS JUEGOS REDUCIDOS: 
¿QUÉ DEMANDAN? 
Julen Castellano y David Casamichana Evaluación fisico-faio!ogica de los Juegos (educidos 
> 
• 
6 
wv11,1 f'ut bo l de l tbr o c com 
Pero esto va más allá de la inherente variabilidad inter-individual. 
Un mismo jugador no es el mismo jugador en dos momentos diferentes. 
La variabilidad intra-individual (menos acusada que la 'inter'), o dicho de 
otra manera, la inevitable evolución de las personas sitúa al cuerpo técnico 
en la necesidad de reinterpretar o adaptar el proceso de entrenamiento 
'a medida', para cada jugador y en cada periodo considerado. 
Figura 2.2. Porcentaje del tiempo en diferentes rangos de intensidad (%FC ) de 17 jugadores en 
max 
una misma sesión de entrenamiento de un equipo profesional de la Liga Adelante (datos sin publicar). 
• %T <60Fcmax • %T60-70Fcmax %T70-80Fcmax • %T80-90Fcmax • %T>90Fcmax 
9,5 7,9 12 100 
90 
80 
70 
60 25,6 
50 
40 
30 
20 
10 
o 
O por defecto) y, aunque las implicaciones puedan ser triviales para 
un solo impacto (tarea, sesión de entrenamiento o incluso microciclo), 
reproducidas sistemáticamente podrían provocar sobre-entrenamiento 
O falta de estímulo, alejándonos del estado óptimo de rendimiento e 
incrementando las probabilidades de lesión en ambos casos. Esto es un 
hándicap respecto a las adaptaciones esperadas por el entrenamiento 
(Coutts et al., 2007) cuando se trata de diseñar una intervención en un 
deporte colectivo. Bajo esta perspectiva resulta evidente pensar que el 
proceso de entrenamiento se complica, ya que no deberíamos entrenar 
a todos los jugadores de un equipo de la misma manera. Esto resulta 
cada vez menos viable a medida que nos alejamos del ámbito del alto 
rendimiento. Tal y como representa la Figura 2.2, la variabilidad del 
entreno es una realidad del día a día, que no debe asustarnos. 
Julen Caste1lanv y o~v1d Casam cr=na tvaluación físi::_ - 
> 
www.futboldelibro.com • 
La misma carga externa sometida a dos cuerpos diferentes 
puede provocar carga internas diferentes y, por tanto, adaptaciones 
individuales (Castagna et al., 2011; Impellizzeri et al., 2004; Manzi et 
al., 2013). Parece lógico pensarlo en dos sujetos diferentes (en talla, peso, 
edad ... ), pero incluso jugadores con similares capacidades condicionales 
(Abt y Lovell, 2009) asimilan de diferente manera una misma carga 
externa, pudiendo no ser la óptima requerida para cada uno (por exceso 
Figura 2.1. El proceso de entrenamiento (tomado de lmpellizzeri et al., 2005). 
( 1 
l PROCESO DE ENTRENAMIENTO J 
Características - CARGA EXTERNA .... 
individuales 
"- 
Calidad y cantidad ) 1 Organización 
l 
CARGA INTERNA +-- 
..__ Valoración fisiológica 
Resultado del i+- 
entrenamiento 
pueden influir (Bouchard y Rankinen, 2001). Esto es precisamente lo 
que más quebraderos de cabeza provoca a los 'preparadores' ya que las 
correlaciones propuestas por el modelo respecto a la relación estímulo- 
respuesta adquieren tantos matices como jugadores se tiene (y momentos 
se planteen). De ahí las acertadas críticas a los modelos 'únicos' de 
rendimiento (Impellizzeri et al., 2005), que aunque pueden respetar un 
andamiaje similar se vuelven particulares cuando se entrena a personas 
y equipos. 
E1 a te t. ol 'I ncar e , r- tbol 
• www futboldelibro.com 
Existe una gran variedad de métodos para evaluar la carga interna 
(Bangsbo, 1994) soportada por los jugadores en los entrenamientos (Dellal 
et al., 2012a); desde indicadores basados en lactato, los que utilizan la 
medición del V02 (consumos de oxígeno) a partir de analizadores de gases 
portátiles, la monitorización de la frecuencia cardiaca, hasta cuestionarios 
sobre la percepción subjetiva del esfuerzo (PSE). Técnicas que han sido 
recogidas y comparadas en la literatura (Borrensen y Lambert, 2008), y 
por extensión también utilizadas en deportes colectivos. La inclusión de 
nuevas técnicas de medición relacionadas con las hormonas o variables 
hematológicas, temperatura corporal o residuos producidos por el 
organismo estarían dentro de este apartado. Hagamos un rápido repaso . 
2.2. EVALUAR LA DEMANDA INTERNA 
Desafortunadamente, no existe un parámetro universal que 
pueda ser utilizado para medir el amplio rango de respuestas internas 
provocadas por los estímulos de entrenamiento (Petibois et al., 2003). 
Por esta razón debemos buscar de entre las opciones que tengamos a 
mano las de mayor validez para conocer las demandas de la actividad 
deportiva en cuestión. Seleccionar la red de variables (Halson, 2014), 
complementarias ellas, para cuantificar las cargas externa e interna 
obtenidas de manera objetiva y subjetiva, es la mejor alternativa sin 
duda, pero la más costosa también. Hay que ser prácticos y que este 
arduo proceso de registro sea sostenible, es decir, hay que atender a los 
recursos, temporales, materiales, humanos y tecnológicos disponibles. 
Es preferible registrar menos variables y/o indicadores y estudiarlos 
en mayor profundidad. Tener un despliegue elevado (por ejemplo, 30 
variables por 25 jugadores por 300 sesiones son 225.000 datos), que 
solo permita describir lo realizado no resulta efectivo. Si no se aplica 
la información recogida en estrategias de intervención aplicables a la 
próxima sesión, microciclo o periodo considerado para corregir deficiencias 
o reorientar contenidos, resultará un esfuerzo baldío. Se trata de ir un 
poco más allá de la simple descripción, es decir, registrar para evaluar y 
posteriormente intervenir. 
fvaluadón fisico-fis1!Jgl 2 -'= los i' ,ego-3 ,·e·· ucid'"'s _ _ __L_ilen Castellano y David Casamichana 
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Cuantificar sí, las siguientes cuestiones que se plantean son qué y 
cómo. Debido al calado de entrenamientos más tradicionales (atléticos, 
analíticos o basados en carreras de distancias y tiempo conocidas) se 
comenzaron a utilizar diversos métodos para cuantificar la carga 
interna como por ejemplo: cuestionarios, diarios, observación directa o 
mediciones fisiológicas como la frecuencia cardiaca (FC), la concentración 
de lactato (LA) o el consumo de oxígeno (V02), entre otros (Borresen y 
Lambert, 2008). Sin embargo, el protagonismo en los últimos años de 
los métodos basados en JR (Ford et al., 2010) ha provocado la necesidad 
de objetivar el desconocimiento acerca de la carga externa de los 
jugadores durante dichas tareas (Flanagan y Merrik, 2002), surgiendo 
la necesidad de monitorizarla y cuantificarla (Bekraoui et al., 2010). 
La incorporación de la tecnología ha dado lugar a la implementación 
de diferentes técnicas y herramientas para la monitorización de la 
competición (Buchheit et al., 2014; Castellano y Casamichana, 2014a; 
Carling et al., 2008) y por extensión transferidas a la monitorización de 
tareas de entrenamiento (Casamichana et al., 2012b). Técnicas como la 
fotogrametría tridimensional (Mallo y Navarro, 2008), análisis de video 
(Gabbett y Mulvey, 2008), seguimiento individual con cámara (Jones y 
Drust, 2007) y, por supuesto, más recientemente a través de dispositivos 
de seguimiento global o GPS (Castellano y Casamichana, 2014b) y local 
o LPM (Buchheit et al., 2014) han abierto la posibilidad de conocer con 
mayor fiabilidad, precisión y validez aquellas variables externas que 
demandan a los jugadores cuando resuelven los JR donde se sitúan. 
Veamos todas estas opciones. 
Otra idea que propone el modelo es que la calidad y cantidad de 
la carga externa tiene particulares efectos si los mismos contenidos se 
ordenan de diferente manera. No es lo mismo comenzar la parte principal 
del entrenamiento con un juego grande (10:10 por ejemplo) durante 3. 
repeticiones de 13 min para acabar con 12 repeticiones de 1 min jugando 
un 2:2, o hacerlo al revés. Aunque la prescripción del entrenamiento 
sea la misma, tanto la carga externa como la interna desplegada por 
los jugadores diferirá. Una razón más por la que se argumenta que el 
proceso de entrenamiento está entre la Ciencia y el Arte. 
El arte de plaruficar en futbol 
• www.futboldelibro.com 
En algunos casos se escogen zonas de transición 'claves' como pueden 
ser los umbrales aeróbico y anaeróbico (Eniseler, 2005), los cuales son 
vinculados con indicadores fisiológicos compatibles con la práctica sobre 
el terreno de juego, como la FC o la concentración de lactato (Fernández- 
Castanys et al., 2002). Con respecto a esta cuestión, Eniseler (2005) 
relacionó la concentración de lactato (LA) con la carga de trabajo, al 
tiempo que con la FC para evaluar los requerimientos energéticos durante 
partidos y entrenamientos, como indicadores de la carga fisiológica de 
jugadores de fútbol durante diferentes tipos de entrenamiento: partido 
amistoso (PA), juego modificado, entrenamiento táctico y entrenamiento 
técnico. Para ello, determinó los umbrales de LA (a 2 y 4 mM) durante un 
test de campo incremental. Después, la FC fue estimada en los valores 
de 2 y 4 mM. Los resultados muestran que el porcentaje de tiempo en 
el que los jugadores obtenían FC por encima de 4 mM en P A y juegos 
modificados fue de 49,6 ±27,1 % y 23,9 ±24,5 %, respectivamente. Sin 
embargo, el entrenamiento técnico y táctico requirió la mayor parte del 
tiempo por debajo del umbral de 4 mM. Según el autor, utilizando los 
umbrales de LA, los técnicos deportivos pueden estructurar las zonas 
de FC, lo que a su vez puede ayudar a determinar la intensidad del 
ejercicio de forma individualizada para los jugadores, así como estimar 
la intensidad durante el entrenamiento. 
En la misma línea la FCmedia viene a ser una variable que representa 
cuál ha sido el valor medio que el jugador ha mantenido a lo largo de 
na actividad. Nuevamente, cuando se pretende poder aprovechar 
u ., d los valores para comparar entre jugadores y/o tareas, la opcion e 
relativizarlo al máximo individual parece lo recomendado (%FCmediJ En 
este caso también será necesario conocer si la decisión tomada incluye 
en la fórmula la FC de reposo o no, aunque en principio parece que lo 
recomendado es incluirla (Dellal et al., 2012a). 
Como complemento a %FC . y %FC a· y con el objetivo de graduar pico me ia 
diferentes niveles de exigencia del entrenamiento, algunos autores 
han sugerido el establecimiento de rangos o zonas de intensidad 
cardiaca, proponiendo para ello diferentes criterios. 
Julen Castellano y David Casamichana .. valuación físico-fisiológica de los juegos reducidos 
www futboldelibro.com • 
%FC = (FC . -FC )/(FC , . -FC )*100 reserva media reposo maxima reposo 
Existen dos formas de calcular los valores relativos de la FC , o max 
bien a partir del valor absoluto de FC, con una simple regla de tres, o 
bien considerando la FC de reserva (Karvonen, Kentala y Mustala, 1957, 
tomado de Dellal et al., 2012a) con la siguiente fórmula, donde además 
de los valores más altos del jugador se tiene en cuenta los de reposo y, 
por consiguiente, el rango de pulsaciones disponibles para cada jugador: 
La FC . es una variable que representa cuál ha sido el valor más pico 
alto que el jugador ha alcanzado a lo largo de una actividad. El valor 
absoluto solo es aprovechable para comparar al mismo jugador en una 
sucesión de tareas pero pierde su representatividad cuando lo que 
queremos es comparar entre jugadores. El valor relativo, es decir, el 
porcentaje respecto al máximo del jugador (%FCma), convertiría dicha 
información en operativa para comparar varios jugadores y/o tareas, 
aunque deja partes 'oscuras'. 
2.2.1.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE LA FC 
Algunos autores han determinado que la monitorización de la FC es. 
un indicador adecuado de la intensidad del ejercicio debido a la estrecha 
relación que mantiene con el V02 (Impellizzeri et al., 2004). Igualmente, 
este parámetro ha sido comúnmente utilizado como medida de intensidad 
en deportes de equipo (Coutts et al., 2009; Espósito et al., 2004; Gamble, 
2004), debido en parte a los precisos sistemas telemétricos de recogida 
de datos que permiten obtener la FC de todos los componentes del equipo 
simultáneamente (incluso en tiempo real), para posteriormente o durante 
la monitorización del evento deportivo transferir los datos al ordenador 
y llevar a cabo su tratamiento a través de un software específico (Ali y 
Farrally, 1991). Para ampliar conocimiento sobre el interés, límites y 
aplicaciones de la monitorización de la FC se recomienda la lectura de 
Dellal et al. (2012a). 
2.2.1. LA FRECUENCIA CARDIACA (FC) 
El arte de planificar en fútbol 
en 
en 
El fútbol, como deporte de equipo, presenta la particularidad de 
que los jugadores para resolver la situación motriz combinan, sin 
orden preestablecido, carreras a diferentes intensidades, duraciones, 
distancias, intercaladas con acciones de carácter no lineal tales como 
saltar, cargar, driblar o lanzarse al suelo (Espósito et al., 2004). Esta 
estructura, acíclica, no lineal, intermitente del juego, unido a situaciones 
de estrés térmico o emocional que pueden ocurrir durante la competición, 
podrían alterar la relación lineal entre FC-V02 (Dellal et al., 2012a). 
Además la FC podría no ser fiel reflejo de las demandas de las actividades 
realizadas a altas velocidades (Anderson et al., 2010) o en acciones de 
aceleración-desaceleración de muy escasa duración (2-3 segundos). Es 
por ello que la FC tomada de manera aislada como único indicador de 
carga podría estar ocultando otras demandas que son de interés en este 
www futboldel i or o . com • 
2.2.1.2. LIMITACIONES DE LA FC 
Para conocer más sobre las variantes que se proponenpara la 
estimación de los impulsos de entrenamiento de manera individualizada 
se puede consultar Manzi et al. (2013). Para más información se puede 
consultar http://www.trainingimpulse.com/. 
Finalmente comentar que la FC también ha comenzado a utilizarse 
como medidor objetivo del estado de fatiga del deportista (Buchheit, 
2014), también en equipos profesionales (Thorpe et al., 2015), donde la 
medición de la variabilidad de la FC monitorizada en situación de reposo 
podría dar información sobre la actividad parasimpática cardiaca. Sin 
embargo, las mediciones de la frecuencia cardíaca no pueden informar 
sobre todos los aspectos del estado de salud, fatiga o rendimiento, 
por lo que parece oportuno combinarlo con los anteriormente citados 
cuestionarios e incluso pruebas de rendimiento, eficaces y no invasivas, 
como el salto con contra-movimiento (Gathercole et al., 2015; Thorpe et 
al., 2015) para medir fatiga neuromuscular. 
(min 
(min 
Stagno's TRIMP= (min en 93-100%FC *5,16) + max 
86-92%FC *3,61) + (min en 79-85%FC *2,54) + max max 
72-78%FC *1,71) +(minen 65-71%FC *1,25). max m ax 
- Juien Casteliano y Dav,d Casarrichana Evaluación fís1co-;"¡s1olog1ca de los Juegos eduocos 
> 
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Edwards= (minen 90-100%FC * 5) + (minen 80-90%FC * 4) + (minen max max 
70-80%FC * 3) +(minen 60-70%FC *2) +(minen 50-60%FC *1). max max max 
Lucias's TRIMP= (minen FC/1)+ (minen FC/2)+ (minen FC/3), (FCl 
se refiere a la frecuencia por debajo del umbral aeróbico, FC2 entre el 
umbral aeróbio y anaeróbico y FC3 por encima del umbral anaeróbico). 
B · t ' TRIMP= T *FC *O 64*e1-92*FCmedia (para calcular anis er s - efectivo(min) media ' ' 
la FC d. se utiliza la FC ). me ia reserva 
Otra alternativa muy práctica, que no pretende otra cosa que 
simplificar la cuant{ficación de la carga interna es la implementación 
de fórmulas matemáticas utilizando diferentes variables que son 
ponderadas, siendo el resultado indicadores globales obtenidos a partir 
de la FC como Banister's, Lucias's, Eduiards's y Stagno's TRIMP que 
ya han sido utilizados en diversos estudios para cuantificar tareas de 
entrenamiento en fútbol (Alexiou y Coutts, 2008; Campos-Vazquez et 
al., 2014; Coutts, et al., 2009; Impellizzeri et al., 2004). El procedimiento 
para calcular el valor de estos indicadores (Banister, 1991; Edwards, 
1993; Lucia et al., 2003; Stagno et al., 2007) sigue un patrón similar, 
que consiste en multiplicar el tiempo efectivo de permanencia en algún 
rango de FC por un valor ponderado establecido: 
<50%FC 50-60%FC 60-70%FC , 70-80% FC , 80-90%FC max' max' max max max 
Y >90%FC (Casamichana et al., 2013b). Estos rangos, aunque max 
arbitrarios, atienden más o menos a los diferentes umbrales (aeróbico y 
anaeróbico) con los que describir cuál de los procesos de producción de 
energía se está solicitando en mayor o menor medida. 
<75%FC 75-84%FC 84-90%FC , and >90%FC (Castellano et max' max? max max 
al., 2013a). 
En otros casos se toman criterios arbitrarios, es decir, se establecen 
los rangos a partir de %FCmax (incluyendo la FC de reserva en los 
cálculos) para todos los jugadores por igual. Dos de las opciones de 
establecimiento de rangos son: 
----- 
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Con el método PSE o RPE, la carga del entrenamiento puede 
ser calculada fácilmente, multiplicando el volumen de la sesión (en 
minutos) por la declaración del esfuerzo percibido utilizando alguna de 
A diferencia del resto de los indicadores de carga interna, la 
percepción subjetiva del esfuerzo (PSE) o respuesta a la percepción del 
esfuerzo (RPE), es (como indica su denominación) un indicador subjetivo 
que permite monitorizar la carga declarada por los jugadores sobre lo 
percibido en las tareas de entrenamiento, sesiones completas o partidos 
de competición, que está suscitando un alto interés (Casamichana y 
Castellano, 2013). A partir de una escala, se le pregunta al jugador, en el 
intervalo de los 30 min inmediatos al final del entreno (Los Arcos, 2014; 
Singh et al., 2007; Uchida et al., 2014) por cómo de intensa ha sido la 
actividad, aportando una valoración numérica asociada a un descriptor 
habitualmente. La multitud de escalas de PSE (Scott et al., 2013a), que 
se han ido sucediendo a lo largo de más de medio siglo desde que se 
propusieran, se basan en la idea de que los deportistas pueden expresar 
el esfuerzo percibido con un número (Los Arcos, 2014). Esto proporciona 
una alternativa válida a los costosos y tradicionales métodos utilizados 
para la monitorización del ejercicio, siempre y cuando se administre de 
manera adecuada (Borg, 1998). 
2.2.3. LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DEL ESFUERZO 
(PSE) 
(St0len et al., 2005). Se ha constatado que, cuando se ha analizado la 
reproducibilidad de diferentes formatos de JR (2:2 y 4:4) y diferente 
régimen de entrenamiento (continuo e intermitente), la repetibilidad de 
este parámetro intra e ínter sesión es pobre, probablemente debido a que 
sus valores son altamente dependientes de la intensidad del ejercicio 
previo a la extracción de la muestra (Hill-Haas et al., 2008). Además, 
cabe destacarse que esta variable está bastante influenciada por la 
cantidad de carbohidratos disponibles en los depósitos del sujeto, y que 
alteraciones en sus reservas, ya sea por su degradación previa o por 
alteraciones en la dieta, podría provocar valores engañosos. 
Julen Castellano y David Casamichana Evaluación físico-fis1ológica de los juegos reducidos 
> 
www.futboldelibro.com • 
Primeramente cabe señalar, que este método invasivo genera 
molestias en los jugadores, puede distorsionar el entrenamiento, lo que 
dificulta su sostenibilidad en la práctica diaria. Además, acerca del 
conocimiento de los valores de LA, no podemos afirmar que proporcione 
una información exacta e inmediata sobre el impacto de la carga de 
trabajo (Fernández-Castanys et al., 2002), debido a las cinéticas de 
aclarado (McLellan, 1985) que dificultan su aplicabilidad (Fernández- 
Castanys et al., 2002). Es por tanto, limitada su utilización como indicador 
de la carga interna de entrenamiento durante los JR (lmpellizzeri et 
al., 2005) ya que podría no ser representativo de las intensidades del 
ejercicio realizado (Hill-Haas et al., 2011), o durante partidos de fútbol 
(Krustrup et al., 2006), ya que los valores obtenidos están estrechamente 
ligados a la actividad realizada en los 5 min previos a la extracción 
2.2.2.1. LIMITACIONES DEL LA 
El LA sanguíneo puede ser también utilizado como indicador de la 
intensidad del ejercicio (Bosco, 1991). Medido a través de analizadores 
portátiles ha hecho posible la evaluación de este parámetro en campo 
(Swart y Jennings, 2004). En fútbol, la concentración de LA en sangre 
como producto final de la glucólisis anaeróbica (Hill-Haas et al., 2011), 
ha sido utilizada como indicador de la intensidad del ejercicio durante 
partidos de competición o amistosos (Bangsbo et al., 1991; Brewer y 
Davis, 1994; Capranica et al., 2001; Ekblom, 1986), sugiriéndose que es 
un valor que representa globalmente la acumulación de LA en sangre 
venosa producido durante ejercicios específicos de fútbol (Krustrup et 
al., 2006), aunque con limitaciones. 
2.2.2. LA CONCENTRACIÓN DE LACTATO (LA) 
tipo de actividades. Más adelante, en la Tabla 2.1, se podrá apreciar las 
bajas correlaciones que se dan entre la variable de frecuencia cardiaca 
(%HR ) y las asociadas a la intensidad (frecuencias y distancias 
mean 
recorridas a >18.0 km .h'). 
El arte de planificar en fútbol 
f noldelibro.com 
Dentro de este apartado de valoraciones subjetivas, otra opción que 
eractúa con el rendimiento, con el objeto de valorar la fatiga/frescura 
1 jugador, es la de preguntar al deportista por su estado antes de 
menzar el entrenamiento. La pretensión de estos cuestionarios pasados 
los jugadores es la de disponer de información respecto a la calidad del 
§tieño, estrés, dolor muscular y fatiga, entre otros. El índice de Hooper 
(Qhamari et al., 2012), escalas dela calidad en la recuperación (Kentta 
y(Hassmén, 1998) o el cuestionario POMS (Morgan, 1980) pueden ser 
:ilgunos ejemplos. Muy brevemente: a) el índice Hooper mide el estado 
físico/mental del jugador antes de cada sesión de entrenamiento, 
permitiendo no sólo una mejor detección de las señales individuales de 
pre-fatiga cuando se interpreta junto con las cargas de entrenamiento de 
los jugadores, sino que además permite la adaptación de las cargas de 
entrenamiento programadas en función de la situación de los jugadores 
(con mejores o peores valores). b) La escala de recuperación denominada 
TQR (Total Quality Recovery), permite registrar el estado del deportista 
de forma inmediata y complementaria con la intensidad del trabajo 
realizado utilizando una escala similar a PSE (Kentta y Hassmén, 1998); 
y, e) La medición del estado de ánimo a través de la puntuación global del 
cuestionario POMS así como de la puntuación directa de cada sub-escala 
("vigor", "fatiga", "agresividad", "tensión", "depresión" y "confusión") se 
ha utilizado en la evaluación del estado de ánimo (Andrade et al., 2008). 
ríguez-Marroyo, et al., 2014). Hay que ser conscientes de que en 
undo del fútbol, en ocasiones, se entrena sin estar en plenitud de 
diciones físicas (reservándose en procesos de recuperación, pequeñas 
estias, jugadores parcialmente liberados ... ), y/o emocionales (no se 
nta con el jugador, problemas familiares, económicos, de relación con 
compañeros, u ocasionados por la información ofrecida por la prensa, 
r ejemplo). Además, a pesar de estar en el ámbito profesional, a veces, 
xisten intereses individuales y colectivos, que no siempre coinciden. 
fec:; __ ·:;do::: J:ulen c::.:::Stf;:ilano v i)¿~vid Cas:;;;i"cdc k-±: :,-: 
· ··.· •-~,~~;.-·.· ·,ycc,~'"'''""·,· • ••-""·'-"ªú"•" ¿·~,~.,.,~w,,.c ,~~,.-.-~• ·--·••»e•'-"-'~~ -·~= ·x -.~·~.. "'-'-'-'-'"' .,,._ .• ,,_.,,._,,._....._._e %•,e<_., .. 
Quizás pudiera ser interesante añadir una nueva variable a lo que 
la tarea, la sesión o el partido han demandado al jugador, conocer su 
implicación. Para ello podría valer con responder a la pregunta de ¿cómo 
clasificaría la entrega realizada en la sesión? Referido a su entrega, 
podría contextualizar lo declarado por el jugador (Rebelo et al., 2012). 
Otra alternativa es la de comparar lo declarado por los jugadores con 
la impresión del cuerpo técnico sobre la sesión, que no siempre coincide 
f deli0ro.com 
§ 
Recientemente se está explorando la posibilidad de preguntar al 
jugador por diferentes 'matices' de la carga soportada, para conocer si la 
actividad incide más en el factor cardiovascular o en el neuromuscular 
(Los Arcos et al., 2014), lo que ayudaría al cuerpo técnico a disponer de 
una información más ajustada o precisa respecto a los efectos provocados 
por las tareas a nivel interno. Sin embargo debemos ser cautelosos en 
varios aspectos. Primeramente, porque esta técnica puede no ser tan 
sensible como para detectar pequeños cambios en la intensidad del 
ejercicio (Scott et al., 2013b) y por otro, parece que cuando la actividad 
realizada presenta un alto porcentaje de tiempo en zonas bajas de FC, 
la carga obtenida a través del método sesión-PSE parece sobrestimar la 
carga de entrenamiento, mientras que cuando el entrenamiento presenta 
gran componente de alta intensidad sucede lo contrario, se subestima 
(Borre sen y Lambert, 2008). 
las variantes de la escalas de Borg, por ejemplo la CR-10 (Foster et al., 
2001). De esta manera el indicador que se consigue es el sesión-RPE, que 
es medido en unidades arbitrarias o UA. Otras alternativas proponen el 
uso del indicador RPE como valor absoluto (Los Arcos, 2014), es decir, sin 
multiplicarlo por la duración de la sesión, argumentando que en el valor 
dado por el deportista está incluido también la duración de la sesión. 
En este contexto, en el ámbito de la aplicación, se han utilizado 
las escalas de PSE para determinar la intensidad del ejercicio durante 
diferentes JR en los que se han manipulado variables como el régimen de 
entrenamiento (Hill-Haas et al., 2009c), número de jugadores y cambio , 
de reglas (Hill-Haas et al. 2010), espacio de interacción individual ~, 
(Casamichana y Castellano, 2010), nivel competitivo de los jugadores 
(Dellal et al., 2011b), el número de toques permitidos al balón (Dellal et 
al., 201 lc y 201 Ld), entre otras, concluyendo los investigadores que es una 'I 
herramienta válida para la cuantificación de la carga del entrenamiento. 
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Existe una variedad de sistemas para el registro del movimiento de 
lbs deportistas (Castellano y Casamichana, 2014a), pero nos centraremos 
Ünicamente en los dispositivos GPS, por ser los más extendidos en 
el entrenamiento (Casamichana, 2011). Son ligeros, pequeños, no 
excesivamente caros, y permiten el registro incluso en tiempo real 
(Aughey y Fallan, 2010), aunque con margen de mejora. La información 
que proporcionan (Castellano y Casamichana, 2014b) tiene que ver con 
el movimiento de los jugadores (frecuencias, duraciones y distancias de 
desplazamiento, impactos, velocidades, giros y aceleraciones positivas 
y negativas), disponiéndose de la información con una gran inmediatez 
(Hill-Haas et al., 2009b). 
El análisis del movimiento (carga externa), incluye la cuantificación 
los desplazamientos efectuados por los deportistas proporcionando 
formación referente a las acciones, velocidades, duraciones y distancias 
rante el entrenamiento o la competición (Casamichana, 2011; Dobson 
Keogh, 2007). La evaluación de los patrones de movimiento posibilita 
conocer las demandas físicas a las que son sometidos los jugadores 
(~arbero-Álvarez et al., 2005; Hughes y Franks, 1997), lo cual proporciona 
8nocimiento a los técnicos deportivos para poder intervenir de forma 
specífica en el entrenamiento y evaluar el rendimiento en competición 
(Barros et al., 2007). 
DEMANDA LA DE 3. EVALUACIÓN TERNA 
ión dEdosjuegosn:~ducidos Julen Castellano v David Casamichana 
..,,.,._.......,-..n.~--.-ú.,_.,~-•-~,, ----~,,...,_..._,,,.,.. •. ,.._,,.,,,,u >""""--~-""........._.,_,,.,.,_.,, . .,._.,,_,,V,'< - ·.--c~•"••~.W"."·,v,"''-.,~._........, .... _.,c<.·<~- ,.,_ ... , ~'"""e·,,.,.,._,.,....,,.....,,...,._.,,,.._.,, ~~e,,~ 
www.futboldelibro.com 
De entre los inconvenientes que plantea el uso de cuestionarios de 
PSE, el primero a considerar tiene que ver con su administración, ya que 
debe atender adecuadamente a los interrogantes de dónde, cuándo y cómo 
(Borg, 1998). Se debe ser extremadamente cauteloso en su utilizacióna 
debido a que variables como edad, género, habilidades cognitivas, _,,- 
factores psicológicos, tipo de ejercicio o condiciones ambientales 
afectar a su fiabilidad y validez (Borg, 1982). Parece que los resultados 
de monitorizar con PSE podrían ser cuestionados cuando cuantificamoss, 
actividades intermitentes de alta intensidad (Desgorces et al., 2007). 
Además, debemos hacer un seguimiento minucioso de los jugadores 
que entrenamos ya que podrían existir jugadores 'sobrestimadores' 
y jugadores 'subestimadores' de la carga de entrenamiento realizada 
(Comyns y Flanagan, 2013). Por este motivo, debemos evitar realizar 
comparaciones ínter-jugadores, ya que si un jugador particular reporta 
valores más elevados que otro jugador, esto no significa que haya 
acumulado mayor carga, sino que quizás se deba a que se trata de un 'alto 
calificador'. Sin embargo, el bajo coste y su sencillez hacen recomendable •· 
su uso si no se dispone de ninguna otra herramienta para monitorizar la 
carga de entrenamiento. 
Finalmente decir que es recomendable hacer seguimiento de 
la fiabilidad de los datos obtenidos de nuestro equipo, por lo que se 
recomienda hacer con cierta asiduidad comprobaciones en este sentido. 
Además, podría ser interesante triangular los valores de PSE con otras 
variables (de la carga externa e interna) para atender a varios objetivos, 
por ejemplo: a) comprobar si los jugadores 'atinan' en su percepción 
cuandose comparan con otras variables registradas (PSE versus % del 
tiempo por encima del 90% de la FC o metros recorridos por minuto ... ), 
atendiendo al tipo de perfil físico del equipo o de ciertas demarcaciones; 
b) valorar en qué medida afecta la acumulación de sesiones en el mismo 
día o en la semana por un valor mayor o menor en la correlación entre 
variables; o, c) prever la posible existencia de falta de estímulo o sobre- 
entrenamiento en ciertos jugadores que responden de manera diferente 
ante aparentemente mismos estímulos externos. 
2.2.3.1. LIMITACIONES DE LA PSE 
El ar-te de pianíficar <-::n fútbol 
www.futboldelibro com 
1 
1 
Hay que ser conscientes que el rendimiento en fútbol tiene que ver 
con cuestiones absolutas más que relativas, ya que es necesario llegar al 
balón antes que el rival, independientemente de cuanto porcentaje del 
máximo individual este utilizando el jugador. Sin embargo, en el fútbol, 
a veces uno llega antes porque sale antes. [Insistimosl, en el fútbol 'más 
no es siempre mejor'. 
precisión que se tiene cuando las velocidades superan los 21 Km ·h·1 
á.stellano et al., 2011), y que deben considerarse cuando se pretenda 
Ei.lizar la cuantificación de este tipo de intensidades. Los rangos más 
n11bitualmente utilizados para clasificar los ritmos de trabajo son (Barros 
·. al., 2007; Di Salvo y col., 2007; Di Salvo et al., 2009; Rampinini et al., 
07): parado-andando (0-6.9 km +r-), carrera suave (7.0-12.9 km -h-1), 
rrera moderada (13.0-17.9 km -h-1), carrera rápida (18.0-20.9 km -h-1) 
sprint (>21 km -h-1), aunque existen alternativas similares y, otras, 
más radicales. Estas últimas tienen que ver con valores relativos a los 
máximos individuales (Castellano, Puente, Casamichana y Etxeazarra, 
015; Castellano, Puente, Etxeazarra, Usabiaga, Casamichana, 2016). 
-En estos trabajos los valores personales aplicados en la etapa formativa 
fútbol permiten conocer realmente lo que se exige a cada jugador o 
que se ha esforzado (Figura 2.3). En estas figuras se muestra cómo 
la interpretación sobre las demandas varía en función de considerar 
absolutos o relativos: si bien en los jugadores mayores (U13) 
demandas desplegadas son mayores, cuando dichas exigencias se 
valoran en términos relativos, las demandas son inferiores respecto a 
jugadores más jóvenes (U12). 
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La velocidad máxima o pico, la velocidad media o el tiempo de 
permanencia en cierto rango de velocidad podrían incorporarse en 
este apartado. Especial atención se le dedica a los rangos altos de 
velocidad, por ser determinantes en los deportes colectivos. Debemos ser 
cautelosos con la utilización de los dispositivos GPS sabiendo el error 
2.3.1.2. INTENSIDADES 
Tal y como hemos comentado previamente, nos centraremos en 
el uso de dispositivos GPS y en las variables que registran, cada vez 
con un mayor uso en el proceso de entrenamiento. Sin embargo, somos 
conscientes que existen otros interesantes sistemas para monitorizar 
variables que caractericen la demanda externa impuesta a los deportistas 
como vídeos, sistemas fotogramétricos, o sistemas de posicionamiento 
local o LPM, entre otros (para más información al respecto se pueden 
consultar Castellano y Casamichana 2014a y b). De entre las variables 
aportadas por los dispositivos GPS las distancias recorridas, total o en 
diferentes rangos de velocidad, se utilizan habitualmente en la literatura 
para describir la competición (Casamichana, 2011; Casamichana 
y Castellano, 2011; Casamichana et al., 2013c) o el entrenamiento 
(Castellano et al., 2013b). Debe aclararse que no todas las variables 
físicas que se obtienen de los dispositivos de posicionamiento global son 
igualmente robustas (Jennings et al., 2010) disminuyendo su fiabilidad 
a medida que las velocidades o aceleraciones son mayores (Akenhead et 
al., 2014; Castellano et al., 2011). La distancia total (DT), la recorrida por 
encima de 15 Km -h-1 o la alta velocidad de carrera expresada de manera 
relativa como porcentaje de la DT parecen ser robustas (Jennings et al., 
2010) pero esto dependerá de las características del modelo y versión del 
dispositivo que se utilice (Castellano y Casamichana, 2014b). 
2.3.1.1. DISTANCIAS 
2.3.1. VARIABLES E INDICADORES A PARTIR DE 
VELOCIDAD 
www futboldelibro.com • www.fu.boldelibro coru 
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- t·.J ~ 8 ~ 8 o o o o Creemos necesario subrayar la importancia de relativizar las 
demandas, sobre todo, cuando de cuantificación de la carga de 
entrenamiento hablamos. Es decir, debemos atender a la particularidad 
del individuo (Jastrzbski y Radzimiski, 2015). Para que eso se pueda 
realizar, necesitamos definir de forma individual los rangos de 
intensidad en función de uno o varios criterios. En este sentido, existen 
acercamientos en la literatura que abogan por la utilización de variables 
físicas, como la velocidad máxima, el uso de variables fisiológicas, como 
los umbrales ventilatorios (Lovell y Abt, 2013) o velocidad aeróbica 
máxima, o la resultante de la combinación de ambos criterios para 
establecer diferentes categorías de intensidad en los desplazamientos de 
los jugadores (Buchheit y Laursen, 2013). Jastrzbski y Radzimiski (2015) 
proponen la velocidad a umbral anaeróbico y al 80 % de la velocidad 
máxima alcanzada en test para determinar los rangos de intensidad 
de los desplazamientos individuales para cada deportista. Así en esta 
propuesta, se atiende tanto a una variable mecánica o física como la 
velocidad máxima alcanzada en test por el deportista, como una variable 
fisiológica (umbral anaeróbico). En su propuesta, se establecen 5 zonas 
de intensidad, siendo las dos primeras (parado-andando y andando- 
carrera, 7,2 Km -h-1) generales e independientes de las características del 
deportista, y que en la Figura 2.4 se han agrupado en color verde. Como 
puede a preciarse las fuentes energéticas solicitadas a los jugadores cuando 
se consideran los valores absolutos podrían confundir la carga soportada 
por el jugador. Por el contrario, cuando se consideran los valores relativos 
a los máximos y umbrales de los jugadores, las demandas solicitas darán 
respuesta sobre los procesos energéticos demandados. A pesar de que 
no es la única aproximación realizada en este sentido, se trata de la 
primera aplicación a la monitorización de tareas de entrenamiento en 
fútbol bajo esta perspectiva. 
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El arte de planificar en fútbol Julen Castellano y David Casamichana Evaluación fsíco-ñ.aológica de los Juegos reducidos 
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El work:rest ratio es un indicador que relaciona en qué medida 
el trabajo y el descanso han sido repartidos a lo largo de la tarea, 
entrenamiento o competición (Casamichana y Castellano, 2010). Este 
indicador es el cociente de la distancia recorrida por el jugador en las 
categorías de velocidad >4 km ·h·1 (periodo de actividad o trabajo) entre 
la distancia cubierta en el rango de velocidad inferior (0-3.9 km .h') como 
periodo de recuperación o descanso, variable que aporta información 
relativa a la naturaleza de la actividad (Barbero-Álvarez et al., 2007). 
En algunos casos también se pueden establecer otras velocidades de 
corte para calcular el ratio, como por ejemplo 6,9 km ·h·1 (Casamichana y 
Castellano, 2010). 
Dentro de los indicadores globales de intensidad, habituales 
para describir las demandas físicas de la competición o de las tareas 
de entrenamiento (específicamente los JR), es la distancia recorrida 
en metros por minuto (m *min·1) una de las más empleadas en la 
literatura (Boullosa, et al., 2013). Atiende al ritmo (velocidad media de 
desplazamiento), y reúne la

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